Ibrahim siempre te seguiré


No hay nada mas dificil que no engañarse a uno mismo.

Datos personales

William Blake.

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William Blake, Inspirarte, (Megapost)


Londres (1757 – 1827)


Fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida.


Por eso explica Blake que sólo un poder hace al poeta: la imaginación. “No razonaré, ni compararé; mi tarea es crear”, afirmaba el inglés. Y es en este punto donde podemos encontrar la mística de nuestro autor: el hombre puede alcanzar lo infinito si limpia las puertas de la percepción, o lo que es lo mismo, sus sentidos. También la libertad y, como decíamos, la satisfacción de los deseos (sin tratar de aprisionar el goce pasajero) constituyen los deberes primordiales del hombre.

"...el hombre no tiene un cuerpo distinto de su alma; pues lo que llamamos cuerpo es una porción del alma discernida por los cinco sentidos, las puertas principales del alma en esta edad. La Energía es la única vida y nace del Cuerpo; y la razón es el límite y perímetro de la Energía. Energía, Eterno deleite"

(Matrimonio del cielo y el infierno)

william


William Blake no cuestiona la existencia del bien y del mal; él le pregunta al tigre, que es un símbolo del mal, si el creador del bien, del cordero, es también su hacedor. Es decir, el problema no está en la creencia en el Bien y el Mal, sino en lo perturbador que resulta imaginar que ambas cosas provienen del mismo Creador.

Algunas de sus ilustraciones:



blake

arte

fragmentos

William Blake, Inspirarte, (Megapost)

william

blake

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fragmentos


William Blake, Inspirarte, (Megapost)


william

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arte

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William Blake, Inspirarte, (Megapost)

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William Blake, Inspirarte, (Megapost)


william

blake

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fragmentos

Lo curioso de los dioses de William Blake es que no son las clásicas deidades estáticas de la mitología o la religión. Sus poéticas divinidades evolucionan junto con el pensamiento del autor; y jamás permanecen inmóviles en una función
.

La marcada tendencia mística, producto de sus alucinaciones, quedó claramente expresada en su obra pictórica y poética, tal como se observa en su primera colección de poemas publicados en 1783 como "Poetical Sketches". Con la "Canción de inocencia" en 1789 y "Canciones de experiencia" en 1794, el poeta quiso reafirmar su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a la razón.
Entre 1793 y 1818, escribió un conjunto de poemas breves y una obra satírica, "Una isla en la luna", referente a su niñez. Falleció en medio de la pobreza en agosto de 1827.



William Blake, Inspirarte, (Megapost)

En tiempos de siembra aprende, en tiempos de cosecha enseña
y en el invierno goza.
Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.
La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la incapacidad.
Quien desea y no actúa engendra la plaga.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumergid en el río a quien ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
Aquel cuyo rostro no irradia luz nunca será estrella.
La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.
A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.
Las horas de la locura las mide el reloj,
pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.
Ningún alimento sano se atrapa con red ni trampa.

En años de escasez, usa número, peso y medida.
No hay pájaro que vuele demasiado alto si lo hace con sus propias alas.
Un cuerpo muerto no venga injurias.
El acto más sublime consiste en poner a otro delante de ti.
Si el necio persistiera en sus necedades llegaría a sabio.
La necedad es el atuendo de la bellaquería, la vergüenza es
el atuendo del orgullo.

Las prisiones se construyen con piedras de Ley; los burdeles
con ladrillos de religión.
La altivez del pavo real es la gloria de Dios.
La lujuria del chivo es la liberalidad de Dios.
La ira del león es la sabiduría de Dios.
La desnudez de la mujer es obra de Dios.
El exceso de pena ríe; el exceso de dicha llora.

El rugir de los leones, el aullido de los lobos, el oleaje furioso del mar huracanado
y la espada destructora, son porciones de la eternidad demasiado grandes
para que las aprecie el ojo humano.
El zorro condena a la trampa, no a sí mismo.
El júbilo impregna; las penas engendran.

Dejad que el hombre vista la melena del león y la mujer el vellón de la oveja.
El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad.
El egoísta y sonriente necio y el necio que frunce malhumorado el ceño han de considerarse sabios, y podrían ser medidos con la misma vara.
Lo que hoy está probado, en su momento era sólo algo imaginado.
La rata, el ratón, el zorro y el conejo vigilan las raíces; el león, el tigre, el caballo
y el elefante vigilan los frutos.
La cisterna contiene; el manantial rebosa.

Un pensamiento llena la inmensidad.
Si estás siempre listo a expresar tu opinión, el vil te evitará.
Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.
Nunca el águila malgastó tanto su tiempo como cuando se propuso aprender del cuervo.
El zorro se provee a si mismo; pero Dios provee al león.
Piensa por la mañana, actúa a mediodía, come al anochecer y duerme por la noche.
Quien ha sufrido tus imposiciones, te conoce.
Así como el arado sigue a las palabras, Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la ira son más razonables que los caballos de la instrucción.
Del agua estancada espera veneno.
Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que es más que suficiente.
¡Escucha los reproches de los tontos! ¡Forman un título real!
Los ojos del fuego, las narices del aire, la boca del agua las barbas de la tierra.
El débil en coraje es fuerte en astucia.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer, tal como el león no
interroga al caballo sobre cómo atrapar la presa.

Quien recibe agradecido da copiosas cosechas.
Si otros no hubiesen sido tontos, lo seríamos nosotros.
El alma rebosante de dulce deleite jamás será profanada.
Cuando ves un águila, ves una porción de Genio: ¡Alza la cabeza!
Tal como la oruga elige las hojas mejores para depositar en ellas sus huevos,
el sacerdote lanza sus imprecaciones para los más dulces goces.

Crear una florecilla es labor de siglos.
La condena estimula, la bendición relaja.
El mejor vino es el más añejo; la mejor agua, la más nueva.
¡Las plegarias no aran! ¡Los elogios no cosechan!
Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
La cabeza lo Sublime; el corazón, lo patético; los genitales, la Belleza;
manos y pies la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así es el desprecio para el despreciable.
El cuervo quisiera que todo fuese negro; el búho, que todo fuese blanco.
La exuberancia es belleza.
Si el león recibiese consejos del zorro, sería astuto.
El perfeccionamiento traza caminos rectos; pero los torcidos y sin perfeccionar son los caminos del Genio.
Mejor matar a un niño en su cuna que alimentar deseos que no se llevan a la práctica.
Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.

La verdad nunca puede decirse de modo que sea comprendida sin ser creída.
¡Suficiente! o demasiado.

william


Blake fue crítico de las leyes sobre el matrimonio de su época, y en general, arremetió contra las nociones tradicionales cristianas de la castidad como una virtud. En un momento de enorme tensión en su matrimonio, en parte debido a la aparente incapacidad de Catherine para tener hijos, Blake abogó por llevar a una segunda esposa directamente a la casa.


Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad racial y sexual. Varios de sus poemas y pinturas expresan la noción de humanidad universal: “Todos los hombres son iguales.” En un poema, narrado por un niño negro, cuerpos blancos y negros por igual son descritos como arboledas sombreadas o nubes, que sólo existen hasta que uno aprende, “a llevar los rayos de amor:”

blake

"...cuando yo estoy libre de nubes negras y él de nubes blancas,
Y alrededor de la tienda de Dios como corderos nos gozamos:
Le haré sombra del calor hasta que él pueda soportar,
Apoyarse en la alegría sobre la rodilla de nuestro padres.
Y entonces aguantaré y acariciaré su cabello plateado,
Y seré como él y él me amará."


arte


fragmentos

William Blake, Inspirarte, (Megapost)

Carta al Dr. Trustler [23 agosto 1799]


El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la Mirada de otros no es más que un objeto Verde
que se interpone en el camino.

Algunas personas Ven la Naturaleza como algo Ridículo y Deforme,
pero para ellos no dirijo mi discurso;
y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.

Pero para los ojos de la persona de imaginación,
la Naturaleza es imaginación misma.
Así como un hombre es, ve.
Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas.


william

Las bodas del cielo y el infierno (1793)

Si las puertas de la percepción se depurasen,
todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.


blake

Un catálogo descriptivo de cuadros [1809]

Los profetas describen lo que vieron en Visiones... con sus órganos imaginativos e inmortales. Un Espíritu y una Visión no son, como supone la filosofía moderna, un nuboso vapor, o una nada: se hallan organizados y articulados meticulosamente, más allá de lo que pueda producir la naturaleza mortal y perecedera. Quien no imagina rasgos más fuertes y mejores, y bajo una luz más fuerte y mejor que la de su ojo perecedero, no imagina en absoluto.


arte

Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.

fragmentos

El Tigre

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?


William Blake, Inspirarte, (Megapost)

La Eternidad


Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.


William Blake, Inspirarte, (Megapost)


Londres (1757 – 1827)


Fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida.

Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería perjudicial para entender la magnitud de su obra: Blake veía estas dos disciplinas como dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo. Por esta razón, las ediciones ilustradas de la obra de Blake no habían sido especialmente valoradas en el pasado, hasta que los avances en las técnicas de impresión han permitido una mayor difusión, al hacerse éstas más accesibles.


Por eso explica Blake que sólo un poder hace al poeta: la imaginación. “No razonaré, ni compararé; mi tarea es crear”, afirmaba el inglés. Y es en este punto donde podemos encontrar la mística de nuestro autor: el hombre puede alcanzar lo infinito si limpia las puertas de la percepción, o lo que es lo mismo, sus sentidos. También la libertad y, como decíamos, la satisfacción de los deseos (sin tratar de aprisionar el goce pasajero) constituyen los deberes primordiales del hombre.

"...el hombre no tiene un cuerpo distinto de su alma; pues lo que llamamos cuerpo es una porción del alma discernida por los cinco sentidos, las puertas principales del alma en esta edad. La Energía es la única vida y nace del Cuerpo; y la razón es el límite y perímetro de la Energía. Energía, Eterno deleite"

(Matrimonio del cielo y el infierno)

william


William Blake no cuestiona la existencia del bien y del mal; él le pregunta al tigre, que es un símbolo del mal, si el creador del bien, del cordero, es también su hacedor. Es decir, el problema no está en la creencia en el Bien y el Mal, sino en lo perturbador que resulta imaginar que ambas cosas provienen del mismo Creador.

Algunas de sus ilustraciones:



blake

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william

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Lo curioso de los dioses de William Blake es que no son las clásicas deidades estáticas de la mitología o la religión. Sus poéticas divinidades evolucionan junto con el pensamiento del autor; y jamás permanecen inmóviles en una función
.

La marcada tendencia mística, producto de sus alucinaciones, quedó claramente expresada en su obra pictórica y poética, tal como se observa en su primera colección de poemas publicados en 1783 como "Poetical Sketches". Con la "Canción de inocencia" en 1789 y "Canciones de experiencia" en 1794, el poeta quiso reafirmar su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a la razón.
Entre 1793 y 1818, escribió un conjunto de poemas breves y una obra satírica, "Una isla en la luna", referente a su niñez. Falleció en medio de la pobreza en agosto de 1827.



William Blake, Inspirarte, (Megapost)

En tiempos de siembra aprende, en tiempos de cosecha enseña
y en el invierno goza.
Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.
La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la incapacidad.
Quien desea y no actúa engendra la plaga.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumergid en el río a quien ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
Aquel cuyo rostro no irradia luz nunca será estrella.
La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.
A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.
Las horas de la locura las mide el reloj,
pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.
Ningún alimento sano se atrapa con red ni trampa.

En años de escasez, usa número, peso y medida.
No hay pájaro que vuele demasiado alto si lo hace con sus propias alas.
Un cuerpo muerto no venga injurias.
El acto más sublime consiste en poner a otro delante de ti.
Si el necio persistiera en sus necedades llegaría a sabio.
La necedad es el atuendo de la bellaquería, la vergüenza es
el atuendo del orgullo.

Las prisiones se construyen con piedras de Ley; los burdeles
con ladrillos de religión.
La altivez del pavo real es la gloria de Dios.
La lujuria del chivo es la liberalidad de Dios.
La ira del león es la sabiduría de Dios.
La desnudez de la mujer es obra de Dios.
El exceso de pena ríe; el exceso de dicha llora.

El rugir de los leones, el aullido de los lobos, el oleaje furioso del mar huracanado
y la espada destructora, son porciones de la eternidad demasiado grandes
para que las aprecie el ojo humano.
El zorro condena a la trampa, no a sí mismo.
El júbilo impregna; las penas engendran.

Dejad que el hombre vista la melena del león y la mujer el vellón de la oveja.
El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad.
El egoísta y sonriente necio y el necio que frunce malhumorado el ceño han de considerarse sabios, y podrían ser medidos con la misma vara.
Lo que hoy está probado, en su momento era sólo algo imaginado.
La rata, el ratón, el zorro y el conejo vigilan las raíces; el león, el tigre, el caballo
y el elefante vigilan los frutos.
La cisterna contiene; el manantial rebosa.

Un pensamiento llena la inmensidad.
Si estás siempre listo a expresar tu opinión, el vil te evitará.
Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.
Nunca el águila malgastó tanto su tiempo como cuando se propuso aprender del cuervo.
El zorro se provee a si mismo; pero Dios provee al león.
Piensa por la mañana, actúa a mediodía, come al anochecer y duerme por la noche.
Quien ha sufrido tus imposiciones, te conoce.
Así como el arado sigue a las palabras, Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la ira son más razonables que los caballos de la instrucción.
Del agua estancada espera veneno.
Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que es más que suficiente.
¡Escucha los reproches de los tontos! ¡Forman un título real!
Los ojos del fuego, las narices del aire, la boca del agua las barbas de la tierra.
El débil en coraje es fuerte en astucia.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer, tal como el león no
interroga al caballo sobre cómo atrapar la presa.

Quien recibe agradecido da copiosas cosechas.
Si otros no hubiesen sido tontos, lo seríamos nosotros.
El alma rebosante de dulce deleite jamás será profanada.
Cuando ves un águila, ves una porción de Genio: ¡Alza la cabeza!
Tal como la oruga elige las hojas mejores para depositar en ellas sus huevos,
el sacerdote lanza sus imprecaciones para los más dulces goces.

Crear una florecilla es labor de siglos.
La condena estimula, la bendición relaja.
El mejor vino es el más añejo; la mejor agua, la más nueva.
¡Las plegarias no aran! ¡Los elogios no cosechan!
Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
La cabeza lo Sublime; el corazón, lo patético; los genitales, la Belleza;
manos y pies la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así es el desprecio para el despreciable.
El cuervo quisiera que todo fuese negro; el búho, que todo fuese blanco.
La exuberancia es belleza.
Si el león recibiese consejos del zorro, sería astuto.
El perfeccionamiento traza caminos rectos; pero los torcidos y sin perfeccionar son los caminos del Genio.
Mejor matar a un niño en su cuna que alimentar deseos que no se llevan a la práctica.
Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.

La verdad nunca puede decirse de modo que sea comprendida sin ser creída.
¡Suficiente! o demasiado.

william


Blake fue crítico de las leyes sobre el matrimonio de su época, y en general, arremetió contra las nociones tradicionales cristianas de la castidad como una virtud. En un momento de enorme tensión en su matrimonio, en parte debido a la aparente incapacidad de Catherine para tener hijos, Blake abogó por llevar a una segunda esposa directamente a la casa.


Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad racial y sexual. Varios de sus poemas y pinturas expresan la noción de humanidad universal: “Todos los hombres son iguales.” En un poema, narrado por un niño negro, cuerpos blancos y negros por igual son descritos como arboledas sombreadas o nubes, que sólo existen hasta que uno aprende, “a llevar los rayos de amor:”

blake

"...cuando yo estoy libre de nubes negras y él de nubes blancas,
Y alrededor de la tienda de Dios como corderos nos gozamos:
Le haré sombra del calor hasta que él pueda soportar,
Apoyarse en la alegría sobre la rodilla de nuestro padres.
Y entonces aguantaré y acariciaré su cabello plateado,
Y seré como él y él me amará."


arte


fragmentos

William Blake, Inspirarte, (Megapost)

Carta al Dr. Trustler [23 agosto 1799]


El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la Mirada de otros no es más que un objeto Verde
que se interpone en el camino.

Algunas personas Ven la Naturaleza como algo Ridículo y Deforme,
pero para ellos no dirijo mi discurso;
y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.

Pero para los ojos de la persona de imaginación,
la Naturaleza es imaginación misma.
Así como un hombre es, ve.
Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas.


william

Las bodas del cielo y el infierno (1793)

Si las puertas de la percepción se depurasen,
todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.


blake

Un catálogo descriptivo de cuadros [1809]

Los profetas describen lo que vieron en Visiones... con sus órganos imaginativos e inmortales. Un Espíritu y una Visión no son, como supone la filosofía moderna, un nuboso vapor, o una nada: se hallan organizados y articulados meticulosamente, más allá de lo que pueda producir la naturaleza mortal y perecedera. Quien no imagina rasgos más fuertes y mejores, y bajo una luz más fuerte y mejor que la de su ojo perecedero, no imagina en absoluto.


arte

Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.

fragmentos

El Tigre

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?


William Blake, Inspirarte, (Megapost)

La Eternidad


Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.




A Tirzah.
To Tirzah; William Blake (1757-1827)

Todo aquello que nace de mortal
debe consumirse con la tierra,
para alzarse libre de la generación.
¿Qué tengo que ver yo contigo?

Los sexos nacieron de la vergüenza y el orgullo:
surgieron con la mañana y en la tarde murieron;
pero la Misericordia transformó la muerte en sueño:
los sexos se levantaron para trabajar y llorar.

Tú, Madre de mi padre mortal,
con crueldad forjaste mi corazón
y con falsas lágrimas, engañándote,
encadenaste mi nariz, mis ojos y mis oídos.

Paralizaste mi lengua con la insensible arcilla
y me entregaste a la mortalidad.
La muerte de Jesús me hizo libre.
¿Qué tengo que ver yo contigo?

Augurios de inocencia (Auguries of innocenceWilliam Blake, compuesto alrededor de 1803 y publicado en 1863.

Augurios de inocencia es un poema bastante extenso, 132 versos llenos de paradojas y construidos sobre un sistema que William Blake manejaba particularmente bien: las Stanzas, pequeñas unidades poéticas dentro un poema más largo, y que pueden apreciarse individualmente. Nosotros nos hemos limitado a traducir la mejor de las stanzas -elección puramente subjetiva- de los Augurios de inocencia.


Augurios de inocencia.
Auguries of innocence, William Blake (1757-1827)

Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Encierra el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

El ángel.

The angel
, William Blake (1757-1827)


Un sueño he soñado ¿significado?
Yo era una virgen con un reinado,
Un ángel bueno me custodiaba,
(¡Maldito llanto a nadie encantaba!)

Lloraba de noche, lloraba de día,
Mis lágrimas él recogía
Lloraba de día, lloraba de noche,
Supe yo ocultarle mi goce.

La mañana se ruborizó
Él sacó sus alas y voló.
Sequé mi rostro, armé el temor:
Escudos, lanzas, diez mil o mayor.

Pronto mi Ángel regresó:
Armada estaba yo, él vino en vano;
Pues el joven tiempo desapareció
Y así mi cabello encaneció. 
El Hada. 
William Blake.

Acudid, gorriones míos,
flechas mías.
Si una lágrima o una sonrisa
al hombre seducen;
si una amorosa dilatoria
cubre el día soleado;
si el golpe de un paso
conmueve de raíz al corazón,
he aquí el anillo de bodas,
transforma en rey a cualquier hada.

Así cantó un hada.
De las ramas salté
y ella me eludió,
intentando huir.
Pero, atrapada en mi sombrero,
no tardará en aprender
que puede reír, que puede llorar,
porque es mi mariposa:
he quitado el veneno
del anillo de bodas.El Jardín del Amor. 
William Blake.

Me dirigí al Jardín del Amor,
y observé lo que nunca viera:
una capilla habían construido en su centro,
allí donde yo solía jugar rodeado de verdor.

Las puertas de la capilla estaban cerradas
y escrito en la puerta se leía: “No lo harás”,
de modo que presté atención al Jardín del Amor,
que tantas amables flores ofreciera.

Y vi que estaba cubierto de sepulcros,
y lápidas se erguían donde flores debieran crecer.
Sacerdotes de hábito negro cumplían sus rondas,
enlazando con espinas mis sueños y anhelos.
El Libro de Thel.
The Book of Thel, William Blake.

El Lema de Thel.

¿Sabe el águila lo que está en el foso
o irás a preguntárselo al topo?
¿Puede la sabiduría encerrarse en un cetro
y el amor en un cuenco dorado?*

I.

Las hijas de Mne. Seraphim cuidaban sus soleados rebaños, con excepción de la más joven que, lívida, buscaba la brisa secreta para desvanecerse como la belleza matutina de su día mortal.
A largo del río de Adona** se oye su delicada voz.
De esta manera cae su tierno lamento, similar al rocío de la aurora:

¡Oh vida de esta primavera nuestra! ¿Porqué se marchita el loto sobre el agua?
¿Porqué se marchitan estos hijos de la primavera, nacidos sólo para sonreír y caer?

Ah, Thel es como un arco acuoso, como una nube que se aleja, como la imagen en un espejo, como sombra en el agua, como el sueño del infante, como la risa en el rostro juvenil, como la voz de la paloma, como el día fugitivo, como la música en el aire.
Ah, dulcemente desearía yacer, con ternura posar mi cabeza y dormir el sueño de la muerte, escuchando la voz de aquel que se pasea por el Jardín de la noche.

El lirio del valle, que respiraba confundiéndose con la modesta hierba, respondió así a la hermosa doncella:

Soy una brizna acuosa, y pequeñísima, a quien gusta habitar las tierras bajas. Tan débil soy, que la dorada mariposa apenas puede posarse sobre mi cabeza. Sin embargo, recibo visitas del cielo. Aquel que a todos sonríe camina por el valle, y cada mañana sobre mi extiende su mano diciéndome:

Regocíjate, humilde hierba, flor de lirio recién nacida, gentil doncella de los prados silenciosos y de los tímidos arroyos, pues de luz te habrán de vestir y te alimentarás con el maná de la aurora; hasta que el calor del verano te derrita junto a las fuentes y los manantiales, para florecer en eternos valles. ¿Porqué pues, habría de lamentarse Thel? ¿Porqué dejaría escapar un suspiro la Señora de los valles de Har?***

Calló y sonrió entre lágrimas, antes de sentarse en su altar de plata.

Respondió Thel:

Oh, tú, pequeña virgen del tranquilo valle, que das a quienes no pueden implorar, a los sin voz, a los exhaustos; tu aliento nutre al inocente cordero que huele tus prendas lácteas, y cosecha tus flores mientras tu le sonríes al rostro, limpiando en su tierna y mansa boca toda mácula. Tu vino purifica la áurea miel; el aroma que viertes sobre cada hoja de hierba, anima el alma de las reses, y doma al corcel de flamígero aliento. Pero Thel es como una desfalleciente nube que el sol nuevo ilumina: me esfumo en mi trono perlado. ¿Quién podrá hallar mi lugar?

Pregunta a mi tierna nube, reina de los valles -respondió el lirio.- y te dirá porqué rutila en el cielo matutino, y porqué siembra su belleza brillante en el aire húmedo. Desciende, pequeña nube, desciende sobre los ojos de Thel.

Bajó la nube; el lirio inclinó su tímida cabeza, y se retiró a descansar sobre la hierba.

II.

Oh, pequeña nube, -dijo la virgen- te conmino a que reveles porqué no te quejas cuando en una hora te desvaneces. Cuando el instante pasa, te buscamos sin poder hallarte. Ah, similar eres a Thel, ya que cuando me voy, nadie me lamenta, nadie escucha mi voz.

La nube reveló entonces su dorada cabeza, y así surgió en su refulgente forma, flotando resplandeciente en el aire, ante el rostro de Thel.

Oh, virgen, ¿acaso ignoras que nuestros corceles beben en los manantiales dorados, dónde Luvah**** renueva sus caballos? ¿Has contemplado mi juventud y temes que me desvanezca y nadie pueda ya verme? Nada permanece, doncella. Al morir me dirijo a una vida decuplicada en amor, paz, y sagrado éxtasis. Invisible desciendo y poso mis ligeras alas sobre las flores aromáticas, seduciendo al rocío de bello mirar, para que consigo me lleve a su fulgurante morada. La llorosa virgen, temblorosa, se arrodilla ante el sol que se eleva hasta que nos levantamos, unidas por una cinta de oro, para no separarnos jamás, llevando por siempre el alimento a nuestras tiernas flores.

¿Eso haces, pequeña nube? Me temo que no soy como tú. Yo paseo por los prados de Har saboreando las flores más fragantes, pero no alimento trémulas hierbas; escucho las aves cantoras, pero no las nutro; ellas mismas vuelan en busca de sustento. Sin embargo, Thel ya no se deleita con ello, pues lentamente se va desvaneciendo, y todos dirán: ¿habrá vivido tan sólo para convertirse en hogar de lascivos gusanos?

La nube se reclinó en su aéreo trono, y así repuso:

Si has de ser alimento de gusanos, virgen de los cielos, ¡cuánta será tu utilidad! ¡Qué amplia tu gracia! Nada de cuanto vive existe para sí mismo. Nada temas, pequeña. Llamaré al débil gusano que en su lecho subterráneo yace, para que oigas su voz. ¡Acude gusano, larva del silente valle, junto a tu pensativa reina!

El indefenso gusano se asomó, y fue a detenerse sobre la hoja del lirio. La nube refulgente voló para encontrarse con su compañero en el valle.

III.

Thel contempló asombrada al gusano en su lecho, bañado de rocío.
¿Gusano eres? Tú, emblema de la fragilidad, ¿eres sólo un gusano? Te veo como un niño envuelto en la hoja de lirio. Ah, no llores, diminuto, que si no puedes hablar eres capaz de llorar. ¿Es esto un gusano? Te veo, inerme y desnudo, llorando sin que nadie te responda, sin que nadie te reconforte con maternal sonrisa.

Inclinándose sobre el lloroso infante, la madre del gusano su vida exhaló en lácteo afecto. Luego dirigió a Thel sus humildes ojos.

Oh, belleza de los valles de Har -dijo el gusano.- No vivimos para nosotros mismos. Ante ti tienes a la cosa más irrisoria, pues eso soy en realidad; mi seno está frío de sí mismo, y de sí mismo oscuro. Pero aquel que lo humilde ama, unge mi cabeza y me besa, tendiendo sus cintas nupciales en torno a mi pecho, mientras dice: Madre de mis hijos, te he amado y te he regalado una corona que nadie podrá arrebatarte.
Cómo es esto, dulce doncella, es algo que ignoro y que averiguar no puedo. Reflexiono y no puedo pensar. Sin embargo, vivo y amo.

La Hija de la Belleza enjuagó sus compasivas lágrimas con su velo blanco, diciendo:

Ay, nada sabía de esto, y en consecuencia lloraba. Sabía, sí, que Dios amaba al gusano y que castigaba al pie malvado, si caprichosamente hería su indefenso cuerpo; pero que le regalara con leche y aceite, lo ignoraba, y de ahí mi llanto. Al aire tibio lanzaba mi queja porque me esfumaba, tendida en tu lecho yerto dejaba mi luminoso reino.

Reina de los valles, -repuso el terroso gusano- he oído tus suspiros, tus lamentos sobrevolaron mi tejado y los llamé para que bajaran. ¿Quieres, oh reina, entrar en mi casa? Dueña eres de penetrar en ella, y de volver. Nada temas. Entra con tus virginales pies.

IV.

El formidable centinela de las eternas puertas alzó la barra septentrional.

Entró Thel, y contempló los secretos de la ignota tierra; vio los lechos de los muertos y el sitio donde la raíz de cada corazón terreno hinca su incansable vibrar. Tierra de pesares y lágrimas, donde jamás se viera una sonrisa.

Erró por el país de las nubes atravesando oscuros valles y escuchando gemidos y lamentos. A menudo se detenía cerca de una tumba, de rocío bañada.

Permaneció en silencio para oír las voces de la tierra. Finalmente, a su propia tumba llegó, y cerca de ella se sentó.

Escuchó entonces aquella voz del dolor que alentaba en la hueca fosa.

¿Porqué es incapaz el oído de permanecer cerrado a su propia destrucción, y el rutilante ojo al veneno de una sonrisa?
¿Porqué están cargados los párpados de flechas, donde mil guerreros al acecho yacen?
¿Porqué está el ojo lleno de dones y gracias que siembran frutos y monedas de oro?
¿Porqué la lengua se endulza con la miel de todos los vientos?
¿Porqué es el oído un torbellino afanoso que pretende envolver en su seno a toda la creación?
¿Porqué la nariz se dilata al inhalar el terror, temblorosa y espantada?
¿Porqué un suave ondular sobre el muchacho levemente?
¿Porqué una tenue cortina de carne yace sobre el lecho de nuestro deseo?

La virgen dejó su asiento y, lanzando un grito, huyó desesperada, hasta llegar a los valles de Har.

William Blake.

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