tag:blogger.com,1999:blog-87543310828335428232024-02-07T04:22:54.169-08:00lo chueco del mundoAndréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.comBlogger155125tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-26116928930620194392022-07-08T20:37:00.000-07:002022-07-08T20:37:13.812-07:00Pierre Bordieu Campo Intelectual y Proyecto CreativoPierre Bordieu<br />
Campo Intelectual y Proyecto Creativo.<br />
<br />
Pierre Bordieu<br />
Campo Intelectual y Proyecto Creativo<br />
(traducción: José Muñoz Delgado)<br />
Para que a la sociología de la creación intelectual y artística le sea asignado su objeto propio y al<br />
mismo tiempo sus límites, debe percibirse y establecerse el principio de que la relación entre el<br />
artista creativo y su obra, y en consecuencia su obra misma, es afectada por el sistema de relaciones<br />
sociales dentro de la cual tiene lugar la creación como un acto de comunicación o, para ser más<br />
preciso, por la posición del artista creativo en la estructura del campo intelectual (la cual es en sí<br />
misma, en todo caso en parte, una función de su obra pasada y la recepción que haya ésta<br />
encontrado). El campo intelectual, el cual no puede ser reducido a un simple agregado de agentes<br />
aislados o a la suma de elementos meramente yuxtapuestos, está compuesto, al igual que un campo<br />
magnético, de un sistema de líneas de fuerza. En otras palabras, los agentes o sistemas de agentes<br />
constituyentes pueden ser descritos como muchas fuerzas que, por su existencia, combinación o<br />
composición, determinan su estrucutura específica en un momento dado en el tiempo. En<br />
reciprocidad, cada uno de ellos está definido por su posición particular dentro de este campo de<br />
donde deriva sus propiedades posicionales las cuales no pueden ser asimiladas a propiedades<br />
intrínsecas. Cada uno es también definido por un tipo específico de participación en el campo<br />
cultural tomado como un sistema de relaciones entre temas y problemas; este es un determinado<br />
tipo de inconsciente cultural, mientras que al mismo tiempo intrínsecamente posee lo que puede ser<br />
llamado un peso funcional, debido a que su propia 'masa', esto es, su poder (o mejor, su autoridad),<br />
dentro del campo no puede ser definida independientemente de su posición dentro de él.<br />
Obviamente este enfoque sólo puede justificarse en la medida en que el objeto al cual es aplicado,<br />
esto es, el campo intelectual (y, así, el campo cultural), posea la autonomía relativa que autorice la<br />
autonomización metodológica operada por el método estructural cuando éste trate al campo<br />
intelectual como un sistema gobernado por sus propias leyes. Es posible ver cómo, en la historia de<br />
la vida artística e intelectual de occidente, el campo intelectual (y al mismo tiempo el intelectual,<br />
distinguiéndolo del académico, por ejemplo) gradualmente se convirtió en un tipo de sociedad<br />
histórica. A medida que las áreas de la actividad humana llegaron a estar diferenciadas con mayor<br />
claridad, un orden intelectual en sentido legítimo, dominado por un tipo particular de legitimidad,<br />
empezó a autodefinirse en oposición a los poderes económico, político y religioso, esto es, a todas<br />
las autoridades que podían reclamar el derecho de legislar sobre materias culturales en nombre de<br />
un poder o autoridad que no era, propiamente hablando, intelectual. La vida intelectual estuvo<br />
dominada a todo lo largo de la Edad Media, durante parte del Renacimiento y, en Francia (con la<br />
importancia de la corte) durante todo el período clásico, por una autoridad legitimante externa. Sólo<br />
gradualmente llegó a estar organizada en un campo intelectual a medida que los artistas creativos<br />
empezaron a liberarse económica y socialmente del patronazgo de la aristocracia y la Iglesia y de<br />
sus valores éticos y estéticos. En ese momento empezaron a aparecer autoridades específicas de<br />
selección y consagración que eran intelectuales en sentido propio (aun cuando, como los<br />
publicistas y los gerentes teatrales, estuvieran todavía sujetos a las restricciones económicas y<br />
sociales que de ahí en adelante continuaron influyendo en la vida intelectual), y las cuales fueron<br />
colocadas en una situación de competencia por la legitimidad cultural. Como ha mostrado L. L.<br />
Shücking, la dependencia de los escritores respecto a la aristocracia y sus cánones de gusto<br />
persistieron mucho más largamente en el dominio de la literatura que en el del teatro, puesto que<br />
'cualquiera que deseara ver sus obras publicadas tenía que buscar el patrocinio de un gran señor'.<br />
Para ganar la aprobación de un benefactor y la del público aristocrático el escritor estaba obligado a<br />
apegarse a su ideal cultural, a su gusto por las formas dificultosas y artificiales, por el esoterismo y<br />
el humanismo clásico peculiares de un grupo ansioso de distinguirse a sí mismo de la gente común<br />
en todos sus hábitos culturales. En contraste, el escritor de teatro en el período isabelino ya no era<br />
exclusivamente dependiente de la buena voluntad y preferencias de un solo patrono. A diferencia<br />
del teatro de la corte francesa el cual -- como Voltaire recordó a un crítico inglés quien alababa el<br />
naturalismo de la línea 'not a mouse stirring' en Hamlet-- estuvo confinado a un lenguaje tan noble<br />
como aquel de las personas de alta jerarquía a quienes estaba dirigido, el dramaturgo Isabelino<br />
debía su libertad de expresión a las demandas de las diversos gerentes teatrales y, a través de ellos,<br />
a las cuotas de entrada pagadas por un público de origen crecientemente diverso.1 Y así, las<br />
instituciones de consagración intelectual y artística proliferaron y se diversificaron cada vez más.<br />
Ejemplos de ello fueron las academias y los salones (donde especialmente en el siglo dieciocho,<br />
con el eclipse de la corte y el arte cortesano, la nobleza fraternizó con la intelligentsia burguesa,<br />
adoptando sus patrones de pensamiento y sus concepciones artísticas y morales), así como las<br />
instituciones de consagración y difusión cultural tales como las casas de publicaciones, teatros,<br />
asociaciones científicas y culturales. Simultáneamente, el público se extendió y diversificó. De esta<br />
manera, el campo intelectual, al devenir crecientemente independiente de influencias externas (las<br />
cuales de aquí en adelante deben pasar a través de la estructura mediadora del campo), llega a ser<br />
un campo de relaciones gobernado por una lógica específica: la competencia por la legitimidad<br />
cultural. 'Históricamente considerado', acota L. L. Schücking, 'el publicador [publisher] empieza a<br />
desempeñar un papel en el tablado, en el cual el patrono desaparece, en el siglo dieciocho.'2 No hay<br />
incertidumbre acerca de esto entre los poetas. Así, Alexander Pope, cuando escribía a Wycherley<br />
en mayo 20, 1709, entona una copla burlesca a expensas de Jacob Tonson, el celebrado publicador<br />
y editor de una autorizada antología. Jacob, declara, crea poetas a la manera en que los reyes solían<br />
crear a los caballeros. Otro publisher, Dodsley, iba después a ejercer poderes similares y a<br />
convertirse así en el blanco de los agudos versos de Richard Graves:<br />
In vain the poets form their mine [En vano de la mina los poetas<br />
Extract the shining mass, La reluciente masa extraen,<br />
Till Dodsley's Mint has stamped the coin Hasta que Dodsley acuñe la<br />
And bids the sterling pass. (moneda<br />
Y a lo genuino el paso ceda.]<br />
Y en verdad tales firmas editoras devinieron gradualemente en fuentes de autoridad. ¿Quién<br />
puede concebir la literatura inglesa de ese siglo sin Dodsley, o 'la alemana del siguiente siglo sin un<br />
Cotta?... Una vez que Cotta hubo ensamblado exitosamente algunos de los más eminentes<br />
escritores "clásicos" en sus publicaciones, por décadas llegó a ser algo así como un título de<br />
inmortalidad el ser publicado por él.'3 Y Shücking puntualiza que la influencia de los gerentes de<br />
teatro fue aun mayor puesto que, después de la moda de un Otto Brahm, ellos pudieron moldear,<br />
vía sus decisiones, el gusto de una época.4<br />
Todo nos conduce a suponer que la constitución de un campo intelectual relativamente autonómo<br />
es la condición para la aparición del intelectual independiente, que no reconoce ni desea reconocer<br />
ninguna otra obligación que no sea la de las demandos intrínsecas de su proyecto creativo. Uno<br />
tiende con demasiada frecuencia a olvidar que el artista no siempre despliega hacia todas las<br />
restriciones externas la impaciencia que para nosotros parece ser la definición de proyecto creativo.<br />
Schücking nos dice que Alexander Pope, quien fue considerado un grandísimo poeta a todo lo<br />
largo del siglo dieciocho, leyó su obra maestra, una traducción de Homero que sus<br />
contemporáneos consideraron incomparable, a su benefactor Lord Halifax, en presencia de una<br />
multitud y, de acuerdo con Samuel Johnson, aceptó sin chistar las alteraciones sugeridas por el<br />
noble lord. Shücking cita muchos ejemplos dirigidos a probar que esta práctica estaba lejos de ser<br />
la excepción:<br />
Lydgate, el famoso discípulo de Chaucer, evidentemente la consideró totalmente natural cuando<br />
su benefactor, el Duke Humphrey de Gloucester, hermano de Enrique V (1413-22), corrigió su<br />
manuscrito; y sabemos de exactos paralelismos a este en la vida de Spenser, quien fue<br />
contemporáneo de Shakespeare. Shakespeare mismo, en Soneto 78, declara que su mecenas<br />
'enmienda el estilo' de otros, y en su Hamlet nos muestra un príncipe que instruye a los actores<br />
como un director experimentado.5<br />
A medida que el campo intelectual gana autonomía, el artista declara más y más firmemente su<br />
pretensión de independencia y su indiferencia hacia el público. Indudablemente es en el siglo<br />
diecinueve y con el movimiento romántico que se inicia el desarrollo hacia la emancipación de la<br />
intención creativa el cual iba a encontrar en la teoría del arte por el arte su primera declaración<br />
sistemática.6 Esta redefinición revolucionaria de la vocación del intelectual y de su función en la<br />
sociedad no siempre es reconocida como tal, debido a que conduce a la formación del sistema de<br />
conceptos y valores que van a constituir la definicón social de lo intelectual la cual es considerada<br />
por nuestra sociedad como autoevidente. De acuerdo a Raymond Williams, 'el cambio radical ... en<br />
las ideas de arte, del artista y su lugar en la sociedad' --el cual con las dos generaciones de aritstas<br />
románticos, Blake, Wordsworth, Coleridge y Southey por un lado, y Byron, Keats y Shelley por el<br />
otro, coincide en Inglaterra con la Revolución Industrial-- presenta cinco características<br />
fundamentales:<br />
primero, que un cambio importante estaba teniendo lugar en la naturaleza de las relaciones entre<br />
un escritor y sus lectores; segundo, que estaba estableciéndose por sí misma una actitud habitual<br />
diferente hacia el 'público'; tercero, que la producción de arte estaba llegando a ser vista como una<br />
más de un gran número de tipos especializados de producción sujeta a casi las mismas condiciones<br />
que la producción general; cuarto, que una teoría de la 'realidad superior' del arte como la sede de la<br />
verdad imaginativa estaba recibiendo un énfasis creciente; quinto, que la idea del escritor creativo<br />
independiente, el genio autónomo, estaba deviniendo una especie de regla [kind or rule].7<br />
Pero ¿deberíamos ver la revolución estética contenida en la teoría de la realidad superior del arte y<br />
la del genio autónomo meramente como una ideología compensatoria, provocada por la amenaza<br />
que constituye, para la autonomía de la creación artística y para la singularidad irremplazable del<br />
hombre cultivado, la sociedad industrial y la industrialización de la sociedad intelectual? Si así lo<br />
hacemos, ello equivaldría a sustituir, para una explicación total de la realidad, una parte de la<br />
realidad total a ser explicada. En vez del selecto círculo de lectores con quienes el artista tenía<br />
contactos personales, y cuyo consejo y criticismo él estaba acostumbrado a aceptar, por prudencia,<br />
deferencia, buena voluntad o interés, o todo eso al mismo tiempo, él ahora queda confrontado con<br />
un público, una 'masa' indiferenciada, impersonal y anónima de lectores sin rostro. Esos lectores<br />
son un mercado compuesto de compradores potenciales capaces de dar a una obra esa sanción<br />
económica que, además de asegurar la independencia económica e intelectual del artista, no siempre<br />
carece enteramente de legitimación cultural. La existencia de un 'mercado literario y artístico' hace<br />
posible el establecimiento de un cuerpo de profesiones propiamente intelectuales --ya sea por la<br />
aparición de nuevos roles o por los roles existentes asumiendo nuevas funciones-- esto es, la<br />
creación de un campo real en la forma de un sistema de relaciones construidas entre los agentes del<br />
sistema de producción intelectual.8 La especificidad del sistema de su producción combinada con la<br />
especificidad de su producto --una realidad bidimensional, mercancía y significado, cuyo valor<br />
estético no puede ser reducido a su valor económico aun cuando la viabilidad económica confirme<br />
la consagración intelectual-- conduce a la especificidad de las relaciones que se establecen en su<br />
interior. Las relaciones entre cada uno de los agentes del sistema y los agentes o instituciones que<br />
son totalmente o en parte externas al sistema están siempre mediadas por las relaciones establecidas<br />
dentro del sistema mismo, esto es, dentro del campo intelectual. La competencia por la legitimación<br />
cultural, en la cual el público es a la vez botín y, al menos en apariencia, árbitro, nunca puede ser<br />
completamente identificada con la competencia por el éxito comercial. La invasión de métodos y<br />
técnicas tomadas en préstamo del mundo comercial en conexión con la comercialización de las<br />
obras de arte --como la publicidad comercial para los productos intelectuales-- coincide con la<br />
glorificación del artista y de su misión cuasi-profética, y con el intento sistemático de separar lo<br />
intelectual y su universo del mundo cotidiano, aunque sólo por extravagante elegancia. Esto va<br />
aparejado con la intención declarada del artista de no reconocer más que al lector ideal, quien debe<br />
ser un alter ego, esto es, otro intelectual, presente o futuro, capaz de asumir en su creación o<br />
comprehension de obras de arte la misma vocación genuinamente intelectual que caracteriza al<br />
intelectual autónomo como alguien que sólo reconoce la legitimidad intelectual. 'Que es bello lo que<br />
corresponde a una necesidad interna', dijo Kandinsky. La declaración de la autonomía de la<br />
intención creativa conduce a una moralidad de convicción que tiende a juzgar las obras de arte por<br />
la pureza de la intención del artista y la cual puede terminar en una especie de terrorismo del gusto<br />
cuando el artista, en nombre de una convicción, demanda reconocimiento incondicional a su obra.<br />
Así, de aquí en adelante, la ambición por la autonomía aparece como la tendencia específica de la<br />
intelligentsia. La exclusión del público y la negativa declarada a satisfacer la demanda popular lo<br />
cual alienta el culto de la forma por sí misma, del arte por el arte --una acentuación sin precedentes<br />
del aspecto más específico e irreductible del acto de creación, y así una declaración de la<br />
especificidad e irreductibilidad del creador-- están acompañados por la contracción y la<br />
intensificación de las relaciones entre miembros de la sociedad artística. Y así, empieza a aparecer<br />
lo que Schücking llama sociedades de admiración mutua, pequeñas sectas enclaustradas dentro de<br />
su esoterismo,9 mientras que al mismo tiempo hay signos de una nueva solidaridad entre el artista<br />
y el crítico o periodista.<br />
Los únicos críticos reconocidos fueron aquellos que tenían acceso a los arcana y que habían sido<br />
iniciados --personas, por así decirlo, que más o menos se habían congraciado con la perspectiva<br />
estética del grupo ... Se sigue ... que cada uno de esos grupos esotéricos se convirtió en una especie<br />
de sociedad de admiración mutua. El mundo contemporáneo se preguntaba por qué los críticos,<br />
quienes habían usualmente representado a un estado conservador, repentinamente se arrojaron a los<br />
brazos de los practicantes de un nuevo arte.10<br />
Inspirado por la convicción --tan profundamente contenida en la definición social de la vocación<br />
intelectual al grado que tendía a darse por supuesta-- de que el público está irremisiblemente<br />
condenado a la incomprensión, o a lo mejor a una comprensión tardía, este 'nuevo criticismo' (por<br />
una vez en el genuino sentido de la palabra) se ubica en la retaguardia para justificar al artista.<br />
Sintiendo que ya no está autorizado, como representante del público cultivado, para pronunciar un<br />
veredicto perentorio en nombre de un código indiscutible, se pone incondicionalmente al servicio<br />
del artista y procura escrupulosamente decifrar sus intenciones y razones, en lo que intenta ser<br />
meramente una interpretación experta. Esto está claramente excluyendo al público en su conjunto: y<br />
de hecho aquí empiezan a aparecer, provenientes de las plumas del teatro o de los críticos del arte --<br />
quienes están gradualmente omitiendo referencias a la actitud del público en premieres y apertura<br />
de exhibiciones--, frases tan elocuentes como 'la obra fue bien recibida por el público'.11<br />
Recordar que el campo intelectual como un sistema autónomo --o pretender que lo es-- es el<br />
resultado de un proceso histórico de autonomización y diferenciación interna, es justificar la<br />
autonomización metodológica que autoriza las búsqueda por la lógica específica de las relaciones<br />
establecidas dentro de este sistema y que lo constituyen como tal. También significa ilusiones<br />
disipantes nacidas de la familiaridad vía la demostración de que puesto que es el producto de la<br />
historia, este sistema no puede disociarse de las condiciones históricas y sociales bajo las cuales<br />
fue establecido. Cualquier intento de considerar proposiciones surgidas de un estudio sincrónico de<br />
un estado del campo como verdades esenciales, transhistóricas y transculturales está por ello<br />
condenado.12 Una vez que son conocidas las condiciones históricas y sociales que hacen posible<br />
la existencia de un campo intelectual --las cuales a la vez definen los límites de validez de un<br />
estudio de un estado de este campo-- entonces este estudio asume su significado pleno, debido a<br />
que puede abarcar la totalidad concreta de las relaciones que constituyen el campo intelectual como<br />
un sistema.<br />
LOS PAJAROS DE PSAPHON<br />
Las implicaciones plenas del hecho de que un autor escribe para un público no han sido nunca<br />
completamente exploradas. Pocos actores sociales dependen tanto como los artistas, e intelectuales<br />
en general, para lo que son y para la imagen que tienen de sí mismos, de la imagen que otra gente<br />
tiene de ellos y de lo que ellos son. 'Hay algunas cualidades', dice Jean-Paul Sartre, 'que nos llegan<br />
enteramente de los juicios de otra gente.'13 Este es el caso con la cualidad de escritor, una cualidad<br />
que es definida socialmente y que es inseparable, en cada sociedad y cada época, de una cierta<br />
demanda social que el escritor debe tomar en cuenta; es aun más claro el caso de la reputación del<br />
escritor, esto es, la idea que se forma una sociedad del valor y la verdad de la obra de un escritor o<br />
artista. El artista puede llegar a aceptar o rechazar esta imagen de sí mismo que la sociedad le<br />
regresa como en el espejo, pero no puede ignorarla: mediante la intermediación de la imagen social<br />
la cual tiene la opacidad y la inevitabilidad de un hecho establecido, la sociedad interviene justo en<br />
el centro del proyecto creativo, encajando sobre el artista sus demandas y rechazos, sus<br />
expectativas y su indiferencia. No importa que pueda querer o hacer, el artista tiene que enfrentar la<br />
definición social de su obra, esto es, en términos concretos, el éxito o fracaso que ella ha tenido, las<br />
interpretaciones que de ella han sido dadas, la representación social, con frecuencia estereotipada y<br />
sobresimplificada, que es formulada por el público aficionado. En resumen, perseguido por el ansia<br />
de salvación, el artista está condenado a aguardar con mirada expectante los signos, siempre<br />
ambiguos, de una elección que está perpetuamente en la balanza. El puede experimentar el fracaso<br />
como un éxito legítimo, o el éxito inmediato y brillante como una advertencia de condenación (con<br />
referencia a una definición, fechada históricamente, del artista consagrado o maldito). El debe<br />
necesariamente reconocer la verdad de su proyecto creativo en el reflejo de la recepción social de su<br />
obra, debido a que el reconocimiento de esta verdad está contenido dentro de un proyecto que<br />
siempre está en busca del reconocimiento.<br />
El proyecto creativo es el lugar de reunión y a veces del conflicto entre la necesidad intrínseca de<br />
la obra de arte, la cual demanda ser continuada, mejorada y completada, y las presiones sociales<br />
que dirigen la obra desde el exterior. Paul Valéry distinguió entre 'obras que son como si hubieran<br />
sido creadas por su público, en el sentido de que cubren sus expectativas y son así casi<br />
determinadas por el conocimiento de esas expectativas, y las obras que, por el contrario, tienden a<br />
crear su propio público'.14 Y uno sin duda podría establecer todas las fases intermedias entre obras<br />
casi exclusivamente determinadas y dominados por la imagen (sea ésta establecida intuitiva o<br />
científicamente) de las expectativas del público, tales como periódicos, magazines y las obras mejor<br />
vendidas, y aquellas obras que están enteramente subordinadas a las intenciones de su creador.<br />
Importantes consecuencias metodológicas se siguen de esto: a mayor autonomía de las obras a las<br />
que se aplica metodología (al costo de autonomización metodológica por la cual postula su objeto<br />
como sistema) mayor recompensa obtendrá el análisis interno de esas obras. Pero ello estaría en<br />
peligro de devenir irreal y desorientador cuando se aplica a aquellas obras 'con intención de actuar<br />
poderosa y brutalmente sobre la sensibilidad, para ganarse el favor de un público deseoso de<br />
emociones fuertes y aventuras exóticas' de las que habla Valéry. Tales obras son creadas por su<br />
público debido a que son creadas expresamente para su público; tal como, en Francia, France-Soir,<br />
France-Dimanche, Paris-Match o descripciones parecidas en Parisiennes, las cuales pueden ser<br />
atribuidos casi totalmente a las condiciones económicas y sociales de su manufactura y son en<br />
consecuencia enteramente pertinentes para el análisis externo. Quienes son conocidos como<br />
'autores mejor-vendidos' obviamente son el material más accesible para los métodos sociológicos<br />
tradicionales, puesto que uno está autorizado para suponer que las presiones sociales (deseo de<br />
apegarse a un estilo que ha funcionado bien, temor a la pérdida de popularidad, etc.) lleva más peso<br />
en su proyecto intelectual que la necesidad intrínseca de la obra de arte. La mística jansenista del<br />
intelectual que nunca ve el éxito de la noche a la mañana sin alguna sospecha está quizá justificada<br />
parcialmente por la experiencia. Puede ser posible para los artistas creativos el ser más vulnerables<br />
al éxito que al fracaso, y en verdad ellos han sabido fracasar en la conquista de su propio éxito, y<br />
subordinarse a sí mismos a las presiones impuestas por la definición social de una obra de arte la<br />
cual ha recibido la consagración del éxito. Recíprocamente, esos métodos son<br />
correspondientemente menos útiles cuando se aplican a las obras de arte cuyos autores, al negarse a<br />
cumplir con las expectativas de los lectores reales, imponen las demandas que la necesidad los<br />
obliga, sin ninguna concesión para la idea, anticipada o experimentada, de que los lectores<br />
formarán su obras o estarán formados de ella.<br />
Sin embargo, aun la intención artística 'más pura' no puede escapar totalmente a la sociología,<br />
porque, como hemos visto, aun para existir depende de ciertas condiciones históricas y sociales<br />
particulares y también porque está obligada a hacer alguna referencia a la verdad objetiva reflejada<br />
de regreso desde el campo intelectual. La relación entre el creador y su creación es siempre<br />
ambigua y a veces contradictoria. Esto sigue siendo verídico en tanto que la obra de cultura, como<br />
objeto simbólico con intención comunicativa, como mensaje a ser recibido o rechazado, y con ella<br />
el autor de mensaje, deriva no sólo su valor --el cual puede medirse por el reconocimiento que<br />
recibe de parte de los colegas del escritor o del público en general, por sus contemporáneos o por la<br />
posteridad --sino también su significancia y verdad tanto de aquellos que la reciben como del<br />
hombre que la produce. Mientras que las presiones sociales pueden a veces revelarse a sí mismas<br />
en la forma directa y brutal de las presiones financieras o las obligaciones legales --por ejemplo<br />
cuando un art dealer insiste en que un pintor se apegue a la manera que le ha traído éxito--,15<br />
usualmente funcionan en una forma más insidiosa. Aun el autor más indiferente a la seducción del<br />
éxito y el menos dispuesto a hacer concesiones a las demandas del público está seguramente<br />
obligado a tomar en cuenta la verdad social de su obra según ésta le es retroreportada por el<br />
público, los críticos o analistas, y a redefinir su proyecto creativo en relación con esta verdad.<br />
Cuando él es enfrentado con esta definición objetiva, ¿no es alentado a repensar sus intenciones y a<br />
hacerlas explícitas? y, ¿no están éstas, por ello, en peligro de ser alteradas? Mas generalmente, ¿no<br />
es cierto que el proyecto creativo se define inevitablemente a sí mismo en relación a los proyectos<br />
de otros creadores? Hay pocas obras que no contengan algunas indicaciones de la idea que el autor<br />
se había formado de su empresa, de los conceptos en términos de los cuales él había pensado su<br />
originalidad e innovación, esto es, lo que lo distinguía, ante sus propios ojos, de sus<br />
contemporáneos y predecesores. Por ejemplo, como observa Louis Althusser:<br />
Marx a medida que avanzaba nos dejó, en el texto o las notas al pie de Das Kapital, una serie<br />
completa de juicios sobre su propia obra, comparaciones críticas con sus predecesores (los<br />
Fisiócratas, Smith, Ricardo, etc.), y finalmente observaciones metodólogicas muy precisas, las<br />
cuales trajeron su método analítico muy cerca del de las ciencias --matemáticas, física, biología,<br />
etc., así como el método dialéctico definido por Hegel ... Al hablar de su obra y sus<br />
descubrimientos Marx reflexiona en términos filosóficamente equivalentes sobre lo novedoso, y<br />
por tanto la distinción específica, de sus metas.16<br />
Sin duda no todos los creadores intelectuales han formulado una idea tan consciente de lo que<br />
ellos estaban tratando de lograr: uno piensa en Flaubert, por ejemplo, sacrificando a petición de<br />
Louis Bouilhet, muchos 'enunciados parasitarios' y 'extras, que hacen lenta la narrativa' pero que<br />
pudieron haber sido la expresión de algunas de las corrientes más profundas de su genio:<br />
Esta cara silente del reverso, esta referencia hablada a su otro -- para nosotros hoy, el principal<br />
interés de la literatura-- que Flaubert fue el primero en intentar --un intento casi siempre, en lo que a<br />
él concernía, inconsciente o bien tímido. Su conciencia literaria no estuvo, ni pudo haber estado, al<br />
mismo nivel que su obra y su experiencia.... Flaubert no nos da (en su correspondencia) una<br />
verdadera teoría de su práctica la cual, en tanto que revolucionaria, permaneció totalmente obscura<br />
para el escritor mismo. El mismo consideró L'Éducation Sentimentale como fracaso estético por la<br />
ausencia de acción, perspectiva y construcción. El no vio que este libro fue el primero en sacar a<br />
luz esa des- dramatización (uno está tentado a decir des-novelización de la novela) que iba a ser el<br />
punto de partida de toda la literatura moderna, o mejor, el sintió que era un defecto lo que para<br />
nosotros es su cualidad mayor.17<br />
Es suficiente pensar en lo que la obra de Flaubert habría sido (y podemos imaginar esto<br />
comparando las diferentes versiones de Mademe Bovary) si él no hubiese tenido que tomar en<br />
cuenta una censura que difícilmente fue calculada para facilitarle el descubrimiento del verdadero<br />
carácter de su intención artística. Si, en vez de haber sido obligado a referirse a una teoría estética<br />
en la cual el interés propio de la novela es la psicología de los caracteres y la construcción exitosa<br />
de la trama, él hubiera entrado en contacto, con los críticos y el público, con la teoría de la novela<br />
que está disponible para los novelistas de nuestro tiempo, a la luz de la cual los lectores de la teoría<br />
contemporánea leen su obra y todo lo que dejó de decir, su obra de toda la vida habría sin duda<br />
quedado profundamente alterada.<br />
Desde la llegada de Last Year in Marienbad (ha observado Gérard Genette), ha habido un<br />
extraordinario cambio en perspectiva en la reputación de Alain Robbe-Grillet. Hasta entonces, a<br />
pesar de la perceptible extrañeza de sus primeros libros, Robbe-Grillet había pasado por un escritor<br />
realista y objetivo, dirigiendo sobre cada cosa la mirada impasible de una suerte de cine-cámara de<br />
escritura, delineando en el mundo visible, por cada una de sus novelas, un campo de observación<br />
que no abandonaría hasta que hubiese agotado las posibilidades descriptivas de su estar-ahí, sin<br />
preocuparse de la acción ni de los caracteres. Roland Barthes ha puntualizado el aspecto<br />
revolucionario de esta forma de descripción (en Les Gommes y Le Voyeur) la cual, al reducir el<br />
mundo percibido a una serie de superficies, logra desembarazarse del 'objeto clásico' así como de la<br />
'sensibilidad romántica': adoptado por el mismo Robbe Grillet, simplificado y popularizado en<br />
muchas formas diferentes, este análisis eventualmente llegó a ser la Vulgata del 'nouveau roman' y<br />
la 'escuela visual de escritura' con la cual todos estamos familiarizados. Robbe-Grillet parecía<br />
entonces estar definitivamente establecido en su rol de minucioso agrimensor cuantitativo,<br />
abominado y por ello adoptado como tal tanto por el criticismo oficial como por la opinión pública.<br />
Last Year in Marienbad cambió todo esto en una forma que logró una fuerza adicional vía la<br />
publicidad que acompañó a un evento cinematográfico: de la noche a la mañana Robbe-Grillet se<br />
había convertido en una especie de autor de fantasía, un explorador del mundo de la imaginación,<br />
un vidente, un taumaturgo. Lautréament, Bioy Casarés, Pirandello y el surrealismo rápidamente<br />
reemplazaron la calendarización ferroviaria y el Catalogue des armes et cycles en el arsenal de<br />
referencias... ¿Fue esta una conversión, o debería ser reconsiderado el 'caso Robbe-Grillet'?<br />
Apresuradamente releídas en esta nueva luz, las novelas anteriores revelaban ahora una irrealidad<br />
perturbadora, la cual repentinamente parecía fácil de identificar: espacio inestable y sin emabrgo<br />
obsesivo, ansioso, progreso a tropezones, falsas semejanzas, confusión de gente y lugares, tiempo<br />
en expansión, sentimientos generalizados de culpa, secreta fascinación por la violencia --quién<br />
puede dejar de reconocerlos: el mundo Robbe-Grillet fue el mundo de los sueños y alucinaciones y<br />
simplemente fue la lectura descuidada de nuestra parte, inatenta o mal dirigida, la que nos hubo<br />
distraído de este hecho evidente... . Robbe-Grillet ha cesado de ser el símbolo de un neo-realismo<br />
'cosista', y el significado público de su obra se ha movido pendularmente hacia el lado de lo<br />
imaginario y lo subjetivo. Uno puede objetar que este cambio en significado sólo afecta al 'mito<br />
Robbe-Grillet' y permanece externo a su obra; pero puede ser visto un desarrollo paralelo en las<br />
teorías propuestas por el mismo Robbe-Grillet. Entre el hombre que en 1953 declaraba: 'Les<br />
Gommes es una novela descriptva y científica'... y el que en 1961 dijo que las descripciones en Le<br />
Voyeur y La 'falousie 'son siempre dadas por alguien'... y concluir que esas descripciones son<br />
'enteramente subjetivas' y que esa subjetividad es la característica esencial de lo que ha sido llamado<br />
la 'nueva novela', ¿quién puede dejar de detectar uno de esos sesgos de énfasis que indican tanto un<br />
punto de inflexión en el pensamiento del escritor como un deseo de realinear sus obras previas<br />
sobre la nueva perspectiva?18<br />
Gérard Genette concluye este análisis (el cual merece ser citado en su enteridad por su precisión<br />
etnográfica) reclamando para el escritor 'el derecho de contradecirse a sí mismo'. Pero aunque él<br />
procede a demostrar mediante una fresca lectura de las novelas mismas la legitimidad de las dos<br />
interpretaciones concurrentes, ciertamente está evadiendo el problema sociológico planteado por el<br />
hecho de que Robbe-Grillet ha dado su bendición sucesivamente a dos versiones contradictorias de<br />
la verdad. La evolución simultánea de los escritos del creador acerca de su obra, del 'mito público'<br />
de su obra y acaso también de la estructura interna de su obra, lo conduce a uno a preguntarse si<br />
entre las posturas iniciales de objetividad y la tardía conversión a la subjetividad pura no ha tenido<br />
lugar el descubrimiento y la autoaceptación de la verdad objetiva de la obra y del proyecto creativo.<br />
En otras palabras, un descubrimiento y una aceptación que estuvieron preparados y alentados por<br />
las opiniones de los críticos literarios y acaso también por la versión pública de esas opiniones.<br />
Ciertamente no ha sido puntualizado con la frecuencia suficiente el que, actualmente en todo caso,<br />
lo que un crítico dice acerca de una obra para el creador mismo aparece no tanto como un juicio<br />
crítico sobre el valor de la obra sino más bien como una objetivación del proyecto creativo en tanto<br />
éste puede ser deducido a partir de la obra misma. Es por ello esencialmente distinguible de la obra<br />
como una expresión pre-reflexiva del proyecto creativo, y aun de las puntualizaciones teóricas que<br />
el creador puede hacer acerca de su obra. Se sigue que la relación que conecta al creador (o, más<br />
precisamente, la representación más o menos consciente que el creador se forma de su intención<br />
creativa) con el criticismo visto como un esfuerzo para recapturar el proyecto creativo mediante el<br />
estudio de la obra, en el cual se revela a sí mismo sólo mediante el ocultamiento de sí (aún a los<br />
ojos del creador mismo), no puede describirse como una relación de causa y efecto, no importa qué<br />
tanto la evolución concomitante de la opinión del autor de su obra pueda inclinar a uno en esa<br />
dirección. ¿Significa esto que las palabras del crítico no tienen efecto en absoluto? De hecho los<br />
escritos críticos que el creador reconoce debido a que se siente reconocido y porque se reconoce a<br />
sí mismo en ellos, no equivalen a una redundancia respecto a la obra, porque ellos expresan el<br />
proyecto creativo poniéndolo en palabras y lo alientan así a ser lo que está expresado.19<br />
Por su naturaleza y ambición, la objetivación lograda por el criticismo está indudablemente<br />
predispuesta a jugar un rol particular en la definición y desarrollo del proyecto creativo. Pero es<br />
dentro y a lo largo de todo el sistema de relaciones sociales --que el creador mantiene con todo el<br />
complejo de agentes que componen el campo intelectual en cualquier mimento dado en el tiempo --<br />
que la objetivación progresiva de la intención creativa es alcanzada. Este complejo de agentes<br />
incluye otros artistas, críticos, e intermediarios entre el artista y el público --tales como publishers,<br />
negociantes en arte o periodistas cuya función es construir una apreciación inmediata de obras de<br />
arte y el hacerlas conocidas para el público (no hacer un análisis científico de ellas como hace el<br />
crítico en un sentido propio). Es también en esta forma que el significado público de la obra y del<br />
autor es establecido, mediante el cual el actor es definido y en relación al cual él debe definirse.<br />
Indagar en los orígenes de este significado público es interrogarse a uno mismo quién enjuicia y<br />
quién consagra, y cómo opera el proceso de selección al que habría que agradecer que, de entre la<br />
masa indiferenciada e indefinida de obras que se producen y hasta se publican, emerjan obras que<br />
valen la pena ser amadas, admiradas, preservadas y consagradas. ¿Debería uno caer en la opinión<br />
ampliamente aceptada de que esta tarea es la responsabilidad de unos pocos "creadores del gusto"<br />
quienes están calificados por su audacia o por su autoridad para conformar el gusto de sus<br />
contemporáneos? Con frecuencia es en el nombre de una concepción carismática de su tarea que el<br />
avant-garde publisher, actuando como un 'maestro de sabiduría', se asigna a sí mismo la misión de<br />
descubrir en las obras --y en las personas de aquellos que se le acercan-- los signos imperceptibles<br />
de la gracia, y de revelar para sí a quienes él ha reconocido de entre aquellos que lo han reconocido.<br />
La misma concepción inspira con frecuencia al crítico iluminado, al aventurado art-dealer o al<br />
amateur inspirado. ¿Cuál es la situación real? En primer lugar, los manuscritos recibidos por el<br />
publisher están sujetos a varias causas determinadoras. Muy frecuentemente ellos ya llevan la<br />
marca del intermediario (quien en sí mismo está situado en el campo intelectual como director de<br />
una serie, lector del publisher, autor 'exclusivo' de una de las casas editoras, crítico bien conocido<br />
por su juicio cuidadoso o audaz, etc.) a través de la cual lograron llegar al publisher.20 En segundo<br />
lugar ellos son el resultado de una especie de pre-selección que opera, vía los autores mismos, con<br />
referencia a la idea que ellos tienen del publisher, de la tendencia literaria qué él representa --la<br />
'nueva novela', por ejemplo-- lo cual puede haber guiado su proyecto creativo.21 ¿Cuáles con los<br />
criterios de selección ejercidos por el publisher, dentro de la situación de preselección? El sabe que<br />
no posee la clave que le revelará infaliblemente las obras que merecen prevalecer, y puede profesar<br />
simultáneamente el relativismo estético más radical y la fe más plena en una especie de absolutismo<br />
del 'instinto'. De hecho la concepción que él tiene de su específica vocación como un avant-garde<br />
publisher, sabedor de no tener un principio estético a excepción de una desconfianza hacia todos<br />
los cánones establecidos, necesariamente toma en cuenta --en la división del trabajo intelectual-- la<br />
imagen que tienen de su función público, críticos y autores. Esta imagen, que se define por<br />
contraste con la imagen de otros publishers, es confirmada a sus ojos por el rango de los autores<br />
que se autoclasifican en relación a ella. La idea que el publisher tiene de su propia práctica (como<br />
audaz e innovadora por ejemplo) la cual rige su práctica al menos en la medida que la expresa, la<br />
'postura' intelectual que puede grosso modo ser descrita como 'vanguardista' y que indudablemente<br />
es el principio último y con frecuencia indeclinable sobre la cual se realizan sus elecciones, son<br />
establecidas y confirmadas con referencia a la idea que él tiene de ideas y posturas diferentes de la<br />
suya y de la representación social de su propia postura.22 La situación del crítico no es muy<br />
diferente: las obras ya preseleccionadas que él recibe ahora llevan una marca adicional, la del<br />
publisher (y a veces también la del prefacio que puede ser la de un escritor crativo o la de otro<br />
crítico) de tal manera que su lectura de cualquier obra particular debe tomar en cuenta la<br />
representación social de las características típicas de los libros liberados por el publisher interesado<br />
('nueva novela', 'literatura objetual', etc.), una representación de la que él y sus colegas pueden ser<br />
en parte responsables.23 ¿No vemos a veces al crítico actuando como discípulo iniciado, enviando<br />
la revelación interpretada de regreso a su originador quien, a su vez, lo confirma en su vocación de<br />
decodificador privilegiado mediante la confirmación de la exactitud de su interpretación? La<br />
literatura y la pintura han atestiguado con frecuencia esta especie de pareja perfecta, acaso hoy más<br />
que nunca antes. El publisher actuando como empresario (que también lo es) puede usar<br />
técnicamente la imagen pública de sus publicaciones --por ejemplo la Vulgata de la 'nueva novela'--<br />
para lanzar un libro. El tipo de cosa que él puede decir al crítico, quien ha sido elegido no sólo en<br />
función de su influencia sino también en función de las afinidades que pueda tener con el libro, lo<br />
cual puede ir tan lejos como su lealtad declarada, es una mezcla extremadamente sutil en la cual la<br />
idea que él tiene de la obra se combina con la idea que él tiene de la idea que el crítico se formará de<br />
la obra, dado que él tiene una cierta concepción de las publicaciones de la casa.<br />
¿No está haciendo el publisher una plausible observación sociológica cuando él concluye que la<br />
'nueva novela' no es ni más ni menos que la suma total de las novelas publicadas por Éditions de<br />
Minuit? Es significativo que lo que ha llegado a ser el nombre de una escuela literaria, adoptado<br />
por los autores mismos, fue originalmente, como los 'impresionistas', una etiqueta peyorativa<br />
asignada por un crítico tradicionalista a las novelas publicadas por Éditions de Minuit. Pero los<br />
autores no se han contentado meramente con asumir esta definición pública de su empresa; han<br />
sido definidos por ella en la misma medida en que han tenido que definirse a sí mismos en relación<br />
con ella. Al igual que el público lector fue alentado a buscar e imaginar ligas que pudieran conectar<br />
libros publicados bajo el mismo formato, así también, los autores, puede decirse, han sido<br />
alentados a pensar de sí mismos como constituyentes de una escuela, y no simplemente un grupo<br />
fortuito, vía la necesidad de tomarse en cuenta mutuamente y de avenirse a la imagen que el público<br />
se había formado de ellos. Lo que de hecho ha sucedido es que han adoptado no sólo el título sino<br />
también la versión de su obra mediante la cual fue definida su imagen pública, identificándose a sí<br />
mismos con una identidad impuesta desde afuera y surgida originalmente a partir de una mera<br />
coincidencia y que han volcado en un proyecto colectivo. De ser alentados para situarse a sí<br />
mismos en relación a los otros en el grupo, para ver en cada uno de los otros en el grupo, para ver<br />
en cada uno de los otros una forma de expresión de su propia verdad, a reconocerse en aquellos a<br />
quienes reconocen como auténticos miembos de la escuela, ¿no han sido conducidos a establecer<br />
explícitamente el principio de lo que debería unirlos desde el momento en que fueron vistos por<br />
otra gente como formando una sola unidad? Y al mismo tiempo, a medida que el grupo se hace<br />
aparente para sí y se afirma más claramente como una escuela, ¿no es cierto que ellos alientan a los<br />
críticos y al público a inclinarse cada vez más a buscar los signos de lo que une a los miembros de<br />
la escuela y los distingue de otras escuelas, esto es, a separar lo que puede ser unificado y a<br />
unificar lo que puede ser mantenido separado? El público también es invitado a unirse al juego de<br />
imágenes reflejadas ad infinitum el que eventualmente llega a a cobrar existencia real en un<br />
universo donde el reflejo es la única realidad. La posición vanguardista (la cual no necesariamente<br />
es atribuible al snobismo) está obligada a formular, a dar la bienvenida y a traficar con 'teorías' que<br />
puedan aportar una base racional para una adhesión que nada le deba a sus razones. Debemos<br />
recurrir de nuevo a Proust:<br />
Debido a que ella se consideraba 'avanzada' y (solamente en arte) 'nunca demasiado a la<br />
izquierda', como ella decía, Madame de Cambremer tenía la idea de que la música no sólo progresa<br />
sino que lo hace a lo largo de una línea recta, y que Debussy era en cierta forma un super-Wagner,<br />
un poco más avanzado aun que Wagner.Ella no se percataba de que mientras que Debbussy no era<br />
tan independiente de Wganer como ella creería unos pocos años después, debido a que después de<br />
todo uno usa las armas conquistadas para deshacerse del otro a quien uno tiene momentáneamente<br />
vencido, él estuvo no obstante buscando cubrir -- después del fastidio que ya empezaba a sentir por<br />
las obras completas en las cuales todo está expresado-- la necesidad opuesta . Por supuesto, había<br />
teorías para apoyar esta reacción por el momento, similares a aquellas que en política son traídas a<br />
colación para apoyar leyes contra las congregaciones, guerras en el Este (enseñanza contra natura,<br />
peligro amarillo, etc.). Decían que una época de velocidad requiría una forma rápida de arte,<br />
exactamente en la misma forma que habrían dicho que la guerra que iba a llegar no duraría una<br />
quincena, o que cuando el ferrocarril llegara eliminaría aquellos pequeños lugares donde paraba el<br />
carricoche.24<br />
Así el significado público de la obra, como un juicio objetivamente instituido sobre el valor y la<br />
verdad de la obra (en relación al cual cualquier juicio individual de gusto está obligado a definirse),<br />
es necesariamente colectivo. Es decir, el sujeto de un juicio estético es un 'uno' el cual puede<br />
tomarse por un 'yo'. La objetivación de la intención creativa que uno puede llamar 'publicación' (en<br />
el sentido de 'ser hecho público') es ejecutada vía un número infinito de relaciones sociales<br />
particulares, entre autor y publisher, entre autor y crítico, entre autores, etc. En cada una de esas<br />
relaciones, cada uno de los agentes emplea la idea socialmente establecida que él tiene del otro<br />
colega en la relación (la representación de su posición y función en el campo intelectual, de su<br />
imagen pública como autor consagrado o maldito, como un publisher de vanguardia o tradicional,<br />
etc.). Cada agente también emplea la idea de la idea que el otro colega en la relación tiene de él, esto<br />
es, de la definición social de su verdad y su valor tal y como están constituidos dentro y a lo largo<br />
de toda la red de relaciones entre todos los miembros del mundo intelectual. Se sigue que la<br />
relación que el creador tiene con su obra está siempre mediada por la relación que él guarda con el<br />
significado público de sus obras. Este significado le es recordado en forma concreta en la<br />
perspectiva de todas las relaciones que él tiene con todos los otros miembros del mundo intelectual.<br />
Es el producto de las interacciones infinitamente compejas entre actos intelectuales vistos como<br />
juicios que a la vez son determinados por y determinates de la verdad y el valor de obras y de<br />
autores. Así, al juicio estético más singular y personal tiene como referencia a un significado<br />
común ya establecido. La relación con cualquier obra, aun la propia de uno, es siempre una relación<br />
con una obra que ha sido juzgada. El valor y la verdad última de una obra nunca puede ser algo<br />
más que la suma de juicios potenciales que sobre ella formularían todos los miembros del mundo<br />
intelectual --con referencia, en todos los casos, a la representación social de la obra como la<br />
integración de juicios individuales sobre ella. Debido a que el significado particular debe estar<br />
siempre definido en relación al significado común, necesariamente contribuye a la definición de lo<br />
que será una nueva versión de este significado común. El juicio de la historia, que será el<br />
pronunciamiento final sobre la obra y su autor, está ya iniciado por el juicio del mismísimo primer<br />
lector; la posteridad tendrá que tener en cuenta el significado público que le es heredado por la<br />
opinión contamporánea. Psaphon, el joven ovejero de Lydia, entrenó pájaros para repetir: 'Psaphon<br />
es un dios'. Cuando oyeron hablar a los pájaros, y las palabras que decían, los conciudadanos de<br />
Psaphon lo aclamaron como un dios.<br />
PROFETAS, SACERDOTES Y HECHICEROS<br />
Aunque cada parte del campo intelectual es dependiente de todas las otras, no todas dependen de<br />
las otras en la misma medida. En ajedrez, el futuro de la dama puede depender del peón más<br />
insignificante y, sin embargo, la dama sigue siendo la pieza más poderosa de todas. En forma<br />
similar las partes constituyentes del campo intelectual las cuales están colocadas en una relación de<br />
interdependencia funcional se distinguen no obstante por diferencias en peso funcional y<br />
contribuyen en montos muy desiguales a darle al campo intelectual su particualar estructura. De<br />
hecho la estructura dinámica del campo intelectual no es otra que la red de interacciones entre una<br />
pluralidad de fuerzas. Estas pueden ser agentes aislados como el creador intelectual, o sistemas de<br />
agentes como los sistemas educacionales, las academias o los círculos. Esas fuerzas están<br />
definidas, básicamente en todo caso, tanto en su existencia como en su función, por la posición que<br />
ellas ocupan en el campo intelectual. Están definidas también por la autoridad, más o menos<br />
reconocida --que es más o menos vigorosa y de largo alcance (y en todos los casos mediada por su<br />
interacción), y la cual ellas ejercen o proclaman ejercer-- sobre el público. Esta autoridad representa<br />
el premio y al mismo tiempo en alguna medida el imperio de la competición por la consagracíón<br />
intelectual y la legitimidad.25 Pueden ser las clases superiores quienes, por su posición social,<br />
sancionen el rango de las obras que consumen dentro de la jerarquía de obras legítimas. También,<br />
pueden ser instituciones específicas tales como el sistema educacional y las academias las que por<br />
su<br />
______________________________________________________________<br />
La esfera de la legitimidad La esfera de lo que está La esfera de lo arbitrario<br />
que pretende universalidad en proceso de legitimación en cuanto a legitimidad<br />
(o de la legitimidad seccional)<br />
Música Cine Diseño modas Repostería<br />
Cosmética<br />
Pintura Fotografía<br />
Escultura Decoración Eventos deportivos,<br />
etc.<br />
Literatura Jazz<br />
Teatro Muebles<br />
Autoridades de legitimación Autoridades de legitimación Autoridades de legitimación<br />
legítimas (universidades, aca- en competencia mutua y con no-legítimas (alta costura,<br />
demias) pretensiones de legitimidad diseñadores, publicidad)<br />
(críticos, clubes)<br />
____________________________________________________________________________<br />
__<br />
autoridad y enseñanza consagran cierto tipo de obra y un cierto tipo de hombre cultivado.<br />
Igualmente pueden ser los grupos literarios o artísticos, clubes sociales, círculos críticos, 'salones' o<br />
'cafés' los cuales tienen un rol reconocido como guías culturales o 'formadores del gusto'.<br />
Cualquiera que sea la forma, casi siempre existe en todas las sociedades una pluralidad de fuerzas<br />
sociales, a veces en competencia, a veces co-ordinadas, las que por razón de su poder político o<br />
económico o por las garantías institucionales de que disponen, están en una posición de imponer<br />
sus normas culturales sobre un área mayor o menor del campo intelectual. Esas fuerzas sociales<br />
reclaman, ipso facto, legitimidad cultural ya sea para los productos culturales que manufacturan,<br />
para las opiniones que pronuncian sobre los productos culturales manufacturados por otros, o para<br />
las obras y las actitudes culturales que ellas transmiten. Cuando entran en conflicto lo hacen en<br />
nombre de su postura de ser la fuente de la ortodoxia y cuando son reconocidas es su postura hacia<br />
la ortodoxia la que está siendo reconocida. Cualquier acto cultural, sea éste de creación o de<br />
consumo, contiene el enunciado implícito del derecho de expresarse uno mismo legítimamente. Por<br />
ello, esto involucra la posición en el campo intelectual de la persona interesada y el tipo de<br />
legitimidad que pretende representar. Es así que el creador puede tener una relación hacia su obra<br />
completamente diferente --y su obra inevitablemente lleva la marca-- dependiendo de si él ocupa<br />
una posición que es marginal (en relación a la universidad, por ejemplo) u oficial. Cuando un<br />
amigo le aconsejó concursar por una cátedra universitaria Feuerbach replicó: 'yo sólo soy alguien<br />
en tanto que no soy nadie', dando a entender, a la vez, su nostalgia de integrarse dentro de la<br />
institución oficial y la verdad objetiva de un proyecto creativo que está obligado a definirse por<br />
contraste con la filosofía oficial que lo ha rechazado. Proscrito por la universidad después de su<br />
Thoughts on Death and Immortality, él evadió las restriciones del Estado sólo para asumir el papel<br />
de filósofo libre y pensador revolucionario el cual, mediante su rechazo, esa misma filosofía oficial<br />
le había asignado.<br />
La estructura del campo intelectual mantiene una relación de interdependencia con una de las<br />
estructuras básicas del campo intelectual, ésta de las obras culturales, establecida en una jerarquía<br />
de acuerdo a su grado de legitimidad. Uno puede observar que en una sociedad dada en un<br />
momento dado del tiempo no todos los signos culturales --ejecuciones teatrales, recitales de<br />
canciones, poesía o música de cámara, operetas u óperas-- son iguales, en dignidad y valor, ni<br />
invocan al mismo enfoque con el mismo grado de insistencia. En otras palabras, los diversos<br />
sistemas de expresión desde el teatro hasta la televisión, están objetivamente organizados de<br />
acuerdo a una jerarquía independiente de las opiniones individuales, que define su legitimidad<br />
cultural y sus grados.26 Confrontados con signos situados fuera de la esfera de la cultura legítima<br />
los consumidores sienten que están autorizados a permanecer consumidores en forma pura y a<br />
enjuiciar libremente; en el dominio de la cultura consagrada, en cambio, ellos se sienten sujetos a<br />
normas objetivas y están obligados a adoptar una actitud piadosa, ceremonial y ritualista. A esto se<br />
debe que el jazz, el cinema y la fotografía, por ejemplo, no ocasionan (debido a que no se insiste<br />
sobre ello en la misma medida) la reverencia que es común encontrar en presencia de las obras de<br />
la cultura educada. Es verdad que algunos virtuosos están remolcando, hacia el interior de esas<br />
artes en proceso de llegar a legitimarse, modelos de conducta que son operantes en el dominio de la<br />
cultura tradicional. Pero al carecer de una institución dedicada a enseñarlos sistemática y<br />
metodológicamente y en consecuencia de darle el sello de respetabilidad como partes constituyentes<br />
de la cultura legítima, la mayoría de la gente las experimenta en una forma enteramente diferente. Si<br />
el conocimiento informado de la historia de esas artes y la familiaridad con las reglas técnicas o<br />
principios teóricos que las caracterizan sólo son encontrados en circunstancias excepcionales, ello<br />
se debe a que la gente no se siente obligada, como hacen en otras situaciones, a hacer el esfuerzo de<br />
adquirir, retener y transmitir el corpus de conocimiento que va a constituir la condición necesaria y<br />
el acompañamiento ritual del consumo educado.<br />
Uno pasa entonces por etapas desde las artes enteramente consagrados --el teatro, la pintura, la<br />
escultura, la literatura o la música clásica (entre las cuales las jerarquías están también establecidas<br />
y pueden variar con el transcurso del tiempo)-- hasta sistemas de signos que (a primera vista en<br />
todo caso) son dejados al juicio individual, sea la decoración de interiores, cosmética o repostería.<br />
La existencia de obras santificadas y de todo un sistema de reglas que definen el enfoque<br />
sacramental supone la existencia de una institución cuya función no solamente es el transmitir y el<br />
hacer disponible sino también el conferir legitimidad. De hecho, el jazz y el cine tienen a su<br />
disposición medios de expresión que son al menos tan poderosos como aquéllos de las obras<br />
culturales más tradicionales. Hay grupos de críticos profesionales quienes detentan el uso de<br />
journals especializados y plataformas en radio y televisión, y quienes también (y este es un signo<br />
de sus pretensiones de legitimidad cultural) remedan con frecuencia los tonos educados y tediosos<br />
de los críticos académicos y toman de ellos el culto de la erudición por la erudición como si,<br />
angustiados por las dudas acerca de su legitimidad, no tuvieran otra que adoptar y exagerar los<br />
signos externos mediante los cuales pueden ser reconocidos por la autoridad de aquellos que<br />
controlan el monopolio de la legitimación institucional, esto es, los profesores. Con frecuencia<br />
relegados a las artes 'marginales' por su posición marginal en el campo intelectual, esos individuos,<br />
aislados y privados de toda garantía institucional, y que en una situación de competencia son<br />
propensos a emitir juicios muy dispares e incluso incomparables, nunca son oídos fuera de las<br />
limitadas asambleas de sus fans, tales como los grupos jazzísticos o los clubes de cine. Así, por<br />
ejemplo, la posición de la fotografía en la jerarquía de las obras y actividades legitimadas, a mitad<br />
del camino entre las actividades 'vulgares' --aparentemente abandonadas a la anarquía de las<br />
preferencias individuales-- y las actividades culturales nobles sujetas a reglas estrictas, explica la<br />
ambigüedad de las reacciones que ella levanta, especialmente entre los miembros de las clases<br />
cultivadas. A diferencia de una actividad legítima, una actividad que sólo está en proceso de llegar a<br />
ser legítima plantea la cuestión de su propia legitimidad a aquellos que se entregan a ella. Aquellos<br />
que desean romper las reglas de la práctica común y se niegan a asignar a su actividad y a su<br />
producto la significancia y función acostumbradas están obligados de algún modo a aportar un<br />
sustituto (el cual no puede no parecer tal) para lo que está dado en la naturaleza de la certeza<br />
inmediata, para los fieles adoradores de la cultura legítima. Esta 'certeza' es una convicción de la<br />
legitimidad cultural de la actividad y todas las reconfirmaciones sustentantes desde los modelos<br />
técnicos hasta las teorías estéticas. Es evidente que la forma de la relación de participación que cada<br />
sujeto mantiene con el campo de las obras culturales y, en particular, con el contenido de su<br />
intención intelectual o artística y la forma tomada por su proyecto creativo (por ejemplo, el grado en<br />
que ella es reflexionada y hecha explícita) depende estrechamente de su posición en el cqmpo<br />
intelectual. Lo mismo sucede para los temas y problemas que definen la especificidad del<br />
pensamiento de un intelectual lo cual, entre otros métodos, un análisis lexicológico puede traer a<br />
luz. De acuerdo a la posición que él ocupa en el campo intelectual cada intelectual está<br />
condicionado a dirigir su actividad hacia una cierta área del campo cultural. Esto es en parte el<br />
legado de generaciones previas y en parte recreado, reinterpretado y transformado por sus<br />
contemporáneos. Similarmente él está condicionado a mantener un cierto tipo de relación, la cual<br />
puede ser más o menos fácil o dificultosa, natural o dramática, con los signos culturales en sí<br />
mismos más o menos repetables, más o menos nobles, más o menos marginales o, posiblemente,<br />
más o menos originales, los cuales constituyen esta región del campo cultural. Un análisis<br />
metódico de las referencias a otros autores, la medición de su frecuencia, su homogeneidad o<br />
diversidad (lo cual puede indicar el grado de autodidactismo), la extensión y jerarquía de las<br />
regiones del campo al cual ellas se refieren, la posición en la jerarquía de valores legitimados de las<br />
autoridades o fuentes invocadas, las referencias tácitas o no reconocidas ( lo cual puede ser el<br />
grado más alto de la sofisticación o el grado más alto de la ingenuidad), poniendo al mismo tiempo<br />
especial atención a la manera particular en que se hace la cita, sea ésta irreprochablemente<br />
académica o casual, reverente o condescendiente, ornamental o necesaria, revelaría la existencia de<br />
'familias de pensamiento' que son realmente familias culturales. Esas familias pueden asignarse<br />
fácilmente a posiciones típicas, sean éstas reales o potenciales, adquiridas o profesadas, en el<br />
campo intelectual, y más precisamente a relaciones típicas, pasadas o presentes, con el<br />
establishment universitario.27<br />
La estructura del campo intelectual puede ser más o menos compleja y diversificada de acuerdo a<br />
la sociedad o la época y al peso funcional de las diversas autoridades que tienen o reclaman tener<br />
legitimidad. Sin embargo, es todavía verídico que ciertas relaciones sociales fundamentales se<br />
establecen siempre que existe una sociedad intelectual relativamente independiente de las<br />
autoridades políticas, económicas y religiosas. Puede tratarse de relaciones entre creadores --sean<br />
éstos contemporáneos o de períodos diferentes, pareja o desigualmente santificados por diferentes<br />
públicos y por autoridades de diversos grados de poder legítimo o legitimante--, o relaciones entre<br />
los creadores y las diversas autoridades de legitimación. Puede haber garantes legítimos de la<br />
legitimidad o que claman ser tales como las academias, las sociedades de eruditos, grupos de<br />
amigos, círculos o grupos pequeños. Estos pueden ser aceptados o rechazados en grados diversos<br />
por las autoridades de legitimación o de transmisión tales como el sistema educativo, o las solas<br />
autoridades de transmisión tales como los articulistas científicos --con todas las posibles<br />
combinaciones y afinidades dobles que ésto permite. Se sigue que las relaciones recíprocas que<br />
cada intelectual puede mantener con otros miembros de la sociedad intelectual o con el público y, a<br />
fortiori, con toda la realidad social externa al campo intelectual (tal como su clase social u origen, o<br />
a la que él pertenece, o a las fuerzas económicas tales como los traficantes o compradores) están<br />
mediados por la estructura del campo intelectual. Más precisamente, sus relaciones están mediadas<br />
por su posición relativa respecto a las autoridades propiamente culturales cuyos poderes organizan<br />
el campo intelectual: los actos o juicios culturales siempre contienen una referencia a la ortodoxia.<br />
Pero, más profundamente, dentro del campo intelectual como un sistema estructurado, todos los<br />
individuos y todos los grupos sociales que están específica y permanentemente dedicados a la<br />
manipulación de los bienes culturales (para adaptar una de la fórmulas de Weber) mantienen no<br />
sólo relaciones competitivas sino también relaciones de complementariedad funcional. Esto sucede<br />
en tal forma que cada uno de los agentes o sistemas de agentes que constituyen el campo intelectual<br />
deriva una mayor o menor proporción de sus características de la posición que ocupa en el sistema<br />
de posiciones y oposiciones.<br />
La escuela es requerida para perpetuar y transmitir el capital de signos culturales consagrados,<br />
esto es, la cultura que le ha sido heredada por los creadores intelectuales del pasado, y para moldear<br />
a una práctica en concordancia con los modelos de esa cultura a un público agredido por mensajes<br />
conflictivos, cismáticos y heréticos --por ejemplo, en nuestra sociedad, los medios de<br />
comunicación modernos. Adicionalmente es obligado a establecer y definir sistemáticamente la<br />
esfera de la cultura ortodoxa y la esfera de la cultura herética. Simultáneamente defiende la cultura<br />
consagrada contra el continuo desafío planteado por la mera existencia de los nuevos creadores (o<br />
por la deliberada provocación de su parte) quienes pueden hacer surgir en el público (y<br />
particularmente dentro de las clases intelectuales) nuevas demandas y dudas rebeldes. Así, la<br />
escuela es investida con una función muy similar a aquélla de la Iglesia quien, de acuerdo con<br />
Marx, 'debe establecer y sistemáticamente definir la nueva doctrina victoriosa o defender la antigua<br />
contra ataques proféticos, planteando qué tiene y qué no tiene valor sagrado y hacerlo penetrar en la<br />
fe de los laicos.' Se sigue que el sistema educativo como institución diseñada especialmente para<br />
conservar, transmitir e inculcar los cánones culturales de una sociedad, deriva un buen número de<br />
sus características estructurales y funcionales a partir del hecho de que ella tiene que cumplir esas<br />
funciones particulares. También se sigue que un buen número de los rasgos característicos de la<br />
enseñanza y el enseñante, que los comentaristas más críticos mencionan solamente como<br />
fundamentos para la condena, pertenecen propiamente a la definición misma de la función de la<br />
educación. Así por ejemplo, sería fácil demostrar que la actividad de rutina --y engendradora de<br />
rutinas-- de la escuela y sus maestros, tan frecuentemente atacada por grandiosas profecías<br />
culturales al igual que por pequeñas herejías, (consistentes con frecuencia en su sola denuncia),<br />
están sin duda inevitablemente implícitas en la lógica de una institución que está fundamentalmente<br />
entregada a su función de conservación cultural.<br />
Lo que con frecuencia es descrito como competencia por el éxito es en realidad una competencia<br />
por la consagración librada en un mundo intelectual dominado por la competencia entre las<br />
autoridades que reclaman el monopolio de la legitimidad cultural y el derecho a retener y conferir<br />
esta consagración en nombre de principios fundamentalmente opuestos: la autoridad personal<br />
invocada por el creador y la autoridad institucional favorecida por el profesor. Se sigue que la<br />
oposición y la complementariedad entre creadores y profesores (es decir, 'entre auctores quienes<br />
establecen su propia doctrina y lectores que explican las doctrinas de otros' --de acuerdo a la<br />
diferenciación de Gilbert de la Pourrée) indudablemente constituye la estructura fundamental del<br />
campo intelectual. En forma parecida, la oposición entre sacerdotes y profetas (con la oposición<br />
secundaria entre sacerdote y hechicero) domina, de acuerdo con Max Weber, el campo religioso.<br />
Los curadores de cultura responsables de la propaganda cultural y de organizar el noviciado que<br />
produce la devoción cultural, están en oposición a los creadores de cultura, auctores quienes<br />
pueden imponer sus autoritas en materias artísticas y cientificas (como otros lo hacen en materias<br />
éticas, políticas o reeligiosas). Esto es similar a la forma en que la permanencia y la omnipresencia<br />
de la institución legítima, organizada, está en oposición a los destellos de luz únicos e irregulares de<br />
una creación que no tiene más principio de legitimación que ella misma. Estos dos tipos de<br />
proyecto creativo son tan claramente opuestos que la condenación de la rutina profesoral, que en<br />
cierta manera es consustancial a las ambiciones proféticas, frecuentemente actúa como un sustituto<br />
de un diploma de qualificación de profeta. Un conflicto entre sacerdote y hechicero puede<br />
presentarse a sí mismo como un conflicto entre sacerdote y profeta o --¿quién sabe?-- entre dos<br />
profetas rivales. El debate acerca del 'nuevo crticismo' que fue llevado y traído entre Raymond<br />
Picard y Roland Barthes, aporta la mejor ilustración de este análisis. ¿Tiene el proyecto intelectual<br />
de cualquiera de los contendientes algún otro contenido aparte de la oposición al proyecto del otro?<br />
El sacerdote condena las 'revelaciones oraculares' y el 'espíritu sistemático', en breve el espíritu<br />
profético y 'vaticinador' del hechicero;28 el hechicero condena el arcaísmo y conservadurismo, la<br />
rutina y la mentalidad rutinaria, la pedante ignorancia y la difusa prudencia del sacerdote.29 Cada<br />
uno tiene su papel: en esta esquina, la académica calma chicha; en la otra, el viento de cambio.30<br />
Cada intelectual remolca hacia el interior de sus relaciones con otros intelectuales una demanda<br />
para su consagración (o legitimación) cultural la cual depende, por la forma que toma y los<br />
fundamentos que cita, de la posición que él ocupa en el campo intelectual. En particular la demanda<br />
depende de su relación con la universidad, la cual, en ultima instancia, dispone de los signos<br />
infalibles de la consagración. La Academia demanda el monopolio de consagración de los<br />
creadores contemporáneos. Ella contribuye a la organización del campo intelectual en lo que toca a<br />
la ortodoxia con un tipo de jurisprudencia que combina tradición e innovación. Por otro lado la<br />
universidad demanda el monopolio de transmisión de las de las obras consagradas del pasado, las<br />
cuales santifica como 'clásicas', así como el monopolio de legitimación y consagración (otorgando<br />
grados, entre otras cosas) de aquellos consumidores culturales que más cercanamente se le ajustan.<br />
En estas circunstancias, la ambivalente agresividad de los creadores es comprensible --esperando<br />
los signos de su consagración académica, ellos no pueden dejar de percatarse que la consagración<br />
puede solamente llegar en última instancia desde una institución cuya legitimidad es disputada por<br />
la totalidad de su actividad creativa. En forma similar, varios de los ataques contra la ortodoxia<br />
académica provienen de intelectuales situados en la periferia ornamental del sistema universitario<br />
quienes son propensos a disputar su legitimidad, probando con ello que reconocen lo suficiente su<br />
jurisdicción como para el reprocharle el no ser aprobados por ella.31<br />
En verdad, cada uno de nosotros tenemos la sospecha de que un buen número de disputas que<br />
aparentemente están situadas en el reino puro del principio y la teoría derivan los aspectos menos<br />
mencionados de su raison d'étre y a veces su existencia entera de las tensiones latentes o patentes<br />
en el campo intelectual. ¿De qué otra manera vamos nosostros a explicar por qué tantas disputas<br />
ideológicas en el pasado nos son incomprensibles hoy? La única participación real posible en las<br />
disputas pasadas es quizá la que está autorizada por la similaridad de posición entre campos<br />
intelectuales de diferentes períodos. Cuando Proust ataca a Saint-Beuve, ¿no es ésto la explosión<br />
de Balzac contra el hombre al que llamó 'Sainte-Bevue' ('bevue'=disparate)? La causa última de los<br />
conflictos, reales o inventados, que dividieron al campo intelectual a lo largo de sus líneas de fuerza<br />
y que constituyeron, más allá de toda duda, el factor más decisivo del cambio cultural, debe ser<br />
buscada al menos con la misma intensidad tanto en los factores objetivos que determinan la<br />
posición de quienes estuvieron involucrados como en las razones que ellos dan a otros y a sí<br />
mismos para haberse involucrado en ellas.<br />
EL INCONSCIENTE CULTURAL<br />
Finalmente, es en la medida en que él forma parte de un campo intelectual por referencia al cual su<br />
proyecto creativo está definido y constituido, por la medida en que él es, por así decirlo, el<br />
contemporáneo de aquellos con quienes él desea comunicarse y a quienes se dirige a través de su<br />
obra, refiriéndose implícitamente a un código completo que comparte con ellos --temas y<br />
problemas del momento, métodos de argumentación, formas de percepción ...--, es en esta medida<br />
en que el intelectual está social e históricamente situado. Sus elecciones intelectuales y artísticas<br />
más conscientes están siempre dirigidas por su propia cultura y gusto, que en sí mismos son<br />
interiorizaciones de la cultura objetiva de una sociedad, época o clase particular. La cultura que<br />
entra en la composición de las obras que él crea no es algo que se añade, por así decirlo, a una<br />
intención ya existente y por ello irreductible a la realización de esa intención. Por el contrario,<br />
aquélla constituye la precondición necesaria para el cumplimiento concreto de una intención<br />
artística en una obra de arte, en la misma forma en que el lenguaje como 'tesoro común' es la<br />
precondición para la formulación de la palabra más individual. Debido a ésto, la obra de arte es<br />
siempre elíptica --deja inexpresado lo esencial, implícitamente asume lo que forma sus<br />
fundamentos mismos, esto es, los axiomas y postulados que ella da por supuestos, y cuyas<br />
axiomáticas deberían ser el objeto de estudio de la ciencia de la cultura. Lo que involuntariamente<br />
revela el silencio elocuente de la obra es precisamente la cultura (en el sentido subjetivo) a través de<br />
la cual el creador participa en su clase, su sociedad y su época, y la cual él introduce<br />
inconscientemente en las obras que crea, aun dentro de aquéllas que parecen las más originales.<br />
Esta cultura consiste de credos que de tan obvios son tácitamente asumidos en vez de ser<br />
explícitamente postulados. Son ejemplos las formas de pensamiento, las formas de lógica,<br />
expresiones estilísticas y palabras llamativas (ayer existencia, situación, autenticidad; hoy<br />
estructura, inconsciente y praxis) que parecen tan naturales e inevitables que no son, propiamente<br />
hablando, objeto de una elección consciente. Ellas pueden compararse a lo que Arthur O. Lovejoy<br />
se refiere con el 'pathos metafísico'32 o lo que puede ser llamado la tonalidad del talante que<br />
caracteriza a todos los medios de expresión de una época, aun de aquéllos más alejados del campo<br />
cultural, por ejemplo, literatura en jardinería y decoración de exteriores. El acuerdo sobre las<br />
axiomáticas implícitas del entendimiento y la afectividad forma la base para la integración lógica de<br />
una sociedad y una época. La 'filosofía sin sujeto', que hoy está retornando con mucho meneo a la<br />
parte delantera de la escena intelectual en la forma de la lingüística estructural o la antropología,<br />
parece ejercer una verdadera fascinación sobre gente que muy recientemente aguantaba en el mero<br />
polo opuesto del horizonte ideológico y que solía combatirla en nombre de los derechos<br />
incuestionados de la conciencia y la subjetividad. Esto es debido, a diferencia del pensamiento<br />
durkheimiano --el cual está reviviendo en una nueva forma--, a que no revela todas las<br />
consecuencias antropológicas de sus descubrimientos en forma tan brutal y sistemática, lo cual hizo<br />
posible olvidar que lo que es verdad de un pensamiento incivilizado es verdad de todo el<br />
pensamiento cultivado.<br />
Para que los juicios y argumentos de brujería tengan alguna validez (escribió Mauss), deben tener<br />
un principio que no pueda ser sometido a examinación. Uno puede discutir si el maná está presente<br />
o no en tal o cual lugar, pero uno no cuestiona su existencia. Ahora bien, los principios sobre los<br />
cuales se fundamentan esos juicios y argumentos, y sin los cuales uno no los cree posibles, son lo<br />
que en filosofía se denominan categorías. Siempre presentes en el lenguaje, sin estar<br />
necesariamente explícitos, ordinariamente existen más bien en la forma de hábitos que gobiernan la<br />
conciencia, los cuales son, en sí mismos inconscientes.33<br />
Nuestra común aprehensión del mundo está también fundamentada sobre principios no abiertos a<br />
la examinación y sobre categorías inconscientes de pensamiento que constantemente amenazan con<br />
insinuarse a sí mismos dentro de la visión científica. Bachelard está hablando el mismo lenguaje de<br />
Mauss cuando nota que los 'habitos racionales' --sean éstos la 'mentalidad euclideana', el<br />
'inconsciente geométrico' o la 'dialéctica de forma y materia' -- 'son otras tantas esclerosis sobre las<br />
que debemos triunfar antes de que podamos encontrar el movimiento espiritual del discovery'.34<br />
Pero, puesto que el proyecto científico y el progreso mismo de la ciencia presupone un retorno<br />
reflexivo hacia los fundamentos de la ciencia y la explicitación de las hipótesis y operaciones que la<br />
hacen posible, indudablemente es en las formas de arte que las formas sociales del pensamiento de<br />
una época encuentran su expresión más ingenua y completa. Así, como observa Whitehead: 'es en<br />
la literatura donde recibe su expresión la actitud concreta de la humanidad. En consecuencia, es<br />
hacia la literatura a donde debemos mirar, particularmente en sus formas más concretas ... si es que<br />
esperamos descubrir los pensamientos introspectivos de una generación'.35 Así, para tomar un<br />
solo ejemplo, la relación que el creador mantiene con su público, la cual está estrechamente ligada<br />
--como ya hemos visto-- con la situación del campo intelectual dentro de la sociedad y con la<br />
posición del artista dentro de este campo, obedece a modelos que son profundamente<br />
inconscientes. Y esto en la medida en que es una relación de comunicación naturalmente sujeta a<br />
las reglas que gobiernan las relaciones interpersonales en el mundo social del artista o de aquéllos a<br />
los que él se está dirigiendo. Como observa Arnold Hauser, el antiguo arte oriental con su<br />
representación frontal del rostro humano es un 'arte que despliega y demanda respeto', ofrece al<br />
observador una expresión de deferencia y cortesía que se aviene a un patrón de etiqueta. Todo el<br />
arte cortejante es un arte cortés el cual, debido a su subordinación al principio de la representción<br />
frontal, exhibe su rechazo al tensionante efectismo de un fácil arte ilusionista.<br />
Esta actitud encuentra expresión tardía, pero todavía en formas bastante claras, en las<br />
convenciones del teatro clásico de la corte donde el actor, sin conceder nada a las demandas de la<br />
ilusión escénica se dirige directamente a la audiencia, en cierta forma lo evoca con cada una de sus<br />
palabras y gestos. El no está contento con evitar dar la espalda a la audiencia sino que demuestra en<br />
todas las formas posibles que la acción toda es pura ficción, un divertissement presentado de<br />
acuerdo a las reglas establecidas. El teatro naturalista es una etapa transitoria hacia el polo opuesto<br />
de este arte 'frontal', esto es, el film, el cual inmoviliza a la audiencia, la lleva hacia la acción en vez<br />
de traer la acción y presentársela, e intenta presentar la acción en una forma tal que sugiere que los<br />
actores están siendo observados en una situación de la vida real, y así reduciendo la ficción a un<br />
mínimo.36<br />
Esos dos tipos de intención estética que la obra de arte revela por la forma en que se dirrige al<br />
espectador están en afinidad electiva con la estructura de las sociedades en las cuales ellas están<br />
establecidas y con la estructura de las relaciones sociales, aristocráticas o democráticas, favorecidas<br />
por aquellas sociedades. Cuando Scaliger encuentra ridículo que 'los caracteres nunca abandonan el<br />
tablado y que aquellos que permanecen en silencio son considerados como si estuviesen presentes',<br />
cuando él considera absurdo 'comportarse en el escenario como si uno no pudiera oir lo que una<br />
persona está diciendo acerca de otra',37 ello se debe a que ya no entiende las convenciones teatrales<br />
que los hombres de la Edad Media daban por supuestas debido a que ellas confirmaban un sistema<br />
de elecciones implícitas. Esas mismas elecciones, de acuerdo a Panofsky, fueron expresadas en el<br />
espacio 'compuesto'38 de la representación pictórica o plástica en la Edad Media. Esta<br />
yuxtaposición espacial de escenas sucesivas fue completamente diferente de las convenciones<br />
teatrales y plásticas del Renacimiento y la edad clásica, con su representación 'sistemática' del<br />
espacio y el tiempo lo cual es expresado igualmente en perspectiva y en la regla de las tres<br />
unidades.<br />
Puede parecer sorprendente atribuir al inconsciente cultural las actitudes, aptitudes, conocimiento,<br />
temas y problemas, en resumen, todo el sistema de categorías de percepción y pensamiento<br />
adquiridos por el aprendizaje sistemático que organiza la escuela o hace posible organizar. Esto se<br />
debe a que el creador mantiene con su cultura adquirida, al igual que con su cultura primera, una<br />
relación que puede ser definida de acuerdo a Nicolai Hartman como al mismo tiempo 'remolcante' y<br />
'remolcada' y a que él no se da cuenta de que la cultura que posee lo posee. Así como puntualiza<br />
Louis Althusser,<br />
Sería de lo más imprudente el reducir la influencia de Feuerbach en los escritos de Marx entre<br />
1841 y 44 únicamente a aquellos lugares en que es explícitamente mencionado. Porque numerosos<br />
pasajes en esos textos reproducen, o directa-mente denotan desarrollos del pensamiento de<br />
Feuerbach sin que sea citado por su nombre. ... Pero ¿por qué tendría Marx que entrecomillar a<br />
Feuerbach cuando todo mundo sabía de él, y sobre todo cuando Marx se había apropiado de su<br />
pensamiento y pensaba en categorías de Feuerbach como si fuesen las propias?39<br />
Apropiaciones e imitaciones inconscientes son claramente la expresión más obvia del<br />
inconsciente cultural de una época, de ese sentido general que hace posible el sentido particular en<br />
el que encuentra su expresión.<br />
Por esta razón, la relación que un intelectual necesariamente mantiene con la escuela y con su<br />
pasado educativo es un peso determinante en el sistema de sus elecciones intelectuales más<br />
inconscientes. Los hombres formados por una cierta escuela tienen en común un cierto molde<br />
mental; formado en la misma matriz a la que están predispuestos a entrar dentro de una inmediata<br />
complicidad con almas afines.40 Lo que los individuos deben a la escuela es sobre todo un<br />
sedimento de lugares comunes, no sólo un lenguaje común y un estilo sino también terrenos para el<br />
encuentro mutuo y fundamentos para el acuerdo, problemas en común y métodos comunes para su<br />
abordaje. Los hombres cultivados de una época dada pueden tener diferentes opiniones sobre los<br />
temas acerca de los cuales debaten pero de todos modos están de acuerdo en debatir acerca de<br />
ciertos temas. Lo que ata a un pensador a una época, lo que lo sitúa y lo data es sobre todo la clase<br />
de problemas y temas en términos de los cuales él está obligado a pensar. Como sabemos, el<br />
análisis histórico con frecuencia encuentra difícil distinguir entre lo que puede ser atribuido al<br />
modo particular de una individualidad creativa y lo que debe achacarse a las convenciones y reglas<br />
de un género o una forma de arte, y más aún, al gusto, ideología y estilo de una época o una<br />
sociedad. Los temas y maneras que son personales de un creador siempre conducen en parte a los<br />
tópicos y la retórica como la fuente común de temas y formas que definen la tradición cultural de<br />
una sociedad y una época. Es debido a ésto que la obra está siempre objetivamente orientada en<br />
relación al medio literario, a sus demandas estéticas y espectativas intelectuales, a sus categorías de<br />
percepción y pensamiento. Consideremos por ejemplo las distinciones entre géneros literarios con<br />
las nociones de épica, trágica, cómica y heroica, entre estilos de acuerdo a categorías como lo<br />
pictórico y lo plástico, o entre escuelas con oposiciones tales como aquéllas entre clásica y<br />
naturalista, burguesa y popular, realista y surrealista. Tales distinciones dirigen al proyecto<br />
creativo, el cual definen posibilitandolo para definirse a sí mismo en forma diferencial y para el cual<br />
aquéllas aportan sus recursos esenciales. Al privarlo de los recursos que otros creadores en otras<br />
épocas derivarán de su ignorancia de esas distinciones, el público es conducido a desear temas de<br />
un tipo determinado y de una manera típica, lo cual es visto como la forma 'natural' y 'razonable' de<br />
tratar esos temas, debido a que ello se acomoda a la definición social de lo natural y lo razonable.41<br />
En la misma forma que los lingüistas recurren al criterio de la intercomprensión para poder<br />
determinar áreas lingüísticas, uno puede también determinar áreas intelectuales y culturales y<br />
generaciones mediante la localización de las redes de cuestiones y temas obligatorios que definen el<br />
campo cultural de una época. Sería superficial concluir que en todos los casos de divergencias<br />
patentes entre intelectuales de una época sobre lo que es llamado a veces ' los grandes problemas de<br />
la época' debe haber una falla de integración lógica. Los conflictos abiertos entre tendencias y<br />
doctrinas tienden a enmascarar, a los ojos de los participantes mismos, la complicidad subyacente<br />
que ellos presuponen y que golpea al observador desde afuera del sistema. Esta complicidad puede<br />
ser expresada como un consenso dentro del disenso que constituye la unidad objetiva del campo<br />
intelectual de un período dado. Este consenso inconsciente sobre los puntos focales del campo<br />
cultural es formado por la escuela cuando forma el elemento irreflexivo común a todo pensamiento<br />
individual.<br />
El hecho esencial es indudablemente que los esquemas intelectuales que se muestran en la forma<br />
de reflejos automáticos solamente pueden ser comprendidos, en la mayoría de los casos, mediante<br />
el estudio retrospectivo de opciones ya completadas. Se sigue que ellos pueden regular y gobernar<br />
las operaciones intelectuales sin ser conscientemente percibidas y controladas. Es sobre todo a<br />
través del inconsciente cultural que él retiene de su entrenamiento intelectual y particularmente de<br />
su escolarización que un pensador participa en su sociedad y en su época: las escuelas de<br />
pensamiento pueden llevar arracimadas, en forma más común de lo que puede suponerse, los<br />
pensamientos de la escuela. Esta hipótesis se confirma de manera ejemplar por el análisis de la<br />
relación entre el arte gótico y el escolasticismo la cual fue propuesto por Erwin Panofsky. Lo que<br />
los arquitectos de las catedrales góticas inconscientemente tomaron en préstamo de la escuela fue<br />
un 'principium importans ordinem ad actum' o un 'modus operandi', esto es, 'ese método peculiar de<br />
proceder que debe haber sido la primera cosa que dejó su impronta en la mente del lego cada vez<br />
que ésta entró en contacto con la del hombre de escuela'.42 Así, por ejemplo, el principio de<br />
clarificación (manifestatio), el esquema de presentación literaria descubierto por el escolasticismo el<br />
cual requiere del autor el hacer claro y explícito (manifestare) el orden y la lógica de sus palabras --<br />
su 'plan', deberíamos decir-- también gobierna la acción del arquitecto y el escultor, como se puede<br />
ver al comparar el Juicio Final sobre el tímpano en Autun con aquéllos de París y Amiens, donde a<br />
pesar de la incrementada riqueza de motivos, la claridad extrema se mantiene vía el balance de<br />
simetría y correspondencia.43 Si esto es así, ello se debe a que los constructores de catedrales<br />
estuvieron bajo la constante influencia del escolasticismo --'la fuerza formadora de hábitos'-- el cual<br />
entre 1130- 40 y alrededor de 1270 'virtualmente detentó el monopolio de la educación' sobre un<br />
área de cerca de 150 kilómetros alrededor de París.<br />
No es muy probable que los constructores de estructuras góticas leyeran a Gilbert de la Porrée o a<br />
Thomas Aquinas en el original. Pero ellos estuvieron expuestos al punto de vista escolástico en<br />
innumerables otras formas, muy aparte del hecho de que su propio trabajo automáticamente los<br />
introdujo en una asociación laboral con aquéllos que idearon los programas litúrgicos e<br />
iconográficos. Ellos habían ido a la escuela, habían atendido los sermones, ellos pudieron asistir a<br />
las disputationes de quolibet públicas las cuales, abordando como lo hicieron todas las cuestiones<br />
imaginables del día, habían evolucionado hacia eventos sociales no muy diferentes a nuestras<br />
óperas, conciertos o conferencias; y ellos pudieron entrar en un provechoso contacto con lo<br />
educado en muchas ocasiones.44<br />
Se sigue, acota Panofsky, que la conexión entre el arte gótico y el escolasticismo es 'más concreto<br />
que un mero "paralelismo" y aun más general que aquellas influencias individuales ( y muy<br />
importantes) que se ejercen inevitablemente sobre pintores, escultores o arquitectos por sus<br />
consejeros eruditos'. Esta conexión es una 'genuina relación de causa-efecto' que opera mediante la<br />
diseminación 'de lo que puede ser llamado, en ausencia de un término mejor, un hábito mental --<br />
reduciendo este desgastado cliché a su preciso sentido escolástico de un principio que regula el<br />
acto, principium importans ordinem ad actum.45 Como una 'fuerza formadora de hábitos' la escuela<br />
provee a aquellos quienes han padecido su influencia directa o indirecta no tanto con esquemas<br />
particulares y particularizados de pensamiento como con esa disposición general que engendra<br />
esquemas particulares, los cuales pueden después ser aplicados en diferentes dominios de<br />
pensamiento y acción, una disposición que uno puede llamar el habitus cultivado.<br />
Así, para poder explicar las homologías estructurales que encuentra entre dominios de actividad<br />
intelectual tan lejanos entre sí como el pensamiento arquitectónico y el filosófico, Erwin Panofsky<br />
rehusa contentarse con la invocación de una 'visión unitaria del mundo' o un 'espíritu de los<br />
tiempos', lo cual equivaldría meramente a dar un nombre a lo que uno está buscando explicar o,<br />
peor aún, plantear como explicación aquello que requiere ser explicado. El sugiere lo que es<br />
aparentemente más obvio y ciertamente la explicación más persuasiva. En una sociedad en donde la<br />
transmisión de cultura es el monopolio de una escuela, las afinidades subyacentes que unifican las<br />
obras de la cultura educada (y al mismo tiempo a la conducta y al pensamiento) están gobernadas<br />
por el principio que emana de las instituciones educacionales. A esas instituciones les ha sido<br />
encomendada la función de transmitir conscientemente (y también en parte inconscientemente) lo<br />
inconsciente. Más precisamente, la escuela produce individuos que poseen este sistema de<br />
esquemas inconscientes (o extremadamente obscuros) constituyentes de su cultura. Obviamente<br />
sería ingenuo parar la búsqueda de una explicación en este punto, como si la escuela fuese un<br />
imperio dentro de un imperio, y como si la cultura tuviese ahí su origen. Pero también sería<br />
ingenuo no tomar en cuenta el hecho de que la escuela, por la lógica misma de su funcionamiento,<br />
modifica el contenido y el espíritu de la cultura que transmite, o el olvidar que su función expresa<br />
es transformar la herencia colectiva en un inconsciente común e individual. El relacionar las obras<br />
producidas por una época con las prácticas educativas coetáneas es por lo tanto dotarse a uno<br />
mismo con unos medios para explicar no sólo lo que ellas dicen sino también lo que revelan a su<br />
pesar en la medida en que participan en los aspectos simbólicos de una época o una sociedad.<br />
Así, la sociología de la creación intelectual y artística debe tomar como su objeto el proyecto<br />
creativo como un punto de reunión y un ajuste entre determinismo y una determinación. Esto es, si<br />
ella va a ir más allá de la oposición entre una teoría estética interna, obligada a tratar a una obra<br />
como si fuera un sistema autocontenido con sus propias razones y raison d'étre --definiendo ella<br />
misma los principios y normas coherentes necesarias para su interpretación--, y una teoría estética<br />
externa la cual, frecuentemente al costo de disminuir detrimentalmente la obra, intenta relacionarla a<br />
las condiciones económicas, sociales y culturales de la creación artística. De hecho, toda la<br />
influencia y restricciones ejercidas por una autoridad externa al campo intelectual es siempre<br />
refractada por la estructura del campo intelectual. Esta es la razón por la que, por ejemplo, la<br />
relación que un intelectual tiene con la clase social de donde proviene o a la cual pertenece está<br />
mediada por la posición que él ocupa en el campo intelectual. Es en términos de este campo<br />
intelectual que él se siente autorizado a proclamar que pertenece a esa clase (con las elecciones que<br />
ello implica), o por otro lado, está inclinado a repudiarlo y a ocultarlo con vergüenza. Así, las<br />
fuerzas de determinismo sólo pueden devenir una determinación específicamente intelectual al ser<br />
reinterpretadas, de acuerdo a la lógica específica del campo intelectual, en un proyecto creativo. Los<br />
eventos económicos y sociales sólo pueden afectar alguna parte particular de ese campo, sea ésta<br />
un individuo o una institución, de acuerdo a una lógica específica, pues al mismo tiempo, en la<br />
medida en que está estructurada bajo su influencia, el campo intelectual los obliga a soportar una<br />
conversión de significado y valor transformándolos en objetos de reflexión o imaginación.<br />
NOTAS<br />
1 L. L. Schücking, The Sociology of Literary Taste, translated by B. Battershaw, London:<br />
Routledge, 1966, pp. 13-15.<br />
2 Con, como hace notar Shücking (ibid.,p. 16), una fase de transición cuando el publisher es<br />
dependiente de las suscripciones, que a su vez dependen en gran medida de las relaciones entre el<br />
autor y sus patrocinadores.<br />
3 Ibid., pp. 50-1.<br />
4 Ibid., p. 52.<br />
5 Ibid., p. 27. En otro lugar (p. 43) Shücking nos dice que Churchyard, un contemporáneo de<br />
Shakespeare, escribió en uno de sus prefacios con cínica frankeza que, tomando el pez como su<br />
ejemplar, el nadó con la corriente; Dryden admitió abiertamente que él estaba interesado sólo en<br />
ganar el público para su lado y si el público quería una comedia de tipo bastante corriente o una<br />
sátira, él no dudaría en dársela.<br />
6 Es cierto que podemos encontrar en períodos anteriores, del siglo dieciseis en adelante, y quizá<br />
desde antes, declaraciones del desdén aristocrático del artista por el mal gusto del público, pero<br />
antes del siglo diecinueve ellas nunca constituyeron una profesión de fe de la intención creativa ni<br />
una suerte de doctrina colectiva.<br />
7 R. Williams, Culture and Society, 1780-1950, 3rd ed., Harmondsworth: Penguin Books, 1963,<br />
pp. 49-50.<br />
8 Raymond Williams destaca también las relaciones interdependientes que ligan la aparición de un<br />
nuevo público, perteneciente a una nueva clase social, a un grupo de escritores provenientes de la<br />
misma clase, y a instituciones o formas de arte inventadas por esa clase. 'El carácter de la literatura<br />
está también visiblemente afectada, en formas diversas, por la naturaleza del sistema de<br />
comunicación y por el carácter cambiante de las audiencias. Cuando vemos la importante<br />
emergencia de escritores de un nuevo grupo social, debemos poner atención no sólo en ellos, sino<br />
también en las nuevas instituciones y formas creadas por el grupo social más amplio al que ellos<br />
pertenecen. El teatro isabelino ... como institución fue creado en gran medida por especuladores<br />
individuales de clase media, y proveído de obras por escritores en su mayoría de clase media y<br />
familias de comerciantes y artesanos, asi bien de hecho tuvo una constante oposición de parte de la<br />
clase media comercial y, aunque al servicio de audiencias populares, sobrevivió gracias a la<br />
protección de la corte y la nobleza. ... La formación en el siglo dieciocho de una audiencia<br />
organizada de clase media puede considerarse como debida en parte a ciertos escritores<br />
provenientes del mismo grupo social, pero también --y acaso principalmente-- como una formación<br />
independiente que atrajo hacia ella a esos escritores y les dio su oportunidad. La expansión y<br />
posterior organización de esta audiencia de clase media puede considerarse que continuó hasta<br />
finales del siglo diecinueve, atrayendo hacia su interior escritores de orígenes sociales variados<br />
pero dándoles, a través de sus instituciones mayoritarias, una homogeneidad general' (R. Williams,<br />
The Long Revolution, Harmodsworth: Pelican Books, 1965, p. 266).<br />
9 Una descripción de las principales tendencias del 'movimiento estético' pueden ser encontradas<br />
en Schücking, op. cit., pp. 28-30.<br />
10 Ibid., p. 30. Hay también (p. 55) una descripción del funcionamiento de esas sociedades y en<br />
particular de los 'servicios mutuos' que hicieron posible.<br />
11 Ibid., p. 62.<br />
12 No es necesario decir que las proposiciones que emergen a partir del estudio de un campo<br />
intelectual establecido pueden aportar la base para una interpretación estructural ya sea de los<br />
campos intelectuales que surgen de una evolución histórica diferente, tal como el campo intelectual<br />
de la Atenas del siglo quinto, o aun de campos intelectuales en proceso de llegar a establecerse.<br />
13 J.-P. Sartre, Qu'est-ce que la littérature?, Paris: Gallimard, 1948, p. 98.<br />
14 P. Valéry, Ouvres, I, Paris: Gallimard, Bibliothéque de la Pleiade, p. 1442.<br />
15 R. Moulin, Le Marche de la peinture en France, essai de sociologie économique, Paris: Ed. de<br />
Minuit, 1967.<br />
16 L. Althousser, Lire le Capital, II, Paris: Maspero, 1965, pp. 9-10.<br />
17 G. Genette, Figures, Paris: Ed. du Seuil, Collection 'Tel quel', 1966, pp. 242-3.<br />
18 Ibid., pp. 69-71.<br />
19 Solamente un análisis de la estructura real de las obras permitiría establecer si la conversión<br />
del proyecto creativo que aparece en los escritos del creador acerca de su obra se demuestra<br />
también en sus obras más recientes, en cuyo caso, debería presentar --como una mera lectura de<br />
ellas parece indicar-- presentar la expresión más acabada y más sistemática de su intención creativa.<br />
20 Las observaciones de Schücking nos permiten plantear esta proposición de relevancia más<br />
general: 'Respecto a lograr publicar, ha sido observable un hecho desde al menos el siglo dieciocho<br />
--la situación afortunada de cualquiera que esté en contacto personal con escritores bien conocidos<br />
con un público y un cierto prestigio con los publishers. Su recomendación puede llevar aparejada<br />
un peso suficiente como para suavizar las dificultades principales propias del recién llegado. Así,<br />
es casi una regla que el trabajo del principiante no pasa directamente desde él a la autoridad<br />
apropiada sino que toma la ruta indirecta y dificultosa de pasar por el escritorio de un artista<br />
reputado (op. cit., p. 53).<br />
21 Así vemos cómo la reunión entre autor y publisher puede ser vivenciada e interpretada en la<br />
lógica de una armonía pre-establecida y una predestinación: 'Están ustedes contentos de ser<br />
publicados por Éditions de Minuit? --Si la hubiera hecho a mi placer hubiera ido con ellos<br />
directamente ... . Pero no me atreví, parecía demasiado grande para mí. Por ello, mandé mi<br />
manuscrito primero a X Éditions primero. Esto no suena muy a cumplido para X Éditions!<br />
Entonces ellos me rechazaron mi libro e igual lo llevé a Éditions de Minuit.-- ¿Cómo te fue con el<br />
publisher? --Primero que nada él me dijo lo que era mi libro. Vio cosas en él que yo no me atreví a<br />
esperar poder hacerlas, todo acerca del tiempo, las coincidencias' (Quinzaine litteraire, September<br />
15, 1966).<br />
22 Existir, en el sistema de relaciones simbólicas que constituyen el campo intelectual, es ser<br />
conocido y reconocido por facetas distintivas (una manera, un estilo, una especialidad, etc.), cuyas<br />
divisiones diferenciales pueden ser buscadas expresamente y las cuales pueden servir para elevar a<br />
uno fuera del anonimato y la insignificancia.<br />
23 'Excepto por aquellas páginas de apertura que parecen ser un pastiche más o menos consciente<br />
de la nueva novela, L'Auberge espagnole cuenta una historia fantástica pero perfectamente<br />
comprehensible, cuya acción obedece a la lógica de los sueños , no a la de la realidad' (É. Lalou,<br />
L'Express, octubre 26, 1966). Aquí, el crítico que sospecha que el joven novelista vagaba<br />
consciente o inconscientemente dentro de un salón de espejos cae él mismo en la trampa al<br />
describir lo que considera como una reflexión de la nueva novela a la luz de una reflexión común<br />
de la nueva novela.<br />
24 M. Proust, A la recherche du temps perdu: Sodome et Gomorrhe, Paris: N.R.F., 1927, II, 2,<br />
pp. 35-6. Las elecciones admiten con frecuencia justificaciones aun más sumarias; el mecanismo<br />
del péndulo mediante el cual cada generación tiende a rechazar las proposiciones implícitas que<br />
aportan la base para el consenso de la generación previa, debe agradecer parte de su efectividad al<br />
temor social de parecer ser asignado a una época que ya se fue y en consecuencia a ser situado en<br />
una posición devaluada en el campo intelectual; muchos tabús --aun en los temas menos<br />
acumulativos-- no tienen otro fundamento ('literatura de pre-guerra', 'sociologia de la Tercera<br />
República' o 'arte de estilo anticuado').<br />
25 'Al igual que la política, la vida artística consiste de una lucha para conseguir apoyos.' La<br />
analogía sugerida por Schücking (Op. cit., p. 197) entre el campo político y el campo intelectual<br />
está basada en una intuición que en parte es correcta pero que sobresimplifica la cuestión.<br />
26 Legitimidad no es legalidad; si los individuos provenientes de las clases menos favorecidas en<br />
aspectos culturales casi siempre al menos fingen estar de acuerdo con la legitimidad de las reglas<br />
estéticas propuestas por la cultura educada, esto no excluye la posibilidad de dedicar sus vidas, de<br />
facto, fuera de la esfera de aplicación de las reglas sin que las reglas pierdan por ello nada de su<br />
legitimidad, esto es, su pretensión de ser universalmente reconocidas. La regla legitimada puede no<br />
determinar de ninguna manera modos de conducta situados dentro de su esfera de influencia, puede<br />
tener solamente excepciones a su aplicación, pero ella no obstante define la modalidad de la<br />
experiencia que acompaña esos modos de conducta y no es posible para ella no ser pensada y<br />
reconocida, especialmente cuando es contravenida, como la regla de las conductas culturales<br />
cuando éstas desean ser consideradas como legítimas. En resumen, la existencia de lo que yo llamo<br />
legitimidad cultural radica en cada individuo, sea que lo desee o no, que lo admita o no, al estar<br />
situado, y al saber que es situado, en la esfera de aplicación de un sistema de reglas que hacen<br />
posible calificar y estratificar su comportamiento en un contexto cultural.<br />
27 Difícilmente necesita ser dicho que la percepción del campo intelectual como tal y la<br />
descripción sociológica de ese campo son más o menos accesibles al individuo dependiendo de la<br />
posición que él ocupa en el campo.<br />
28 Cf. R. Picard, Nouvelle critique ou nouvelle imposture, Paris: Jean-Jacques Pauvert,<br />
Colección 'Libertés', pp. 24, 35, 58 y 76.<br />
29 Cf. Barthes, Op. cit.: 'La crítica razonable hace todo lo posible para poner todo bajo una estaca:<br />
lo que es banal en la vida no debe ser perturbado; lo que es banal en un libro debería por el<br />
contrario hacerse que pareciera como banal' (p. 22); 'qué sabe él acerca de Freud excepto lo que ha<br />
leído en la serie "Que sais-je"?' (p. 24).<br />
30 'Cierto, esas tareas modestas y exigentes permanecen absolutamente indispensables; pero el<br />
viento de cambio de M. Barthes y sus amigos deberían también ser para todos la oprtunidad para<br />
un muy serio examen de conciencia' (Picard, op. cit., p. 79).<br />
31 Este tipo de actitud ambivalente está particularmente extendida entre los estrata más bajos de la<br />
intelligentsia, entre los periodistas, divulgadores, artistas controvertidos, productores de radio y<br />
televisión, etc.: muchas opiniones y modos de coducta tienen sus origenes en la relación que esos<br />
intelectuales tienen con la educación primera y en consecuencia con el establishment educativo.<br />
32 A. O. Lovejoy, The Great Chain of Being: A Study of the History of an Idea, Cambridge:<br />
Mass., Harvard University Press, 1961, p. II.<br />
33 M. Mauss, 'Introduction á l'analyse de quelques phénoménes religieux', in: Mélanges<br />
d'histoire des religions , XXIX.<br />
34 G. Bachelard, Le Nouvel Esprit scientifique, Paris: P.U.F.,1949, pp. 31 y 37-8.<br />
35 A. N. Whitehead, Science and the Modern World, 1926, p. 106.<br />
36 A. Hauser, The Social History of Art, I, translated by Godman, New York: Vintage Books,<br />
1957, pp. 41-2.<br />
37Quoted ibid., II, pp. 11-12.<br />
38 E. Panofsky, 'Die Perspektive als Simbolische Form', Vorträge der Bibliothek Warburg,<br />
1924-1925, Leipzig-Berlin, 1927, p. 257 sqq.<br />
39 L. Althusser, Pour Marx, Paris: Maspero, 1965, p. 62.<br />
40 Obviamente, en una sociedad de intelectuales formada por el sistema educacional, el<br />
autodidacta tiene necesariamente ciertas propiedades, todas negativas, que él debe tomar en cuenta<br />
y cuya marca es llevada por su proyecto creativo.<br />
41 Schücking muestra qué tan profunda y permanentemente marca la escuela a sus pupilos: 'Los<br />
más grandes artistas creativos y los más grandes revolucionarios de la historia no son la excepción<br />
aquí, pero permanecen situados a este respecto en los logros que ellos admiraron en la adolescencia<br />
y a los cuales se les había enseñado a apreciar. Con frecuencia toma mucho tiempo para que este<br />
aspecto desaparezca; en algunos casos nunca desaparece en absoluto. Es en verdad sorprendente la<br />
frecuencia con que los grandes poetas miran hacia arriba con reverencia a sus predecesores a<br />
quienes la posteridad no sólo los clasifica bien por debajo de su nivel, sino que también los mira<br />
como sus antípodas artísticas. Así le pareció a Russeau un acto de extraordinario atrevimimiento<br />
cuando él colocó su Nouvelle Héloise cerca de la Princesse de Cléves ...; así a lo largo de su vida<br />
Byron continuó venerando la obra neoclásica de Pope a la que se le concedieron positivamente<br />
honores divinos en el siglo en el que él había nacido. La fuerza de este departamento de<br />
impresiones recogidas durante los años escolares aun sobre los más grandes y libres de los<br />
espíritus en ningún lado se muestra más claramente que Martin Luther, quien declaró que "una<br />
página de Terrence" a quien él había estudiado en la escuela tenía el valor de todos los diálogos de<br />
Erasmo puestos juntos (op. cit., p. 79).<br />
42 E. Panofsky, Gothic Architecture and Scholasticism, New York, 1957, p. 28.<br />
43 Ibid., p. 40.<br />
44 Ibid., p. 24.<br />
45 Ibid., pp. 20-3.<br />
<br />
Espíritus de Estado<br />
Fuente: Revista Sociedad, de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)<br />
Espíritus de Estado<br />
Génesis y estructura del campo burocrático*<br />
Pierre Bourdieu<br />
* Este artículo apareció originalmente en Actes de la Recherche en Sciences Sociales, N°<br />
96-97, marzo de l993, pp.49-62. Su publicación en sociedad fue autorizada por el autor.<br />
Intentar pensar el Estado es exponerse a retomar en su provecho un pensamiento de<br />
Estado, a aplicar al Estado categorías de pensamiento producidas y garantizadas por el<br />
Estado, a desconocer, por consiguiente, la verdad más fundamental del Estado. Esta<br />
afirmación, que puede parecer a la vez abstracta y perentoria, se impondrá más<br />
naturalmente si al final de la demostración aceptamos volver a ese punto de partida, pero<br />
armados del conocimiento de uno de los poderes mayores del Estado, el de producir y de<br />
imponer (principalmente por medio de la escuela) las categorías de pensamiento que<br />
aplicamos espontáneamente a cualquier cosa del mundo y al Estado mismo.<br />
Pero, para dar una primera traducción más intuitiva de este análisis, y hacer sentir el<br />
peligro, que corremos siempre, de ser pensados por un Estado que creemos pensar, querría<br />
citar un pasaje de Maîtres anciens de Thomas Bernhard: “La escuela es la escuela del<br />
Estado, donde se hace de los jóvenes criaturas del Estado, es decir, ni más ni menos que<br />
agentes del Estado. Cuando entraba en la escuela, entraba en el Estado, y como el Estado<br />
destruye a los seres, entraba en el establecimiento de destrucción de seres. [...] El Estado<br />
me ha hecho entrar en él por la fuerza, como por otra parte a todos los demás, y me ha<br />
vuelto dócil a él, el Estado, y ha hecho de mí un hombre estatizado, un hombre<br />
reglamentado y registrado y dirigido y diplomado, y pervertido y deprimido, como todos<br />
los demás. Cuando vemos a los hombres, no vemos más que hombres estatizados,<br />
servidores del Estado, quienes, durante toda su vida sirven al Estado y, por lo tanto,<br />
durante toda su vida sirven a la contra-natura”.1<br />
La retórica muy particular de Thomas Bernhard, aquella del exceso, de la hipérbole en el<br />
anatema, conviene bien a mi intención de aplicar una suerte de duda hiperbólica al Estado<br />
y al pensamiento del Estado. No se duda nunca demasiado cuando se trata del Estado. Pero<br />
la exageración literaria corre el riesgo siempre de aniquilarse a sí misma desrealizándose<br />
por su mismo exceso. Y sin embargo, hay que tomar en serio lo que dice Thomas<br />
Bernhard: para darse alguna oportunidad de pensar un Estado que se piensa aun a través de<br />
quienes se esfuerzan en pensarlo (como Hegel o Durkheim, por ejemplo), hay que tratar de<br />
cuestionar todos los presupuestos y todas las preconstrucciones que están inscriptas en la<br />
realidad que se trata de analizar y en el mismo pensamiento de los analistas.<br />
Para mostrar hasta qué punto es necesaria y difícil la ruptura con el pensamiento, habría<br />
que analizar la batalla que estalló no hace mucho, en plena guerra del Golfo, a propósito de<br />
ese objeto a primera vista irrisorio que es la ortografía: la grafía correcta, designada y<br />
garantizada como normal por el derecho, es decir, por el Estado, es un artefacto social,<br />
muy imperfectamente fundado en una razón lógica y aun lingüística, que es el producto de<br />
un trabajo de normalización y de codificación enteramente análogo a aquel que el Estado<br />
opera también en dominios muy distintos. Ahora bien, cuando, en un momento dado del<br />
tiempo, el Estado o uno de sus representantes, emprende (como ha sido ya el caso, con los<br />
mismos efectos, hace un siglo) la reforma de la ortografía, es decir, el deshacer por decreto<br />
lo que el Estado había hecho por decreto, suscita inmediatamente la revuelta indignada de<br />
una gran proporción de aquellos que tienen una profesión ligada a la escritura, en el<br />
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Espíritus de Estado<br />
sentido más común, pero también en el sentido que les gusta darle a los escritores. Y, cosa<br />
notable, todos estos defensores de la ortodoxia ortográfica se movilizan en nombre de lo<br />
natural de la grafía en vigor y de la satisfacción, vivida como intrínsecamente estética, que<br />
procura el acuerdo perfecto entre las estructuras mentales y las estructuras objetivas, entre<br />
la forma mental socialmente instituida en los cerebros por el aprendizaje de la grafía<br />
correcta y la realidad misma de las cosas designadas por los vocablos diestramente<br />
graficados: para los que poseen la ortografía al punto de ser poseídos por ella, la ph<br />
perfectamente arbitraria de nenuphar se ha vuelto tan evidentemente indisociable de la flor<br />
que pueden invocar, con toda buena fe, a la naturaleza y a lo natural para denunciar una<br />
intervención del Estado destinada a reducir lo arbitrario de una ortografía que es, con toda<br />
evidencia, el producto de una intervención arbitraria del Estado.<br />
Se podrían multiplicar los ejemplos de casos semejantes en los que los efectos de las<br />
elecciones del Estado se han impuesto tan completamente en la realidad y en los espíritus<br />
que las posibilidades descartadas inicialmente (por ejemplo, un sistema de producción<br />
doméstica de electricidad análogo al vigente para la calefacción) parecen totalmente<br />
impensables. Así, por ejemplo, si la menor tentativa de modificar los programas escolares<br />
y sobre todo los horarios atribuidos a las diferentes disciplinas chocan casi siempre y en<br />
todos lados con resistencias formidables, no es solamente porque intereses corporativos<br />
muy poderosos (los de los profesores involucrados, principalmente) están atados al orden<br />
escolar establecido, es, también, que las cosas de la cultura, y en particular las divisiones y<br />
las jerarquías sociales del Estado que, instituyéndolas a la vez en las cosas y en los<br />
espíritus, confiere a un arbitrario cultural todas las apariencias de lo natural.<br />
La duda radical<br />
No se puede, entonces, darse algunas oportunidades de pensar verdaderamente un Estado<br />
que se piensa aun a través de aquellos que se esfuerzan en pensarlo, más que a condición<br />
de proceder a una suerte de duda radical dirigida a cuestionar todos los presupuestos que<br />
están inscriptos en la realidad que se trata de pensar y en el pensamiento mismo del<br />
analista.<br />
El ascendiente del Estado se hace sentir particularmente en el dominio de la producción<br />
simbólica: las administraciones públicas y sus representantes son grandes productores de<br />
“problemas sociales” que la ciencia social no hace a menudo sino ratificar al retomarlos<br />
por su cuenta como problemas sociológicos (bastaría, para hacer la prueba, con determinar<br />
la proporción, sin duda variable según el país y los momentos, de investigaciones que se<br />
plantean sobre problemas del Estado, pobreza, inmigración, fracaso escolar, etc., más o<br />
menos aderezadas científicamente).<br />
Pero la mejor constatación del hecho de que el pensamiento del pensador funcionario está<br />
atravesado de cabo a rabo por la representación oficial de lo oficial, es sin duda la<br />
seducción que ejercen las representaciones del Estado que, como en Hegel, hacen de la<br />
burocracia un “grupo universal” dotado de la intuición y de la voluntad de interés universal<br />
o, como en Durkheim, sin embargo tan prudente en la materia, un “órgano de reflexión” y<br />
un instrumento racional encargado de realizar el interés general.<br />
Y la dificultad enteramente particular de la cuestión del Estado proviene del hecho de que<br />
la mayor parte de los escritos consagrados a este objeto, bajo la apariencia de pensarlo,<br />
participan, de manera más o menos eficaz y más o menos directa, en su construcción y,<br />
entonces, en su existencia misma. Es el caso, principalmente, de todos los escritos<br />
jurídicos que, en especial en la fase de construcción y de consolidación, no revelan por<br />
completo su sentido más que si se sabe verlos no solamente como contribuciones teóricas<br />
para el conocimiento del Estado sino como estrategias políticas dirigidas a imponer una<br />
visión particular del Estado, visión conforme a los intereses y a los valores asociados a la<br />
posición particular de aquellos que los producen en el universo burocrático en vías de<br />
constitución (lo que olvidan a menudo los mejores trabajos históricos, como los de la<br />
Escuela de Cambridge).<br />
La ciencia social misma es, desde su origen, parte integrante de este esfuerzo de<br />
construcción de la representación del Estado. Todos los problemas que se plantean a<br />
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Espíritus de Estado<br />
propósito de la burocracia, como la cuestión de la neutralidad y del desinterés, se plantean<br />
también a propósito de la sociología que los plantea, pero en un grado de dificultad<br />
superior porque puede plantearse a su propósito la cuestión de la autonomía en relación<br />
con el Estado.<br />
Es por eso que hay que pedirle a la historia social de las ciencias sociales que ponga al día<br />
todas las adherencias inconscientes al mundo social que las ciencias sociales deben a la<br />
historia de la que son el resultado, problemáticas, teorías, métodos, conceptos, etc. Se<br />
descubre así, principalmente, que la ciencia social, en el sentido moderno del término (en<br />
oposición a la filosofía política de los consejeros del príncipe) está ligada a las luchas<br />
sociales y al socialismo, pero menos como una expresión directa de esos movimientos y de<br />
sus prolongaciones teóricas, que como una respuesta a los problemas que enuncian y a los<br />
que hacen surgir por su existencia: encuentra a sus primeros defensores entre los<br />
filántropos y reformadores, suerte de vanguardia esclarecida de los dominantes que espera<br />
de la “economía social” (ciencia auxiliar de la ciencia política), la solución de los<br />
“problemas sociales” y, en particular, de los que plantean los individuos y grupos “con<br />
problemas”.<br />
Una mirada comparativa sobre el desarrollo de las ciencias sociales permite plantear que<br />
un modelo encaminado a dar cuenta de las variaciones del estado de esas disciplinas según<br />
las naciones y según las épocas debería tener en cuenta dos factores fundamentales: por<br />
una parte, la forma que reviste la demanda social de conocimiento del mundo social en<br />
función principalmente de la filosofía dominante en las burocracias de Estado (liberalismo<br />
o keynesianismo, principalmente), una fuerte demanda estatal que pueda asegurar las<br />
condiciones favorables para el desarrollo de una ciencia social relativamente independiente<br />
de las fuerzas económicas (y de las demandas directas de los dominantes), pero<br />
fuertemente dependiente del Estado; por otra parte, la extensión de la autonomía del<br />
sistema de enseñanza y del campo científico en relación con las fuerzas económicas y<br />
políticas dominantes, autonomía que supone sin duda a la vez un fuerte desarrollo de los<br />
movimientos sociales y de la crítica social de los poderes y una fuerte independencia de los<br />
especialistas en relación con esos movimientos.<br />
La historia atestigua que las ciencias sociales no pueden acrecentar su independencia con<br />
relación a las presiones de la demanda social, que es la condición prioritaria de su progreso<br />
hacia la cientificidad más que apoyándose en el Estado: al hacerlo, corren el riesgo de<br />
perder su independencia con relación a él, a menos que estén preparadas para usar contra el<br />
Estado la libertad (relativa) que les asegura el Estado.<br />
La génesis: un proceso de concentración<br />
Anticipando los resultados del análisis, diré, en una forma transformada de la célebre de<br />
Max Weber (“el Estado es una comunidad humana que reivindica con éxito el monopolio<br />
del uso legítimo de la violencia física en un territorio determinado”), el Estado es una X (a<br />
determinar) que reivindica con éxito el monopolio del uso legítimo de la violencia física y<br />
simbólica en un territorio determinado y sobre el conjunto de la población correspondiente.<br />
Si el Estado está capacitado para ejercer una violencia simbólica es porque se encarna a la<br />
vez en la objetividad bajo la forma de estructuras y mecanismos específicos y también en<br />
la “subjetividad” o, si se quiere, en los cerebros, bajo la forma de estructuras mentales, de<br />
categorías de percepción y de pensamiento. Al realizarse en estructuras sociales y en<br />
estructuras mentales adaptadas a esas estructuras, la institución instituida hace olvidar que<br />
es la resultante de una larga serie de actos de institución y se presenta con todas las<br />
apariencias de lo natural.<br />
Es por eso que sin duda no hay instrumento de ruptura más poderoso que la reconstrucción<br />
de la génesis; al hacer resurgir los conflictos y las confrontaciones de los primeros<br />
comienzos y, al mismo tiempo, los posibles descartes, reactualiza la posibilidad de que<br />
hubiera sido (y de que sea) de otra manera y, a través de esta utopía práctica, cuestiona lo<br />
posible que, entre todos los otros, se encuentra realizado. Rompiendo con la tentación del<br />
análisis de esencia, pero sin renunciar a la intención de desprender invariantes, querría<br />
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Espíritus de Estado<br />
proponer un modelo de emergencia del Estado que apunta a dar cuenta de manera<br />
sistemática de la lógica propiamente histórica de los procesos al término de los cuales se<br />
ha instituido lo que llamamos Estado. Proyecto difícil, casi irrealizable, porque demanda<br />
conciliar el rigor y la coherencia de la construcción teórica y la sumisión a los datos, casi<br />
inagotables, acumulados por la investigación histórica.<br />
Para dar una idea de la dificultad del emprendimiento citaré simplemente a un historiador<br />
que, por el hecho de que permanece en los límites de su especialidad, la evoca, sin<br />
embargo, parcialmente: “Las zonas de la historia que han sido las más olvidadas son las<br />
zonas-fronterizas. Por ejemplo, las fronteras entre especialidades: así, el estudio del<br />
gobierno exige un conocimiento de la teoría del gobierno (es decir, de la historia del<br />
pensamiento político), un conocimiento de la práctica de gobierno (es decir de la historia<br />
de las instituciones) y, por último, un conocimiento del personal de gobierno (de historia<br />
social, entonces); ahora bien, pocos historiadores son capaces de moverse en esas<br />
diferentes especialidades con la misma seguridad. [...] Hay otras zonas fronterizas de la<br />
historia que requerirían ser estudiadas, por ejemplo la técnica de guerra en los principios<br />
del período moderno. Sin un mejor conocimiento de estos problemas es difícil medir la<br />
importancia del esfuerzo logístico emprendido por tal gobierno en una campaña dada. Pero<br />
estos problemas técnicos no deben ser estudiados desde el simple punto de vista del<br />
historiador militar en el sentido tradicional del término; el historiador militar debe ser<br />
también un historiador del gobierno. Quedan también muchas incógnitas en la historia de<br />
las finanzas públicas y del fisco; otra vez, el especialista debe ser más que un estrecho<br />
historiador de las finanzas en el sentido antiguo del término; tendría que ser historiador del<br />
gobierno, no sólo economista. Desgraciadamente la fragmentación de la historia en subsecciones,<br />
monopolios de especialistas y el sentimiento de que algunos aspectos de la<br />
historia están de moda mientras que otros están pasados de moda, no han contribuido casi a<br />
esta causa”.2<br />
El Estado es el resultado de un proceso de concentración de diferentes especies de capital,<br />
capital de fuerza física o de instrumentos de coerción (ejército, policía), capital económico,<br />
capital cultural o, mejor, informacional, capital simbólico, concentración que, en tanto tal,<br />
constituye al Estado en detentor de una suerte de meta-capital que da poder sobre las otras<br />
especies de capital y sobre sus detentores. La concentración de diferentes especies de<br />
capital (que va a la par de la construcción de los diferentes campos correspondientes)<br />
conduce, en efecto, a la emergencia de un capital específico, propiamente estatal, que<br />
permite al Estado ejercer un poder sobre los diferentes campos y sobre las diferentes<br />
especies particulares de capital y, en particular, sobre la tasa de cambio entre ellas (y al<br />
mismo tiempo, sobre las relaciones de fuerza entre sus detentores). Se sigue que la<br />
construcción del Estado va de la mano de la construcción del campo del poder entendido<br />
como el espacio de juego en el interior del cual los detentores de capital (de diferentes<br />
especies) luchan especialmente por el poder del Estado, es decir sobre el capital estatal que<br />
da poder sobre las diferentes especies de capital y sobre su reproducción (a través,<br />
principalmente, de la institución escolar).<br />
Aun cuando las diferentes dimensiones de este proceso de concentración (fuerzas armadas,<br />
fisco, derecho, etc.) sean interdependientes, hay, para las necesidades de la exposición y<br />
del análisis, que examinarlas una a una.<br />
Capital de fuerza física<br />
Es la concentración del capital de fuerza física la que ha sido privilegiada en la mayoría de<br />
los modelos de la génesis del Estado, desde los marxistas, inclinados a considerar al Estado<br />
como un simple órgano de coerción, hasta Max Weber y su definición clásica, o de<br />
Norbert Elias a Charles Tilly. Decir que las fuerzas de coerción (ejército y policía) se<br />
concentran es decir que las instituciones que tienen el mandato de garantizar el orden se<br />
separan progresivamente del mundo social ordinario; que la violencia física no puede ya<br />
ser aplicada sino por una agrupación especializada, encomendada especialmente a ese fin,<br />
http://www.politica.com.ar/Filosofia_politica/Espiritus_de_Estado_bourdieu.htm (4 of 16) [28/12/2002 01:57:42]<br />
Espíritus de Estado<br />
claramente identificada en el seno de la sociedad, centralizada y disciplinada y que el<br />
ejército profesional hace desaparecer poco a poco a las tropas feudales, amenazando<br />
directamente a la nobleza en su monopolio estatuario de la función guerrera. (Hay que<br />
reconocer a Norbert Elias, a quien se considera a menudo injustamente, principalmente<br />
entre los historiadores, ideas o tesis que hacen parte del fondo común de la sociología, el<br />
mérito de haber sabido todas las implicaciones del análisis weberiano al mostrar que el<br />
Estado no ha podido asegurarse progresivamente el monopolio de la violencia sin<br />
desposeer a sus rivales interiores de los instrumentos de la violencia física y del derecho de<br />
ejercerla, contribuyendo así a determinar una de las dimensiones esenciales del proceso de<br />
“civilización”).<br />
El Estado naciente debe afirmar su fuerza física en dos contextos diferentes: en el exterior,<br />
en relación con los otros Estados, actuales o potenciales (los príncipes rivales), en y por la<br />
guerra por la tierra –que impone la creación de ejércitos poderosos–; en el interior, en<br />
relación con los contra-poderes (príncipes) y las resistencias (clases dominadas). Las<br />
fuerzas armadas se diferencian progresivamente en, por un lado, las fuerzas militares<br />
dedicadas a la competición interestatal y, por el otro, las fuerzas de policía destinadas al<br />
mantenimiento del orden interior.3<br />
Capital económico<br />
La concentración del capital de fuerza física pasa por la instauración de un fisco eficiente,<br />
que va a la par de la unificación del espacio económico (creación del mercado nacional).<br />
La recaudación llevada a cabo por el Estado dinástico se aplica directamente al conjunto de<br />
los súbditos –y no, como la recaudación feudal, a los dependientes solamente que pueden a<br />
su vez imponer tasas a sus propios hombres–. El impuesto de Estado, que aparece en el<br />
último decenio del siglo XII, se desarrolla en relación con el incremento de los gastos de<br />
guerra. Los imperativos de la defensa del territorio, en principio invocados en momentos<br />
puntuales, se vuelven poco a poco la justificación permanente del carácter “obligatorio” y<br />
“regular” de las recaudaciones percibidas “sin límite de tiempo salvo la que el rey le asigna<br />
regularmente” y aplicables directa o indirectamente “a todos los grupos sociales”.<br />
Es así como se instaura progresivamente una lógica económica enteramente específica,<br />
fundada en la recaudación sin contrapartida y la redistribución que funciona como<br />
principio de la transformación del capital económico en capital simbólico, en principio<br />
concentrado en la persona del príncipe.4<br />
La institución del impuesto (contra las resistencias de los contribuyentes) está en una<br />
relación de causalidad circular con el desarrollo de las fuerzas armadas que son<br />
indispensables para extender o defender el territorio controlado y, por consiguiente, la<br />
recaudación posible de tributos e impuestos, pero también para imponer por la violencia la<br />
entrega del dinero de ese impuesto. La institucionalización del impuesto ha sido la<br />
culminación de una verdadera guerra interior llevada a cabo por los agentes del Estado<br />
contra las resistencias de los súbditos que se descubren como tales, principalmente, sino<br />
exclusivamente, descubriéndose como imponibles, como contribuyentes. Las ordenanzas<br />
reales prescriben cuatro grados de represión en caso de retardo: los embargos, las<br />
contraintes par corps (y por consiguiente la prisión), las contraintes solidaires, el<br />
alojamiento de guarniciones de soldados. Se deduce que la cuestión de la legitimidad del<br />
impuesto no puede dejar de ser planteada (Norbert Elias tiene razón al hacer notar que en<br />
los primeros comienzos la recaudación del impuesto se presenta como una especie de<br />
racket). Y es progresivamente como se llega a ver en el impuesto un tributo necesario a las<br />
necesidades de un destinatario trascendente a la persona del rey, es decir a ese “cuerpo<br />
ficticio” que es el Estado.<br />
El fraude fiscal está ahí aún hoy para atestiguar que la legitimidad del impuesto no va de<br />
suyo. Se sabe que, en la fase inicial, la resistencia armada no era considerada como<br />
desobediencia a las ordenanzas reales sino como defensa moralmente legítima de los<br />
derechos de la familia contra un fisco en el que no se reconocía al monarca justo y<br />
paternal.5 Desde los arrendamientos concluidos en buena y debida forma con el Tesoro<br />
real, hasta el último arrendatario imputado a la recaudación local, se interponen toda una<br />
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Espíritus de Estado<br />
cascada de subarrendatarios que hacen surgir sin cesar la sospecha de alienación del<br />
impuesto y de la usurpación de la autoridad, toda una larga cadena de pequeños<br />
recaudadores, a menudo mal pagados, que eran sospechosos de corrupción tanto a los ojos<br />
de sus víctimas como ante los ojos de los que poseían oficios de rango más elevado.6 El<br />
reconocimiento de una instancia trascendente a los agentes encargados de actualizarlo,<br />
realeza o Estado, así puesta al resguardo de una crítica profana, ha encontrado, sin duda,<br />
un fundamento práctico en la disociación entre el Rey y los ejecutantes injustos y corruptos<br />
que lo engañan al mismo tiempo que engañan al pueblo.7<br />
La concentración de fuerzas armadas y de recursos financieros necesarios para mantenerlas<br />
no se lleva a cabo sin la concentración de un capital simbólico de reconocimiento, de<br />
legitimidad. Tiene como consecuencia que el cuerpo de los agentes encargados de la<br />
recaudación y capaces de operar sin desviarlo en provecho propio y los métodos de<br />
gobierno y de gestión que pone en funcionamiento, contabilidad, archivo, juzgamiento de<br />
los diferendos, actos de procedimiento, control de actos, etc., estén a nivel de hacerse<br />
conocer y reconocer como legítimos, que sean “fácilmente identificados con la persona, la<br />
dignidad del poder”, “que los ujieres lleven su librea, se autorizan sus emblemas, que<br />
significan sus órdenes y su nombre” y también que los simples contribuyentes estén en<br />
condiciones de “reconocer los uniformes de los guardias, los escudos de los puestos de<br />
centinela” y de distinguir a los “gardes des fermes, los agentes de finanzas detestados y<br />
despreciados, de la caballería real, de los arqueros de gendarmería, de la Prévoté de l’Hotel<br />
o de los Gardes du Corps que tenían reputación de inatacables por el solo hecho de que su<br />
casaca tiene el color real”.8<br />
Todos los autores están de acuerdo en asociar el desarrollo progresivo del reconocimiento<br />
de la legitimidad de las recaudaciones oficiales a la emergencia de una forma de<br />
nacionalismo. Y es probable, en efecto, que la percepción general de impuestos haya<br />
contribuido a la unificación del territorio o, más exactamente, a la construcción, en la<br />
realidad y en la representación, del Estado como territorio unitario, como realidad<br />
unificada por la sumisión a las mismas obligaciones, impuestas ellas mismas por los<br />
mismos imperativos de defensa. También es probable que esta conciencia “nacional” se<br />
haya desarrollado en principio entre los miembros de las instituciones representativas que<br />
emergen en relación con la discusión del impuesto: se sabe, en efecto, que estas instancias<br />
están más dispuestas a consentir los impuestos si éstos les parecen motivados no por los<br />
intereses privados del príncipe sino por los intereses del país, primordialmente los<br />
imperativos de la defensa del territorio. El Estado se inscribe progresivamente en un<br />
espacio que no es todavía ese espacio nacional que devendrá seguidamente pero que ya se<br />
presenta como una jurisdicción de soberanía, con, por ejemplo, el monopolio del derecho<br />
de acuñar moneda (el ideal de los príncipes feudales, como de los reyes de Francia más<br />
tarde era de que no se sirviese más que de su moneda en los territorios sometidos a su<br />
dominación, pretensión que no se realizará hasta Luis XIV) y como soporte de un valor<br />
simbólico trascendente.<br />
Capital informacional<br />
La concentración del capital económico ligada a la instauración de un fisco unificado va de<br />
la mano de la concentración del capital informacional (del cual el capital cultural es una<br />
dimensión) que se acompaña de la unificación del mercado cultural. Así, muy pronto, los<br />
poderes públicos gestan investigaciones sobre el estado de los recursos (por ejemplo en<br />
1194, los agentes de tasación, empadronamiento de transportes y hombres armados que 83<br />
ciudades y abadías tuvieron que proveer cuando el rey reunió sus huestes; en 1221, un<br />
embrión de presupuesto, una cuenta de ingresos y gastos). El Estado concentra la<br />
información, la trata y la redistribuye. Y, sobre todo, opera una unificación teórica.<br />
Situándose desde el punto de vista del Todo, de la sociedad en su conjunto, es responsable<br />
de todas las operaciones de totalización, principalmente por medio del empadronamiento y<br />
la estadística o por la contabilidad nacional, y de objetivación, por la cartografía,<br />
representación unitaria, a sobrevuelo, del espacio o, simplemente, por la escritura,<br />
instrumento de acumulación del conocimiento (con el ejemplo de los archivos) y de la<br />
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Espíritus de Estado<br />
codificación como unificación cognitiva que implica una centralización y una<br />
monopolización en provecho de los clérigos o de los letrados.<br />
La Cultura es unificadora: el Estado contribuye a la unificación del mercado cultural al<br />
unificar todos los códigos: jurídico, lingüístico y operando así la homogeneización de las<br />
formas de comunicación, principalmente la burocrática (por ejemplo, los formularios, los<br />
impresos, etc.). A través de los sistemas de enclasamiento (según la edad y el sexo,<br />
principalmente) que están inscriptos en el derecho, los procedimientos burocráticos, las<br />
estructuras escolares y los rituales sociales, particularmente notables en el caso de<br />
Inglaterra o de Japón, el Estado modela estructuras mentales e impone principios de visión<br />
y de división comunes, formas de pensamiento que son al pensamiento cultivado lo que las<br />
formas primitivas de clasificación descriptas por Durkheim y Mauss son al “pensamiento<br />
salvaje”, contribuyendo con esto a construir lo que comúnmente se llama identidad<br />
nacional (o, en un lenguaje más tradicional, el carácter nacional).9<br />
Al imponer e inculcar universalmente (en los límites de su jurisdicción) una cultura<br />
dominante constituida así en cultura nacional legítima, el sistema escolar, a través<br />
principalmente de la enseñanza de la historia y particularmente de la historia de la<br />
literatura, inculca los fundamentos de una verdadera “religión cívica” y, más precisamente,<br />
los presupuestos fundamentales de la imagen (nacional) de sí. Así como lo muestran Philip<br />
Corrigan y Derek Sayer, los ingleses adhieren muy ampliamente –mucho más allá de la<br />
clase dominante– al culto de una cultura doblemente particular, en tanto que burguesa y en<br />
tanto que nacional con, por ejemplo, el mito de la Englishness entendida como conjunto de<br />
cualidades indefinibles e inimitables (por los no ingleses), reasonabless, moderation,<br />
pragmatism, hostility to ideology, quirkiness, eccentricity.10 Muy visible en el caso de<br />
Inglaterra que perpetúa con una extraordinaria continuidad (en el ritual judicial o en el<br />
culto de la familia real, por ejemplo) una tradición muy antigua, o, en el caso de Japón,<br />
donde la invención de la cultura nacional está directamente ligada a la invención del<br />
Estado, la dimensión nacionalista de la cultura se enmascara, en el caso de Francia, bajo<br />
apariencias universalistas: la propensión a concebir la anexión a la cultura nacional como<br />
promoción a lo universal funda tanto la visión brutalmente integradora de la tradición<br />
republicana (nutrida principalmente del mito fundador de la Revolución universal) como<br />
formas muy perversas de imperialismo universalista y de nacionalismo internacionalista.11<br />
La unificación cultural y lingüística se acompaña de la imposición de la lengua y de la<br />
cultura dominantes como legítimas y del rechazo de todas las otras como indignas (patois).<br />
El acceso de una lengua o de una cultura particular a la universalidad tiene por efecto la<br />
remisión de todas las otras a la particularidad; dicho de otro modo: el hecho de que la<br />
universalización de las exigencias así instituidas no se acompañe por la universalización<br />
del acceso a los medios de satisfacerla favorece, a la vez, la monopolización de lo<br />
universal por algunos y la desposesión de todos los demás, mutilados así, de alguna<br />
manera, en su humanidad.<br />
Capital simbólico<br />
Todo remite a la concentración de un capital simbólico de autoridad reconocida que,<br />
ignorado por todas las teorías de la génesis del Estado, aparece como la condición o, por lo<br />
menos el acompañamiento de todas las demás formas de concentración si es que deben<br />
tener cierta duración. El capital simbólico es cualquier propiedad (cualquier especie de<br />
capital: físico, económico, cultural, social) mientras sea percibido por los agentes sociales<br />
cuyas categorías de percepción son tales que están en condiciones de conocerlo (de<br />
percibirlo) y de reconocerlo, de darle valor. (Un ejemplo: el honor de las sociedades<br />
mediterráneas es una forma típica de capital simbólico que sólo existe a través de la<br />
reputación, es decir la representación que los otros se hacen en la medida en que<br />
comparten un conjunto de creencias apropiadas para hacerles percibir y apreciar ciertas<br />
propiedades y ciertas conductas como honorables o deshonrosas). Más precisamente, es la<br />
forma que toma toda especie de capital cuando es percibida a través de las categorías de<br />
percepción que son el producto de la incorporación de las divisiones o de las oposiciones<br />
inscriptas en la estructura de la distribución de esta especie de capital. Se deduce que el<br />
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Espíritus de Estado<br />
Estado, que dispone de medios para imponer e inculcar principios durables de visión y de<br />
división conformes a sus propias estructuras, es el lugar por excelencia de la concentración<br />
y del ejercicio del poder simbólico.<br />
El caso particular del capital jurídico<br />
El proceso de concentración del capital jurídico, forma objetivada y codificada del capital<br />
simbólico, sigue su lógica propia, que no es la de la concentración del capital militar ni la<br />
del capital financiero. En los siglos XII y XIII en Europa muchos derechos coexisten: hay<br />
jurisdicciones eclesiásticas, las cortes de la cristiandad, y jurisdicciones laicas, la justicia<br />
del rey, las justicias señoriales, las de los comunes (las ciudades), las de las corporaciones,<br />
las del comercio.12 La jurisdicción del señor de justicia se ejerce sólo sobre sus vasallos y<br />
los que residen en sus tierras (los vasallos nobles, los hombres libres no nobles y los<br />
siervos que están sometidos a reglas diferentes). En el origen el rey no tenía jurisdicción<br />
más que sobre el dominio real y no decidía sino en los procesos entre sus vasallos directos<br />
y los habitantes de sus propios señoríos; pero, como lo nota Marc Bloch, la justicia real “se<br />
insinúa” poco a poco en la sociedad entera.13<br />
Si bien no resulta de una intención, menos aun de un plan, y no constituye el objeto de<br />
ninguna concertación entre los que se benefician, principalmente el rey y los juristas, el<br />
movimiento de concentración se orienta siempre en una misma dirección y se crea un<br />
aparato jurídico. En principio los prebostes de quienes habla el “testamento de Philippe<br />
Auguste” (1190), después los baillis, oficiales superiores de la realeza que tienen<br />
audiencias solemnes y controlan a los prebostes, después, con San Luis, diferentes cuerpos,<br />
el Consejo de Estado, la Corte de cuentas, la corte judicial (Curia regis propiamente dicha)<br />
que toma el nombre de Parlamento y que, sedentaria y compuesta exclusivamente de<br />
legistas, se vuelve uno de los mayores instrumentos de la concentración del poder judicial<br />
en manos del rey, gracias al procedimiento de la apelación.<br />
La justicia real atrae poco a poco hacia ella a la mayoría de las causas criminales que iban<br />
antes a los tribunales de los señores o de la Iglesia: “los casos reales” que comportan<br />
menoscabo a los derechos de la realeza están reservados a los baillis reales (es el caso de<br />
los crímenes de lesa majestad: monederos falsos, falsificadores del sello); pero sobre todo<br />
los juristas desarrollan una teoría de la apelación que somete al rey a todas las<br />
jurisdicciones del reino. Mientras que las cortes feudales eran soberanas, se admite que<br />
todo juicio emitido por un señor de justicia puede ser denunciado al rey por la parte<br />
perjudicada si es contrario a las costumbres del país: este procedimiento llamado<br />
suplicación, se transforma poco a poco en apelación. Los juzgadores desaparecen<br />
progresivamente de las cortes feudales para dejar lugar a los juristas profesionales,<br />
oficiales de justicia. La apelación sigue la regla de la jurisdicción: se apela del señor<br />
inferior al señor de grado superior y del duque o del conde se apela al rey (sin poder saltar<br />
de grado y apelar directamente al rey).<br />
Es así como la realeza al apoyarse en los intereses específicos de los juristas (ejemplo<br />
típico de interés en lo universal) que, se verá, crean toda clase de teorías legitimadoras<br />
según las cuales el rey representa el interés común, da a todos seguridad y justicia,<br />
restringe la competencia de las jurisdicciones feudales (procede de la misma manera con<br />
las jurisdicciones eclesiásticas: limita, por ejemplo, el derecho de asilo de la Iglesia).<br />
El proceso de concentración del capital jurídico va de la mano de un proceso de<br />
diferenciación que culmina en la constitución de un campo jurídico autónomo. El cuerpo<br />
judicial se organiza y se jerarquiza: los prebostes se vuelven jueces ordinarios de casos<br />
ordinarios; los baillis y los senescales de ambulantes se vuelven sedentarios; tienen cada<br />
vez más lugartenientes que se vuelven oficiales de justicia irrevocables y que despojan<br />
poco a poco a los titulares, los baillis, así remitidos a funciones puramente honoríficas. En<br />
el siglo XIV aparece el ministerio público encargado de la demanda de oficio. El rey tiene<br />
también procuradores titulares que obran en su nombre y se vuelven poco a poco<br />
funcionarios.<br />
La ordenanza de 1670 cerró el proceso de concentración que ha despojado sucesivamente a<br />
las jurisdicciones eclesiásticas y señoriales en beneficio de las jurisdicciones reales. Ella<br />
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Espíritus de Estado<br />
ratifica las conquistas progresivas de los juristas: la competencia del lugar del delito se<br />
vuelve la regla, afirma la preeminencia de los jueces reales sobre los de los señores;<br />
enumera los casos reales, anula los privilegios eclesiásticos y comunales al plantear que los<br />
jueces de apelación son siempre reales. Brevemente, la competencia delegada a una cierta<br />
jurisdicción (un territorio) toma el lugar de la preeminencia o de la autoridad directamente<br />
ejercida sobre las personas.<br />
Por consiguiente, la construcción de las estructuras jurídico-administrativas que son<br />
constitutivas del Estado va de la mano de la construcción del cuerpo de juristas y de lo que<br />
Sarah Hanley llama el Family- State Compact, el contrato entre el cuerpo de juristas que se<br />
constituye como tal al controlar rigurosamente su propia reproducción y el Estado. The<br />
Family-State compact provided a formidable family model of socio-economic authority<br />
which influenced the state model of political power in the making at the same time.14<br />
Del honor a los honores<br />
La concentración del capital jurídico es un aspecto completamente central de un proceso<br />
más largo de concentración del capital simbólico bajo sus diferentes formas. Este capital es<br />
el fundamento de la autoridad específica de quien detenta el poder estatal y en particular de<br />
su poder, difícil de designar. Así, por ejemplo, el rey se esfuerza por controlar el conjunto<br />
de la circulación de los honores que pueden pretender los gentilhombres: trabaja para<br />
hacerse señor de los grandes beneficios eclesiásticos, de las órdenes de caballería, de la<br />
distribución de cargos militares, de cargos de corte y finalmente y sobre todo de los títulos<br />
de nobleza. Así se constituye poco a poco una instancia central de nombramiento.<br />
Se recuerda a los nobles de Aragón de los cuales hablaba V.G.Kiernan y que se decían<br />
ricos hombres de natura, gentilhombres por naturaleza o de nacimiento en oposición a los<br />
nobles creados por el rey. La distinción que evidentemente juega un rol en las luchas del<br />
señor con la nobleza y entre la nobleza y el poder real, es de importancia: opone dos vías<br />
de acceso a la nobleza, la primera, llamada “natural” no es otra cosa que la heredad y el<br />
reconocimiento público –por los otros nobles y por los plebeyos–, la segunda, legal, es el<br />
ennoblecimiento por el rey. Las dos formas de consagración coexisten durante mucho<br />
tiempo.<br />
Como bien lo muestra Arlette Jouanna,15 con la concentración en manos del rey del poder<br />
de ennoblecer, el honor estatutario fundado en el reconocimiento de los pares y de los otros<br />
y afirmado y defendido por el desafío y la proeza cede poco a poco su lugar a los honores<br />
atribuidos por el Estado que, como una moneda fiduciaria, valen en todos los mercados<br />
controlados por el Estado.<br />
El rey concentra cada vez más capital simbólico (lo que Mounier llama “las<br />
fidelidades”)16 y su poder de distribuir capital simbólico bajo la forma de cargos y de<br />
honores concebidos como recompensas no deja de crecer: el capital simbólico de la<br />
nobleza (honor, reputación) que descansaba en una estima social acordada tácitamente por<br />
un consenso social más o menos consciente, encuentra una objetivación estatutaria, casi<br />
burocrática (bajo la forma de edictos, de decretos que no hacen más que reconocer el<br />
consenso).<br />
Se puede ver un índice en las “grandes investigaciones de nobleza” que Luis XIV y<br />
Colbert disponen: el decreto del 22 de marzo de l666 ordena la institución de “un catálogo<br />
que contiene los nombres, sobrenombres, residencias y armas de los verdaderos<br />
gentilhombres”. Los intendentes pasan por la criba los títulos de nobleza (genealogista de<br />
las Ordenes del Rey y juez de armas entran en conflicto por los verdaderos nobles). Con la<br />
nobleza de toga, que debe su posición a su capital cultural, se está muy cerca de la lógica<br />
del nombramiento estatal y del cursus honorum fundado en el título escolar.<br />
Resumiendo, se pasa de un capital simbólico difuso, fundado únicamente en el<br />
reconocimiento colectivo a un capital simbólico objetivado, codificado, delegado y<br />
garantizado por el Estado, dicho brevemente, burocratizado.<br />
Se puede ver una ilustración muy precisa de este problema en las leyes suntuarias que<br />
tienden a reglar de manera rigurosamente jerarquizada la distribución de manifestaciones<br />
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Espíritus de Estado<br />
simbólicas (principalmente con respecto a la indumentaria) entre los nobles y los plebeyos<br />
y, sobre todo, probablemente, entre los distintos rangos de nobleza.17 El Estado<br />
reglamenta el uso de tejidos y adornos de oro, plata y de seda: haciéndolo, defiende a la<br />
nobleza de las usurpaciones de los plebeyos y, al mismo tiempo, extiende y refuerza su<br />
control sobre la jerarquía en el interior de la nobleza.<br />
La declinación del poder de distribución autónoma de los grandes tiende a asegurar al rey<br />
el monopolio del ennoblecimiento y, por la transformación progresiva de los cargos<br />
concedidos como recompensas en puestos de responsabilidad que exigen competencia e<br />
inscriptos en un cursus honorum que evoca una carrera burocrática, el monopolio del<br />
nombramiento. Así se instituye poco a poco esta forma sumamente misteriosa que es el<br />
power of appointing and dimissing the high officers of state. Así constituido enfountain of<br />
honour, of office and of privilege, según términos de Blackstone. El Estado distribuye los<br />
honores (honours) haciendo knights y baronets, inventando nuevas órdenes de caballería<br />
(knighthood), al conferir preeminencias ceremoniales, nombrado a los pares (peers) y a<br />
todos los detentores de funciones públicas importantes.18<br />
El nombramiento es un acto, en definitiva, muy misterioso que obedece a una lógica<br />
próxima a la de la magia tal como la describe Marcel Mauss. Como el brujo moviliza todo<br />
el capital de creencias acumulado por el funcionamiento del universo mágico, el presidente<br />
de la República que firma un decreto de nombramiento o el médico que firma un<br />
certificado (de enfermedad, de invalidez, etc.) moviliza un capital simbólico acumulado en<br />
y por toda la red de relaciones de reconocimiento que son constitutivas del universo<br />
burocrático. ¿Quién certifica la validez del certificado? Quien ha firmado el título que da<br />
licencia para certificar. Pero, ¿quién lo certifica a él a su turno? Esto entraña una regresión<br />
al infinito, al término de la cual “hay que detenerse” y se puede, a la manera de los<br />
teólogos, elegir dar el nombre de Estado al último (o al primero) de los eslabones de la<br />
larga cadena de los actos oficiales de consagración.19 Es él el que al oficiar como un<br />
banco de capital simbólico garantiza todos los actos de autoridad, actos a la vez arbitrarios<br />
y mal conocidos como tales de “impostura legítima”, como dice Austin: el presidente de la<br />
República es alguien que se cree ser el presidente de la República pero que, a diferencia<br />
del que cree ser Napoleón, es reconocido como con fundamento para hacerlo.<br />
El nombramiento o el certificado pertenecen a la clase de actos o de discursos oficiales,<br />
simbólicamente eficaces porque son cumplidos en situaciones de autoridad por personajes<br />
autorizados, “oficiales” que obran ex oficio, en tanto que detentan un officium (publicum),<br />
una función o un caso asignado por el Estado: el veredicto del juez o del profesor, los<br />
procedimientos de registro oficial, constataciones o procesos verbales, los actos destinados<br />
a producir un efecto de derecho, como los actos del estado civil, nacimiento, casamiento o<br />
deceso, o los actos de venta, instituyen por la magia del nombramiento oficial, declaración<br />
pública cumplida en las formas prescriptas, por los agentes titulados: juez, notario, ujier,<br />
oficial del estado civil, y debidamente registradas en los registros oficiales, las identidades<br />
sociales socialmente garantizadas (la del ciudadano, del elector, del contribuyente, del<br />
pariente, del propietario, etc.) o las uniones o los grupos legítimos (familias, asociaciones,<br />
sindicatos, partidos, etc.). Al anunciar con autoridad lo que un ser, cosa o persona, es en<br />
verdad (veredicto) en su definición social legítima, es decir, lo que está autorizado a ser, lo<br />
que tiene derecho a ser, el ser social que tiene derecho de reivindicar, de profesar, de<br />
ejercer (en oposición al ejercicio ilegal), el Estado ejerce un verdadero poder creador, casi<br />
divino y basta pensar en la forma de inmortalidad que acuerda, a través de actos de<br />
consagración como las conmemoraciones o la canonización escolar, para que sea lícito<br />
decir, deformando las palabras de Hegel que “el juicio del Estado es el último juicio”.20<br />
ESPIRITUS DE ESTADO<br />
Para comprender verdaderamente el poder del Estado en lo que tiene de más específico, es<br />
decir, la particular forma de eficacia simbólica que ejerce hay que integrar, como había<br />
sugerido en un artículo ya viejo,21 en un mismo modelo explicativo, tradiciones<br />
intelectuales tradicionalmente percibidas como incompatibles. Hay, así, que superar desde<br />
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Espíritus de Estado<br />
el comienzo la oposición entre una posición fisicalista del mundo social que concibe las<br />
relaciones sociales como relaciones de fuerza física y una visión “cibernética” o<br />
semiológica que hace de esas relaciones de fuerza simbólica, relaciones de comunicación.<br />
Las relaciones de fuerza más brutales son al mismo tiempo relaciones simbólicas y los<br />
actos de sumisión, de obediencia, son actos cognitivos que en tanto tales ponen en obra<br />
estructuras cognitivas, formas y categorías de percepción, principios de visión y de<br />
división: los agentes sociales construyen el mundo social a través de estructuras cognitivas<br />
(“formas simbólicas”, como dice Cassirer, formas de clasificación, como dice Durkheim,<br />
principios de visión y de división, sistemas de enclasamiento, maneras distintas de decir lo<br />
mismo en tradiciones teóricas más o menos separadas) susceptibles de ser aplicadas a<br />
todas las cosas del mundo y, particularmente, a las estructuras sociales.<br />
Estas estructuras estructurantes son formas históricamente constituidas, arbitrarias<br />
entonces, en el sentido saussuriano, convencionales, ex instituto, como decía Leibniz, de<br />
las cuales se puede trazar la génesis social. A estas estructuras cognitivas se les puede, al<br />
generalizar la hipótesis durkheimniana según la cual las “formas de clasificación” que los<br />
“primitivos” aplican al mundo son el producto de la incorporación de estructuras de los<br />
grupos en los cuales están insertas, encontrarles el principio en la acción del Estado: se<br />
puede, en efecto, suponer que en las sociedades diferenciadas el Estado es capaz de<br />
imponer y de inculcar de manera universal, a escala de una cierta jurisdicción territorial, un<br />
nomos (de nemo, partir, dividir, constituir partes separadas), un principio de visión y de<br />
división común, estructuras cognitivas y evaluativas idénticas o parecidas y que es, por ese<br />
hecho, el fundamento de “un conformismo lógico” y de un “conformismo moral” (las<br />
expresiones son de Durkheim), de un acuerdo tácito, prerreflexivo, inmediato acerca del<br />
sentido del mundo que está en el principio de la experiencia del mundo como “mundo del<br />
sentido común” (los fenomenólogos que han actualizado esta experiencia y los<br />
etnometodólogos que se dan como proyecto el describirla, no se dan los medios de<br />
fundarlas, de dar razón de ella: omiten plantear la cuestión de la construcción social, de los<br />
principios de la construcción de la realidad social que se esfuerzan por explicitar y omiten<br />
interrogarse sobre la contribución del Estado en la constitución de los principios de<br />
constitución que los agentes aplican al orden social).<br />
En las sociedades poco diferenciadas a través de toda la organización espacial y temporal<br />
de la vida social y, más especialmente a través de los ritos de institución que establecen<br />
diferencias definitivas entre aquellos que se han sometido al rito y aquellos que no lo han<br />
hecho, que se instituyen en los espíritus (o en los cuerpos) los principios de visión y de<br />
división comunes (cuyo paradigma es la división entre lo masculino y lo femenino). En<br />
nuestras sociedades el Estado contribuye en una parte determinante a la producción y a la<br />
representación de los instrumentos de construcción de la realidad social. En tanto<br />
estructura organizacional e instancia reguladora de las prácticas ejerce permanentemente<br />
una acción formadora de disposiciones durables, a través de todas las violencias y las<br />
disciplinas corporales y mentales que impone universalmente al conjunto de los agentes.<br />
Dicho de otro modo, impone e inculca todos los principios de enclasamiento<br />
fundamentales, según el sexo, según la edad, según la “competencia”, etc., y está en el<br />
principio de la eficacia simbólica de todos los ritos de institución, de todos aquellos que<br />
son el fundamento de la familia, por ejemplo, y también de todos aquellos que se ejercen a<br />
través del funcionamiento del sistema escolar, luego de la consagración, donde se<br />
instituyen entre los elegidos y los eliminados diferencias durables, a menudo definitivas, a<br />
la manera de aquellas que se instituye en el ritual de armarse caballero de la nobleza.<br />
La construcción del Estado se acompaña de la construcción de una suerte de trascendental<br />
histórico común inmanente a todos sus “sujetos”. A través del encuadramiento que impone<br />
a las prácticas el Estado instaura e inculca formas y categorías de percepción y de<br />
pensamiento comunes, cuadros sociales de la percepción, del entendimiento o de la<br />
memoria, estructuras mentales, formas estatales de clasificación. Por ello crea las<br />
condiciones de una suerte de orquestación inmediata de los habitus de los cuales es el<br />
fundamento, de una suerte de consenso sobre este conjunto de evidencias compartidas que<br />
son constitutivas del sentido común. Es así, por ejemplo, como los largos ritmos del<br />
calendario escolar y, en particular la estructura de las vacaciones escolares que determina<br />
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Espíritus de Estado<br />
las grandes “migraciones estacionales” de las sociedades contemporáneas, garantizan a la<br />
vez referentes objetivos comunes y principios de división subjetivos acordados que<br />
aseguran, más allá de la irreductibilidad del tiempo vivido, “experiencias internas del<br />
tiempo” suficientemente concordantes como para hacer posible la vida social.22<br />
Pero para comprender verdaderamente la sumisión inmediata que consigue el orden estatal<br />
hay que romper con el intelectualismo de la tradición neokantiana y darse cuenta de que<br />
las estructuras cognitivas no son formas de la conciencia sino disposiciones del cuerpo y<br />
que la obediencia que otorgamos a las injerencias estatales no puede ser comprendida ni<br />
como sumisión mecánica a una fuerza ni como consentimiento consciente a un(a) orden<br />
(en el doble sentido). El mundo social está sembrado de llamadas al orden que funcionan<br />
como tales para quienes están predispuestos a apercibirlas y que despiertan disposiciones<br />
corporales profundamente escondidas, sin pasar por la vía de la conciencia y el cálculo. Es<br />
esta sumisión dóxica de los dominados a las estructuras de un orden social de las cuales<br />
sus estructuras mentales son el producto, lo que el marxismo no puede comprender porque<br />
permanece encerrado en la tradición intelectualista de las filosofías de la conciencia: en la<br />
noción de “falsa conciencia” a la que apela para dar cuenta de los efectos de dominación<br />
simbólica, es “conciencia” que está de más y hablar de “ideología” es situar en el orden de<br />
las representaciones, susceptibles de ser transformadas por esta conversión intelectual que<br />
llamamos “toma de conciencia”, lo que se sitúa en el orden de las creencias, es decir, en lo<br />
más profundo de las disposiciones corporales. La sumisión al orden establecido es el<br />
producto del acuerdo entre las estructuras cognitivas que la historia colectiva (filogénesis)<br />
e individual (ontogénesis) ha inscripto en los cuerpos y las estructuras objetivas del mundo<br />
al cual se aplican: la evidencia de las injerencias del Estado se impone tan poderosamente<br />
porque ha impuesto las estructuras cognitivas según las cuales es percibido. (Habría que<br />
retomar, en esta perspectiva, un análisis de las condiciones que hacen posible el sacrificio<br />
supremo: pro patria mori).<br />
Pero hay que superar la tradición neo-kantiana, aun en su forma durkheimniana, en otro<br />
punto. Aun cuando al privilegiar el opus operatum se condena a ignorar la dimensión<br />
activa de la producción simbólica, principalmente mítica, es decir, la cuestión del modus<br />
operandi, de la “gramática generativa” en el lenguaje de Chomsky, el estructuralismo<br />
simbólico a la manera de Lévi-Strauss (o del Foucault de Las palabras y las cosas) tiene el<br />
mérito de abocarse a demostrar la coherencia de los sistemas simbólicos considerados<br />
como tales, es decir, uno de los principios mayores de su eficacia (como bien se ve en el<br />
caso del derecho, donde se la investiga deliberadamente, pero también en el caso del mito<br />
y la religión). El orden simbólico descansa en la imposición al conjunto de los agentes de<br />
estructuras estructurantes que deben una parte de su consistencia y de su resistencia al<br />
hecho de que son, en apariencia por lo menos, coherentes y sistemáticas y que están<br />
objetivamente acordadas con las estructuras objetivas del mundo social. Es este acuerdo<br />
inmediato y tácito (del todo opuesto a un contrato explícito) el que funda la relación de<br />
sumisión dóxica que nos liga, con todos los lazos del inconsciente, al orden establecido. El<br />
reconocimiento de la legitimidad no es, como lo cree Max Weber, un acto libre de la clara<br />
conciencia. Tiene sus raíces en el acuerdo inmediato entre las estructuras incorporadas,<br />
devenidas inconscientes, como las que organizan los ritmos temporales (por ejemplo, la<br />
división en horas, completamente arbitraria, del empleo del tiempo escolar) y las<br />
estructuras objetivas.<br />
Es este acuerdo prerreflexivo el que explica la facilidad, en definitiva muy sorprendente,<br />
con que los dominantes imponen su dominación: “Nada es más sorprendente para quienes<br />
consideran los asuntos humanos con una mirada filosófica que ver la facilidad con la cual<br />
los más numerosos (the many) son gobernados por los menos numerosos (the few) y<br />
observar la sumisión implícita con la cual los hombres revocan sus propios sentimientos y<br />
pasiones en favor de sus dirigentes. Cuando nos preguntamos por qué medios se realiza esa<br />
cosa chocante, encontramos que, como la fuerza está siempre del lado de los gobernados,<br />
los gobernantes no tienen nada más que la opinión para someterlos. Es así como el<br />
gobierno está fundado en la opinión solamente y esta máxima se extiende a los gobiernos<br />
más despóticos y a los más militares tanto como a los más libres y a los más populares”.23<br />
La sorpresa de Hume hace surgir la cuestión fundamental de toda filosofía política,<br />
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Espíritus de Estado<br />
cuestión que se oculta, paradójicamente, al plantear un problema que no se plantea<br />
verdaderamente como tal en la existencia ordinaria, el de la legitimidad. En efecto, lo que<br />
es problemático es que, en lo esencial, el orden establecido no constituye problema; que,<br />
fuera de situaciones de crisis, la cuestión de la legitimidad del Estado y del orden que<br />
instituye no se plantea. El Estado no tiene necesariamente necesidad de dar órdenes y de<br />
ejercer una coerción física para producir un mundo social ordenado: esto desde el tiempo<br />
en que estuvo en condiciones de producir estructuras cognitivas incorporadas que sean<br />
acordes con las estructuras objetivas y asegurar así la creencia de la que habla Hume, la<br />
sumisión dóxica al orden establecido.<br />
Dicho esto, no hay que olvidar que esta creencia política primordial, esta doxa, es una<br />
ortodoxia, una visión correcta, dominante, que es a menudo impuesta al término de luchas<br />
contra visiones rivales, y que la “actitud natural” de la que hablan los fenomenólogos, es<br />
decir la experiencia primera del mundo del sentido común, es una relación políticamente<br />
construida, como las categorías de percepción que la hacen posible. Lo que se presenta hoy<br />
en el modo de la evidencia, más acá de la conciencia y de la elección, ha sido muy a<br />
menudo, lo puesto en juego en luchas y no se ha instituido sino al término de<br />
enfrentamientos entre dominantes y dominados. El mayor efecto de la evolución histórica<br />
es el abolir la historia remitiendo al pasado, es decir al inconsciente, los colaterales<br />
posibles que fueron descartados. El análisis de la génesis del Estado como fundamento de<br />
los principios de visión y de división en vigor en la extensión de su jurisdicción, permite<br />
comprender, a la vez, la adhesión dóxica al orden establecido por el Estado y también los<br />
fundamentos propiamente políticos de esta adhesión en apariencia natural. La doxa es un<br />
punto de vista particular, el punto de vista de los dominantes, que se presenta y se impone<br />
como punto de vista universal; el punto de vista de los que dominan dominando al Estado<br />
y que han constituido su punto de vista como punto de vista universal al hacer al Estado.<br />
Así, para dar completamente cuenta de la dimensión propiamente simbólica del poder<br />
estatal, nos podemos ayudar con la contribución decisiva que Max Weber ha aportado en<br />
sus escritos sobre la religión a la teoría de los sistemas simbólicos, al reintroducir en ella a<br />
los agentes especializados y sus intereses específicos. En efecto, si él tiene en común con<br />
Marx el interesarse menos en la estructura de los sistemas simbólicos (a los que, por otra<br />
parte, no llama así) que en su función, tiene el mérito de llamar la atención sobre los<br />
productores de esos productos particulares (los agentes religiosos, en el caso que le<br />
interesa) y sobre sus interacciones (conflicto, concurrencia, etc.). A diferencia de los<br />
marxistas que, aun cuando puedan invocar tal texto de Engels que dice que para<br />
comprender el derecho hay que interesarse por el cuerpo de juristas, pasan por alto la<br />
existencia de agentes especializados de producción, Weber recuerda que, para comprender<br />
la religión, no basta con estudiar las formas simbólicas de tipo religioso, como Cassirer o<br />
Durkheim, ni siquiera la estructura inmanente del mensaje religioso o del corpus<br />
mitológico, como los estructuralistas; se interesa por los productores del mensaje religioso,<br />
por los intereses específicos que los animan, por las estrategias que emplean en sus luchas<br />
(la excomunión, por ejemplo). Y basta entonces con aplicar el modo de pensar<br />
estructuralista (que le es completamente extraño) no solamente a los sistemas simbólicos o,<br />
mejor al espacio de tomas de posición simbólicas en un dominio determinado de la<br />
práctica (por ejemplo, los mensajes religiosos) sino también al sistema de agentes que las<br />
producen o, mejor, al espacio de las posiciones que ocupan (lo que se llama el campo<br />
religioso, por ejemplo) en la concurrencia que los opone, para darse el medio de<br />
comprender esos sistemas simbólicos a la vez en su función, su estructura y su génesis.<br />
Y pasa lo mismo con el Estado. Para comprender la dimensión simbólica del efecto del<br />
Estado, y en particular de lo que puede llamarse el efecto de universal, hay que<br />
comprender el funcionamiento específico del microcosmos burocrático, analizar, pues, la<br />
génesis y la estructura de ese universo de los agentes del Estado que se han constituido en<br />
nobleza de Estado al instituir al Estado y, en particular, al producir el discurso<br />
performativo sobre el Estado que, bajo la apariencia de decir qué es el Estado, hace ser al<br />
Estado, al decir qué debería ser y, entonces, cuál debería ser la posición de los productores<br />
de ese discurso en la división del trabajo de la dominación. Hay que abocarse muy<br />
particularmente a la estructura del campo jurídico, poner al día los intereses genéricos del<br />
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Espíritus de Estado<br />
cuerpo de detentores de esta forma particular de capital cultural, predispuesta a funcionar<br />
como capital simbólico, que es la competencia jurídica y los intereses que se imponen a<br />
cada uno de ellos en función de su posición en un campo jurídico todavía débilmente<br />
autónomo, es decir, esencialmente en relación con el poder real. Y para dar cuenta de los<br />
efectos de universalidad o de racionalidad que he evocado hay que comprender también<br />
por qué los agentes tuvieron interés en dar una forma universal a la expresión de sus<br />
intereses particulares, en hacer una teoría del servicio público, del orden público y en<br />
trabajar así en la autonomización de la razón de Estado en relación con la razón dinástica,<br />
con la “casa del rey”, en inventar la “Res publica”, consecuentemente la república como<br />
instancia trascendente a los agentes –aunque se tratara del rey– que son la encarnación<br />
provisoria. Comprender cómo, en virtud y por causa de su capital específico, y de sus<br />
intereses particulares, fueron llevados a producir un discurso de Estado que, al mismo<br />
tiempo que les ofrecía justificaciones de su posición, constituía al Estado fictio juris que<br />
dejaba poco a poco de ser una simple ficción de los juristas para volverse un orden<br />
autónomo capaz de imponer muy ampliamente la sumisión a sus funciones y a su<br />
funcionamiento y el reconocimiento de sus principios.<br />
LA MONOPOLIZACION DEL MONOPOLIO<br />
Y LA NOBLEZA DE ESTADO<br />
La construcción del monopolio estatal de la violencia física y simbólica es inseparable de<br />
la construcción del campo de luchas por el monopolio de las ventajas ligadas a ese<br />
monopolio. La unificación y la universalización relativa que está asociada a la emergencia<br />
del Estado tiene como contraparte la monopolización por algunos de recursos universales<br />
que él produce y procura (Weber, como Elias después de él, han ignorado el proceso de<br />
constitución de un capital estatal y el proceso de monopolización de ese capital por parte<br />
de la nobleza de Estado que ha contribuido a producirlo o, mejor, que se ha producido<br />
como tal al producirlo). Pero ese monopolio de lo universal no puede ser obtenido sino al<br />
precio de una sumisión (por lo menos aparente) al universal y de un reconocimiento<br />
universal de la representación universalista de la dominación, presentada como<br />
dominación legítima, desinteresada. Quienes como Marx invierten la imagen oficial que la<br />
burocracia intenta dar de sí misma y describen a los burócratas como usurpadores de lo<br />
universal que obran como propietarios privados de los recursos públicos, ignoran los<br />
efectos bien reales de la referencia obligada a los valores de neutralidad y devoción<br />
desinteresada al bien público, que se impone con una fuerza creciente a los funcionarios de<br />
Estado a medida que avanza la historia del largo trabajo de construcción simbólica, al<br />
término del cual se inventa e impone la representación oficial del Estado como lugar de la<br />
universalidad y del servicio al interés general.<br />
La monopolización de lo universal es el resultado de un trabajo de universalización que se<br />
realiza principalmente en el campo burocrático. Como lo muestra el análisis del<br />
funcionamiento de esta institución extraña que se llama comisión, conjunto de personas<br />
que están investidas de una misión de interés general e invitadas a trascender sus intereses<br />
particulares para poder producir proposiciones universales, los personajes oficiales deben<br />
trabajar sin pausa sino para sacrificar su punto de vista particular “al punto de vista de la<br />
sociedad” para, por lo menos, constituir su punto de vista en punto de vista legítimo, es<br />
decir universal, principalmente recurriendo a una retórica de lo oficial.<br />
Lo universal es el objeto de un reconocimiento universal y el sacrificio de los intereses<br />
egoístas (muy especialmente los económicos) es universalmente reconocido como legítimo<br />
(el juicio colectivo no puede más que darse cuenta y aprobar el esfuerzo para elevarse del<br />
punto de vista singular y egoísta del individuo al punto de vista del grupo, una<br />
manifestación de reconocimiento del valor del grupo y del grupo mismo como fundador de<br />
todo valor, un pasaje del is al ought, entonces). Esto implica que todos los universos<br />
sociales tienden a ofrecer, en grados diferentes, beneficios materiales o simbólicos de<br />
universalización (los mismos que persiguen las estrategias dirigidas a “ponerse en regla”) y<br />
que los universos que, como el campo burocrático, reclaman con la mayor insistencia la<br />
sumisión a lo universal, son particularmente favorables para la obtención de tales<br />
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Espíritus de Estado<br />
beneficios. Es significativo que el derecho administrativo que, dirigido a instaurar un<br />
universo de devoción al interés general, se da por ley fundamental la obligación de<br />
desinterés, instituye la sospecha con respecto a la generosidad en principio práctico de la<br />
evaluación de las prácticas: “la administración no hace regalos”; la acción administrativa<br />
que beneficia de manera individualizada a una persona privada es sospechosa y aun ilícita.<br />
El beneficio de universalización es sin duda uno de los motores históricos del progreso de<br />
lo universal. Esto en la medida en que favorece la creación de universos donde son, por lo<br />
menos verbalmente, reconocidos los valores universales (razón, virtud, etc.) y donde se<br />
instaura un proceso de refuerzo circular entre las estrategias de universalización dirigidas a<br />
obtener los beneficios (por lo menos negativos) asociados a la conformidad con las reglas<br />
universales y las estructuras de esos universos oficialmente consagrados a lo universal. La<br />
visión sociológica no puede ignorar la distancia entre la norma oficial tal como se la<br />
enuncia en el derecho administrativo, la realidad de la práctica administrativa con todos los<br />
incumplimientos a la obligación del desinterés, todos los casos de “uso privativo del<br />
servicio público” (malversación de bienes o de servicios públicos, corrupción o tráfico de<br />
influencias, etc.) o, de manera más perversa, todos los salvoconductos, tolerancias<br />
administrativas, derogaciones, tráficos de función, que consisten en sacar provecho de la<br />
no aplicación o de la transgresión del derecho. Pero no puede permanecer ciega ante tantos<br />
otros efectos de esta norma que pide a los agentes sacrificar sus intereses privados a las<br />
obligaciones inscriptas en su función (“el agente se debe enteramente a su función”) o, de<br />
manera más realista, a los efectos de interés al desinterés y todas las formas de “piadosa<br />
hipocresía” que la lógica paradójica del campo burocrático puede favorecer.<br />
Notas<br />
1 T.Bernhard, Maîtres anciens (Alte Meister Komödie), Paris, Gallimard, 1988, p.34.<br />
2 Richard Bonney, “Guerre, fiscalité et activité d’Etat en France (1500-1660):Quelques<br />
remarques préliminaires sur les possibilités de recherche”, en Ph. Genet et M. Le Mené,<br />
eds., Genèse de l’Etat moderne, Prélèvement et redistribution, Paris, Ed. du CNRS, l987,<br />
pp.193-201, p.cit.193.<br />
3 En las sociedades sin Estado (como la antigua Kabylia o la Islandia de las sagas, cf.<br />
William Ian Miller, Bloodtaking and Pacemaking, Chicago, The University of Chicago<br />
Press, 1990), no hay delegación del ejercicio de la violencia en un grupo especializado<br />
claramente identificado en el seno de la sociedad. Se sigue de esto que no se puede escapar<br />
a la lógica de la venganza personal (hacerse justicia por sí mismo: rekba, vendetta) o de<br />
autodefensa. De ahí el problema de los trágicos: el acto del justiciero Orestes ¿no es un<br />
crimen tanto como el acto inicial del criminal? Problema que el reconocimiento de la<br />
legitimidad del Estado hace olvidar y que vuelve a aparecer en ciertas situaciones límites.<br />
4 Habría que analizar en detalle el paso progresivo de un uso “patrimonial” (o “feudal”) de<br />
los recursos fiscales en el cual una parte importante del producto público está<br />
comprometido en dones o regalos destinados a asegurar al príncipe el reconocimiento de<br />
sus rivales potenciales (por ello, entre otras cosas, el reconocimiento de la legitimidad de la<br />
recaudación fiscal) a un uso “burocrático” en tanto “gastos públicos”, transformación que<br />
es una de las dimensiones fundamentales de la transformación del Estado dinástico en<br />
Estado “impersonal”.<br />
5 Cf. J.Dubergé, La psychologie sociale de l’impôt, Paris, PUF, 1961 y G. Scmolders,<br />
Psychologie des finances et de l’impôt, Paris, PUF, 1973.<br />
6 Rodney H.Hilton, “Resistance to taxation and to other state impositions in Medieval<br />
England, en Genèse, op.cit., p.l69-177, especialmente pp.l73-174.<br />
7 Esta disposición del rey o del Estado en relación con las encarnaciones concretas del<br />
poder encuentra su plenitud en el mito del “rey oculto” (cf. Y.M.Bercé, Le roi caché, Paris,<br />
Fayard, 1991).<br />
8 Y.M.Bercé, loc.cit., p.164.<br />
9 Es sobre todo a través de la Escuela como, con la generalización de la educación<br />
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Espíritus de Estado<br />
elemental en el curso del siglo XIX, se ejerce la acción unificadora del Estado en materia<br />
de cultura, elemento fundamental de la construcción del Estado-nación. La creación de la<br />
sociedad nacional va de la mano de la afirmación de la educabilidad universal; al ser todos<br />
los individuos iguales ante la ley, el Estado tiene el deber de hacerlos ciudadanos, dotados<br />
de medios culturales para ejercer activamente sus derechos cívicos.<br />
10 Ph.Corrigan y D.Sayers, The Great Arch, English State Formation as Cultural<br />
Revolution, Oxford, Basil Blackwell, 1985, p.105 y ss.<br />
11 Cf. Pierre Bourdieu, “Deux imperialismes de l’universal”, en L’Amérique des Francais<br />
(bajo la dirección de C. Fauré T. Bishop), Paris, ed. Francois Bourin, 1992, p.149-155. La<br />
cultura forma parte tan profundamente de los símbolos patrióticos que toda interrogación<br />
crítica sobre sus funciones y su funcionamiento tiende a ser percibida como traición y<br />
sacrilegio.<br />
12 Cf. A.Esmein, Histoire de la procédure criminelle en France et spécialement de la<br />
procédure inquisitoire depuis le XIIe. siècle jusqu’à nos jours, Paris, 1882. Red. Francfort,<br />
Verlag Sauer und Auvermann KG, 1969 y H.J.Berman, Law and Revolution, The<br />
Formation of Western Legal Tradition, Cambridge, Harvard University Press, l983.<br />
13 M.Bloch, Seigneurie française et manoir anglais, Paris, A. Colin, 1967, p.85.<br />
14 S.Hanley, Engendering the State: Family Formations and State Building in Early<br />
Modern France, French Historical Studies, 16(1) spring, 1989, p.4-27.<br />
15 A.Jouanna, Le Devoir de révolte, la noblesse française et la gestation de l’état moderne,<br />
1559-1561, Paris, Fayard, 1989.<br />
16 R.Mousnier, Les institutions de la France sous la monarchie absolue, I, Paris, PUF,<br />
1980, p.94.<br />
17 Michèle Fogel, Modèle d’état et modèle social de dépense: les lois somptuaires en<br />
France de 1485 à 1560, en Ph.Genet et M. Le Mené, Genèse, op.cit., p.227-235 (esp.<br />
p.232).<br />
18 F.W.Maitland, The Constitutional History of England, Cambridge, Cambridge UP,<br />
1948, p.429.<br />
19 He mostrado, a propósito de Kafka, cómo la visión sociológica y la visión teleológica,<br />
pese a la aparente oposición, se juntan (P.Bourdieu, “La dernière instance”, en Le siècle de<br />
Kafka, Paris, Centre Georges Pompidou, 1984, p.268-270).<br />
20 La publicación en el sentido de procedimiento que tiene por objeto el hacer público, el<br />
poner en conocimiento de todos, encierra siempre la potencialidad de una usurpación del<br />
derecho de ejercer la violencia simbólica legítima que pertenece al Estado (y que se afirma<br />
por ejemplo en la publicación de un casamiento o en la promulgación de una ley) y el<br />
Estado tiende siempre a reglar todas las formas de publicación, impresión y publicación de<br />
libros, representaciones teatrales, predicación pública, caricatura, etc.).<br />
21 P.Bourdieu, “Sur le pouvoir symbolique”, Annales, 3, junio l997, p.405-441.<br />
22 Otro ejemplo es la división del mundo universitario y científico en disciplinas que se<br />
inscribe en los espíritus bajo la forma de habitus disciplinarios generadores de relaciones<br />
distorsionadas entre los representantes de las distintas disciplinas y también de<br />
limitaciones y de mutilaciones en las representaciones y las prácticas.<br />
23 David Hume, “On the First Principles of Government”, Essays and Treatises on Several<br />
Subjects, 1758.<br />
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ACERCA DE LA TELEVISION<br />
Pierre Bourdieu<br />
INTRODUCCION1<br />
Elegí presentar en televisión estas dos lecciones para tratar de ir más allá de los límites del<br />
público ordinario de un curso del Colegio de Francia. Pienso que la televisión, a través de diferentes<br />
mecanismos que me esfuerzo en describir de manera rápida – un análisis profundizado y sistemático<br />
habría demandado más tiempo -, crea dificultades en las diferentes esferas de la producción cultural,<br />
arte, literatura, ciencia, filosofía, derecho: creo incluso que, contrariamente a lo que piensan y dicen, sin<br />
duda de buena fe, los periodistas más conscientes de su responsabilidad, hace peligrar bastante a la<br />
vida política y democrática. Podría probarlo fácilmente analizando el tratamiento que, empujada por la<br />
búsqueda de una audiencia mayor, la televisión, seguida de una parte de la prensa, acordó a los<br />
promotores de actos xenófobos y racistas o mostrando las concesiones que hace diariamente a una<br />
visión reducida y estrechamente nacional, para no decir nacionalista, de la política. Y para aquéllos que<br />
sospecharon que mostraría en detalle sólo las particularidades de la televisión francesa, recordaré,<br />
entre miles de patologías de la televisión americana, el tratamiento mediático del proceso de O. J.<br />
Simpson o, más recientemente, la construcción de un simple asesinato como “crimen sexual”, con toda<br />
una serie de consecuencias jurídicas incontrolables. Pero es sin dudas un incidente ocurrido<br />
recientemente entre Grecia y Turquía el que mejor ilustra los peligros de la competencia sin límites por<br />
la audiencia: luego de llamados a la movilización y de proclamas belicistas de un canal de televisión<br />
privado -a propósito de un minúsculo islote desierto- Imia, los canales y las radios privadas griegas, y<br />
luego los diarios, se lanzaron a una intensa demagogia de delirios nacionalistas; los canales y<br />
periódicos turcos, llevados por la misma lógica de la competencia, entraron en combate. Desembarco<br />
de soldados griegos sobre el islote, desplazamiento de flotas, y la guerra no se evitó más que a último<br />
momento. Quizás lo esencial de la novedad, en las explosiones de xenofobia y de nacionalismo, que se<br />
observan en Turquía y en Grecia, pero también en la antigua Yugoslavia, en Francia o en alguna otra<br />
parte, reside en las posibilidades de explotar a pleno las pasiones primarias que se alimentan, hoy, por<br />
parte de los modernos medios de comunicación.<br />
Para tratar de respetar el contrato que establecí en este curso concebido como una<br />
intervención, me esforcé por exponer de modo de ser comprendido por todos. Lo que me obligó, en<br />
más de un caso, a simplificaciones o aproximaciones. Para poner en el primer plano lo esencial, es<br />
decir, el discurso, y su diferencia (o a la inversa) de lo que se practica ordinariamente en la televisión;<br />
elegí, de acuerdo con el director, evitar toda búsqueda formal en el enfoque y en la adopción de<br />
perspectivas y renunciar a las ilustraciones –extractos de emisiones, facsímiles de documentos,<br />
estadísticas, etc.– los que, aparte de tomar un tiempo precioso, habrían sin duda molestado el<br />
propósito de se quería ser argumentativo y demostrativo. El contraste con la televisión ordinaria -que<br />
era el objeto de análisis- era deseado, como una forma de afirmar la autonomía del discurso analítico y<br />
crítico, aun cuando fuera bajo las apariencias pedantes y pesadas, didácticas y dogmáticas de un curso<br />
magistral: el discurso articulado, que poco a poco ha sido excluido de los estudios de televisión - la<br />
regla quiere, se dice, que en los debates políticos, en Estados Unidos, las intervenciones no excedan<br />
los siete segundos – queda en efecto como una de las formas más seguras de la resistencia a la<br />
manipulación y de la afirmación de la libertad de prensa.<br />
Tengo consciencia de que la crítica por el discurso, a la que me encuentro reducido, no es<br />
más que un mal menor, un sustituto, menos eficaz y divertido, de lo que podría ser una verdadera<br />
1 Este texto es la transcripción revisada y corregida de la grabación integral de las dos emisiones<br />
realizadas el 18 de marzo de 1996 en el marco de una serie del Colegio de Francia y difundidas por<br />
Paris Première en mayo de 1996 ("Acerca de la televisión” y “El campo periodístico y la televisión”,<br />
Colegio de Francia, CNRS audiovisual). Reproduzco como anexo el texto de un artículo (inicialmente<br />
publicado en la introducción de un número de Actes de la recherche en sciences sociales<br />
consagrado a la influencia de la televisión) que presenta, bajo una forma más rigurosa, los temas de<br />
estas dos emisiones.<br />
Traducción de Roberto Marafioti<br />
1 14/12/2006<br />
crítica de la imagen por la imagen, tal como se la encuentra, aquí y allá, de Jean-Luc Godard en Tout<br />
va bien, Ici et ailleurs o Comment ça va hasta Pierre Carles. Consciente también de que lo que hago se<br />
inscribe en la prolongación, y el complemento, del combate constante de todos los profesionales de la<br />
imagen llevados a luchar por la “independencia del código de comunicación” y en particular por la<br />
reflexión crítica acerca de las imágenes de la cual Jean-Luc Godard, aun él, da una ilustración ejemplar<br />
con su análisis de una fotografía de Joseph Kraft y los usos que se hicieron de él. Y hubiera podido<br />
tomar a mi cuenta el programa que proponía el cineasta: “Este trabajo era comenzar a interrogarse<br />
políticamente (yo diría sociológicamente) acerca de las imágenes y los sonidos, y acerca de las<br />
relaciones. Era no decir más: ‘Es la imagen justa’ sino: ‘Es sólo una imagen’; no decir más ‘Es un oficial<br />
del Norte sobre un caballo’, sino ‘Es una imagen de un caballo y un oficial’.<br />
Puedo esperar, pero sin hacerme muchas ilusiones, que mis análisis no sean recibidos como<br />
“ataques” contra los periodistas y contra la televisión inspirados por no sé cual nostalgia pasada de una<br />
televisión cultural estilo Tele Sorbona o por el rechazo, reactivo o regresivo, de todo lo que la televisión<br />
puede, a pesar de todo, aportar a través de, por ejemplo, algunas emisiones de reportajes. Aunque<br />
para quejarme de que sirven sólo para alimentar la complacencia narcisista de un mundo periodístico<br />
muy inclinado a tener sobre sí mismo una mirada falsamente crítica, espero que podrán contribuir a dar<br />
los útiles o las armas a todos los que, incluso en los trabajos con las imágenes, luchan para que lo que<br />
hubiera podido ser un instrumento extraordinario de democracia directa no se convierta en un<br />
instrumento de opresión simbólica.<br />
2 14/12/2006<br />
1.<br />
EL ESTUDIO TELEVISIVO Y SUS BASTIDORES<br />
Querría plantear aquí, en la televisión, cierto número de preguntas acerca de la misma.<br />
Intención un poco paradójica ya que creo, en general, que no se puede decir gran cosa en la<br />
televisión, especialmente sobre la televisión. ¿No se debería, si es verdad que no se puede decir nada<br />
en la televisión, entonces concluir con un buen número de intelectuales, artistas, escritores, entre los<br />
más importantes, que uno se debe abstener de tratar de explicarse allí?<br />
Me parece que no se puede aceptar esta alternativa separada en términos de todo o nada.<br />
Creo que es importante ir a hablar en la televisión pero bajo ciertas condiciones. Hoy, gracias al<br />
servicio audiovisual del Colegio de Francia, me beneficio de condiciones excepcionales: en primer<br />
lugar, mi tiempo no está limitado. En segundo lugar, el tema de mi discurso no me fue impuesto<br />
-decidí libremente y aún puedo cambiarlo-. En tercer lugar, nadie está allí, como en las emisiones<br />
ordinarias, para llamarme al orden en nombre de la técnica, en nombre del "público que no<br />
comprenderá" o en nombre de la moral, del decoro, etc. Es una situación particular pues, para<br />
emplear un lenguaje pasado de moda, tengo un manejo de los instrumentos de producción que no es<br />
habitual. Insistiendo acerca de las condiciones excepcionales que se me ofrecieron, digo algo acerca<br />
de las condiciones ordinarias en las que uno es llevado a hablar a la televisión.<br />
Pero, ¿se dirá, por qué en las condiciones ordinarias se acepta, a pesar de todo, participar en<br />
emisiones televisivas? Es una pregunta importante y sin embargo la mayoría de los investigadores, de<br />
estudiosos, de escritores, para no hablar de los periodistas que aceptan participar, no se la plantean.<br />
Creo importante indagar acerca de esta ausencia de interrogación. Me parece que aceptando<br />
participar sin preocuparse de saber si se podrá decir algo, se traiciona muy claramente que no se está<br />
allí para decir algo sino por otras razones, sobre todo para hacerse ver y ser visto. "Ser”, decía<br />
Berkeley, “es ser percibido". Para algunos de nuestros filósofos (y escritores), ser, es ser percibido por<br />
la televisión, es decir, en definitiva, ser percibido por los periodistas, ser, como se dice, bien visto por<br />
los periodistas (lo que implica una buena cantidad de compromisos y condiciones) -y es verdad que al<br />
no poder casi contar con una producción incesante para existir en la continuidad, no tienen otro<br />
recurso que aparecer tan frecuentemente como sea posible en la pantalla, escribir en intervalos<br />
regulares y breves, obras que, como observaba Gilles Deleuze, tienen por función principal<br />
asegurarse invitaciones a la televisión-. Así, la pantalla televisiva se convirtió hoy en una especie de<br />
espejo de Narciso, un lugar de exhibición narcisista.<br />
Este preámbulo puede parecer un poco extenso, pero considero deseable que los artistas,<br />
los escritores y los estudiosos se planteen explícitamente la pregunta -si es posible colectivamente-,<br />
para que cada uno ante sí mismo no quede en la elección de saber si es preciso aceptar o no las<br />
invitaciones a la televisión, aceptar planteando condiciones o no, etc. Desearía mucho (siempre se<br />
puede soñar) que tomen cartas en este asunto, colectivamente, y que traten de instaurar<br />
negociaciones con los periodistas, especializados o no, para llegar a una especie de contrato. Va de<br />
suyo que no se trata ni de condenar ni de combatir a los periodistas, que sufren a menudo muchas<br />
restricciones que a su vez están obligados a imponer. Se trata, por el contrario, de asociarlos a una<br />
reflexión destinada a buscar las formas de sobrellevar en común las amenazas de la instrumentación.<br />
La opción del rechazo puro y simple de expresarse por la televisión no me parece defendible.<br />
Pienso incluso que, en ciertos casos, puede haber una suerte de deber, a condición de que sea<br />
posible hacerlo en ciertas condiciones razonables. Y para orientar la elección, hay que tomar en<br />
cuenta la especificidad del instrumento televisual. Se trata, con la televisión, de un instrumento que,<br />
teóricamente, da la posibilidad de alcanzar a todo el mundo. De allí un cierto número de preguntas<br />
previas: ¿lo que digo está destinado a todo el mundo? ¿Estoy en condiciones de hacer que mi<br />
discurso, por su forma, pueda ser escuchado por todo el mundo? Se puede incluso ir más lejos:<br />
¿debe ser escuchado por todo el mundo? Hay una misión de los investigadores, de estudiosos en<br />
particular -y puede ser especialmente apremiante para las ciencias sociales- que es restituir a todos<br />
las adquisiciones de la investigación. Somos, como decía Husserl, "funcionarios de la humanidad",<br />
3 14/12/2006<br />
pagados por el Estado para descubrir cosas, sea del mundo natural, sea del mundo social, y está en<br />
parte entre nuestras obligaciones, el restituir lo que hemos adquirido. Siempre me esforcé para<br />
aceptar o rechazar las invitaciones a partir del cedazo de estas interrogaciones previas. Y desearía<br />
que todos los que son convocados a ir a la televisión se las planteen porque los telespectadores, los<br />
críticos de la televisión, se las plantean y las plantean a propósito de sus apariciones: ¿Hay algo para<br />
decir? ¿Es en estas condiciones que se puede decir algo? ¿Lo que se dice merece ser dicho en este<br />
lugar? En una palabra, ¿qué se hace allí?<br />
Una censura invisible<br />
Pero vuelvo a lo esencial: empecé señalando que el acceso a la televisión tiene por<br />
contrapartida una formidable censura, una pérdida de autonomía ligada, entre otras cosas, a que el<br />
tema es impuesto, que las condiciones de la comunicación son establecidas y sobre todo que la<br />
limitación del tiempo impone al discurso restricciones tales que es poco probable que se pueda decir<br />
algo. Esta censura que se ejerce sobre los invitados, y también sobre los periodistas que contribuyen<br />
a hacerla pesar, se espera que yo diga que es política. Es cierto que hay intervenciones políticas, un<br />
control político (que se ejerce notablemente a través de las nominaciones a los puestos dirigentes). Es<br />
verdad que también y sobre todo en un período en que, como hoy, hay un ejército de reserva y una<br />
gran precariedad del empleo en las profesiones de la televisión y la radio, la propensión al<br />
conformismo político es muy grande. La gente se conforma con una forma consciente o inconsciente<br />
de autocensura sin que sea necesario hacer llamados al orden.<br />
Se puede también pensar en las censuras económicas. Es verdad que, en último término, lo<br />
que pesa en la televisión es la restricción económica. Dicho esto, uno no se puede contentar con decir<br />
que lo que pasa en la televisión está determinado por los que la poseen, por los anunciantes que<br />
pagan la publicidad, por entender que el Estado que da subsidios, y si no se sabía, subsidia a un canal<br />
de televisión por el nombre del propietario, la parte de los diferentes anunciantes en el presupuesto y<br />
la suma de las subvenciones. Sin entender todos estos factores no se comprendería gran cosa.<br />
Queda lo que es importante recordar. Es importante saber que la NBC es propiedad de General<br />
Electric, que CBS es propiedad de Westinghouse, que ABC es propiedad de Disney, que TF1 es<br />
propiedad de Bouygues, lo que tiene consecuencias a través de una serie de mediaciones. Es<br />
evidente que hay cosas que un gobierno no le hará a Bouygues sabiendo que Bouygues está detrás<br />
de TF1. Éstas son cosas tan gruesas y groseras que la crítica más elemental las percibe, pero que<br />
esconden mecanismos anónimos, invisibles, a través de los cuales se ejercen censuras de todo tipo<br />
de órdenes que hacen de la televisión un formidable instrumento de mantenimiento del orden<br />
simbólico.<br />
Debo detenerme un instante en este punto. El análisis sociológico se enfrenta a menudo a<br />
un malentendido: aquéllos que están inscriptos en el objeto de análisis, en el caso particular de los<br />
periodistas, tienden a pensar que el trabajo de enunciación, de develamiento de los mecanismos, es<br />
un trabajo de denuncia, dirigido contra personas o, como se dice, "ataques", ataques personales, ad<br />
hominem (dicho esto, si el sociólogo o el escritor dijera la décima parte de lo que escucha cuando<br />
habla con los periodistas a propósito de los "asuntos internos", por ejemplo, o acerca de la fabricación<br />
-es la palabra justa- de los programas, sería denunciado por los mismos periodistas por su partido<br />
tomado y su falta de objetividad). La gente, de manera general, no estima ser tomada como objeto,<br />
objetivada, y los periodistas menos que ningún otro. Se siente dirigida, sujetada, mientras que cuanto<br />
más se avanza en el análisis del medio, más uno se orienta a dejar de lado la responsabilidad de los<br />
individuos, -lo que no quiere decir que se justifique todo lo que pasa allí-, y cuanto más se comprende<br />
cómo funciona, más se comprende también que los que participan allí son manipulados tanto como<br />
manipuladores. Manipulan aun más, a menudo, que lo que son ellos mismos manejados y más<br />
inconscientes de serlo. Insisto en este punto, sabiendo que, a pesar de todo, lo que digo será<br />
percibido como una crítica; reacción que es también una manera de defenderse contra el análisis.<br />
Creo incluso que la denuncia de escándalos, de hechos y fechorías de tal o cual presentador, o de los<br />
salarios exorbitantes de algunos productores, puede contribuir a perder de vista lo esencial, en la<br />
medida en que la corrupción de las personas esconde esta suerte de corrupción estructural (¿pero, es<br />
preciso, aún hablar de corrupción?) que se ejerce sobre el conjunto del sistema a través de<br />
mecanismos tales como la competencia para las partes del mercado que voy a tratar de analizar.<br />
4 14/12/2006<br />
Querría desmontar una serie de mecanismos que hacen que la televisión ejerza una forma<br />
particularmente perniciosa de violencia simbólica. Ésta es una violencia que se practica con la<br />
complicidad tácita de aquéllos que la sufren y también, a menudo, de aquéllos que la ejercen en la<br />
medida en que unos y otros son inconscientes de ejercerla o sufrirla. La sociología, como todas las<br />
ciencias, tiene por función revelar las cosas ocultas; haciendo esto puede contribuir a minimizar la<br />
violencia simbólica que se opera en las relaciones sociales y en particular en las de comunicación<br />
mediática.<br />
Tomemos lo más fácil: la información secundaria, que es siempre el material preferido de la<br />
prensa sensacionalista; la sangre y el sexo, el drama y el crimen siempre han hecho vender y el rating<br />
debía elevarse al inicio de los noticiosos. Estos ingredientes, ante la imagen de respetabilidad<br />
impuesta por el modelo de la prensa seria escrita, habían sido descartados o relegados. Pero la<br />
información general es también el conjunto de sucesos que divierten. Los magos tienen un principio<br />
elemental que consiste en llamar la atención sobre otra cosa que la que hacen. Una parte de la acción<br />
simbólica de la televisión, en el nivel de las informaciones por ejemplo, consiste en atraer la atención<br />
sobre hechos que tienen una naturaleza tal que pueden llamar la atención de todo el mundo, de allí<br />
que son ómnibus -es decir para todo el mundo. Los hechos ómnibus son aquellos que, como su<br />
nombre lo indica, no deben molestar a nadie, no llevan a elegir, no dividen, hacen al consenso,<br />
interesan a todo el mundo pero de manera tal que no tocan nada importante. Los acontecimientos<br />
generales son una suerte de alimento elemental, rudimentario, de la información que es muy<br />
importante porque interesa a todo el mundo sin provocar consecuencias y toma tiempo que podría ser<br />
empleado para decir otra cosa. Pues el tiempo es un componente extremadamente raro en la<br />
televisión. Y si se emplean minutos preciosos para decir cosas fútiles, es que las cosas por triviales<br />
que sean en realidad son muy importantes porque esconden cosas más valiosas. Si insisto sobre este<br />
punto, es porque se sabe que hay una proporción muy importante de gente que no lee ningún diario;<br />
que está dedicada en cuerpo y alma a la televisión como fuente única de información. La televisión<br />
tiene una especie de monopolio de hecho sobre la formación de los cerebros de una parte importante<br />
de la población. Poniendo el acento en la general, se llena este tiempo con el vacío, con la nada o casi<br />
nada, se desechan las informaciones pertinentes que debería poseer el ciudadano para ejercer sus<br />
derechos democráticos. Por esta vía, se orienta a una división, en materia de información, entre<br />
aquéllos que pueden leer los diarios llamados serios, si resisten a partir de la competencia con la<br />
televisión, los que tienen acceso a los diarios internacionales, a las radios extranjeras y, por otro lado,<br />
aquellos que tienen por todo bagaje político la información brindada por la televisión, es decir, casi<br />
nada (aparte del conocimiento directo que brinda la visión de hombres y mujeres, de sus expresiones,<br />
tantas cosas que hasta los más desprovistos culturalmente saben descifrar, lo que contribuye mucho<br />
a alejarlos de un buen número de responsables políticos).<br />
Esconder mostrando<br />
Puse el acento en lo más visible. Querría ir hacia cosas ligeramente menos visibles<br />
mostrando cómo la televisión puede, paradojalmente, esconder mostrando. Exhibiendo otra cosa que<br />
lo que debería mostrar si hiciera lo que se supone que debe hacer, es decir informar. O incluso<br />
mostrando lo que hay que mostrar, pero de tal manera que no se lo da a conocer o se lo vuelve<br />
insignificante o lo construye de tal manera que toma un sentido que no se corresponde de ninguna<br />
manera con la realidad.<br />
Sobre este punto, tomaría dos ejemplos prestados de los trabajos de Patrick Champagne.<br />
En La Misère du monde consagra un capítulo a la representación que los medios hacen de los<br />
fenómenos llamados de las "afueras de la ciudad"2 y muestra cómo los periodistas, llevados a la vez<br />
por las propensiones inherentes a su profesión, a su visión del mundo, a su formación, a su<br />
disposición, pero también por la lógica de la profesión, seleccionan de esta realidad particular que es<br />
la vida de las afueras de la ciudad, un aspecto absolutamente peculiar, en función de categorías de<br />
percepción que les son propias. La metáfora más comúnmente empleada por los profesores para<br />
explicar la noción de categoría, es decir, las estructuras invisibles que organizan lo percibido,<br />
determinando lo que se ve y lo que no se ve, es la de “anteojeras”. Estas categorías son el producto<br />
2<br />
"Banlieu"<br />
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de nuestra educación, de la historia, etc. Los periodistas tienen "anteojeras" particulares a partir de las<br />
cuales ven algunas cosas y otras no; y sólo de una cierta manera las cosas que ven. Operan una<br />
selección y una construcción de lo que es seleccionado.<br />
El principio de selección es la búsqueda de lo sensacional, de lo espectacular. La televisión<br />
apela a la dramatización, en el doble sentido: pone en escena, en imágenes, un hecho y exagera su<br />
importancia, la gravedad y el carácter dramático, trágico. Para las afueras de la ciudad, lo que importa<br />
son los motines. Es ya una gran palabra... (Se hace el mismo trabajo sobre las palabras. Con palabras<br />
ordinarias, no se "conmueve al burgués", ni al "pueblo". Es necesario que se empleen términos<br />
extraordinarios. En resumen, paradojalmente el mundo de la imagen está dominado por palabras. La<br />
foto no es nada sin la leyenda que dice cómo debe leerse -legendum-, es decir, a menudo, leyendas<br />
que hacen ver cualquier cosa. Nombrar, ya se sabe, es hacer ver, es crear, llevar a la existencia. Y las<br />
palabras pueden causar estragos: islam, islamista, islámico -¿el pañuelo es islámico o islamista? ¿Y si<br />
se tratara de un mal vestido, sin más? Se me ocurre que tengo ganas de retomar cada palabra de los<br />
presentadores que a menudo hablan a la ligera, sin tener la menor idea de la dificultad y la gravedad<br />
de lo que evocan ni de las responsabilidades que favorecen evocándolas, ante millones de<br />
telespectadores, sin comprenderlos y sin entender que ellos no los comprenden. Porque estas<br />
palabras hacen cosas, crean fantasmas, temores, fobias o, simplemente, representaciones falsas).<br />
Los periodistas, grosso modo, se interesan en lo excepcional, en lo que es excepcional para ellos. Lo<br />
que puede ser banal para otros podrá ser extraordinario para ellos y a la inversa. Se interesan en lo<br />
que rompe con lo ordinario, lo que no es cotidiano -los diarios deben ofrecer cotidianamente lo<br />
extracotidiano, no es fácil...-. De allí el lugar que acuerdan a lo extraordinario ordinario, es decir<br />
previsto por las esperas habituales, incendios, inundaciones, asesinatos, acontecimientos. Pero lo<br />
extraordinario es también y sobre todo lo que no es ordinario en relación con los otros diarios. Es lo<br />
que es diferente de lo ordinario y lo que es diferente de lo que los otros periódicos dicen de lo<br />
ordinario, o dicen ordinariamente. Es una restricción terrible: la que impone la persecución de la<br />
primicia. Para ser el primero en ver y hacer ver cualquier cosa, se está dispuesto a cualquier cosa, y<br />
como se copian mutuamente para ganarle a los otros, hacer ante los otros, o hacer de otro modo que<br />
los otros, se termina por hacer todos la misma cosa, la búsqueda de la exclusividad que -por otra<br />
parte, y en otros campos, produce originalidad, singularidad- lleva aquí a la uniformidad y a la<br />
banalización.<br />
Esta búsqueda interesada, encarnizada, de lo extra-ordinario puede tener, como las<br />
consignas directamente políticas o las autocensuras inspiradas por el temor a la autoexclusión,<br />
efectos políticos. Disponiendo de esta fuerza excepcional que es la imagen televisiva, los periodistas<br />
pueden producir efectos sin equivalentes. La visión cotidiana de los barrios marginales, con su<br />
monotonía y con su color gris, no dice nada a nadie, no interesa y a los periodistas menos que a<br />
nadie. Pero si les importara lo que pasa verdaderamente en los barrios de las afueras y quisieran<br />
verdaderamente mostrarlo, sería extremadamente difícil. No hay nada más difícil que hacer sentir la<br />
realidad en toda su banalidad. Flaubert solía decir: "hay que pintar bien al mediocre". Es el problema<br />
con el que se encuentran los sociólogos: volver extraordinario lo ordinario; evocar lo ordinario de<br />
manera que la gente vea hasta qué punto es extraordinario.<br />
Los riesgos políticos que son inherentes al uso corriente de la televisión se relacionan con la<br />
imagen que tiene la particularidad de producir lo que los críticos literarios llaman efecto de realidad,<br />
puede hacer ver y hacer creer en lo que hace ver. Este poder de evocación tiene efectos de<br />
movilización. Puede hacer existir ideas o representaciones, pero también grupos. La información<br />
general, los incidentes o los accidentes diarios, pueden ser cargados de implicaciones políticas, éticas,<br />
etc. propias para desencadenar sentimientos fuertes, a menudo negativos, como el racismo, la<br />
xenofobia, el temor-odio al extranjero y la simple rendición de cuentas; el hecho de referir, to record,<br />
reportar implica siempre una construcción social de la realidad capaz de ejercer efectos sociales de<br />
movilización (o de desmovilización).<br />
Otro ejemplo que tomo prestado a Patrick Champagne, el de la huelga de los estudiantes<br />
del Liceo en 1986, donde se ve cómo los periodistas pueden, en toda su buena fe, en toda su<br />
ingenuidad, dejándose conducir por sus intereses -lo que les interesa-, sus presupuestos, sus<br />
categorías de percepción y de apreciación, sus esperas inconscientes, producir efectos de realidad y<br />
efectos en lo real, que no son queridos por nadie y que, en ciertos casos, pueden ser catastróficos.<br />
Los periodistas tenían en la cabeza Mayo de 1968 y el temor de perder un "nuevo 68". Se trataban<br />
6 14/12/2006<br />
con adolescentes no muy politizados que no sabían mucho qué decir, entonces se busca portavoces<br />
(sin duda entre los más politizados) y se los toma en serio y los portavoces se toman ellos mismos en<br />
serio. Y la televisión que pretende ser un instrumento de registro se transformó en un instrumento de<br />
creación de la realidad. Se va cada vez más a un universo en el que el mundo social es descriptoprescripto<br />
por la televisión. Ella se transforma en árbitro del acceso a la existencia social y política.<br />
Supongamos que hoy se quisiera obtener el derecho a la jubilación a los 50 años. Hace unos años, se<br />
habría hecho una manifestación, se harían pancartas, se habría desfilado, se habría concurrido al<br />
Ministerio de Educación Nacional; hoy hay que tener un hábil consejero comunicacional (tal vez<br />
exagero pero apenas). Se hace en los medios algún gesto que conmueva: un disfraz, máscaras y se<br />
obtiene por televisión un efecto que no está lejos de aquél que obtendría una manifestación de 50.000<br />
personas.<br />
Uno de los desafíos de las luchas políticas, a escala con los cambios cotidianos o a escala<br />
global, es la capacidad de imponer principios de visión del mundo, anteojos tales que la gente ve el<br />
mundo según ciertas divisiones (los jóvenes y los viejos, los extranjeros y los franceses). Imponiendo<br />
estas divisiones, se hacen grupos, que se movilizan y que, haciéndolo, pueden llegar a convencer de<br />
su existencia, hacer presión y obtener beneficios. En estas luchas, hoy, la televisión juega un papel<br />
fundamental. Aquéllos que creen que basta con manifestarse sin ocuparse de la televisión se<br />
arriesgan a equivocarse: hay que producir cada vez más manifestaciones para la televisión, es decir,<br />
que sean de naturaleza tal que interesen a la gente del medio teniendo en cuenta lo que son sus<br />
categorías de percepción y así, conocidos, amplificados a partir de ellos, recibirán su plena eficacia.<br />
La transmisión circular de la información<br />
Hasta ahora hablé como si el sujeto de todos los procesos fuera el periodista. Pero él es una<br />
entidad abstracta que no existe; lo que existe, son periodistas diferentes según el sexo, la edad, el<br />
nivel de instrucción, el periódico, el "medio". El mundo de los periodistas es un mundo dividido donde<br />
hay conflictos, competencias, hostilidades. Dicho esto, mi análisis es verdadero porque lo que tengo<br />
en la mente es que los productos periodísticos son mucho más homogéneos de lo que se cree. Las<br />
diferencias más evidentes, ligadas sobre todo a la coloración política de los diarios (que, por otra<br />
parte, hay que decirlo, se decoloran cada día más...), esconden similitudes profundas, ligadas<br />
notablemente a las restricciones impuestas por las fuentes y por toda una serie de mecanismos, el<br />
más importante de los cuales es la lógica de la competencia. Se dice siempre, en nombre del credo<br />
liberal, que el monopolio uniformiza y que la competencia diversifica. No tengo nada, evidentemente,<br />
contra la competencia, pero observo sólo que, cuando ella se ejercita entre periodistas o entre<br />
periódicos que están sometidos a las mismas restricciones, a los mismos sondeos y anunciantes<br />
(basta ver con qué facilidad los periodistas se pasan de un diario a otro), homogeneiza. Hay que<br />
comparar las coberturas de los semanarios franceses con quince días de intervalo: tienen casi los<br />
mismos títulos. Incluso en los noticiosos televisivos o radiales, para mejor o para peor, sólo cambia el<br />
orden de las informaciones.<br />
Esto tiene que ver, por una parte, con el hecho de que la producción es colectiva. En el cine,<br />
por ejemplo, las obras son productos colectivos de los cuales los genéricos dan testimonio. Pero el<br />
agente de los mensajes televisivos no se reduce al grupo conformado por los que trabajan en una<br />
redacción; engloba al conjunto de periodistas. Uno se plantea la pregunta "¿pero quién es el sujeto del<br />
discurso?" No se está nunca seguro de ser el sujeto de lo que se dice... Decimos muchas menos<br />
cosas originales de las que creemos. Pero esto es particularmente verdadero en el universo en que<br />
las restricciones colectivas son muy fuertes y en particular las restricciones de la competencia, en la<br />
medida en que cada uno de los productores está llevado a hacer cosas que no haría si no existieran<br />
los otros: cosas que hace, por ejemplo, para llegar antes que los otros. Nadie lee tantos periódicos<br />
como los periodistas que, por otro lado, tienen la tendencia a pensar que todo el mundo lee todos<br />
los diarios. (Olvidan que, en principio, mucha gente no lee y que los que leen sólo lo hacen con un<br />
diario. No es frecuente que se lea el mismo día Le Monde, Le Figaro y Libération, a menos que se<br />
sea un profesional). Para los periodistas, la lectura de diarios es una actividad indispensable y la<br />
revista es un instrumento de trabajo: para saber lo que se va a decir, hay que saber lo que los otros<br />
dicen. Es uno de los mecanismos a través de los cuales se engendra la homogeneidad entre los<br />
productos propuestos. Si Libération hace esto sobre tal acontecimiento, Le Monde no puede quedar<br />
7 14/12/2006<br />
indiferente, deja de individualizarse un poco (a fortioiri si es de TF1 que se trata) para marcar la<br />
distancia y guardar su reputación de altura y seriedad. Pero estas pequeñas diferencias a las<br />
cuales, subjetivamente, los diferentes periódicos les asignan tanta importancia, esconden enormes<br />
similitudes. En los comités de redacción, se pasa una parte considerable del tiempo hablando de<br />
otros diarios, y en particular de “lo que hicieron y no hicieron” (“¡Se perdió eso!”) y lo que hubieran<br />
debido hacer - sin discusión- cuando lo hicieron. Es quizás más visible en el orden de la crítica<br />
literaria, artística o cinematográfica. Si X habla de un libro en Libération, Y deberá comentarlo en Le<br />
Monde o en Le Nouvel Observateur, incluso si lo encuentra nulo o sin importancia e inversamente.<br />
Así se hacen los éxitos mediáticos, a veces correlativos con los éxitos de ventas (aunque no<br />
siempre).<br />
Esta suerte de juego de espejos que se reflejan mutuamente produce un formidable efecto<br />
de clausura, de cerrazón mental. Otro ejemplo de este efecto de interlectura se cumple en todas las<br />
entrevistas: para hacer el programa del noticioso del mediodía, hay que haber visto los títulos del<br />
noticioso de la noche anterior y los de la mañana y para hacer mis títulos del diario de la tarde es<br />
necesario que haya leído los diarios de la mañana. Esto forma parte de las exigencias tácitas del<br />
trabajo, para estar a tono y a menudo con diferencias ínfimas, a las cuales los periodistas asignan<br />
una importancia fantástica y que pasan completamente desapercibidas para el televidente. (He aquí<br />
un efecto de campo particularmente típico: se hacen en referencia a los competidores, cosas para<br />
ajustarse a los deseos de los clientes.) Por ejemplo, los periodistas dirán - cito - “Reventamos a<br />
TF1”, como manera de confesar que una buena parte de sus esfuerzos lleva a producir pequeñas<br />
diferencias. “Se la dimos a TF1”, esto significa: tenemos un diferencial de sentido; “ellos no dieron<br />
con el tono, nosotros sí”. Diferencias absolutamente imperceptibles para el espectador medio, que<br />
sólo podría percibir si viera dos canales al mismo tiempo; son imperceptibles, pero muy importantes<br />
desde el punto de vista de los productores que creen que, siendo percibidas, contribuyen al éxito del<br />
ráting, y perder un punto en algunos casos es mortal. No es más que una de las ecuaciones, falsas<br />
desde mi punto de vista, a propósito de las relaciones entre el contenido de las emisiones y su<br />
efecto supuesto.<br />
Las opciones que se presentan en la televisión son, de algún modo, elecciones sin sujeto.<br />
Para explicar esta afirmación quizás un poco excesiva, invocaré simplemente los efectos del<br />
mecanismo de transmisión circular al que hice alusión rápidamente: el hecho de que los periodistas,<br />
en la práctica, tengan muchas características comunes, de condición pero también de origen y de<br />
formación, el que se lean unos a los otros, se vean en los debates en que se vuelven a encontrar<br />
siempre los mismos, tiene efectos de clausura y, no hay que dudar en decirlo, de censura tan<br />
eficaces - más, incluso, porque su mecanismo es invisible- como aquéllos que corresponden a una<br />
burocracia central o de una intervención política expresa. (Para medir la fuerza de clausura de este<br />
círculo vicioso de la información, basta con tratar de hacer penetrar -para que salga hacia el gran<br />
público - una información no programada, sobre la situación de Argelia, sobre el estatuto de los<br />
extranjeros en Francia, etc. La conferencia de prensa, el comunicado no sirven para nada; el<br />
análisis que se lleva a cabo aburre y es imposible que pase al diario, a menos que sea firmado por<br />
un nombre conocido, que hace vender. Para romper este círculo hay que proceder por efracción,<br />
pero ésta no puede ser más que mediática; hay que acordar en dar un golpe que interese a los<br />
medios o, por lo menos, a un “medio” y que podrá ser arrastrado por el efecto de la competencia.)<br />
Si uno se pregunta, cuestión que puede parecer un poco inocente, cómo se informa la gente<br />
que está a cargo de informarnos, parece que, en buena medida, lo hacen a través de otros<br />
informadores. Por supuesto, está AFP, las agencias, las fuentes oficiales (ministerios, policía, etc.)<br />
con las cuales los periodistas tienen que mantener relaciones de intercambio muy complejas. Pero<br />
la parte más determinante de los contenidos, es decir la información sobre la información que<br />
permite decidir lo que es importante y lo que merece ser transmitido viene en una buena medida de<br />
otros informadores. Y esto lleva a una suerte de nivelación, de homogeneización de jerarquías.<br />
Recuerdo haber tenido una entrevista con un director de programación a quien todo le parecía<br />
evidente. Le preguntaba: “¿Por qué pone esto antes que esto otro?”. Y me respondía: “Es evidente”.<br />
Y es sin duda por esta razón que ocupaba el lugar en el que estaba; es decir, porque las categorías<br />
de percepción estaban ajustadas a las exigencias objetivas. Por supuesto, en las diferentes<br />
posiciones en el interior de un mismo medio, los diferentes periodistas no encuentran igualmente<br />
evidente lo que se tiene por tal. Los responsables que encarnan el rating tienen un sentimiento de<br />
evidencia que no es necesariamente compartido por el pequeño escritorzuelo que desembarca, que<br />
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propone un tema y a quien se dice: “Esto no tiene ningún interés...”. No se puede concebir este<br />
medio como homogéneo: hay chicos, jóvenes, subversivos, casse-pieds que luchan<br />
desesperadamente para introducir pequeñas diferencias en el enorme bullicio homogéneo que<br />
impone el círculo (vicioso) de la información que circula de manera circular entre gente que tiene en<br />
común - no hay que olvidarlo -, el hecho de estar sometido al rating; ellos mismos son dependientes<br />
del rating.<br />
El rating es la tasa de audiencia que obtienen los diferentes canales (hay instrumentos,<br />
actualmente, en algunos canales, que permiten verificar la audiencia cada cuarto de hora e incluso<br />
-es un perfeccionamiento reciente- que permite ver las variaciones de las grandes categorías<br />
sociales). Se tiene pues un conocimiento muy preciso de lo que pasa y de lo que no. Este<br />
parámetro se convirtió en el juicio último del periodismo: incluso en sus sitios más autónomos;<br />
aparte quizás de Le Canard Enchaîné, Le Monde diplomatique, y algunas pequeñas revistas de<br />
vanguardia de gente generosa e “irresponsable”, el rating está en todos los cerebros. Actualmente<br />
hay una mentalidad-rating en todas las redacciones, las salas de edición, etc. En todos lados se<br />
piensa en términos de éxito comercial. Hace treinta años y a partir del siglo XIX, Baudelaire,<br />
Flaubert, etc., entre los escritores de vanguardia (escritores para escritores, reconocidos por sus<br />
pares o, incluso, entre los artistas que buscaban ser reconocidos por otros artistas) el éxito<br />
comercial inmediato era sospechoso: se veía en eso un signo de compromiso con el siglo, con el<br />
dinero... Hoy, cada vez más, el mercado es reconocido como la instancia de legitimación. Esto se ve<br />
bien en esa otra institución reciente que es la lista de los best-sellers. Escuché incluso esta mañana<br />
en la radio a un presentador comentar el último best-seller y decir: “La filosofía está de moda este<br />
año ya que El mundo de Sofía vendió 800.000 ejemplares”. Daba como veredicto absoluto, como<br />
juicio último, el de las cifras de ventas. A través del rating, la lógica del comercio se impone en las<br />
producciones culturales. Sin embargo, tengamos en cuenta que, históricamente, todas las<br />
producciones culturales que yo y cierto número de personas -no soy el único, espero- consideramos<br />
como las producciones más importantes de la humanidad, las matemáticas, la poesía, la literatura,<br />
la filosofía, todas ellas han sido creadas contra la lógica del comercio. Incluso, introducir esta<br />
mentalidad ráting hasta en los editores de vanguardia, aun en las instituciones especializadas que<br />
comienzan a hacer muestreos de audiencia, es muy inquietante porque esto induce a cuestionar las<br />
condiciones mismas de la producción de obras que pueden parecer esotéricas, porque no están<br />
pendientes de las expectativas del público, pero que sí son capaces de crear su público.<br />
La urgencia y el fast thinking<br />
Respecto de la televisión, la audiencia ejerce un efecto absolutamente particular: este se<br />
manifiesta en la presión de la urgencia. La competencia entre periódicos y la televisión, la que<br />
ocurre entre los canales, toma la forma de una competencia por la primicia, por ser el primero. Por<br />
ejemplo, en un libro en el que presenta cierto número de entrevistas con periodistas, Alain Accardo<br />
muestra cómo ellos son conducidos: porque un canal de la competencia ha “cubierto” una<br />
inundación, hay que “cubrir” esa inundación tratando de mostrar alguna cosa que el otro no<br />
consiguió. En resumen, hay objetos que son exhibidos a los teleespectadores porque se les<br />
imponen a los productores; y se les imponen a ellos porque la mecánica de la competencia con<br />
otros productores. Esta especie de presión cruzada que los periodistas hacen pesar unos a otros es<br />
generadora de toda una serie de consecuencias que se retraducen en elecciones, ausencias y<br />
presencias.<br />
Decía al inicio que la televisión no es muy favorable a la expresión del pensamiento.<br />
Establecía un vínculo, negativo, entre la urgencia y el pensamiento. Es un viejo tópico del discurso<br />
filosófico: es la oposición que hace Platón entre el filósofo que tiene tiempo y la gente que está en el<br />
ágora, la plaza pública, quienes están presionados por la urgencia. Sugiere que en la urgencia no se<br />
puede pensar. Es francamente aristocrático. Es el punto de vista del privilegiado que tiene tiempo y<br />
que no se pregunta demasiado acerca de su ventaja. Pero no es éste el lugar de discutir acerca de<br />
esta cuestión; lo que es seguro es que hay un vínculo entre el pensamiento y el tiempo. Y uno de<br />
los problemas mayores que plantea la televisión es el de las relaciones entre el pensamiento y la<br />
velocidad. ¿Se puede pensar en la velocidad? La televisión, dando la palabra a pensadores que<br />
están orientados a reflexionar en un ritmo acelerado, ¿no se condena a tener sólo fast-thinkers,<br />
9 14/12/2006<br />
pensadores que piensan más rápido que sus sombras...?<br />
Hay que preguntarse por qué son capaces de responder en estas condiciones particulares,<br />
porque deliberan en condiciones en las que nadie lo hace. La respuesta, me parece, es que piensan<br />
por “ideas recibidas”, aquellas de las que habla Flaubert, que son ideas recibidas por todo el mundo,<br />
banales, convencionales, comunes; pero son también concepciones que, cuando se las recibe,<br />
estaban ya de antemano, de manera que el problema de la recepción no aparece. Puesto que, se<br />
trate de una discusión, de un libro, de un mensaje televisivo, el problema mayor de la comunicación<br />
es el de saber si las condiciones de recepción son alcanzadas; ¿el que escucha tiene el código para<br />
poder decodificar lo que estoy diciendo? Cuando se enuncia una “idea recibida”, es como si<br />
estuviera hecha: el problema está resuelto. La comunicación es instantánea porque, en un sentido,<br />
no es tal. O no es más que aparente. El intercambio de lugares comunes es una comunicación sin<br />
otro contenido que el hecho mismo de la comunicación. Los “lugares comunes” que juegan un papel<br />
enorme en la conversación cotidiana tienen esta virtud de que todo el mundo puede recibirlos<br />
instantáneamente; por su banalidad, son comunes al emisor y al receptor. Por el contrario, el<br />
pensamiento, es subversivo: debe comenzar por desmontar las “ideas recibidas” y a continuación<br />
demostrar. Cuando Descartes habla de demostración, habla de largas cadenas de razones. Esto<br />
lleva tiempo, hay que desarrollar una serie de proposiciones encadenadas por expresiones como<br />
“en consecuencia”, “pues”, “dicho esto”..., porque este despliegue del pensamiento pensante está<br />
intrínsecamente ligado al tiempo.<br />
Si la televisión privilegia un cierto número de fast-thinkers que proponen un fast-food<br />
cultural, la alimentación cultural predigerida, prepensada, no es sólo porque (y esto forma parte<br />
también de la sumisión a la urgencia) tienen una libreta de referentes, por otro lado siempre la<br />
misma (sobre Rusia, es el señor o la señora. X, sobre Alemania, es el señor Y): hay comentaristas<br />
empujados a decir alguna cosa en verdad, es decir, a menudo jóvenes, aún desconocidos,<br />
comprometidos en su investigación, poco inclinados a frecuentar los medios, que habría que ir a<br />
buscarlos, pero que salen de la manga, siempre disponibles y prestos a poner en el papel alguna<br />
cosa o dar entrevistas, son los habitués de los medios. Se da también el hecho de que, para ser<br />
capaz de “pensar” en ciertas condiciones en las que nadie puede pensar, hay que ser un pensador<br />
de un tipo particular.<br />
Debates verdaderamente falsos o falsamente verdaderos<br />
Es nacesario que me referiera a los debates. En este punto voy a ser rápido porque pienso<br />
que la demostración es más fácil: hay, en principio, debates verdaderamente falsos, que se los<br />
reconoce de inmediato como tales. Cuando se ve en televisión a Alain Minc y Attali, Alain Minc y<br />
Sorman, Ferry y Finkielkraut, Julliard e Imbert..., son camaradas. (En EE.UU., hay gente que gana<br />
su vida yendo de una facultad a otra haciendo dúos de este tipo...). Se trata de personas que se<br />
conocen, que desayunan juntos, que cenan juntos. (Hay que leer el diario de Jacques Julliard,<br />
L’Année des dupes, que apareció en Seuil este año, para ver cómo funciona esto que digo). Por<br />
ejemplo, en una emisión de Durant acerca de las élites que yo había mirado, toda esta gente estaba<br />
presente. Estaba Attali, Sarkozy, Minc... En un momento dado, Attali, hablando a Sarkozy, le dijo<br />
“Nicolás... Sarkozy”. Hubo un silencio entre el nombre y el apellido: si se detenía en el nombre, se<br />
habría notado que eran compinches, que se conocían íntimamente, aunque sean, aparentemente,<br />
de dos partidos opuestos. Hay allí un pequeño signo de connivencia que podría pasar<br />
desapercibido. En síntesis, el universo de los invitados permanentes es un mundo clausurado de<br />
interconocimientos que funciona en una lógica de permanente autoreforzamiento. (El debate entre<br />
Serge July y Philippe Alexandre en Christine Ockrent, o su parodia por las marionetas que<br />
sintetizaron todo esto, es, desde este punto de vista, ejemplar). Se trata de adversarios que se<br />
oponen de una manera tan acordada... Por ejemplo, Julliard e Imbert aparentan representar a la<br />
derecha y la izquierda. Acerca de alguien que habla a tontas y a locas, los kabiles dicen: “Me puso<br />
el este en el oeste”. En el mismo sentido, ellos son gente que pone la derecha en la izquierda. ¿El<br />
público es consciente de esta complicidad? No es seguro. Digamos que quizás y esto se manifiesta<br />
bajo la forma de un rechazo global de París, que la crítica fascista hacia la centralidad de las<br />
cuesiones parisinas trata de rescatar y que se expresó una vez más, en ocasión de los sucesos de<br />
noviembre: “esas son historias de parisinos”. Sienten que sucede alguna cosa, pero no ven hasta<br />
10 14/12/2006<br />
qué punto se trata de un mundo clausurado, cerrado sobre sí mismo y, en consecuencia, cerrado a<br />
sus problemas y a su existencia.<br />
Hay también debates aparentemente verdaderos, falsamente verdaderos. Voy a analizar<br />
uno rápidamente: elegí el organizado por Cavada durante las huelgas de noviembre porque tienen<br />
todas las apariencias de un debate democrático, y para poder razonar a fortiori. Pues, cuando se<br />
mira lo que pasó fuera de esta controversia (voy a proceder como hice hasta ahora yendo de lo más<br />
visible a lo más oculto), se ve una serie de operaciones de censura.<br />
Primer nivel: el rol del presentador, que importa siempre a los espectadores. Ven bien que<br />
haga intervenciones restrictivas. Es él quien impone el tema, quien determina la problemática (a<br />
menudo tan absurda como el debate de Durand - “¿Hay que quemar a las élites?”-, ya que todas<br />
las respuestas, sí o no, lo son). Impone el respeto de la regla del juego, norma de geometría<br />
variable: no es la misma cuando se trata de un sindicalista que cuando se trata de M. Peyreffite de<br />
la Academia Francesa. Distribuye la palabra, dispensa los signos de importancia. Algunos<br />
sociólogos trataron de desprender el implícito no verbal de la comunicación verbal: decimos tanto a<br />
través de las miradas, los movimientos, los gestos, la mímica, etc., como a través de la palabra<br />
misma. Y también a través de la entonación, por todo un conjunto de cosas. Se manifiesta<br />
entonces mucho más que lo que se puede controlar (esto debería inquietar a los fanáticos del<br />
espejo de Narciso). Hay tantos niveles en la expresión, no sólo el de la palabra propiamente dicha –<br />
si se controla el nivel fonológico, no se controla el sintáctico, y así sucesivamente-, que nadie,<br />
incluso el que mejor dominio tenga de sí mismo, a menos que juegue un papel o practique un<br />
lenguaje rígido, está en condiciones de manejar todo. El presentador mismo interviene a través del<br />
lenguaje inconsciente, su manera de plantear las preguntas, su tono que dirá a unos, cortante:<br />
“Haga el favor de responder, no respondió a mi pregunta” o “Espero su respuesta. ¿Van a continuar<br />
con la huelga?”. Otro ejemplo muy significativo, las diferentes maneras de decir “gracias”.<br />
“¡Gracias!” puede significar “Le agradezco, estoy reconocido, tomo con gratitud su palabra”. Pero<br />
hay otra manera de decir gracias que remite a concluir: “Gracias” quiere decir entonces “Listo,<br />
terminado. Pasemos al siguiente”. Todo esto se manifiesta de manera infinitesimal, en los matices<br />
levísimos del tono, pero el interlocutor lo recibe, retiene la semántica aparente y la semántica<br />
oculta; conserva los dos y puede perder sus medios.<br />
El presentador distribuye sus tiempos de habla, el tono de habla, respetuoso o desdeñoso,<br />
solícito o impaciente. Por ejemplo, hay una manera de hacer “Sí, sí, sí...” que apresura, que hace<br />
sentir al interlocutor impaciencia o indiferencia... (En las entrevistas que hacemos, sabemos que es<br />
muy importante brindar a la gente signos de acuerdo, de interés, si no se desaniman y poco a poco<br />
la palabra pierde interés: esperan cosas pequeñas, “sí, sí”, movimientos de cabeza, pequeños<br />
signos de inteligencia, como se dice). Estos signos imperceptibles son manipulados por el<br />
presentador de manera más inconsciente, frecuentemente, que consciente. Por ejemplo, el respeto<br />
a las eminencias culturales, en el caso del autodidacta con poco roce cultural, lo va a llevar a<br />
admirar falsos esplendores, los académicos, la gente dotada de títulos que aparentan respeto. Otra<br />
estrategia del presentador: manipula la urgencia; se sirve del tiempo, del reloj, para cortar la<br />
palabra, para apurar, para interrumpir. Y allí, tiene otro recurso, como todos los presentadores, se<br />
hace portavoz del público: ”Lo interrumpo, no comprendo lo que quiere decir”. No se da a conocer<br />
como un idiota, da a entender que el espectador de base que, por definición, lo es, no lo<br />
comprenderá. Y se transforma en portavoz de los “imbéciles” para interrumpir un discurso<br />
inteligente. En resumen, como lo he podido verificar, la gente autorizada a jugar este rol de censor,<br />
es, a menudo, la más exasperada por los cortes.<br />
El resultado es que, en una emisión de dos horas, el representante de la CGT tuvo<br />
exactamente cinco minutos para todo, agregando las intervenciones (pues, como todo el mundo<br />
sabe que si no hubiera habido CGT no habría habido huelga, ni programas de televisión sobre el<br />
tema, etc.). Mientras que aparentemente, y es por ello que la emisión de Cavada era significativa,<br />
todas las formas exteriores de igualdad formal se habían respetado.<br />
Lo que plantea un problema importante desde el punto de vista de la democracia: es<br />
evidente que todos los locutores no son iguales en el estudio de televisión. Hay profesionales de la<br />
escena, del habla y del escenario y, frente a ellos, aficionados (puede tratarse de huelguistas que<br />
alrededor de una fogata hacen tal o cual cosa...); es de una desigualdad extraordinaria. Y para<br />
11 14/12/2006<br />
restablecer un poquito de igualdad, sería necesario que el presentador fuera desigual, es decir que<br />
participe lo más despojadamente que pueda, como lo hicimos en nuestro trabajo. La Misère du<br />
Monde. Cuando se quiere que alguien que no es profesional de la palabra llegue a decir cosas (y a<br />
menudo dice cosas absolutamente extraordinarias que la gente que usa la palabra desde hace<br />
tiempo no estaría en condiciones de pensar), hay que hacer un trabajo de asistencia al discurso.<br />
Para ennoblecer lo que acabo de expresar, diría que es una misión socrática en todo su esplendor.<br />
Se trata de ponerse al servicio de alguien cuya opinión es importante, de quien se quiere saber lo<br />
que tiene para decir, lo que piensa, ayudándolo a decirlo. Sin embargo, no es en absoluto lo que<br />
hacen los presentadores. No sólo no ayudan a los más desfavorecidos sino que, si se puede decir,<br />
acentúan las debilidades.<br />
Pero, allí, se está aún en un nivel fenoménico. Hay que llegar a un segundo nivel: la<br />
composición del estudio televisivo. Es determinante. Es un trabajo invisible cuyo escenario mismo<br />
es el resultado. Por ejemplo, hay toda una labor de invitación previa: hay gente a la que ni se sueña<br />
en invitar; gente a la que se invita y rechaza la invitación. El escenario televisivo está allí y lo<br />
percibido esconde lo no percibido: no se ven, en una percepción fabricada, las condiciones sociales<br />
de construcción. En consecuencia, no se dice: “toma, no está fulano de tal”. Ejemplo de este trabajo<br />
de manipulación (uno entre miles): durante las huelgas, hubo dos emisiones sucesivas del Cercle<br />
de minuit acerca de los intelectuales y las huelgas. Había, grosso modo, dos campos del lado<br />
intelectual. En la primera emisión, los intelectuales no favorables a la huelga parecían de derecha -<br />
para decirlo rápidamente. En la segunda, se cambió la composición del escenario, agregando<br />
personas más de derecha y haciendo desaparecer a aquéllas que eran favorables a la huelga. Lo<br />
que hace que las personas que, en la primera emisión, estaban a la derecha parecían a la<br />
izquierda. Derecha e izquierda son posiciones relativas por definición. Entonces, en este caso, un<br />
cambio en la composición del escenario da un cambio en el sentido del mensaje.<br />
La composición del estudio televisivo es importante porque debe dar la imagen de un<br />
equilibrio democrático (el límite es el “frente a frente”: “Señor, usted consumió los treinta<br />
segundos...”). Se ostenta la igualdad y el presentador se erige como el árbitro. En el escenario de la<br />
emisión de Cavada, había dos tipos de personas: actores comprometidos, protagonistas,<br />
huelguistas; y luego había otros que eran también importantes, pero que estaban puestos en<br />
posición de observadores. Había gente que estaba allí para explicarse (“¿Por qué hace usted esto?,<br />
¿Por qué molesta a los usuarios?, etc.”) y otros que estaban para explicar, para sostener un<br />
metadiscurso.<br />
Otro factor invisible y sin embargo determinante: el dispositivo montado con anticipación por<br />
las conversaciones preparatorias con los participantes, y que puede llevar a una suerte de<br />
escenario, más o menos rígido, en el cual los invitados deben desplazarse (la preparación, puede,<br />
en algún caso, como en ciertos juegos, tomar la forma de un cuasiensayo). En este ámbito previsto<br />
con anticipación, no hay lugar para la improvisación, para la palabra libre, desenfadada, incluso<br />
peligrosa para el presentador y para su emisión.<br />
Otra propiedad invisible de este espacio es la lógica misma del juego del lenguaje como<br />
dice el filósofo. Hay reglas tácitas de este juego que se va a desarrollar; cada uno de estos<br />
universos sociales en los que circula el discurso tiene una estructura tal que algunas cosas pueden<br />
decirse y otras no. Primer presupuesto implícito de este juego del lenguaje: el debate democrático<br />
pensado según el modelo del “catch”; es preciso que haya confrontaciones, bueno, torpe... Y, al<br />
mismo tiempo, no se permiten todos los golpes. Es preciso que éstos se deslicen en una lógica del<br />
lenguaje formal, sabio. Otras propiedades del espacio: la complicidad entre profesionales que acabo<br />
de señalar. Aquéllos que llamo fast-thinkers, los especialistas del pensamiento veloz, los integrantes<br />
del medio los llaman “los buenos clientes”. Son personas a las que se puede invitar, se sabe que<br />
harán una buena composición, que no van a crear dificultades, hacer historias y además hablan en<br />
abundancia, sin problemas. Hay un universo de buenos clientes que están como peces en el agua y<br />
otros que son peces fuera del agua. Y por fin, la última cosa invisible, es el inconsciente de los<br />
presentadores. Me sucedió muy a menudo, incluso frente a periodistas muy bien dispuestos según<br />
mi punto de vista, que tuve que comenzar todas mis respuestas por un cuestionamiento a la<br />
pregunta. Los periodistas, con sus anteojos, sus categorías de pensamiento, plantean preguntas<br />
que no tienen nada que ver con nada. Por ejemplo, acerca de los problemas llamados del<br />
“conurbano” (banlieues) tienen en la cabeza todos los fantasmas que acabo de evocar y, antes de<br />
12 14/12/2006<br />
comenzar a responder, hay que decir elegantemente “su pregunta es, sin dudas interesante, pero<br />
me parece que hay otra cosa más importante...”. Cuando no se está un poco preparado, se<br />
responde a preguntas que no se plantean.<br />
Contradicciones y tensiones<br />
La televisión es un instrumento de comunicación muy poco autónomo sobre el que pesan<br />
toda una serie de restricciones que remiten a las relaciones sociales entre los periodistas,<br />
relaciones de competencia encarnadas, impiadosamente, hasta el absurdo. Son también vínculos<br />
de connivencia, de complicidad objetiva, fundados en intereses comunes ligados a su posición en el<br />
campo de la producción simbólica y sobre el hecho de que comparten estructuras cognitivas,<br />
categorías de percepción y apreciación provenientes de su origen social, su formación (o su no<br />
formación). Se sigue que este instrumento de comunicación aparentemente sin límites que es la<br />
televisión en realidad está absolutamente “limitado”. Cuando, en los años 60, apareció como un<br />
fenómeno nuevo, un cierto número de “sociólogos” (con muchas comillas) se precipitaron a decir<br />
que la televisión, en tanto “medio de comunicación de masas”, iba a “masificar”. La televisión estaba<br />
llamada a nivelar, homogeneizar poco a poco a todos los telespectadores. En resumen, era<br />
subestimar las capacidades de resistencia. Pero, sobre todo, era subestimar la capacidad que el<br />
medio tuvo de transformar a los que la producen y, especialmente, a los periodistas y al conjunto de<br />
productores culturales (a través de la fascinación irresistible que ejerció en algunos de ellos). El<br />
fenómeno más importante, y que era demasiado difícil de prever, es la extensión admirable de la<br />
influencia televisiva sobre el conjunto de actividades culturales, comprendidas las producciones<br />
científicas o artísticas. Hoy la televisión llevó al extremo, al límite, una contradicción que es<br />
frecuente en todos los universos de producción cultural. Es la que existe entre las condiciones<br />
económicas y sociales en las que hay que estar ubicado para poder producir un cierto tipo de obras<br />
(cité el ejemplo de las matemáticas porque es el más evidente pero es verdadero también en la<br />
poesía de vanguardia, la filosofía, la sociología, etc.), obras que se llaman “puras” (es una palabra<br />
ridícula) o autónomas, en relación con las restricciones sociales de transmisión de los productos<br />
obtenidos en estas circunstancias; contradicción entre las condiciones en las cuales hay que estar<br />
para poder hacer matemáticas de vanguardia, poesía de vanguardia, etc., y las condiciones en las<br />
cuales hay que estar para poder transmitir cosas a todo el mundo. La televisión lleva al extremo<br />
esta incompatibilidad en la medida en que ella sufre todos los otros universos de producción<br />
cultural, la presión del comercio, por intermedio del rating.<br />
Del mismo modo, en este microcosmos que es el mundo del periodismo, las tensiones son<br />
muy fuertes entre aquéllos que querrían defender los valores de la autonomía, de la libertad en<br />
relación con el comercio, las demandas, los jefes, etc. y aquéllos que se someten a la necesidad y<br />
que son pagados ... Estas tensiones no pueden casi explicarse, al menos en las pantallas, porque<br />
las condiciones no son muy favorables: pienso por ejemplo en la oposición entre las grandes figuras<br />
con enormes fortunas, particularmente visibles y remuneradas, pero también sumisas y los<br />
testaferros invisibles de la información que cada vez están más condicionados por la lógica del<br />
mercado del empleo y son utilizados para cosas cada vez más pedestres, cada vez más<br />
insignificantes. Tienen, detrás de los micros, de las cámaras, gente incomparablemente más<br />
cultivada que sus equivalentes de los años 60. Dicho de otro modo, esta tensión entre lo que es<br />
solicitado por la profesión y las aspiraciones que la gente adquiere en las escuelas de periodismo o<br />
en las facultades es cada vez más grande - aunque haya también una adaptación anticipada, que<br />
opera la gente de dientes largos... Un periodista decía recientemente que la crisis de la cuarentena<br />
(a los 40 años se descubre que un trabajo no es todo lo que se creía) se transforma en la crisis de<br />
la treintena. Las personas descubren cada vez más rápido las necesidades terribles de la profesión<br />
y, en particular, todas las restricciones asociadas al rating, etc. El periodismo es una de las<br />
profesiones donde se encuentra a la gente más inquieta, insatisfecha, movediza o cínicamente<br />
resignada, donde se expresa muy comúnmente (sobre todo del costado de los dominados,<br />
evidentemente) la cólera, la repugnancia o el desencanto ante la realidad de un trabajo que se sigue<br />
viviendo o reivindicando como “diferente de los otros”. Pero se está lejos de una situación en la que<br />
estos desprecios o estos rechazos podrían tomar la forma de una verdadera resistencia individual y,<br />
sobre todo, colectiva.<br />
13 14/12/2006<br />
Para comprender todo lo que evoqué y que se podría creer, a pesar de mis esfuerzos, que<br />
lo imputo a las responsabilidades individuales de los presentadores, de los comunicadores, hay que<br />
pasar al nivel de los mecanismos globales, al nivel de las estructuras. Platón (lo cité mucho hoy)<br />
decía que somos marionetas de los dioses. La televisión es un universo en el que se tiene la<br />
impresión de que los agentes sociales, teniendo las apariencias de importancia, de libertad, de<br />
autonomía e, incluso a veces un aura extraordinaria (basta leer los noticiosos televisivos), son<br />
marionetas de un afán que hay que describir, de una estructura que hay que desmenuzar y poner al<br />
día.<br />
14 14/12/2006<br />
2. LA ESTRUCTURA INVISIBLE Y SUS EFECTOS<br />
Para ir más allá de una descripción, por minuciosa que sea, de lo que pasa en un estudio de<br />
televisión y tratar de explicar los mecanismos de sus prácticas, hay que hacer intervenir una noción,<br />
un poco técnica pero que estoy obligado a invocarla, que es la de campo periodístico. El mundo del<br />
periodismo es un microcosmos que tiene sus leyes propias y que se define por su posición en el<br />
mundo global, por sus atracciones y sus rechazos respecto de otros microcosmos. Decir que es<br />
autónomo, que tiene su propia ley, es decir que lo que pasa allí no puede ser comprendido de una<br />
manera directa a partir de factores exteriores. Se presupone aquí la objeción de explicar por los<br />
factores económicos todo lo que pasa en el periodismo. Por ejemplo, no se puede justificar lo que se<br />
hace en TF1 por el sólo hecho que este canal pertenece al señor Bouygues. Es evidente que una<br />
explicación que no tomara en cuenta este hecho sería insuficiente pero otra que tomara sólo este dato<br />
no lo sería menos. Y esta última sería quizás más inaceptable porque tendría el aspecto de serlo. Hay<br />
una forma de materialismo primitivo, asociado a la tradición marxista, que no explica nada, que<br />
denuncia sin aclarar nada.<br />
Partes del mercado y de la competencia<br />
Para comprender lo que ocurre en el canal TF1, hay que considerar todo lo que TF1 debe al<br />
hecho de estar situado en un universo de relaciones objetivas entre los diferentes canales de<br />
televisión. Éstos están en una competencia que se define en su forma, de manera invisible, por<br />
relaciones de fuerza no percibidas que pueden ser capturadas a través de indicadores tales como las<br />
partes del mercado, el peso de los anunciantes, el capital colectivo de los periodistas prestigiosos, etc.<br />
Dicho de otro modo, hay entre estos canales, no sólo interacciones -gente que se habla y que no se<br />
habla, que se influye, que se lee, todo lo que conté hasta aquí- sino que también hay relaciones de<br />
fuerza completamente invisibles que hacen que, para comprender lo que pasa en el canal TF1 o en el<br />
Arte, haya que tomar en cuenta el conjunto de las relaciones de fuerza que constituyen la estructura<br />
objetiva del campo. En el de las empresas económicas, por ejemplo, una empresa muy poderosa<br />
tiene el poder de deformar el espacio económico casi en su totalidad; puede, al bajar los precios,<br />
impedir que se incorpore otra a la competencia, puede instaurar una suerte de barrera a la entrada de<br />
nuevas empresas. Estos efectos no son necesariamente producto de las voluntades. TF1 cambió el<br />
paisaje audiovisual por el simple hecho de que acumuló un conjunto de poderes específicos que se<br />
ejercen sobre este universo y que se retraducen efectivamente por las partes del mercado. Esta<br />
estructura no es percibida por los telespectadores, ni por los periodistas; ellos sólo perciben los<br />
efectos pero no ven hasta qué punto la importancia relativa de la institución en la que se encuentran<br />
pesa sobre ellos, así como su lugar y la injerencia que cada uno tiene en ella. Para tratar de<br />
comprender lo que puede hacer un periodista, hay que tener en cuenta una serie de parámetros: por<br />
una parte, la posición del órgano de prensa en el que se encuentra, TF1 o Le Monde, en el campo<br />
periodístico; en segundo lugar, su posición específica dentro de ese espacio.<br />
Un campo es un ámbito social estructurado, un campo de fuerzas -hay dominantes y<br />
dominados, hay relaciones constantes, permanentes, de desigualdad que se ejercen en su interior- y<br />
es también un espacio de luchas para transformar o conservar este campo de fuerzas. Cada uno en el<br />
interior de este universo, compromete en su competencia con los otros la fuerza (relativa) que detenta<br />
y define su posición en el campo y, en consecuencia, sus estrategias. La competencia económica<br />
entre los canales o los diarios por los lectores y el público o, como se dice, las partes del mercado, se<br />
alcanza concretamente bajo la forma de una competencia entre los periodistas, que tiene sus propias<br />
reglas específicas, el scoop (la primicia), la información exclusiva, la reputación en un asunto<br />
determinado, etc. Y que no se ve ni se piensa como una lucha puramente económica en función de<br />
las ganancias, están sometidas también a la posición del órgano de prensa considerado en las<br />
relaciones de fuerza económicas y simbólicas. Hay actualmente relaciones objetivas invisibles entre<br />
personas que no pueden jamás reencontrarse, entre Le Monde Diplomatique, para tomar un extremo,<br />
y TF1, pero que son llevadas a tomar en cuenta en lo que hacen, consciente o inconscientemente, las<br />
limitaciones y los efectos que se ejercen sobre ellos por pertenecer a un mismo universo. Dicho de<br />
otro modo, si quiero saber hoy lo que va a decir o escribir tal periodista, lo que encontrará evidente o<br />
15 14/12/2006<br />
impensable, natural o indigno de él, tengo que saber la posición que ocupa en este espacio, es decir,<br />
el poder específico que detenta su órgano de prensa y que mide, entre otros indicios, el peso<br />
económico en las partes del mercado, pero también el peso simbólico, más difícil de determinar. (En<br />
realidad, para ser completo, se debería tomar en cuenta la posición del campo mediático nacional en<br />
el campo mundial y, por ejemplo, la dominación económico-técnica y, sobre todo, simbólica de la<br />
televisión americana que es un modelo y una fuente de ideas, de fórmulas y procedimientos para<br />
muchos periodistas).<br />
Para comprender mejor esta estructura en su forma actual, es bueno recorrer la historia del<br />
proceso que lo constituyó. En los años 50, la televisión estaba apenas presente en el campo<br />
periodístico; cuando se hablaba de periodismo apenas se pensaba en ella. La gente de la televisión<br />
estaba doblemente dominada: por una parte se sospechaba que estaban subordinados al poder<br />
político y por lo tanto dominados desde el punto de vista cultural, simbólico y del prestigio; y, por otra<br />
parte, lo estaban también desde la faz económica ya que eran dependientes de los subsidios del<br />
Estado y por ello mucho menos eficientes, poderosos. Con los años (el proceso debería describirse en<br />
detalle) la relación se dio vuelta completamente y la televisión tiende a convertirse en dominante<br />
económica y simbólicamente en el campo periodístico. Esto se muestra notablemente en la crisis de<br />
los periódicos: hay diarios que desaparecen, otros a los que se los obliga a plantearse<br />
permanentemente la cuestión de la sobrevivencia, de la conquista o reconquista de su público; los<br />
más amenazados son, al menos en Francia, los que ofrecen información general y deporte. No tienen<br />
mucho para oponer a la televisión cada vez más orientada hacia estos objetos porque escapa a la<br />
dominación del periodismo serio (que pone o ponía, en primer plano, en primera página, las noticias<br />
referidas a la realidad internacional, la política, incluso el análisis político, reduciendo la información<br />
general y los deportes a una ubicación relativa).<br />
Lo que hago es una descripción grosera; debería entrar en los detalles, hacer<br />
(desgraciadamente no existe) una historia social de la evolución de las relaciones entre los diferentes<br />
órganos de prensa (y no de un solo órgano de prensa). Es en el nivel de la historia estructural del<br />
conjunto del universo donde las cosas más importantes aparecen. Lo que cuenta en un campo son<br />
los pesos relativos: un periódico puede permanecer absolutamente idéntico, no perder un lector, no<br />
cambiar en nada y es, sin embargo, profundamente transformado porque su peso y su posición<br />
relativa se encuentran en un espacio ya transformado. Por ejemplo, un diario deja de ser dominante<br />
cuando su poder de influir en el espacio cincundante disminuye y no hace más la ley. Se puede decir<br />
que en el universo del periodismo escrito, Le Monde hacía la ley. Había ya un campo, con la<br />
oposición -que hacen todos los historiadores del periodismo- entre los diarios que dan news, noticias,<br />
hechos generales, y los diarios que dan views, puntos de vista, análisis, etc; entre los diarios de gran<br />
tiraje, como France-Soir, y los de tiraje proporcionalmente más restringido pero dotados de una<br />
autoridad semioficial. Le Monde estaba bien ubicado en las dos relaciones: era suficientemente<br />
importante por su tiraje para ser un poder desde el punto de vista de los anunciantes y estaba<br />
bastante dotado de capital simbólico para ser una autoridad. Acumulaba los dos factores de poder en<br />
este campo.<br />
Los diarios de reflexión aparecieron a finales del siglo XIX, como reacción contra los diarios<br />
de gran tiraje, para gran público, sensacionalistas, que suscitaron siempre el temor o el disgusto de<br />
los lectores cultivados. La emergencia de este medio de masas por excelencia que es la televisión no<br />
es un fenómeno sin precedente, sólo lo es por su amplitud. Abro aquí un paréntesis: uno de los<br />
grandes problemas de los sociólogos es evitar la caída en una de las dos ilusiones simétricas, la del<br />
“jamás visto” (hay sociólogos que adoran esto, es muy elegante, sobre todo en la televisión, anunciar<br />
fenómenos inauditos, revoluciones) y aquélla del “siempre así” (que es a menudo el tema de los<br />
conservadores: “nada nuevo bajo el sol, habrá siempre dominantes y dominados, ricos y pobres...”).<br />
El riesgo es siempre muy grande, tanto que la comparación entre épocas es extremadamente difícil:<br />
no se puede comparar más que de una estructura a otra, y siempre se corre el riesgo de equivocarse<br />
y describir como algo inaudito cualquier cosa banal simplemente por falta de cultura. Es una de las<br />
razones por las cuales los periodistas son a veces peligrosos: no siendo muy cultivados, se<br />
asombran de cosas no muy asombrosas y no se sorprenden de cosas relevantes... La historia es<br />
indispensable para nosotros, sociólogos; desgraciadamente en muchos dominios, sobre todo en<br />
relación con la historia de la época reciente, los trabajos son aún insuficientes, en especial cuando se<br />
trata de fenómenos nuevos como el periodismo.<br />
16 14/12/2006<br />
Una fuerza de banalización<br />
Para volver a los efectos provocados por la emergencia de la televisión, es cierto que la<br />
oposición existió, pero nunca con esta intensidad (adopto una postura intermedia entre “nunca visto”<br />
y “siempre así”). Por su poder de difusión, la televisión plantea al universo del periodismo escrito y al<br />
universo cultural en general un problema absolutamente terrible. A su lado, la prensa de masas que<br />
alarmaba tanto (Raymond Williams avanzó en la hipótesis de que toda la revolución romántica en<br />
poesía fue provocada por el horror que inspiró a los escritores ingleses la aparición de la prensa de<br />
masas) parece poca cosa. Por su amplitud, su peso absolutamente extraordinario, la televisión<br />
produce efectos que, aunque no sean sin precedentes, son completamente inéditos.<br />
Por ejemplo, la televisión puede juntar en una noche, en el noticioso de las veinte, más gente<br />
que todos los diarios franceses de la mañana y la tarde juntos. Si la información alimentada por tal<br />
medio deviene una información omnibus sin asperezas, homogeneizada, se notan los efectos<br />
políticos y culturales que puede ocasionar. Es una ley bien conocida: cuanto más un órgano de<br />
prensa o un medio de expresión cualquiera alcanza un público extenso, más debe perder en matices,<br />
todo lo que puede dividir, excluir –piensen en Paris-Match-, debe intentar no “chocar con nadie”,<br />
como se dice, no levantar problemas o solamente conflictos sin historia. En la vida cotidiana, se<br />
habla mucho de la lluvia y del buen tiempo, porque es el tema sobre el cual se está seguro de no<br />
equivocarse –salvo si se discute con un campesino que tiene necesidad de lluvia cuando se está de<br />
vacaciones- es un tema soft por excelencia. Cuanto más extiende un diario su difusión, más atiende<br />
a temas omnibus que no identifican problemas. Se construye el objeto conforme a las condiciones de<br />
recepción del público.<br />
Es esto lo que hace que todo el trabajo colectivo que tiende a homogeneizar, a banalizar, a<br />
“conformar” y a “despolitizar”, convenga perfectamente, aunque nadie, en verdad, sea el<br />
responsable, que lo haya pensado y querido como tal. Es algo que se observa a menudo en el<br />
universo social: se ven venir las cosas que nadie quiere y que pueden parecer queridas (“está hecho<br />
para”). Es allí donde la crítica simplista se vuelve peligrosa: evita todo el trabajo que hay que hacer<br />
para comprender problemas como el hecho de que, sin que nadie lo haya querido verdaderamente,<br />
sin la intervención de los que lo financian, se tiene este producto absolutamente extraño que es, por<br />
ejemplo, el “noticioso televisivo”, que conviene a todo el mundo, que confirma cosas ya conocidas y,<br />
sobre todo que deja intactas las estructuras mentales. Hay revoluciones que tocan las bases<br />
materiales de una sociedad, aquéllas que ordinariamente son evocadas –se nacionalizan los bienes<br />
del clero, etc.- y revoluciones simbólicas, aquéllas que operan los artistas, los sabios o los grandes<br />
profetas religiosos o, a veces, más raramente, los grandes profetas políticos, que tocan las<br />
estructuras mentales, es decir, que cambian nuestras maneras de ver y de pensar. Es el caso, en el<br />
ámbito de la pintura, de Manet que alteró una antítesis fundamental, una estructura académica, la<br />
oposición entre lo contemporáneo y lo antiguo. Si un instrumento tan poderoso como la televisión se<br />
orientara aunque sea un poco hacia una revolución simbólica de este tipo, les aseguro que se<br />
apresurarían a detenerla... Ahora bien, sucede que sin que nadie le haya pedido, por la sola lógica<br />
de la competencia y de los mecanismos que evoco, la televisión no hace nada de eso. Está<br />
perfectamente ajustada a las estructuras mentales del público. Podría evocar su moralismo, el<br />
costado telethon que habría que analizar en esta lógica. “Con buenos sentimientos, decía Gide, se<br />
hace mala literatura”, pero con buenos sentimientos se hace un buen rating. Habría que reflexionar<br />
acerca del moralismo de la gente de la televisión: a menudo cínicos, tienen propósitos de un<br />
conformismo moral absolutamente prodigioso. Los presentadores de los noticiosos, los animadores<br />
de los debates, los comentadores deportivos se han convertido en pequeños directores de<br />
conciencia. Son, con poco esfuerzo, los portavoces de una moral típicamente pequeño burguesa,<br />
que dicen “lo que hay que pensar” acerca de los que llaman “los problemas de la sociedad”, las<br />
agresiones en las barriadas pobres o la violencia en la escuela. Lo mismo sucede en el dominio del<br />
arte y la literatura: las emisiones llamadas “literarias”, las más conocidas sirven – y de manera cada<br />
vez más servil- a los valores establecidos, al conformismo y al academicismo o a los valores del<br />
mercado.<br />
Los periodistas –habría que decir el campo periodístico- deben su importancia en el mundo<br />
social a que detentan un monopolio de hecho sobre los instrumentos de producción y de difusión en<br />
17 14/12/2006<br />
gran escala de la información y, a través de estos instrumentos, sobre el acceso de los simples<br />
ciudadanos pero también de otros productores culturales, sabios, artistas, escritores, a lo que llamo a<br />
veces “el espacio público”, es decir, la gran difusión. (A este monopolio que se enfrenta uno cuando,<br />
en tanto que individuo o miembro de una asociación, de un grupo cualquiera, se quiere difundir<br />
ampliamente una información.) Aunque ocupen una posición inferior, subordinada, en los campos de<br />
la producción cultural, ejercen una forma extraña de dominación: tienen el poder sobre los medios de<br />
expresarse públicamente, de ser conocidos, de acceder a la notoriedad pública (lo que, para los<br />
hombres políticos y para ciertos intelectuales, es un factor capital). Lo que les vale estar rodeados (al<br />
menos a los más poderosos de entre ellos) de una consideración a menudo desproporcionada en<br />
relación con sus méritos intelectuales... Y pueden desviar una parte de este poder de consagración<br />
en beneficio propio (el hecho de que los periodistas estén, incluso los más reconocidos, en posición<br />
de inferioridad estructural respecto de otras categorías, como la de los intelectuales –entre los cuales<br />
ansían ubicarse – y de los hombres políticos, contribuye sin duda a explicar su tendencia constante<br />
al antiintelectualismo).<br />
Pero sobre todo, pueden acceder en forma permanente a la visibilidad pública, a la expresión<br />
en gran escala, absolutamente impensable -al menos hasta la aparición de la televisión- para un<br />
productor cultural, incluso muy célebre; pueden imponer al conjunto de la sociedad su visión del<br />
mundo, su problemática, sus puntos de vista. Se objetará que el universo periodístico está dividido,<br />
diferenciado, diversificado y, en consecuencia, es apto para representar todas las opiniones, todos<br />
los puntos de vista o para ofrecer la ocasión de expresarlas (y es cierto que, para atravesar la<br />
pantalla periodística, se puede jugar, hasta un cierto punto, a condición de tener un mínimo de peso<br />
simbólico, con la competencia entre los periodistas y los diarios). Pero el campo periodístico, como<br />
los otros, descansa sobre un conjunto de presupuestos y de creencias compartidos (más allá de las<br />
diferencias de posición y de opinión). Estos presupuestos, que están inscriptos en un cierto sistema<br />
de categorías de pensamiento, en relación con el lenguaje (con todo lo que implica, por ejemplo, una<br />
noción como “da bien en la televisión”), están en el principio de la selección que los periodistas hacen<br />
de la realidad social, y también en el conjunto de las producciones simbólicas. No hay discurso<br />
(análisis científico, manifiesto político, etc.) ni acción (manifestación, huelga, etc.) que, para acceder<br />
al debate público, no deba someterse a la prueba de la selección, es decir, a esta formidable censura<br />
que los periodistas ejercen, incluso sin saberlo, reteniendo sólo lo que está en condiciones de<br />
interesarles, de “llamar la atención”, esto es, de entrar en sus categorías, en su grilla, y arrojando a la<br />
insignificancia o a la indiferencia expresiones simbólicas que merecerían llegar al conjunto de los<br />
ciudadanos.<br />
Otra consecuencia, más difícil de aprehender, del crecimiento de influencia relativa de la<br />
televisión en el espacio de los medios de difusión y del peso de la restricción comercial que sufre, es<br />
el pasaje desde una política de acción cultural televisiva a una suerte de demagogia “espontaneísta”<br />
(que también funciona en los periódicos llamados “serios”; éstos hacen un lugar cada vez más amplio<br />
a esta suerte de correo de lectores que son las tribunas libres, las opiniones). La televisión de los<br />
años 50 se consideraba cultural y se servía en buena medida de su monopolio para imponer a todos<br />
productos con pretensión de serlo (documentales, adaptaciones de obras clásicas, debates<br />
culturales, etc.) y para formar los gustos del gran público; la televisión de los años 90 llega a explotar<br />
y halagar sus gustos para llegar a la audiencia más amplia ofreciendo a los telespectadores<br />
productos toscos, cuyo paradigma es el talk-show, relatos de vida, exhibiciones sin tapujos de<br />
experiencias vividas, a menudo extremas y destinadas a satisfacer una forma de voyeurismo y de<br />
exhibicionismo (como, por otra parte, los juegos televisados en los que se ansía participar, incluso<br />
como simple espectador para acceder a un instante de exposición). Dicho esto, no comparto la<br />
nostalgia de algunos por la televisión pedagógico-paternalista del pasado y pienso que ella no se<br />
opone menos que el espontaneísmo populista y la sumisión demagógica a los gustos populares, a un<br />
uso realmente democrático de los medios de difusión en gran escala.<br />
Luchas reguladas por el rating<br />
Es preciso ir más allá de las apariencias, de lo que se ve en los estudios de televisión y aun<br />
de la competencia que se ejerce en el interior del campo periodístico para llegar a la relación de<br />
fuerza que se da entre los diferentes órganos en la medida en que ésta preside incluso la forma que<br />
18 14/12/2006<br />
adoptan las interacciones. Para comprender por qué hoy se da tal o cual debate regular entre tal o<br />
cual periodista, hay que pensar en la posición de los órganos de prensa que estas personas<br />
representan en el espacio periodístico y el lugar de cada uno de ellos en estos órganos. Incluso, para<br />
comprender lo que puede escribir un editorialista de Monde y lo que no puede, hay que tener siempre<br />
en mente estos dos factores. Estas restricciones de posición serán vividas como prohibiciones o<br />
mandatos éticos: “es incompatible con la tradición de Monde” o “es contrario al espíritu de Monde”,<br />
“aquí no se puede hacer esto”, etc. Todas estas expresiones que son anunciadas bajo la forma de<br />
preceptos éticos son la retraducción de la estructura del campo a través de una persona que ocupa<br />
una cierta posición en este espacio.<br />
En un campo, los diferentes protagonistas tienen a menudo representaciones polémicas de<br />
los otros agentes con los cuales están en competencia: producen, con propósitos propios,<br />
estereotipos, agresiones verbales (en el espacio deportivo, cada uno de los deportes produce<br />
imágenes estereotipadas de los otros deportes, los jugadores de rugby hablan mal de los futbolistas,<br />
etc.). Estas representaciones son a menudo estrategias de combate que toman la forma de<br />
relaciones de fuerza y llevan a transformarla o a conservarla. Actualmente, en los periodistas de la<br />
prensa escrita, y en particular en aquéllos que ocupan un lugar determinado, que están en diarios<br />
pequeños y en posiciones débiles, se desarrolla un discurso muy crítico acerca de la televisión.<br />
En realidad, estas representaciones expresan esencialmente la postura de quien las dice<br />
bajo formas más o menos ostensibles. Pero al mismo tiempo, son estrategias que transforman cada<br />
posición. Hoy, en el medio periodístico, la lucha alrededor de la televisión es central; lo que hace que<br />
sea muy difícil estudiar este objeto. Una parte del discurso especializado acerca de la televisión no<br />
es más que el registro de lo que la gente del medio dice sobre el mismo (los periodistas dirán de un<br />
modo más complaciente que un sociólogo que es correcto, que ese discurso está más próximo a lo<br />
que ellos piensan. Por lo que no se puede esperar –y, por otra parte, está bien que ello sea sí- ser<br />
popular frente a la gente de la televisión cuando se trata de decir la verdad sobre ella). Dicho esto,<br />
tenemos indicios del progresivo retraimiento de la prensa escrita respecto de la televisión: el hecho<br />
de que se la ubique como su suplemento aumenta en todos los diarios, el hecho de que los<br />
periodistas pacten un salario más alto al ser contratados en la televisión (y también, ser vistos en ella<br />
contribuye a ubicarlos mejor en sus diarios: un periodista que quiere tener peso debe tener un<br />
programa; ocurre incluso que los periodistas de la televisión obtienen posiciones muy importantes en<br />
los diarios, poniendo así en dudas la especificidad misma de la escritura, del trabajo: si una<br />
presentadora de televisión puede convertirse de la noche a la mañana en directora de un diario, uno<br />
está obligado a preguntarse en qué consiste específicamente la labor periodística); el hecho también<br />
de que lo que los americanos llaman agenda (eso de lo que hay que hablar, el tema de los<br />
editoriales, los problemas importantes) es cada vez más definido por la televisión (en la circulación<br />
circular de la información que describí, la injerencia de la televisión es determinante y sucede que un<br />
tema – un asunto, un debate- lanzado por periodistas de la prensa escrita se convierte en<br />
determinante, central, cuando es retomado, orquestado, por la televisión e investido de eficacia<br />
política). La posición de los periodistas de la prensa escrita se encuentra amenazada y, al mismo<br />
tiempo, la especificidad de la profesión está en duda. Todo lo que digo debería precisarse y<br />
verificarse: es a la vez un balance fundado en un cierto número de investigaciones y, a la vez, un<br />
programa. Son cosas muy complicadas en las que no se puede profundizar el conocimiento más que<br />
a partir de un trabajo empírico muy importante (lo que no les impide a algunos representantes<br />
autodesignados de una ciencia que no existe, la “mediología”, proponer, antes aun de toda<br />
investigación, sus conclusiones perentorias acerca del estado del mundo mediático).<br />
Pero lo más importante es que -a través del crecimiento del peso simbólico de la televisión y,<br />
entre las competidoras, de aquéllas que se sacrifican con el máximo de cinismo y de exitismo a la<br />
búsqueda de lo sensacional, lo espectacular, lo extraordinario- una cierta visión de la información,<br />
hasta allí relegada a los diarios sensacionalistas, dedicados a los deportes y a las noticias generales,<br />
tiende a imponerse en el conjunto del campo periodístico. Y , al mismo tiempo, una cierta categoría<br />
de periodistas, reclutados al por mayor por su disposición a plegarse sin escrúpulos a las demandas<br />
del público menos exigente, por lo tanto los más cínicos, los más indiferentes a toda forma de<br />
deontología y, a fortiori, a toda interrogación política, que tiende a imponer sus “valores”, sus<br />
preferencias, sus maneras de ser y de hablar, su “ideal humano”, al conjunto de los periodistas.<br />
Empujados por la competencia entre las partes del mercado recurren cada vez más a las viejas<br />
tretas de los diarios sensacionalistas, dando el primer sitio a las noticias generales y deportivas: es<br />
19 14/12/2006<br />
cada vez más frecuente que aunque haya sucedido cualquier cosa en el mundo, la apertura del<br />
noticioso tenga en cuenta los resultados del campeonato de fútbol de Francia o algún suceso<br />
deportivo, programado para irrumpir en el noticioso de las ocho de la noche, o un aspecto más<br />
anecdótico y más ritualizado de la vida política (visita de jefes de Estado extranjeros, etc.) sin hablar<br />
de las catástrofes naturales, accidentes, incendios; en resumen, todo lo que puede suscitar un<br />
interés de simple curiosidad y que no requiere ninguna competencia específica previa, sobre todo<br />
política. La información general, ya lo dije, tiene como efecto construir el vacío político, despolitizar y<br />
reducir la vida del mundo a la anécdota o el chisme (que puede ser nacional o planetario, con la vida<br />
de las estrellas o las familias reales), fijando y reteniendo la atención sobre los sucesos sin<br />
consecuencias políticas, a los que se dramatiza para “extraer conclusiones” o para transformarlos en<br />
“problemas de la sociedad”: es entoneces cuando los filósofos de televisión son llamados para<br />
socorrer, para dar sentido a lo insignificante, a lo anecdótico y accidental, que se llevó artificialmente<br />
a la escena y constituyó un hecho (la vuelta de un alumno perdido a la escuela, la agresión a un<br />
profesor o todo otro “hecho social” bien realizado para suscitar las indignaciones patéticas a la<br />
Finkielkraut o las consideraciones moralizantes a la Comte-Sponville). Y en la misma búsqueda de lo<br />
sensacional y, por lo tanto, del éxito comercial, puede también llevar a seleccionar noticias generales<br />
que, abandonadas a las construcciones salvajes de la demagogia (espontánea o calculada), pueden<br />
suscitar un inmenso interés seduciendo las pulsiones o las emociones más elementales (con temas<br />
como el rapto de niños y escándalos destinados a provocar la indignación popular), incluso formas de<br />
movilización puramente sentimentales y caritativas o también pasionales, pero agresivas y próximas<br />
al linchamiento simbólico, con los asesinatos infantiles o incidentes con grupos estigmatizados.<br />
Se sigue que hoy los periodistas de prensa escrita están ante una elección: ¿hay que seguir<br />
el modelo dominante, es decir, hacer diarios televisivos o diseñar una estrategia de diferenciación del<br />
producto? ¿Hay que entrar en la competencia, aun a riesgo de perder el público asociado a la<br />
definición estricta de mensaje cultural, o acentuar la diferencia? El problema se plantea también en el<br />
interior del campo televisivo mismo que está englobado en el periodístico. En el estado actual de mis<br />
observaciones, pienso que inconscientemente, los responsables, víctimas de la “mentalidad rating”,<br />
no eligen verdaderamente. (Se observa muy regularmente que las grandes elecciones sociales son<br />
hechas por nadie. Si el sociólogo molesta un poco es porque obliga a volver a cosas que se prefiere<br />
dejar inconscientes.) Pienso que la tendencia general lleva a los órganos de producción cultural<br />
antiguos a perder su especificidad para ir a un terreno en el que son derrotados de todas maneras.<br />
Así el canal cultural -Siete transformado en Arte- pasó rápidamente de una política de esoterismo<br />
intransigente, incluso agresivo, a una adecuación más o menos vergonzante a las exigencias del<br />
rating que conduce a acumular compromisos con la frivolidad en prime time y con el esoterismo en<br />
las horas avanzadas de la noche. Le Monde está ante una elección del mismo tipo. No voy a entrar<br />
en el detalle del análisis; ya dije demasiado para mostrar cómo se puede pasar del análisis de las<br />
estructuras invisibles –que son, en cierta medida, como la fuerza de gravitación, las cosas que nadie<br />
ve pero que hay que suponer para comprender lo que pasa - a las experiencias individuales, cómo<br />
relaciones de fuerza invisibles van a retraducirse en conflictos personales, elecciones existenciales.<br />
El campo del periodismo tiene una particularidad: es mucho más dependiente de las fuerzas<br />
externas que todos los otros campos de la producción cultural, las matemáticas, la literatura, el<br />
campo jurídico, el científico, etc. Depende muy directamente de la demanda, está sometido a la<br />
sanción del mercado, del plesbiscito, quizás mucho más que el campo político. La alternativa de lo<br />
“puro” o de lo “comercial” que se observa en todos los campos (por ejemplo para el teatro, es la<br />
oposición entre teatro de vanguardia y de revistas, oposición equivalente a la que se da entre TF1 y<br />
Le Monde, con las mismas oposiciones entre un público más cultivado de un lado, menos cultivado<br />
del otro, que cuenta más estudiantes de un lado, más comerciantes del otro, etc.) se impone allí con<br />
una brutalidad particular y el peso del polo comercial es particularmente fuerte: sin precedente en<br />
intensidad, es también sin igual si se lo compara sincrónicamente, en el presente, a lo que ocurre en<br />
otros campos. Pero además, no se encuentra, en el universo periodístico, el equivalente de lo que se<br />
observa en el científico, por ejemplo: esta suerte de justicia inmanente que hace que aquél que<br />
transgrede ciertas prohibiciones se inmola o, por el contrario, que aquél que se conforma con las<br />
reglas del juego atrae la estima de sus pares (manifestadas por ejemplo bajo la forma de referencias<br />
o citas). En el periodismo, ¿dónde están las sanciones, positivas o negativas? El único embrión de<br />
crítica está en las emisiones satíricas, como los Guignols. En cuanto a las recompensas, no hay más<br />
que las “citas” (el hecho de ser citado, retomado por otros periodistas), pero es un índice raro, poco<br />
visible y ambiguo.<br />
20 14/12/2006<br />
La influencia de la televisión<br />
El mundo del periodismo es un campo pero que está bajo la restricción del económico por la<br />
intermediación del rating. En este espacio muy heterónomo, muy fuertemente sometido a las<br />
restricciones comerciales, ejerce él mismo una limitación sobre todos los otros, en tanto que<br />
estructura. Este efecto estructural, objetivo, anónimo, invisible, no coincide con lo que se ve<br />
directamente, con lo que se denuncia ordinariamente, es decir la intervención de tal o de cual... No<br />
se puede, uno no se debe contentar con denunciar a los responsables. Por ejemplo, Karl Kraus, el<br />
gran satirista vienés, atacaba muy violentamente al equivalente de lo que sería hoy el director de Le<br />
Nouvel Observateur, pasaba su tiempo denunciando su conformismo destructor de la cultura, su<br />
complacencia con los escritores menores o abominables, el descrédito que arrojaba sobre las ideas<br />
pacifistas profesándolas hipócritamente...Igualmente, de manera muy general, las críticas se refieren<br />
a personas. Pero, cuando se hace sociología, se aprende que si bien los hombres o las mujeres<br />
tienen su responsabilidad, ellos que son definidos ampliamente en sus posibilidades y sus<br />
imposibilidades por la estructura en la que están ubicados y por la posición que ocupan en ella. En<br />
consecuencia, uno no se puede quedar satisfecho con la polémica contra tal periodista, tal filósofo o<br />
tal filósofo-periodista... Cada uno tiene sus cabezas de turco. Yo mismo a veces me sacrifico allí:<br />
Bernard-Henri Lévy se convirtió en una suerte de símbolo del escritor-periodista o del filósofoperiodista.<br />
Pero no es digno de un sociólogo hablar de Bernard-Henri Lévy... Hay que ver que no es<br />
más que una especie de epifenómeno de una estructura, que es, a la manera de un electrón, la<br />
expresión de un campo. No se comprende nada si no se comprende el campo que lo produce y que<br />
le da su pequeña fuerza.<br />
Lo anterior es importante para desdramatizar el análisis y también para orientar<br />
racionalmente la acción. Tengo la convicción, en efecto, (y el hecho de que lo presente en un canal<br />
de televisión lo testimonia) de que análisis como éstos pueden quizás contribuir, por una parte, a<br />
cambiar las cosas. Auguste Comte decía: “Ciencia de donde surge la previsión, previsión de donde<br />
surge la acción”. La ciencia social tiene derecho a esta ambición como el resto de las ciencias<br />
sociales. Cuando describe un espacio como el del periodismo, investigando el origen de las<br />
pulsiones, los sentimientos, las pasiones -pasiones y pulsiones que se subliman por el trabajo de<br />
análisis- el sociólogo tiene una cierta esperanza de eficacia. Por ejemplo, elevando a la conciencia<br />
ciertos mecanismos, puede contribuir a dar un poco de libertad a las personas que son manipuladas<br />
por ellos, sean periodistas o telespectadores. Pienso - es un paréntesis- que los periodistas que<br />
pueden sentirse objetivados, como se dice, si escuchan bien lo que digo, se preguntarán - por lo<br />
menos eso espero- si explicitando cosas que saben confusamente pero que no quieren conocer<br />
mucho, les doy instrumentos de libertad para manejar los mecanismos que evoco. De hecho, en el<br />
interior del periodismo, se puede pensar en alianzas extraperiódicos que permitirían neutralizar<br />
ciertos efectos que nacen de la competencia. Si una parte de los efectos maléficos proviene de los<br />
estructurales que orienta la competencia; ella misma provoca la urgencia. Ella misma produce la<br />
persecución de la primicia, ella hace que se pueda lanzar una información extremadamente peligrosa<br />
simplemente para derrotar a un competidor cuando nadie se percate de ello. El hecho de volver<br />
estos mecanismos conscientes y explícitos puede llevar a una concertación, en vistas a neutralizar la<br />
competencia (por ejemplo, en situaciones extremas, como los secuestros de niños, podemos<br />
imaginar - soñar- que los periodistas se pongan de acuerdo para no invitar -con fines de rating- a<br />
líderes políticos conocidos por -y para- sus propósitos xenófobos y comprometerse a no reproducir<br />
este propósito- lo que sería infinitamente más eficaz que todas las pretendidas “refutaciones”). Me<br />
dejo llevar verdaderamente por el utopismo y soy consciente de ello. Pero a aquéllos que oponen<br />
siempre al sociólogo su determinismo y su pesimismo, objetaría sólo que si los mecanismos<br />
estructurales que engendran las faltas a la moral fueran conscientes, una acción consciente que<br />
lleve a controlarlos se tornaría posible. En este universo que se caracteriza por un alto grado de<br />
cinismo, se habla mucho de moral. En tanto que sociólogo, sé que la moral no es eficaz salvo si se<br />
apoya en mecanismos que inducen a la gente a interesarse en la moral. Y para que algo como una<br />
inquietud moral aparezca, sería preciso que encuentre soportes y refuerzos, recompensas. Estas<br />
recompensas, podrían venir también del público -si estuviera más despierto y más consciente de las<br />
manipulaciones que sufre-.<br />
21 14/12/2006<br />
Pienso pues que actualmente todos los campos de la producción cultural están sometidos a<br />
la restricción estructural del campo periodístico, y no de tal o cual periodista, de tal o cual director de<br />
canal. Y esta restricción ejerce efectos sistemáticos equivalentes en todos los campos. El periodismo<br />
trata, en tanto que campo, acerca de otros campos. Dicho de otro modo, un campo en sí mismo<br />
crecientemente dominado por la lógica comercial impone cada vez más sus restricciones a los otros<br />
universos. A través de la presión de la audiencia, el peso de la economía se ejerce sobre la televisión<br />
y, por la influencia de la televisión sobre el periodismo, gravita sobre los otros diarios; incluso sobre<br />
los más “puros” y sobre los periodistas que, poco a poco, se dejan imponer los problemas de la<br />
televisión. De la misma manera, a través del peso del conjunto del espacio periodístico, pesa sobre<br />
todos los campos de producción cultural.<br />
En un número de Actes de la recherche en sciences sociales que dedicamos al periodismo,<br />
hay un muy buen trabajo de Remi Lenoir que muestra cómo, en el universo judicial, un cierto número<br />
de magistrados justicieros -que no son los más respetables desde el punto de vista de las normas<br />
internas del campo jurídico- pudieron servirse de la televisión para cambiar la relación de fuerzas en<br />
el interior de su campo y provocar cortocircuitos en las jerarquías internas. Lo que puede estar bien<br />
en algunos casos pero que puede también poner en peligro un estado, difícilmente adquirido, de la<br />
racionalidad colectiva; o, más precisamente, poner en cuestión las adquisiciones aseguradas y<br />
garantizadas por la autonomía del universo jurídico capaz de oponer su lógica propia a las intuiciones<br />
del sentido común jurídico, a menudo víctimas de las apariencias o de las pasiones. Se cree que la<br />
presión de los periodistas, que expresan sus visiones o sus propios valores, o que pretenden, de<br />
buena fe, convertirse en portavoces de la “emoción popular” o de la “opinión pública”, orienta a veces<br />
de manera muy fuerte la opinión de los jueces. Y algunos han hablado de una auténtica transferencia<br />
de poder de juzgamiento. Se podría así encontrar el equivalente hasta en el universo científico<br />
donde, como se ve en los “affaires” analizados por Patrick Champagne, llega a que la lógica de la<br />
demagogia – la del rating- sustituye la de la crítica interna.<br />
Todo esto parece muy abstracto; voy a volver a decirlo más simplemente. En cada uno de<br />
los campos, el universitario, el de los historiadores, etc., hay dominantes y dominados según los<br />
valores internos de cada campo. Un “buen historiador” es alguien a quien los buenos historiados<br />
llaman un buen historiador. Es necesariamente circular. Pero la heteronomía comienza cuando<br />
alguien que no es matemático puede intervenir para dar su opinión sobre los matemáticos, cuando<br />
alguien que no es reconocido como historiador (un historiador de televisión, por ejemplo) puede dar<br />
su opinión acerca de los historiadores y es escuchado. Con “la autoridad” que le da la televisión, M.<br />
Cavada les dice que el más grande filósofo francés es M. X. ¿Se puede uno imaginar que se<br />
solucione un conflicto entre dos matemáticos, dos biólogos o dos físicos por un referendum o por un<br />
debate entre dos colegas elegidos por M. Cavada? Pues, los medios no cesan de intervenir para<br />
anunciar sus veredictos. Los semanarios adoran esto: hacer el balance del decenio, designar a los<br />
diez más grandes “intelectuales” del decenio, de la quincena, de la semana, los “intelectuales” que<br />
cuentan, los que ascienden, los que descienden... ¿Por qué esto tiene tanto éxito? Porque son<br />
instrumentos que permiten tratar en la bolsa valores intelectuales y de los cuales los intelectuales, es<br />
decir, los accionistas (a menudo pequeños accionistas pero poderosos en el periodismo o en la<br />
edición...) se sirven para tratar de hacer subir el ritmo de sus títulos. Hay también diccionarios (de<br />
filósofos, de sociólogos, o de sociología, de intelectuales, etc.) que son y han sido instrumentos de<br />
poder y de consagración. Una de las estrategias más comunes consiste, por ejemplo, en excluir<br />
gente que podría o debería ser incluida, o aun en poner al lado, en uno de estos “premios”, a Claude<br />
Lévi-Strauss y Bernard-Henri Lévy, es decir, un valor indiscutido con un valor indiscutiblemente<br />
discutible, para tratar de modificar las estructuras de las evaluaciones. Pero los diarios intervienen<br />
también para plantear problemas que son rápidamente retomados por los intelectuales-periodistas. El<br />
antiintelectualismo, que es una constante estructural (muy fácil de comprender) del mundo<br />
periodístico, lleva por ejemplo a los periodistas a señalar periódicamente el tema de los errores de<br />
los intelectuales o a introducir los debates que no pueden movilizar más que a los intelectualesperiodistas<br />
y que a menudo no tienen otra razón de ser que permitirles existir mediáticamente<br />
haciendo un créneau.<br />
Estas intervenciones exteriores son muy amenazadoras. En primer lugar, porque pueden<br />
hacer equivocar a los profanos que, a pesar de todo, tienen peso, en la medida en que los<br />
productores culturales tienen necesidad de auditores, de espectadores, de lectores, que contribuyen<br />
al éxito de la venta de libros y, a través de la venta, gravitan sobre los editores, y a través de los<br />
22 14/12/2006<br />
editores, con las posibilidades de publicar en el futuro. Con la tendencia de los medios a celebrar<br />
productos comerciales, destinados a terminar en sus listas de best-sellers -como ocurre hoy- y hacer<br />
jugar la lógica de los “reenvíos de ascensor” entre los escritores-periodistas y los periodistasescritores,<br />
los jóvenes autores de 300 ejemplares, ya sean poetas, novelistas, sociólogos o<br />
historiadores, van a estar cada vez con menos posibilidades de publicar. (Paréntesis: paradojalmente<br />
pienso que la sociología y, en particular, la sociología de los intelectuales contribuyó al estado de<br />
cosas que observamos en el actual campo francés intelectual. Involuntariamente. Puede tener el<br />
objeto de dos empleos opuestos: uno cínico, que consiste en servirse del conocimiento de las leyes<br />
del medio para volver sus estrategias más eficaces; el otro, que se puede llamar clínico, que consiste<br />
en servirse del conocimiento de las leyes o las tendencias para combatirlas. Tengo la convicción de<br />
que un cierto número de cínicos, los profetas de la transgresión, los fast-thinkers de la televisión y los<br />
historiadores periodistas, autores de diccionarios o de balances del pensamiento contemporáneo en<br />
casettes, se sirven deliberadamente de la sociología – o de lo que comprenden acerca de ella – para<br />
dar golpes de fuerza, golpes de Estado específicos en el campo intelectual. Se podría decir lo mismo<br />
del supuesto criticismo del pensamiento de Debord que, constituido en un gran pensador del<br />
espectáculo, sirve de coartada a un falso radicalismo cínico y propio para neutralizarlo.)<br />
La colaboración<br />
Pero las fuerzas y las manipulaciones periodísticas pueden intentar también, de manera<br />
más sutil, emplear la lógica del caballo de Troya, es decir, introducir en los universos autónomos,<br />
productores heterónomos que, con el apoyo de fuerzas externas, recibirán una consagración que no<br />
pueden recibir de sus propios pares. Estos escritores para no escritores, filósofos para no filósofos, y<br />
así sucesivamente, tendrán un costado televisivo, un peso periodístico acorde con su peso<br />
específico en su propio universo. Es un hecho: cada vez más, en algunas disciplinas, la<br />
consagración por los medios es tomada en cuenta por las comisiones de la CNRS. Cuando tal o cual<br />
productor de emisiones de televisión o de radio invita a un investigador, le da un reconocimiento que<br />
hasta ahora era más bien una forma de degradación. Hace apenas treinta años, Raymond Aron era<br />
profundamente sospechado en sus capacidades, poco discutibles, de universitario porque estaba<br />
ligado a los medios en tanto que periodista del Figaro. Hoy el cambio de relaciones de fuerzas entre<br />
los campos es tal que, cada vez más, los criterios de evaluación externos –el paso por el programa<br />
de Pivot, la consagración en las revistas, los retratos- se imponen contra el juicio de los pares. Sería<br />
necesario tomar ejemplos en universos más puros, el campo científico de las ciencias duras (en el<br />
universo de las ciencias sociales, esto sería complejo porque los sociólogos hablan de la sociedad en<br />
la que todo el mundo tiene sus apuestas, intereses; de modo que hay buenos y malos sociólogos por<br />
razones que no tienen nada que ver con la sociología). En el caso de disciplinas aparentemente más<br />
independientes, como la historia o la antropología, o la biología y la física, el arbitraje mediático se<br />
vuelve cada vez más importante ya que la obtención de créditos puede depender de una notoriedad<br />
de la cual no se sabe demasiado qué debe a la consagración mediática y qué a la reputación ante los<br />
pares. Tengo la impresión de decir cosas excesivas pero, desgraciadamente, podría multiplicar los<br />
ejemplos de intrusión de los poderes mediáticos, es decir, económico-mediatizados, en el universo<br />
científico más puro. Es por ello que la cuestión de saber si uno puede hacerse entender o no en la<br />
televisión es central y querría que la comunidad científica se ocupe de ello verdaderamente. Sería<br />
importante, en efecto, que la toma de conciencia de todos los mecanismos que describí lleve a<br />
tentativas colectivas para proteger la autonomía, que es condición del progreso científico, contra la<br />
influencia creciente de la televisión.<br />
Para que la imposición del poder de los medios pueda ejercerse sobre universos como el<br />
científico, es preciso que encuentre complicidades en el campo considerado. Complicidad que la<br />
sociología posibilita entender. Los periodistas observan a menudo con mucha satisfacción que los<br />
universitarios se precipitan en los medios, pidiendo rendición de cuentas, mendigando una invitación,<br />
protestando contra el olvido en que han caído; y, a juzgar por sus testimonios aterrorizadores, inclina<br />
a dudar verdaderamente de la autonomía de los escritores, los artistas y los sabios. Hay que tomar<br />
en cuenta esta dependencia y sobre todo tratar de comprender las razones o las causas. Hay, en<br />
alguna medida, que intentar comprender quién colabora. Empleo el término como ensayo. Acabamos<br />
de publicar en Actes de la recherche en sciences sociales, un número que contiene un artículo de<br />
Giséle Sapiro acerca del campo literario francés bajo la ocupación. Este buen análisis no tiene como<br />
23 14/12/2006<br />
finalidad decir quién ha colaborado o quién no lo hizo y arreglar cuentas retrospectivamente. Se trata<br />
de comprender por qué, en ese momento, algunos escritores eligieron tal o cual campo más que tal<br />
otro, a partir de un cierto número de variables. Para ir más rápido, se puede decir que la gente<br />
reconocida por sus pares y, en consecuencia, rica en capital específico, era llevada a tener una<br />
actitud de resistencia; a la inversa, cuanto menos autónomos repecto de sus prácticas<br />
específicamente literarias, es decir, atraídos por lo comercial (como Claude Farrere, autor de novelas<br />
de éxito, de las que hoy también se tienen equivalentes), eran más proclives a la colaboración.<br />
Pero debo explicar mejor lo que se debe entender por autónomo. Un campo muy<br />
autónomo, el de las matemáticas por ejemplo, es aquél en el que los productores no tienen por<br />
clientes más que a sus competidores, aquéllos que hubieran podido estar en su lugar en relación con<br />
el descubrimiento que presentan. (Mi sueño es que la sociología se convierta en eso:<br />
desgraciadamente todo el mundo se mezcla. Todo el mundo cree conocerla, y M. Peyrefitte cree<br />
darme lecciones de esta disciplina. Y por qué no lo podría hacer, me dirán ustedes. Ya que se<br />
encuentran sociólogos e historiadores para ir con él a la televisión...). Para conquistar la autonomía,<br />
hay que construir este espacio de torre de marfil en el interior de la cual se juzga, se critica, incluso<br />
se combate, pero con conocimiento de causa; se enfrenta, pero con armas, instrumentos científicos,<br />
técnicas, métodos. Me ocurrió un día debatir en la radio con uno de mis colegas historiadores. En el<br />
aire, me dice: “Querido colega rehice su análisis de las correspondencias (se trata de un método de<br />
análisis estadístico) acerca de los patrones y no encuentro lo mismo que usted.”. Pensé: “¡es<br />
magnífico! Por fin alguien que me critica verdaderamente...”. Ocurre que había tomado otra definición<br />
de lo que entendía por patronato y había aplicado a la población sometida a análisis los parámetros<br />
correspondientes a los banqueros. Bastaba que los reintrodujera (lo que comprometía elecciones<br />
teóricas e históricas importantes) para estar de acuerdo conmigo. Hay que tener un alto grado de<br />
acuerdo en el terreno del desacuerdo y en los medios de regularlos para tener un auténtico debate<br />
científico que pueda conducir a una verdadera conformidad o disconformidad científica. Sorprende a<br />
veces ver en la televisión que los historiadores no están de acuerdo entre ellos. No se comprende<br />
que, a menudo, estas discusiones oponen a personas que no tienen nada en común y que no<br />
deberían sentarse a hablar (es como si se invitara –los malos periodistas adoran esto- a un<br />
astrónomo con un astrólogo, un químico con un alquimista, un sociólogo de las religiones con el jefe<br />
de una secta, etcétera.).<br />
Se tiene así, con la elección de los escritores franceses bajo la ocupación, una aplicación<br />
particular de lo que llamo “la ley de Jdanov”: cuanto más un productor cultural es autónomo, rico en<br />
capital específico y exclusivamente llevado al mercado restringido en el que tiene por clientes a sus<br />
propios competidores más estará dispuesto a la resistencia. Por el contrario, si destina sus productos<br />
al mercado de las grandes producciones (como los ensayistas, los escritores-periodistas, los<br />
novelistas conformistas), más inclinado estará a colaborar con los poderes extranjeros, el Estado, la<br />
Iglesia, el Partido y, hoy, periodismo y televisión, y a someterse a sus demandas o a sus órdenes.<br />
Es una ley muy general que se aplica también al presente. Se me objetará que colaborar<br />
con los medios no es lo mismo que colaborar con los nazis. Es cierto y no condeno a priori,<br />
evidentemente, toda forma de colaboración con los diarios, la radio y la televisión. Pero desde el<br />
punto de vista de los factores que inclinan a la colaboración, entendida como sumisión sin<br />
condiciones a las restricciones destructivas de las normas de campos autónomos, la<br />
correspondencia es conmovedora. Si los campos científicos, políticos, literarios están amenazados<br />
por la influencia de los medios, es porque hay en el interior de estos campos personas heterónomas,<br />
poco consagradas desde el punto de vista de los valores específicos de un campo o, para emplear<br />
un lenguaje ordinario, “fracasados” o en vías de serlo que tienen interés en la falta de autonomía, en<br />
buscar fuera consagraciones (rápidas, precoces, prematuras o efímeras) que no obtuvieron en el<br />
interior del campo y que, además, serán muy bien vistas por los periodistas porque no les temen (a<br />
diferencia de los autores más autónomos) y porque están próximos a aceptar sus exigencias. Si me<br />
parece indispensable combatir a los intelectuales heterónomos, es porque son el caballo de Troya a<br />
través del cual la heteronomía, es decir las leyes, de la economía, se introducen en el campo.<br />
Llego muy rápido al ejemplo de la política. El campo político mismo tiene cierta autonomía.<br />
Por ejemplo, el parlamento tiene una especie de arena en el interior de la cual van a regularse, por el<br />
lenguaje y por el voto, según ciertas reglas, un cierto número de disputas entre sujetos que están<br />
llamados a explicar intereses divergentes o incluso antagónicos. La televisión produce en este campo<br />
24 14/12/2006<br />
efectos análogos a aquéllos que produce en otros, en particular en el campo jurídico: cuestionará los<br />
derechos de autonomía. Para mostrarlo contaré brevemente una historia contenida en el mismo<br />
número de Actes de la recherche en sciences sociales dedicada a la influencia del periodismo, el<br />
affaire de la pequeña Karina. Es una niña del sur de Francia que fue asesinada. El diario local refiere<br />
los hechos, las protestas indignadas del padre y del hermano del padre que organiza una pequeña<br />
manifestación local, retomada por un pequeño diario y luego por otro. Se dice: “¡es atroz, un chico!<br />
¡Hay que restablecer la pena de muerte!”. Los políticos locales se mezclan, las personas próximas al<br />
Frente Nacional están particularmente excitadas. Un periodista de Toulouse un poco más consciente<br />
advierte: “Cuidado, es un linchamiento, hay que reflexionar”. Las asociaciones de abogados se<br />
mezclan también cuando les llega el turno y denuncian la tentativa de justicia directa... La presión<br />
aumenta; y al final de cuentas, la cadena perpetua se restablece. En esta película acelerada, se ve<br />
cómo, a través de los medios, la información movilizadora, como una forma perversa de democracia<br />
directa, puede ocupar un lugar que elimina la distancia en relación con la urgencia, con la presión de<br />
las pasiones colectivas, no necesariamente democráticas, que es normalmente asegurada por la<br />
lógica relativamente autónoma del campo político. Se ve reconstituir una lógica de la venganza<br />
contra la cual todo el pensamiento jurídico, e incluso político, se constituyó. Ocurre también que los<br />
periodistas, a falta de guardar la distancia necesaria para la reflexión, juegan el papel de bombero<br />
incendiario. Pueden contribuir a crear un acontecimiento, levantando un suceso menor (el asesinato<br />
de un joven francés por otro joven también francés pero “de origen africano”) para luego denunciar a<br />
los que arrojan más fuego a la fogata que ellos han incentivado, es decir el FN que, evidentemente,<br />
explota o trata de explotar “la emoción suscitada por el acontecimiento”, como dicen los diarios<br />
poniendo en la misma bolsa, machacando al inicio de todos los noticiosos, etc.; y pueden exponer a<br />
continuación un sentimiento de virtud, de una buena alma humanista, denunciando grandes crisis y<br />
condenando sentenciosamente la intervención racista de aquél al que han contribuido a crear y al<br />
que continúan ofreciendo sus mejores instrumentos de manipulación.<br />
Derecho de entrada y deberes de salida<br />
Querría ahora decir algunas palabras acerca de las relaciones entre el esoterismo y el<br />
elitismo. Es un problema en el que se han debatido, y a veces empantanado, todos los pensadores<br />
desde el siglo XIX. Por ejemplo, Mallarmé que es el símbolo mismo del escritor esotérico, puro,<br />
escritor para algunas personas en una lengua ininteligible para el común, se preocupó toda la vida en<br />
devolver a todos lo que había conquistado a través de su trabajo como poeta. Si hubiera habido<br />
medios, alguien podría preguntarse: “¿Voy a la televisión? ¿Cómo conciliar esta exigencia de<br />
‘pureza’ que es inherente a toda especie de trabajo científico e intelectual y que lleva al esoterismo<br />
con la preocupación democrática de volver estas adquisiciones accesibles a un gran número de<br />
personas?” Observo que la televisión produce dos efectos. Por una parte, reduce el derecho de<br />
admisión a un cierto número de campos, filosófico, jurídico, etc.: puede consagrar como sociólogo,<br />
escritor o filósofo, a personas que no pagaron el derecho de admisión desde la perspectiva de la<br />
definición interna de su profesión. Por otra parte, alcanza al mayor número de personas. Lo que me<br />
parece difícil de justificar es que se argumenta con la extensión de la audiencia para reducir el<br />
derecho de admisión en el campo. Se objetará que estoy en tren de sostener propósitos elitistas, de<br />
defender la ciudadela sitiada de la gran ciencia y la gran cultura, o incluso de prohibir al pueblo<br />
(tratando de prohibir la televisión a aquéllos que a veces se denominan portavoces del pueblo, con<br />
sus honorarios y sus estilos de vida fabulosos, bajo el pretexto de que saben hacerse entender por<br />
él, haciéndose plesbicitar por el rating). Defiendo las condiciones necesarias de producción y la<br />
difusión de las creaciones más altas de la humanidad. Para escapar a esta alternativa del elitismo y<br />
de la demagogia, hay a la vez que defender el mantenimiento e incluso la elevación del derecho de<br />
admisión en los campos de producción –decía recién que desearía que sea así para la sociología,<br />
cuyas desgracias provienen para la mayoría del hecho de que el derecho de admisión es demasiado<br />
bajo- y el refuerzo del deber de salida, acompañado por una mejora de las condiciones y los medios<br />
de salida.<br />
Se esgrime la amenaza de la nivelación (es un tema recurrente del pensamiento<br />
reaccionario que se encuentra notablemente en Heidegger). En resumen, puede provenir de la<br />
intrusión de las exigencias mediáticas en los campos de producción cultural. Hay que defender a la<br />
vez el esoterismo inherente (por definición) a toda búsqueda de vanguardia y la necesidad de hacer<br />
25 14/12/2006<br />
esotérico lo esotérico y luchar por obtener los medios para hacerlo en buenas condiciones. En otros<br />
términos, hay que defender las condiciones de producción necesarias para hacer progresar lo<br />
universal y, al mismo tiempo, hay que trabajar para generalizar las posibilidades de acceso a lo<br />
universal, para hacer que cada vez más la gente reúna condiciones necesarias para acceder a lo<br />
universal. Cuanto más compleja es una idea, porque está producida en un universo autónomo, más<br />
difícil es la restitución. Para sobrellevar esta dificultad, es preciso que los productores que están en<br />
su pequeña ciudadela sepan salir y luchar, colectivamente, para tener buenas condiciones de<br />
difusión, para tener la propiedad de sus medios de difusión; luchar así, en relación con los<br />
profesores, con los sindicatos, las asociaciones, etc., para que los receptores obtengan una<br />
educación que los lleve a elevar su nivel de recepción. Los fundadores de la República, en el siglo<br />
XIX, decían (se los olvida a menudo) que el fin de la instrucción, no es sólo saber leer y escribir,<br />
contar para ser un buen trabajador, sino disponer los medios indispensables para ser un buen<br />
ciudadano, para estar en condiciones de entender las leyes, comprender y defender sus derechos,<br />
creer en las asociaciones sindicales... Hay que trabajar para la universalización de las condiciones de<br />
acceso a lo universal.<br />
Se puede y se debe luchar contra el rating en nombre de la democracia. Esto parece<br />
paradojal porque la gente que defiende el reino del rating pretende que no hay nada más<br />
democrático (es el argumento favorito de los anunciantes y de los publicitarios más cínicos,<br />
consultados por algunos sociólogos, sin hablar de los ensayistas de ideas cortas, que identifican la<br />
crítica de los sondeos –y el rating- con la crítica del sufragio universal), que hay que dejar a la gente<br />
la libertad de juzgar, de elegir (“esos son sus prejuicios de intelectuales elitistas que los llevan a<br />
considerar todo eso como despreciable”). El rating es la sanción del mercado, de la economía, es<br />
decir, de una legalidad externa y puramente comercial, y la sumisión a las exigencias de este<br />
instrumento de marketing es el exacto equivalente en materia cultural de lo que es la demagogia<br />
orientada por los sondeos de opinión en materia política. La televisión regida por el rating contribuye<br />
a hacer pesar sobre el consumidor supuestamente libre e iluminado las restricciones del mercado,<br />
que no tienen nada de expresión democrática de una opinión colectiva iluminada, racional, de una<br />
razón pública, como quieren hacerlo creer los demagogos cínicos. Los pensadores críticos y las<br />
organizaciones encargadas de explicar los intereses de los dominados están muy lejos de pensar<br />
claramente este problema. Lo que contribuye bastante para reforzar todos los mecanismos que traté<br />
de describir.<br />
26 14/12/2006<br />
ANEXO<br />
LA INFLUENCIA DEL PERIODISMO<br />
El objeto que aquí nos ocupa no es “el poder de los periodistas” -y menos aún el<br />
periodismo como “cuarto poder”-, sino la influencia que los mecanismos de un campo cada vez más<br />
sometido a las exigencias del mercado (lectores y anunciantes), ejercen, en principio, sobre los<br />
periodistas (y los intelectuales-periodistas), y luego, en parte a través de ellos, sobre los diferentes<br />
campos de la producción cultural (jurídico, literario, artístico, científico). Se trata de examinar cómo la<br />
restricción estructural que pesa sobre este medio, él mismo dominado por las restricciones del<br />
mercado, modifica más o menos profundamente las relaciones de fuerza en el interior de los<br />
diferentes campos, afectando lo que se hace allí y lo que se produce y ejerciendo efectos muy<br />
parecidos en universos fenoménicamente muy diferentes. Ello sin caer en uno u otro de los dos<br />
errores opuestos, la ilusión del “jamás visto” y la ilusión del “siempre así”.<br />
La influencia que el campo periodístico y, a través de él, la lógica del mercado, ejercen en<br />
los campos de la producción cultural, incluso los más autónomos, no es radicalmente novedosa: se<br />
podría sin problemas componer, con textos de los escritores del siglo XIX, un cuadro realista de los<br />
efectos más generales que produce en el interior de esos universos protegidos.3 Pero hay que<br />
cuidarse de ignorar la especificidad de la situación actual que, más allá de las similitudes resultantes<br />
de la comparación, presenta características relativamente sin precedentes: los efectos que el<br />
desarrollo de la televisión produce en el campo periodístico y, a través de él, en todos los otros, son<br />
incomparablemente más importantes, en su intensidad y su amplitud, que aquéllos que la aparición<br />
de la literatura industrial, con la gran prensa y el folletín, había provocado, suscitando en los<br />
escritores reacciones de indignación o de revuelta de donde salen, según Raymond Williams, las<br />
definiciones modernas de cultura.<br />
Estos efectos que el campo periodístico genera se relacionan, por su forma y eficacia, en<br />
su propia estructura, es decir, en la distribución de los diferentes periódicos y periodistas según su<br />
autonomía respecto de las fuerzas externas, las del mercado de lectores y las del de anunciantes. El<br />
grado de autonomía de un órgano de difusión se mide, sin duda, por las ganancias que provienen de<br />
la publicidad y de la ayuda del Estado (bajo la forma de publicidad o subvenciones), pero también por<br />
el grado de concentración de los anunciantes. En cuanto al nivel de autonomía de un periodista en<br />
particular, depende en principio del grado de concentración de la prensa (que, al reducir el número de<br />
empleados potenciales, aumenta la inseguridad del empleo); luego de la posición del diario en el<br />
espacio de los periódicos, es decir, más o menos próximo del polo “intelectual” o del polo “comercial”;<br />
también de su ubicación en el diario u órgano de prensa (efectivo, temporario, etc.), que determina<br />
las diferentes garantías estatutarias de las que dispone (ligadas sobre todo a la notoriedad); de su<br />
salario; y, finalmente, de su capacidad de producción autónoma de la información (algunos<br />
periodistas, como los divulgadores científicos o los analistas económicos, son muy dependientes de<br />
este factor). Es claro que los diferentes poderes, y en particular las instancias gubernamentales,<br />
influyen no sólo por las restricciones económicas que están en condiciones de ejercer sino también<br />
por todas las presiones que admite el monopolio de la información legítima -sobre todo de las<br />
fuentes oficiales -; este monopolio da, en principio, a las autoridades gubernamentales y de la<br />
administración, a la policía, por ejemplo, pero también a las autoridades jurídicas, científicas, etc.<br />
armas en la lucha que los opone a los periodistas y en la que tratan de manipular las informaciones o<br />
3 Se podría, por ejemplo, advertir esto leyendo la obra de Jean-Marie Goulemot y Daniel Oster,<br />
Gens de lettres. Ecrivans et Bohémes, donde se encuentran muchas observaciones y notaciones<br />
constitutivas de una sociología espontánea del medio literario que los escritores producen, sin<br />
detenerse, en principio, en objetivar a sus adversarios o al conjunto de lo que los desagrada en su<br />
campo (cf. J.-M. Goulemot y D. Oster, Gens de lettres. Ecrivans et Bohémes, Paris, Minerve, 1992.)<br />
Pero la intuición de las homologías puede también leerse entre las líneas de un análisis del<br />
funcionamiento del campo literario en el siglo último; allí se esboza una descripción de los<br />
mecanismos escondidos del mundo literario de hoy (como lo hizo Philippe Murray, “Des regles de l’art<br />
aux coulisses de sa misère”, Art Press, 186, junio, 1993, pp. 55-67).<br />
27 14/12/2006<br />
a los agentes encargados de transmitirlas, mientras que la prensa intenta por su parte manejar a los<br />
que detentan la información para que la brinden o para tener la exclusividad. Sin olvidar el poder<br />
simbólico excepcional que confiere a las grandes autoridades estatales la capacidad de definir, por<br />
sus acciones, sus decisiones y sus intervenciones en el campo periodístico (entrevistas, conferencias<br />
de prensa, etc.), el orden del día y la jerarquía de los sucesos que se imponen a los diarios.<br />
Algunas propiedades del campo periodístico<br />
Para comprender cómo contribuye el campo periodístico a reforzar, en el seno de todos los<br />
campos, lo “comercial” en detrimento de lo “puro”, a los productores más inclinados a las<br />
seducciones del poder económico y político a expensas de los productores que defienden los<br />
principios y los valores del métier, hay que advertir que se organiza según una estructura homóloga a<br />
la de otros campos y que el peso de lo “comercial” es aquí mucho mayor.<br />
El campo periodístico se constituyó como tal, en el siglo XIX, alrededor de la oposición<br />
entre los diarios que ofrecían “novedades”, preferentemente “sensacionales” o, mejor dicho,<br />
“sensacionalistas” y los diarios que proponían análisis, “comentarios” y se diferenciaban respecto de<br />
los primeros, afirmando siempre los valores de “objetividad”4. Es el sitio de una lucha entre dos<br />
lógicas y dos principios de legitimación: el reconocimiento por los pares, brindado por aquéllos que<br />
reconocen más cabalmente los “valores” o los principios internos, y el reconocimiento por el mayor<br />
número, materializado en la cantidad de lectores, de espectadores y de la audiencia, esto es, por las<br />
cifras de ventas (best-sellers) y la ganancia en dinero: la sanción del plesbiscito que es en este caso<br />
inseparable del mercado.<br />
Como el literario o el artístico, el campo periodístico es el sitio de una lógica específica, en<br />
verdad cultural, que se impone a los periodistas a través de las restricciones y los controles cruzados<br />
que hacen pesar unos sobre otros; y el respeto consiguiente a esas reglas (a veces nombrado como<br />
deontología) funda las reputaciones de honorabilidad profesional. En síntesis, fuera quizás de estas<br />
“marcas” -cuyo valor y significación dependen de la posición en el campo de quienes las hacen y de<br />
quienes se benefician- hay pocas sanciones positivas relativamente indiscutibles; en cuanto a las<br />
sanciones negativas, contra aquél que omite citar las fuentes, por ejemplo, son casi inexistentes – si<br />
bien se tiende a no citar la fuente, sobre todo cuando se trata de un medio menor, para no pagar el<br />
derecho correspondiente.<br />
Pero (como el campo político y el económico, y mucho más que el mundo científico,<br />
artístico o literario, o incluso el jurídico) el campo periodístico está sometido permanentemente a las<br />
pruebas y veredictos del mercado, a través de la sanción directa de la clientela o indirecta del rating<br />
(incluso si la ayuda del Estado asegura cierta independencia respecto de las restricciones inmediatas<br />
del mercado). Y los periodistas están más inclinados a adoptar el criterio rating en su producción<br />
(“hacer simple”, “hacer corto”, etc.) o en la evaluación de sus productos e incluso de sus productores<br />
(“da bien en la televisión”, “se vende bien”, etc.), cuando ocupan una posición más encumbrada<br />
(directores de canal, redactores jefe, etc.) en un órgano más directamente ligado al mercado (un<br />
canal comercial por oposición a un canal cultural, etc.). Los periodistas más jóvenes y menos<br />
comprometidos con un medio son, por el contrario, más proclives a oponer los principios y los valores<br />
del métier a las exigencias más realistas o más cínicas, de sus “antecesores”.5<br />
4 Acerca de la emergencia de la idea de objetividad en el periodismo americano como producto del<br />
esfuerzo de los diarios deseosos de ser respetados para distinguir la información del simple relato de<br />
la prensa popular ver M. Schudson, Discovering the news, New York, Basic Books, 1978. Sobre la<br />
contribución que la oposición entre los periodistas más próximos al campo literario y ansiosos de<br />
escribir y los periodistas más próximos al campo político, aportó, en el caso de Francia, a este<br />
proceso de diferenciación e invención de un “métier” propio (sobre todo el reportero), se podrá leer T.<br />
Ferenczi, L’invention du journalisme en France: naissance de la presse moderne a la fin du XIX<br />
siecle, Plon, 1993. Acerca de la forma que adopta esta oposición en el campo de los diarios y<br />
semanarios franceses y sobre su relación con las diferentes categorías de lectura y de lectores, ver<br />
P. Bourdieu, La Distinction. Critique sociale du jugement de gout, Paris, Ed. De Minuit, 1979, p.517-<br />
526 (hay versión en español).<br />
5 Como en el campo literario, la jerarquía según el criterio externo -el éxito de venta- es casi lo<br />
28 14/12/2006<br />
En la lógica específica de un campo orientado hacia la producción de este bien altamente<br />
perecedero que son las noticias, la competencia por la clientela adopta la forma de una disputa por la<br />
prioridad, es decir, por las nuevas más nuevas (la primicia)6 ,- y ello es en tanto más, evidentemente,<br />
cuanto más próximo se está del polo comercial. La restricción del mercado no se ejerce más que por<br />
intermedio del efecto de campo: un número considerable de estas primicias, que son buscadas y<br />
apreciadas como victorias en la conquista de la clientela, han debido permanecer ignoradas por los<br />
lectores o los espectadores y son sólo percibidas por los competidores (los periodistas que son los<br />
únicos que leen todos los diarios...). Inscripta en la estructura y los mecanismos del campo, la<br />
competencia por la prioridad busca y favorece a los profesionales que se inclinan a ubicar toda la<br />
práctica periodística bajo el reinado de la velocidad (o de la precipitación) y de la renovación<br />
permanente.7 Disposiciones reforzadas por la temporalidad misma de la práctica periodística que,<br />
obligando a vivir y a pensar al día y a valorizar una información en función de su actualidad, favorece<br />
una suerte de amnesia permanente que es el revés negativo de la exaltación de la novedad y<br />
también una tendencia a juzgar a los productores y a los productos según la oposición de “nuevo” y<br />
“pasado”.8<br />
Otro efecto del campo, absolutamente paradojal y poco favorable a la afirmación de<br />
autonomía colectiva o individual: la competencia incita a ejercer un cuidado permanente (que puede<br />
llegar hasta al espionaje mutuo) sobre las actividades de los rivales, a fin de sacar provecho de sus<br />
fracasos, evitando los mismos errores, y de contrarrestar sus éxitos, tomando prestados los<br />
instrumentos supuestos de sus logros (temas de números especiales que son retomados; libros<br />
retomados por otros y de los cuales “no puede no hablarse”; invitados que hay que tener; asuntos<br />
que se deben “cubrir” porque otros los han descubierto e incluso periodistas que son disputados,<br />
tanto para impedir a la competencia tenerlos cuanto por el deseo real de poseerlos). Así, en este<br />
dominio como en otros, la competencia, lejos de ser automáticamente generadora de originalidad y<br />
de diversidad, tiende a menudo a favorecer la uniformidad de la oferta, como se puede fácilmente<br />
advertir comparando los contenidos de los grandes semanarios, de los canales o las radios de gran<br />
audiencia. Pero este mecanismo, muy poderoso, tiene también por efecto el hecho de imponer<br />
insidiosamente al conjunto del campo las “elecciones” de los instrumentos de difusión más directa,<br />
completamente sometidos a los veredictos del mercado, como los de la televisión; lo que contribuye<br />
a orientar toda la producción en la conservación de los valores establecidos, como lo atestigua, por<br />
ejemplo, el hecho de que los premios periódicos con los cuales los intelectuales-periodistas se<br />
esfuerzan en imponer su visión del campo (y, en favor de los “ascensos en ascensor”, el<br />
reconocimiento de los pares...) yuxtaponen casi siempre autores de productos altamente<br />
perecederos y destinados a figurar durante algunas semanas, con esfuerzo, en la lista de los bestsellers,<br />
y autores consagrados que son a la vez “valores seguros” propios para señalar el buen gusto<br />
de aquéllos que los consagran y también, en tanto clásicos, los best-sellers de la larga duración. Es<br />
decir que, incluso si su eficiencia se alcanza casi siempre a través de las acciones de personas<br />
singulares, tanto los mecanismos por los cuales el periodismo es el sitio y sus efectos sobre los otros<br />
campos están determinados en su intensidad y su orientación por la estructura que lo caracteriza.<br />
Los efectos de la intrusión<br />
inverso de la jerarquía según el criterio interno -el periodismo “serio”-. Y la complejidad de esta<br />
distribución según una estructura quiasmática (que es también la de los campos literario, artístico o<br />
jurídico) está fortalecida por el hecho de que se encuentra, en el seno de cada órgano de prensa -<br />
escrito, radiofónico o televisivo, que funciona él mismo como un subcampo- la oposición entre el polo<br />
“cultural” y el polo “comercial” que organiza el conjunto del campo, de manera que se tiene una serie<br />
de estructuras encajonadas (del tipo a:b::b1:b2).<br />
6 El scoop (en inglés en el original).<br />
7 Es a partir de las restricciones temporales, impuestas a menudo de manera puramente arbitraria,<br />
que se ejerce la censura estructural, prácticamente desapercibida, que pesa en los propósitos de los<br />
invitados a la televisión.<br />
8 Si la afirmación “ya pasó” tiene tan a menudo, y más allá del campo periodístico, en toda<br />
argumentación crítica, es también porque los que se pretenden apresurados tienen un interés<br />
evidente en poner en obra este principio de evaluación que brinda una ventaja indiscutible al recién<br />
llegado, al más nuevo. Este criterio reducido a la oposición casi vacía entre el antes y el después, les<br />
dispensa de hacer sus pruebas.<br />
29 14/12/2006<br />
La influencia del campo periodístico refuerza en los agentes y las instituciones más<br />
dependientes del efecto del número y del mercado. Este efecto se ejerce tanto más cuanto los<br />
campos que lo sufren están más estrechamente sometidos, en su funcionamiento, a esta lógica y el<br />
campo periodístico está él mismo subordinado, coyunturalmente, a las restricciones externas que,<br />
estructuralmente, lo afectan más que a los otros campos de producción cultural. Se observa hoy por<br />
ejemplo que las sanciones internas tienden a perder su fuerza simbólica; los periodistas y los diarios<br />
“serios” pierden su aura y están ellos mismos impelidos a hacer concesiones a la lógica del mercado<br />
y del marketing introducida por la televisión comercial y a este nuevo principio de legitimidad que es<br />
la consagración, llamada “visibilidad mediática”, capaz de conferir a algunos productos (culturales o<br />
incluso políticos) o a algunos “productores” el sustituto aparentemente democrático de las sanciones<br />
específicas impuestas por los campos especializados. Algunos “análisis” de la televisión han tenido<br />
éxito ante los periodistas, sobre todo ante los más sensibles al efecto de la audiencia, porque<br />
confieren legitimidad democrática a la lógica comercial, contentándose con plantear en términos de<br />
política, en consecuencia de plesbiscito, un problema de producción y de difusión culturales.9<br />
Así, la creciente influencia de un campo periodístico cada vez más sometido a la<br />
dominación directa o indirecta de la lógica comercial tiende a amenazar la autonomía de los<br />
diferentes campos de producción cultural, reforzando, en el seno de cada uno de ellos, a los agentes<br />
o las empresas que están más dispuestas a ceder ante los beneficios “externos” porque son menos<br />
ricos en capital específico (científico, literario, etc.) y menos seguros de los beneficios propios que el<br />
campo les garantiza en lo inmediato o a término más o menos próximo.<br />
El ascendiente del periodismo sobre los otros campos de producción cultural (en materia de<br />
filosofía y sobre todo de ciencias sociales) se ejerce principalmente a través de la intervención de<br />
productores culturales situados en un lugar incierto sobre el medio periodístico y los campos<br />
especializados (literario o filosófico, etc.). Estos “intelectuales-periodistas”,10 que se sirven de la doble<br />
pertenencia para esquivar las exigencias específicas de los dos universos y para importar en cada<br />
uno de ellos los poderes adquiridos en el otro, están hechos a medida para ejercer dos efectos<br />
mayores: por una parte, introducir formas nuevas de producción cultural, ubicadas en un espacio mal<br />
definido entre esoterismo universitario y exotismo periodístico; por otra parte, imponer, por medio de<br />
juicios críticos, principios de evaluación de las producciones culturales que, ratificando con una<br />
apariencia de autoridad intelectual las sanciones del mercado y reforzando la inclinación espontánea<br />
de ciertas categorías de consumidores a la allodoxia tienden a reforzar el “efecto audiencia” o de<br />
best-seller list sobre la recepción de productos culturales y también, indirectamente, sobre la<br />
producción, orientando las elecciones (la de los editores, por ejemplo) hacia obras menos exigentes y<br />
más vendibles.<br />
Y pueden contar con el sostén de aquéllos que -identificando la “objetividad” con una suerte<br />
de saber vivir de buena compañía y de neutralidad ecléctica en relación con todas las partes<br />
involucradas- toman los productos de cultura media por obras de vanguardia o denigran las<br />
investigaciones de vanguardia (y no sólo en materia de arte) en nombre de los valores del buen<br />
sentido;11 pero éstos pueden en su momento contar con la aprobación o incluso con la complicidad<br />
9 Basta para ello enunciar problemas de periodismo (como la elección entre TF1 y Arte) en un<br />
lenguaje que podría ser el del periodismo: “Cultura y televisión: entre la cohabitación y el apartheid”<br />
(D. Wolton, Eloge du grand public, Paris, Flammarion, 1990, p. 163 (Hay versión en español, D.<br />
Wolton, Elogio del gran publico , Barcelona, Gedisa, , 1992). Observemos, para tratar de justificar lo<br />
que el análisis científico puede tener de complejo y hasta de laborioso, hasta qué punto la ruptura<br />
con las preconstrucciones y los presupuestos del lenguaje ordinario, y en particular periodístico, se<br />
impone como una condición de la construcción adecuada del objeto.<br />
10 Bastaría con poner aparte, en el interior de esta categoría, las fronteras más lábiles, los<br />
productores culturales que -según una tradición que se instaló con el surgimiento de la producción<br />
“industrial” en materia de cultura- requieren de los métiers del periodismo medios de existencia y no<br />
poderes (de control o de consagración) susceptibles de ejercerse sobre los campos especializados<br />
(efecto Jdanov).<br />
11 Muchas críticas recientes del arte moderno casi no se diferencian sino quizás en la pretensión de<br />
sus expectativas, de los veredictos que se obtendrían si se sometiera el arte de vanguardia al<br />
plesbiscito o, lo que viene a ser igual, al sondeo de opinión.<br />
30 14/12/2006<br />
de los consumidores que, como ellos, están inclinados a la alladoxia por su distancia del “reducto de<br />
los valores culturales” y por su propensión a disimular los límites de sus capacidades de apropiación<br />
– según la lógica de la self deception que evoca la fórmula a menudo empleada por los lectores de<br />
las revistas de vulgarización: “es una revista científica de muy alto nivel y accesible a todos”.<br />
Así se encontrarían amenazados los logros obtenidos por la autonomía del campo y por su<br />
capacidad de resistir a las demandas mundanas, aquéllas que simboliza hoy el rating y que los<br />
escritores del siglo pasado enfrentaban expresamente cuando se levantaban contra la idea de que el<br />
arte (se podría decir lo mismo de la ciencia) pudiera someterse al veredicto del sufragio universal.<br />
Ante este peligro, son posibles dos estrategias, más o menos empleadas según los campos y su<br />
grado de autonomía: señalar firmemente los límites del campo y tratar de restaurar las fronteras<br />
amenazadas por la intrusión del modo de pensar y actuar del periodismo; o salir de la torre de marfil<br />
(según el modelo inaugurado por Zola) para imponer los valores surgidos de la reclusión en ella, y<br />
servirse de todos los medios disponibles, en los campos especializados o afuera, y en el seno mismo<br />
del periodismo, para imponer en el exterior las adquisiciones y las conquistas posibles por su<br />
autonomía.<br />
Hay condiciones económicas y culturales que permiten un juicio científico esclarecido y no<br />
se puede pretender que el voto universal (o las encuestas) delimite los problemas de la ciencia<br />
(aunque a veces se haga indirectamente y sin saberlo) sin desfavorecer al mismo tiempo las<br />
condiciones mismas de la producción científica, es decir, la barrera que protege la ciudadela<br />
científica (o artística) contra la irrupción destructiva de los principios de producción y de evaluación<br />
externos, impropios y desplazados. Pero no significa que la barrera no pueda ser atravesada en otro<br />
sentido y que sea intrínsecamente imposible trabajar en una redistribución democrática de los logros<br />
posibles por la autonomía. Esto es factible a condición de que se advierta claramente que toda<br />
acción que difunda las adquisiciones más raras de la investigación científica o artística supone el<br />
cuestionamiento del monopolio de los instrumentos de difusión de esta información (científica o<br />
artística) que el campo periodístico detenta de hecho y también la crítica del horizonte de<br />
expectativas que diseña la demagogia comercial de los que tienen los medios de interponerse entre<br />
los productores culturales (entre quienes se puede contar, en este caso, a los políticos) y la gran<br />
masa de consumidores.<br />
La distancia entre los productores profesionales (o sus productos) y los simples<br />
consumidores (lectores, oyentes, espectadores y también electores) que encuentra su fundamento<br />
en la autonomía de los campos especializados es más o menos grande, más o menos difícil de<br />
sobrellevar y más o menos inaceptable, desde el punto de vista de los principios democráticos,<br />
según los campos. Y, contrariamente a las apariencias, se observa también en el orden de la política<br />
que ésta contradice los principios declarados. Aunque los agentes comprometidos en el campo<br />
periodístico y en el político estén en una relación de competencia y de lucha permanentes y aunque<br />
el periodismo sea, de alguna manera, englobado en el campo político donde ejerce efectos muy<br />
poderosos, ambos tienen en común el estar muy directamente y estrechamente ubicados bajo el<br />
imperio de la sanción del mercado y del plesbiscito. Se sigue que la influencia del campo periodístico<br />
refuerza las tendencias de los agentes comprometidos en la política a someterse a la presión de las<br />
demandas y las exigencias del mayor número, a veces pasional e irreflexivas, y a menudo<br />
constituidas en reivindicaciones movilizadoras por el lugar que reciben en la prensa.<br />
Salvo cuando emplea libertades y poderes críticos que le aseguran su autonomía, la<br />
prensa, sobre todo la televisiva (y comercial), funciona en el mismo sentido que el sondeo, con el que<br />
debe contar: aunque pueda servir también de instrumento de demagogia racional tendente a reforzar<br />
la cerrazón sobre sí misma del campo político, el sondeo instaura con los electores una relación<br />
directa, sin mediación, que pone fuera de juego a todos los agentes individuales o colectivos (como<br />
los partidos o los sindicatos) socialmente ordenados para elaborar y proponer opiniones constituidas;<br />
expropia a todos los mandatarios y a quienes pretender ser sus portavoces (al igual que los grandes<br />
editorialistas del pasado) el monopolio de la expresión legítima de la “opinión publica” y, al mismo<br />
tiempo, de su capacidad de trabajar en una elaboración crítica (y a veces colectiva, como en los<br />
poderes legislativos) de opiniones reales o supuestas de sus mandantes.<br />
Todo esto hace que la influencia acrecentada de un campo periodístico, él mismo sometido<br />
a una presión creciente de la lógica comercial, sobre el campo político obsesionado por la tentación<br />
31 14/12/2006<br />
de la demagogia (especialmente en un momento en que los sondeos ofrecen el medio para ejercerla<br />
de manera racionalizada) contribuye a debilitar la autonomía de lo político y, al mismo tiempo, la<br />
capacidad acordada a los representantes (políticos u otros) de invocar su competencia de expertos o<br />
su autoridad de guardias de los valores colectivos.<br />
¿Cómo no evocar, para finalizar, el caso de los juristas que, al precio de una “piadosa<br />
hipocresía”, insisten en que sus veredictos encuentran su principio no en las restricciones externas,<br />
sobre todo económicas, sino en las normas trascendentes de las cuales ellos son sus guardianes? El<br />
campo jurídico no es lo que cree ser, es decir, un universo puro de todo compromiso con las<br />
necesidades de la política o de la economía. Pero el hecho de hacerse reconocer como tal<br />
contribuye a producir efectos sociales reales y, en principio, sobre aquéllos que tienen como trabajo<br />
hablar de derecho. ¿Pero qué llegarán a ser los juristas, encarnaciones más o menos sinceras de la<br />
hipocresía colectiva?, ¿qué ocurrirá si se convierte en pública notoriedad que, lejos de obedecer a<br />
las verdades o a los valores trascendentes y universales, están atravesados, como todos los otros<br />
actores sociales, por restricciones como aquéllas; si es evidente que se alteran los procedimientos o<br />
las jerarquías por la presión de las necesidades económicas o la seducción de los éxitos<br />
periodísticos?<br />
Pequeño post-scriptum normativo<br />
Develar las restricciones ocultas que pesan sobre los periodistas y que inciden a su vez<br />
sobre todos los productores culturales no es -¿es necesario decirlo?- denunciar a los responsables,<br />
señalar con en el índice a los culpables.12 Es intentar ofrecer a unos y otros una posibilidad de<br />
liberarse, por la toma de conciencia, de la influencia de estos mecanismos y proponer quizás el<br />
programa de una acción concertada entre los artistas, los escritores, los sabios y los periodistas,<br />
detentadores del (cuasi)monopolio de los instrumentos de difusión. Sólo una colaboración de este<br />
tipo permitiría trabajar eficazmente en la divulgación de los logros más universales de la<br />
investigación y también, por otra parte, a la universalización práctica de las condiciones de acceso a<br />
lo universal.<br />
REFERENCIAS CITADAS<br />
Accardo, Alain, con G. Abou, G. Balastre, D. Marine, Journalistes au cotidien, Outils pour<br />
une sociologie des pratiques journalistiques, Bordeaux, Le Mascaret, 1995.<br />
Accardo, Alain, “Le destin scolaire”, in Pierre Bourdieu, La Misère du monde, Paris, Seuil,<br />
1993, pp. 719-735.<br />
Bourdieu, Pierre, “L’Emprise du journalisme”, Actes de la recherche en sciences sociales,<br />
101-102, mars, 1994, pp. 3-9.<br />
--- (avec Wacquant Loic), Résponses, Paris, Seuil, 1992.<br />
Champagne, Patrick, “La construction médiatique des ‘malaises sociaux”, Actes de la<br />
recherche en sciences sociales, 90, décembre 1991, pp. 64-75.<br />
--- “La vision médiatique”, in La Misère du monde, Paris, Seuil, 1993, pp. 61-79.<br />
--- “La loi des grands nombres. Mesure de l’audience et répresentation politique du public”,<br />
Actes de la recherche en sciences sociales, 101-102, mars 1994, pp. 10-22.<br />
Deleuze, Gilles, À propos des nouveaux philosophes et d’un problème plus général, Paris,<br />
Minuit, 1978.<br />
Godard, Jean-Luc, Godard par Godard. Des années Mao aux années 80, Paris,<br />
Flammarion, 1985.<br />
Lenoir, Remi, “La parole est aux juges. Crise de la magistrature et champ journalistique”,<br />
Actes de la recherche en sciences sociales, 101-102, mars 1994, pp. 77-84.<br />
Sapiro, Gisele, “La raison littéraire. Le champ littéraire français sous l’Occupation (1940-<br />
12 Para evitar producir el efecto de épinglage o de caricatura que se corre el riesgo de suscitar<br />
cuando se publican tal cual los propósitos fijados o los textos impresos, debimos varias veces<br />
renunciar a reproducir documentos que habrían dado toda su fuerza a nuestra demostración y que<br />
hubieran además recordado al lector, por el efecto de puesta en relieve que desbanaliza arrancando<br />
el contexto familiar, todos los ejemplos equivalentes que la rutina de la mirada ordinaria deja escapar.<br />
32 14/12/2006<br />
1944)”, Actes de la recherche en sciences sociales, 111-112, mars 1996, pp. 3-35.<br />
--- “Salut littéraire et littérature du salut. Deux trajectoires de romanciers catholiques:<br />
Francois Mauriac et Henry Bourdeaux”, Actes de la recherche en sciences sociales, 111-112, mars<br />
1996, pp. 36-58.<br />
33 14/12/2006<br />
La esencia del neoliberalismo<br />
Pierre BOURDIEU - Mayo de 1998<br />
El mundo económico ¿es realmente, como pretende la teoría<br />
dominante, un orden puro y perfecto, que desarrolla de manera<br />
implacable la lógica de sus consecuencias previsibles, y dispuesto a<br />
reprimir todas las transgresiones con las sanciones que inflige, bien<br />
de forma automática o bien - más excepcionalmente- por mediación<br />
de sus brazos armados, el FMI o la OCDE, y de las políticas que<br />
estos imponen: reducción del coste de la mano de obra, restricción<br />
del gasto público y flexibilización del mercado de trabajo? ¿Y si se<br />
tratara, en realidad, de la verificación de una utopía, el<br />
neoliberalismo, convertida de ese modo en programa político, pero<br />
una utopía que, con la ayuda de la teoría económica con la que se<br />
identifica, llega a pensarse como la descripción científica de lo real?<br />
Esta teoría tutelar es una pura ficción matemática basada, desde su<br />
mismo origen, en una formidable abstracción, que, en nombre de<br />
una concepción tan estrecha de la racionalidad, identificada con la<br />
racionalidad individual, consiste en poner entre paréntesis las<br />
condiciones económicas y sociales respecto a las normas racionales<br />
y de las estructuras económicas y sociales que son la condición de<br />
su ejercicio.<br />
Para percibir la dimensión de estos aspectos omitidos, basta pensar<br />
en el sistema de enseñanza, que jamás se tuvo en cuenta en tanto<br />
que tal en un momento en el que desempeña un papel determinante<br />
en la producción de bines y servicios, así como en la producción de<br />
los productores. De esta especie de pecado original, inscrito en el<br />
mito walrasiano (1) de la "teoría pura", derivan todas las carencias y<br />
las ausencias de la disciplina económica, y la obstinación fatal con la<br />
que se pega a la oposición arbitraria a la que da lugar, por su sola<br />
existencia entre la lógica propiamente económica, basada en la<br />
competencia y portadora de eficacia, y la lógica social, sometida a la<br />
regla de la equidad.<br />
Dicho esto, esta "teoría" originariamente desocializada y<br />
"deshistorizada" tine hoy más que nunca los medios de convertirse<br />
en verdad, empíricamente verificable. En efecto, el discurso<br />
neoliberal no es un discurso como los otros. A la manera del discurso<br />
psiquiátrico en el sanatorio, según Erving Goffman (2), es un<br />
"discurso fuerte", que si es tan fuerte y tan difícil de combatir es<br />
porque dispone de todas las fuerzas de un mundo de relaciones de<br />
fuerza que él contribuye a hacer tal y como es, sobre todo orientando<br />
las opciones económicas de los que dominan las relaciones<br />
económicas y sumando así su propia fuerza, propiamente simbólica,<br />
a esas relaciones de fuerza. En nombre de ese programa científico<br />
de conocimiento, convertido en programa político de acción, se lleva<br />
a cabo un inmenso trabajo político (negado en tanto que es, en<br />
apariencia, puramente negativo) que trata de crear las condiciones<br />
de realización y de funcionamiento de la "teoría"; un programa de<br />
destrucción metódica de los colectivos.<br />
El giro hacia la utopía neoliberal de un mercado puro y perfecto,<br />
posibilitado por la política de desregulación financiera, se realiza a<br />
través de la acción transformadora y, hay que decirlo muy claro,<br />
destructora de todas la medidas políticas (la más reciente de éstas<br />
es el A.M.I., Acuerdo Multilateral de Inversiones, destinado a proteger<br />
a las empresas extranjeras y sus inversiones contra los Estados<br />
nacionales), tendientes a poner en tela de juicio todas las estructuras<br />
colectivas capaces de obstaculizar la lógica del mercado puro :<br />
nación, cuyo margen de maniobra no deja de disminuir; grupos de<br />
trabajo con, por ejemplo, la individualización de los salarios y de las<br />
carreras en función de las competencias individuales y la<br />
atomización de los trabajadores, sindicatos, asociaciones,<br />
cooperativas; incluso familia, que, a través de la constitución de<br />
mercados por "clases de edad", pierde una parte de su control sobre<br />
el consumo.<br />
El programa neoliberal, que extrae su fuerza social de la fuerza<br />
político - económica de aquellos cyos intereses expresa (accionistas,<br />
operadores financieros, industriales, políticos conservadores o<br />
socialdemócratas convertidos a la deriva cómoda del laisser - faire,<br />
altos ejecutivos de las finanzas, tanto más empecinados en imponer<br />
una política que predica su propio ocaso cuanto que, a diferencia de<br />
los técnicos superiores de las empresas, no corren el peligro de<br />
pagar, eventualmente, sus consecuencias), tiende a favorecer<br />
globalmente el desfase entre las economías y las realidades<br />
sociales, y a construir de este modo, en la realidad, un sistema<br />
económico ajustado a la descripción teórica, es decir, una especie de<br />
máquina lógica, que se presenta como una cadena de restricciones<br />
que obligan a los agentes económicos.<br />
La mundialización de los mercados financieros, junto al progreso de<br />
las técnicas de información, garantiza una movilidad sin precedentes<br />
de capitales y proporciona a los inversores, preocupados por la<br />
rentabilidad a corto plazo de sus inversiones, la posibilidad de<br />
comparar de manera permanente la rentabilidad de las más grandes<br />
empresas y de sancionar en consecuencia los fracasos relativos. Las<br />
propias empresas, colocadas bajo semejante amenaza permanente,<br />
deben de ajustarse de forma más o menos rápida a las exigencias<br />
de los mercados, so pena, como se ha dicho, de "perder la confianza<br />
de los mercados", y, al mismo tiempo, el apoyo de los accionistas<br />
que, preocupados por una rentabilidad a corto plazo, son cada vez<br />
más capaces de imponer su voluntad a los managers, fijarles normas<br />
(a través de las direcciones financieras) y de orientar sus políticas en<br />
materia de contratación, de empleo y de salarios.<br />
De este modo se instaura el reino absoluto de la flexibilidad, con la<br />
extensión de los contratos temporales o los interinatos, y los "planes<br />
sociales" reiterados y, en el propio seno de la empresa, la<br />
competencia entre filiales autónomas, entre equipos empujados a la<br />
polivalencia y, en definitiva, entre individuos, a través de la<br />
individualización de la relación salarial: fijación de objetivos<br />
individuales; entrevistas individuales de evaluación; evaluación<br />
permanente; subidas individualizadas de salarios o concesión de<br />
primas en función de la competencia y del mérito individuales;<br />
carreras individualizadas; estrategias de "responsabilización"<br />
tendientes a asegurar la autoexplotación de algunos técnicos<br />
superiores que, meros asalariados bajo fuerte dependencia<br />
jerárquica, son considerados a la vez responsables de sus ventas,<br />
de sus productos, de su sucursal, de su almacén, etc., como si<br />
fueran "independientes"; exigencia de "autocontrol" que extiende la<br />
"implicación" de los asalariados, según las técnicas de la "gestión<br />
participativa", mucho mós alló de los empleos de técnicos superiores.<br />
Técnicas todas ellas de dominación racional que, mediante la<br />
imposición de la superinversión en el trabajo a destajo, se concitan<br />
para debilitar o abolir las referencias y las solidaridades colectivas<br />
(3).<br />
La institución práctica de un mundo darwinista de lucha de todos<br />
contra todos, en todos los niveles de la jerarquía, que halla los<br />
resortes de la adhesión a la tarea y a la empresa en la inseguridad,<br />
el sufrimiento y el stress, no podría triunfar tan completamente, sin<br />
duda, de no contar con la complicidad de las disposiciones<br />
precarizadas que produce la inseguridad y la existencia - en todos<br />
los niveles de la jerarquía, hasta en los niveles más elevados,<br />
especialmente entre los técnicos superiores - de un ejercito de<br />
reserva de mano de obra domeñada por la precarización y por la<br />
amenaza permanente del paro. En efecto, el fundamento último de<br />
todo este orden económico situado bajo el signo de la libertad, es la<br />
violencia estructural del paro, de la precariedad y de la amenaza de<br />
despido que implica: la condición del funcionamiento "armonioso" del<br />
modelo micro-económico individualista es un fenómeno de masas, la<br />
existencia del ejercito de reserva de los parados.<br />
Los efectos visibles del modelo<br />
Esta violencia estructural pesa también sobre lo que llamamos el<br />
contrato de trabajo (sabiamente racionalizado y desrealizado por la<br />
"teoría de los contratos"). El discurso de empresa nunca había<br />
hablado tanto de confianza, de cooperación, de lealtad y de cultura<br />
de empresa como en una época en la que se obtiene la adhesión de<br />
cada instante haciendo desaparecer todas las garantías temporales<br />
(las tres cuartas partes de los contratos son temporales, no cesa de<br />
crecer la parte de empleos precarios y el despido individual tiende a<br />
no estar ya sometido a ninguna restricción).<br />
Vemos así cómo la utopía neoliberal tiende a encarnarse en la<br />
realidad de una especie de máquina infernal, cuya necesidad se<br />
impone a los propios dominadores. Esta utopía - como el marxismo<br />
en otros tiempos, con el cual, desde este planteamiento, tiene<br />
muchos puntos en común - suscita una formidable creencia, la free<br />
trade faith (la fe en el librecambio), no sólo entre los que viven de ella<br />
materialmente, como los financieros, los patronos de las grandes<br />
empresas, etc., sino también entre los que extraen de ella su razón<br />
de existir, como los altos ejecutivos y los políticos, que sacralizan el<br />
poder de los mercados, en nombre de la eficacia económica, que<br />
exigen el levantamiento de las barreras administrativas o políticas<br />
susceptibles de importunar a los detentadores de capitales en la<br />
búsqueda puramente individual de la maximización del beneficio<br />
individual, instituida en modelo de racionalidad, que quieren bancos<br />
centrales independientes, que predican la subordinación de los<br />
Estados nacionales a las exigencias de la libertad económica para<br />
los amos de la economía, con la supresión de todas las<br />
reglamentaciones en todos los mercados, empezando por el<br />
mercado de trabajo, la prohibición de los déficits y de la inflación, la<br />
privatización generalizada de los servicios públicos y la reducción del<br />
gasto público y del gasto social.<br />
Los economistas vinculados al neoliberalismo, sin compartir<br />
necesariamente los intereses económicos y sociales como<br />
verdaderos creyentes, tienen los suficientes intereses específicos en<br />
el campo de la ciencia económica como para aportar una<br />
contribución decisiva, cualesquiera que sean sus impresiones<br />
respecto de los efectos económicos y sociales de la utopía que<br />
visten de razón matemática, en la producción y en la reproducción de<br />
la creencia en la utopía neoliberal. Como están separados a lo largo<br />
de toda su existencia y, sobre todo, por su formación intelectual, casi<br />
siempre puramente abstracta, libresca y teoricista, del mundo<br />
económico y social tal como es, se muestran particularmente<br />
inclinados a confundir las cosas de la lógica con la lógica de las<br />
cosas.<br />
Participan y colaboran en un formidable cambio social y económico -<br />
confiando en modelos que tunca tuvieron la oportunidad de someter<br />
a la prueba de la verificación experimental, propensos a mirar desde<br />
arriba los logros de las otras ciencias históricas, en las que no<br />
reconocen la pureza y la transparencia cristalina de sus juegos<br />
matemáticos, y cuya profunda necesidad y su capacidad suelen ser<br />
incapaces de comprender - que, pese a que algunas de sus<br />
consecuencias les causan horror (pueden cotizar para el Partido<br />
Socialista y dar meditados consejos a sus representantes en las<br />
instancias de poder), no puede disgustarles ya que, aun a riesgo de<br />
algunos fallos, imputables a lo que ellos llaman a veces "burbujas<br />
especulativas", tiende a hacer realidad la utopía ultraconsecuente<br />
(como ciertas formas de locura) a la que consagran su vida.<br />
Y, sin embargo, el mundo está ahí, con los efectos inmediatamente<br />
visibles de la puesta en práctica de la gran utopía neoliberal: no sólo<br />
la miseria cada vez mayor de las sociedades más avanzadas<br />
economicamente, el crecimiento extraordinario de las diferencias<br />
entre las rentas, la desaparición progresiva de los universos<br />
autónomos de producción cultural, cine, edición, etc., por la<br />
imposición intrusista de los valores comerciales, sino también y<br />
sobre todo la destrucción de todas las instancias colectivas capaces<br />
de contrapesar los efectos de la máquina infernal, a la cabeza de las<br />
cuales está el Estado, depositario de todos los valores universales<br />
asociados a la idea de público, y la imposición, generalizada, en las<br />
altas esferas de la economía y del Estado, o en el seno de las<br />
empresas, de esta especie de darwinismo moral que, con el culto del<br />
"triunfador", formado esencialmente en las matemáticas superiores,<br />
instaura como normas de todas las prácticas la lucha de todos contra<br />
todos y el cinismo.<br />
¿Cabe esperar que el volumen extraordinario de sufrimiento que<br />
produce semejante régimen político-económico llegue un día a ser el<br />
origen de un movimiento capaz de parar la carrera hacia el abismo?<br />
De hecho, nos encontramos aquí ante una extraordinaria paradoja:<br />
en tanto que los obstáculos encontrados reiteradamente en el<br />
camino de la realización del otro orden - el del individuo solo, pero<br />
libre - se consideran hoy imputables a rigideces y a arcaísmos, y<br />
mientras que cualquier intervención directa y consciente, al menos<br />
cuando viene del Estado, es desacreditada de antemano, es decir,<br />
conminada a desaparecer en beneficio de un mecanismo puro y<br />
anónimo, el mercado (olvidamos con frecuencia que éste es también<br />
el ámbito del ejercicio de los intereses), en realidad, la permanencia<br />
o la supervivencia de las instituciones y de los agentes del orden<br />
antiguo a punto de ser desmantelado, y todo el trabajo de todos los<br />
niveles de trabajadores sociales, y también todas las solidaridades<br />
sociales, familiares y muchas más, es lo que hace que el orden<br />
social no se hunda en el caos a pesar del volumen creciente de la<br />
población precarizada.<br />
El paso al "liberalismo" se ha realizado de manera insensible, o sea<br />
imperceptible, como la deriva de los continentes, ocultando así a las<br />
miradas sus más terribles efectos a largo plazo. Efectos que,<br />
paradojicamente, también son disimulados por las resistencias que<br />
suscita ya por parte de los que defienden el orden antiguo bebiendo<br />
en las fuentes que encerraba, en las solidaridades antiguas, en las<br />
reservas de capital social que protegen toda una parte del orden<br />
social presente de su caída en la anomía. (Capital que si no se<br />
renueva, ni se reproduce, está abocado a su depauperación, pero<br />
cuyo agotamiento no es para mañana).<br />
Pero esas mismas fuerzas de "conservación", a las que no es tan<br />
fácil tratar como fuerzas conservadoras, son también, bajo otra<br />
relación, fuerzas de resistencia contra la instauración del orden<br />
nuevo, que pueden terminar siendo fuerzas subversivas. Y si, por<br />
consiguiente, podemos guardar alguna esperanza razonable, es<br />
porque todavía existe, en las instituciones estatales y también en las<br />
disposiciones de los agentes (en especial, los más vinculados a esas<br />
instituciones, como la pequeña aristocracia funcionarial), de tales<br />
fuerzas que, bajo la apariencia de defender simplemente - como se<br />
les reprochará en seguida -un orden desaparecido y los "privilegios"<br />
correspondientes, deben ciertamente (para resistir la prueba)<br />
afanarse en inventar y construir un orden social que no tenga por<br />
única ley la búsqueda del interés egoísta y la pasión individual del<br />
beneficio, que prepare el camino a colectivos orientados a la<br />
consecución racional de fines colectivamente elaborados y<br />
aprobados.<br />
¿Cómo no hacer un sitio especial, entre estos colectivos,<br />
asociaciones, sindicatos, partidos, al Estado, Estado nacional o,<br />
mejor todavía, supranacional, es decir, europeo (etapa hacia un<br />
Estado mundial), capaz de controlar y de imponer eficazmente los<br />
beneficios obtenidos en los mercados financieros y, sobre todo, de<br />
contrapesar la acción destructora que estos últimos ejercen sobre el<br />
mercado de trabajo, organizando, con la ayuda de los sindicatos, la<br />
elaboración y la defensa del interés público que, se quiera o no, no<br />
saldrá nunca, ni siquiera al precio de algunos errores en la escritura<br />
matemática, de la visión de contable (en otra época se hubiera dicho<br />
"de tendero") que la nueva creencia presenta como la forma<br />
suprema de la realización humana.<br />
Notas<br />
(1) NDLR: en referencia a Auguste Walras (1800-1866), economista<br />
francés, autor De la nature de la richesse et de l'origine de la valeur<br />
(1848); fue uno de los primeros que intentó aplicar las matemáticas<br />
al estudio económico.<br />
(2) Erving Goffman, Asiles, Etudes sur la condition sociale des<br />
malades mentaux, Editions de Minuit, Paris, 1968<br />
(3) Sobre todo esto, cabe remitirse a los dos números de las Actes<br />
de la recherche en sciences sociales dedicadas a las "Nouvelles<br />
formes de domination dans le tranail" (1 y 2), n°114, septiembre de<br />
1996, y n°115, diciembre de 1996, y muy especialmente a la<br />
introducción de Gabrielle Balazs y Michel Piatoux, "Crise du travail et<br />
crise du politioque", n°114.<br />
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Fundamentos de una teoría de la violencia simbólica<br />
Pierre Bourdieu<br />
Jean-Claude Passeron*<br />
Abreviaturas utilizadas en el Libro 1:<br />
AP: acción pedagógica.<br />
AuP: autoridad pedagógica.<br />
TP: trabajo pedagógico.<br />
AuE: autoridad escolar.<br />
SE: sistema de enseñanza.<br />
TE: trabajo escolar.<br />
* En: Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude. La Reproducción. Elementos para una teoría del sistema<br />
de enseñanza, Libro 1, Editorial Popular, España, 2001. pp. 15-85<br />
1<br />
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2<br />
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3<br />
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0. Todo poder de violencia simbólica, o sea, todo poder que logra imponer<br />
significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de<br />
fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir,<br />
propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza.<br />
Escolio 1. Rechazar este axioma que enuncia simultáneamente la autonomía y<br />
la dependencia relativas de las relaciones simbólicas respecto a las relaciones de<br />
fuerza equivaldría a negar la posibilidad de una ciencia sociológica: en efecto,<br />
considerando que todas las teorías implícita o explícitamente construidas sobre la<br />
base de axiomas diferentes conducirían o bien a situar la libertad creadora de los<br />
individuos o de los grupos al principio de la acción simbólica considerada como<br />
autónoma respecto a sus condiciones objetivas de existencia, o bien a aniquilar la<br />
acción simbólica como tal, rechazando toda autonomía respecto a sus condiciones<br />
materiales de existencia, se puede considerar este axioma como un principio de la<br />
teoría del conocimiento sociológico.<br />
Escolio 2. Basta con comparar las teorías clásicas del fundamento del poder,<br />
las de Marx, Durkheim y Weber, para ver que las condiciones que hacen posible la<br />
constitución de cada una de ellas excluyen la posibilidad de construcción del objeto<br />
que realizan las otras. Así, Marx se opone a Durkheim porque percibe el producto de<br />
una dominación de clase allí donde Durkheim (que nunca descubre tan claramente su<br />
filosofía social como en la sociología de la educación, lugar privilegiado para la ilusión<br />
del consensus) no ve más que el efecto de un condicionamiento social indiviso. Bajo<br />
otro aspecto, Marx y Durkheim se oponen a Weber al contradecir, por su objetivismo<br />
metodológico, la tentación de ver en las relaciones de poder relaciones<br />
interindividuales de influencia o de dominio y de representar las diferentes formas de<br />
poder (político, económico, religioso, etc.) como otras tantas modalidades de la<br />
relación sociológicamente indiferenciada de poder (Macht) de un agente sobre otro.<br />
Finalmente, por el hecho de que la reacción contra los representantes artificialistas del<br />
orden social conduce a Durkheim a poner el acento en la exterioridad del<br />
condicionamiento, mientras que Marx, interesado en descubrir bajo las ideologías de la<br />
legitimidad las relaciones de violencia que las fundamentan, tiende a minimizar, en su<br />
análisis de los efectos de la ideología dominante, la eficacia real del refuerzo simbólico<br />
de las relaciones de fuerza que origina el reconocimiento por los dominados de la<br />
legitimidad de la dominación, Weber se opone a Durkheim como a Marx en que es el<br />
único que se impone expresamente como objeto la contribución específica que las<br />
representaciones de legitimidad aportan al ejercicio y a la perpetuación del poder,<br />
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incluso a pesar de que, encerrado en una concepción psicosociológica de estas<br />
representaciones, no puede interrogarse, como lo hace Marx, acerca de las funciones<br />
que tiene en las relaciones sociales el desconocimiento de la verdad objetiva de estas<br />
relaciones como relaciones de fuerza.<br />
1. De la doble arbitrariedad de la acción pedagógica<br />
1. Toda acción pedagógica (AP) es objetivamente una violencia simbólica en<br />
tanto que imposición, por un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural.<br />
Escolio. Las proposiciones que siguen (hasta las proposiciones de tercer grado<br />
incluidas) se aplican a toda AP, sea esta AP ejercida por todos los miembros<br />
educados de una formación social o de un grupo (educación difusa), por los miembros<br />
de un grupo familiar a los que la cultura de un grupo o de una clase confiere esta tarea<br />
(educación familiar), o por el sistema de agentes explícitamente designados a este<br />
efecto por una institución de función directa o indirectamente, exclusiva o parcialmente<br />
educativa (educación institucionalizada) o que, salvo especificación expresa, esta AP<br />
esté destinada a reproducir la arbitrariedad cultural de las clases dominantes o de las<br />
clases dominadas. Dicho de otra forma, el alcance de estas proposiciones se halla<br />
definido por el hecho de que se refieren a toda formación social, entendida como<br />
sistema de relaciones de fuerza y de significados entre grupos o clases. Por ello,<br />
hemos renunciado, en los tres primeros puntos, a multiplicar los ejemplos tomados del<br />
caso de una AP dominante de tipo escolar con el fin de evitar sugerir, ni siquiera<br />
implícitamente, una restricción de la validez de las proposiciones relativas a toda AP<br />
Se ha reservado para su momento lógico (proposiciones de grado 4) la especificación<br />
de las formas y efectos de una AP que se ejerce en el ámbito de una institución<br />
escolar; sólo en la última proposición (4.3) se halla caracterizada expresamente la AP<br />
escolar que reproduce la cultura dominante, contribuyendo así a reproducir la<br />
estructura de las relaciones de fuerza, en una formación social en que el sistema de<br />
enseñanza dominante tiende a reservarse el monopolio de la violencia simbólica<br />
legítima.<br />
1.1. La AP es objetivamente una violencia simbólica, en un primer sentido, en la<br />
medida en que las relaciones de fuerza entre los grupos o las clases que<br />
constituyen una formación social son el fundamento del poder arbitrario que es<br />
la condición de la instauración de una relación de comunicación pedagógica, o<br />
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sea, de la imposición y de la inculcación de una arbitrariedad cultural según un<br />
modelo arbitrario de imposición y de inculcación (educación).<br />
Escolio. Así las relaciones de fuerza que constituyen las formaciones sociales<br />
de descendencia patrilinear y las formaciones sociales de descendencia matrilinear se<br />
manifiestan directamente en los tipos de AP correspondientes a cada uno de los dos<br />
sistemas de sucesión. En un sistema de descendencia matrilinear en que el padre no<br />
detenta autoridad jurídica sobre el hijo, mientras que el hijo no tiene ningún derecho<br />
sobre los bienes y los privilegios del padre, éste sólo puede apoyar su AP en<br />
sanciones afectivas o morales (aunque el grupo le aporte su sostén, en última<br />
instancia, en el caso en que se vean amenazadas sus prerrogativas) y no dispone de<br />
la asistencia jurídica que se le asegura, por ejemplo cuando pretende afirmar su<br />
derecho a los servicios sexuales de su esposa. Por el contrario, en un sistema de<br />
descendencia patrilinear, en que el hijo, dotado de derechos explícitos y jurídicamente<br />
sancionados sobre los bienes y los privilegios del padre, mantiene con él una relación<br />
competitiva, e incluso conflictiva (como el sobrino con el tío materno en un sistema<br />
matrilinear), el padre “representa el poder de la sociedad como fuerza en el grupo<br />
doméstico” y puede, con esta prerrogativa, imponer sanciones jurídicas al servicio de<br />
la imposición de su AP (cf. Fortes, Goody). Si bien no se trata de ignorar la dimensión<br />
propiamente biológica de la relación de imposición pedagógica, es decir, la<br />
dependencia biológicamente condicionada que corresponde a la impotencia infantil, no<br />
se puede hacer abstracción de las determinaciones sociales que especifican en todos<br />
los casos la relación entre los adultos y los niños, incluso en aquellos en que los<br />
educadores son los padres biológicos (por ejemplo, las determinaciones<br />
correspondientes a la estructura de la familia o a la posición de la familia en la<br />
estructura social).<br />
1.1.1. Como poder simbólico, que no se reduce nunca por definición a la<br />
imposición de la fuerza, la AP sólo puede producir su efecto propio, o sea,<br />
propiamente simbólico, en tanto en cuanto que se ejerce en una relación de<br />
comunicación.<br />
1.1.2. Como violencia simbólica, la AP sólo puede producir su efecto propio, o<br />
sea, propiamente pedagógico, cuando se dan las condiciones sociales de la<br />
imposición y de la inculcación, o sea, las relaciones de fuerza que no están<br />
implicadas en una definición formal de la comunicación.<br />
6<br />
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1.1.3. En una formación social determinada, la AP que las relaciones de fuerza<br />
entre los grupos o las clases que constituyen esta formación social colocan en<br />
posición dominante en el sistema de las AP, es aquella que, tanto por su modo<br />
de imposición como por la delimitación de lo que impone y de aquellos a<br />
quienes lo impone, corresponde más completamente, aunque siempre de<br />
manera mediata, a los intereses objetivos (materiales, simbólicos y, en el<br />
aspecto aquí considerado, pedagógicos) de los grupos o clases dominantes.<br />
Escolio. La fuerza simbólica de una instancia pedagógica se define por su peso<br />
en la estructura de las relaciones de fuerza y de las relaciones simbólicas (las cuales<br />
expresan siempre esas relaciones de fuerza que se instauran entre las instancias que<br />
ejercen una acción de violencia simbólica; esta estructura expresa, a su vez, las<br />
relaciones de fuerza entre los grupos o las clases que constituyen la formación social<br />
considerada. Por la mediación de este efecto de dominación de la AP dominante, las<br />
diferentes AP que se ejercen en los diferentes grupos o clases colaboran objetiva e<br />
indirectamente a la dominación de las clases dominantes (por ejemplo, inculcación por<br />
las AP dominadas de los saberes y actitudes cuyo valor ha sido definido por la AP<br />
dominante en el mercado económico o simbólico).<br />
1.2. La AP es objetivamente una violencia simbólica, en un segundo sentido, en<br />
la medida en que la delimitación objetivamente implicada en el hecho de<br />
imponer y de inculcar ciertos significados, tratados -por la selección y exclusión<br />
que les es correlativa- como dignos de ser reproducidos por una AP, reproduce<br />
(en el doble significado del término) la selección arbitraria que un grupo o una<br />
clase opera objetivamente en y por su arbitrariedad cultural.<br />
1.2.1. La selección de significados que define objetivamente la cultura de un<br />
grupo o de una clase como sistema simbólico es arbitraria en tanto que la<br />
estructura y las funciones de esta cultura no pueden deducirse de ningún<br />
principio universal, físico, biológico o espiritual, puesto que no están unidas por<br />
ningún tipo de relación interna a la “naturaleza de las cosas” o a una “naturaleza<br />
humana”.<br />
1.2.2. La selección de significados que define objetivamente la cultura de un<br />
grupo o de una clase como sistema simbólico es sociológicamente necesaria en<br />
la medida en que esta cultura debe su existencia a las condiciones sociales de<br />
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las que es producto y su inteligibilidad a la coherencia y a las funciones de la<br />
estructura de las relaciones significantes que la constituyen.<br />
Escolio. Arbitrarias cuando, por el método comparativo, se las refiere al<br />
conjunto de culturas presentes o pasadas o, por una narración imaginaria, al universo<br />
de las culturas posibles, las “opciones” constitutivas de una cultura (“opciones” que no<br />
hace nadie) revelan su necesidad en el momento en que se las refiere a las<br />
condiciones sociales de su aparición y de su perpetuación. Los malentendidos sobre la<br />
noción de arbitrariedad (y en particular la confusión de la arbitrariedad y la gratuidad)<br />
se deben, en el mejor de los casos, a que un punto de vista puramente sincrónico de<br />
los hechos culturales (similar al que pesa frecuentemente sobre los etnólogos) impide<br />
conocer todo lo que estos hechos deben a sus condiciones sociales de existencia,<br />
esto es, a las condiciones sociales de su producción y de su reproducción, con todas<br />
las reestructuraciones y las reinterpretaciones correlativas a su perpetuación en<br />
condiciones sociales transformadas (por ejemplo, todos los grados que se pueden<br />
distinguir entre la reproducción casi-perfecta de la cultura en una sociedad tradicional y<br />
la reproducción reinterpretadora de la cultura humanista de los colegios jesuitas<br />
adaptada a las necesidades de una aristocracia de salón en y por la cultura escolar de<br />
los colegios burgueses del siglo XIX). Es así como el olvido de la génesis que se<br />
expresa en la ilusión ingenua del “siempre así”, y también los usos substancialistas de<br />
la noción de inconsciente cultural, pueden conducir a eternizar y, más tarde, a<br />
“naturalizar” relaciones significantes que son producto de la historia.<br />
1.2.3. En una formación social determinada, la arbitrariedad cultural que las<br />
relaciones de fuerza entre las clases o los grupos constitutivos de esta<br />
formación social colocan en posición dominante en el sistema de arbitrariedades<br />
culturales es aquella que expresa más completamente, aunque casi siempre de<br />
forma mediata, los intereses objetivos (materiales y simbólicos) de los grupos o<br />
clases dominantes.<br />
1.3. El grado objetivo de arbitrariedad (en el sentido de la prop. 1.1) del poder<br />
de imposición de una AP es tanto más elevado cuanto más elevado sea el<br />
mismo grado de arbitrariedad (en el sentido de la prop. 1.2) de la cultura<br />
impuesta.<br />
Escolio. La teoría sociológica de la AP distingue entre la arbitrariedad de la<br />
imposición y la arbitrariedad impuesta únicamente para extraer todas las implicaciones<br />
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sociológicas de la relación entre esas dos ficciones lógicas que son la verdad objetiva<br />
de la imposición como pura relación de fuerza y la verdad objetiva de los significados<br />
impuestos como cultura totalmente arbitraria. El constructum lógico de una relación de<br />
fuerza que se manifestaría en toda su desnudez no tiene más existencia sociológica<br />
que el constructum lógico de significados que sólo serían arbitrariedad cultural:<br />
considerar esta doble construcción teórica como una realidad empíricamente<br />
observable, es abocarse a creer ingenuamente o bien en el poder exclusivamente<br />
físico de la fuerza -simple inversión de la creencia idealista en la fuerza totalmente<br />
autónoma del derecho-, o bien en la arbitrariedad radical de todos los significados -<br />
simple inversión de la creencia idealista en el “poder intrínseco de la idea verdadera”.<br />
No hay AP que no inculque significados no deducibles de un principio universal (razón<br />
lógica o naturaleza biológica); puesto que la autoridad es parte integrante de toda<br />
pedagogía, puede inculcar los significados más universales (ciencias o tecnología).<br />
Por otra parte, toda relación de fuerza, por mecánica y brutal que sea, ejerce además<br />
un efecto simbólico. Es decir, la AP, que está siempre objetivamente situada entre los<br />
dos polos inaccesibles de la fuerza pura y de la razón pura, debe recurrir tanto más a<br />
medios directos de coacción cuanto menos los significados que ella impone se<br />
imponen por su propia fuerza, o sea, por la fuerza de la naturaleza biológica o de la<br />
razón lógica.<br />
1.3.1. La AP cuyo poder arbitrario de imponer una arbitrariedad cultural reside<br />
en última instancia en las relaciones de fuerza entre los grupos o clases que<br />
constituyen la formación social en la que dicha AP se ejerce (por 1.1 y 1.2)<br />
contribuye, al reproducir la arbitrariedad cultural que inculca, a reproducir las<br />
relaciones de fuerza que fundamentan su poder de imposición arbitrario<br />
(función de reproducción social de la reproducción cultural).<br />
1.3.2. En una formación social determinada, las diferentes AP, que nunca<br />
pueden ser definidas independientemente de su pertenencia a un sistema de<br />
AP sometidas al efecto de dominación de la AP dominante tienden a reproducir<br />
el sistema de arbitrariedades culturales característico de esta formación social,<br />
o sea, la dominación de la arbitrariedad cultural dominante, contribuyendo de<br />
esta forma a la reproducción de las relaciones de fuerza que colocan esta<br />
arbitrariedad cultural en posición dominante.<br />
Escolio. Al definir tradicionalmente el “sistema de educación” como el conjunto<br />
de mecanismos institucionales o consuetudinarios por los que se halla asegurada la<br />
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transmisión entre las generaciones de la cultura heredada del pasado (por ejemplo, la<br />
información acumulada), las teorías clásicas tienden a disociar la reproducción cultural<br />
de su función de reproducción social, o sea, ignorar el efecto propio de las relaciones<br />
simbólicas en la reproducción de las relaciones de fuerza. Estas teorías que, tal como<br />
puede observarse en Durkheim, se limitan a extrapolar a las sociedades divididas en<br />
clases la representación de la cultura y de la transmisión cultural más extendida entre<br />
los etnólogos, se fundan en el postulado tácito de que las diferentes AP que se ejercen<br />
en una formación social colaboran armoniosamente a la reproducción de un capital<br />
cultural concebido como una propiedad indivisa de toda la “sociedad”. En realidad por<br />
el hecho de que correspondan a los intereses materiales y simbólicos de grupos o<br />
clases distintamente situados en las relaciones de fuerza, estas AP tienden siempre a<br />
reproducir la estructura de la distribución del capital cultural entre esos grupos o<br />
clases, contribuyendo con ello a la reproducción de la estructura social: en efecto, las<br />
leyes del mercado donde se forma el valor económico o simbólico, o sea, el valor<br />
como capital cultural, de las arbitrariedades culturales reproducidas por las diferentes<br />
AP y, de esta forma, de los productos de estas AP (individuos educados) constituyen<br />
uno de los mecanismos, mas o menos determinantes según el tipo de formación<br />
social, por los que se halla asegurada la reproducción social, definida como<br />
reproducción de la estructura de las relaciones de fuerza entre las clases.<br />
2. De la autoridad pedagógica<br />
2. En tanto que poder de violencia simbólica que se ejerce en una relación de<br />
comunicación que sólo pueden producir su efecto propio, o sea, propiamente<br />
simbólico, en la medida en que el poder arbitrario que hace posible la<br />
imposición no aparece nunca en su completa verdad (en el sentido de la prop.<br />
1.1), y copio inculcación de una arbitrariedad cultural que se realiza en una<br />
relación de comunicación pedagógica que solamente puede producir su propio<br />
efecto, o sea, propiamente pedagógico, en la medida en que la arbitrariedad del<br />
contenido inculcado no aparece nunca en su completa verdad (en el sentido de<br />
la prop. 1.2), la AP implica necesariamente como condición social para su<br />
ejercicio la autoridad pedagógica (AuP) y la autonomía relativa de la instancia<br />
encargada de ejercerla.<br />
Escolio 1. La teoría de la AP produce el concepto de AuP en la operación<br />
misma por la que, al reducir la AP a su verdad objetiva de violencia, hace surgir la<br />
contradicción entre esta verdad objetiva y la práctica de los agentes, que manifiesta<br />
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objetivamente el desconocimiento de esta verdad (cualesquiera que sean las<br />
experiencias o las ideologías que acompañan a estas prácticas). Así, queda planteada<br />
la cuestión de las condiciones sociales de la instauración de una relación de<br />
comunicación pedagógica que disimulan las relaciones de fuerza que las hacen<br />
posibles, añadiendo de esta forma la fuerza específica de su autoridad legítima a la<br />
fuerza que le confieren estas relaciones.<br />
La idea lógicamente contradictoria de una AP que se ejerciera sin AuP es<br />
sociológicamente imposible: una AP que pretendiera desvelar en su misma práctica su<br />
verdad objetiva de violencia y destruir de esta forma el fundamento de la AuP del<br />
agente sería autodestructiva. Encontraríamos entonces una nueva versión de la<br />
paradoja de Epiménides el Embustero: o bien ustedes creen que yo no miento cuando<br />
les digo que la educación es violencia y mi enseñanza es ilegítima y por tanto no<br />
pueden creerme; o bien ustedes creen que yo miento y mi enseñanza es legítima y por<br />
tanto no pueden creer tampoco en lo que yo digo cuando digo que es violencia. Para<br />
extraer todas las implicaciones de esta paradoja, basta imaginar todas las aporías a<br />
las que llegaría quien quisiera fundar una práctica pedagógica en la verdad teórica de<br />
toda práctica pedagógica: una cosa es enseñar el “relativismo cultural”, o sea, el<br />
carácter arbitrario de toda cultura, a individuos que ya han sido educados de acuerdo<br />
con los principios de la arbitrariedad cultural de un grupo o clase; otra cosa sería<br />
pretender dar una educación relativista, o sea, producir realmente un hombre cultivado<br />
que fuera el indígena de todas las culturas.<br />
Los problemas que plantean las situaciones de bilingüismo o de biculturalismo<br />
precoces sólo dan una pálida idea de la contradicción irresoluble con la que se<br />
enfrentaría una AP que pretendiera tomar por principio práctico del aprendizaje la<br />
afirmación teórica de la arbitrariedad de los códigos lingüísticos o culturales. He aquí la<br />
prueba, por reducción al absurdo, de que la condición de ejercicio de toda AP es,<br />
objetivamente, el desconocimiento social de la verdad objetiva de la AP.<br />
Escolio 2. La AP engendra necesariamente, en y por su ejercicio, experiencias<br />
que pueden quedar no formuladas y expresarse solamente en las prácticas o que<br />
pueden explicitarse en ideologías, contribuyendo unas y otras a enmascarar su verdad<br />
objetiva: las ideologías de la AP como acción no violenta -se trate de los mitos<br />
socráticos o neosocráticos de una enseñanza no dirigida, de los mitos rousseaunianos<br />
de una educación natural o de los mitos pseudofreudianos de una educación no<br />
represiva- muestran en su forma más clara la función genérica de las ideologías<br />
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pedagógicas al eludir, por la decidida negación de uno de sus términos la<br />
contradicción entre la verdad objetiva de la AP y la representación necesaria<br />
(inevitable) de esta acción arbitraria como necesaria (“natural”).<br />
2.1. En tanto que poder arbitrario de imposición que, por el solo hecho de ser<br />
ignorado como tal, se halla objetivamente reconocido como autoridad legítima,<br />
la AuP, poder de violencia simbólica que se manifiesta bajo la forma de un<br />
derecho de imposición legítima, refuerza el poder arbitrario que la fundamenta y<br />
que ella disimula.<br />
Escolio 1. Hablar de reconocimiento de la legitimidad de la AP, no significa<br />
entrar en la problemática de la génesis psicológica de las representaciones de<br />
legitimidad, a la que podrían inclinar los análisis weberianos, y menos aún lanzarse a<br />
un intento de fundar la soberanía en algún principio ya sea físico, biológico o espiritual;<br />
en una palabra, a una tentativa de legitimar la legitimidad: significa únicamente extraer<br />
las implicaciones del hecho de que la AP implica la AuP, o sea que “tiene curso legal”,<br />
del mismo modo que lo tiene una moneda, y, de forma más general, un sistema<br />
simbólico -lengua, estilo artístico o incluso una moda de vestir-. En este sentido, el<br />
reconocimiento de la AuP nunca se puede reducir completamente a un acto<br />
psicológico y menos aún a una aceptación consciente, como lo demuestra el hecho de<br />
que nunca es tan completa como cuando es totalmente inconsciente.<br />
Describir el reconocimiento de la AuP como libre decisión de dejarse cultivar o,<br />
por el contrario, como abuso de poder ejercido sobre lo natural, o sea, convertir el<br />
reconocimiento de una legitimidad en un acto de teorías del contrato social o las<br />
metafísicas de la cultura concebida como sistema lógico de opciones, cuando ésta<br />
sitúa en un lugar originario, y por tanto mítico, la selección arbitraria de las relaciones<br />
significantes que constituye una cultura. Así, pues, decir que unos agentes reconocen<br />
la legitimidad de una instancia pedagógica significa decir únicamente que el impedir<br />
que estos agentes comprendan el fundamento de la relación de fuerzas en que están<br />
objetivamente situados forma parte de la definición completa de estas relaciones de<br />
fuerzas; ello no impide, sin embargo, que se obtengan de ellos prácticas que, incluso<br />
cuando entran en contradicción con las racionalizaciones del discurso o con la<br />
certidumbre de la experiencia, tienen objetivamente en cuenta la necesidad de las<br />
relaciones de fuerza (cf. el delincuente que reconoce objetivamente fuerza legal a la<br />
ley que él infringe por el mero hecho de que, al esconderse para transgredirla, ajusta<br />
su conducta a las sanciones que esta ley puede imponerle).<br />
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Escolio 2. El peso de las representaciones de legitimidad y en particular de la<br />
legitimidad de la AP dominante, en el sistema de instrumentos (simbólicos o no) que<br />
aseguran y perpetúan la dominación de un grupo o de una clase sobre otras es<br />
históricamente variable: la fuerza relativa de consolidación que aseguran, a la relación<br />
de fuerza entre los grupos o las clases, las relaciones simbólicas que expresan esas<br />
relaciones de fuerza es tanto más grande, o sea, el peso de las representaciones de<br />
legitimidad en la determinación completa de las relaciones de fuerza entre las clases<br />
es tanto más grande en cuanto que: 1) el estado de las relaciones de fuerza permite<br />
en menor grado a las clases dominantes el invocar el hecho bruto y brutal de la<br />
dominación como principio de legitimación de su dominación, y 2) más completamente<br />
unificado se halla el mercado en que se constituye el valor simbólico y económico de<br />
los productos de las diferentes AP (por ejemplo, las diferencias que existen, en estos<br />
dos aspectos, entre la dominación de una sociedad sobre otra y la dominación de una<br />
clase sobre otra en el seno de la misma formación social, o también, en este último<br />
caso, entre el feudalismo y la democracia burguesa con el crecimiento continuo del<br />
peso de la Escuela en el sistema de mecanismos que aseguran la reproducción<br />
social).<br />
El reconocimiento de la legitimidad de una dominación constituye siempre una<br />
fuerza (históricamente variable) que viene a reforzar la relación de fuerza establecida<br />
porque, impidiendo la aprehensión de las relaciones de fuerza como tales, tiende a<br />
impedir que los grupos o clases dominantes adquieran toda la fuerza que podría darle<br />
la toma de conciencia de su fuerza.<br />
2.1.1. Las relaciones de fuerza están en el origen, no solamente de la AP, sino<br />
también del desconocimiento de la verdad objetiva de la AP, desconocimiento<br />
que define el reconocimiento de la legitimidad de la AP y que, como tal,<br />
constituye su condición de ejercicio.<br />
Escolio 1. De esta forma, como instrumento principal de la transubstanciación<br />
de las relaciones de fuerza en autoridad legítima, la AP proporciona un objeto<br />
privilegiado al análisis del fundamento social de las paradojas de la dominación y de la<br />
legitimidad (por ejemplo, el papel que desempeña en la tradición indoeuropea, el<br />
hecho bruto de la potencia fecundante, guerrera o mágica, como prueba de la<br />
autoridad legítima, hecho del que dan testimonio tanto la estructura de los mitos de<br />
origen como las ambivalencias del lenguaje de la soberanía).<br />
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Escolio 2. Permítasenos dejar a otros la tarea de preguntarse, en términos<br />
indudablemente menos ágiles, si las relaciones entre las relaciones de fuerza y las<br />
relaciones de significados son, en última instancia, relaciones de significado o<br />
relaciones de fuerza.<br />
2.1.1.1. Las relaciones de fuerza determinan el modo de imposición<br />
característico de una AP, como sistema de los medios necesarios para la<br />
imposición de una arbitrariedad cultural y para el encubrimiento de la doble<br />
arbitrariedad de esta imposición, o sea, como combinación histórica de los<br />
instrumentos de violencia simbólica y los instrumentos de encubrimiento (o sea,<br />
de legitimación) de esta violencia.<br />
Escolio 1. El vínculo entre los dos sentidos de la arbitrariedad inherente a la AP<br />
(en el sentido de las prop. 1.1 y 1.2) se ve, entre otras cosas, en el hecho de que la<br />
arbitrariedad de un modo determinado de imposición de la arbitrariedad cultural tiene<br />
tantas más posibilidades de mostrarse como tal, al menos parcialmente, cuanto más:<br />
1) se ejerza la AP sobre un grupo o una clase cuya arbitrariedad cultural esté más<br />
alejada de la arbitrariedad cultural que inculca esta AP, y 2) la definición social del<br />
modo legítimo de imposición excluya más completamente el recurso a las formas más<br />
directas de coerción, puesto que la experiencia que una categoría de agentes tiene de<br />
la arbitrariedad de la AP, está en función no sólo de su caracterización en este doble<br />
aspecto sino también de la convergencia de estas caracterizaciones (por ejemplo, la<br />
actitud de los eruditos confucionistas frente a una dominación cultural fundada en la<br />
fuerza militar de los colonizadores) o de su divergencia (por ejemplo, hoy, en Francia,<br />
la indiferencia que los niños de las clases populares manifiestan respecto a los<br />
castigos, a la vez porque su distancia respecto a la cultura inculcada tiende a hacerles<br />
considerar como inevitable la arbitrariedad de la inculcación y, en otro aspecto, porque<br />
la arbitrariedad cultural de su clase deja menos espacio a la indignación moral contra<br />
las formas de represión que anticipan las sanciones más probables para su clase).<br />
Cualquier arbitrariedad cultural implica, en efecto, una definición social del<br />
modo legítimo de imposición de la arbitrariedad cultural y, en particular, del grado en<br />
que el poder arbitrario que hace posible la AP puede mostrarse como tal sin anular el<br />
efecto propio de la AP Así, mientras que en ciertas sociedades el recurso a las<br />
técnicas de coerción (azotes o incluso copiar “mil veces”) basta para descalificar al<br />
agente pedagógico, las sanciones corporales (látigos de los colegios ingleses, puntero<br />
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del maestro de escuela o falaqa de los maestros coránicos) parecen simplemente<br />
como atributos de la legitimidad magistral en una cultura tradicional en la que no<br />
corren el riesgo de traicionar la verdad objetiva de una AP porque son precisamente su<br />
modo legítimo de imposición.<br />
Escolio 2. La toma de conciencia de la arbitrariedad de un modo particular de<br />
imposición o de una arbitrariedad cultural determinada no implica la aprehensión de la<br />
doble arbitrariedad de la AP: por el contrario, las contestaciones más radicales de un<br />
poder pedagógico se inspiran siempre en la utopía autodestructiva de una pedagogía<br />
sin arbitrariedad o de la utopía espontaneísta que atribuye al individuo el poder de<br />
encontrar en sí mismo el principio de su propio “desarrollo”, utopías todas que<br />
constituyen un instrumento de lucha ideológica para los grupos que, a través de la<br />
denuncia de una legitimidad pedagógica, pretenden asegurarse el monopolio del modo<br />
de imposición legítima (por ejemplo, en el siglo XVIII el papel del discurso sobre la<br />
“tolerancia” en la crítica a través de la que las nuevas capas intelectuales se esfuerzan<br />
por destruir la legitimidad del poder de imposición simbólico de la Iglesia).<br />
La idea de una AP “culturalmente libre”, que escapara a la arbitrariedad tanto<br />
en lo que impusiera como en la manera de imponerlo, supone desconocer la verdad<br />
objetiva de la AP, en la que se expresa una vez más la verdad objetiva de una<br />
violencia cuyo carácter específico reside en que logra ocultarse como tal. Sería inútil,<br />
por lo tanto, oponer a la definición de la AP la experiencia que los educadores y los<br />
educados pueden tener de la AP y en particular de los mejores modos de imposición<br />
(en un momento dado) para ocultar la arbitrariedad de la AP (pedagogía no directiva):<br />
esto sería olvidar “que no hay educación liberal” (Durkheim) y que no se puede<br />
considerar como abolición de la doble arbitrariedad de la AP la forma que ésta adopta,<br />
por ejemplo, con el recurso a los métodos “liberales”, para inculcar disposiciones<br />
“liberales”.<br />
Las “maneras suaves” pueden ser el único modo eficaz de ejercer el poder de<br />
violencia simbólica en un estado determinado de las relaciones de fuerza y de las<br />
disposiciones más o menos tolerantes respecto a la manifestación explícita y brutal de<br />
la arbitrariedad. Si hoy se puede llegar a pensar en la posibilidad de una AP sin<br />
obligación ni sanción es a causa de un etnocentrismo que lleva a no percibir como<br />
tales las sanciones del modo de imposición de la AP característico de nuestras<br />
sociedades: colmar a los alumnos de afecto, como hacen las institutrices americanas,<br />
empleando diminutivos o calificativos cariñosos, estimulando insistentemente a la<br />
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comprensión afectiva, etc., es dotarse de un instrumento de represión, la negación del<br />
afecto, más sutil pero no menos arbitrario (en el sentido de la prop. 1.1) que los<br />
castigos corporales o la reprimenda pública.<br />
El hecho de que resulte más difícil percibir la verdad objetiva de este tipo de AP<br />
se debe, por una parte, a que las técnicas empleadas disimulan el significado social de<br />
la relación pedagógica bajo la apariencia de una relación puramente psicológica y, por<br />
otra, a que su pertenencia al sistema de técnicas de autoridad que definen el modo de<br />
imposición dominante contribuye a impedir a los agentes formados según este modo<br />
de imposición que aprehendan su carácter arbitrario: la simultaneidad de las<br />
transformaciones de las relaciones autoritarias que corresponden a una<br />
transformación de las relaciones de fuerza capaz de elevar el nivel de tolerancia<br />
respecto a la manifestación explícita y brutal de la arbitrariedad y que, en universos<br />
sociales tan diferentes como la iglesia, la escuela, la familia, el hospital psiquiátrico, o<br />
incluso la empresa o el ejército, tienden siempre a sustituir las “formas duras” por las<br />
“maneras suaves” (métodos no directivos, diálogo, participación, “human relations”,<br />
etc.) muestra, en efecto, la relación de interdependencia que constituye como sistema<br />
a las técnicas de imposición de la violencia simbólica características tanto del modo de<br />
imposición tradicional, así como las del que tiende a sustituirle en la misma función.<br />
2.1.1.2. En una formación social determinada, las instancias que aspiran<br />
objetivamente al ejercicio legítimo de un poder de imposición simbólica y<br />
tienden de esta forma a reivindicar el monopolio de la legitimidad entran<br />
necesariamente en relaciones de competencia, o sea, en relaciones de fuerza y<br />
relaciones simbólicas cuya estructura pone de manifiesto según su lógica el<br />
estado de las relaciones de fuerza entre los grupos o las clases.<br />
Escolio 1. Esta competencia es sociológicamente necesaria por el hecho de<br />
que la legitimidad es indivisible: no hay instancia para legitimar las instancias de<br />
legitimidad, porque las reivindicaciones de legitimidad hallan su fuerza relativa, en<br />
último término, en la fuerza de los grupos o clases de las que expresan, directa o<br />
mediatamente, los intereses materiales y simbólicos.<br />
Escolio 2. Las relaciones de competencia entre las instancias obedecen a la<br />
lógica específica del campo de legitimidad considerado (por ejemplo, político, religioso<br />
o cultural) sin que la autonomía relativa del campo excluya nunca, totalmente, la<br />
dependencia respecto a las relaciones de fuerza. La forma específica que adoptan los<br />
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conflictos entre instancias que aspiran a la legitimidad en un campo dado es siempre<br />
la expresión simbólica, más o menos transfigurada, de las relaciones de fuerza que se<br />
establecen en este campo entre esas instancias, y que nunca son independientes de<br />
las relaciones de fuerza exteriores al campo (por ejemplo, la dialéctica de la<br />
excomunión, de la herejía y de la contestación de la ortodoxia en la historia literaria,<br />
religiosa o política).<br />
2.1.2. En tanto que la relación de comunicación pedagógica en la que se realiza<br />
la AP supone para instaurarse la existencia de la AuP, esa relación no se<br />
reduce a una pura y simple relación de comunicación.<br />
Escolio 1. Contrariamente al sentido común y a numerosas teorías eruditas que<br />
hacen del entender la condición del escuchar (en el sentido de prestar atención y dar<br />
crédito), en las situaciones reales de aprendizaje (incluido el de la lengua), el<br />
reconocimiento de la legitimidad de la emisión o sea, de la AuP del emisor, condiciona<br />
la recepción de la información y, más aún, la realización de la acción transformadora<br />
capaz de transformar esta información en formación.<br />
Escolio 2. La AuP imprime un sello tan intenso en todos los aspectos de la<br />
relación de comunicación pedagógica que esta relación es frecuentemente vivida o<br />
concebida como el modelo de la relación primordial de comunicación pedagógica, o<br />
sea, la relación entre padres e hijos o, de modo más general, entre generaciones. La<br />
tendencia a reinstaurar en toda persona investida de una AuP la relación arquetípica<br />
con el padre es tan fuerte que todo aquel que enseña, por joven que sea, tiende a ser<br />
tratado como un padre; por ejemplo, Manu: “El brahmán que da nacimiento espiritual y<br />
enseña cuál es el deber de los hombres, incluso siendo un niño, es, por ley, el padre<br />
de un adulto”; y Freud: “Ahora comprendemos nuestras relaciones con nuestros<br />
profesores. Estos hombres, que no eran padres por sí mismos, fueron para nosotros<br />
sustitutos paternales. Por eso nos parecían tan maduros, tan inaccesiblemente<br />
adultos, incluso cuando aún eran muy jóvenes. Les transferimos el respeto y las<br />
esperanzas que nos inspiraba el padre omnisciente de nuestra infancia, y nos pusimos<br />
a tratarles tal como tratábamos en casa a nuestro padre.”<br />
2.1.2.1. En tanto que toda AP en vigor dispone automáticamente de una AuP, la<br />
relación de comunicación pedagógica debe sus características propias al hecho<br />
de que se encuentra totalmente eximida de producir las condiciones de su<br />
instauración y de su perpetuación.<br />
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Escolio. Contrariamente a lo que proclama una ideología muy extendida entre<br />
los profesores que, llevados a transmutar la relación de comunicación pedagógica en<br />
un encuentro electivo entre el “maestro” y el “discípulo”, o sea, a desconocer en su<br />
práctica profesional o a negar en su discurso las condiciones objetivas de esta<br />
práctica, tienden a comportarse objetivamente, como dice Weber, como “pequeños<br />
profetas pagados por el Estado”, la relación de comunicación pedagógica se distingue<br />
de las diferentes formas de la relación de comunicación que instauran los agentes o<br />
las instancias que pretenden ejercer un poder de violencia simbólica por la ausencia<br />
de toda autoridad previa y permanente y por la necesidad de conseguir y reconquistar<br />
constantemente el reconocimiento social que la AuP confiere automáticamente y de<br />
una vez para siempre.<br />
Por esto se explica que las instancias (agentes o instituciones) que pretenden,<br />
sin disponer previamente de una AuP, ejercer el poder de violencia simbólica<br />
(propagandistas, publicitarios, vulgarizadores científicos, curanderos, etc.) tiendan a<br />
buscar un refrendo social usurpando las apariencias, directas o inversas, de la práctica<br />
legítima, de la misma forma que la acción del hechicero mantiene con la AP del cura<br />
una relación homóloga (por ejemplo, la autoridad “científica” o “pedagógica” que<br />
invocan la publicidad o, incluso, la vulgarización científica).<br />
2.1.2.2. Por el hecho de que toda AP en ejercicio dispone por definición de una<br />
AuP, los emisores pedagógicos aparecen automáticamente como dignos de<br />
transmitir lo que transmiten y, por tanto, quedan autorizados para imponer su<br />
recepción y para controlar su inculcación mediante sanciones socialmente<br />
aprobadas o garantizadas.<br />
Escolio 1. Como se ve, el concepto de AuP está desprovisto de todo contenido<br />
normativo. Decir que la relación de comunicación pedagógica supone la AuP de la<br />
instancia pedagógica (agente o institución) no es prejuzgar en absoluto el valor<br />
intrínsecamente ligado a esta instancia, puesto que la AuP tiene por efecto,<br />
precisamente, el asegurar el valor social de la AP independientemente del valor<br />
“intrínseco” de la instancia que la ejerce y de cualquiera que sea, por ejemplo, el grado<br />
de calificación técnica o carismática del emisor.<br />
El concepto de AuP permite evitar la ilusión presociológica que consiste en<br />
acreditar la persona del emisor por la competencia técnica o la autoridad personal que,<br />
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de hecho, se le confiere automáticamente a todo emisor pedagógico por la posición,<br />
garantizada tradicional o institucionalmente, que ocupa en una relación de<br />
comunicación pedagógica. La disociación personalista entre la persona y la posición<br />
conduce a presentar como la esencia de la persona que ocupa la posición (o como el<br />
modelo de toda persona digna de ocuparla) lo que parecería ser en virtud de su<br />
posición, sin ver que la autoridad que le confiere su posición excluye que pueda<br />
parecer ser distinta a lo que parece ser en virtud de su posición.<br />
Escolio 2. Puesto que una emisión que se realiza en una relación de<br />
comunicación pedagógica transmite siempre, como mínimo, la afirmación del valor de<br />
la AP, la AuP que garantiza la comunicación tiende siempre a excluir la cuestión del<br />
rendimiento informativo de la comunicación. La prueba de que la relación de<br />
comunicación pedagógica es irreductible a una relación de comunicación definida<br />
formalmente, y que el contenido informativo del mensaje no agota todo el contenido de<br />
la comunicación, se halla en el hecho de que la relación de comunicación pedagógica<br />
puede mantenerse como tal incluso en el caso de que la información transmitida tienda<br />
a anularse, como se ve en el caso límite de las enseñanzas de iniciación o, sin ir tan<br />
lejos, en ciertas enseñanzas literarias.<br />
2.1.2.3. Por el hecho de que toda AP en ejercicio dispone por definición de una<br />
AuP, los receptores pedagógicos están dispuestos de entrada a reconocer la<br />
legitimidad de la información transmitida y la AuP de los emisores pedagógicos,<br />
y por lo tanto a recibir e interiorizar el mensaje.<br />
2.1.2.4. En una formación social determinada la fuerza propiamente simbólica<br />
de las sanciones físicas o simbólicas, positivas o negativas, jurídicamente<br />
garantizadas o no, que aseguran, refuerzan y consagran de forma duradera el<br />
efecto de una AP es mayor en la medida en que se aplican a grupos o clases<br />
mejor dispuestos a reconocer la AuP que se les impone.<br />
2.1.3. En una formación social determinada, la AP legítima, o sea, dotada de la<br />
legitimidad dominante, no es más que la imposición arbitraria de la arbitrariedad<br />
cultural dominante, en la medida en que es ignorada en su verdad objetiva de<br />
AP dominante y de imposición de la arbitrariedad cultural dominante (prop. 1.1.3<br />
y 2.1).<br />
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Escolio. El monopolio de la legitimidad cultural dominante es siempre lo que<br />
está en juego en la competencia entre instancias o agentes: de ahí que la imposición<br />
de una ortodoxia cultural corresponda a una forma particular de la estructura del<br />
campo de competencia cuya particularidad sólo se percibe en su totalidad si se la<br />
relaciona con otras formas posibles -el eclecticismo o el sincretismo, por ejemplocomo<br />
solución escolar de los problemas planteados por la competencia respecto a la<br />
legitimidad en el campo intelectual o artístico y la competencia entre los valores y las<br />
ideologías de las diferentes fracciones de las clases dominantes.<br />
2.2. La AP, en tanto que está investida de una AuP, tiende a que se desconozca<br />
la verdad objetiva de la arbitrariedad cultural, ya que, reconocida como instancia<br />
legítima de imposición, tiende a que se reconozca la arbitrariedad cultural que<br />
inculca como cultura legítima.<br />
2.2.1. Ya que toda AP en ejercicio dispone automáticamente de una AuP, la<br />
relación de comunicación pedagógica en la que se realiza la AP tiende a<br />
producir la legitimidad de lo que transmite, designando lo transmitido como<br />
digno de ser transmitido por el solo hecho de transmitirlo legítimamente,<br />
contrariamente a lo que ocurre con todo aquello que no transmite.<br />
Escolio 1. Así queda fundamentada la posibilidad sociológica de la AP, que el<br />
interrogante sobre el principio absoluto de la AP -interrogante tan ficticio en su género<br />
como el que conduce a las aporías del contrato social o de la “situación prelingüística”-<br />
induciría a considerar como lógicamente imposible, según vemos en la paradoja del<br />
“Eutidemo”, que se basa en el postulado oculto de una AP sin AuP: lo que ya sabes,<br />
no tienes necesidad de aprenderlo; lo que no sabes, no puedes aprenderlo porque no<br />
sabes qué es lo que hay que aprender.<br />
Escolio 2. Reducir la relación de comunicación pedagógica a una pura y simple<br />
relación de comunicación impide comprender las condiciones sociales de su eficacia<br />
propiamente simbólica y propiamente pedagógica, que consisten precisamente en<br />
ocultar el hecho de que no es una simple relación de comunicación; al mismo tiempo,<br />
operar tal reducción obliga a suponer en los receptores la existencia de una<br />
“necesidad de información” que, además, estaría informada de qué informaciones son<br />
dignas de satisfacerla y que preexistiría a sus condiciones sociales y pedagógicas de<br />
producción.<br />
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2.2.2. En una formación social determinada, la cultura legítima, o sea, la cultura<br />
dotada de la legitimidad dominante, no es más que la arbitrariedad cultural<br />
dominante, en la medida en que se desconoce su verdad objetiva de<br />
arbitrariedad cultural y de arbitrariedad cultural dominante (prop. 1.2.3 y 2.2).<br />
Escolio. El desconocimiento del hecho de que las arbitrariedades culturales que<br />
reproducen las diferentes AP nunca pueden ser definidas independientemente de su<br />
pertenencia a un sistema de arbitrariedades culturales, más o menos integrado según<br />
las formaciones sociales, pero siempre sometido a la dominación de la arbitrariedad<br />
cultural dominante, se halla en el origen de las contradicciones, tanto de la ideología<br />
en materia de cultura de clases o de naciones dominadas como del discurso<br />
pseudocientífico sobre la “alienación” y la “desalienación” cultural. El desconocimiento<br />
de lo que la cultura legítima y la cultura dominada deben a la estructura de sus<br />
relaciones simbólicas, o sea, a la estructura de las relaciones de dominación entre las<br />
clases, inspira tanto la intención “populi-culturalista” de “liberar” a las clases<br />
dominadas, dándoles los medios de apropiarse de la cultura legítima, con todo lo que<br />
ésta debe a sus funciones de distinción y de legitimación (por ejemplo, el programa de<br />
las universidades populares o la defensa jacobina de la enseñanza del latín), como<br />
también el proyecto populista de decretar la legitimidad de la arbitrariedad cultural de<br />
las clases dominadas tal como está constituida en y por el hecho de su posición<br />
dominada, canonizándola como “cultura popular”.<br />
Esta antinomia de la ideología dominada que se expresa directamente en la<br />
práctica o en el discurso de las clases dominadas (en la forma, por ejemplo, de una<br />
alternancia entre el sentimiento de indignidad cultural y el desprecio agresivo a la<br />
cultura dominante) y que los portavoces, mandatarios o no de esas clases, reproducen<br />
o amplifican (complicándola con las contradicciones de su relación con las clases<br />
dominadas y sus contradicciones por ejemplo, proletkult), puede sobrevivir a las<br />
condiciones sociales que la producen, como lo atestiguan la ideología e incluso la<br />
política cultural de las clases o naciones antiguamente dominadas, que oscilan entre la<br />
intención de recuperar la herencia cultural legada por las naciones o las clases<br />
dominantes y la intención de rehabilitar las supervivencias de la cultura dominada.<br />
2.3. Toda instancia (agente o institución) que ejerce una AP sólo dispone de la<br />
AuP en calidad de mandataria de los grupos o clases cuya arbitrariedad cultural<br />
impone según un modo de imposición definido por esta arbitrariedad, o sea, en<br />
calidad de detentadora por delegación del derecho de violencia simbólica.<br />
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Escolio. Hablar de delegación de autoridad no es suponer que existe una<br />
convención explícita y, menos aún, un contrato codificado entre un grupo o una clase y<br />
una instancia pedagógica, aunque incluso en el caso de la AP familiar de una sociedad<br />
tradicional, la AuP de la instancia pedagógica pueda ser jurídicamente reconocida y<br />
sancionada (cf. escolio de la prop. l.l.): en efecto, incluso en aquellos casos en que<br />
ciertos aspectos de la AuP de la instancia están explícitamente codificados (por<br />
ejemplo, la codificación del derecho de violencia constitutivo de la patria potestas o las<br />
limitaciones jurídicas de la AuP paternal en nuestras sociedades, o incluso la<br />
delimitación de los programas de enseñanza y las condiciones jurídicas de acceso al<br />
magisterio en una institución escolar), “no todo es contractual en el contrato” de<br />
delegación.<br />
Hablar de delegación de autoridad es denominar solamente las condiciones<br />
sociales del ejercicio de una AP, o sea, la proximidad cultural entre la arbitrariedad<br />
cultural impuesta por esta AP y la arbitrariedad cultural de los grupos o clases que la<br />
sufren. En este sentido, toda acción de violencia simbólica que logra imponerse (o sea,<br />
imponer el desconocimiento de su verdad objetiva de violencia) supone objetivamente<br />
una delegación de autoridad: de esta forma -contrariamente a las representaciones<br />
populares o pseudocientíficas que prestan a la publicidad o a la propaganda y, más<br />
generalmente, a los mensajes propagados por los modernos medios de difusión,<br />
prensa, radio, televisión, el poder de manipular, o incluso de crear las opiniones- estas<br />
acciones simbólicas solamente pueden ejercerse en la medida y solamente en la<br />
medida en que encuentran y refuerzan predisposiciones (por ejemplo, las relaciones<br />
entre un periódico y sus lectores).<br />
No existe ninguna fuerza intrínseca de la idea verdadera; no tendría por qué<br />
haber en ese caso ninguna fuerza de la idea falsa, aunque se repitiera. Siempre son<br />
las relaciones de fuerza las que definen los límites en los que puede actuar la fuerza<br />
de persuasión de un poder simbólico (por ejemplo, los límites de eficacia de toda<br />
prédica o propaganda revolucionaria que actúa sobre clases privilegiadas). De la<br />
misma forma, la acción profética -o sea, una acción que como la del profeta religioso<br />
auctor que pretende encontrar en sí mismo el principio de su auctoritas, debe<br />
aparentemente constituir la AuP ex nihilo del emisor y conquistar progresivamente la<br />
adhesión del público-, sólo tiene éxito en la medida en que se apoya en una<br />
delegación de autoridad anterior (aunque sea virtual y tácita).<br />
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Efectivamente, so pena de admitir el milagro de un principio absoluto (como<br />
llevaría a hacerlo la teoría weberiana del carisma), hay que decir que el profeta que<br />
triunfa es aquel que formula para el uso de los grupos o clases a que se dirige un<br />
mensaje que las condiciones objetivas que determinan los intereses, materiales y<br />
simbólicos, de esos grupos o clases les predisponen a escuchar y a entender. Dicho<br />
de otra forma, hay que invertir la relación aparente entre la profecía y su audiencia: el<br />
profeta religioso o político predica siempre a los conversos y sigue a sus discípulos, al<br />
menos mientras sus discípulos le siguen, porque solamente escuchan y entienden sus<br />
lecciones aquellos que, por todo lo que son, le han encomendado objetivamente que<br />
les explique la lección. Si bien no hay que negar el efecto propio de la quasisistematización<br />
profética, cuyas alusiones y elipsis se hacen del mejor modo posible<br />
para favorecer el entendimiento en el malentendido y en los sobreentendidos, tampoco<br />
hay por qué afirmar que el éxito del mensaje profético se deduce de las características<br />
intrínsecas del mensaje (por ejemplo, la difusión comparada del Cristianismo y del<br />
Islam). Una verbalización que consagra, o sea, sanciona y santifica, por el solo hecho<br />
de enunciarlas, las esperanzas que va a colmar, sólo puede añadir su propia fuerza, o<br />
sea, propiamente simbólica, a las relaciones de fuerza preexistentes porque saca su<br />
fuerza de la delegación tácita que le otorgan los grupos o las clases comprometidas en<br />
esas relaciones de fuerza.<br />
2.3.1. Una instancia pedagógica sólo dispone de la AuP que le confiere su<br />
poder de legitimar la arbitrariedad cultural que inculca en los límites trazados por<br />
esta arbitrariedad cultural, o sea, en la medida en que, tanto en su modo de<br />
imposición (modo de imposición legítima) como en la delimitación de lo que<br />
impone, de quienes están en condiciones de imponerlo (educadores legítimos) y<br />
de aquellos a quienes se impone (destinatarios legítimos), reproduce los<br />
principios fundamentales de la arbitrariedad cultural que un grupo o una clase<br />
produce como digno de ser reproducido, tanto por su existencia misma como<br />
por el hecho de delegar en una instancia la autoridad indispensable para<br />
reproducirlo.<br />
Escolio. Si bien es muy fácil percibir las limitaciones que implica la delegación<br />
cuando están explícitamente definidas, como ocurre en todos los casos en que la AP<br />
se ejerce por una institución escolar, se observan también en el caso de la AP ejercida<br />
por el grupo familiar (tanto en los grupos o clases dominantes como en los grupos o<br />
clases dominadas): la definición de los educadores legítimos, del ámbito legítimo de su<br />
AP y de su modo de imposición legítima reviste, por ejemplo, formas muy diferentes<br />
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según la estructura del parentesco y el modo de sucesión como modo de transmisión<br />
de bienes económicos y del poder (por ejemplo, tas diferentes formas de división del<br />
trabajo pedagógico entre los padres en las formaciones sociales de descendencia patri<br />
o matrilineal o, incluso, en las diferentes clases de una misma formación social); no es<br />
por casualidad que la educación de los niños sea objeto de representaciones<br />
conflictivas e, incluso, ocasión de conflictos en todos los casos en que cohabitan<br />
familias o, en el interior de la misma familia descendencias o generaciones<br />
pertenecientes a clases diferentes (por ejemplo, en el caso límite, los conflictos a<br />
propósito del derecho de los adultos de una familia a ejercer una AP y, sobre todo, una<br />
represión física en los niños de otra familia, conflicto sobre las fronteras legítimas de la<br />
AP familiar, que debe siempre su forma específica a la posición relativa en la<br />
estructura de las relaciones de clase de los grupos familiares a los que ésta implica.<br />
2.3.1.1. La delegación del derecho de violencia simbólica que fundamenta la<br />
AuP de una instancia pedagógica es siempre una delegación limitada; o sea, la<br />
delegación en una instancia pedagógica de la autoridad necesaria para inculcar<br />
legítimamente una arbitrariedad cultural, según el modo de imposición definido<br />
por esta arbitrariedad, tiene por contrapartida la imposibilidad de que esta<br />
instancia defina libremente el modo de imposición, el contenido impuesto y el<br />
público al que se le impone (principio de la limitación de la autonomía de las<br />
instancias pedagógicas).<br />
2.3.1.2. En una formación social determinada, las sanciones, materiales o<br />
simbólicas, positivas o negativas, jurídicamente garantizadas o no, en las que<br />
se manifiesta la AuP y que aseguran, refuerzan y consagran de una forma<br />
duradera el efecto de una AP, tienen más posibilidades de ser reconocidas<br />
como legítimas, o sea, tienen una mayor fuerza simbólica (prop. 2.1.2.4), cuanto<br />
más se aplican a los grupos o clases para los cuales estas sanciones tienen<br />
más posibilidades de ser confirmadas por las sanciones del mercado en el que<br />
se constituye el valor económico y simbólico de los productos de las diferentes<br />
AP (principio de realidad o ley del mercado).<br />
Escolio 1. Por el hecho de que el reconocimiento objetivamente otorgado a una<br />
instancia pedagógica por un grupo o una clase está siempre en función (cualesquiera<br />
que puedan ser las variaciones psicológicas o ideológicas de la experiencia<br />
correspondiente) del grado en que el valor mercantil y el valor simbólico de sus<br />
miembros dependen de su transformación y de su consagración por la AP de esta<br />
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instancia, se comprende, por ejemplo, que la nobleza medieval otorgara poco interés a<br />
la educación escolástica o, por el contrario, que las clases dirigentes de las ciudades<br />
griegas recurrieran a los servicios de los sofistas o de los retóricos, o que, en nuestras<br />
sociedades, las clases medias y, más precisamente, las fracciones de las clases<br />
medias cuyo ascenso social, pasado y futuro depende más directamente de la<br />
escuela, se distingan de las clases populares por una docilidad escolar que se<br />
manifiesta, entre otras cosas, en su particular sensibilidad respecto al efecto simbólico<br />
de los castigos o de los premios y, más precisamente, al efecto de certificación social<br />
que proporcionan los títulos académicos.<br />
Escolio 2. Cuanto más unificado está el mercado en que se constituye el valor<br />
de los productos de las diferentes AP, más posibilidades tienen los grupos o las clases<br />
que han sufrido una AP inculcadora de una arbitrariedad cultural dominada de que se<br />
les recuerde el no-valor de su adquisición cultural, tanto por las sanciones anónimas<br />
del mercado de trabajo como por las sanciones simbólicas del mercado cultural (por<br />
ejemplo, mercado matrimonial), sin hablar de los veredictos escolares, que están<br />
siempre cargados de implicaciones económicas y simbólicas, puesto que esas<br />
llamadas al orden tienden a producir en ellos, si no el reconocimiento explícito de la<br />
cultura dominante como cultura legítima, si al menos la conciencia latente de la<br />
indignidad cultural de su adquisición.<br />
De este modo, unificando el mercado donde se forma el valor de los productos<br />
de las diferentes AP, la sociedad burguesa ha multiplicado (en relación, por ejemplo, a<br />
una sociedad de tipo feudal) las ocasiones para someter los productos de las AP<br />
dominadas a los criterios de evaluación de la cultura legítima, afirmando y confirmando<br />
de esta forma su dominación en el ámbito de lo simbólico: en una formación social<br />
como ésta, la relación entre las AP dominadas y la AP dominante puede, pues,<br />
comprenderse por analogía con la relación que se establece, en una economía dual,<br />
entre el modo de producción dominante y los modos de producción dominados (por<br />
ejemplo, agricultura y artesanía tradicionales) cuyos productos están sometidos a las<br />
leyes de un mercado dominado por los productos del modo de producción capitalista.<br />
A pesar de todo, la unificación del mercado simbólico, por desarrollada que esté, no<br />
excluye en absoluto que las AP dominadas logren imponer a aquellos que las sufren,<br />
al menos por un tiempo y en algunos aspectos de la práctica, el reconocimiento de su<br />
legitimidad: la AP familiar sólo puede ejercerse en los grupos o clases dominados en la<br />
medida en que es reconocida como legítima tanto por quienes la ejercen como por<br />
quienes la sufren, incluso si estos últimos están abocados a descubrir que la<br />
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arbitrariedad cultural cuyo valor han tenido que reconocer para adquirirla, está<br />
desprovista de valor en un mercado económico o simbólico dominado por la<br />
arbitrariedad cultural de las clases dominantes (por ejemplo los conflictos que provoca<br />
la aculturación en la cultura dominante, ya sea en el intelectual colonizado -el que los<br />
argelinos llaman m’ turni- o en el intelectual procedente de las clases dominadas,<br />
condenado a revalorizar la autoridad paterna con sus renuncias, sus retrocesos o sus<br />
compromisos).<br />
2.3.1.3. Una instancia pedagógica tiene menos necesidad de afirmar y justificar<br />
su propia legitimidad cuanto más directamente reproduzca la arbitrariedad que<br />
inculca la arbitrariedad cultural del grupo o de la clase que le delega su AuP.<br />
Escolio. Según esto, la AP ejercida en una sociedad tradicional constituye un<br />
caso-límite, porque, sustituyendo a una autoridad social poco diferenciada y, por tanto,<br />
indiscutible e indiscutida, no necesita ni una justificación ideológica de la AuP como tal<br />
ni una reflexión técnica sobre los instrumentos de la AP. Ocurre lo mismo cuando una<br />
instancia pedagógica tiene como función principal, si no única, la de reproducir el estilo<br />
de vida de una clase dominante o de una fracción de la clase dominante (por ejemplo,<br />
la formación de un joven noble mediante su colocación en una casa noble -fosterageo,<br />
en menor grado, la formación de un gentleman en el Oxford tradicional).<br />
2.3.2. En la medida en que el éxito de toda AP es función del grado en el que<br />
los receptores reconocen la AuP de la instancia pedagógica y del grado en que<br />
dominan el código cultural de la comunicación pedagógica, el éxito de una<br />
determinada AP en una formación social determinada está en función del<br />
sistema de relaciones entre la arbitrariedad cultural que impone esta AP, la<br />
arbitrariedad cultural dominante en la formación social considerada y la<br />
arbitrariedad cultural inculcada por la primera educación en los grupos o clases<br />
de donde proceden los que sufren esta AP (prop. 2.1.2, 2.1.3, 2.2.2 y 2.3).<br />
Escolio. Basta con situar en relación a estos tres principios de variación las<br />
diferentes formas históricas de la AP o las diferentes AP ejercidas simultáneamente en<br />
una formación social, para dar cuenta de las posibilidades que tienen estas AP y la<br />
cultura que imponen de ser recibidas y reconocidas por grupos o clases<br />
diferentemente situados en relación a las instancias pedagógicas y en relación a los<br />
grupos o clases dominantes. Es evidente que la caracterización de una AP en relación<br />
con estas tres dimensiones explica mejor las características de esta AP cuanto más<br />
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integradas estén las diferentes AP de una misma formación social en un sistema<br />
objetivamente jerarquizado, o sea, cuanto más unificado esté el mercado en el que se<br />
forma el valor económico y simbólico de los productos de las diferentes AP, de manera<br />
que el producto de una AP dominada tiene más posibilidades de ser sometido a los<br />
principios de evaluación que reproduce la AP dominante.<br />
2.3.2.1. En una formación social determinada, el éxito diferencial de la AP<br />
dominante según los grupos o las clases está en función: 1) del ethos<br />
pedagógico propio de un grupo o una clase, o sea, del sistema de disposiciones<br />
que se refieren a esta AP y de la instancia que la ejerce como producto de la<br />
interiorización (a) del valor que la AP dominante confiere mediante sus<br />
sanciones a los productos de las diferentes AP familiares, y (b) del valor que,<br />
mediante sus sanciones objetivas, los diferentes mercados sociales confieren a<br />
los productos de la AP dominante según el grupo o la clase del que proceden, y<br />
2) del “capital cultural”, o sea, de los bienes culturales que transmiten las<br />
diferentes AP familiares y cuyo valor como capital cultural está en función de la<br />
distancia entre la arbitrariedad cultural impuesta por la AP dominante y la<br />
arbitrariedad cultural inculcada por la AP familiar en los diferentes grupos o<br />
clases (prop. 2.2.2, 2.3.1.2 y 2.3.2).<br />
2.3.3. En tanto que su AuP procede de una delegación de autoridad, la AP<br />
tiende a reproducir en aquellos que la sufren la relación que los miembros de un<br />
grupo o de una clase mantienen con su cultura, o sea, el desconocimiento de la<br />
verdad objetiva de esta cultura como arbitrariedad cultural (etnocentrismo).<br />
2.3.3.1. En una formación social determinada, el sistema de las AP, en la<br />
medida en que está sometido al efecto de dominación de la AP dominante,<br />
tiende a reproducir, tanto en las clases dominantes como en las clases<br />
dominadas, el desconocimiento de la verdad objetiva de la cultura legítima como<br />
arbitrariedad cultural dominante cuya reproducción contribuye a la reproducción<br />
de las relaciones de fuerza (prop. 1.3.1).<br />
3. Del trabajo pedagógico<br />
3. Como imposición arbitraria de una arbitrariedad cultural que presupone la<br />
AuP, o sea, una delegación de autoridad (en el sentido de 1 y 2), que implica<br />
que la instancia pedagógica reproduzca los principios de la arbitrariedad cultural<br />
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que un grupo o una clase impone presentándolos como dignos de ser<br />
reproducidos tanto por su misma existencia como por el hecho de delegar en<br />
una instancia la autoridad indispensable para reproducirla (prop. 2.3 y 2.3.1), la<br />
AP implica el trabajo pedagógico (TP) como trabajo de inculcación con una<br />
duración, suficiente para producir una formación duradera, o sea, un habitus<br />
como producto de la interiorización de los principios de una arbitrariedad cultural<br />
capaz de perpetuarse una vez terminada la AP y, de este modo, de perpetuar<br />
en las prácticas los principios de la arbitrariedad interiorizada.<br />
Escolio 1. Como acción que debe ser duradera para producir un habitus<br />
duradero, o sea, como acción de imposición y de inculcación de una arbitrariedad que<br />
sólo puede realizarse completamente por el TP, la AP se diferencia de las acciones de<br />
violencia simbólica discontinuas y extraordinarias como las del profeta, el “creador”<br />
intelectual o el hechicero. Tales acciones de imposición simbólica sólo pueden<br />
provocar la transformación profunda y duradera de aquellos a quienes alcanzan, en la<br />
medida en que se prolongan en una acción de inculcación continua, o sea, en un TP<br />
(por ejemplo, predicación y catequesis sacerdotales o comentario profesoral de los<br />
“clásicos”).<br />
Dadas las condiciones que deben cumplirse para que se realice un TP<br />
(“también el educador -dice Marx- necesita ser educado”), toda instancia pedagógica<br />
se caracteriza por una duración estructural más larga, manteniéndose iguales los<br />
demás factores, que otras instancias que ejercen un poder de violencia simbólica,<br />
porque tiende a reproducir, tanto como se lo permite su autonomía relativa, las<br />
condiciones en las que se han producido los reproductores, o sea, las condiciones de<br />
su reproducción: por ejemplo, el “tempo” extremadamente lento de la transformación<br />
de la AP, ya se trate del tradicionalismo de la AP ejercida por la familia -que,<br />
encargada de la primera educación, tiende a realizar más completamente las<br />
tendencias de toda AP y puede de esta forma, incluso en las sociedades modernas,<br />
desempeñar el papel de conservadora de las tradiciones heredadas- o de la inercia de<br />
las instituciones de enseñanza -a las que su propia función lleva siempre a<br />
autorreproducirse de la forma más exacta posible, a la manera de las sociedades<br />
tradicionales.<br />
Escolio 2. Instrumento fundamental de la continuidad histórica, la educación,<br />
considerada como proceso a través del cual se realiza en el tiempo la reproducción de<br />
la arbitrariedad cultural mediante la producción del habitus, que produce prácticas<br />
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conformes a la arbitrariedad cultural (o sea, transmitiendo la formación como<br />
información capaz de “informar” duraderamente a los receptores), es el equivalente, en<br />
el ámbito de la cultura, a la transmisión del capital genético en el ámbito de la biología:<br />
siendo el habitus análogo al capital genético, la inculcación que define la realización de<br />
la AP es análoga a la generación en tanto que transmite una información generadora<br />
de información análoga.<br />
3.1. Como trabajo prolongado de inculcación que produce una formación<br />
duradera, o sea, productores de prácticas conformes a los principios de la<br />
arbitrariedad cultural de los grupos o clases que delegan a la AP la AuP<br />
necesaria a su instauración y a su continuación, el TP tiende a reproducir las<br />
condiciones sociales de producción de esta arbitrariedad cultural, o sea, las<br />
estructuras objetivas de las que es producto, por mediación del habitus como<br />
principio generador de prácticas reproductoras de las estructuras objetivas.<br />
3.1.1. La productividad específica del TP se mide objetivamente por el grado en<br />
que produce su efecto propio de inculcación, o sea, su efecto de reproducción.<br />
3.1.1.1. La productividad específica del TP, o sea, el grado en que logra<br />
inculcar a los destinatarios legítimos la arbitrariedad cultural que tiene la misión<br />
de reproducir, se mide por el grado en que el habitus que produce es<br />
“duradero”, o sea, capaz de engendrar más duraderamente las prácticas<br />
conformes a los principios de la arbitrariedad inculcada.<br />
Escolio. Se puede oponer el efecto propio de la AP al efecto del poder político<br />
por alcance temporal de éstos, alcance en el que se expresa la duración estructural de<br />
los poderes de imposición correspondientes: el TP es capaz de perpetuar de forma<br />
más duradera que una coacción política la arbitrariedad que inculca (excepto en el<br />
caso en que el poder político recurre asimismo a un TP, o sea, a una didáctica<br />
específica). En la medida en que el poder religioso se encarna en una Iglesia que<br />
ejerce un TP, directa o mediatamente, o sea, por intermedio de las familias (por<br />
ejemplo, educación cristiana), orienta por más tiempo las prácticas. En otras palabras,<br />
el poder de violencia simbólica de la AP que recurre al TP pertenece al tiempo<br />
prolongado, al contrario de lo que ocurre con la autoridad de un poder político, siempre<br />
enfrentado al problema de su perpetuación (sucesión).<br />
29<br />
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3.1.1.2. La productividad específica del TP, o sea, el grado en que logra<br />
inculcar a los destinatarios legítimos la arbitrariedad cultural que tiene la misión<br />
de reproducir, se mide por el grado en que el habitus que produce es<br />
“transferible”, o sea, capaz de engendrar prácticas conformes a los principios<br />
de la arbitrariedad inculcada en el mayor número posible de campos distintos.<br />
Escolio. Así, el alcance de un poder religioso se mide por el grado en que el<br />
habitus producido por el TP de las instancias pedagógicas correspondientes engendra<br />
prácticas conformes a los principios de la arbitrariedad inculcada en dominios tanto<br />
más alejados de los que reglamenta expresamente la doctrina, como la conducta<br />
económica o las decisiones políticas. Del mismo modo, “la fuerza formadora de<br />
hábitos” (Panofsky) de la educación escolástica se reconoce por los efectos que<br />
produce en la estructura de la catedral gótica o en la disposición gráfica de los<br />
manuscritos.<br />
3.1.1.3. La productividad específica del TP, o sea, el grado en que logra<br />
inculcar a los destinatarios legítimos la arbitrariedad cultural que tiene la misión<br />
de reproducir, se mide por el grado en que el habitus que produce es<br />
“exhaustivo”, o sea, reproduce más completamente en las prácticas que<br />
engendra los principios de la arbitrariedad cultural de un grupo o de una clase.<br />
Escolio. Aunque no sea lógicamente necesario que las tres medidas del efecto<br />
de reproducción sean congruentes, la teoría del habitus, como principio unificador y<br />
generador de prácticas, permite comprender que la durabilidad, la transferibilidad y la<br />
exhaustividad de un hábito están estrechamente ligadas en la práctica.<br />
3.1.2. La delegación que fundamenta una AP implica, además de delimitar el<br />
contenido inculcado, una definición del modo de inculcación (modo de<br />
inculcación legítimo) y de la duración de la inculcación (tiempo de formación<br />
legítimo) que definen el grado de realización del TP que se considera necesario<br />
y suficiente para producir la forma completa del habitus, o sea, el grado de<br />
realización cultural (grado de competencia legítima) en el que un grupo o una<br />
clase reconoce al hombre plenamente realizado.<br />
3.1.2.1. En una formación social determinada, la delegación que fundamenta la<br />
AP dominante implica, además de delimitar el contenido inculcado, una<br />
definición dominante del modo de inculcación y de la duración de la inculcación<br />
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que definen el grado de realización del TP que se considera necesario y<br />
suficiente para producir la forma plena del habitus, o sea, el grado de<br />
realización cultural (grado de competencia legítima en materia de cultura<br />
legítima) en el que no solamente las clases dominantes sino también las clases<br />
dominadas tienden a reconocer al “hombre cultivado” y por el que se miden<br />
objetivamente los productos de las AP dominadas, o sea, las diferentes formas<br />
del hombre plenamente realizado tal como está definido por la arbitrariedad<br />
cultural de los grupos o clases dominadas.<br />
3.1.3. Como trabajo prolongado de inculcación que produce un habitus<br />
duradero y transferible, o sea, inculcando al conjunto de los destinatarios<br />
legítimos un sistema de esquemas de percepción, de pensamiento, de<br />
apreciación y de acción (parcial o totalmente idénticos), el TP contribuye a<br />
producir y a reproducir la integración intelectual y la integración moral del grupo<br />
o de la clase en cuyo nombre se ejerce.<br />
Escolio. Solamente a condición de ver que la integración de un grupo descansa<br />
en la identidad (total o parcial) de los habitus inculcados por TP, o sea, a condición de<br />
encontrar el principio de la homología de las prácticas en la identidad total o parcial de<br />
las gramáticas generadoras, prácticas, pueden evitarse las ingenuidades de las<br />
filosofías sociales del consensus que, al reducir la integración de un grupo a la<br />
posesión de un repertorio común de representaciones, se incapacitan, por ejemplo,<br />
para aprehender la unidad y la función integradora de prácticas o de opiniones<br />
fenomenológicamente diferentes, o incluso contradictorias, pero producidas por el<br />
mismo habitus generador (por ejemplo, el estilo de las producciones artísticas de una<br />
época o de una clase determinadas). Es más, un mismo habitus puede engendrar una<br />
práctica, del mismo modo que su inversa al tener por principio la lógica de la<br />
disimilación por ejemplo, en el caso de los aprendices de intelectuales inclinados a<br />
jugar de manera particularmente directa al juego de la demarcación, el mismo habitus<br />
de clase privilegiada puede engendrar opiniones políticas o estéticas radicalmente<br />
opuestas, cuya unidad profunda se percibe solamente en la modalidad de las<br />
profesiones de fe o de las prácticas).<br />
3.1.3.1. Como trabajo prolongado de inculcación que produce la interiorización<br />
de los principios de una arbitrariedad cultural bajo la forma de un hábito<br />
duradero y transferible, y por lo tanto capaz de engendrar prácticas conformes<br />
a estos principios fuera y más allá de toda reglamentación expresa y de toda<br />
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referencia explícita a la regla, el TP permite al grupo o a la clase que delega a<br />
la AP su autoridad, producir y reproducir su integración intelectual y moral sin<br />
recurrir a la represión externa y, en particular, a la coerción física.<br />
Escolio. El TP es un sustituto de la coacción física: la represión física. Por<br />
ejemplo, el internamiento en una cárcel o en un asilo) es, en efecto, una comprobación<br />
del fracaso de la interiorización de una arbitrariedad cultural; y un sustituto rentable:<br />
aunque (y quizá porque) más enmascarado, el TP es al menos tan eficaz a largo plazo<br />
como la coacción física, la cual sólo puede producir efecto después de que haya<br />
cesado su ejercicio directo en la medida en que tiende siempre a ejercer además un<br />
efecto simbólico (a propósito, esto significa, por ejemplo, que el rey no está nunca<br />
desnudo y que sólo una concepción inocentemente idealista de la fuerza intrínseca de<br />
la justicia, concepción fundada en la disociación implícita de la fuerza y de las<br />
representaciones de legitimidad que necesariamente engendra, podría inducirnos a<br />
creer, con Russell y otros después de él, en la existencia de una “fuerza desnuda” -<br />
naked power-). Así, el TP, en la medida en que asegura la perpetuación de los efectos<br />
de la violencia simbólica, tiende a producir una disposición permanente a suministrar<br />
en toda situación (por ejemplo, en materia de fecundidad, de opciones económicas o<br />
de compromisos políticos) la respuesta adecuada (o sea, la respuesta prevista por la<br />
arbitrariedad cultural y solamente por ésta) a los estímulos simbólicos que emanan de<br />
las instancias investidas de la AuP que ha hecho posible el TP productor del habitus<br />
(por ejemplo, los efectos de la predicación sacerdotal o de las bulas papales como<br />
reactivaciones simbólicas de la educación cristiana).<br />
3.2. En tanto que acción transformadora destinada a inculcar una formación<br />
como sistema de disposiciones duraderas y transferibles, el TP que necesita la<br />
AuP como condición previa para su ejercicio tiene por efecto confirmar y<br />
consagrar irreversiblemente la AuP, o sea, la legitimidad de la AP y de la<br />
arbitrariedad cultural que inculca, enmascarando todavía más, mediante el<br />
éxito de la inculcación de la arbitrariedad, la arbitrariedad de la inculcación y de<br />
la cultura inculcada.<br />
Escolio. Ver un círculo vicioso en la presencia de la AuP al principio y al final de<br />
la AP sería ignorar que, en cuanto al ámbito de la génesis (biografía y sucesión de<br />
generaciones), la AuP de que dispone toda AP en ejercicio solamente rompe el círculo<br />
pedagógico al que se vería condenada una AP sin AuP para cerrar cada vez más el<br />
que experimenta el TP así hecho posible en el círculo del etnocentrismo (de grupo o<br />
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de clase). Se encontraría una representación paradigmática de esta paradoja en el<br />
círculo del bautismo y de la confirmación: se considera que la profesión de fe realizada<br />
en edad de uso de razón da validez retrospectivamente al compromiso tomado en el<br />
bautismo, el cual implicaba una educación que conducía necesariamente a esta<br />
profesión de fe. De esta forma, a medida que se realiza, el TP produce cada vez más<br />
las condiciones objetivas del desconocimiento de la arbitrariedad cultural, o sea, las<br />
condiciones de la experiencia subjetiva de la arbitrariedad cultural como necesaria, en<br />
el sentido de “natural”.<br />
Todo aquel que delibera sobre su cultura es ya un hombre cultivado, y las<br />
preguntas de quien cree poner en cuestión los principios de su educación tienen<br />
todavía su educación por principio. El mito cartesiano de una razón innata, o sea, de<br />
una cultura natural o de una naturaleza cultivada que preexistiría a la educación -<br />
ilusión retrospectiva, necesariamente inscrita en la educación como imposición<br />
arbitraria capaz de imponer el olvido de la arbitrariedad- no es más que una nueva<br />
solución mágica del círculo de la AuP: “Porque todos hemos sido niños antes que<br />
hombres, y nos ha sido necesario ser gobernados durante mucho tiempo por nuestros<br />
instintos y nuestros preceptores, que eran frecuentemente contrarios entre sí y que,<br />
probablemente, no nos aconsejaban siempre -ni los unos ni los otros- lo mejor, es casi<br />
imposible que nuestros juicios sean tan puros ni tan sólidos como lo habrían sido si<br />
hubiéramos tenido el uso completo de nuestra razón desde que nacimos, y solamente<br />
hubiéramos sido conducidos por ella”. Así, sólo se elude el círculo del bautismo<br />
inevitablemente confirmado, para caer en la mística del “segundo nacimiento”, cuya<br />
transcripción filosófica podría verse en el fantasma trascendentalista de la reconquista<br />
por las solas virtudes del pensamiento de un pensamiento total, sin “impensado”.<br />
3.2.1. En tanto que trabajo prolongado de inculcación que produce cada vez<br />
más el desconocimiento de la doble arbitrariedad de la AP, o sea, el<br />
reconocimiento de la AuP de la instancia pedagógica y de la legitimidad de su<br />
producto, el TP produce indisociablemente la legitimidad del producto y la<br />
necesidad legítima de este producto como producto legítimo al producir el<br />
consumidor legítimo, o sea, dotado de la definición social del producto legítimo<br />
y de la disposición a consumirlo en su forma legítima.<br />
Escolio 1. Sólo el TP puede romper el círculo en el que se cae cuando se olvida<br />
que la “necesidad cultural” es una necesidad cultivada, o sea, cuando se disocia de<br />
sus condiciones sociales de producción: así, la devoción religiosa o cultural, que<br />
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engendra prácticas religiosas o estéticas como, por ejemplo, la frecuentación asidua<br />
de iglesias o museos, es el producto de la AuP de la familia (y secundariamente de la<br />
institución, Iglesia o Escuela) que, en el desarrollo de una biografía, rompe el círculo<br />
de la “necesidad cultural” consagrando como objetivos deseables los bienes de<br />
salvación religiosa o cultural y produciendo la necesidad de estos bienes por el solo<br />
hecho de imponer su consumo.<br />
Sabiendo que la necesidad de frecuentar el museo o la iglesia existe a<br />
condición de que se frecuenten museos o iglesias y que la frecuentación asidua<br />
supone la necesidad de frecuentarlos, se ve que, para romper el círculo de la primera<br />
entrada en la iglesia o en el museo, es necesario admitir una predisposición a la<br />
frecuentación que, a no ser que se crea en el milagro de la predestinación, sólo puede<br />
ser la disposición de la familia a hacer frecuentar frecuentando durante el tiempo en<br />
que esta frecuentación produzca una disposición duradera a frecuentar. En el caso de<br />
la religión, del arte, el olvido de la génesis conduce a una forma específica de la ilusión<br />
de Descartes: el mito de un gusto innato que no debería nada a los condicionamientos<br />
del aprendizaje, ya que existiría por entero desde el nacimiento, transmutado en<br />
opciones libres de un libre albedrío originario los determinismos capaces de producir<br />
tanto las opciones determinadas como el olvido de esta determinación.<br />
Escolio 2. Si no se comprende que el TP produce al mismo tiempo el producto<br />
legítimo como tal, o sea, como objeto digno de ser consumido material o<br />
simbólicamente (o sea, venerado, adorado, respetado, admirado, etc.) y la propensión<br />
a consumir material o simbólicamente este objeto, uno se ve condenado a interrogarse<br />
indefinidamente sobre la prioridad de la veneración o de lo venerable, de la adoración<br />
y de lo adorable, del respeto y de lo respetable, de la admiración y de lo admirable,<br />
etc., o sea, a oscilar entre el esfuerzo para deducir de las propiedades intrínsecas del<br />
objeto las disposiciones respecto al objeto, y el esfuerzo para reducir las propiedades<br />
del objeto a las propiedades que le confieren las disposiciones del sujeto. De hecho, el<br />
TP produce agentes que, dotados de la disposición adecuada, sólo pueden aplicarla a<br />
ciertos objetos y a objetos que aparecen a los agentes producidos por el TP como<br />
llamando o exigiendo la disposición adecuada.<br />
3.2.2. En tanto que trabajo prolongado de inculcación que produce cada vez<br />
más el desconocimiento de la doble arbitrariedad de la AP, el TP tiende más<br />
completamente a la ocultación cuanto más realizada esté la verdad objetiva del<br />
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habitus como interiorización de los principios de una arbitrariedad cultural, que<br />
está tanto más realizada cuanto más realizado esté el trabajo de inculcación.<br />
Escolio. Se comprende que la definición social de la excelencia tienda siempre<br />
a referirse a lo “natural”, o sea, a una modalidad de la práctica que supone un grado<br />
de realización del TP capaz de hacer olvidar no sólo la doble arbitrariedad de la AP de<br />
la que es producto, sino también todo lo que la práctica realizada debe al TP (por<br />
ejemplo, el arété griego, el bienestar del “hombre honesto”, el sarr del hombre de<br />
honor cabileño o el “academicismo antiacadémico” del mandarín chino).<br />
3.2.2.1. Como trabajo prolongado de inculcación que produce cada vez más el<br />
desconocimiento de la doble arbitrariedad de la AP, o sea, entre otras cosas el<br />
desconocimiento de la delimitación constitutiva de la arbitrariedad cultural que<br />
inculca, el TP produce el desconocimiento cada vez mayor de las limitaciones<br />
éticas e intelectuales que son correlativas a la interiorización de esta limitación<br />
(etnocentrismo ético y lógico).<br />
Escolio. Esto significa que el TP que produce el habitus como sistema de<br />
esquemas de pensamiento, de percepción de apreciación y de acción, produce el<br />
desconocimiento de las limitaciones que implica este sistema, de manera que la<br />
eficacia de la programación ética y lógica que produce se ve redoblada por el<br />
desconocimiento que está en función del grado de realización del TP: los agentes que<br />
produce el TP no estarían tan completamente presos en las limitaciones que la<br />
arbitrariedad cultural impone a su pensamiento y a su práctica si, encerrados en el<br />
interior de estos límites por una autodisciplina y una autocensura (tanto más<br />
inconscientes cuanto más interiorizados hayan sido sus principios), no vivieran su<br />
pensamiento y su práctica en la ilusión de la libertad y de la universalidad.<br />
3.2.2.1.1. En una formación social determinada, el TP por el que se realiza la<br />
AP dominante logra tanto mejor imponer la legitimidad de la cultura dominante<br />
cuanto más se realiza, o sea, cuanto más logra imponer el desconocimiento de<br />
la arbitrariedad dominante como, tal, no solamente a los destinatarios legítimos<br />
de la AP sino también a los miembros de los grupos o clases dominados<br />
(ideología dominante de la cultura legítima como única cultura auténtica, o sea,<br />
como cultura universal).<br />
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3.2.2.1.2. En una formación social determinada, el TP por el que se realiza la<br />
AP dominante tiene siempre la función de mantener el orden, o sea, de<br />
reproducir la estructura de las relaciones de fuerza entre los grupos o las<br />
clases, en tanto que tiende, ya sea por la inculcación o por la exclusión, a<br />
imponer a los miembros de los grupos o las clases dominadas el<br />
reconocimiento de la legitimidad de la cultura dominante y a hacerles<br />
interiorizar, en medida variable, disciplinas y censuras que cuando adquieren la<br />
forma de autodisciplina y autocensura sirven mejor que nunca los intereses,<br />
materiales o simbólicos, de los grupos o clases dominantes.<br />
3.2.2.1.3. En una formación social determinada, el TP por el que se realiza la<br />
AP dominante que tiende a imponer a los miembros de los grupos o clases<br />
dominados el reconocimiento de la legitimidad de la cultura dominante, tiende a<br />
imponerles al mismo tiempo, por inculcación o exclusión, el reconocimiento de<br />
la ilegitimidad de su arbitrariedad cultural.<br />
Escolio. Al contrario de las representaciones empobrecidas de la violencia<br />
simbólica que una clase ejerce sobre otra a través de la educación (representación<br />
común, paradójicamente, a aquellos que denuncian una dominación ideológica<br />
reducida al esquema de la ingestión forzada y a los que aparentan deplorar la<br />
imposición a los niños de “ambientes modestos” de una “cultura que no está hecha<br />
para ellos”), una AP dominante tiende menos a inculcar la información constitutiva de<br />
la cultura dominante (no se entendería sino por qué el TP tiene una productividad<br />
específica y una duración tanto más reducidas cuanto más baja es la situación en la<br />
escala social de los grupos o clases sobre los que se ejerce) que a inculcar el hecho<br />
consumado de la legitimidad de la cultura dominante, por ejemplo, haciendo<br />
interiorizar a los que están excluidos del conjunto de destinatarios legítimos (ya sea,<br />
en la mayor parte de las sociedades, antes de toda educación escolar, o a lo largo de<br />
los estudios) la legitimidad de su exclusión, o haciendo reconocer a aquellos que son<br />
relegados a enseñanzas de segundo orden la inferioridad de estas enseñanzas y de<br />
los que las reciben, o incluso inculcando, a través de la sumisión a las disciplinas<br />
escolares y la adhesión a las jerarquías culturales, una disposición transferible y<br />
generalizada respecto a las disciplinas y las jerarquías sociales.<br />
En resumen, en todos los casos, el principal mecanismo de la imposición del<br />
reconocimiento de la cultura dominante como cultura legítima y del correspondiente<br />
reconocimiento de la ilegitimidad de la arbitrariedad cultural de los grupos o clases<br />
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dominadas reside en la exclusión, que quizá no tiene nunca tanta fuerza simbólica<br />
como cuando toma la apariencia de autoexclusión. Todo sucede como si la duración<br />
legítima del TP que se concede a las clases dominadas estuviera objetivamente<br />
definida como el tiempo necesario y suficiente para que el hecho de la exclusión tome<br />
toda su fuerza simbólica, o sea, para que aparezca a los que la sufren como la prueba<br />
de su indignidad cultural y para que nadie pueda aducir ignorancia de la ley de la<br />
cultura legítima: uno de los efectos menos percibidos de la escolaridad obligatoria<br />
consiste en que consigue de las clases dominadas el reconocimiento del saber y del<br />
saber hacer legítimos (por ejemplo, en el derecho, la medicina, la técnica, las<br />
diversiones o el arte), provocando la desvalorización del saber y del saber hacer que<br />
esas clases dominan efectivamente (por ejemplo, derecho consuetudinario, medicina<br />
doméstica, técnicas artesanales, lengua y arte populares o todo lo que enseña la<br />
“escuela de la bruja y el pastor”, según expresión de Michelet) y formando de este<br />
modo un mercado para los productos materiales y sobre todo simbólicos cuyos medios<br />
de producción (en primer lugar los estudios superiores) son casi un monopolio de las<br />
clases dominantes (por ejemplo diagnóstico médico, consulta jurídica, industria<br />
cultural, etc.).<br />
3.3. En tanto que el TP es un proceso irreversible que produce en el tiempo<br />
necesario para la inculcación una disposición irreversible, o sea, una<br />
disposición que sólo puede ser reprimida o transformada por un proceso<br />
irreversible que produzca a su vez una nueva disposición irreversible, la AP<br />
primaria (educación primera) que se realiza en un TP sin antecedentes (TP<br />
primario) produce un hábito primario, característico de un grupo o una clase,<br />
que está en el origen de la constitución ulterior de cualquier otro habitus.<br />
Escolio. No sin cierta malicia, citaremos aquí a Husserl, que descubre la<br />
evidencia de la genealogía empírica de la conciencia: “Yo he recibido la educación de<br />
un alemán, no la de un chino. Pero también la de un ciudadano de provincias, en un<br />
marco familiar y en una escuela de pequeño burgueses; no la de un hidalgo, gran<br />
terrateniente, educado en una escuela de cadetes.” Y Husserl observa que, si bien es<br />
siempre posible adquirir un conocimiento libresco de otra cultura o incluso rehacer una<br />
educación de acuerdo con los principios de esta cultura (por ejemplo, “intentando<br />
aprender las enseñanzas impartidas en la escuela de cadetes” o “rehaciendo su<br />
educación al modo chino”) “esta apropiación de China no es posible de forma<br />
completa, del mismo modo que no es posible apropiarse de forma completa y en su<br />
estado concreto, del tipo de un Junker”<br />
37<br />
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3.3.1. El grado de productividad específica de cualquier TP que no sea el TP<br />
primario (TP secundario) está en función de la distancia que separa el habitus<br />
que tiende a inculcar (o sea, la arbitrariedad cultural impuesta) del habitus<br />
inculcado por los TP anteriores y, en último término, por el TP primario (o sea,<br />
la arbitrariedad cultural originaria).<br />
Escolio 1. El éxito de toda educación escolar, y en general de todo TP<br />
secundario depende fundamentalmente de la educación primera que la ha precedido,<br />
incluso y sobre todo cuando la Escuela no tiene en cuenta esta prioridad en su<br />
ideología y en su práctica y hace de la historia escolar una historia sin prehistoria: es<br />
sabido que, por medio del conjunto de enseñanzas vinculadas a la conducta cotidiana<br />
de la vida y en particular por medio de la adquisición de la lengua materna y la<br />
manipulación de los términos y las relaciones de parentesco se dominan en estado<br />
práctico disposiciones lógicas, disposiciones más a menos complejas y mas o menos<br />
elaboradas simbólicamente, según los grupos o clases, que predisponen de forma<br />
desigual al dominio simbólico de las operaciones implicadas en una demostración<br />
matemática o a la interpretación de una obra de arte.<br />
Escolio 2. Vemos también la ingenuidad de plantear el problema de la eficacia<br />
diferencial de las distintas instancias de violencia simbólica (por ejemplo, familia,<br />
escuela, medios de comunicación modernos, etc.) haciendo abstracción, como los<br />
servidores del culto de la fuerza suprema de la Escuela o los profetas de la<br />
omnipotencia de los “mass media”, de la irreversibilidad de los procesos de<br />
aprendizaje que hace que el habitus adquirido en la familia esté en el principio de la<br />
recepción y asimilación del mensaje escolar y que el habitus adquirido en la escuela<br />
esté en el principio del nivel de recepción y del grado de asimilación de los mensajes<br />
producidos y difundidos por la industria cultural y en general de todo mensaje culto o<br />
semiculto.<br />
3.3.1.1. Un modo de inculcación determinado se caracteriza (en el aspecto<br />
considerado en la propuesta 3.3.1.) por la posición que ocupa entre 1) el modo<br />
de inculcación dirigido a realizar la sustitución compleja de un habitus por otro<br />
(conversión) y 2) el modo de inculcación dirigida a confirmar pura y<br />
simplemente el habitus primario (mantenimiento o reforzamiento).<br />
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Escolio. Lo esencial de las características de los TP secundarios dirigidos a<br />
determinar una conversión radical (metatonia) se puede deducir de la necesidad en<br />
que se encuentran de organizar las condiciones sociales de su ejercicio de modo<br />
apropiado para liquidar el “hombre viejo” y engendrar ex nihilo el nuevo habitus.<br />
Piénsese, por ejemplo, en la tendencia al formalismo pedagógico, o sea, en la<br />
exhibición de la arbitrariedad de la inculcación como la arbitrariedad por la<br />
arbitrariedad, y, de ` modo más general, en la imposición de la regla por la regla, que<br />
constituye la característica principal del modo de inculcación propio de las AP de<br />
conversión, por ejemplo, ejercicios de piedad y de automortificación (“aborregaos”),<br />
disciplinamiento militar, etc. A este respecto las instituciones totales (cuartel, convento,<br />
cárcel, asilo e internado) permiten percibir con toda claridad las técnicas de<br />
desculturación, y de reculturación a las que debe recurrir un TP dirigido a producir un<br />
habitus tan parecido como sea posible al que produce la educación primera, teniendo<br />
en cuenta la existencia de un habitus previo.<br />
En el otro extremo, las instituciones tradicionales para jovencitas de buena<br />
familia representan la forma paradigmática de todas las instituciones pedagógicas que<br />
sólo tienen por destinatarios, por obra y gracia de los mecanismos de selección y de<br />
autoselección, agentes ya dotados de un habitus tan parecido como sea posible al que<br />
se trata de producir y que pueden contentarse con organizar, no sin énfasis y<br />
ostentación, todas las apariencias de un aprendizaje realmente eficaz (por ejemplo la<br />
École Nationale d' Administration). En las épocas en que las clases dominantes<br />
confían la educación primera de los niños a agentes pertenecientes a las clases<br />
inferiores, las instituciones de enseñanza que se les reserva presentan todas las<br />
características de la institución total porque aquéllas deben realizar una verdadera<br />
reeducación (por ejemplo, internados de los colegios jesuitas o gimnasios alemanes y<br />
rusos del siglo XIX).<br />
3.3.1.2. Dado que el habitus primario inculcado por el TP primario esta en el<br />
principio de la constitución ulterior de cualquier otro habitus, el grado de<br />
productividad específica de un TP secundario se mide, desde este punto de<br />
vista por el grado en que el sistema de medios necesarios para la realización<br />
del TP (modo de inculcación) está objetivamente organizado en función de la<br />
distancia existente entre el habitus que aspira a inculcar y el habitus producido<br />
por los TP anteriores.<br />
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Escolio. Un TP secundario es tanto más productivo cuanto, teniendo en cuenta<br />
el grado en que los destinatarios del mensaje pedagógico poseen el código del<br />
mensaje, más plenamente produce las condiciones sociales de la comunicación<br />
mediante la organización metódica de los ejercicios destinados a asegurar la<br />
asimilación acelerada del código de la transmisión y de esta forma la inculcación<br />
acelerada del habitus.<br />
3.3.1.3. El grado de tradicionalismo de un modo de inculcación se mide por el<br />
grado en que objetivamente ha sido organizado con referencia a un público<br />
limitado de destinatarios legítimos, o sea, por el grado en que el éxito del TP<br />
secundario presupone que los destinatarios estén dotados del habitus<br />
adecuado (o sea del ethos pedagógico y del capital cultural propios a los<br />
grupos o clases de las que reproduce la arbitrariedad cultural).<br />
3.3.1.3.1. Por el hecho de que, en una formación social determinada, el modo<br />
de inculcación dominante tiende a responder a los intereses de las clases<br />
dominantes, o sea, de los destinatarios legítimos, la productividad diferencial<br />
del TP dominante según los grupos o clases sobre los que se ejerce tiende a<br />
estar en función de la distancia entre el habitus primario inculcado por el TP<br />
primario en los diferentes grupos o clases y el habitus inculcado por el TP<br />
dominante (o sea, del grado en que la educación o la aculturación es<br />
reeducación o desculturización según los grupos o clases).<br />
3.3.2. Dado 1) que la explicitación y la formalización de los principios que<br />
operan en una práctica, o sea, el dominio simbólico de esta práctica, siguen<br />
necesariamente, en el orden lógico y cronológico, al dominio práctico de estos<br />
principios, o sea, que el dominio simbólico no es por sí mismo su propio<br />
fundamento; dado 2) que el dominio simbólico es irreductible al dominio<br />
práctico del que procede y al que aporta, sin embargo, su propio efecto, se<br />
deduce 1) que todo TP secundario produce prácticas secundarias irreductibles<br />
a las prácticas primarias de las que procura el dominio simbólico, y 2) que el<br />
dominio secundario que produce presupone un dominio previo tanto más<br />
cercano al simple dominio práctico de las prácticas cuanto más pronto se<br />
ejerza en el orden biográfico.<br />
Escolio. La enseñanza escolar de la gramática no inculca, para ser exactos,<br />
una nueva gramática generadora de prácticas lingüísticas: el niño debe poseer en<br />
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estado práctico los principios que aprende a someter al control lógico (por ejemplo,<br />
conjugaciones, declinaciones, construcciones sintácticas, etc.); pero adquiriendo la<br />
codificación académica de lo que hace, adquiere la posibilidad de hacerlo más<br />
conscientemente y más sistemáticamente (cf. Piaget, Vygotsky). Esta transformación<br />
es análoga, en el orden biográfico, al proceso histórico por el que un derecho<br />
consuetudinario o una justicia tradicional (Kadi Justiz) se transforma en un derecho<br />
racional, o sea, codificado, a partir de principios explícitos (cf. de modo más general<br />
los análisis weberianos de las características generales del proceso de racionalización<br />
en materia de religión, arte, teoría política, etc.). Hemos visto, en la misma línea, que<br />
el éxito de la acción de imposición simbólica del profeta está en función del grado en<br />
que logra explicitar y sistematizar los principios que el grupo al que se dirige posee ya<br />
en estado práctico.<br />
3.3.2.1. Un modo de inculcación determinado, o sea, el sistema de medios por<br />
los que se produce la interiorización de una arbitrariedad cultural, se<br />
caracteriza (en el aspecto considerado en la prop. 3.3.2.) por la posición que<br />
ocupa entre 1) el modo de inculcación que produce un habitus mediante la<br />
inculcación inconsciente de principios que sólo se manifiestan en estado<br />
práctico y en la práctica impuesta (pedagogía implícita) y 2) el modo de<br />
inculcación que produce el habitus mediante la inculcación metódicamente<br />
organizada como tal de principios formulados e incluso formalizados<br />
(pedagogía explícita).<br />
Escolio. Sería vano pensar en jerarquizar estos dos nudos pie Inculcación<br />
opuestos según su productividad específica, puesto que esta eficacia, medida por la<br />
duración y la transferibilidad del habitus producido, no puede definirse<br />
independientemente del contenido inculcado y de las funciones sociales que cumple,<br />
en una formación social considerada, el TP considerado: así, la pedagogía implícita es<br />
indudablemente la más eficaz cuando se trata de transmitir saberes tradicionales,<br />
indiferencia-' dos y totales (aprendizaje de los modales o de las habilidades<br />
manuales), en la medida en que exige del discípulo o del aprendiz la identificación con<br />
la persona total del “maestro” o del “oficial” más experimentado, a costa de una<br />
verdadera renuncia de sí mismo que excluye el análisis de los principios de la<br />
conducta ejemplar; por otra parte, una pedagogía implícita que, suponiendo una<br />
adquisición previa, resulta poco eficaz cuando se aplica a agentes desprovistos de<br />
esta adquisición, puede ser muy “rentable” para las clases dominantes cuando la AP<br />
correspondiente se ejerce en un sistema de AP dominado por la AP dominante y que<br />
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contribuye, así, a la reproducción cultural y, de este modo, a la reproducción social,<br />
asegurando a los detentadores de la adquisición previa el monopolio de esta<br />
adquisición.<br />
3.3.2.2. Dado que todo TP secundario tiene como efecto propio el producir<br />
prácticas irreductibles a las prácticas de las que procura el dominio simbólico,<br />
el grado de productividad específica de un TP secundario se mide desde este<br />
punto de vista por el grado en que el sistema de medios necesarios para la<br />
realización del TP (modo de inculcación) está objetivamente organizado para<br />
asegurar, mediante la inculcación explícita de principios codificados y formales,<br />
la transferibilidad formal del habitus.<br />
3.3.2.3. El grado de tradicionalismo de un modo de inculcación se mide por el<br />
grado en que los medios necesarios para la realización del TP se reducen a las<br />
prácticas que expresan el habitus a reproducir y que tienden, por el solo hecho<br />
de que son realizadas repetidamente por agentes investidos de AuP, a<br />
reproducir directamente un habitus definido por la transferibilidad práctica.<br />
Escolio. Un TP es tanto más tradicional cuanto 1) menos claramente está<br />
delimitado como práctica específica y autónoma y 2) más totales e indiferenciadas son<br />
las funciones de las instancias por las que se ejerce, o sea, cuanto más plenamente se<br />
reduce el TP a un proceso de familiarización en el que el maestro transmite<br />
inconscientemente, por su conducta ejemplar, unos principios que nunca domina<br />
conscientemente a un receptor que los interioriza inconscientemente. En el caso límite,<br />
que se da en las sociedades tradicionales, todo el grupo y todo el entorno como<br />
sistema de condiciones materiales de existencia, en tanto que estas condiciones están<br />
dotadas de la significación simbólica que les confiere un poder de imposición, ejercen<br />
sin agentes especializados ni momentos especificados una AP anónima y difusa (por<br />
ejemplo, la formación del habitus cristiano, en la Edad Media, por medio del calendario<br />
de fiestas como catecismo y la organización del espacio cotidiano a los objetos<br />
simbólicos como libro de devoción).<br />
3.3.2.3.1. En una formación social determinada, el TP primario, al que están<br />
sometidos los miembros de los diferentes grupos o clases, reposa tanto más<br />
plenamente en la transferibilidad práctica cuanto más estrechamente estén<br />
sometidos por las condiciones materiales de existencia a la urgencia de la<br />
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práctica, tendiendo a impedir, así, la constitución y el desarrollo de la aptitud<br />
para dominar simbólicamente la práctica.<br />
Escolio. Si admitimos que un TP está tanto más cerca de la pedagogía explícita<br />
cuanto más recurre a la verbalización y a la conceptualización clasificatoria, vemos<br />
que el TP primario prepara tanto mejor los TP secundarios fundados en una<br />
pedagogía explícita cuanto mejor preparados están los miembros del grupo o la clase<br />
sobre los que se ejerce, por sus condiciones materiales de existencia, para<br />
distanciarse de la práctica, es decir, para “neutralizar” de modo imaginario o reflexivo<br />
las urgencias vitales que componen una disposición pragmática las clases dominadas.<br />
Y esto tanto más cuanto que los agentes encargados de ejercer el TP primario han<br />
sido preparados de modo desigual por un TP secundario para el dominio simbólico y<br />
que, por eso, no son igualmente aptos para orientar el TP primario hacia la<br />
verbalización, la explicitación y la conceptualización del dominio práctico que exigen<br />
los TP secundarios (por ejemplo, en el caso límite, la continuidad entre el TP familiar y<br />
el TP escolar en las familias de maestros o de intelectuales).<br />
3.3.3. Dada la delegación que lo fundamenta el TP dominante tiende tanto más<br />
a eludir la inculcación explícita de los presupuestos que constituyen la<br />
condición de su productividad específica cuanto más dominada por los<br />
destinatarios legítimos esté la arbitrariedad cultural dominante, o sea, cuanto<br />
más importante sea la parte de lo que el TP debe inculcar (capital y ethos) ya<br />
inculcada por el TP primario de los grupos o clases dominantes.<br />
3.3.3.1. En una formación social en que, tanto en la práctica pedagógica como<br />
en el conjunto de prácticas sociales, la arbitrariedad cultural dominante<br />
subordina el dominio práctico al dominio simbólico de las prácticas, el TP<br />
dominante tiende tanto más a eludir la inculcación explícita de los principios<br />
que proporcionan el dominio simbólico, cuanto más inculcado esté el dominio<br />
práctico de los principios que proporcionan el dominio simbólico de las<br />
prácticas en los destinatarios legítimos por el TP primario de los grupos o<br />
clases dominantes.<br />
Escolio. Contrariamente a lo que sugieren ciertas teorías psicogenéticas que<br />
describen el desarrollo de la inteligencia como un proceso universal de transformación<br />
unilineal del dominio sensorio-motriz en dominio simbólico, los TP primarios de los<br />
diferentes grupos o clases producen sistemas de disposiciones primarias que no<br />
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difieren solamente como grados distintos de explicitación de una misma práctica sino<br />
como otros tantos tipos de dominio práctico que predisponen de modo desigual a la<br />
adquisición del tipo particular de dominio simbólico favorecido por la arbitrariedad<br />
cultural dominante. Así, un dominio práctico orientado hacia la manipulación de las<br />
cosas y la correspondiente relación con las palabras predispone menos al dominio<br />
culto de las reglas de la verbalización ilustrada que un dominio práctico orientado<br />
hacia la manipulación de las palabras y hacia la relación con las palabras y con las<br />
cosas que de prioridad a la manipulación de las palabras.<br />
Cuando tiene por destinatarios legítimos a individuos dotados por el TP<br />
primario del dominio práctico con dominante verbal, el TP secundario que ha de<br />
inculcar primordialmente el dominio de un lenguaje y de una relación con el lenguaje<br />
puede, paradójicamente, limitarse a una pedagogía implícita, particularmente cuando<br />
se trata del lenguaje, porque puede apoyarse en un habitus que encierra en un estado<br />
práctico la predisposición a usar del lenguaje según una relación ilustrada al mismo<br />
(por ejemplo, la afinidad estructural entre la enseñanza de las humanidades y la<br />
educación primera burguesa). Por el contrario, en un TP secundario que tenga por<br />
función declarada la inculcación del dominio práctico de las técnicas manuales (por<br />
ejemplo, la enseñanza de la tecnología en los centros de enseñanza técnica), el solo<br />
hecho de explicitar en un discurso culto los principios de técnicas de las que los niños<br />
procedentes de clases populares poseen ya el dominio práctico, basta para condenar<br />
fórmulas y habilidades a la ilegitimidad de un simple como muestras “bricolage”, del<br />
mismo modo que la enseñanza general reduce su lenguaje a la jerga o al argot. Éste<br />
es uno de los efectos sociales más poderosos del discurso culto, que separa con una<br />
barrera infranqueable al detentador de los principios (por ejemplo, ingeniero) del<br />
simple práctico (por ejemplo, técnico).<br />
3.3.3.2. Dado que, en el tipo de formación social definido en 3.3.3.1., el TP<br />
secundario dominante que recurre a un modo de inculcación tradicional (en el<br />
sentido de las prop. 3.3.1.3. y 3.3.2.3.; tiene una productividad específica tanto<br />
más reducida cuando sE ejerce sobre grupos o clases que ejercen un TP<br />
primario más aleja do del TP primario dominante que inculca, entre otras<br />
cosas, ur dominio práctico con dominante verbal, un TP como éste tiende z<br />
producir, en y por su mismo ejercicio, la delimitación de sus destinatarios<br />
realmente posibles, excluyendo a los distintos grupos e clases tanto más<br />
rápidamente cuanto más desprovistos están del capital y del ethos<br />
objetivamente presupuestos por su modo de inculcación.<br />
44<br />
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3.3.3.3. Dado que, en el tipo de formación social definido en 3.3.3.1., el TP<br />
secundario dominante que, recurriendo a un modo de inculcación tradicional,<br />
se define por no producir completamente las condiciones de su productividad,<br />
puede realizar su función de eliminación sólo con abstenerse, un TP como éste<br />
tiende a producir no solamente la delimitación de sus destinatarios realmente<br />
posibles, sino también el desconocimiento de los mecanismos de esta<br />
delimitación, o sea, tiende a hacer reconocer sus destinatarios de hecho como<br />
destinatarios legítimos y la duración de la inculcación a la que están sometidos<br />
de hecho los diferentes grupos o clases como duración legítima de inculcación.<br />
Escolio. Si toda AP dominante supone una delimitación de sus destinatarios<br />
legítimos, la exclusión se realiza frecuentemente por mecanismos externos a la<br />
instancia que ejerce el TP, ya se trate del efecto más o menos directo de los<br />
mecanismos económicos o de prescripciones jurídicas o de costumbre (por ejemplo,<br />
“numerus clausus” como limitación autoritaria de los destinatarios en función de<br />
criterios étnicos u otros).<br />
Una AP que elimine ciertas categorías de receptores por la sola eficacia del<br />
modo de inculcación característico de su TP disimula mejor y más completamente que<br />
cualquier otra la arbitrariedad de la delimitación de hecho de su público, imponiendo<br />
así más sutilmente la legitimidad de sus productos y de sus jerarquías (función de<br />
sociodicea). Se puede ver en el museo que delimita su público y que legitima su<br />
calidad social por el sólo efecto de su “nivel de emisión”, o sea, por el sólo hecho que<br />
presupone la posesión del código cultural necesario para descifrar las obras<br />
expuestas, el caso límite de la tendencia de todo TP fundado en la implícita condición<br />
previa de la posesión de las condiciones de su productividad. La acción de los<br />
mecanismos que tienden a asegurar, de forma casi automática, o sea, de acuerdo con<br />
las leyes que rigen las relaciones de los diferentes grupos o clases con la instancia<br />
pedagógica dominante, la exclusión de ciertas categorías de receptores<br />
(autoeliminación, eliminación diferida, etc.), puede estar enmascarada por el hecho de<br />
que la función social de eliminación quede encubierta en forma de función patente de<br />
selección que la instancia pedagógica ejerce dentro del conjunto de los destinatarios<br />
legítimos (por ejemplo, función ideológica del examen).<br />
3.3.3.4. Dado que, en el tipo de formación social definido en 3.3.3.1., el TP<br />
secundario dominante que recurre a un modo de inculcación tradicional no<br />
45<br />
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inculca explícitamente los presupuestos que constituyen la condición de su<br />
productividad específica, ese TP tiende a producir por su mismo ejercicio la<br />
legitimidad del modo de posesión de las adquisiciones previas cuyo monopolio<br />
está en manos de los grupos o clases dominantes porque tienen el monopolio<br />
de modo de adquisición legítimo, o sea, de la inculcación, por un TP primario,<br />
de los principios en estado práctico de la cultura legítima (relación ilustrada con<br />
la cultura legítima como relación de familiaridad).<br />
3.3.3.5. Dado que, en el tipo de formación social definido en 3.3.3.1., el TP<br />
secundario dominante que recurre a un modo de inculcación tradicional no<br />
inculca explícitamente los presupuestos que constituyen la condición de su<br />
productividad específica, ese TP supone, produce e inculca, en y por su mismo<br />
ejercicio, ideologías que tienden a justificar la petición de principio que<br />
constituye la condición de su ejercicio (ideología del don como negación de las<br />
condiciones sociales de producción de las disposiciones ilustradas).<br />
Escolio 1. Se puede ver una imagen paradigmática de uno de los efectos más<br />
típicos de la ideología del don en una experiencia de Rosenthal; dos grupos de<br />
investigadores a los que se les había confiado dos lotes de ratones con un mismo<br />
origen, indicándoles que unos habían sido seleccionados por su inteligencia y los otros<br />
por su estupidez, obtuvieron de sus sujetos respectivos progresos significativamente<br />
distintos (por ejemplo, los efectos que ejerce tanto en los maestros como en los<br />
alumnos la distribución de la población escolar en subpoblaciones escolares y<br />
socialmente jerarquizadas según los tipos de centro -institutos tradicionales, CES<br />
(College d'enseignement secondaire), CET (College d'enseignement technique),<br />
escuelas superiores y facultades)1-, las secciones -clásica y moderna- e incluso las<br />
asignaturas).<br />
1 Es imposible describir aquí, con el detalle necesario, la compleja organización del sistema de enseñanza<br />
francés, cuya terminología ha sido conservada en el idioma original, salvo en aquellos casos -poco<br />
numerosos- en que tiene un equivalente exacto castellano. Sin embargo, para ofrecer una idea muy<br />
general de dicho sistema, conviene recordar que éste comprende:<br />
- Un período de enseñanza pre-escolar, que va desde los 2 a los 6 años.<br />
- Un período de enseñanza obligatoria que, a su vez, se divide en:<br />
• Un período de enseñanza elemental (o primaria, en sentido estricto) de cinco años.<br />
• Un período denominado de primer ciclo, de cuatro años.<br />
• El primero de los tres cursos que componen el segundo ciclo “largo” o el primero de los dos que<br />
componen el segundo corto.<br />
El ciclo “largo” permite obtener el título de bachiller superior y da acceso a la enseñanza universitaria, es<br />
decir, a las facultades tradicionales, a las grandes écoles -Escuelas de Administración, Comercio y<br />
Agricultura, Escuelas de Ingenieros, Escuela Politécnica, Escuela Normal Superior y a los Institutos<br />
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Escolio 2. Dado que, en el tipo de formación social definido en 3.3.3.1., el TP<br />
secundario dominante que se caracteriza por un modo de inculcación tradicional (tanto<br />
en el sentido de la prop. 3.3.1.3. como en el de la prop. 3.3.2.3.) tiende siempre, por el<br />
hecho de que su productividad específica varía en razón inversa a la distancia entre la<br />
arbitrariedad cultural dominante y la arbitrariedad cultural de los grupos o clases sobre<br />
los que se ejerce, a privar a los miembros de las clases dominadas de los beneficios<br />
materiales y simbólicos de la educación completa, podemos preguntarnos si un TP<br />
secundario que, a la inversa, tuviera en cuenta la distancia entre los habitus<br />
preexistentes y el habitus a inculcar y que se organizara sistemáticamente según los<br />
principios de una pedagogía explícita, no haría desaparecer la frontera que el TP<br />
tradicional reconoce y confirma entre los destinatarios legítimos y todos los demás; o,<br />
en otras palabras, si un TP perfectamente racional, o sea, un TP que se ejerciera ab<br />
ovo y en todos los terrenos sobre todos los educables sin concesiones previas y con<br />
referencias al fin explícito de inculcar a todos los principios prácticos del dominio<br />
simbólico de las prácticas que la AP primaria sólo inculca a ciertos grupos o clases, es<br />
decir, un TP que sustituyera totalmente el modo de inculcación tradicional por la<br />
transmisión programada de la cultura legítima, no correspondería a los intereses<br />
pedagógicos de los grupos o clases dominadas (hipótesis de la democratización de la<br />
enseñanza mediante la racionalización de la pedagogía).<br />
Pero, para convencerse del carácter utópico de una política educativa fundada<br />
en esta hipótesis, basta señalar que, aun sin hablar de la inercia propia de toda<br />
institución educativa, la estructura de las relaciones de fuerza excluye que una AP<br />
dominante pueda recurrir a un TP contrario a los intereses de las clases dominantes<br />
que le delegan su AuP. Además, una política como ésta sólo se puede considerar<br />
conforme a los intereses pedagógicos de las clases dominadas a condición de<br />
identificar los intereses objetivos de estas clases con la suma de los intereses<br />
individuales de sus miembros (por ejemplo, en materia de movilidad social o de<br />
promoción cultural), lo cual equivale a olvidar que la movilidad controlada de un<br />
número limitado de individuos puede servir para la perpetuación de la estructura de las<br />
Universitarios de Tecnología. El ciclo corto corresponde a la enseñanza profesional y constituye un<br />
camino sin salida posible a la enseñanza universitaria, ni siquiera en sus ramas técnicas.<br />
Entre el personal docente existen numerosas categorías que no tienen equivalente en España. Destaca,<br />
entre ellas, la de “agregado” que se consigue a través del concurso-oposición de agrégation, y que<br />
permite obtener una cátedra universitaria o de instituto (lycée), situando a su titular en las capas<br />
superiores de la jerarquía escolar.<br />
La numeración de los cursos del bachillerato sigue, en Francia, el orden inverso al que rige en España. En<br />
la presente traducción se ha respetado la denominación francesa. (N. del T.).<br />
47<br />
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relaciones de clase; o, en otras palabras, a condición de creer posible la<br />
generalización al conjunto de la clase de propiedades que sociológicamente sólo<br />
pueden pertenecer a algunos miembros de la clase en la medida en que siguen siendo<br />
privilegio de algunos y, por lo tanto, negadas al conjunto de la clase como tal.<br />
4. Del sistema de enseñanza<br />
4. Todo sistema de enseñanza institucionalizado (SE) debe las características<br />
específicas de su estructura y de su funcionamiento al hecho de que le es<br />
necesario producir y reproducir, por los medios propios de la institución, las<br />
condiciones institucionales cuya existencia y persistencia (autorreproducción<br />
de la institución) son necesarias tanto para el ejercicio de su función propia de<br />
inculcación como para la realización de su función de reproducción de una<br />
arbitrariedad cultural de la que no es el productor (reproducción cultural) y cuya<br />
reproducción contribuye a la reproducción de las relaciones entre los grupos o<br />
las clases (reproducción social).<br />
Escolio 1. Se trata de establecer la forma específica que deben revestir las<br />
proposiciones que enuncian en toda su generalidad las condiciones y los efectos de la<br />
AP (prop. 1, 2, 3) cuando esta AP es ejercida por una institución (SE), o sea, de<br />
establecer lo que debe ser una institución para ser capaz de producir las condiciones<br />
institucionales de producción de un habitas al mismo tiempo que el desconocimiento<br />
de estas condiciones. Esta cuestión no se reduce a la investigación propiamente<br />
histórica de las condiciones sociales de la aparición de un SE particular ni incluso de la<br />
institución de enseñanza en su generalidad: así, el esfuerzo de Durkheim para<br />
comprender las características de estructuras y de funcionamiento del SE francés a<br />
partir del hecho de que, en su origen, ha debido organizarse con objeto de producir un<br />
habitus cristiano encaminado a integrar a cualquier precio el legado grecorromano y la<br />
fe cristiana, conduce menos directamente a una teoría general del SE que la tentativa<br />
de Max Weber para deducir las características transhistóricas de toda Iglesia a partir<br />
de las exigencias funcionales que determinan la estructura y el funcionamiento de toda<br />
institución orientada a producir un habitus religioso. Solamente la formulación de las<br />
condiciones genéricas de posibilidad de una AP institucionalizada permite dar todo su<br />
sentido a la investigación de las condiciones sociales necesarias para la realización de<br />
estas condiciones genéricas, o sea, comprender cómo, en situaciones históricas<br />
diferentes, procesos sociales como la concentración urbana, el progreso de la división<br />
del trabajo que implica la autonomización de las instancias o de las prácticas<br />
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intelectuales, la constitución de un mercado de bienes simbólicos, etc., toman un<br />
sentido sistemático en tanto que sistema de las condiciones sociales de aparición de<br />
un SE (cf. el método regresivo por el que Marx procede a la construcción de los<br />
fenómenos sociales vinculados a la disolución de la sociedad feudal como sistema de<br />
las condiciones sociales de aparición del modo de producción capitalista).<br />
Escolio 2. Siempre y cuando no se olvide que la historia relativamente<br />
autónoma de las instituciones educativas debe ser situada en la historia de las<br />
formaciones sociales correspondientes, es legítimo considerar que ciertas<br />
características de la institución cuya aparición es correlativa a las transformaciones<br />
sistemáticas de la institución (por ejemplo, enseñanza remunerada, constitución de<br />
escuelas capaces de organizar la formación de nuevos maestros, homogeneización de<br />
la organización escolar en un vasto territorio, examen, funcionarización y<br />
remuneración asalariada) constituyen jalones significativos del proceso de<br />
institucionalización del TP Así, aunque la historia de la educación en la Antigüedad<br />
permite percibir las etapas de un proceso continuo que conduce desde el preceptorado<br />
a las escuelas filosóficas y retóricas de la Roma imperial, pasando por la educación de<br />
iniciación de los magos o de los sabios y por la enseñanza artesanal de estos<br />
conferenciantes ambulantes que fueron la mayor parte de los sofistas, Durkheim tiene<br />
motivos para considerar que no se encuentra ningún SE en Occidente antes de la<br />
Universidad medieval, ya que la aparición de un control jurídicamente sancionado de<br />
los resultados de la inculcación (diploma) -que él toma como criterio determinantecomplementa<br />
la especialización de los agentes, la continuidad de la inculcación y la<br />
homogeneidad del modo de inculcación.<br />
También se podría considerar, en una perspectiva weberiana, que las<br />
características determinantes de la institución escolar se adquieren desde el momento<br />
en que aparece un cuerpo de especialistas permanentes cuya formación,<br />
reclutamiento y carrera están reglamentados por una organización especializada y que<br />
encuentran en la institución los medios de asegurar con éxito su pretensión de<br />
monopolizar la inculcación legítima de la cultura legítima. Si se pueden comprender<br />
indistintamente las características estructurales vinculadas a la institucionalización de<br />
una práctica social refiriéndolas a los intereses de un cuerpo de especialistas que<br />
avanzan hacia el monopolio de esta práctica, o viceversa, es porque estos procesos<br />
representan dos manifestaciones inseparables de la autonomización de una practica o<br />
viceversa, es porque estos procesos representan dos manifestaciones inseparables de<br />
la autonomización de una práctica, o sea, de su constitución como tal: del mismo<br />
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modo que, como observa Engels, la aparición del derecho como derecho, o sea, como<br />
“dominio autónomo”, es correlativa al progreso de la división del trabajo que conduce a<br />
la aparición de un cuerpo de juristas profesionales, del mismo modo que, como<br />
muestra Weber, la “racionalización” de la religión es correlativa a la constitución de un<br />
cuerpo sacerdotal, del mismo modo, en fin, que el proceso que conduce a la<br />
constitución del arte como arte es correlativo a la constitución de un campo intelectual<br />
y artístico relativamente autónomo, la constitución del TP como tal es correlativa a la<br />
constitución del SE.<br />
4.1. Dado 1) que un SE sólo puede realizar su función propia de inculcación a<br />
condición de que produzca y reproduzca, con los medios propios de la<br />
institución, las condiciones de un TP capaz de reproducir en los límites de los<br />
medios de la institución, o sea, continuamente, al menor costo y en serie, un<br />
habitus tan homogéneo y tan duradero como sea posible, en el mayor número<br />
posible de destinatarios legítimos (entre éstos los reproductores de la<br />
institución); dado 2) que un SE debe, para realizar su función externa de<br />
reproducción cultural y social, producir un habitus tan conforme como sea<br />
posible a los principios de la arbitrariedad cultural que está encargado de<br />
reproducir, las condiciones del ejercicio de un TP institucionalizado y de la<br />
reproducción institucional de ese TP tienden a coincidir con las condiciones de<br />
la realización de la función de reproducción, puesto que un cuerpo permanente<br />
de agentes especializados, suficientemente intercambiables como para poder<br />
ser reclutados continuamente y en número suficiente, dotados de la formación<br />
homogénea y de los instrumentos homogeneizados y homogeneizantes que<br />
constituyen la condición de ejercicio de un TP específico y reglamentado, o<br />
sea, de un “trabajo escolar” (TE), forma institucionalizada del TP secundario,<br />
está predispuesto por las condiciones institucionales de su propia reproducción<br />
a encerrar su práctica en los límites trazados por una institución cuya misión es<br />
reproducir la arbitrariedad cultural y no decretarla.<br />
4.1.1. Dado que debe producir las condiciones institucionales que permitan a<br />
agentes intercambiables ejercer continuamente, o sea, cotidianamente y en un<br />
campo territorial tan vasto como sea posible, un TE que reproduzca la<br />
arbitrariedad cultural que está encargado de reproducir, el SE tiende a<br />
garantizar al cuerpo de agentes, reclutados y formados para asegurar ]a<br />
inculcación, condiciones institucionales capaces a la vez de evitarles e<br />
impedirles el ejercicio de TE heterogéneos y heterodoxos, o sea, las mejores<br />
50<br />
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condiciones para excluir, sin prohibición explícita, toda práctica incompatible<br />
con su función de reproducción de la integración intelectual y moral de los<br />
destinatarios legítimos.<br />
Escolio. La distinción medieval entre el auctor que produce o profesa “extracotidianamente”<br />
obras originales y el lector que, encerrado en el comentario reiterado<br />
y reiterable de las autoridades, profesa “cotidianamente” un mensaje que no ha<br />
producido, es una muestra de la verdad objetiva de la práctica profesoral que no<br />
puede ser más evidente que en la ideología profesoral del magisterio, negación<br />
laboriosa de la verdad de la función profesoral, o en la pseudocreación magistral que<br />
pone todas las fórmulas de escuela al servicio de una superación escolar del<br />
comentario de escuela.<br />
4.1.1.1. Dado que debe garantizar las condiciones institucionales de la<br />
homogeneidad y de la ortodoxia del TE, el SE tiende a dotar a los agentes<br />
encargados de la inculcación de una formación homogénea y de instrumentos<br />
homogeneizados y homogeneizantes.<br />
Escolio. Hay que ver no solamente ayudas para la inculcación sino también<br />
instrumentos de control tendentes a garantizar la ortodoxia del TE contra las herejías<br />
individuales, en los instrumentos pedagógicos que el SE pone a disposición de sus<br />
agentes (por ejemplo, manuales, comentarios, recursos mnemotécnicos, libros del<br />
maestro, programas, instrucciones pedagógicas, etc.).<br />
4.1.1.2. En tanto que debe garantizar las condiciones institucionales de la<br />
homogeneidad y de la ortodoxia del TE, el SE tiende a hacer sufrir, a la<br />
información y a la formación que inculca, un tratamiento cuyo principio reside a<br />
la vez en las exigencias del TE y en las tendencias inherentes a un cuerpo de<br />
agentes situados en esas condiciones institucionales, o sea, a codificar,<br />
homogeneizar y sistematizar el mensaje escolar (cultura escolar como cultura<br />
“rutinizada”).<br />
Escolio 1. Las condenas que los profetas o los creadores y, con ellos, todos los<br />
aspirantes a profetas y creadores, han dirigido desde siempre contra la ritualización<br />
profesoral o sacerdotal de la profecía de origen o de la obra original (por ejemplo, los<br />
anatemas, asimismo condenados a convertirse en clásicos, contra la “fosilización” o el<br />
“embalsamamiento” de los clásicos), se inspira en la ilusión artificialista de que un TE<br />
51<br />
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podría no estar marcado por sus condiciones institucionales de ejercicio: toda cultura<br />
escolar está necesariamente homogeneizada y ritualizada, o sea, “rutinizada” por y<br />
para la rutina del TE, o sea, por y para ejercicios de repetición y de restitución que<br />
deben ser lo suficientemente estereotipados como para que repetidores tan<br />
sustituibles como sea posible puedan hacerlos repetir indefinidamente (por ejemplo,<br />
manuales y mementos, breviarios y catecismos religiosos o políticos, glosas y<br />
comentarios, enciclopedias y corpus, fragmentos escogidos, anales de exámenes y<br />
colecciones de correcciones, compilaciones de sentencias, de apotemas, de versos<br />
mnemotécnicos, de tópicos, etc.).<br />
Cualquiera que sea el habitus a inculcar, conformista o innovador, conservador<br />
o revolucionario, y esto tanto en el orden religioso como en el orden artístico, político o<br />
científico, todo TE engendra un discurso que tiende a explicitar y a sistematizar los<br />
principios de este habitus según una lógica que obedece primordialmente a las<br />
exigencias de la institucionalización del aprendizaje (por ejemplo, el academicismo o la<br />
“canonización” de autores revolucionarios, según Lenin). Si el sincretismo y el<br />
eclecticismo, que pueden a veces fundarse explícitamente en una ideología de la<br />
recolección y de la reconciliación universal de las doctrinas y las ideas (con la filosofía<br />
correlativa a la filosofía como philosophia perennis, condición de posibilidad de los<br />
diálogos en los infiernos), constituyen uno de los casos más característicos del efecto<br />
de “rutinización” que ejerce toda enseñanza, es porque la “neutralización” y la<br />
irrealización de los mensajes y de este modo, de los conflictos entre los valores y las<br />
ideologías en competencia por la legitimidad cultural constituyen una solución<br />
típicamente escolar al problema propiamente escolar del consensus sobre el programa<br />
como condición necesaria de la programación de inteligencias.<br />
Escolio 2. Un SE determinado (o una instancia determinada del SE) obedece<br />
más completamente a la ley de la “rutinización” cuanto más se organiza su AP en<br />
relación con la función de reproducción cultural: si, por ejemplo, incluso en sus<br />
instancias más elevadas, el SE francés presenta más completamente que otros las<br />
características de funcionamiento que están funcionalmente vinculadas a la<br />
institucionalización del TP (por ejemplo, primacía de la autorreproducción, deficiencia<br />
de la enseñanza de investigación, programación escolar de las normas de la<br />
investigación y de los objetos de investigación, etc.) y si, en este sistema, la<br />
enseñanza literaria presenta estas características en un grado más elevado que la<br />
enseñanza científica, es porque hay sin duda pocos SE a los que las clases<br />
dominantes exijan menos que hagan otra cosa que reproducir tal cual la cultura<br />
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legítima y producir agentes capaces de manipularla legítimamente (o sea, profesores,<br />
dirigentes, administradores o abogados y médicos, e incluso, literatos más que<br />
investigadores o científicos o, incluso, técnicos). Por otra parte, las prácticas<br />
pedagógicas y, a fortiori, intelectuales (por ejemplo, las actividades de investigación)<br />
de una categoría de agentes obedecen tanto más plenamente a la ley de la<br />
“rutinización”), cuanto más definida está esta categoría por su posición en el SE, o<br />
sea, cuanto menos participa en otros campos de práctica (por ejemplo, campo<br />
científico o intelectual).<br />
4.1.2. Dado que debe reproducir en el tiempo las condiciones institucionales<br />
del ejercicio del TE, o sea, que debe reproducirse como institución<br />
(autorreproducción) para reproducir la arbitrariedad cultural que está encargado<br />
de reproducir (reproducción cultural y social), todo SE detenta necesariamente<br />
el monopolio de la producción de los agentes encargados de reproducirla, o<br />
sea, de los agentes dotados de la formación duradera que les permite ejercer<br />
un TE que tienda a reproducir esta misma formación en nuevos reproductores,<br />
y por ello encierra una tendencia a la autorreproducción perfecta (inercia), que<br />
se ejerce en los límites de su autonomía relativa.<br />
Escolio 1. No hay que ver solamente un efecto de hystéresis ligado a la<br />
duración estructural del ciclo de reproducción pedagógica en la tendencia de todo<br />
cuerpo profesoral a retransmitir lo que ha adquirido según una pedagogía lo más<br />
parecida posible a aquella de la que es producto. En efecto, cuando trabajan para<br />
reproducir mediante su práctica pedagógica la formación de la que son producto, los<br />
agentes de un SE, cuyo valor económico y simbólico depende casi totalmente de la<br />
sanción escolar, tienden a asegurar la reproducción de su propio valor asegurando la<br />
reproducción del mercado en el que tienen todo su valor. De modo más general, el<br />
conservadurismo pedagógico de los defensores de la rareza de los títulos escolares no<br />
encontraría un sostén tan firme en los grupos o clases más interesados en la<br />
conservación del orden social si, bajo la apariencia de defender solamente su valor en<br />
el mercado defendiendo el valor de sus títulos universitarios, no defendieran, por el<br />
mismo hecho, la existencia misma de un cierto mercado simbólico, con las funciones<br />
conservadoras que realiza. Vemos que la dependencia puede adquirir una forma<br />
completamente paradójica cuando se realiza por medio de un SE, o sea, cuando las<br />
tendencias de la institución y los intereses del cuerpo pueden expresarse a favor y en<br />
los límites de la autonomía relativa de la institución.<br />
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Escolio 2. La tendencia a la autorreproducción se realiza del modo más<br />
completo en un SE cuya pedagogía quede implícita (en el sentido de la prop. 3.3.1.), o<br />
sea, en un SE cuyos agentes encargados de la inculcación solo posean principios<br />
pedagógicos en estado práctico, por el hecho de haberlos adquirido<br />
inconscientemente por la frecuentación prolongada de maestros que, asimismo, sólo<br />
los dominaban en estado práctico: “Se dice que el maestro joven se orientará por los<br />
recuerdos de su vida de instituto y de su vida de estudiante. Pero esto es decretar la<br />
perpetuidad de la rutina, porque entonces el profesor de mañana sólo podrá repetir los<br />
gestos de su profesor de ayer y, como éste sólo imitaba a su propio maestro, no se ve<br />
de qué en esta serie ininterrumpida de modelos que se reproducen unos a otros, no se<br />
ve cómo se podrá introducir nunca alguna novedad” (Durkheim).<br />
4.1.2.1. Dado que conlleva una tendencia a la autorreproducción, el SE<br />
reproduce los cambios ocasionados en la arbitrariedad cultural que está<br />
encargado de reproducir con un retraso adecuado a su autonomía relativa<br />
(retraso cultural de la cultura escolar).<br />
4.2. Dado que plantea explícitamente la cuestión de su propia legitimidad por el<br />
hecho de declararse como institución propiamente pedagógica al constituir la<br />
AP como tal, o sea, como acción específica expresamente ejercida y sufrida<br />
como tal (acción escolar), todo SE debe producir y reproducir, por los medios<br />
propios de la institución, las condiciones institucionales del desconocimiento de<br />
la violencia simbólica que ejerce, o sea del reconocimiento de su legitimidad<br />
como institución pedagógica.<br />
Escolio. La teoría de la AP hace surgir la paradoja del SE al aproximarse la<br />
verdad objetiva de toda AP y la significación objetiva de la institucionalización de la<br />
AP: al abolir la inconsciencia feliz de las educaciones primarias o primitivas, acciones<br />
de persuasión clandestina que imponen, mejor que cualquier otra forma de educación,<br />
el desconocimiento de su verdad objetiva (puesto que, en el caso extremo, incluso<br />
pueden no aparecer como educación), el SE se expondría a que se le planteara la<br />
cuestión de su derecho a instituir una relación de comunicación pedagógica y a<br />
imponer una delimitación de lo que merece ser inculca do, si no encontrara en el<br />
hecho mismo de la institucionalización los medios específicos para eliminar la<br />
posibilidad de este planteamiento.<br />
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En pocas palabras, la persistencia de un SE prueba que éste resuelve por su<br />
misma existencia las cuestiones que provoca su existencia. Si bien puede parecer<br />
abstracta o artificial cuando se considera un SE en ejercicio, esta reflexión adquiere<br />
todo su sentido cuando se examinan momentos del proceso de institucionalización en<br />
que la duda sobre la legitimidad de la AP y la ocultación de esta duda no son<br />
simultáneas; así, los sofistas, esos profesores que declaraban como tal su práctica de<br />
profesores (por ejemplo, Protágoras al decir: “Reconozco ser un profesor profesional -<br />
sophistés-, un educador de hombres”) sin poder apoyarse en la autoridad de una<br />
institución, no podían evitar por completo la cuestión planteada sin cesar en su<br />
enseñanza misma, que hacían surgir al hacer profesión de enseñanza; de ahí, una<br />
enseñanza cuya temática y problemática consisten esencialmente en una reflexión<br />
apologética sobre la enseñanza.<br />
Del mismo modo, en los momentos de crisis en que se encuentra amenazado<br />
el contrato tácito de delegación que confiere su legitimidad al SE, los profesores,<br />
puestos en una situación que nos hace recordar la de los sofistas, se ven obligados a<br />
resolver por completo, y cada uno por su cuenta, las cuestiones que la institución<br />
tendía a excluir por su propio funcionamiento la verdad objetiva del ejercicio del oficio<br />
de profesor, o sea, las condiciones sociales e institucionales que lo hacen posible (la<br />
AuP), quizá no se revelan nunca mejor que cuando la crisis de la institución hace difícil<br />
o imposible el ejercicio de la profesión (por ejemplo, en una carta a un periódico, un<br />
profesor declara: “Ciertos padres ignoran que la Putain respectueuse trata del<br />
problema racial negro y se imaginan que el profesor -desequilibrado, drogado, ¡vaya<br />
usted a saber!- quiere llevar a sus alumnos a lugares de depravación... Otros protestan<br />
porque el profesor ha aceptado hablar de la píldora; la educación sexual sólo incumbe<br />
a la familia... En fin, tal profesor sabrá que se le trata de comunista porque en el último<br />
curso ha explicado qué es el marxismo; tal otro se enterará de que se sospecha de él<br />
que ha querido ridiculizar el laicismo por haber creído indispensable explicar qué es la<br />
Biblia o la obra de Claudel...”).<br />
4.2.1. En tanto que dota a todos sus agentes de una autoridad delegada, o sea,<br />
de una autoridad escolar (AuE), forma institucionalizada de la AuP, por una<br />
delegación a dos niveles que reproduce en la institución la delegación de<br />
autoridad de la que se beneficia la institución, el SE produce y reproduce las<br />
condiciones necesarias tanto para el ejercicio de una AP institucionalizada<br />
como para la realización de su función externa; de reproducción, puesto que la<br />
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“legitimidad de institución” dispensa a los agentes de la institución de<br />
conquistar y confirmar continuamente su AuP.<br />
Escolio 1. Al basarse en una delegación a dos niveles, la AuE, autoridad de un<br />
agente del SE, se distingue a la vez de la AuP de los agentes o de las instancias que<br />
ejercen una educación de forma difusa y no específica y de la AuP del profeta. De la<br />
misma forma que el sacerdote, funcionario de una Iglesia detentadora del monopolio<br />
de la manipulación legítima de los bienes de salvación, el profesor, como funcionario<br />
de un SE, no necesita fundar su AuP por su propia cuenta, en cada ocasión y en cada<br />
momento, porque, a diferencia del profeta o del creador intelectual, auctores cuya<br />
auctoritas depende de las intermitencias y las fluctuaciones de la relación entre el<br />
mensaje y las esperanzas del público, predica a un público de fieles confirmados, en<br />
virtud de la AuE, legitimidad de función que le garantiza la institución que es<br />
socialmente objetivada y simbolizada en los procedimientos y reglas institucionales<br />
que definen la formación, los títulos que la sancionan y el ejercicio legítimo de la<br />
profesión (cf. Max Weber: “Al contrario que el profeta, el sacerdote dispensa los bienes<br />
de salvación en virtud de su función. Si bien la función del sacerdote no excluye un<br />
carisma personal, incluso en este caso, el sacerdote está legitimado por su función,<br />
como miembro de una asociación de salvación.” Y Durkheim: “El maestro, como el<br />
sacerdote, tiene una autoridad reconocida, porque es el órgano de una persona moral<br />
que le supera”). Todavía encontraríamos en la tradición católica la expresión<br />
paradigmática de la relación entre el funcionario y la función pedagógica, con el dogma<br />
de la infalibilidad, gracia de institución que no es más que la norma transfigurada de la<br />
AuP de institución y que los comentaristas describen expresamente como la condición<br />
de posibilidad de la enseñanza de la fe: “Para que la Iglesia sea capaz de asumir el<br />
papel que le está asignado de guardián e intérprete del Testamento, es necesario que<br />
goce de la infalibilidad, es decir, que tenga asegurada una asistencia particular de<br />
Dios, en virtud de la cual esté preservada de todo error cuando propone oficialmente<br />
una verdad a la creencia de los fieles. Así el papa es infalible cuando enseña ex<br />
cathedra como doctor de la Iglesia” (canónigo Bardy).<br />
Escolio 2. Aunque las instituciones escolares procedan casi siempre de la<br />
laicización de instituciones eclesiásticas o de la secularización de tradiciones sagradas<br />
(a excepción como subraya Weber, de las escuelas de la Antigüedad clásica), la<br />
comunidad de origen deja sin explicar las semejanzas manifiestas entre el personaje<br />
del sacerdote y el del profesor, mientras no se tiene en cuenta la analogía de<br />
estructura y la función entre la Iglesia y la Escuela. Como se ve en el caso de<br />
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Durkheim, que sin embargo ha formulado la homología entre la función profesoral y la<br />
función sacerdotal, la evidencia de la filiación histórica suele dispensar cualquier otra<br />
explicación: “La Universidad está hecha en parte por laicos que han mantenido la<br />
fisonomía del clérigo, y por clérigos laiciados. A partir de aquí, frente al cuerpo<br />
eclesiástico existe un cuerpo diferente, pero que se ha formado parcialmente a imagen<br />
de aquel al cual se opone.”<br />
4.2.1.1. Una instancia pedagógica determinada se caracteriza según el grado<br />
de institucionalización de la AP que ejerce, o sea, según su grado de<br />
autonomización, por la posición que ocupa entre: 1) un sistema de educación<br />
en el que la AP no está constituida como práctica específica e incumbe a la<br />
casi totalidad de los miembros educados de un grupo o de una clase (siendo<br />
las especializaciones esporádicas o parciales), y 2) un SE en el que la AuP<br />
necesaria para el ejercicio de la AP está explícitamente delegada y<br />
jurídicamente garantizada a un cuerpo de especialistas, específicamente<br />
reclutados, formados y delegados para realizar el TE por procedimientos<br />
controlados y reglamentados por la institución, en lugares y momentos<br />
determinados, usando instrumentos standarizados y controlados.<br />
4.2.2. En tanto que productor de una AuE autoridad de institución, que,<br />
reposando en una delegación a dos niveles, parece no tener más fundamento<br />
que la autoridad personal del agente, el SE produce y reproduce las<br />
condiciones de ejercicio de un TP institucionalizado, puesto que el hecho de la<br />
institucionalización puede constituir el TP como tal sin que ni los que lo ejercen<br />
ni los que lo sufren dejen de ignorar su verdad objetiva, o sea, de ignorar el<br />
fundamento último de la autoridad delegada que hace posible el TE.<br />
Escolio 1. Todas las representaciones ideológicas de la independencia del TP<br />
respecto a las relaciones de fuerza que constituyen la formación social en la que se<br />
ejerce cobran una forma y una fuerza específicas cuando, con la delegación a dos<br />
niveles, la institución impide, interponiéndose, la aprehensión de las relaciones de<br />
fuerza que fundamentan en último término la autoridad de los agentes encargados de<br />
ejercer el TE: la AuE está en el origen de la ilusión -que suma su fuerza de<br />
imposición a las relaciones de fuerza de las que es expresión- de que la violencia<br />
simbólica ejercida por un SE no mantiene ninguna relación con las relaciones de<br />
fuerza entre los grupos o las clases (por ejemplo, la ideología jacobina de la<br />
“neutralidad” de la Escuela en los conflictos de clase o las ideologías humboldtiana y<br />
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neohumboldtiana de la Universidad como asilo de la ciencia, o incluso la ideología de<br />
la Freischwebende Intelligenz, el caso extremo en fin, de la utopía de una “Universidad<br />
crítica” capaz de llevar ante el tribunal de la legitimidad pedagógica los principios de la<br />
arbitrariedad cultural de la que procede; utopía menos lejana de lo que parece de la<br />
ilusión, propia de ciertos etnólogos según la cual la enseñanza institucionalizada<br />
constituiría a diferencia de la educación tradicional, un “mecanismo de cambio” capaz<br />
de determinar “discontinuidades” y de “crear un mundo nuevo” -M. Mead-). En la<br />
medida en que enmascara más plenamente los fundamentos últimos de su autoridad<br />
pedagógica y, de ahí, de la AuE de sus agentes, la “Universidad liberal” oculta que no<br />
existe una Universidad liberal más eficazmente que un SE teocrático o totalitario, en el<br />
que la delegación de autoridad se manifiesta objetivamente en el hecho de que los<br />
mismos principios fundamentan directamente la autoridad política, la autoridad<br />
religiosa y la autoridad pedagógica.<br />
Escolio 2. La ilusión de la autonomía absoluta del SE es más fuerte que nunca<br />
en la funcionarización completa del cuerpo docente en la medida en que, con la<br />
retribución dada por el Estado o institución universitaria, el profesor ya no está<br />
retribuido por el cliente, como otros vendedores de bienes simbólicos (por ejemplo,<br />
profesiones liberales), ni incluso por referencia a los servicios prestados al cliente, y se<br />
encuentra, por tanto, en las condiciones más favorables para ignorar la verdad objetiva<br />
de su tarea (por ejemplo, ideología del “desinterés económico”).<br />
4.2.2.1. En tanto que autoriza la desviación de la autoridad de función (AuE) en<br />
beneficio de la persona del funcionario, o sea, en tanto que produce las<br />
condiciones del encubrimiento y el desconocimiento del fundamento<br />
institucional de la AuE, el SE produce las condiciones favorables para el<br />
ejercicio de un TP institucionalizado, puesto que desvía en beneficio de la<br />
institución y de los grupos o clases a los que sirve el efecto de reforzamiento<br />
que produce la ilusión de la independencia del ejercicio del TE respecto a sus<br />
condiciones institucionales y sociales (paradoja del carisma profesoral).<br />
Escolio. Por el hecho de que la práctica sacerdotal no puede escapar tan<br />
completamente al estilo estereotipado como lo hace la práctica pedagógica en tanto<br />
que manipulación de bienes secularizados, el carisma sacerdotal nunca puede<br />
basarse en la misma medida que el carisma profesoral en la técnica de la<br />
desritualización ritual como juego con el programa implícitamente inscrito en el<br />
programa. No hay nada más adecuado para servir a la autoridad de la institución y de<br />
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la arbitrariedad cultural servida por la institución como la adhesión encantada del<br />
maestro y del alumno a la ilusión de una autoridad y de un mensaje sin más<br />
fundamento ni origen que la persona de un maestro capaz de hacer pasar su poder<br />
delegado de inculcar la arbitrariedad cultural por un poder de decretarla (por ejemplo,<br />
la improvisación programada comparada a la pedagogía que, fundándose en el<br />
recurso al argumento de la autoridad, transparenta siempre la autoridad de la que el<br />
maestro recibe la suya).<br />
4.3. En una formación social determinada, el SE dominante puede constituir el<br />
TP dominante como TE sin que ni aquellos que lo ejercen ni aquellos que lo<br />
sufren dejen de ignorar su dependencia respecto a las relaciones de fuerza que<br />
constituyen la formación social en la que se ejerce, porque: 1) produce y<br />
reproduce, por los medios propios de la institución, las condiciones necesarias<br />
para el ejercicio de su función interna de inculcación, que son al mismo tiempo<br />
las condiciones suficientes de la realización de su función externa de<br />
reproducción de la cultura legítima y de su contribución correlativa a la<br />
reproducción de las relaciones de fuerza; y porque 2) por el solo hecho de que<br />
existe y subsiste como institución, implica las condiciones institucionales del<br />
desconocimiento de la violencia simbólica que ejerce, o sea, porque los medios<br />
institucionales de los que dispone como institución relativamente autónoma,<br />
detentadora del monopolio del ejercicio legítimo de la violencia simbólica, están<br />
predispuestos a servir además, bajo la apariencia de neutralidad, a los grupos<br />
o clases de las que reproduce la arbitrariedad cultural (dependencia por la<br />
independencia).<br />
59<br />
La dominación masculina<br />
Pierre Bourdieu<br />
El recelo, cargado de prejuicios, con que la crítica feminista observa los escritos masculinos<br />
sobre el tema de la diferencia entre los sexos no carece de fundamento. No sólo porque el<br />
analista, una vez metido en lo que cree comprender, obedeciendo sin saberlo intereses<br />
justificatorios, puede presentar las presuposiciones o los prejuicios que él mismo ha<br />
introducido en su reflexión, sino sobre todo porque, enfrentado a una institución que se<br />
encuentra inscrita desde hace milenios en la objetividad de las estructuras sociales y en la<br />
subjetividad de las estructuras mentales, suele emplear como instrumentos de conocimiento<br />
categorías de percepción y pensamiento que debiera abordar como objetos de<br />
conocimiento. Citaré un solo ejemplo que, dado el autor, nos permitirá razonar a fortiori:<br />
Se puede afirmar que ese significante (el falo) se selecciona como lo más saliente de lo que<br />
se puede atrapar en la realidad de la cópula sexual, como también lo más simbólico en<br />
sentido literal (tipográfico) del término, puesto que equivale a la cópula (lógica). Se puede<br />
afirmar asimismo que por su turgencia es la imagen del flujo vital en tanto que formaliza la<br />
generación.(1)<br />
No hay que ser un fanático de la "lectura sintomática" para percibir detrás del "saliente" la<br />
"embestida", acto sexual imperioso y bestial, y detrás de "atrapar", el ingenuo orgullo viril<br />
ante el gesto de la sumisión femenina para apoderarse del atributo "codiciado" y no, simple<br />
y sencillamente, deseado. El término atributo se escoge a propósito para recordar lo que<br />
valen los juegos de palabras -aquí copulación, cópula- a los que se refieren a menudo los<br />
mitos famosos: esas palabras llenas de significado que (como señalaba Freud, son también<br />
las palabras del inconsciente) se esfuerzan por dar la apariencia de necesidad lógica (es<br />
decir, de carácter científico) a los fantasmas sociales cuya emergencia no han autorizado<br />
salvo en una forma sublimada científicamente.(2) Es significativo que la intuición del<br />
antropólogo, familiarizado con los símbolos de la ultramasculinidad mediterránea, se vea<br />
corroborada por la de un analista que, siguiendo la tradición de la reflexibilidad inaugurada<br />
por Sandoz Ferenczi y Michael Balint, opte por aplicar las técnicas del análisis a la práctica<br />
del analista: Roberto Speziale-Bagliaca ve en Lacan un perfecto ejemplar de la<br />
personalidad "falonarcisista", caracterizada por la propensión a "acentuar los aspectos<br />
viriles en detrimento de los aspectos dependientes, infantiles o femeninos", y a "entregarse<br />
a la adoración". (3) Así pues, conviene preguntar si el discurso del psicoanalista no se halla<br />
permeado, hasta en sus conceptos y problemática, por un inconsciente no analizado que, al<br />
igual que entre los analizados, se burla de él, aprovechando sus juegos de palabras teóricas,<br />
y si, en consecuencia, él no toma sin saberlo, de las regiones impensadas de su<br />
inconsciente, los instrumentos mentales que emplea para pensar el inconsciente.<br />
Es obvio que convendría llevar mucho más lejos la lectura antropológica de los textos<br />
psicoanalíticos, de sus conjeturas, de sus sobreentendidos y de sus lapsus. A título<br />
indicativo, me referiré sólo a dos pasajes de un texto famoso de Freud al que basta con<br />
acercarse para ver cómo la diferencia biológica se ha constituido como deficiencia, es decir,<br />
como inferioridad ética.<br />
Ella (la niña) observa el gran pene bien visible de su hermano o de un compañero de<br />
juegos, lo reconoce de inmediato como la réplica superior de su propio pequeño órgano<br />
oculto y, a partir de ese momento, es víctima de la envidia del pene.(3)<br />
[...]<br />
Se vacila antes de confesarlo, pero no se puede dejar de pensar que el nivel de lo que es<br />
moralmente normal entre las mujeres es otro. El superyo de éstas jamás será tan inexorable,<br />
tan impersonal, tan independiente de sus orígenes afectivos como el del hombre.(4)<br />
La ambigüedad teórica del psicoanálisis que, al aceptar sin cuestionamiento los postulados<br />
fundamentales de la visión masculina del mundo los expone sin saberlo como ideología<br />
justificadora, no está diseñada para simplificar la tarea de las pensadoras feministas que se<br />
inspiran en él (así sea negativamente) y que, al sentirse afrentadas por el inconsciente<br />
masculino, tanto en sí mismas como en sus instrumentos de análisis, oscilan entre dos<br />
visiones y dos usos opuestos de ese mensaje incierto y la visión esencialista de la condición<br />
femenina, naturalización de una construcción social, o lo que revela sobre la condición<br />
disminuida que el mundo social asigna objetivamente a las mujeres.(5)<br />
Para tratar de romper el círculo, se puede, por una suerte de subterfugio metodológico,<br />
aplicar el análisis antropológico a las estructuras de la mitología colectiva que remite a una<br />
tradición extranjera, y sin embargo familiar: la de los montañeses bereberes de Kabilia que,<br />
más allá de las conquistas y de las conversiones, y sin duda en reacción contra ellas, hacen<br />
de su cultura el conservatorio de un viejo fondo de creencias mediterráneas organizadas en<br />
torno al culto de la virilidad.(6) Este universo de discursos y de actos rituales orientados a<br />
la reproducción de un orden social y cósmico fundado en la afirmación ultraconsecuente<br />
del carácter primado de la masculinidad ofrece al intérprete una imagen burda y sistemática<br />
de la cosmología "falonarcisista" que obsesiona nuestros inconscientes. A través de los<br />
cuerpos socializados, es decir los habitus y las prácticas rituales, parcialmente arrancadas al<br />
tiempo por la estereotipación y la repetición indefinida, el pasado se perpetúa en el largo<br />
plazo de la mitología colectiva, relativamente ayuna de las intermitencias de la memoria<br />
individual.(7) Así, el principio de división que organiza esta visión del mundo no se<br />
entrega jamás de manera tan evidente y tan coherente como en el caso límite y, por ese<br />
hecho paradigmático, de un universo social donde recibe el refuerzo permanente de las<br />
estructuras objetivas y de una expresión colectiva y pública: hay un gran trecho entre la<br />
libertad ordenada que las grandes ceremonias rituales ofrecen en la manifestación de la<br />
mitología justificadora y las fugas estrechas y controladas que nuestras sociedades les<br />
permiten, ya sea a través de la licencia poética o bien mediante la experiencia semiprivada<br />
de la cura analítica.<br />
Uno se podrá convencer de la unidad cultural de las sociedades mediterráneas (del presente<br />
o del pasado, como la Grecia antigua) y del lugar particular de la sociedad kabila<br />
consultando el conjunto de los estudios consagrados al problema del honor y de la<br />
vergüenza en sociedades mediterráneas diferentes: Grecia, Italia, España, Egipto, Turquía,<br />
Kabilia, etc.(8) La pertenencia de la cultura tradicional europea a esta área cultural<br />
proviene de la comparación de los rituales observados en Kabilia con los rituales recogidos<br />
por Arnold Van Gennep en Francia a principios del siglo XX.(9) Se habría podido hallar en<br />
la tradición griega, en la cual, conviene no olvidarlo, el psicoanálisis ha volcado lo esencial<br />
de esos esquemas interpretativos, elementos de ese inconsciente cultural mediterráneo,<br />
apoyándose abiertamente en las investigaciones recientes de Page du Bois o de Jaspers<br />
Svenbro, o en las obras de los historiadores franceses de las religiones antiguas, Jean-Pierre<br />
Vernant, Marcel Détienne o Pierre Vidal-Naquet.(10) Pero ese inconsciente cultural que<br />
todavía portamos jamás encuentra expresión directa y abierta en la tradición letrada del<br />
Occidente.(11)<br />
Parece preferible la referencia a un sistema todavía vigente (por tanto directamente<br />
observable como tal) que permite interrogar metódicamente todo el universo de relaciones<br />
debido a que, como ya lo he indicado en otra parte,(12) los análisis consagrados a una<br />
tradición literaria cuya producción se extiende por varios siglos corren el riesgo de<br />
sincronizar artificialmente, por necesidades de análisis, estados sucesivos y diferentes del<br />
sistema, y sobre todo de ofrecer el mismo estatuto epistemológico a textos que han<br />
sometido los viejos fondos mítico-rituales a reelaboraciones más o menos profundas: el<br />
intérprete que pretende hacer las veces de etnógrafo corre el riesgo de tratar como<br />
informantes a los autores que, como él, la hacen de etnógrafos, y cuyas cuentas y<br />
testimonios, aun los más arcaicos en apariencia, tales como los de Homero o Hesíodo,<br />
implican omisiones y reinterpretaciones. El mayor mérito de la obra de Page du Bois<br />
consiste en describir una evolución de los temas mítico-rituales que adquiere sentido desde<br />
el momento en que se relaciona con el proceso de "literaturización" inherente: desde esta<br />
perspectiva se entiende mejor que la mujer haya sido pensada a través de analogías entre el<br />
cuerpo femenino y la tierra labrada (por el arado masculino) o entre el vientre femenino y el<br />
horno, ya sea aprehendida a través de la analogía, típicamente letrada si no literaria, entre el<br />
cuerpo de la mujer y la tablilla sobre la que se escribe.<br />
En un sentido más general, lo que dificulta la utilización de los documentos que integran en<br />
una dirección docta una experiencia mítica del cuerpo(13) es que están particularmente<br />
expuestos al efecto Montesquieu: resulta vano tratar de distinguir lo que se ha tomado de<br />
las autoridades (como Aristóteles que, en puntos esenciales, reproducía la antigua mitología<br />
masculina) y lo que se ha reinventado a partir de estructuras inconscientes y, en caso de<br />
fracasar, sancionado o ratificado mediante la precaución de saber tomar prestado.<br />
La violencia simbólica: una contención del cuerpo<br />
El dominio masculino está suficientemente bien asegurado como para no requerir<br />
justificación: puede limitarse a ser y a manifestarse en costumbres y discursos que enuncian<br />
el ser conforme a la evidencia, contribuyendo así a ajustar los dichos con los hechos.(14)<br />
La visión dominante de la división sexual se expresa en discursos como los refranes,<br />
proverbios, enigmas, cantos, poemas o en representaciones gráficas como las decoraciones<br />
murales, los adornos de la cerámica o de los tejidos. Pero se expresa también en objetos<br />
técnicos o en prácticas: por ejemplo, en la estructuración del espacio, en particular en las<br />
divisiones interiores de la casa o en la oposición entre la casa y el campo, o bien en la<br />
organización del tiempo, de la jornada o del año agrícola y, de modo más amplio, en todas<br />
las prácticas, casi siempre a la vez técnicas y rituales, especialmente en las técnicas del<br />
cuerpo, postura, ademanes y porte.(15)<br />
Si esta división parece "natural", como se dice a veces para hablar de lo que es normal, al<br />
punto de volverse inevitable, se debe a que se presenta, en el estado objetivado, en el<br />
mundo social y también en el estado incorporado, en los habitus, como un sistema de<br />
categorías de percepción, pensamiento y acción. Se trata de la concordancia entre las<br />
estructuras objetivas y las estructuras cognitivas que posibilita esa relación con el mundo<br />
que Husserl describía con el nombre de "actitud natural" o experiencia dóxica. Ajena a<br />
cualquier postura y cuestión herética, esta experiencia es la forma más absoluta de<br />
reconocimiento de la legitimidad; aprehende al mundo social y a sus divisiones arbitrarias<br />
como naturales, evidentes, ineluctables, comenzando por la división socialmente construida<br />
entre los sexos.<br />
Las "tesis" no propositivas de la doxa están fuera de cuestionamiento. Como "elecciones"<br />
que se ignoran, se plantean como algo obvio y a salvo de cualquier contingencia que pueda<br />
cuestionarlas: la universalidad de hecho del dominio masculino excluye,(16) en la práctica,<br />
el efecto de "desnaturalización" o, si se prefiere, de la relativización que genera casi<br />
siempre el encuentro con los estilos de vida diferentes, que suelen hacer aparecer las<br />
"elecciones" naturalizadas de la tradición como arbitrarias, históricamente constituidas (ex<br />
instituto), con base en la costumbre o la ley (nomos, nomo) y no en la naturaleza (phusis,<br />
phusei). El hombre (vir) es un ser particular que se ve como ser universal (homo), que tiene<br />
el monopolio, de hecho y de derecho, de lo humano (es decir, de lo universal), que se halla<br />
socialmente facultado para sentirse portador de la forma completa de la condición<br />
humana.(17) Basta examinar lo que es en Kabilia (y otras partes) la forma acabada de la<br />
humanidad. El hombre de honor es por definición un hombre, en el sentido de vir, y todas<br />
las virtudes que lo caracterizan, y que son indisociablemente los poderes, las facultades, las<br />
capacidades y los deberes o cualidades, son atributos propiamente masculinos. Es el caso<br />
del nif, el pundonor, que tiene lazos evidentes con la violencia heroica, el valor belicoso y<br />
también, de manera muy directa, con la potencia sexual.<br />
Debido a que se encuentra inscrito y en las divisiones del mundo social, o más<br />
concretamente en las relaciones sociales de dominio y explotación que se han instituido<br />
entre los sexos, y en las mentes, bajo la forma de los principios de división que conducen a<br />
clasificar todas las cosas del mundo y todas las prácticas según distinciones reducibles a la<br />
oposición entre lo masculino y lo femenino, el sistema mítico-ritual es continuamente<br />
confirmado y legitimado mediante las prácticas mismas que determina y legitima. Al estar<br />
clasificadas por la taxonomía oficial del lado de lo interior, lo húmedo, lo bajo, lo curvo, lo<br />
continuo, las mujeres ven cómo se les atribuyen todas las tareas domésticas, es decir,<br />
privadas y ocultas, o dicho de otro modo, invisibles o vergonzosas, como el cuidado de los<br />
niños y los animales, y una buena parte de los trabajos exteriores, sobre todo los que tienen<br />
que ver con el agua, la hierba, lo verde, la leche, la madera, y en especial las tareas más<br />
sucias (como el transporte del estiércol), las más monótonas, las más penosas y las más<br />
humildes. En cuanto a los hombres, al estar situados del lado del exterior, de lo oficial, lo<br />
público, la ley, lo seco, lo alto, lo discontinuo, se arrogan todos los actos breves, peligrosos<br />
y espectaculares que, como el degüello de una res, la labranza o la cosecha, por no hablar<br />
del asesinato o la guerra, marcan rupturas en el curso ordinario de la vida y emplean<br />
instrumentos forjados.<br />
La división de las cosas y las actividades conforme a la oposición entre lo masculino y lo<br />
femenino recibe su necesidad objetiva de su inserción en un sistema de oposiciones<br />
homólogas (alto/bajo, dentro/afuera, adelante/atrás, derecha/izquierda, derecho/curvo,<br />
seco/húmedo, duro/blando, picante/insípido, claro/oscuro) que, siendo semejantes en la<br />
diferencia, son bastante concordantes para sostenerse mutuamente en y mediante el juego<br />
inagotable de las transferencias y de las metáforas, y bastante divergentes para conferirle a<br />
cada una de ellas una suerte de espesor semántico, sacado de la sobredeterminación de lo<br />
armónico, las connotaciones y las correspondencias.(18) Dado que esas formas de<br />
pensamiento de aplicación universal parecen siempre registrar diferencias inscritas en la<br />
naturaleza de las cosas y que se ven confirmadas una y otra vez por el curso de los<br />
acontecimientos, en particular por todos los ciclos biológicos y cósmicos así como por el<br />
acuerdo de todos los espíritus en los cuales se encuentran inscritos, no se ve cómo podría<br />
ver la luz la relación social de dominio que le dio origen y que, por un trastocamiento<br />
completo de las causas y los efectos, aparece como una consecuencia de un sistema de<br />
relaciones de sentido independiente de las relaciones de fuerza.<br />
La somatización progresiva de las relaciones fundamentales que forman parte del orden<br />
social desemboca en la institución de dos "naturalezas" diferentes, es decir, dos sistemas de<br />
diferencias sociales naturalizadas que se inscriben a la vez en los hexis corporales, bajo la<br />
forma de dos clases opuestas y complementarias de posturas, porte, presencia y gestos, y en<br />
las mentes que los perciben, conforme a una serie de oposiciones dualistas milagrosamente<br />
ajustadas a las distinciones que ellas han contribuido a producir, como la que se hace entre<br />
lo derecho y lo enderezado, lo curvo y lo encorvado, y que permitiría volver a engendrar<br />
todas las diferencias registradas en el uso del cuerpo o en las disposiciones éticas.<br />
La eficacia simbólica del prejuicio desfavorable socialmente instituido en el orden social se<br />
debe en buena medida al hecho de que produce su propia confirmación a modo de una selffulfilling<br />
prophecy mediante el amor fati que lleva a las víctimas a entregarse y<br />
abandonarse al destino al que socialmente están consagradas. Así, habiendo recibido en el<br />
reparto lo pequeño, lo cotidiano, lo curvo -las mujeres, inclinadas sobre el suelo, recogen<br />
las aceitunas o las ramillas, mientras que los hombres, armados de pértiga o hacha, cortan y<br />
tumban-, viéndose relegadas a las preocupaciones vulgares de la gestión cotidiana de la<br />
economía doméstica, las mujeres parecen disfrutar las mezquindades de la economía del<br />
cálculo, de los vencimientos, del interés, y que el hombre de honor, que puede hacerlo y<br />
disfrutarlo mediante su intermediaria, debe fingir que desprecia esas tareas.(19) El<br />
reforzamiento que prestan las anticipaciones del prejuicio favorable instituido en el meollo<br />
del orden social y las prácticas que aquéllas favorecen y que no pueden sino confirmarlas,<br />
encierra a hombres y mujeres en un círculo de espejos que reflejan indefinidamente<br />
imágenes antagónicas, pero inclinadas a validarse mutuamente. A falta de poder descubrir<br />
el sustrato de una creencia compartida que constituye la base de todo el juego, no pueden<br />
percibir más que las propiedades negativas que la visión dominante presta a las mujeres,<br />
como la astucia y la intuición,(20) le son impuestas mediante una relación de fuerza que las<br />
une y las enfrenta, por la misma razón que las virtudes, siempre negativas, que la moral les<br />
prescribe: como si lo curvo atrajera al engaño, la mujer que está simbólicamente<br />
consagrada a la sumisión y a la resignación no puede obtener poder alguno en las luchas<br />
domésticas más que usando la fuerza sumisa que representa la astucia, capaz de devolver<br />
contra el fuerte su propia fuerza, por ejemplo actuando como eminencia gris, que ha de<br />
aceptar borrarse, negarse en tanto detentadora de poder, para ejercer el poder por<br />
procuración. Y ¿cómo no ver que la identidad por entero negativa, definida<br />
mediante prohibiciones pletóricas de tantas ocasiones de transgresión, condenaba de<br />
antemano a las mujeres a aportar continuamente la prueba de su carácter maligno,<br />
justificando así a la vez las prohibiciones y el sistema simbólico que les asigna una<br />
naturaleza maléfica?(21).<br />
No se puede pensar de modo adecuado esta forma particular de dominio más que a<br />
condición de superar la alternativa ingenua de la contención y el consentimiento, de la<br />
coerción y la adhesión: la violencia simbólica impone una coerción que se instituye por<br />
medio del reconocimiento extorsionado que el dominado no puede dejar de prestar al<br />
dominante al no disponer, para pensarlo y pensarse, más que de instrumentos de<br />
conocimiento que tiene en común con él y que no son otra cosa que la forma incorporada<br />
de la relación de dominio. Esto hace que las formas larvadas o denegadas (en el sentido<br />
freudiano) del dominio y la explotación, sobre todo las que reciben una parte de su eficacia<br />
de la lógica específica de las relaciones de parentesco, es decir de la experiencia y el<br />
lenguaje del deber o del sentimiento (a menudo reunidos en la lógica de la abnegación<br />
afectiva), como la relación entre los conjuntos o entre el hermano mayor y el chico (o la<br />
chica),(22) o incluso la relación del amo y el esclavo o del patrón al que se llama<br />
paternalista, o del obrero, representan un desafío insuperable para todo tipo de<br />
economismo: ponen en juego otro tipo de economía, la de la fuerza simbólica, que se<br />
ejerce, como por arte de magia, fuera de toda constricción física y en contradicción, en su<br />
gratuidad aparente, con las leyes ordinarias de la economía. Pero esta apariencia se disipa<br />
cuando se percibe que la eficiencia simbólica encuentra sus condiciones de posibilidad y su<br />
contrapartida económica (en el sentido amplio de la palabra) en el inmenso trabajo previo<br />
de inculcación y de transformación duradera de los cuerpos que es necesario para producir<br />
las disposiciones permanentes y transponibles en las que descansa la acción simbólica<br />
capaz de ponerlas en acción o de despertarlas.<br />
Todo poder admite una dimensión simbólica: debe obtener de los dominados una forma de<br />
adhesión que no descansa en la decisión deliberada de una conciencia ilustrada sino en la<br />
sumisión inmediata y prerreflexiva de los cuerpos socializados. Los dominados aplican a<br />
todo, en particular a las relaciones de poder en las que se hallan inmersos, a las personas a<br />
través de las cuales esas relaciones se llevan a efecto y por tanto también a ellos mismos,<br />
esquemas de pensamiento impensados que, al ser fruto de la incorporación de esas<br />
relaciones de poder bajo la forma mutada de un conjunto de pares de opuestos (alto/bajo,<br />
grande/pequeño, etc.) que funcionan como categorías de percepción, construyen esas<br />
relaciones de poder desde el mismo punto de vista de los que afirman su dominio,<br />
haciéndolas aparecer como naturales. Así, por ejemplo, cada vez que un dominado emplea<br />
para juzgarse una de las categorías constitutivas de la taxonomía dominante (por ejemplo,<br />
estridente/serio, distinguido/vulgar, único/común), adopta, sin saberlo, el punto de vista<br />
dominante, al adoptar para evaluarse la lógica del prejuicio desfavorable. De todos modos,<br />
el lenguaje de las categorías corre el riesgo de enmascarar, por sus connotaciones<br />
intelectualistas, que el efecto del dominio simbólico no se ejerce en la lógica pura de las<br />
conciencias conocedoras sino en la oscuridad de los esquemas prácticos del habitus en que<br />
se halla inscrita la relación de dominio, con frecuencia inaccesible a la toma de conciencia<br />
reflexiva y a los controles de la voluntad.<br />
La somatización de las relaciones de dominio<br />
Así pues, no es posible explicar la violencia simbólica, que es una dimensión de todo<br />
dominio y que constituye lo esencial de la dominación masculina, sin hacer intervenir al<br />
habitus y sin plantear, al mismo tiempo, la cuestión de las condiciones sociales de la que es<br />
fruto y que constituyen, en último análisis, la condición escondida de la eficacia real de esta<br />
acción en apariencia mágica. Es preciso evocar el trabajo de formación que se lleva a cabo,<br />
ya sea a través de la familiaridad con un mundo simbólicamente estructurado, ya sea a<br />
través de una labor de inculcación colectiva, más implícita que explícita, de la que forman<br />
parte sobre todo los grandes rituales colectivos, y mediante la cual se opera una<br />
transformación durable de los cuerpos y de la manera usual de utilizarlos. Esta acción, muy<br />
semejante en su principio a todas las formas de terapia por la práctica o el discurso, no se<br />
reduce a la inculcación de saberes o de recuerdos. Hablar de habitus equivale a recordar un<br />
modo de fijación y evocación del pasado que la vieja alternativa bergsoniana de la<br />
memoria-imagen y de la memoria-hábito (la una "espiritual" y la otra "mecánica") impide<br />
pensar. El boxeador que esquiva un golpe, el pianista o el orador que improvisa o,<br />
simplemente, el hombre o la mujer que camina, se sienta, que sostiene un cuchillo (en la<br />
mano derecha...), que se quita el sombrero o inclina la cabeza para saludar, no evocan un<br />
recuerdo, una imagen inscrita en su espíritu, la de la primera experiencia, por ejemplo, de la<br />
acción que está en vías de ejecutar; no se contentan con dejar funcionar los mecanismos<br />
materiales, físicos o químicos, y no es casualidad que hoy en día provoque tanta inquietud<br />
imitar mecánicamente (por medio de robots) a un locutor que dice una de las frases<br />
sencillas pero realmente adaptadas que son posibles en cada situación (más esfuerzo, a la<br />
inversa de la jerarquía que introdujo de manera implícita Bergson para reproducir la imagen<br />
de un acontecimiento, aun tan complejo como una representación teatral o una<br />
manifestación política). Todos esos agentes ponen en marcha formas globales, esquemas<br />
generadores que, contra la alternativa en que pretenden encerrarlos tanto el mecanicismo<br />
como el intelectualismo, no son ni una suma de reflejos locales mecánicamente agregados<br />
ni el producto coherente de un cálculo racional. Esos esquemas de aplicación muy general<br />
permiten, por un lado, construir la situación como una totalidad dotada de sentido, en una<br />
operación práctica de anticipación casi corporal, y por el otro, producir una respuesta<br />
adaptada que, sin ser jamás la simple ejecución de un modelo o de un plan, se presenta<br />
como una totalidad integrada e inmediatamente inteligible.<br />
Es importante tratar de evocar el modo de operación propio del habitus sexuado y sexuante<br />
y las condiciones de su formación. El habitus produce tanto construcciones socialmente<br />
sexuadas del mundo y del cuerpo mismo, que sin ser representaciones intelectuales no por<br />
ello son menos activas, como las respuestas sintéticas y adaptadas, que sin descansar en<br />
modo alguno en el cálculo explícito de una conciencia que moviliza una memoria, no son,<br />
empero, producto del ciego funcionamiento de mecanismos físicos o químicos capaces de<br />
poner el espíritu en paz. A través de un trabajo permanente de formación, de bildung, el<br />
mundo social construye el cuerpo a la vez como realidad sexuada y como depositaria de<br />
categorías de percepción y de apreciación sexuantes que se aplican al cuerpo mismo en su<br />
realidad biológica.<br />
El mundo social trata al cuerpo como un pense-bête.(23) Inscribe en él, sobre todo bajo la<br />
forma de principios sociales de división que el lenguaje ordinario condensa en pares<br />
opositores, las categorías fundamentales de una visión del mundo (o, si se prefiere, de un<br />
sistema de valores o preferencias). Es en sí mismo algo impresionante hacerse el tonto,<br />
"embrutecerse", conforme a la prescripción pascaliana, que le asegura cierta posibilidad de<br />
hacerse el ángel o de adoptar cualquier otra identidad cultural, siempre más o menos contra<br />
natura (biológica), que se le exija. Socializar a la bestia, cultivar la naturaleza en y mediante<br />
la sumisión incondicional del cuerpo a las prescripciones a menudo implícitas (debido a<br />
que son indecibles o inefables) del orden social, equivale a dar a la bestia la ocasión de<br />
pensar, según su propia lógica, que no es la que asociamos espontáneamente (después de<br />
dos milenios de platonismo difuso) a la idea de pensamiento. Equivale a la capacidad de<br />
pensarse, de pensar el cuerpo y la práctica, aunque tenemos dificultades para pensar porque<br />
es intrínsecamente difícil pero también porque llevamos en nuestros espíritus, o nuestros<br />
habitus letrados, una idea muy particular de la reflexión, heredada de la tradición<br />
inaugurada por Descartes, una representación de la acción de reflexionar que excluye la<br />
posibilidad de reflexionar en la acción.<br />
Y sin embargo la fuerza que ejerce el mundo social sobre cada sujeto consiste en imprimir<br />
en su cuerpo (la metáfora del carácter vuelve a adquirir aquí su sentido completo) un<br />
verdadero programa de percepción, apreciación y acción que, en su dimensión sexuada y<br />
sexuante, como en el resto, funciona como una naturaleza (cultivada, segunda), es decir,<br />
con la violencia imperiosa y (aparentemente) ciega de la pulsión o el fantasma (construidos<br />
socialmente). Y al aplicarla a todas las cosas del mundo, comenzando por la naturaleza<br />
biológica del cuerpo (los antiguos gascones hablaban de "naturaleza" para designar al sexo<br />
de la mujer), ese programa social naturalizado construye -o instituye- la diferencia entre los<br />
sexos biológicos conforme a los principios de división de una visión mítica del mundo;<br />
principios que son ellos mismos el producto de la relación arbitraria de dominio de los<br />
hombres sobre las mujeres, relación que se halla inscrita en la realidad del mundo en<br />
calidad de estructura fundamental del orden social. Ese programa social hace aparecer la<br />
diferencia biológica entre los cuerpos masculino y femenino, y de manera particular la<br />
diferencia anatómica entre los órganos sexuales (disponible para varios tipos de<br />
construcción), como la justificación indiscutible de la diferencia socialmente construida<br />
entre los sexos.<br />
El sexismo es un esencialismo: al igual que el racismo, étnico o clasista, busca atribuir<br />
diferencias sociales históricamente construidas a una naturaleza biológica que funciona<br />
como una esencia de donde se deducen de modo implacable todos los actos de la existencia.<br />
De todas las formas de esencialismo es la más difícil de desarraigar. El trabajo que busca<br />
transformar en naturaleza un producto arbitrario de la historia encuentra fundamento<br />
aparente tanto en las apariencias del cuerpo como en los efectos enteramente reales que ha<br />
producido en el cuerpo y en la mente, es decir, en la realidad y en las representaciones de la<br />
realidad. El trabajo milenario de socialización de lo biológico y de biologización de lo<br />
social, al revertir la relación entre causa y efecto hace aparecer una construcción social<br />
naturalizada (los habitus diferentes, fruto de las diversas condiciones producidas<br />
socialmente) como la justificación natural de la representación arbitraria de la naturaleza<br />
que le dio origen y de la realidad y la representación de ésta.<br />
El analista cuidadoso de no ratificar lo real so pretexto de registrarlo científicamente<br />
enfrenta una seria dificultad: en el caso de las mujeres, y en general de todos los grupos<br />
económica y simbólicamente dominados,(24) puede optar por dejar pasar en silencio, en<br />
nombre de un humanismo populista, tal o cual diferencia socialmente constituida e<br />
instituida, por ejemplo, las que ciertos antropólogos norteamericanos han subsumido, en el<br />
caso de los negros, bajo el nombre de la "cultura de la pobreza".(25) Eso, ante el temor de<br />
dar armas al racismo, el cual precisamente atribuye esas diferencias culturales a la<br />
naturaleza de los agentes (los pobres), poniendo entre paréntesis las condiciones de<br />
existencia (la pobreza) de la que son el resultado, y proporcionando de esta forma los<br />
medios para "culpar a las víctimas" (como se ve también en el caso del sexismo, sobre todo<br />
cuando, como en el caso de Kabilia, se encuentra socialmente instituido).<br />
Al ser fruto de la inscripción en el cuerpo de una relación de dominio, las estructuras<br />
estructuradas y estructurantes del habitus constituyen el principio de actos de conocimiento<br />
y reconocimiento prácticos de la frontera mágica que produce la diferencia entre los<br />
dominantes y los dominados, es decir, su identidad social, toda ella contenida en esta<br />
relación. Este conocimiento corporativo lleva a los dominados a contribuir a su propio<br />
dominio al aceptar tácitamente, fuera de toda decisión de la conciencia y de todo acto<br />
volitivo, los límites que le son impuestos, o incluso al producir o reproducir mediante su<br />
práctica los límites abolidos en el ámbito del derecho.<br />
Por este motivo la liberación de las víctimas de la violencia simbólica no pueda lograrse<br />
por decreto. Se observa incluso que los límites incorporados no se manifiestan jamás tanto<br />
como cuando los constreñimientos externos son abolidos y las libertades formales<br />
-derecho de voto, derecho a la educación, acceso a todas las profesiones, incluida la<br />
política- son adquiridas: la autoexclusión y la "vocación" (negativa tanto como positiva)<br />
vienen entonces a tomar el relevo de la exclusión expresa. Procesos análogos se observan<br />
entre todas las víctimas del dominio simbólico (por ejemplo, entre los hijos de familias<br />
económica y culturalmente desfavorecidas, cuando el acceso a la educación secundaria o<br />
superior les es formal y realmente abierto, o entre los miembros de las categorías más<br />
desprovistas de capital cultural, cuando son invitados a usar su derecho formal a la cultura),<br />
y como se ha podido ver en tantas revoluciones anunciadoras de un "hombre nuevo", los<br />
hábitos de los dominados tienden a menudo a reproducir las estructuras provisoriamente<br />
revolucionadas de las que son fruto.<br />
El conocimiento-reconocimiento práctico de los límites excluye la posibilidad misma de la<br />
transgresión, espontáneamente rechazada en el orden de lo impensable. Las conductas<br />
censuradas que son impuestas a las mujeres, sobre todo en presencia de los hombres y en<br />
los lugares públicos, no constituyen poses dispuestas para la ocasión sino maneras de ser<br />
permanentes de las que no es posible afirmar si producen su acompañamiento de<br />
experiencias subjetivas (vergüenza, modestia, timidez, pudor, ansiedad) o si son el<br />
resultado de ello. Esas emociones corporales, que pueden surgir incluso al margen de las<br />
situaciones en las que son exigidas, son otras tantas formas de reconocimiento anticipado<br />
del prejuicio desfavorable y otras maneras de someterse, aunque sea a pesar de uno mismo,<br />
al juicio dominante; son otras tantas formas de mostrar, a veces en el conflicto interior y la<br />
división del yo, la complicidad subterránea que un cuerpo que se sustrae a las directrices de<br />
la conciencia y la voluntad mantiene con las censuras sociales.<br />
El peso del habitus no se puede aliviar por un simple esfuerzo de la voluntad, fruto de una<br />
toma de conciencia liberadora. El que se abandona a la timidez es traicionado por su<br />
cuerpo, que reconoce prohibiciones y llamados al orden inhibidores allí donde otro hábito,<br />
producto de condiciones diferentes, se inclinaría a percibir prescripciones o incitaciones<br />
estimulantes. La exclusión fuera de la plaza pública que, cuando se afirma explícitamente,<br />
condena a las mujeres a espacios separados y a una censura despiadada de cualquier<br />
expresión pública, verbal y aun corporal, haciendo de la incursión en un espacio masculino<br />
(como los alrededores de un lugar de asamblea) una prueba terrible, puede realizarse en<br />
otra parte casi con igual eficacia: de esta suerte, adquiere los visos de una agorafobia<br />
socialmente impuesta que puede sobrevivir largo tiempo a la abolición de las prohibiciones<br />
más visibles y que lleva a las mujeres a excluirse a sí mismas del ágora.<br />
Es público y notorio que las mujeres se abstienen más a menudo que los hombres de<br />
responder a cuestiones de opinión que afectan los asuntos públicos (la separación es tanto<br />
más grande cuanto que suelen ser menos instruidas). La competencia socialmente<br />
reconocida a un agente impone su propensión a adquirir la competencia técnica<br />
correspondiente y, por eso, las posibilidades de poseerla. Eso, a través sobre todo de la<br />
tendencia a ajustarse a esta competencia, induce al reconocimiento oficial del derecho a<br />
poseerla. Se observa así que las mujeres tienden menos que los hombres a atribuirse las<br />
competencias legítimas: por ejemplo, en las encuestas realizadas en la entrada de los<br />
museos, un buen número de mujeres entrevistadas, sobre todo entre las menos cultas,<br />
expresó su deseo de ceder a su compañero de visita la tarea de responder a las preguntas.<br />
Ocultamiento del yo, no carente de cierto grado de ansiedad, como lo prueban las miradas<br />
furtivas que las esposas dóciles dirigían a sus maridos y al encuestador durante el<br />
intercambio de opiniones. Valdría la pena hacer un inventario todas las conductas que<br />
demuestran la dificultad casi física que las mujeres tienen para entrar en las acciones<br />
públicas y librarse de la sumisión al hombre como protector, tomador de decisiones y juez<br />
(podría recordar aquí, a fin de estar en posición de razonar a fortiori, la relación entre<br />
Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, conforme al análisis de Toril Moi en un texto<br />
inédito). Y, a la manera de las mujeres kabilas, que ponen en práctica los principios de la<br />
visión dominante en los ritos mágicos destinados a revertir los efectos de clausura que<br />
tratan de provocar la impotencia masculina o los ritos de magia amorosa propios para<br />
generar la sumisión y la docilidad de la amada, las mujeres más liberadas del modo de<br />
pensamiento falocéntrico traicionan a menudo su sumisión a sus principios en el hecho de<br />
que los obedecen hasta en las acciones y los discursos que buscan cuestionar los efectos<br />
(argumentando, por ejemplo, como si ciertos rasgos fueran intrínsecamente femeninos o no<br />
femeninos).<br />
En el caso de los que están designados a ocupar las posiciones dominantes, también es<br />
indispensable, la mediación de los habitus que disponen al heredero a aceptar su herencia<br />
(de hombre, hijo mayor o noble), es decir, su destino social, y, contrariamente a la ilusión<br />
del sentido común, las disposiciones que llevan a reivindicar o a ejercer tal o cual forma de<br />
dominio, como la libido dominandi masculina en una sociedad falocéntrica, no son algo<br />
que se da por sentado sino que deben ser construidas mediante un arduo trabajo de<br />
socialización, tan indispensable como el que dispone a la sumisión. Decir "nobleza obliga"<br />
equivale a afirmar que la nobleza, inscrita en el cuerpo del noble bajo la forma de un<br />
conjunto de disposicines de apariencia natural (una forma de sostener la cabeza, el porte, la<br />
manera de caminar, el ethos aristocrático), gobierna al noble, al margen de cualquier<br />
constreñimiento externo. Esta fuerza superior, que puede hacerle aceptar como inevitables<br />
o ineludibles, es decir, sin deliberación ni examen, actos que parecerían a otros imposibles<br />
o impensables, es la trascendencia de lo social que se hace cuerpo y que funciona como un<br />
amor fati, inclinación corporal por realizar una identidad constituida en esencia social y de<br />
este modo transformada en destino. La nobleza, en el sentido de conjunto de disposiciones<br />
consideradas como nobles en un universo social determinado (pundonor, coraje físico y<br />
moral, generosidad, magnanimidad, etc.), es el resultado de un trabajo social de nominación<br />
e inculcación al término del cual una identidad social instituida por una de esas rupturas<br />
mágicas, conocidas y reconocidas por todos, que opera el mundo social, se inscribe en una<br />
naturaleza biológica y se vuelve un habitus.<br />
Todo ocurre como si, una vez trazado el límite arbitrario, el nomos que instituye las dos<br />
clases en la objetividad, se tratase de crear las condiciones de la aceptación duradera de ese<br />
nomos, es decir, de favorecer la institución en las mentes, bajo la forma de categorías de<br />
percepción susceptibles de ser aplicadas a cualquier cosa, comenzando por el cuerpo, bajo<br />
la forma de disposiciones socialmente sexuadas.(26) El nomos arbitrario no reviste la<br />
apariencia de una ley de la naturaleza (o habla comúnmente de sexualidad "contra natura")<br />
más que al término de una somatización de las relaciones sociales de dominio: a través de<br />
un formidable trabajo colectivo de socialización difusa y continua, las identidades<br />
distintivas que instituye el nomos cultural se encarnan bajo la forma de habitus claramente<br />
diferenciadas, según el principio de división dominante y capaces de percibir el mundo<br />
según ese principio de división (por ejemplo, tratándose de nuestros universos sociales,<br />
bajo las especies de la "distinción natural" y del "sentido de la distinción").<br />
La construcción social del sexo<br />
No terminaríamos nunca de hacer el inventario de las acciones sexualmente diferenciadas<br />
de diferenciación sexual que buscan acentuar en cada uno las señales exteriores más<br />
inmediatamente conformes a la definición social de su identidad sexual o a fomentar las<br />
prácticas que convienen a su sexo al tiempo que prohíben o desalientan las conductas<br />
impropias, sobre todo en la relación con el otro sexo. Aun cuando no aborden más que<br />
aspectos superficiales de la persona, esas acciones surten el efecto de construir, mediante<br />
una verdadera acción psicosomática, las disposiciones y los esquemas que organizan las<br />
posturas y los hábitos más incontrolados del hexis corporal y la pulsiones más oscuras del<br />
inconsciente, como las revela el psicoanálisis. Así, por ejemplo, la lógica de todo el proceso<br />
social en el cual se engendra el fetichismo de la virilidad se manifiesta con toda claridad en<br />
los ritos de institución que, como mostré en otra parte, buscan instaurar una separación<br />
sacralizante no entre quienes ellos han ya sometido y quienes no han sido sometidos<br />
todavía, como lo deja entrever la noción de rito de paso (entre un antes y un después), sino<br />
entre quienes son socialmente dignos de sufrirlos y quienes están excluidos a perpetuidad,<br />
es decir, las mujeres.(27)<br />
El cuerpo masculino y el cuerpo femenino, y en especial los órganos sexuales que, como<br />
condensan la diferencia entre los sexos, están predispuestos a simbolizarla, son percibidos y<br />
construidos según los esquemas prácticos del habitus y de este modo en apoyos simbólicos<br />
privilegiados de aquellos significados y valores que están en concordancia con los<br />
principios de la visión falocéntrica del mundo. No es el falo (o su ausencia) lo que<br />
constituye el principio generador de esta visión del mundo sino que es esta visión del<br />
mundo la que, al estar organizada, por razones sociales que convendrá tratar de descubrir,<br />
según la división en géneros relacionales, masculino y femenino, puede instituir al falo,<br />
erigido en símbolo de la virilidad, del nif propiamente masculino, en principio de la<br />
diferencia entre los sexos (en el sentido de géneros) y dejar sentada la diferencia social<br />
entre dos esencias jerarquizadas en la objetividad de una diferencia natural entre los<br />
cuerpos biológicos.<br />
La precedencia masculina que se afirma en la definición legítima de la división del trabajo<br />
sexual y de la división sexual del trabajo (en ambos casos el hombre "es el ser superior" y<br />
la mujer "se somete") tiende a imponerse, a través del sistema de los esquemas<br />
constitutivos del habitus, en tanto matriz de todas las percepciones, los pensamientos y las<br />
acciones del conjunto de los miembros de la sociedad y en tanto fundamento indiscutido,<br />
porque se halla situado fuera de las tomas de conciencia y del examen, de una<br />
representación androcéntrica de la reproducción biológica y de la reproducción social.<br />
Lejos de que las necesidades de la reproducción biológica determinen la organización<br />
simbólica de la división sexual del trabajo y, por ende, de todo el orden natural y social, es<br />
una construcción arbitraria de lo biológico, y en particular del cuerpo, masculino y<br />
femenino, de sus usos y de sus funciones, en especial en la reproducción biológica, que da<br />
una base en apariencia natural a la visión masculina de la división del trabajo sexual y de la<br />
división sexual del trabajo y, por ende, a toda la visión masculina del mundo. La fuerza<br />
particular de la sociodicea masculina le viene de que asume dos funciones: legitima una<br />
relación de dominio inscribiéndola en lo biológico, que a su vez es una construcción social<br />
biologizada.<br />
La definición de cuerpo en sí, apoyo real de la labor de naturalización, es en efecto el fruto<br />
de todo un trabajo social de construcción, sobre todo en su dimensión sexual. A través de la<br />
valorización del pundonor, principio de la conservación y del aumento del honor, es decir<br />
del capital simbólico que, con el capital social de las relaciones de parentesco, representa la<br />
principal (si no la única) forma de acumulación posible en este universo, los kabilas son<br />
llevados a otorgar un privilegio indiscutido a la virilidad masculina; o en su aspecto ético<br />
mismo, ésta permanece asociada, al menos tácitamente, a la virilidad física, a través sobre<br />
todo de los testimonios de poder-desfloración de la novia, numerosa prole masculina, etc.-<br />
que se esperan del hombre realizado, así como del falo que parece hecho para cargar con<br />
todos los fantasmas colectivos de la potencia fecundadora.(28)<br />
Por su turgencia, tan cara a Lacán, es lo que se hincha y lo que hace hinchar, el término más<br />
ordinario para designar al pene es abbuch -cuyo femenino, thabbuchth, sirve para designar<br />
el seno-, mientras que el falo "erecto" se llama ambul, morcilla gruesa.(29) El esquema de<br />
hinchazón es el principio generador de los ritos de fecundidad, sobre todo en su dimensión<br />
culinaria, que buscan producir miméticamente la hinchazón mediante el recurso, por<br />
ejemplo, de los alimentos propensos a hinchar y a hacer hinchar (como en nuestra tradición<br />
los buñuelos),(30) y que se imponen en los momentos en que la acción fecundadora de la<br />
potencia masculina debe ejercerse, como en las bodas -y también en el inicio de las labores<br />
agrícolas, ocasión de una acción homóloga de apertura y desfloración de la tierra. Las<br />
mismas asociaciones que obsesionaban al pensamiento lacaniano (turgencia, flujo vital) se<br />
encuentran en las palabras que designan el esperma, zzel y, sobre todo, laamara que (por su<br />
raíz, aammar, significa llenar, prosperar) evoca la plenitud, lo que está lleno de vida, el<br />
esquema de relleno (lleno/vacío, fecundo/estéril), y que se combinan regularmente con el<br />
esquema del relleno en la generación de ritos de fertilidad.(31)<br />
Se trata de categorías de percepción construidas en torno a oposiciones que nos remiten, en<br />
último análisis, a la división del trabajo sexual, ella misma organizada conforme a esas<br />
oposiciones que estructuran la percepción de los órganos sexuales y de la actividad sexual.<br />
Las representaciones colectivas deben su fuerza simbólica al hecho de que, como bien lo<br />
muestra el tratamiento social de la "hinchazón" fálica, que identifica al falo con la dinámica<br />
vital del hinchamiento, inmanente a todo el proceso de procreación natural (germinación,<br />
gestación, etc.), la construcción social de la percepción de los órganos y del acto sexual<br />
registra y ratifica la "preñez" de las formas objetivas -como el hinchamiento y la erección<br />
del falo.(32) El hecho de que la "selección" cultural de los rasgos semánticamente<br />
pertinentes asuma simbólicamente algunas de las propiedades naturales más indiscutibles<br />
contribuye así, con otros mecanismos, el más importante de los cuales es la inserción de<br />
cada relación (lleno/vacío, por ejemplo) en un sistema de relaciones homólogas e<br />
interconectadas para transmutar lo arbitrario del nomos social en necesidad de la naturaleza<br />
(phusis). Esta lógica de la consagración simbólica de los procesos objetivos, cósmicos y<br />
biológicos funciona en todo el sistema mítico-ritual, por ejemplo con la constitución de la<br />
germinación del grano como resurrección, acontecimiento homólogo del renacimiento del<br />
abuelo en el nieto sancionado con el retorno del nombre. Se trata de lo que le presta una<br />
base casi objetiva a ese sistema de representaciones y, por ende, a la creencia, reforzada así<br />
por su unanimidad, de la que es objeto.<br />
Huelga señalar, por pequeña que sea la correspondencia entre las realidades o los procesos<br />
del mundo natural y los principios de visión y de división que les son aplicados, y por<br />
fuerte que pueda ser el proceso de reforzamiento circular de ratificación mutua, que<br />
siempre hay lugar para la lucha cognitiva a propósito del sentido de las cosas del mundo y<br />
en particular de las realidades sexuales. Cuando los dominados aplican a los mecanismos o<br />
a las fuerzas que los dominan, o simplemente a los dominantes, categorías que son<br />
resultado de la dominación, o en otros términos, cuando sus conciencias y sus inconscientes<br />
son estructurados conforme a las estructuras incluso de la relación de dominio que les es<br />
impuesta, sus actos de conocimiento son, inevitablemente, actos de reconocimiento de la<br />
doble imposición, objetiva y subjetiva, de la arbitrariedad de que son objeto. Dicho esto, la<br />
indeterminación parcial de algunos de los elementos del sistema mítico-ritual, desde el<br />
punto de vista de la distinción incluso entre lo masculino y lo femenino que forma la base<br />
de su simbolismo, puede servir de punto de apoyo de las reinterpretaciones antagónicas por<br />
las cuales los dominados adquieren una forma de revancha contra el efecto de imposición<br />
simbólica.(33) Así, por ejemplo, las mujeres pueden, al aplicar otros esquemas<br />
fundamentales de la visión mitopoética (alto/bajo, duro/blando, derecho/curvo, etc.)<br />
aprehender también los atributos masculinos por analogía con cosas que penden sin vigor<br />
(laalaleq, asaalaq, términos empleados también para las cebollas o la carne hinchada, o<br />
acharbub, a veces asociado con ajerbub, harapo).(34) Su punto de vista se halla permeado<br />
por las categorías de percepción dominantes, y por esta razón pueden sacar partido de este<br />
estado disminuido para afirmar la superioridad del sexo femenino, recordando así que las<br />
propiedades sociales de los dos géneros son el producto del dominio y pueden siempre ser<br />
puestas en juego en la lucha de los sexos (como en el dicho: "En ti, todos tus pertrechos<br />
penden, dice la mujer al hombre, mientras que yo soy una piedra soldada"). Esos análisis<br />
valen para toda relación de violencia simbólica, de suerte que nada resulta más vano que<br />
oponer, por ejemplo, el dominio simbólico ejercido a través de la cultura legítima y la<br />
resistencia que pueden ofrecerle los dominados, a menudo armándose de las mismas<br />
categorías de la cultura legítima, como en la parodia, la burla o la trastocación<br />
carnavalesca.<br />
Sin tener la absoluta seguridad de que mis conclusiones no dependan de los límites de mi<br />
información, creo poder afirmar que el sexo de la mujer es el objeto de un esfuerzo<br />
semejante de construcción que tiende a hacer una suerte de entidad negativa, definida<br />
esencialmente por la privación de las propiedades masculinas y afectada por características<br />
peyorativas, como lo viscoso (achermid, una de las palabras bereberes para designar la<br />
vagina es también una de las más peyorativas, significa asimismo algo viscoso).<br />
Cómo no vamos a recordar aquí, en su calidad de extraordinario documento antropológico,<br />
el análisis sartriano, a menudo denunciado en la literatura feminista, del sexo femenino<br />
como un agujero viscoso:<br />
La obscenidad del sexo femenino es la de cualquier cosa abierta: es un llamado a ser, como<br />
por otra parte todos los agujeros; en sí la mujer apetece una carne extraña que debe llenarla<br />
plenamente por penetración y dilución. Y, a la inversa, la mujer siente su condición como<br />
un llamado, precisamente porque ella está "agujereada" [...] Sin duda el sexo es una boca,<br />
boca voraz que engulle el pene -lo que puede conducir a la idea de castración: el acto<br />
amoroso es castración del hombre-, pero ante todo el sexo es un agujero.(35)<br />
Esta objetivación inconsciente del inconsciente masculino se extiende al análisis de lo<br />
viscoso. Esta sustancia "blanda" que "da primero la impresión de ser lo que se puede<br />
poseer", "dócil", es una realidad "inquietante" que "posee", que "se adhiere", "bombea",<br />
"aspira":<br />
[...] es una actividad blanda, babosa y femenina en su aspiración, vive de manera oscura<br />
bajo mis dedos y siento como un vértigo, me atrae hacia ella, como lo haría el fondo de un<br />
precipicio. Existe una fascinación táctil de lo viscoso. Ya no soy dueño de detener el<br />
proceso de apropiación. Continúa. En cierto sentido, es como una docilidad suprema del<br />
poseído, una fidelidad de perro que se entrega, aun cuando ya no se quiere saber nada de él<br />
y, en otro sentido, representa, bajo esta docilidad, una taimada apropiación del posesor<br />
sobre el poseído.(36)<br />
La última metáfora, la más reveladora, la de "la avispa que se hunde en la mermelada y se<br />
ahoga",(37) símbolo de la muerte dulce del para sí y de la "revancha dulzona y femenina<br />
del en sí", cancela de manera maravillosa la evocación de las oposiciones fundamentales de<br />
la mitología masculina (masculino/femenino, pene/vagina, puro/manchado, duro/blando,<br />
seco/húmedo, lleno/vacío, salado/dulce) y las formas que revisten, después de la<br />
transformación, en el discurso filosófico (para sí/en sí, conciencia/materia, etc.). Se puede<br />
incluso ver el punto donde el mito colectivo se dobla en fantasma privado (una<br />
representación muy singular del acto sexual), directamente sublimado en intuición<br />
fundamental del sistema filosófico: "Ahora bien, esta dilución, en sí misma es ya pavorosa,<br />
porque ella es absorción del para sí por el en sí, como la tinta por un secante [...] Es horrible<br />
en sí volverse viscoso para una conciencia".(38)<br />
La representación de la vagina como falo invertido que Marie-Christine Pouchelle descubre<br />
en las mismas oposiciones fundamentales entre lo positivo y lo negativo, el derecho y el<br />
revés, que se impone desde el principio masculino, se plantea como medida de todo.(39) Y<br />
para convencerse de que la definición social del sexo como órgano, lejos de ser un simple<br />
registro de propiedades naturales, directamente confiadas a la percepción, es fruto de una<br />
serie de acentuaciones o supresiones de las diferencias o de similitudes operadas en función<br />
del estatuto social asignado al hombre y a la mujer y diseñadas para justificar la<br />
representación dominante de la naturaleza femenina,(40) bastaría seguir la historia del<br />
"descubrimiento" del clítoris, tal como lo informa Thomas Laqueur,(41) prolongándola<br />
hasta la teoría freudiana de la migración de la sexualidad femenina del clítoris a la vagina,<br />
que podría ser otro ejemplo del efecto Montesquieu, transfiguración de conducta prudente<br />
de un mito social.<br />
El cuerpo en su conjunto es también percibido a través de las grandes oposiciones<br />
culturales: tiene su parte elevada y su parte baja, cuya frontera está marcada por la cintura,<br />
señal de cierre y límite simbólico, al menos entre las mujeres, entre lo puro y lo impuro;<br />
tiene su parte delantera, lugar de la diferencia sexual (por tanto privilegiada por un sistema<br />
que busque siempre diferenciar), y su parte posterior, sexualmente indiferenciada y<br />
potencialmente femenina, es decir, sumisa, como lo recuerda, por el gesto o la palabra, el<br />
insulto mediterráneo por excelencia contra la homosexualidad. La combinación de los dos<br />
esquemas engendra la oposición entre las partes nobles y públicas, frente, ojos, bigote,<br />
boca, órganos de presentación del yo donde se condensa la identidad social, el honor social,<br />
el nif, que obliga a hacer frente y a mirar a los otros a la cara, y sus partes privadas,<br />
escondidas o vergonzosas, que el honor obliga a disimular.<br />
La parte alta, masculina, del cuerpo, y sus usos legítimos, hacer frente, enfrentar (qabel),<br />
mirar a la cara, a los ojos, tomar la palabra públicamente, etc., constituyen el monopolio<br />
exclusivo de los hombres: es pues mediante la división sexual de los usos legítimos del<br />
cuerpo que se establece el vínculo (enunciado por los psicoanalistas) entre el falo y el<br />
logos. Prueba de ello es que la mujer que, en Kabilia, está oculta a las miradas, sin estar<br />
velada, debe en cierto modo renunciar a hacer uso de su mirada (camina en público con los<br />
ojos mirando a los pies) y de su palabra (la única voz que le sienta es wissen, no sé,<br />
antítesis de la palabra viril que es afirmación decisiva, clara, al mismo tiempo que reflexiva<br />
y mesurada).<br />
¿Cómo no ver que el mismo acto sexual, aunque no deja de funcionar como una<br />
suerte de matriz original, a partir de la cual se construyen todas las formas de unión de dos<br />
principios opuestos, verja del arado y surco, cielo y tierra, fuego y agua, etc., está pensado<br />
en función del principio de primacía de la masculinidad? Al igual que la vagina, debe su<br />
carácter funesto, maléfico, al hecho de que es un agujero, vacío, así como inversión en<br />
negativo del falo, lo mismo la posición amorosa en la cual la mujer se monta sobre el<br />
hombre, invirtiendo la relación considerada como normal, en la que el hombre se "queda<br />
debajo", se halla explícitamente condenada en numerosas civilizaciones.(42) Los kabilas,<br />
no obstante que son poco dados a los discursos justificadores, apelan a una suerte de mito<br />
original para legitimar las posiciones asignadas a los dos sexos en la división del acto<br />
sexual y, más ampliamente, a través de la división sexual del acto de producción y de<br />
reproducción biológica y sobre todo social, en todo el orden social y, más allá, en el orden<br />
cósmico.<br />
Fue en la fuente (tala) donde el primer hombre encontró a la primera mujer. Ella se<br />
encontraba sacando agua cuando el hombre, arrogante, se le acercó y exigió beber. Pero<br />
ella había llegado primero y tenía sed también. Descontento, el hombre la zarandeó. Ella<br />
dio un paso en falso y se cayó. Entonces el hombre vio los muslos de la mujer, que eran<br />
diferentes a los de él. Quedó estupefacto. La mujer, más astuta, le enseñó muchas cosas.<br />
"Acuéstate, le dijo, te diré para qué sirven tus órganos". El se recostó en el suelo; ella<br />
acarició su pene que se volvió dos veces de su tamaño y se acostó encima de él. El hombre<br />
experimentó un gran placer. Comenzó a seguir a la mujer por doquier para volver a hacer lo<br />
mismo, pues ella sabía más cosas que él, encender la lumbre, etc. Un buen día, el hombre le<br />
dijo a la mujer: "Yo también quiero enseñarte; yo sé hacer cosas. Tiéndete y me acostaré<br />
sobre ti". La mujer se tendió en el suelo, y el hombre se puso encima de ella. Volvió a<br />
sentir el mismo placer y dijo entonces a la mujer: "En la fuente, eres tú quien manda; en la<br />
caso, soy yo". En el espíritu del hombre, son siempre los últimos propósitos los que cuentan<br />
y desde entonces a los hombres les gusta colocarse encima de las mujeres. De esta suerte,<br />
los hombres se convirtieron en los primeros y son ellos quienes deben gobernar.(43)<br />
La intención de sociodicea se afirma aquí sin ambages: el mito fundador instituye, en el<br />
origen mismo de un orden social dominado por el principio constitutivo (ya enganchado, de<br />
hecho, en los considerandos, la oposición entre la fuente y la casa) entre la naturaleza y la<br />
cultura, entre la "sexualidad" de naturaleza y la "sexualidad" de cultura:(44) en el acto<br />
anómico, realizado en la fuente, lugar femenino por excelencia, y a iniciativa de la mujer,<br />
perversa iniciadora, naturalmente iniciada en las cosas del amor, se opone al acto conforme<br />
al nomos, acto doméstico y domesticado, que se ejecuta a petición del hombre y conforme<br />
al orden de las cosas, dentro de la jerarquía fundamental del orden social y del orden<br />
cósmico, y en la casa, lugar de la naturaleza cultivada, del dominio legítimo del principio<br />
masculino sobre el principio femenino, simbolizado por la preeminencia de la viga maestra<br />
(asalas alemmas) sobre el pilar vertical (thigejdith), horca abierta hacia el cielo.<br />
Pero lo que los discursos míticos profesan de manera bastante ingenua, los ritos institutivos,<br />
que de hecho son actos simbólicos de diferenciación, lo cumplen de manera más insidiosa y<br />
más eficaz simbólicamente. Baste pensar en la circuncisión, rito de institución de la<br />
masculinidad por excelencia, que afirma la diferencia entre aquéllos cuya virilidad consagra<br />
al mismo tiempo que los prepara simbólicamente para ejercerla y aquéllas que no están en<br />
situación de sufrir la iniciación y que no pueden descubrirse como privadas de lo que<br />
constituye la ocasión y el respaldo del ritual de confirmación de la virilidad. El trabajo<br />
psicosomático que se lleva a cabo continuamente, sobre todo mediante el ritual, jamás es<br />
tan evidente como en los llamados ritos de "separación", que tienen la función de<br />
emancipar al muchacho en relación a su madre y garantizar su masculinización progresiva<br />
fomentándola y preparando a aquél a hacer frente al mundo exterior.<br />
Esta "intención" objetiva de negar la parte femenina de lo masculino (la misma que<br />
Mélanie Klein exigía al análisis recuperar, mediante una operación inversa de la que realiza<br />
el ritual), de abolir los lazos y los afectos con la madre, la tierra, la humedad, la noche, la<br />
naturaleza, en una palabra, a lo femenino, se imagina de una manera particularmente<br />
asombrosa en los ritos llevados a cabo en el momento de la "separación introductoria" (el<br />
aazla gennayer) como el primer corte de cabellos de los muchachos, y en todas las<br />
ceremonias que marcan el paso del umbral del mundo masculino y que encuentran su punto<br />
culminante en la circuncisión. Estos ritos se sitúan en la larga serie de actos que buscan<br />
separar al muchacho de su madre, empleando objetos fabricados al fuego y propios para<br />
simbolizar la hendidura, el puñal, la verja del arado. Después del nacimiento, el niño es<br />
colocado a la derecha (lado masculino) de su madre, a su vez acostada sobre su lado<br />
derecho, y se colocan entre ellos objetos típicamente masculinos tales como una carda, un<br />
gran cuchillo, una verja de arado, una de las piedras del hogar. Igualmente, la importancia<br />
del primer corte de cabellos está relacionada con el hecho de que la cabellera, femenina, es<br />
uno de los lazos simbólicos que atan al muchacho con el mundo materno. Es al padre a<br />
quien incumbe realizar este corte inaugural, al atardecer, en la fecha fijada de antemano y<br />
poco antes de la primera entrada al mercado, es decir, una fecha entre los seis y los diez<br />
años. La tarea de masculinización se sigue con esta introducción en el mundo de los<br />
hombres, del pundonor y de las luchas simbólicas, que representa la primera entrada al<br />
mercado: el niño, vestido con ropa nueva y peinado con un turbante de seda, recibe un<br />
puñal, un candado y un espejo, mientras que su madre coloca un huevo fresco en la capucha<br />
de su albornoz. En la puerta del mercado rompe el huevo y abre el candado, actos viriles de<br />
desfloración, y se mira al espejo, operador del cambio, una suerte de umbral. Su padre le<br />
guía al mercado, mundo exclusivamente masculino, presentándolo a unos y otros. Al<br />
regreso, atan una cabeza de res, símbolo fálico -como los cuernos- asociado al nif.<br />
El mismo trabajo psicosomático que, aplicado a los muchachos, trata de virilizarlos,<br />
despojándolos de todo lo que puedan mantener de femenino -como entre los "hijos de la<br />
viuda"-, adquiere, aplicado a las muchachas, una forma más radical: la mujer, al estar<br />
constituida como una entidad negativa, definida sólo en términos de privación, por<br />
ausencia, sus virtudes mismas no pueden existir más que por una doble negación, como<br />
vicio negado o superado, o como mal menor. Todo el trabajo de socialización, en<br />
consecuencia, interioriza los límites, que afectan antes que nada y que se inscriben en el<br />
cuerpo -porque lo más sagrado, h'aram, tiene que ver con los usos del cuerpo. La joven<br />
kabila aprendía los principios fundamentales del arte de vivir femenino, de la celebración<br />
inseparablemente corporal y moral, aprendiendo a vestirse y a llevar las diferentes<br />
indumentarias que corresponden a sus estados sucesivos (niña, virgen, núbil, esposa, madre<br />
de familia), apropiándose de modo insensible, tanto por mimetismo inconsciente como por<br />
obediencia expresa, la forma correcta de anudarse la cintura o los cabellos, mover o<br />
mantener inmóvil tal o cual parte de su cuerpo al andar, presentar la cara y manejar la<br />
mirada.(45) Este aprendizaje que permanece básicamente tácito, puesto que los ritos<br />
mismos de institución tratan sobre todo de aislar a las que los sufren de las que están<br />
excluidas, tiende a inscribir en lo más profundo de los inconscientes los principios<br />
antagónicos de la identidad masculina y de la identidad femenina, esas costumbres del<br />
cuerpo que orientan la elección de vocación, todavía hoy en día, según divisiones<br />
semejantes a las de la división sexual del trabajo en la sociedad kabila.<br />
El sistema de las oposiciones fundamentales se ha conservado, transformándose, a través de<br />
los cambios que han estado determinados por la revolución industrial y que han afectado a<br />
las mujeres de manera diferente según su posición en la división del trabajo. Así, la división<br />
entre lo masculino y lo femenino continúa organizándose en torno a la oposición entre el<br />
interior y el exterior, entre la casa, con la educación de sus hijos, y el trabajo. Ha hallado su<br />
forma canónica en la burguesía, con la división entre el universo de la empresa, orientada<br />
hacia la producción y la utilidad, y el universo de la casa, orientado a la reproducción<br />
biológica, social y simbólica de la unidad doméstica, por ende a la gratuidad y a la futilidad<br />
aparentes de los gastos de dinero y tiempo, destinados a exhibir el capital simbólico y a<br />
redoblarlo mediante su manifestación. Huelga señalar que, con la entrada de las mujeres al<br />
mercado de trabajo, la frontera se ha desplazado, sin anularse, porque se han constituido al<br />
interior del mundo laboral sectores protegidos. Y sobre todo, los principios de visión y de<br />
división tradicionales se han visto sometidos a un desafío permanente que conduce a<br />
cuestionamientos y revisiones parciales de la distribución entre los atributos y las<br />
atribuciones.<br />
El grupo, por considerar que la sexualidad es algo demasiado importante socialmente para<br />
ser dejada al azar de las improvisaciones individuales, propone e impone una definición<br />
oficial de los usos legítimos del cuerpo, excluyendo, tanto representaciones como prácticas,<br />
todo lo que, en especial entre los hombres, puede evocar las propiedades estatutariamente<br />
asignadas a otra categoría. El trabajo de construcción simbólica, que se termina en un<br />
trabajo de construcción práctica, de bildung, de educación, opera lógicamente por<br />
diferenciación en relación al otro sexo socialmente constituido; tiende en consecuencia a<br />
excluir del universo de lo pensable y de lo factible todo lo que marque la pertenencia al<br />
sexo opuesto -y en particular todas las virtualidades biológicamente inscritas en el<br />
"polimorfo perverso" que es, de creer a Freud, todo niño pequeño, para producir este<br />
artefacto social que es un hombre viril o una mujer femenina.<br />
El cuerpo biológico socialmente forjado es así un cuerpo politizado, una política<br />
incorporada. Los principios fundamentales de la visión del mundo androcéntrico son<br />
naturalizados bajo la forma de posiciones y disposiciones elementales del cuerpo que son<br />
percibidas como expresiones naturales de tendencias naturales. Toda la moral del honor<br />
puede encontrarse así resumida en una palabra, mil veces repetida por los informadores,<br />
qabel, plantar cara, mirar a la cara, y en la postura corporal que designa,(46) mientras que<br />
la sumisión parece encontrar una traducción natural en el hecho de meterse debajo,<br />
someterse, inclinarse, rebajarse, encorvarse, lo derecho asociándose por el contrario a una<br />
postura derecha, que es monopolio del hombre, mientras que las posturas curvas, suaves, y<br />
la docilidad correlativa, se consideran propias de las mujeres.(47)<br />
Por este motivo la educación básica es fundamentalmente política: tiende a inculcar formas<br />
de mantener el cuerpo en su conjunto, o tal o cual de sus partes, la mano derecha,<br />
masculina, o la mano izquierda, femenina, la manera de caminar, de sostener la cabeza o la<br />
mirada, de cara, a los ojos, o al contrario, a los pies, que son copias de una ética, una<br />
política y una cosmología, y eso porque son casi todas sexualmente diferenciadas y, a<br />
través de sus diferencias, expresan las oposiciones fundamentales de la visión del mundo.<br />
El hexis corporal, redoblado y sostenido por la indumentaria, se encuentra también<br />
sexualmente diferenciado, es un pense-bête permanente, inolvidable, en el que se<br />
encuentran inscritos, de manera visible y sensible, todos los pensamientos o las acciones<br />
potenciales, todas las posibilidades y las imposibilidades prácticas que definen un habitus.<br />
La somatización de lo cultural es construcción del inconsciente.<br />
La ilusión y la génesis social de la libido dominandi<br />
Si bien las mujeres, sometidas a un trabajo de socialización que tiende a disminuirlas y<br />
negarlas, hacen el aprendizaje de las virtudes negativas de la abnegación, la resignación y el<br />
silencio, los hombres son también prisioneros e, irónicamente, víctimas de la representación<br />
dominante, por más que sea conforme a sus intereses: cuando logra instituirse<br />
completamente en la objetividad de las estructuras sociales y en la subjetividad de las<br />
estructuras mentales que organizan las percepciones, los pensamientos y las acciones de<br />
todo el grupo, el sistema mítico-ritual funciona como una representación autorrealizadora y<br />
no puede encontrar en él mismo, ni fuera de él, el menor desmentido. La exaltación<br />
arrebatada de los valores masculinos tiene su contrapartida tenebrosa en las angustias que<br />
suscita la feminidad y que son el origen del trato sospechoso que se da a las mujeres, en<br />
razón incluso del peligro que ellas hacen correr al pundonor masculino: por el hecho de que<br />
ella encarna la vulnerabilidad del honor, de la h'urma, izquierda sagrada, siempre expuesta<br />
a la ofensa, y que encierra siempre la posibilidad de la astucia diabólica, thah'ramith, arma<br />
de la debilidad que opone el recurso del engaño y de la magia a los recursos de la fuerza y<br />
del derecho, la mujer encierra la posibilidad de acarrear el deshonor y la desgracia.(48) Por<br />
esta razón, el privilegio encuentra su contraparte en la tensión y contención permanentes, a<br />
veces llevadas al absurdo, que imponen a cada hombre el deber de afirmar la virilidad.(49)<br />
Así, por lo mismo que basta decir de un hombre, para encomiarlo, que "es todo un<br />
hombre",(50) el hombre es un ser que implica un deber ser, que se impone como algo sin<br />
discusión: ser hombre equivale a estar instalado de golpe en una posición que implica<br />
poderes y privilegios, pero también deberes, y todas las obligaciones inscritas en la<br />
masculinidad como nobleza. Y eso no equivale a evadir las responsabilidades (como<br />
pareciera sugerir cierta lectura superficialmente feminista) cuanto a intentar comprender lo<br />
que implica esta forma particular de dominio situándose en el principio del privilegio<br />
masculino, que es también una trampa. Excluir a la mujer del ágora y de todos los lugares<br />
públicos donde se desarrollan las tareas que suelen considerarse las más serias de la<br />
existencia humana, como la política o la guerra, equivale a impedirle de hecho apropiarse<br />
de las disposiciones que se adquieren al frecuentar esos lugares y esas tareas, como el<br />
pundonor, que equivale a rivalizar con los otros hombres.<br />
El principio de división primordial, el que divide a los seres humanos en hombres y<br />
mujeres, asigna a los primeros las únicas tareas dignas de ser desempeñadas, incitándolos a<br />
adquirir la disposición a tomar en serio las labores que el mundo social constituye como<br />
serias. Esta illusio original, que hace al hombre verdaderamente hombre, y que puede<br />
designarse como sentido del honor, virilidad, o en el léxico de los kabilas, más radical,<br />
"kabilidad" (thakbaylith), es el principio indiscutido de todos los deberes hacia uno, el<br />
morot o el móvil de todas las acciones que se deben realizar para estar en paz con uno<br />
mismo, para permanecer digno, a los propios ojos, de una idea (recibida) del hombre. Es en<br />
la relación entre un habitus construido según la división fundamental de lo derecho y lo<br />
curvo, de lo parado y lo acostado, de lo lleno y lo vacío, en suma, de lo masculino y lo<br />
femenino, y de un espacio social organizado también conforme a esta división, y por entero<br />
dominado por la oposición entre los hombres, preparados a entrar en las luchas por la<br />
acumulación de capital simbólico, y las mujeres, preparadas a excluirse o a no entrar, con<br />
ocasión del matrimonio, que en tanto objetos de intercambio, revestidos de una elevada<br />
función simbólica, que se definen las inversiones agonísticas de los hombres, y de las<br />
virtudes, todas ellas de abstención y de abstinencia, de las mujeres.<br />
Así, el dominante es también dominado, pero mediante su dominio, lo que evidentemente<br />
no es algo desdeñable. Para analizar esta dimensión paradójica del dominio simbólico, casi<br />
siempre ignorado por la crítica feminista, conviene, al pasar sin transición de un extremo al<br />
otro del espacio cultural, de los montañeses kabilas al grupo Bloomsbury, apelar a Virginia<br />
Woolf, pero no tanto a la autora de esos clásicos del feminismo como A room of one's own<br />
(Una recámara propia) o Three guineas (Tres guineas), sino a la novelista que, gracias al<br />
acto de escribir y a la amnesia que favorece, revela cosas que han estado ocultas a la mirada<br />
del sexo dominante por lo que ella denomina "el poder hipnótico de la dominación".(51)<br />
La novela To the lighthouse (Paseo hasta el faro) propone una evocación de las relaciones<br />
entre los sexos libre de toda clase de clichés y frases hechas acerca del sexo, el dinero y la<br />
cultura o el poder, que aún transmiten los textos más teóricos, y un análisis incomparable<br />
de lo que puede ser la mirada femenina a esta suerte de esfuerzo desesperado, y bastante<br />
patético, en su inconsciente triunfante, que todo hombre debe hacer para estar a la altura de<br />
su idea infantil del hombre.<br />
En pocas palabras, To the lighthouse es la historia de la familia Ramsay, que se encuentra<br />
de veraneo en una de las islas Hébridas con unos amigos. La señora Ramsay prometió a su<br />
hijo menor, James, de seis años, llevarlo al día siguiente a dar un paseo al faro que se ve<br />
iluminado todas las noches. Pero el señor Ramsay anuncia que al día siguiente hará mal<br />
tiempo. Estalla una discusión al respecto. Pasa el tiempo. La señora Ramsay se muere. De<br />
vuelta a la casa largamente abandonada, el señor Ramsay emprenderá, con James, el paseo<br />
otrora frustrado.<br />
Es probable que, a diferencia de la señora Ramsay, que teme que su marido no ha<br />
entendido, la mayor parte de los lectores, sobre todo masculinos, no comprendan, a la<br />
primera lectura, la situación extraña que evoca el inicio de la novela:<br />
De repente, un grito violento, semejante al de un sonámbulo a medio despertar, en el cual<br />
se detectaba algo como "bajo las balas, bajo las granadas de un cañón, ráfaga ardiente",<br />
resonó en sus oídos con una enorme intensidad y la hizo volverse, inquieta, para ver si<br />
alguien no había oído a su marido.(52)<br />
Y es probable que tampoco comprendan cuando, páginas adelante, el señor Ramsay es<br />
sorprendido por otros personajes, Lily Briscoe y su amigo: "Así, cuando Ramsay se<br />
precipitó hacia ellos con gritos y aspavientos, se cercioró de que la señorita Briscoe<br />
comprendiese cuál era el problema. `¡Error! ¡Craso error!'". Sólo poco a poco,<br />
a través de las diferentes visiones de diversos personajes (en las páginas 35, 39-42, 45-46),<br />
la conducta del señor Ramsay adquiere sentido. "Ella abrigaba el temor de que el hábito de<br />
hablar solo o recitar versos iba en aumento. Se suscitaban situaciones embarazosas" (p.87).<br />
De este modo, el mismo señor Ramsay, que había aparecido, desde la primera página de la<br />
novela, como un formidable personaje masculino, y paternal, es descubierto en flagrante<br />
delito de infantilismo.<br />
Toda la lógica del personaje radica en esta contradicción aparente. El señor Ramsay, cual<br />
rey arcaico que evoca el Benveniste del Vocabulario de las instituciones indoeuropeas, es<br />
aquél cuyas palabras son veredictos; el que puede anular con una frase la "alegría<br />
extraordinaria" de su hijo, entusiasmado con el plan del paseo al día siguiente hasta el faro<br />
("Pero, dice su padre deteniéndose ante la ventana del salón, no hará buen tiempo"). Sus<br />
previsiones tienen el poder de hacerse realidad: ya sea que actúen como órdenes,<br />
bendiciones o maldiciones que hacen ocurrir, por arte de magia, lo que anuncian, ya sea<br />
que, por un efecto infinitamente más sobrecogedor, enuncien simplemente lo que se<br />
anuncia, lo que está inscrito en las señales accesibles a la previsión simple del visionario<br />
casi divino, capaz de dar razón al mundo, redoblar la fuerza de las leyes de la naturaleza<br />
natural o social convirtiéndolas en leyes de la razón y de la experiencia, en enunciados a la<br />
vez racionales y razonables de la ciencia y de la sabiduría. Previsión de la ciencia, el acto<br />
de comprobación imperativo de la profecía paterna envía el futuro al pasado; predicción de<br />
la sabiduría, da a este porvenir todavía irreal la sanción de la experiencia y del<br />
conformismo absoluto que implica. Adhesión incondicional al orden de las cosas y<br />
ratificación apresurada del principio de realidad, se opone a la comprensión materna, que<br />
concede una adhesión evidente a la ley del deseo y del placer pero escindida en una doble<br />
concesión condicional al principio de realidad: "`Sí, por supuesto, si hace buen tiempo<br />
mañana', dijo la señora Ramsay. `Pero tendrán que levantarse de madrugada', añadió".(53)<br />
Basta comparar esta frase(54) con el veredicto paterno para ver que el nombre del padre no<br />
tiene necesidad de anunciarse, ni de justificarse, el "pero" ("`Pero, [...] no hará buen día'"),<br />
subrayando que no existe, para un ser razonable ("Sé razonable", "Más tarde<br />
comprenderás"), otra opción que someterse sin más ante la fuerza de las cosas. Es ese<br />
realismo, mata-alegrías y cómplice del orden imperante en el mundo, lo que desencadena el<br />
odio al padre, odio que, como en la rebeldía adolescente, se dirige menos contra la<br />
necesidad que el discurso paterno pretende desvelar cuanto en oposición a la adhesión<br />
arbitraria que el padre todopoderoso le concede, probando así su debilidad: debilidad de la<br />
complicidad resignada que admite sin resistencia; debilidad de la complacencia que obtiene<br />
satisfacción y vanidad del placer cruel de desilusionar, es decir, de hacer compartir su<br />
propia desilusión, su propia resignación, su propia derrota.(55) Las rebeliones más<br />
radicales de la infancia y la adolescencia se dirigen no tanto en contra del padre como en<br />
contra de la obediencia espontánea al padre, contra el hecho de que el primer movimiento<br />
del habitus sea para obedecerlo y para acatar sus razones.<br />
En ese punto, gracias a la indeterminación que autoriza el uso del estilo indirecto libre, se<br />
pasa insensiblemente del punto de vista de los niños sobre el padre al punto de vista del<br />
padre acerca de sí mismo. Punto de vista que no tiene, en realidad, nada de personal puesto<br />
que, en tanto punto de vista dominante y legítimo, no es otra cosa que la elevada idea de sí<br />
mismo que tiene el derecho y la obligación de mantener, él que está resuelto a realizar en su<br />
ser el deber ser que el mundo social le asigna, en este caso, el ideal del hombre y del padre<br />
que se debe realizar:<br />
[...] lo que él decía era la verdad. Era siempre la verdad. Era incapaz de no decir la verdad;<br />
no alteraba jamás un hecho, no modificaba jamás una palabra desagradable en función de la<br />
comodidad o el beneplácito de alma viviente alguna, mucho menos de sus propios hijos,<br />
carne de su carne, y destinados por tanto a aprender lo antes posible que la vida es ardua,<br />
que los hechos no aceptan compromisos, y que el paso al país fabuloso donde se<br />
desvanecen nuestras esperanzas más luminosas, donde nuestras barcas frágiles naufragan<br />
en la tiniebla (llegado a este punto, el señor Ramsay se incorporaba y fijaba la mirada en el<br />
horizonte, achicando sus ojillos azules), representa una prueba que exige ante todo coraje,<br />
sinceridad y aguante.(56)<br />
Vista desde esta perspectiva, la dureza gratuita del señor Ramsay ya no es resultado de una<br />
pulsión tan egoísta como el placer de desilusionar; es la afirmación libre de una elección, la<br />
de la rectitud y también la del amor paterno bien entendido que, al rehusar abandonarse a la<br />
facilidad culpable de la indulgencia femenina, y ciegamente materna, debe presentar el<br />
mundo en toda su crueldad. Es, sin duda, lo que significa la metáfora del cuchillo o la hoja<br />
de metal, que la interpretación freudiana aplastaría, y que, como entre los kabilas, cifra el<br />
papel masculino -la palabra y la metáfora teatrales se imponen por una vez- del lado de la<br />
fractura, la violencia, el asesinato, es decir, del lado de un orden natural construido contra<br />
la fusión original con la naturaleza materna y contra el abandono al laissez-faire, a las<br />
pulsiones y a las impulsiones de la naturaleza femenina. Se empieza a sospechar que el<br />
verdugo es también víctima y que la palabra paterna está expuesta, por lo mismo que su<br />
fuerza, a convertir lo probable en destino en el esfuerzo mismo para conjurarlo y<br />
exorcizarlo al expresarlo.<br />
Y ese sentimiento no puede sino intensificarse cuando se descubre que el padre inflexible,<br />
que con una frase sin apelación posible acaba de matar los sueños de su hijo, ha sido<br />
sorprendido en vías de jugar como un niño, entregando a quienes se han encontrado así<br />
"introducidos en un dominio privado", Lily Briscoe y su amigo, "algo que no había tenido<br />
la intención de mostrarles": los fantasmas de la libido academica que se expresan<br />
metafóricamente en los juegos bélicos. Pero conviene citar en toda su amplitud el largo<br />
ensueño del señor Ramsay en el cual la evocación de la aventura guerrera, la carga en el<br />
valle de la Muerte, la batalla perdida y el heroísmo del jefe ("Pero no quería morir<br />
acostado; encontraría alguna arista rocosa y moriría parado, los ojos fijos en la tempestad<br />
[...]"), se mezcla íntimamente con la evocación ansiosa del destino póstumo del filósofo ("Z<br />
no es atacado más que una vez por generación". "Jamás alcanzará a R"):<br />
¿Cuántos hombres en un millar de millones, se preguntaba, terminan por llegar a Z?<br />
Desde luego, el jefe de una columna infernal puede plantearse esta pregunta y responder sin<br />
traicionar a quienes lo siguen: `Uno, tal vez'. Uno en una generación. ¿Debe ser<br />
entonces culpado si no es ése? ¿Con tal de que haya penado sinceramente,<br />
entregado hasta que no le quede nada? Su renombre, ¿cuánto dura? Incluso a un<br />
héroe se le permite preguntarse al estar moribundo cómo se hablará de él tras su muerte.<br />
Ese renombre durará posiblemente dos mil años [...]. ¿Cómo culpar al jefe de esta<br />
columna infernal que, después de todo, ha trepado bastante alto para ver la perspectiva<br />
estéril de los años y de la muerte de las estrellas si, antes de que la muerte entiese sus<br />
miembros y los deje sin movimiento, eleva con cierta solemnidad sus dedos entumecidos<br />
ante sí y se incorpora? Pues, de este modo, la expedición de socorro que ha ido en su busca<br />
lo encontrará muerto en su puesto cual soldado glorioso. El señor Ramsay se enderezó y se<br />
mantuvo muy derecho al lado de una urna. ¿Quién lo iba a culpar si, mientras se<br />
mantenía así un momento, su pensamiento se detenía en el renombre, las expediciones de<br />
socorro, las pirámides de piedra erigidas sobre sus huesos por los discípulos agradecidos?<br />
Por último, ¿quién culparía al jefe de la infausta expedición si [...](57)<br />
La técnica del difuminado-encadenado, que tanto gustaba a Virginia Woolf, funciona aquí<br />
de maravilla: la aventura guerrera y el renombre que la consagra es una metáfora de la<br />
aventura intelectual y del capital simbólico de la celebridad al que aspiraba; la illusio lúdica<br />
permite reproducir en un grado más elevado de desrealización, por ende a un menor costo,<br />
la illusio de la existencia ordinaria, con sus apuestas vitales y sus asedios apasionados, todo<br />
lo que agita las discusiones del señor Ramsay y sus discípulos, autoriza el trabajo del<br />
levantamiento parcial y controlado del sitio, que es necesario para asumir y superar la<br />
desilusión ("No tenía genio; no se hacía ilusiones", p.44) conociendo al mismo tiempo la<br />
illusio fundamental, la inversión en el juego mismo, la convicción de que el juego merece<br />
ser jugado a pesar de todo, hasta el final, y según las reglas (puesto que, después de todo, el<br />
último de los soldados rasos siempre puede "morir de pie"). Ese cerco visceral cuya<br />
expresión es esencialmente una postura se logra en las poses, las posiciones o los gestos<br />
corporales que están orientados en el sentido de lo derecho, lo recto, de la erección del<br />
cuerpo o de sus sustitutos simbólicos, la pirámide de piedra, la estatua.<br />
La illusio que es constitutiva de la masculinidad representa la base de todas las formas de la<br />
libido dominandi, es decir, todas las formas específicas de illusio que se generan en los<br />
diferentes campos. Esta illusio original es lo que hace que los hombres (por oposición a las<br />
mujeres) sean socialmente instituidos de tal manera que se dejen involucrar, como niños, en<br />
todos los juegos que les son socialmente asignados y cuya forma por excelencia es la<br />
guerra. Al dejarse sorprender en un ensueño despierto que descubre la vanidad pueril de sus<br />
bloqueos más profundos, el señor Ramsay revela bruscamente que los juegos a los cuales se<br />
presta, como el resto de los hombres, son juegos de niños, que no se perciben en toda su<br />
extensión porque, precisamente, la connivencia colectiva le confiere la necesidad y la<br />
realidad de las evidencias compartidas. Por lo mismo que, entre los juegos constitutivos de<br />
la existencia social, los que se dicen serios, estén reservados a los hombres -mientras que<br />
las mujeres se dedican a los hijos-(58) se olvida que el hombre es también un niño que<br />
juega al hombre. La alienación genérica es el origen del privilegio específico.<br />
La lucidez de los excluidos<br />
Las mujeres gozan del privilegio (negativo) de no dejarse engañar por los juegos en los que<br />
se disputan los privilegios, y de no estar atrapadas, al menos directamente, en primera<br />
persona. Pueden incluso vanagloriarse y, mientras no estén comprometidas por<br />
procuración, considerar con una divertida indulgencia los esfuerzos desesperados del<br />
"hombre-niño" por hacerse el hombre y la desesperación que en él generan sus fracasos.<br />
Ellas pueden adaptar sobre los juegos más serios el punto de vista distante del espectador<br />
que observa la tempestad desde la orilla, lo que puede valerles para ser tildadas de frívolas<br />
e incapaces de interesarse en cosas serias, como la política. Pero, al ser esta distancia un<br />
efecto de la dominación, están a menudo condenadas a participar por procuración, por una<br />
solidaridad afectiva con el jugador, que no implica una verdadera participación intelectual y<br />
afectiva en el juego y que las convierte con frecuencia en seguidoras incondicionales, pero<br />
mal informadas, de la realidad del juego y las correspondientes apuestas.(59)<br />
Por esta razón, la señora Ramsay comprende de inmediato la situación embarazosa en la<br />
cual se ha puesto su marido al jugar en voz alta a la Carga de la Brigada de la Caballería<br />
Ligera. Le duele el sufrimiento que pueda causarle ser sorprendido de esta guisa, pero<br />
también y sobre todo lo que origina su extraña conducta cuya verdadera razón ella captó al<br />
instante. Todo su comportamiento lo dirá cuando, herido, y así reducido a su verdad de niño<br />
grande, el padre severo, que acababa de sacrificar a su gusto (compensatorio) "desilusionar<br />
a su hijo y ridiculizar a su mujer", venga a pedirle su compasión por un sufrimiento nacido<br />
de la illusio y de la desilusión: "Ella acarició la cabeza de James; transfirió a su hijo los<br />
sentimientos que experimentaba por su marido". Por una de esas condensaciones que<br />
permite la lógica de la práctica, la señora Ramsay identifica, en un gesto de protección<br />
afectuosa al que la destina y prepara su ser social,(60) al pequeño hombre que acaba de<br />
descubrir la negatividad insoportable de lo real. Aun si se empeña en disimular su<br />
clarividencia, sin duda para proteger la dignidad de su marido, la señora Ramsay sabe<br />
perfectamente que el veredicto enunciado sin piedad emana de un ser digno de lástima que,<br />
él también, como víctima de los veredictos inexorables de lo real, merece piedad.(61)<br />
Ahora bien, posiblemente ella sucumba así a una estrategia última, la del hombre infeliz<br />
que, al hacerse el niño, se asegura de despertar los sentimientos maternos que son<br />
estatutariamente asignados a las mujeres.(62)<br />
Convendría citar aquí el extraordinario diálogo tácito en el cual la señora Ramsay procura<br />
de continuo a su marido, primero aceptando la apuesta aparente de la escena familiar, en<br />
lugar de sacar las cosas de quicio, por ejemplo, dada la desproporción entre el furor del<br />
señor Ramsay y su causa manifiesta. Cada una de las frases, en apariencia anodinas, de los<br />
dos interlocutores abarca apuestas mucho más amplias, más fundamentales, y cada uno de<br />
los dos adversarios-socios lo sabe, en virtud de su conocimiento íntimo y casi perfecto de<br />
su interlocutor que, a cambio de un mínimo de complicidad en la mala fe, permite provocar,<br />
a propósito de naderías, conflictos últimos sobre el todo. Esta lógica de todo o nada deja a<br />
los interlocutores la libertad de elegir, en cada momento, la incomprensión más total que<br />
reduce el discurso adverso al absurdo devolviéndolo a su objeto aparente (en este caso, el<br />
tiempo que hará al día siguiente) o la comprensión, ella también total, que es la condición<br />
tácita de la disputa mediante sobreentendidos y de la reconciliación.<br />
No había la esperanza más remota de poder ir al día siguiente al faro, declaró secamente el<br />
señor Ramsay, en tono irascible. ¿Cómo lo sabía? le preguntó ella. El viento<br />
cambiaba de pronto. El carácter extraordinariamente irracional de esta observación, lo<br />
absurdo del espíritu femenino provocaron en el señor Ramsay un acceso de ira. El se había<br />
arrojado al valle donde la muerta está siempre presta; lo habían hecho pedazos y migajas, y<br />
he aquí que ahora ella evadía de frente la realidad, daba a sus hijos esperanzas obviamente<br />
absurdas, en suma, decía mentiras. Pateó el escalón de piedra. `¡Al diablo!', dijo él.<br />
Pero, ¿qué había hecho ella? Simplemente había señalado que tal vez hiciera buen<br />
tiempo al día siguiente. Y eso podía suceder. No con un barómetro a la baja y viento del<br />
oeste.<br />
¿De dónde le viene a la señora Ramsay su extraordinaria perspicacia cuando oye<br />
una de esas discusiones entre hombres acerca de asuntos tan futilmente serios como la raíz<br />
cúbica o cuadrada, Voltaire o Madame de Stael, el carácter de Napoleón o el sistema<br />
francés de propiedad rural? La señora Ramsay, ajena a los juegos masculinos y a la<br />
exaltación obsesiva del yo y de las pulsiones sociales que imponen, ve con entera<br />
naturalidad que las tomas de posición, en apariencia las más puras y apasionadas a favor o<br />
en contra, no suelen responder más que al deseo de "sentar algo" (otro más de esos<br />
movimientos fundamentales del cuerpo, semejante al "dar la cara" de los kabilas), a la<br />
manera de Tansley, otra encarnación del egotismo masculino:<br />
[...] haría siempre lo mismo, hasta que obtuviera su cátedra de profesor o contrajera<br />
matrimonio; entonces no tendría necesidad de decir: `Yo, yo, yo'. Pues a eso se reducía su<br />
crítica al pobre Sir Walter, o tal vez se tratase de Jane Austen: `Yo, yo, yo'. El pensaba en sí<br />
mismo y en la impresión que producía; ella lo sabía por el sonido de su voz, por el acento y<br />
el tono molesto en su manera de hablar. El éxito le sentaría bien".(63)<br />
Por otra parte, Virginia Woolf expresa bien la formidable alienación inherente en este<br />
dominio:<br />
Si usted triunfa en su profesión, las palabras "Por Dios y por el Imperio" probablemente<br />
serán grabadas como una dirección en el collar de un perro. Y, si las palabras tienen<br />
sentido, como debieran, tendrá que aceptar dicho sentido y hacer todo lo que esté en su<br />
poder para imponerlo.(64)<br />
Percibe la trampa que constituyen los juegos uniformes donde se engendra la illusio<br />
masculina, que impone a los hombres hacer lo que tienen que hacer, ser lo que tienen que<br />
ser. Y ella afirma explícitamente que son responsables de ello la segregación de las mujeres<br />
y las "líneas de demarcación místicas", esos ritos de institución de los que las mujeres están<br />
excluidas puesto que tienen por función excluirlas:<br />
Inevitablemente nosotras consideramos a la sociedad como un lugar de conspiración que<br />
absorbió al hermano que muchas tienen razones para respetar en la vida privada, y que<br />
impone en su lugar a un macho monstruoso, con voz estruendosa, de puño duro, que, de<br />
una manera pueril, inscribe con tiza en el suelo esas líneas de demarcación místicas -<br />
rígidas, separadas, artificiales- entre las cuales están los seres humanos. Esos lugares donde,<br />
ataviado de oro y púrpura, decorado de plumas como un salvaje, él prosigue sus rituales<br />
místicos y goza de placeres sospechosos del poder y de la dominación, mientras que<br />
nosotras, "sus" mujeres, estamos encerradas en el hogar sin que se nos permita participar en<br />
ninguna de las numerosas sociedades que componen su sociedad.(65)<br />
De hecho, las mujeres rara vez son lo suficientemente libres de toda dependencia, si no<br />
frente a los juegos sociales, al menos respecto de los hombres que los realizan, para llevar<br />
el desencanto hasta esta suerte de conmiseración un poco condescendiente por la illusio<br />
masculina. Al contrario, toda su educación las prepara a entrar en el juego por procuración,<br />
es decir, en una posición a la vez exterior y subordinada, y a conceder a la preocupación<br />
masculina, como la señora Ramsay, una suerte de atención enternecida y de comprensión<br />
confiante generadoras también de un profundo sentimiento de seguridad. Excluidas de los<br />
juegos de poder, están preparadas a participar por medio de los hombres que participan en<br />
él, ya se trate de su marido o, como la señora Ramsay, de su hijo.(66)<br />
El principio de esas disposiciones afectivas radica en el estatuto que le es asignado a la<br />
mujer en la división del trabajo de dominio y que Kant describió en un lenguaje falsamente<br />
contestatario, el de una moral teórica disfrazada en ciencia de las costumbres:<br />
Las mujeres no pueden defender personalmente sus derechos y sus asuntos civiles como<br />
tampoco pueden hacer la guerra; no pueden hacerlo más que por medio de un representante;<br />
y esta irresponsabilidad legal desde el punto de vista de los asuntos públicos no las hace<br />
sino más poderosas en la economía del hogar: ahí predomina el derecho del más débil, que<br />
el sexo masculino por su naturaleza se siente llamado a proteger y a defender.(67)<br />
La renuncia y la docilidad que Kant imputa a la naturaleza femenina están bien inscritas en<br />
lo más profundo de las disposiciones constitutivas del habitus, segunda naturaleza que no<br />
presenta tanto las apariencias de la naturaleza y del instinto como la libido socialmente<br />
instituida que se realiza en una forma particular de deseo, de libido en el sentido ordinario<br />
del término. En la socialización diferencial que dispone a los hombres a amar los juegos de<br />
poder y a las mujeres a los hombres que lo juegan, el carisma masculino es, por una parte,<br />
el encanto del poder, la seducción que la posesión del poder ejerce, por sí, sobre cuerpos<br />
cuya sexualidad misma está políticamente socializada.(68) Como la socialización inscribe<br />
las disposiciones políticas bajo la forma de disposiciones corporales, la experiencia sexual<br />
misma está orientada políticamente. No se puede negar que existe una seducción del poder<br />
o, si se prefiere, un deseo o un amor a los poderosos, efecto sincero e ingenuo que ejerce el<br />
poder cuando es aprehendido por cuerpos socialmente preparados para reconocerlo,<br />
desearlo y amarlo, es decir, como carisma, encanto, gracia, irradiación o simplemente<br />
belleza. Así, el dominio masculino encuentra uno de sus mejores apoyos en el<br />
desconocimiento que favorece la aplicación al dominante de categorías de pensamiento<br />
engendradas en la relación misma de dominio (grande/pequeño, fuerte/débil) y que<br />
engendra esta forma límite del amor fati, que es el amor del dominante y de su dominación,<br />
libido dominantis que implica la renuncia a ejercer en primera persona la libido dominandi.<br />
Kant acierta al decir, en la continuación del texto ya citado, que "renunciar uno mismo a su<br />
capacidad, a pesar de la degradación que esto puede comportar, ofrece sin embargo muchas<br />
ventajas": el dominante ve siempre muy bien los intereses de los dominados, lo que no<br />
implica que todo enunciado de esos intereses sea desacreditado o refutado por ello. De<br />
hecho, como no cesa de sugerirlo Virginia Woolf, al estar excluido de la participación en<br />
los juegos de poder, privilegio y trampa, el dominado se gana la quietud que presta la<br />
indiferencia frente al juego y la seguridad garantizada por la delegación en quienes<br />
participan en él, seguridad por otra parte ilusoria y siempre amenazada de dejar lugar a la<br />
más terrible tristeza, porque jamás se ignora por completo la debilidad real de la gran figura<br />
protectora y que, cual espectador fascinado de un ejercicio peligroso, se está afectivamente<br />
implicado en la acción, a través de una persona querida, sin ejercer realmente el dominio<br />
sobre ella. En la imagen masculina siempre está presente la figura paterna, cuyos veredictos<br />
perentorios, si bien pueden mortificar, tienen un inmenso poder asegurador.(69) La señora<br />
Ramsay sabe demasiado bien lo que asegura la delegación en el padre providencial y lo que<br />
cuesta matar la figura paterna, sobre todo por el desarrollo que experimenta cuando<br />
descubre el barullo de su marido, para fomentar la muerte del profeta veraz: quiere proteger<br />
a su hijo de la violencia del veredicto paterno, pero sin arruinar la imagen del padre<br />
omnisciente.<br />
Por medio de éste, que detenta el monopolio de la violencia simbólica legítima (y no sólo<br />
de la potencia sexual) en el interior de la unidad social elemental, se ejerce la acción<br />
psicosomática que conduce a la somatización de la política. Como lo recuerda La<br />
metamorfosis de Kafka, los propósitos paternos surten un efecto mágico de constitución,<br />
nominación creadora, porque hablan directamente al cuerpo que, como lo recordaba Freud,<br />
sigue las metáforas al pie de la letra ("no eres sino un pequeño gusano"), y si la distribución<br />
diferencial de la libido social que ellos manejan parece tan extraordinariamente ajustada a<br />
los lugares que le serán asignados a unos y a otros (según el sexo, pero también según el<br />
rango de nacimiento y muchas otras variables) en los diferentes juegos sociales, eso se debe<br />
en buena parte al hecho de que, aun cuando parecen no obedecer más que a lo arbitrario del<br />
buen placer, los veredictos paternos emanan de un personaje que, habiendo sido labrado por<br />
y para las censuras de los imperativos del mundo, tiene al principio de realidad por<br />
principio de placer.<br />
La mujer objeto<br />
El habitus masculino se construye y se realiza en relación con el espacio reservado donde<br />
se efectúan, entre hombres, los juegos serios de la competencia, ya se trate de juegos de<br />
honor, cuyo límite es la guerra, o de juegos que, en las sociedades diferenciadas, ofrecen a<br />
la libido dominandi, bajo todas sus formas (económica, política, religiosa, artística,<br />
científica, etc.), campos de acción posibles. Al estar excluidas de hecho o de derecho de<br />
esos juegos, las mujeres se hallan acantonadas en un papel de espectadoras, o como señala<br />
Virginia Woolf, como espejos lisonjeros que devuelven al hombre la figura engrandecida<br />
de él mismo, a la cual debe y quiere equipararse, y que le refuerzan de este modo el cerco<br />
narcisista en una imagen idealizada de su identidad.(70) En la medida en que se dirige o<br />
parece hacerlo a la persona en su singularidad, y hasta en sus bizarrías o sus<br />
imperfecciones, o incluso al cuerpo, es decir la naturaleza en su facticidad, que arranca a la<br />
contingencia constituyéndola como gracia, carisma, libertad, la sumisión femenina aporta<br />
una forma irreemplazable de reconocimiento, justificando al que hace de ello el objeto de<br />
existir y de existir como existe. Es probable que el proceso de virilización en favor del cual<br />
conspira todo el orden social no pueda llevarse a cabo por entero más que con la<br />
complicidad de las mujeres, es decir, en y por la sumisión oblativa, atestiguada por la<br />
ofrenda del cuerpo (se habla de "darse") que constituye la forma suprema del<br />
reconocimiento otorgado a la dominación masculina en lo que tiene de más específico.<br />
Sigue en pie que la ley fundamental de todos los juegos serios, sobre todo de todos los<br />
cambios de honor; es el principio de isotimia, de igualdad de honor: el desafío, porque se<br />
envuelve en el honor, no vale nada salvo si se dirige a un hombre de honor, capaz de dar<br />
una réplica que, en tanto que encierra también una forma de reconocimiento, se traduce en<br />
honor. Dicho en otras palabras, sólo puede realmente honrar el reconocimiento otorgado a<br />
un hombre (por oposición a una mujer) y por un hombre de honor, esto es, alguien que<br />
pueda ser aceptado como un rival en la lucha por el honor. El reconocimiento que persiguen<br />
los hombres en los juegos donde se adquiere y se invierte el capital simbólico tiene tanto<br />
más valor simbólico cuanto que quien se lo otorga es él mismo.<br />
De este modo, las mujeres quedan literalmente fuera de juego.(71) La frontera mágica que<br />
las separa de los hombres coincide con<br />
"la línea de demarcación mística", de la que habla Virginia Woolf, y que distingue a la<br />
cultura de la naturaleza, lo público de lo privado, confiriendo a los hombres el monopolio<br />
de la cultura, es decir, de la humanidad y de lo universal. Al quedar recluidas en el ámbito<br />
de lo privado, por tanto excluidas de todo lo que es del ámbito público, oficial, no pueden<br />
intervenir en tanto que sujetos, en primera persona, en los juegos en los que la masculinidad<br />
se afirma y se realiza, a través de los actos de reconocimiento mutuo que implican todos los<br />
cambios isotímicos, cambios de desafíos y respuestas, de dones y contradones, entre los<br />
cuales el primer lugar lo ocupa el cambio de mujeres.<br />
El fundamento de esta exclusión original, que el sistema mítico-ritual ratifica y amplía, al<br />
punto de hacer de ello el principio de división de todo el universo, no es otra cosa que la<br />
disimetría fundamental que se instaura entre el hombre y la mujer sobre el terreno de los<br />
intercambios simbólicos, la del sujeto y la del objeto, del agente y del instrumento. El<br />
ámbito de las relaciones de producción y reproducción del capital simbólico, del cual el<br />
mercado matrimonial es una realización paradigmática, descansa en una suerte de golpe<br />
original que hace que las mujeres no puedan aparecer salvo como objetos o, mejor, en tanto<br />
que símbolos cuyo sentido está constituido fuera de ellas y cuya función consiste en<br />
contribuir a la perpetuación o al aumento del capital simbólico detentado por los hombres.<br />
La cuestión de los fundamentos de la división entre los sexos y del dominio masculino<br />
encuentra así su solución: en la lógica de la economía de los intercambios simbólicos y,<br />
más precisamente, en la construcción social de las relaciones de parentesco y del<br />
matrimonio que asigna a las mujeres, universalmente, su estatuto social de objetos de<br />
intercambio definidos conforme a los intereses masculinos (es decir, primordialmente como<br />
hijas o hermanas) y destinadas a contribuir así a la reproducción del capital simbólico de<br />
los hombres, es donde se halla la explicación del carácter primado otorgado universalmente<br />
a la masculinidad en las taxonomías culturales. El tabú del incesto en el cual Lévi-Strauss<br />
ve el acto fundador de la sociedad, en tanto que imperativo del intercambio pensado en la<br />
lógica de la comunicación equitativa entre los hombres -lo que también es-, constituye de<br />
hecho el reverso del acto inaugural de violencia simbólica por el cual a las mujeres se les<br />
niega como sujetos del intercambio y de la alianza que instauran a través de ellas, pero<br />
reduciéndolas al estado de objeto: las mujeres son tratadas como instrumentos simbólicos<br />
que, al circular y hacer circular las señales fiduciarias de importancia social, producen o<br />
reproducen el capital simbólico, y que al unir e instituir relaciones, producen o reproducen<br />
capital social. Si ellas son excluidas de la política, remitidas al mundo privado, es con la<br />
finalidad de que puedan ser instrumentos de política, medios para asegurar la reproducción<br />
del capital social y del capital simbólico.<br />
Es notorio que los grandes ritos institucionales, por los cuales los grupos asignan una<br />
identidad distintiva a menudo contenida en un nombre, sean grandes ceremonias colectivas<br />
y públicas que buscan atribuir un nombre propio (como el bautismo), es decir, un título que<br />
da derecho de participación al capital simbólico de un grupo e impone el respeto del<br />
conjunto de los deberes dictados por la voluntad de aumentarlo o conservarlo o, en sentido<br />
más amplio, todos los actos oficiales de nominación que realizan todos los detentadores<br />
legítimos de una autoridad burocrática y que implican casi siempre una afirmación de la<br />
fractura mágica entre los sexos (convendría entender en la misma lógica el cambio de<br />
nombre que es casi siempre impuesto a la mujer en el momento de contraer nupcias).<br />
De este modo se comprende que la exclusión impuesta a las mujeres no sea jamás tan brutal<br />
y tan rigurosa como cuando la adquisición de capital simbólico constituye la única forma de<br />
acumulación verdadera, como en Kabilia, donde la perpetuación del honor social, es decir,<br />
del valor socialmente reconocido a un grupo por un juicio colectivo construido según las<br />
categorías fundamentales de la visión del mundo común, depende de su capacidad de<br />
establecer alianzas propias para garantizar capital social y capital simbólico. Así las cosas,<br />
las mujeres no son únicamente símbolos; constituyen también valores que es preciso<br />
conservar a salvo de la ofensa o la sospecha y que, al invertir en intercambios, pueden<br />
producir alianzas, es decir, capital social, y aliados prestigiosos, esto es, capital simbólico.<br />
En la medida en que el valor de esas alianzas, por ende en el beneficio simbólico que<br />
pueden procurar, depende en gran parte del valor simbólico de las mujeres disponibles para<br />
el intercambio y abundantes beneficios simbólicos potenciales, el pundonor de los<br />
hermanos o de los padres, que conduce a una vigilancia tan celosa, hasta paranoica, como la<br />
de los maridos, es una forma de interés bien entendible.<br />
Como encuentra su principio y las condiciones sociales de su reproducción en la lógica<br />
relativamente autónoma de los intercambios, a través de los cuales se garantiza la<br />
reproducción del capital simbólico, el dominio masculino puede perpetuarse más allá de las<br />
transformaciones de los modos de producción económicos, habiendo afectado la revolución<br />
industrial relativamente poco la estructura tradicional de la división del trabajo entre los<br />
sexos:(72) el hecho de que las grandes familias burguesas dependan en buena medida, aún<br />
hoy en día, de su capital simbólico y de su capital social para el mantenimiento de su<br />
posición en el espacio social, explica que perpetúen, más de lo que sería de esperar, los<br />
principios fundamentales de la visión masculina del mundo.(73)<br />
El peso determinante de la economía de los bienes simbólicos que, a través del principio de<br />
división fundamental, organiza toda la percepción del mundo social, se impone al universo<br />
social, es decir, no sólo a la economía de la producción material sino también a la economía<br />
de la reproducción biológica. Por ello se puede explicar que, en el caso de Kabilia y en<br />
muchas otras tradiciones, la obra propiamente femenina de gestación y de alumbramiento<br />
se encuentra como anulada en favor de la obra propiamente masculina de fecundación. En<br />
el ciclo de la procreación, al igual que en el ciclo agrícola, la lógica mítico-ritual privilegia<br />
la intervención masculina, siempre marcada, con ocasión del matrimonio o del inicio de la<br />
labranza, por ritos públicos, oficiales, colectivos, en detrimento de los periodos de<br />
gestación tanto la de la tierra como de la mujer, que no dan lugar más que a<br />
manifestaciones potestativas y casi furtivas: de un lado, una intervención discontinua y<br />
extraordinaria en el curso de la vida, acción arriesgada y peligrosa de apertura que es<br />
lograda solemnemente -a veces, como a propósito de la primera labranza, públicamente,<br />
frente al grupo-; del otro, una suerte de proceso natural y pasivo de hinchamiento en el cual<br />
la mujer o la tierra son el lugar, la ocasión, el apoyo, el receptáculo, y que no exige más que<br />
prácticas técnicas o rituales de acompañamiento asignados a las mujeres o actos "humildes<br />
y fáciles" destinados a asistir a la naturaleza en su labor, como la recogida de la hierba para<br />
los animales, y por ende condenadas por partida doble a permanecer ignoradas: familiares,<br />
continuas, ordinarias, repetitivas y monótonas, se realizan en su mayoría fuera de la vista,<br />
en la oscuridad de la casa, o en los tiempos muertos del año agrícola.(74)<br />
¿Cómo no ver que, aun si son aparentemente reconocidas o ritualmente celebradas,<br />
las actividades asociadas a la reproducción biológica y social de la descendencia se hallan<br />
todavía muy depreciadas en nuestras sociedades? Si pueden ser impartidas exclusivamente<br />
a las mujeres es porque son negadas en cuanto tales y permanecen subordinadas a las<br />
actividades de producción, únicas en recibir una sanción económica y un reconocimiento<br />
social verdaderos. Se sabe que la entrada de las mujeres en la vida profesional ha<br />
proporcionado una prueba asombrosa de que la actividad doméstica no es socialmente<br />
reconocida como un verdadero trabajo: en efecto, negada o denegada por su evidencia<br />
misma, la actividad doméstica ha continuado imponiéndose a las mujeres por añadidura.<br />
Joan Scott analiza el trabajo de transformación simbólica que los "ideólogos", aun los más<br />
antagónicos a la causa de las mujeres, como Jules Simon, han debido realizar, a lo largo del<br />
siglo XIX, para integrar en un sistema de representaciones renovado esta realidad<br />
impensable que es la "obrera", y sobre todo para rehusar a esta mujer pública el valor social<br />
que debería garantizarle su actividad en el mundo económico: transfiriendo, por un extraño<br />
desplazamiento, su valor y sus valores en el terreno de la espiritualidad, la moral y el<br />
sentimiento, es decir, fuera de la esfera de la economía y del poder, se le niega tanto a su<br />
trabajo público como a su invisible trabajo doméstico el único reconocimiento verdadero<br />
que constituye en adelante la sanción económica.(75) Pero no hay necesidad de ir tan lejos<br />
en el tiempo y en el espacio social para hallar los efectos de esa denegación de existencia<br />
social: como si la ambición profesional fuera tácitamente rehusada a las mujeres, basta que<br />
sean ejecutadas por mujeres para que las reivindicaciones normalmente otorgadas a los<br />
hombres, sobre todo en tiempos cuando son exaltados los valores viriles de afirmación del<br />
yo, sean de inmediato desrealizadas por la ironía o la cortesía dulcemente condescendiente.<br />
Y no es raro que, aun en las regiones del espacio social menos dominadas por los valores<br />
masculinos, las mujeres que ocupan posiciones de poder sean de algún modo sospechosas<br />
de deber a la intriga o a la complacencia sexual (generadora de protecciones masculinas) las<br />
ventajas tan evidentemente indebidas y mal adquiridas.<br />
La negación o la denegación de la contribución que las mujeres aportan no sólo a la<br />
producción sino también a la reproducción biológica, corre pareja con la exaltación de las<br />
funciones que les son impartidas, en tanto objetos más que sujetos, en la producción y<br />
reproducción del capital simbólico. Al igual que, en las sociedades menos diferenciadas,<br />
eran tratadas como medios de intercambio que permitían a los hombres acumular capital<br />
social y capital simbólico mediante matrimonios, verdaderas inversiones más o menos<br />
arriesgadas y productivas que facultaban a establecer alianzas más o menos extensas y<br />
prestigiosas, en la actualidad intervienen en la economía de los bienes simbólicos en tanto<br />
objetos simbólicos predispuestos y encargados de la circulación simbólica. Símbolos en los<br />
cuales se afirma y se exhibe el capital simbólico de un grupo doméstico (hogar,<br />
descendencia, etc.), ellas deben manifestar el capital simbólico del grupo en todo lo que<br />
contribuye a su apariencia (cosmética, indumentaria, etc.): por eso, y más que en las<br />
sociedades arcaicas, están colocadas en el ámbito del parecer, del ser percibido, del<br />
complacer, y les incumbe volverse seductoras mediante un trabajo cosmético que, en<br />
ciertos casos, y sobre todo en la pequeña burguesía de representación, constituye una parte<br />
muy importante de su trabajo doméstico.<br />
Al estar así socialmente inclinadas a tratarse a sí mismas como objetos estéticos, destinados<br />
a suscitar la admiración tanto como el deseo, y en consecuencia a atraer una atención<br />
constante a todo lo relacionado con la belleza, la elegancia, la estética del cuerpo, la<br />
indumentaria, los ademanes, se encargan de manera natural, en la división del trabajo<br />
doméstico, de todo lo relacionado con la estética y, de modo más amplio, de la gestión de la<br />
imagen pública y las apariencias sociales de los miembros de la unidad doméstica, los<br />
niños, pero también los maridos, que les delegan con harta frecuencia la elección de su<br />
ropa. Ellas asumen también el cuidado y la preocupación del decoro de la vida cotidiana,<br />
del hogar y su decoración interior, de la parte de gratuidad y finalidad sin fin que encuentre<br />
siempre ahí su lugar, aun entre los más desheredados (los apartamentos más sencillos de las<br />
ciudades obreras tienen sus macetas con flores, sus adornos y sus cuadros). Son ellas<br />
quienes garantizan la gestión de la vida ritual y ceremonial de la familia, organizan las<br />
recepciones, las fiestas, las ceremonias (de la primera comunión a la boda, pasando por la<br />
comida de aniversario y las invitaciones de los amigos) destinadas a asegurar el<br />
mantenimiento de las relaciones sociales y de la irradiación de la familia.<br />
Encargadas de la gestión del capital simbólico de las familias, están llamadas a trasladar ese<br />
papel al seno de la empresa, que les confía casi siempre las actividades de presentación y<br />
representación, recepción y acogida, y también la gestión de los grandes rituales<br />
burocráticos que, a semejanza de los rituales domésticos, contribuyen al mantenimiento y al<br />
aumento del capital social de relaciones y capital simbólico. Huelga decir que esas<br />
actividades de exhibición simbólica, que son a las empresas lo que las estrategias de<br />
presentación en sí son a los individuos, exigen, para ser llevadas a cabo decentemente, una<br />
atención extrema a la apariencia física y a las disposiciones a la seducción, que son afines<br />
al papel más tradicional asignado a la mujer. Y es también por una simple extensión del<br />
papel tradicional que se puede confiar a las mujeres las funciones (a menudo subordinadas,<br />
aunque el sector de la cultura sea uno de los pocos en donde pueden ocupar posiciones<br />
directivas) de la producción o el consumo de los bienes y de los servicios simbólicos o, más<br />
precisamente, de señas de distinción, luego los productos o los servicios de belleza<br />
(peluqueras, especialistas en belleza, manicuristas, etc.), hasta los bienes culturales<br />
propiamente dichos.<br />
Agentes privilegiados, al menos en el sentido de la unidad doméstica, de la conversión del<br />
capital económico en capital simbólico, la gestión de los ritos y las ceremonias destinados a<br />
manifestar el rango social de la unidad doméstica, el más típico de los cuales es el salon<br />
littéraire las mujeres juegan un papel determinante en la dialéctica de la presunción y la<br />
distinción que constituye el motor de toda la vida cultural. A través de las mujeres, o mejor<br />
dicho, a través del sentido de la distinción que lleva a unos a alejarse de los bienes<br />
culturales devaluados por la divulgación, o a través de la presunción que lleva a otros a<br />
apropiarse en cada momento de las señales de distinción más visibles del momento, se pone<br />
en marcha esta suerte de máquina infernal en la cual no hay acción que no sea una reacción<br />
a otra acción, agente que sea realmente el sujeto de la acción más directamente orientada<br />
hacia la afirmación de su singularidad. Las mujeres de la pequeña burguesía, de las que se<br />
sabe ponen una gran atención en el cuidado del cuerpo o la cosmética y se preocupan por la<br />
respetabilidad ética y estética,(76) son las víctimas favoritas de la dominación simbólica,<br />
pero también las agentes designadas para turnar los efectos en dirección de las clases<br />
dominadas. Atrapadas por la aspiración de identificarse con los modelos dominantes, las<br />
mujeres se muestran más inclinadas a apropiarse a cualquier precio, muy a menudo a<br />
crédito, de las propiedades distinguidas, distintivas de los dominantes, y a imponerlas, con<br />
el fervor del recién converso, en favor sobre todo del poder simbólico circunstancial que<br />
puede garantizarles su posición en el aparato de producción o circulación de los bienes<br />
culturales.(77) Convendría retomar aquí el análisis de los efectos de dominación simbólica<br />
que se ejercen a través de los mecanismos implacables de la economía de los bienes<br />
culturales para hacer ver que las mujeres que no pueden lograr la emancipación (más o<br />
menos aparente), salvo mediante una participación más o menos activa en la eficacia de<br />
esos mecanismos, están condenadas a descubrir que no pueden alcanzar su liberación real<br />
salvo mediante una subversión de las estructuras fundamentales del campo de la producción<br />
y de la circulación de los bienes simbólicos, como si éste no les diese los visos de libertad<br />
más que para mejor conseguir de ellas la sumisión diligente y la participación activa en un<br />
sistema de explotación y de dominio del cual ellas son las primeras víctimas.(78)<br />
Una libido institucional<br />
La preocupación por la verdad, sobre todo en asuntos que, como las relaciones entre los<br />
sexos, son particularmente vulnerables a la transfiguración mistificadora, obliga a decir<br />
cosas que a menudo están calladas y que tienen muchas posibilidades de ser mal<br />
entendidas, sobre todo cuando parecen reconocer o recortar el discurso dominante. La<br />
revelación, si está dedicada a aparecer a quienes toman partido por los intereses dominantes<br />
como una denuncia parcial e interesada, tiene más posibilidades de ser recusada por otros,<br />
que se dicen críticos, como ratificación del orden establecido en cuanto que el modo más<br />
normal de describir o registrar se inspira a menudo en la intención (subjetiva u objetiva) de<br />
justificar y que el discurso conservador avanza a menudo sus órdenes normativas bajo las<br />
apariencias del acta de comprobación.(79) El conocimiento científico de una realidad<br />
política tiene, necesariamente, efectos políticos que pueden ser de sentido contrario: la<br />
ciencia de una forma de dominio, en este caso el dominio masculino, puede tener por efecto<br />
reforzarlo -en la medida en que los dominantes pueden utilizarla para "racionalizar" los<br />
mecanismos propios para perpetuarla-, o puede tener el resultado de impedirlo, un poco a la<br />
manera de la divulgación de un secreto de Estado, favoreciendo la toma de conciencia y la<br />
movilización de las víctimas. Al igual que para abrir a la escuela una posibilidad real de ser<br />
una "escuela liberadora", como se decía antaño, y no para conservar las cosas como están,<br />
era preciso revelar que la escuela era conservadora, es necesario hoy en día correr el riesgo<br />
de que parezca que se justifica el estado actual de la condición femenina mostrando en qué<br />
y cómo las mujeres, tal como son, es decir, tal como el mundo social las ha hecho, pueden<br />
contribuir a su propia dominación.<br />
Se conocen los peligros a los cuales se halla inexorablemente expuesto todo proyecto<br />
científico que se define con relación a un objeto preconstruido, en especial cuando se trata<br />
de un grupo dominado, es decir, de una "causa" que, como tal, parece hacer las veces de<br />
justificación epistemológica y eximir del trabajo propiamente científico de construcción del<br />
objeto, y los estudios de la mujer, los estudios de las minorías, los estudios sobre<br />
homosexualidad que en la actualidad vienen a sustituir a nuestros estudios populistas de las<br />
"clases populares", están sin duda menos protegidos contra la ingenuidad de los "buenos<br />
sentimientos", que no necesariamente excluye el interés bien entendido por los beneficios<br />
asociados a las "buenas causas", que no tienen porqué justificar su existencia y que además<br />
confieren a quienes se apoderan de ellas un monopolio de hecho (a menudo reivindicado<br />
por la ley), pero llevándolos a encerrarse en una suerte de ghetto científico. Transformar,<br />
sin otra forma de proceso, en problema sociológico el problema social planteado por un<br />
grupo dominado equivale a condenarse a dejar escapar lo que constituye la realidad misma<br />
del objeto, sustituyendo una relación social de dominio por una entidad sustancial, una<br />
esencia, pensada en sí misma y para ella misma, como lo puede ser (y de hecho ya se hace<br />
por medio de los men's studies) la entidad complementaria. Es también, simple y<br />
sencillamente, condenarse a un aislacionismo que sólo puede tener efectos por entero<br />
funestos, cuando conduce por ejemplo a ciertas producciones "militantes" a acreditar a las<br />
fundadoras del movimiento feminista "descubrimientos" que forman parte de los<br />
conocimientos más antiguos y de los que con mayor antigüedad han admitido las ciencias<br />
sociales, como el hecho de que las diferencias sexuales son diferencias sociales<br />
naturalizadas. Si no se trata de excluir de la ciencia, en nombre de no sé qué Wertfreiheit<br />
utópico, la motivación individual y colectiva que suscita la existencia de una movilización<br />
política e intelectual (y cuya ausencia basta para explicar la pobreza relativa de los men's<br />
studies), queda que el mejor de los movimientos políticos está destinado a hacer mala<br />
ciencia y, al final, mala política, si no logra convertir sus pulsiones subversivas en<br />
inspiración crítica, y ante todo de sí mismo.<br />
Esta acción de revelación cuenta con tantas más posibilidades de ser eficaz, simbólica y<br />
prácticamente, cuanto se desempeñe a propósito de una forma de dominio que descansa<br />
casi exclusivamente en la violencia simbólica, es decir, en el desconocimiento, y como tal,<br />
puede ser más vulnerable que otras a los efectos de la destrivialización realizada por un<br />
socioanálisis liberador. Sin embargo, debe hacerse dentro de ciertos límites porque esas<br />
cosas son asunto no de conciencia sino de cuerpo, y los cuerpos no siempre comprenden el<br />
lenguaje de la conciencia, y también porque no es fácil romper la cadena continua de<br />
aprendizajes inconscientes que se logran cuerpo a cuerpo, y con circunloquios, en la<br />
relación a menudo oscura en sí misma entre las generaciones sucesivas.<br />
Sólo una acción colectiva que busque organizar una lucha simbólica capaz de cuestionar<br />
prácticamente todos lo presupuestos tácitos de la visión falonarcisista del mundo puede<br />
determinar la ruptura del pacto casi inmediato entre las estructuras incorporadas y las<br />
estructuras objetivadas que constituye la condición de una verdadera conversión colectiva<br />
de las estructuras mentales, no sólo entre los miembros del sexo dominado sino también<br />
entre los miembros del sexo dominante, que no pueden contribuir a la liberación más que<br />
librando la trampa del privilegio.<br />
La grandeza y la miseria del hombre, en el sentido de vir, estriba en que su libido se halla<br />
socialmente construida como libido dominandi, deseo de dominar a los otros hombres y,<br />
secundariamente, a título de instrumento de lucha simbólica, a las mujeres. Si la violencia<br />
simbólica gobierna al mundo, es que los juegos sociales, desde las luchas de honor de los<br />
campesinos kabilas hasta las rivalidades científicas, filosóficas y artísticas de las señoras<br />
Ramsay de todo tiempo y lugar, pasando por los juegos de guerra que son el límite ejemplar<br />
del resto de los juegos, están hechos de tal modo que (el hombre) no puede entrar en ellos<br />
sin verse afectado por ese deseo de jugar que es asimismo el deseo de triunfar o, por lo<br />
menos, de estar a la altura de la idea y del ideal del jugador atraído por el juego. Esta libido<br />
institucional, que reviste también la forma del superyo, puede conducir también, y a<br />
menudo en el mismo movimiento, a las violencias extremas del egotismo viril así como a<br />
los sacrificios últimos de la abnegación y del desinterés: el pro patria mori nunca es sino el<br />
límite de todas las maneras, más o menos nobles y reconocidas, de morir o vivir por causas<br />
o fines universalmente reconocidos como nobles, es decir, universales.<br />
No se ha visto que, por el hecho de estar excluidas de los grandes juegos masculinos y de la<br />
libido social que se genera, las mujeres suelan inclinarse por una visión de dichos juegos<br />
que no esté tan alejada de la indiferencia que predica la cordura: pero esta visión distante<br />
que les hace percibir, así sea vagamente, el carácter ilusorio de la ilusión y sus apuestas, no<br />
tiene muchas posibilidades de estar en posición de afirmarse en contra de la adhesión que<br />
se impone a ellas, al menos en favor de la identificación con las causas masculinas, y la<br />
guerra contra la guerra que les propone la Lisístrata de Aristófanes, en la cual rompen el<br />
pacto ordinario entre la libido dominandi (o dominantis) y la libido sin más, es un programa<br />
tan utópico que está condenado a servir de tema de comedia.<br />
No podría, sin embargo, sobreestimarse la importancia de una revolución simbólica que<br />
busca trastocar, tanto en los espíritus como en la realidad, los principios fundamentales de<br />
la visión masculina del mundo: hasta tal punto es cierto que la dominación masculina<br />
constituye el paradigma (y a menudo el modelo y la apuesta) de toda dominación, que la<br />
ultramasculinidad va casi siempre de la mano con el autoritarismo político, mientras que el<br />
resentimiento social más cargado de violencia política se nutre de fantasmas<br />
inseparablemente sexuales y sociales (como lo testimonian, por ejemplo, las connotaciones<br />
sexuales del odio racista o la frecuencia de la denuncia de la "pornocracia" entre los<br />
partidarios de revoluciones autoritarias). No debe esperarse de un simple socioanálisis, aun<br />
colectivo, y de una toma de conciencia generalizada, una conversión duradera de las<br />
disposiciones mentales y una transformación real de las estructuras sociales mientras las<br />
mujeres continúen ocupando, en la producción y la reproducción del capital simbólico, la<br />
posición disminuida que es el verdadero fundamento de la inferioridad del estatuto que le<br />
imparten el sistema simbólico y, a través de él, toda la organización social. Todo lleva a<br />
pensar que la liberación de la mujer tiene por condición previa una verdadera maestría<br />
colectiva de los mecanismos sociales de dominación, que impiden concebir la cultura, es<br />
decir, el ascenso y dominación en y por los cuales se instituye la humanidad, salvo como<br />
una relación social de distinción afirmada contra una naturaleza que no es otra cosa que el<br />
destino naturalizado de los grupos dominados, mujeres, pobres, colonizados, etnias<br />
estigmatizadas, etc. Queda claro que, sin estar aún todas y siempre completamente<br />
identificadas con la naturaleza, contraste en relación a la cual se organizan todos los juegos<br />
culturales, las mujeres entran en la dialéctica de la presunción y la distinción en calidad de<br />
objetos más que de sujetos.<br />
NOTAS<br />
1. Lacan, J. Ecrits, Seuil, París, 1966, p.692.<br />
2. El vínculo entre el falo y el logos se encuentra condensado (según una lógica que es la<br />
del sueño) en un juego de palabras característico de la lógica del mito docto. La célebre<br />
descripción de la oposición entre el norte y el mediodía, donde se ha visto la primera<br />
expresión del determinismo geográfico, parece un ejemplo paradigmático de mito docto<br />
destinado a producir ese "efecto ciencia" que he denominado efecto Montesquieu (cfr.<br />
Bourdieu, P. "Le nord et le midi: contribution á une analyse de l'effet Montesquieu", Actes<br />
de la recherche en sciences sociales, núm.35, 1980, pp.21-25). Está asimismo en el juego<br />
de palabras (y en particular a través del doble sentido cargado de sobreentendidos) en el<br />
que los fantasmas sociales del filósofo encontraban la ocasión de manifestarse sin tener<br />
que aceptar su culpa (cfr. Bourdieu, P. L'ontologie politique de Martin Heidegger, Minuit,<br />
París, 1988).<br />
3. Speziale-Bagliacca, R. Sulle spalle di Freud, psicoanalysis e ideologia fallica,<br />
Astrolabio, Roma, 1982, pp.43 y ss.<br />
4. Freud, S. "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos",<br />
en La vie sexuelle, PUF, París, 1977, pp.126 y 131.<br />
5. Llama la atención que el discurso feminista suela caer en el esencialismo que reprocha,<br />
con razón, al "conocimiento masculino" (cfr. Féral, J. Towards a theory of displacement,<br />
en Sub-stance, núm.32, 1981, pp.52-64): no se terminará de recontar los enunciados (de la<br />
forma: la mujer es plural, indefinida) que están dominados por la lógica profunda de la<br />
mitología de la que toman la contrapartida (cfr. Irigaray, L. Speculum, De l'autre femme,<br />
Minuit, París, 1977; Kristeva, J. "La femme, ce n'est jamais ça", en Tel Quel, núm.59,<br />
otoño, 1974, pp.19-25).<br />
6. La antropología comparada, a la cual se puede recurrir, corre el riesgo de perder la<br />
lógica del sistema de las oposiciones pertinentes que no se logra y no se entrega por<br />
completo más que en los límites históricos de una tradición cultural (cfr. Héritier-Augé, F.<br />
"Le sang du guerrier et le sang des femmes. Notes anthropologiques sur le rapport des<br />
sexes", Cahiers du Grif, Tierce, París, invierno 1984-85, p.7-21). En cambio, permite<br />
aparecer lo arbitrario de las oposiciones homólogas en el interior de las cuales la<br />
oposición entre lo masculino y lo femenino se halla sumergida (y naturalizada por el efecto<br />
de la coherencia sistémica). Así, entre los inuit, la luna es un hombre y el sol es su<br />
hermana, las cualidades que la tradición mediterránea atribuye a la mujer (como el frío, lo<br />
crudo) y la naturaleza se asignan al hombre, mientras que el calor, lo cocido y la cultura<br />
se asocian a la mujer, lo que no impide a los inuit relegar a la mujer al universo doméstico<br />
y minimizar al máximo su papel en la procreación (cfr. Saladin d'Anglure, citado por<br />
Héritier-Augé, op cit.).<br />
7. Sobre el cuerpo y la práctica ritual como conservatorios (y no "memoria") para<br />
transmitir y conservar el pasado véase: Bourdieu, P. Le sens pratique, Minuit, París, 1980,<br />
sobre todo la primera parte, capítulo 4.<br />
8. Cfr. Peristiany, J. (ed.) Honour and shame: the values of mediterranean society,<br />
Chicago University Press, 1974; Pitt-Rivers, J. Mediterranean countrymen. Essays in the<br />
social anthropology of the Mediterranean, Mouton, París-La Haya, 1963.<br />
9 Cfr. Gennep, Van. Manuel de folklore français contemporain, Picard, París, 3 vols.,<br />
1937-1958.<br />
10. Du Bois, P. Sowing the body, psychoanalysis and ancient representations of women,<br />
Chicago University Press, 1988. Svenbro, J. Phrasikleia: anthropologie de la lecture en<br />
Gréce ancienne, La Decouverte, París, 1988.<br />
11. En la cual, por ejemplo, Michel Foucault se encierra cuando, en el segundo volumen de<br />
su Historia de la sexualidad, opta por iniciar con Platón su indagación acerca de la<br />
sexualidad y el sujeto, ignorando autores como Homero, Hesíodo, Esquilo, Sófocles,<br />
Herodoto o Aristófanes, por no mencionar los filósofos presocráticos, entre quienes aflora<br />
con mayor claridad el viejo sustrato mediterráneo.<br />
12. Bourdieu, P. "Lecture, lecteurs, lettrés, littérature", en Choses dites, Minuit, París,<br />
1987, pp.132-143.<br />
13. Como el tratado de cirugía que analiza Marie-Christine Pouchelle en Corps et<br />
chirurgie á l'apogée du Moyen-Age, Flammarion, París, 1983.<br />
14. No sería oportuno hablar aquí de ideología. Si las prácticas rituales y los discursos<br />
míticos cumplen incuestionablemente una función legitimadora, jamás encuentran su<br />
principio, contrariamente a las afirmaciones de ciertos antropólogos empeñados en<br />
legitimar el orden social. Es notable que la tradición kabila, no obstante organizada según<br />
la división jerárquica entre los sexos, no propone mitos justificatorios de esta diferencia<br />
(salvo tal vez el mito del nacimiento de la cebada, cfr. Bourdieu, Le sens pratique, op cit.,<br />
p.128, y el mito que trata de racionalizar la posición "normal" del hombre y de la mujer en<br />
el acto sexual). La concepción que imputa los efectos de legitimación a acciones<br />
intencionalmente orientadas a la justificación del orden establecido no vale ni para las<br />
sociedades diferenciadas, en las cuales las acciones de legitimación más eficientes son<br />
dejadas a instituciones como el sistema escolar y a mecanismos que aseguran la<br />
transmisión hereditaria del capital cultural. En Kabilia todo el orden social funciona como<br />
una inmensa máquina simbólica fundada en la dominación masculina.<br />
15. Sobre la estructuración del espacio interior de la casa ver: Bourdieu, P. Le sens<br />
pratique, op cit., pp.441-461, y sobre la organización de la jornada, pp.415-421.<br />
16. Aunque no todas las sociedades han sido estudiadas, y las que lo han sido no<br />
necesariamente han buscado aclarar la naturaleza de la relación entre los sexos, no es<br />
descabellado pensar que, con toda probabilidad, la supremacía masculina es universal<br />
(cfr. Héritier-Augé, op cit.).<br />
17. Es lo que dice la lengua cuando, por hombre, entiende no sólo al ser humano varón<br />
sino al ser humano en general, y emplea el género masculino para hablar de la<br />
humanidad. La fuerza de la evidencia dóxica se observa en que esta monopolización<br />
gramatical de lo universal, hoy en día reconocida, no aparece en su verdad sino después<br />
de la crítica femenina.<br />
18. Para un cuadro detallado de la distribución de las actividades entre los sexos, véase:<br />
Bourdieu, P. Le sens pratique, op cit., p.358.<br />
19. Las pláticas y las observaciones realizadas en el marco de nuestras investigaciones<br />
sobre el mercado de la casa permiten verificar que, todavía en la actualidad y cerca de<br />
nosotros, la lógica de la división de las tareas, nobles o triviales, entre los sexos, conducía<br />
a menudo a un reparto de los papeles que deja a la mujer el cuidado de hacer las compras<br />
ingratas, como preguntar los precios, verificar las facturas, pedir las rebajas, etc. (cfr.<br />
Bourdieu, P. "Un contrat sous contrainte", en Actes de la recherche en sciences sociales,<br />
núm.81-82, marzo de 1990, pp.34-51).<br />
20. La "intuición femenina" es un caso particular de la lucidez especial de los dominados<br />
que ven más de lo que son vistos. Cfr. Van Stolk, A. y C. Wouters. "Power changes and selfrespect:<br />
a comparison of two cases of established-outsiders relations", en Theory, culture<br />
and society, núm.4, 1987, pp.477-488. Los mismos autores sugieren que los homosexuales,<br />
habiendo sido criados como heterosexuales, han interiorizado el punto de vista dominante,<br />
por lo que pueden adoptar ese punto de vista sobre ellos mismos (lo que los condena a una<br />
discordancia cognitiva y valuativa que podría explicar su lucidez especial), y pueden<br />
comprender mejor el punto de vista de los dominantes de lo que éstos alcanzan a entender<br />
el suyo.<br />
21. Se puede preguntar si, como sugiere la definición de los diccionarios, la virtud no es<br />
identificada con la "castidad" o la "fidelidad sentimental o conyugal". Como siempre, la<br />
relación entre dominantes y dominados no es simétrica: se concede tanto más a los<br />
hombres la potencia sexual y su ejercicio legítimo cuanto que son más poderosos<br />
socialmente (salvo, tal vez, como lo han mostrado algunos escándalos recientes, en<br />
Estados Unidos), mientras que la virtud de las mujeres es tanto más controlada, de hecho y<br />
de derecho, en la mayoría de las sociedades, cuanto más ocupen un rango social más<br />
elevado.<br />
22. Sobre esta relación y las condiciones de su funcionamiento véase: Bourdieu, P. Le sens<br />
pratique, op cit., pp.266-268.<br />
23. Ya desarrollé ese punto en Esquisse d'une théorie de la pratique, Droz, Ginebra,<br />
pp.195-196, y en Le sens pratique, pp.115-116.<br />
24. Entre ellos las etnias estigmatizadas por el hecho de su origen étnico o religioso,<br />
marcado o no por algún rasgo físico -por ejemplo, el color de la piel-, representan el caso<br />
límite.<br />
25. Es el tipo de elección que toman, de manera más o menos consciente, quienes,<br />
preocupados por la rehabilitación, quieren a toda costa hablar de "cultura popular".<br />
26. Sobre la institución de una nobleza escolar a través de la fractura instaurada por el<br />
concurso y el trabajo de imposición y de inculcación realizado por la institución escolar,<br />
véase: Bourdieu, P. La noblesse d'Etat, Minuit, París, 1989.<br />
27. Sobre las razones que me han llevado a sustituir la noción de rito de institución<br />
(palabra que debe entenderse en el sentido a la vez de lo que está instituido -la institución<br />
del matrimonio- y del acto de instituir, la institución del heredero) a la noción de rito de<br />
paso, que debe su éxito inmediato al hecho de que no es una premonición de sentido común<br />
convertida en concepto de conducta cuerda. Véase: Bourdieu, P. "Les rites d'institution",<br />
en Ce que parler veut dire, Fayard, París, 1982, pp.121-134.<br />
28. La tradición europea, que permanece viva en el inconsciente masculino europeo<br />
contemporáneo, asocia el valor físico o moral con la virilidad y, al igual que la tradición<br />
bereber, establece explícitamente un vínculo entre el volumen de la nariz (nif), símbolo del<br />
pundonor, y el supuesto tamaño del falo.<br />
29. El lazo morfológico, a primera vista sorprendente, entre abbuch, el pene, y thabbucht,<br />
el seno, puede explicarse por el hecho de que representan dos manifestaciones de la<br />
plenitud vital,<br />
de lo vivo que da vida, a través del esperma y la leche. (Igual relación entre thamellalts, el<br />
huevo, símbolo por excelencia de la fecundidad femenina, e imellalen, los testículos).<br />
30. Cfr. Bourdieu, P. Le sens pratique, op cit., pp.412-415.<br />
31. Cfr. Bourdieu, P. Ibidem, pp.452-453 (sobre los esquemas lleno/vacío y sobre el<br />
llenado) y también p.397 (sobre la serpiente).<br />
32. Se observa que no se puede comprender la percepción ordinaria en su verdad salvo a<br />
condición de exceder la alternativa del constructivismo idealista y del objetivismo realista.<br />
33. Cfr. Bourdieu, P. Le sens pratique, op cit., pp.426 y ss.<br />
34. Estas palabras están empapadas de tabú, así como los términos anodinos en apariencia<br />
como duzan, los asuntos, los utensilios; laqul, la vajilla; lah'wal, los ingredientes, o<br />
azaakuk, la cola, que les sirven con frecuencia de sustitutos eufemísticos.<br />
35. Sartre, J.P. L'etre et le néant, Gallimard, París, 1943, p.706.<br />
36. Ibidem, pp.699-701; subrayados del autor.<br />
37. Ibid., p.701.<br />
38. Ibid., p.702.<br />
39. Pouchelle, M. Corps et chirurgie á l'apogée du Moyen-Age, Flammarion, París, 1983.<br />
Como Marie-Christine Pouchelle, que muestra que el hombre y la mujer son dos variantes,<br />
superior e inferior, de la misma fisiología, Thomas Laqueur estableció que hasta el<br />
Renacimiento no se dispone de términos anatómicos para describir en detalle al sexo de la<br />
mujer, que se le representa como compuesto de los mismos órganos que el del hombre,<br />
pero organizados de otra forma (cfr. Laqueur, Th. "Orgasm, generation and the politics of<br />
reproductive biology", en C. Gallagherand y Th. Laqueur (eds.), The making of the modern<br />
body: sexuality and society in the nineteenth century, University of California Press,<br />
Berkeley, 1987).<br />
40. Yvonne Knibiehler muestra cómo, al prolongar el discurso de los moralistas como<br />
Roussel, los anatomistas de principios del siglo XIX, sobre todo Virey, tratan de encontrar<br />
en el cuerpo de la mujer la justificación del estatuto social que le asignan en nombre de las<br />
oposiciones tradicionales entre el interior y el exterior, la sensibilidad y la razón, la<br />
pasividad y la actividad (cfr. Knibiehler, Y. "Les médecins et la nature femenine au temps<br />
du Code<br />
Civil", en Annales, núm. 31, 1976, pp.824-845).<br />
41. Laqueur, Th. W. "Amor Veneris, Vel Dulcedo Appeletur", en M. Feher con R. Naddaf y<br />
N. Tazi (eds.), Zone, Parte III, Zone, Nueva York, 1989.<br />
42. Según Charles Malamoud, el sánscrito emplea para calificarla la palabra Viparita, que<br />
es utilizada también para designar el mundo al revés, en sentido de arriba a abajo.<br />
43. Ese mito fue recopilado en 1988 por Tassadit Yacine (le agradezco que me lo haya<br />
querido comunicar).<br />
44. El simple uso de la palabra sexualidad puede fomentar una lectura etnocéntrica. En<br />
ese mundo que se podría decir enteramente sexualizado, nada es propiamente hablando<br />
sexual en el sentido moderno, y secularizado, del término: además de otras razones por las<br />
que las realidades sexuales no están constituidas en estado separado, en ellas mismas<br />
(como, por ejemplo, en la intención erótica), y están entrelazadas en el sistema de las<br />
oposiciones que organizan todo el cosmos.<br />
45. Como lo muestra bien Yvette Delsaut en un texto inédito, es mediante un trabajo muy<br />
semejante de formación o, mejor aún, de reforma del cuerpo y de los usos del cuerpo, las<br />
elecciones estéticas, vestimentas y cosméticas, que la institución escolar trataba de<br />
imponer ambiciones, pero encerrándolas en sus propios límites, a las hijas de las clases<br />
"modestas" que destinaba a la profesión de institutriz (cfr. Delsaut, Y. "Carnets de<br />
socioanalyse, 2: Une photo de classe", en Actes de la recherche en siciences sociales,<br />
núm.75, noviembre de 1988, pp.83-96).<br />
46. Sobre la palabra qabel, él mismo vinculado a las orientaciones más fundamentales de<br />
toda la visión del mundo, véase: Bourdieu, P. Le sens pratique, op cit., p.151.<br />
47. Toda la ética (por no hablar de la estética) participa del conjunto de los adjetivos<br />
fundamentales (elevado/bajo, derecho/torcido, rígido/flexible) de los cuales una buena<br />
parte designa asimismo posiciones o disposiciones del cuerpo, o de tal o cual de sus partes.<br />
48. Como se ha podido apreciar en el mito original, donde descubría con estupor el sexo<br />
de la mujer y el placer (sin reciprocidad) que se le revelaban, el hombre se sitúa, en el<br />
sistema de las oposiciones que lo unen a la mujer, del lado de la buena fe y de la<br />
ingenuidad (niya), antítesis perfectas de la astucia diabólica (that'raymith).<br />
49. Primero, al menos en el caso de las sociedades norteafricanas, sobre el plano físico,<br />
como lo certifica el testimonio, recogido en 1962, de un farmacéutico de Argel, es muy<br />
frecuente y común entre los hombres recurrir a los afrodisíacos, por otra parte presentes<br />
en la farmacopea tradicional. La virilidad es la prueba de una forma más o menos<br />
disfrazada de juicio colectivo, con ocasión de los ritos de desfloración de la recién casada,<br />
pero también a través de las conversaciones femeninas que, como lo prueban los. registros<br />
que llevé a cabo, en los años sesenta, ocupan un lugar destacado en las cosas sexuales y en<br />
las proezas o fallas de la virilidad. En las sociedades diferenciadas, donde la fuerza de la<br />
diferenciación social tiende a disminuir cuando se asciende en la jerarquía social (o, al<br />
menos, hacia las regiones del campo del poder), el peso de la carga viril se ejerce<br />
particularmente sobre los dominados que enfrentan cada vez más a menudo exigencias<br />
imposibles.<br />
50. Toda la moral del honor no es más que el desarrollo de esta fórmula fundamental de la<br />
illusio viril.<br />
51. Virginia Woolf tenía conciencia de la paradoja, que no sorprenderá a quienes tienen de<br />
la literatura, y de sus propias vías de verdad, una visión simplista: "Prefiero, siempre que<br />
la verdad sea importante, escribir ficción" (Woolf, V. The pargiters, Harcourt Brace<br />
Jovanovich, Nueva York, 1977, p.9). Más aún: "Es probable que la ficción aquí contenga<br />
más verdad que hechos" (Woolf, V. A room of one's own, Leonard y Virginia Woolf,<br />
Londres, 1935, p.7).<br />
52. Woolf, V. To the lighthouse. En México se puede conseguir una traducción de esta<br />
obra: Al faro, Antonio Marichalar (trad.), Hermes/Sudamericana, México, 1987 (n.<br />
53. La palabra paterna se sitúa espontáneamente en la lógica de la predicción conjuradora<br />
o profiláctica, que anuncia el futuro temido para exorcizarlo, y también como una amenaza<br />
("terminarás mal", "nos deshonrarás a todos", "no lograrás jamás tu bachillerato") y cuya<br />
confirmación mediante los hechos ofrece la ocasión de un triunfo retrospectivo ("te lo<br />
dije"), compensación encantada del sufrimiento causado por la decepción de no haber sido<br />
sacado del error ("esperaba que me hicieras mentir").<br />
54. Y también, si se quiere, la respuesta de la señora Ramsay, que opone al veredicto<br />
paterno un cuestionamiento de la necesidad o una afirmación de la contingencia fundadas<br />
en un puro acto de fe: "Pero tal vez haga buen tiempo, creo que lo hará".<br />
55. "Si James hubiera tenido a su alcance una hacha, un atizador o cualquier otro<br />
instrumento susceptible de clavarse en el pecho de su padre y de matarlo ahí mismo, de un<br />
golpe, lo habría hecho. Tales, así de extremas, eran las emociones que el señor Ramsay<br />
hacía nacer en el corazón de sus hijos con su sola presencia cuando estaba ante ellos,<br />
presente a su manera, delgado como un junco, estrecho como una hoja de cuchillo, con la<br />
sonrisa sarcástica que provocaba en él no sólo el placer de desilusionar a su hijo y<br />
ridiculizar a su mujer, no obstante superior a él en todos los aspectos (a ojos de James),<br />
sino además de la secreta vanidad sacada de la rectitud de su propio juicio".<br />
56. To the lighthouse, pp.10-11; cursivas del autor.<br />
57. Ibidem, pp.45-46; cursivas del autor.<br />
58. "[...] sin replicar, y adoptando la actitud de una persona aturdida y cegada, ella<br />
inclinó la cabeza [...] No había nada que decir".<br />
59. Esto se aprecia en la participación que las mujeres jóvenes de las clases populares<br />
prestan a las pasiones deportivas de "su" hombre, y que, por su carácter decisorio y<br />
afectivo, no puede aparecer a los hombres más que como frívola, hasta absurda, por la<br />
misma razón, por otra parte, que la actitud opuesta, más frecuente en el matrimonio, es<br />
decir, la hostilidad celosa en cuanto a una pasión por cosas a las cuales no tienen acceso.<br />
60. La función protectora de la señora Ramsay es evocada en varias ocasiones, sobre todo<br />
a través de la metáfora de la gallina que aletea para proteger a sus polluelos: "tomaba<br />
bajo su protección la totalidad del sexo que no era el suyo y eso por razones que no<br />
alcanzaba a explicar".<br />
61. Al evocar explícitamente el veredicto a propósito del paseo al faro y al pedir perdón a<br />
la señora Ramsay por la brutalidad con la cual la ha asestado (él le hace cosquillas "no<br />
sin cierta timidez, en las piernas desnudas de su hijo"; propone "muy humildemente" ir a<br />
pedir consejo a los guardias costeros), el señor Ramsay traiciona que esta negativa<br />
rotunda tiene que ver con la escena ridícula y con el juego de la illusio y de la desilusión.<br />
62. Se descubre más tarde que ella conocía perfectamente el punto sensible en que su<br />
marido podía en cualquier momento ser conmovido: "Ah, ¿pero cuánto crees que<br />
durará? preguntó alguien. Es como si ella tuviera antenas que se proyectaban hacia afuera<br />
temblando y que, al interceptar ciertas frases, llamara la atención sobre éstas. Esta era<br />
una de ellas. Sintió el peligro proveniente de su marido. Una pregunta de ese tipo llevaría,<br />
estaba casi segura, a alguna afirmación que le haría pensar en lo que su propia carrera<br />
había tenido de fallido. ¿Cuánto tiempo continuaría leyendo? se preguntaría al<br />
instante".<br />
63. Ibid., p.126.<br />
64. Woolf, V. Tres guineas.<br />
65. Ibidem.<br />
66. "[...] su madre mirándolo guiar diestramente las tijeras en torno al refrigerador, lo<br />
imaginaba sentado en un sillón de juez, todo de rojo y armiño, o en vías de dirigir alguna<br />
empresa seria en un momento crítico del gobierno de su país".<br />
67. Kant, E. Antropología desde el punto de vista pragmático. En la continuación del texto,<br />
Kant, por una de esas "degradaciones encadenadas" que traicionan las asociaciones del<br />
inconsciente, pasa de las mujeres a las "masas", de la renuncia que está inscrita en la<br />
necesidad de delegar a la "docilidad" que conduce a los pueblos a dimitir en beneficio de<br />
"padres de la patria".<br />
68. Esto contra la tendencia a encerrar todos los intercambios sexuales del universo<br />
burocrático, sobre todo entre patrones y secretarias, en la alternativa del "acoso sexual"<br />
(sin duda aún subestimado por las denuncias más "radicales") y del uso cínico e<br />
instrumental del encanto femenino como instrumento de poder. El efecto mismo del<br />
encanto que es inherente al poder consiste en impedir discernir, en una relación afectiva (o<br />
sexual) entre personas de rango estatutario diferente, la parte del constreñimiento y la<br />
parte de la seducción. Cfr. Pringle, R. Secretaries talk, sexuality, power and work, Allen<br />
and Unwin, Londres/Nueva York, 1988, en especial las pp.84-103.<br />
69. "Luego decía: `Dios mío'. Añadía: `Mañana seguramente llueve'. Decía: `No lloverá'. Y<br />
he aquí que una perspectiva divina de seguridad se abría instantáneamente ante ella. No<br />
había nadie a quien reverenciara tanto" (To the lighthouse).<br />
70. "Las mujeres por siglos sirvieron a los hombres de espejos, poseían el poder mágico y<br />
delicioso de reflejar una imagen del hombre dos veces más grande que la naturaleza"<br />
(Woolf, V. A room of one' own, op cit.).<br />
71. En la medida en que ella se inspira en la intención de romper con las impresiones<br />
superficiales "torciendo la batuta en el otro sentido", esta evocación de la visión femenina<br />
del papel bueno corresponde a un estado de la división del trabajo entre los sexos que, en<br />
numerosos puntos, está superado, en especial con la abolición de la segregación sexual en<br />
la escuela y en muchos otros lugares públicos y con el acceso de una parte cada vez más<br />
importante de la población femenina a la enseñanza superior y a la vida profesional (a<br />
veces en posiciones tradicionalmente consideradas masculinas), tanto como de cambios<br />
que implican el deterioro del modelo tradicional de la mujer en el hogar y en la vida<br />
doméstica, sin hablar del efecto, indiscutible aunque diferenciado socialmente, de las<br />
luchas feministas que se constituyen como políticas, es decir, como posibilidad de<br />
cuestionar y transformar, las diferencias naturalizadas del orden antiguo. Queda que, en la<br />
situación de transición, el estado arcaico que ha sido evocado aquí sobrevive todavía<br />
mucho tiempo en las prácticas y en las disposiciones inconscientes.<br />
72. Cfr. Thomas, J. "Women and capitalism: oppression or emancipation? A review<br />
article", en Comparative studies in society and history, núm.30, 1988, pp.534-549.<br />
73. Cfr. Bourdieu P. y M. de Saint Martin. "Le patronat", en Actes de la recherche en<br />
sciences sociales, núm.20-21, 1978, pp.3-82.<br />
74. La tesis de Mary O'Brien según la cual la dominación masculina es producto del<br />
esfuerzo de los hombres para superar su alienación de los medios de reproducción de la<br />
especie y para restablecer la primacía de la paternidad disimulando el trabajo real de las<br />
mujeres en el parto, omite señalar ese trabajo "ideológico" en sus bases, es decir, en las<br />
constricciones del mercado de los bienes simbólicos y en la necesaria subordinación de la<br />
reproducción biológica a las necesidades de la reproducción del capital simbólico. Cfr.<br />
O'Brien, M. The politics of reproduction, Routledge and Kegan Paul, Londres, 1981.<br />
75. Scott, J. W. "L'ouvriére, mot impie, sordide", Le discours de l'économie politique<br />
française sur les ouvriéres (1840-1860), en Actes de la recherche en sciences sociales,<br />
núm.83, junio de 1990, pp.2-15 (en especial p.12).<br />
76. Cfr. Bourdieu, P. La distinction, Critique sociale du jugement, Minuit, París, 1979,<br />
pp.226-229; Ce que parler veut dire, op cit.<br />
77. Cfr. Bourdieu, P., con la colaboración de S. Bouhedja, R. Christin y C. Givry, "Un<br />
placement de pére de famille. La maison individualle: specificité du produit et logique du<br />
champ de production", en Actes de la recherche en sciences sociales, núm.81-82, marzo de<br />
1990, pp.6-33.<br />
78. Se podría mostrar que toda una serie de estrategias de subversión propuestas por el<br />
movimiento feminista (como la defensa del aspecto natural o la denuncia del uso de la<br />
mujer como instrumento de exhibición simbólica, sobre todo en la publicidad) descansan<br />
en la intuición de los mecanismos evocados aquí. Pero esta intuición parcial debería<br />
extenderse a situaciones en las cuales las mujeres pueden tener toda la apariencia de<br />
ejercer las responsabilidades de un agente que actúa al mismo tiempo que permanecen<br />
prisioneras de una relación instrumental.<br />
79. El texto de Kant citado aquí ofrece un ejemplo notable de este efecto retórico.<br />
Pierre Bourdieu. Sociólogo francés. Profesor en la Escuela de Altos Estudios en<br />
Ciencias Sociales, director del Centro de Sociología Europea y de la revista<br />
Actes de la recherche en sciences sociales, París, Francia.<br />
1 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Colección Pedagógica Universitaria<br />
No. 37-38<br />
enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción y modos de<br />
dominación1<br />
Pierre Bourdieu<br />
Una de las preguntas más importantes respecto del mundo social es la de saber<br />
por qué y cómo este mundo dura, persevera en el ser; cómo se perpetúa el orden<br />
social, es decir, el conjunto de relaciones de orden que lo constituyen. Para<br />
responder verdaderamente a esta pregunta, hay que rechazar tanto la visión<br />
“estructuralista” –según la cual las estructuras, llevando consigo el principio de su<br />
propia perpetuación, se reproducen con la colaboración obligada de los agentes<br />
subordinados a sus presiones–, como la visión interaccionista o etnometodológica<br />
(o más generalmente marginalista) –según la cual el mundo social es el producto<br />
de actos de construcción que los agentes operan, en cada momento, en una<br />
especie de “creación continua”. Hace falta, en otros términos, rechazar la pregunta<br />
sobre si los signos de sumisión que los subordinados conceden continuamente a<br />
sus superiores hacen y rehacen sin cesar la relación de dominación o si, a la<br />
inversa, la relación objetiva de dominación impone los signos de sumisión. De<br />
hecho, el mundo social está dotado de un conatus, como decían los filósofos<br />
clásicos, de una tendencia a perseverar en el ser, de un dinamismo interno, inscrito<br />
a la vez en las estructuras objetivas y en las estructuras “subjetivas”, las<br />
disposiciones de los agentes, y continuamente conservado y sostenido por acciones<br />
de construcción y reconstrucción de las estructuras que dependen en su principio<br />
de la posición ocupada en las estructuras por aquellos que las llevan a cabo. Toda<br />
sociedad descansa sobre la relación entre dos principios dinámicos, que son<br />
desigualmente importantes según las sociedades y que están inscritos, uno, en<br />
las estructuras objetivas, y más precisamente, en la estructura de la distribución<br />
del capital y en los mecanismos que tienden a asegurar la reproducción; el otro, en<br />
2 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
las disposiciones (a la reproducción); y es en la relación entre estos dos principios<br />
que se definen los diferentes modos de reproducción, y en particular las estrategias<br />
de reproducción que les caracterizan.<br />
Antes de entrar en abstracciones, inevitables, del intento de formalización o,<br />
si esto no fuere demasiado enfático, de axiomatización a la cual voy a dedicarme<br />
frente a ustedes, quisiera recordar brevemente las condiciones en las cuales<br />
nacieron y se desarrollaron las reflexiones teóricas que me han conducido a construir<br />
el concepto de sistema de estrategias de reproducción. Me parece necesario,<br />
especialmente por la presencia de un auditorio perteneciente en su mayoría a otra<br />
disciplina –la historia– y a otra tradición intelectual nacional, hacer explícito el<br />
contexto histórico en el cual –y contra el cual– he sido impelido a pensar toda una<br />
clase de acciones como estrategias –y no como la puesta en obra de reglas–<br />
objetivamente orientadas hacia la reproducción de ese cuerpo social que es la<br />
familia (o la “casa”) constituyendo un sistema.<br />
Pero más que los malentendidos inherentes a la comunicación<br />
interdisciplinaria e internacional, temo aquellos que pueden resultar de la<br />
desrealización que produce la formalización. Frecuentemente pensé, por ejemplo,<br />
que el pensamiento de Max Weber ha sufrido mucho por lecturas teoricistas<br />
favorecidas por las tentativas de formalización que él mismo presentó, al final de<br />
su vida, en Wirtschaft und Gesellschaft, y que muchas de las deformaciones que<br />
su obra ha soportado hubieran sido evitables si muchos de sus lectores (por<br />
ejemplo Talcott Parsons) hubieran tenido una visión más exacta del contexto<br />
histórico específico (el espacio de los posibles científicos) respecto del cual se<br />
constituyó su pensamiento y de las investigaciones históricas en las cuales se<br />
afirmó. Por otro lado, en la medida que los principios de error contra los cuales<br />
han sido construidos se mantienen vigentes, los conceptos más rigurosamente<br />
controlados están expuestos a ser el objeto de empleos distraídos y superficiales<br />
que, como sucede cotidianamente a nociones como capital cultural o capital<br />
simbólico, tienden a destruir el poder de ruptura que encierran.<br />
No es fácil reconstituir de manera exacta el espacio de posibles teóricos<br />
frente al cual estaba colocado cuando, en los años sesenta, comencé a<br />
interesarme, a propósito del caso de Kabylia y del Béarn, en la lógica de los<br />
3 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
intercambios matrimoniales y las prácticas testamentarias. Lo que es seguro es<br />
que estaba dominado por la visión estructuralista que, a favor de la noción de regla,<br />
podía dar las apariencias de una revolución teórica a una restauración del juridicismo<br />
que, desde el origen, había frecuentado las investigaciones etnológicas en materia<br />
de teorías sobre el parentesco, como lo ha mostrado Louis Dumont, pero también<br />
y sobre todo en materia de teorías de la devolución de los bienes. Es típica de esta<br />
visión la lectura que Emmanuel Le Roy Ladurie hará de los trabajos de Jean Yver<br />
que conducen a definir áreas geográficas al interior de las cuales se imponen<br />
normas testamentarias inflexibles, dejando sin ningún lugar a los acomodos y a<br />
las negociaciones.2 Sin duda porque participé de esa mood teórica,<br />
incontestablemente ligada al prestigio extraordinario que entonces detentaba, a<br />
los ojos de todos los investigadores en ciencias sociales, la obra de Claude Lévi-<br />
Strauss, y particularmente Las estructuras elementales del parentesco, yo había<br />
intentado, en un primer trabajo sobre el caso de Béarn, construir un modelo ligando<br />
los intercambios matrimoniales a las tradiciones testamentarias.3 Pero un estudio<br />
más profundo de matrimonios concretos, y en particular de separaciones, tanto en<br />
Kabylia como en Béarn, me condujo poco a poco a poner en duda la visión<br />
estructuralista, que tal vez debía una parte de su seducción al hecho de reducir el<br />
funcionamiento social a una suerte de mecanismo de relojería, puesto al día por<br />
una especie de Dios relojero, exterior y superior a su creación. Me parecía, en<br />
efecto, que tanto en el caso de Kabylia como en Béarn, la norma oficial, el<br />
“matrimonio preferencial” con la prima paralela o el derecho de primogénito, no era<br />
más que una de las presiones, y no la más imperativa, con las cuales los agentes<br />
debían contar para concebir sus estrategias testamentarias o matrimoniales; y por<br />
tanto debía abandonar la visión altiva y la “mirada distante” que caracterizaban la<br />
visión estructuralista para colocarme, a través de un cambio radical de “paradigma”<br />
(en el sentido de Kuhn), simbolizado por el recurso a la noción de estrategia, al<br />
principio mismo de la práctica, en el punto de vista de los agentes –lo que no<br />
quiere decir, como a veces lo ha sugerido Lévi-Strauss, en su conciencia, por una<br />
regresión hacia una fenomenología subjetivista, que sirve de fundamento a una<br />
visión ingenuamente “espontaneísta” del orden social.4 Este cambio de la relación<br />
a los agentes –menos distante– y a la práctica –menos intelectualista– implicaba<br />
una transformación profunda de la perspectiva sobre las prácticas, es decir, la<br />
construcción de una teoría de la práctica fundada en una teoría reflexiva de la<br />
4 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
mirada teórica (o del “scholastics bias”) que implicaba una transformación profunda<br />
de la manera de realizar la investigación sobre las estrategias matrimoniales y<br />
testamentarias. Es así, por ejemplo, que en el caso de Kabylia, pude mostrar, con<br />
Abdelmalek Sayad, que ese elemento fundamental del capital simbólico que es el<br />
nombre propio era la apuesta de estrategias extremadamente complejas, tanto<br />
para los ascendentes como entre los descendientes –estrategias que otros han<br />
podido observar en lugares y tradiciones muy diferentes.5 Hablar de apuestas,<br />
exige abandonar la lógica mecanicista de la estructura por la lógica dinámica y<br />
abierta del juego, y obligarse a tomar en cuenta, para comprender cada nueva<br />
jugada, toda la serie de jugadas anteriores, tanto en materia matrimonial como en<br />
materia testamentaria. Es obligarse a reintroducir el tiempo –que Leibniz definía<br />
como “el orden de las sucesiones”– y también, a la manera de los mismos agentes,<br />
el conjunto (o el sistema) de estrategias de todos los tipos, matrimoniales y<br />
testamentarias, pero también económicas, educativas, etc., que están en el principio<br />
del estado del juego y del poder sobre el juego, y, a través de él, de toda nueva<br />
estrategia.<br />
El cuerpo de proposiciones teóricas que voy a intentar exponer se apoya<br />
sobre toda una serie de análisis históricos muy precisos de las estrategias que,<br />
en contextos muy diferentes, agentes muy distintos –los campesinos kabyles o<br />
de Béarn, los líderes de las industrias preocupados por asegurar la perpetuación<br />
de su empresa o de los empleados deseosos de transmitir su capital cultural<br />
asegurando su conversión en capital escolar– aplican, y a través de las cuales se<br />
completa el conatus de la unidad doméstica. Lo mismo que los análisis llamados<br />
etnológicos que llevé a cabo a propósito de Béarn o de Kabylia no han dejado de<br />
orientar mis investigaciones sobre las estrategias educativas que las diferentes<br />
categorías sociales ponen en marcha, hoy día, en todas las sociedades avanzadas,<br />
para reproducir su posición en el espacio social, esos análisis llamados sociológicos<br />
me han permitido comprender más adecuadamente las transformaciones de las<br />
estrategias matrimoniales de las sociedades rurales que han estado determinadas<br />
por la unificación del mercado de bienes simbólicos y por la transformación profunda<br />
del sistema de mecanismos de reproducción, ligado al crecimiento extraordinario<br />
del peso del sistema escolar.6<br />
5 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
Se puede armar una especie de cuadro de las grandes clases de estrategias<br />
de reproducción (engendradas por esas disposiciones) que se encuentran en todas<br />
las sociedades, pero con pesos diferentes (según el grado de objetivación del<br />
capital) y bajo formas que varían según la naturaleza del capital que trata de<br />
transmitirse y el estado de los mecanismos de reproducción disponibles (por<br />
ejemplo, las tradiciones testamentarias). Esta construcción teórica permite restaurar<br />
en el análisis científico la unidad de prácticas que son casi siempre aprehendidas<br />
en orden disperso y separadas por ciencias diferentes (derecho, demografía,<br />
economía, sociología).<br />
Aunque sean, en la práctica, interdependientes y estén entremezcladas, uno<br />
puede distribuir las estrategias de reproducción en algunas grandes clases. Entre<br />
las estrategias de inversión biológica, las más importantes son las estrategias de<br />
fecundidad y las estrategias profilácticas. Las primeras son estrategias a muy<br />
largo plazo, que comprometen todo el futuro de la descendencia y de su patrimonio,<br />
y tienen por objeto controlar la fecundidad, es decir, el aumento o la reducción del<br />
número de hijos, y por tanto, la fuerza del grupo familiar, pero también el número de<br />
pretendientes potenciales del patrimonio material y simbólico: según el estado de<br />
medios disponibles, ellas pueden tomar caminos directos, con las técnicas de<br />
control de nacimientos, o indirectas, con el matrimonio tardío o el celibato, por<br />
ejemplo, que tienen la doble ventaja de impedir la reproducción biológica y de<br />
excluir (al menos en los hechos) de la herencia (es la función de orientación hacia<br />
el sacerdocio de algunos de los hijos en las familias aristocráticas o burguesas<br />
bajo el Antiguo Régimen, o del celibato de los hijos menores en ciertas tradiciones<br />
campesinas favoreciendo al primogénito). Las estrategias profilácticas están<br />
destinadas a mantener el patrimonio biológico asegurando los cuidados continuos<br />
o discontinuos destinados a mantener la salud o a eludir la enfermedad y, más<br />
generalmente, asegurando una gestión razonable del capital corporal.<br />
Las estrategias testamentarias buscan asegurar la transmisión del patrimonio<br />
material entre generaciones con el mínimo de desperdicio posible dentro de los<br />
límites de las posibilidades ofrecidas por la costumbre o el derecho –así fuere<br />
recurriendo a todos los artificios y a todos los subterfugios disponibles en los<br />
límites del derecho o a todos los “favores”7 (como la transmisión directa e invisible<br />
de efectivo o de objetos). Estas estrategias se especifican según la especie de<br />
capital que se trata de transmitir, digamos según la composición del patrimonio.<br />
6 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Las estrategias educativas, de las cuales las estrategias escolares de las<br />
familias o de los niños escolarizados son un caso particular, son estrategias de<br />
inversión a muy largo plazo que no necesariamente son percibidas como tales y<br />
no se reducen, como lo cree la economía del “capital humano”, sólo a su dimensión<br />
económica, o incluso monetaria: en efecto, ellas tienden, antes que todo, a producir<br />
los agentes sociales dignos y capaces de recibir la herencia del grupo, es decir<br />
de transmitirla en su momento al grupo. Es el caso específico de las estrategias<br />
“éticas” que buscan inculcar la sumisión del individuo y de sus intereses al grupo<br />
y a sus intereses superiores, y que por ese hecho, cumplen una función fundamental<br />
asegurando la reproducción de la familia que es ella misma el “sujeto” de las<br />
estrategias de reproducción.<br />
Las estrategias de inversión económica, en el sentido amplio del término,<br />
están orientadas hacia la perpetuación o el aumento del capital bajo sus diferentes<br />
especies. A las estrategias de inversión económica en sentido restringido, hace<br />
falta añadir las estrategias de inversión social, orientadas hacia la instauración o<br />
el mantenimiento de relaciones sociales directamente utilizables o movilizables,<br />
a corto o a largo plazo; es decir, hacia su transformación en obligaciones durables,<br />
sentidas subjetivamente (sentimientos de reconocimiento, de respeto, etc.) o<br />
institucionalmente garantizadas (derechos), convertidas en capital social y en<br />
capital simbólico a través de la alquimia del intercambio –de dinero, de trabajo, de<br />
tiempo, etc– y por todo un trabajo específico de mantenimiento de relaciones. Las<br />
estrategias matrimoniales, ejemplo particular de los precedentes, deben asegurar<br />
la reproducción biológica del grupo sin amenazar su reproducción social por un<br />
mal matrimonio y contribuir, por la alianza con un grupo al menos equivalente bajo<br />
todas las relaciones socialmente pertinentes, al mantenimiento del capital social.<br />
Las estrategias de inversión simbólica son todas las acciones que tienen<br />
por objeto conservar o aumentar el capital de reconocimiento (en los diferentes<br />
sentidos del término), privilegiando la reproducción de los esquemas de percepción<br />
y de apreciación más favorables a sus propietarios y produciendo las acciones<br />
susceptibles de ser apreciadas favorablemente según esas categorías (por ejemplo<br />
mostrar la fuerza para no tener que servirse de ella). Las estrategias de sociodicea,8<br />
que son un caso particular, buscan legitimar la dominación y su fundamento (es<br />
decir la especie de capital sobre la cual se apoya) naturalizándolas.<br />
7 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
Las estrategias de reproducción tienen por principio no una intención consciente<br />
y racional, sino las disposiciones del habitus que tienden espontáneamente a<br />
reproducir las condiciones de su propia producción. Dado que ellas dependen de<br />
las condiciones sociales de las cuales el habitus es producto, es decir, en las<br />
sociedades diferenciadas, del volumen y la estructura del capital poseído por la<br />
familia (y de su evolución en el tiempo), ellas tienden a perpetuar su identidad, que<br />
está diferenciada, manteniendo las separaciones, las distancias y las jerarquías, y<br />
contribuyen así en forma práctica a la reproducción de todo el sistema de diferencias<br />
constitutivas del orden social.9 Las estrategias de reproducción engendradas por<br />
las disposiciones a la reproducción inherentes al habitus pueden duplicarse en<br />
estrategias concientes, individuales y a veces colectivas, que estando casi siempre<br />
inspiradas por la crisis del modo de reproducción establecido, no contribuyen<br />
necesariamente a la realización de los fines que persiguen.<br />
Las estrategias de reproducción constituyen un sistema y, con ese título,<br />
están al principio de suplencias funcionales y de efectos compensatorios ligados a<br />
la unidad de función; las estrategias matrimoniales pueden, por ejemplo, suplir al<br />
fracaso de las estrategias de fecundidad. Del hecho de que ellas se aplican en<br />
puntos diferentes del ciclo de vida como proceso irreversible, las diferentes<br />
estrategias de reproducción están también cronológicamente articuladas, cada<br />
una de ellas, debiendo en cada momento contar con los resultados esperados por<br />
aquella que le ha precedido o que tiene un alcance temporal más corto: es así, por<br />
ejemplo, que en la tradición béarnesa, las estrategias matrimoniales dependen<br />
muy directamente de las estrategias de fecundidad de la familia, por intermedio del<br />
número y del sexo de los hijos, pretendientes potenciales a una “dote” o a una<br />
compensación; pero también de las estrategias educativas, en las que el éxito era<br />
la condición de la aplicación de estrategias buscando separar de la herencia a las<br />
hijas y a los hijos menores (unas a través del matrimonio apropiado y los otros a<br />
través del celibato o la emigración) y en fin, de las estrategias propiamente<br />
económicas buscando entre otras cosas el mantenimiento o el aumento del<br />
patrimonio. Esta interdependencia se extiende a varias generaciones; una familia<br />
podría estar obligada a imponerse, durante largo tiempo, pesados sacrificios para<br />
compensar las “salidas” que habían sido necesarias para “dotar” en tierras o dinero<br />
a una familia muy numerosa o para reestablecer la posición material y sobre todo<br />
simbólica del grupo después de un matrimonio con una persona considerada como<br />
inferior por nacimiento o por el medio al cual pertenece.10 Los mismos análisis se<br />
8 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
aplican a las grandes familias aristocráticas y a las familias reales, cuyas<br />
estrategias domésticas se convierten en asuntos de Estado (guerras de sucesión,<br />
etc.).11<br />
Una historia comparada de los sistemas de estrategias de reproducción debe<br />
tomar en cuenta, por una parte, la composición del patrimonio que trata de<br />
transmitirse, es decir, el peso relativo de las diferentes especies de capital, y por<br />
otra, el estado de los mecanismos de reproducción (mercado, específicamente el<br />
mercado de trabajo, derecho, específicamente el derecho de sucesión o de<br />
propiedad, institución escolar y título escolar, etc.). Por ejemplo, el peso<br />
determinante que detenta el capital simbólico en el patrimonio de los campesinos<br />
kabyles (en razón de la tradición de indivisión de la tierra y del lugar eminente<br />
acordado a los valores de honor, por tanto a la reputación del grupo) hace de esta<br />
sociedad una especie de laboratorio para el estudio de las estrategias de<br />
acumulación, de reproducción y de transmisión del capital simbólico: las estrategias<br />
que se desarrollan alrededor de la transmisión de nombres propios de ancestros<br />
prestigiosos, como yo las he analizado, o la importancia a primera vista<br />
desmesurada que es otorgada a los juegos de honor, se explican sin duda por el<br />
hecho de que la acumulación de capital simbólico, forma extremadamente frágil y<br />
lábil, representa la forma principal de acumulación.12 Esas estrategias se<br />
encuentran entre los campesinos béarneses, preocupados por conservar, aumentar<br />
y transmitir el nombre y el renombre de la “casa”, pero se complican por el hecho<br />
de que la tierra poseída asigna un límite a las estrategias, y en particular al bluff<br />
que autoriza la lógica de los juegos simbólicos.13 Y otras presiones, propiamente<br />
jurídicas, pero también políticas, dan su fisonomía particular a las estrategias de<br />
familias reales o aristocráticas, bien que la familiaridad con las estrategias de<br />
“casas” campesinas permite comprender inmediatamente el principio.14<br />
Pero las diferentes estrategias de reproducción no se definen completamente<br />
más que en relación con los mecanismos de reproducción, institucionalizados o<br />
no. El sistema de estrategias de reproducción de una unidad doméstica depende<br />
de las ventajas diferenciales que ella puede esperar de distintas inversiones, en<br />
función de los poderes efectivos sobre los mecanismos institucionalizados<br />
(mercado económico, mercado escolar, mercado matrimonial) que le aseguran el<br />
volumen y la estructura de su capital. A través de la estructura de oportunidades<br />
disímiles de beneficio, que son objetivamente ofrecidas a sus inversores por los<br />
9 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
diferentes mercados sociales, se imponen sistemas de preferencias (o de intereses)<br />
distintos y propensiones del todo distantes a invertir en los diferentes instrumentos<br />
de reproducción. Por ejemplo, todo el largo periodo de transición del Estado dinástico<br />
al Estado burocrático está marcado, tanto en Francia como en Inglaterra, por una<br />
lucha entre aquellos que no querían conocer y reconocer las estrategias de<br />
reproducción con base familiar (los hermanos del rey), fundadas sobre los vínculos<br />
sanguíneos, y aquellos que invocaban las estrategias de reproducción burocráticas<br />
(los ministros del rey), fundadas sobre la transmisión escolar del capital cultural.<br />
En nuestras sociedades, donde diferentes instrumentos de reproducción están<br />
disponibles, la estructura de la distribución de poderes sobre los instrumentos de<br />
reproducción es el factor determinante del rendimiento diferencial que los distintos<br />
instrumentos de reproducción están en la medida de ofrecer a las inversiones de<br />
diversos agentes, y por tanto, de la reproducibilidad de su patrimonio y de su<br />
posición social, y por tanto de la estructura de sus propensiones diferenciales a<br />
invertir sobre los distintos mercados. Se ha podido mostrar, por ejemplo, que el<br />
sistema escolar no puede contribuir a la reproducción de la estructura social y,<br />
más precisamente, de la estructura de la distribución del capital cultural, condenando<br />
a los niños a una eliminación tanto más probable cuando provienen de familias<br />
más desprovistas de capital cultural, que en la medida que esos niños (y sus<br />
familias) tienen tantas más oportunidades de tener disposiciones que los inclinan<br />
a la autoeliminación (como la indiferencia o la resistencia a las incitaciones<br />
escolares) que si ellos están situados en una posición más desfavorecida en la<br />
estructura de la distribución del capital cultural.15<br />
Igualmente, hoy se ve oponerse, en el seno del campo del poder e incluso en<br />
el seno del campo de poder económico, agentes que, en función del capital que<br />
poseen, mayormente económico o más cultural, se orientan hacia estrategias de<br />
reproducción fundadas sea sobre la inversión en la economía o sea sobre la<br />
inversión en la escuela: entre los patrones “familiares”, la transmisión enteramente<br />
controlada por la familia de un derecho de propiedad hereditario, y por otro lado, la<br />
transmisión, más o menos asegurada por el Estado, de un poder vitalicio, fundado<br />
en el título escolar, que, a diferencia del título de propiedad o del título de nobleza,<br />
no es transferible hereditariamente. De modo general, la propensión a invertir en el<br />
sistema escolar depende del peso relativo del capital cultural en la estructura del<br />
patrimonio: a diferencia de los empleados o de los profesores que concentran sus<br />
10 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
inversiones en el mercado escolar, los patrones familiares, en los que el éxito<br />
social no depende al mismo grado del éxito escolar, invierten menos “interés” y<br />
trabajo en sus estudios y no obtienen el mismo rendimiento de su capital cultural.<br />
Las transformaciones de la relación entre el patrimonio, considerado en su<br />
volumen y su estructura, y el sistema de instrumentos de reproducción, con la<br />
transformación correlativa de oportunidades de beneficio, tienden a llevar a cabo<br />
una reestructuración del sistema de estrategias de reproducción: quienes detentan<br />
el capital no pueden mantener su posición en la estructura social más que pagando<br />
el precio de una reconversión de las especies de capital que poseen en otras<br />
especies, más rentables y más legítimas en el estado considerado de instrumentos<br />
de reproducción: así, por ejemplo, es el principio de la reconversión, en la Alemania<br />
del siglo XIX, de una aristocracia latifundista en burocracia de Estado.<br />
En los universos sociales donde los dominantes deben cambiar sin cesar<br />
para conservarse, tienden necesariamente a dividirse, sobre todo en los periodos<br />
de rápida transformación de los modos de reproducción, según el grado de<br />
reconversión de sus estrategias de reproducción: los agentes o los grupos mejor<br />
provistos de especies de capital que posibilitan recurrir a nuevos instrumentos de<br />
reproducción, los cuales son los más inclinados y los más aptos a emprender una<br />
reconversión, se oponen a aquellos que están más ligados a la especie de capital<br />
amenazada (por ejemplo, en vísperas de la revolución de 1789, los pequeños<br />
aristócratas de provincia sin fortuna ni cultura se oponen a la nobleza y a la burguesía<br />
aristocratizada o, en 1968, los profesores de las disciplinas más directamente<br />
subordinadas a los concursos de reclutamiento de profesores –gramática, lenguas<br />
antiguas o incluso filosofía– se oponían a los profesores de nuevas disciplinas,<br />
como las ciencias sociales). Muchas de las grandes oposiciones que están en el<br />
centro de los debates ideológicos de una época (por ejemplo, las discusiones<br />
actuales sobre la “cultura”) no son más que el enfrentamiento de diferentes formas<br />
de sociodicea conservadora: aquellas que buscan antes que nada legitimar el<br />
modo de reproducción antiguo, diciendo eso que llevaba sin decirse hasta ahora,<br />
y transformando la doxa en ortodoxia, se oponen a quienes buscan racionalizar,<br />
en el doble sentido de la palabra, la reconversión apresurando la toma de conciencia<br />
de las transformaciones y la elaboración de estrategias adaptadas, legitimando<br />
esas estrategias a los ojos de los “integristas”.<br />
11 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
De esta manera, la mayor virtud de la construcción de la noción de modo de<br />
reproducción como relación entre un sistema de estrategias de reproducción y un<br />
sistema de mecanismos de reproducción, es que ella permite construir y comprender<br />
de manera unificada fenómenos pertenecientes a universos sociales muy alejados,<br />
como la transmisión de los nombres propios en Kabylia y en la Italia del<br />
Renacimiento16 o la política de las grandes dinastías reales y la política doméstica<br />
de las familias campesinas (y de hacer desaparecer de un solo golpe la ruinosa<br />
oposición entre sociología, historia y etnología). Pero ella no debe hacernos olvidar,<br />
por tanto (por esta especie de “etnologismo” que ha afectado a la última Escuela<br />
de los Anales), las diferencias profundas entre sociedades donde las disposiciones<br />
a la reproducción y las estrategias de reproducción que ellas engendran no<br />
encuentran otro apoyo, en la objetividad de las estructuras sociales, más que en<br />
las estructuras familiares, instrumento mayor, si no exclusivo, de reproducción, y<br />
deben por tanto organizarse alrededor de estrategias educativas y matrimoniales;<br />
y las sociedades donde ellas pueden apoyarse a la vez sobre las estructuras del<br />
mundo económico y sobre las estructuras de un Estado organizado, donde las<br />
más importantes, desde el punto de vista de la reproducción, son las estructuras<br />
de la institución escolar.<br />
Las sociedades precapitalistas o protocapitalistas se distinguen de las<br />
sociedades capitalistas porque en aquellas el capital está mucho menos objetivado<br />
(y codificado) que en las sociedades capitalistas, y mucho menos inscrito en las<br />
instituciones capaces de asegurar su propia perpetuación y de contribuir, por su<br />
funcionamiento, a la reproducción de las relaciones de orden que son constitutivas<br />
del orden social. De aquí se deriva que, en esas sociedades, el problema de la<br />
perpetuación de las relaciones sociales, y especialmente de las relaciones sociales<br />
de dominación, se presenta de una manera particularmente dramática: ¿cómo es<br />
posible mantener a alguien duraderamente? ¿Cómo se pueden instaurar relaciones<br />
de trabajo, de intercambio, etc., y particularmente relaciones asimétricas de<br />
dominación que sean capaces de perpetuarse perdurablemente, incluso más allá<br />
de los límites de la vida de aquellos que ellas comprometen?17 Se puede citar a<br />
Marx, quien opone las sociedades en las que las relaciones de producción toman<br />
la forma de “relaciones de dependencia personal” y las sociedades donde ellas<br />
descansan sobre “la independencia de las personas fundada sobre la dependencia<br />
12 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
material”.18 Y de hecho, hace mucho tiempo que estructuras objetivas como el<br />
mercado de trabajo (y el “trabajador libre”, en el sentido de Weber) y el conjunto<br />
de instituciones estatales, de las cuales la más importante, desde ese punto de<br />
vista, es la institución escolar, no existen, los dominantes deben consagrarse a<br />
un trabajo de creación continua de las relaciones sociales, reducidas a las<br />
relaciones personales. Eso se ve bien en el caso de las relaciones entre el fellah<br />
y su khammès, aparcero en la quinta:19 el patrón debe mantener continuamente la<br />
relación, por toda una serie de intercambios que buscan identificarlo a una relación<br />
entre parientes (puede llegar hasta dar una de las hijas a uno de los hijos del<br />
khammès). En la ausencia de lo que Sartre llamaba la “violencia inerte”, los<br />
mecanismos económicos y sociales, como aquellos del mercado de trabajo y de<br />
la violencia legítima de las reglas del derecho, él está obligado a recurrir a esas<br />
formas suaves o eufemísticas de la presión que definen la violencia simbólica,<br />
con todos los recursos del paternalismo (y que pueden asociarse a la violencia<br />
física brutalmente ejercida, como en la venganza).20<br />
De esta manera, las sociedades precapitalistas o protocapitalistas no ofrecen<br />
las condiciones de una dominación impersonal y, menos todavía, de una<br />
reproducción impersonal de las relaciones de dominación. Estas sociedades no<br />
disponen de la violencia escondida de los mecanismos objetivos, donde es<br />
suficiente dejar hacer, como el mercado de trabajo o el mercado escolar. De aquí<br />
se deriva que la perpetuación de las relaciones sociales descansa casi<br />
exclusivamente sobre los habitus, es decir, sobre las disposiciones socialmente<br />
instituidas por estrategias metódicas de inversión educativa, que inclinan a los<br />
agentes a producir el trabajo continuo de mantenimiento de las relaciones sociales<br />
(específicamente con el trabajo simbólico de construcción y de reconstrucción<br />
genealógica), en consecuencia del capital social, y también del capital simbólico<br />
de reconocimiento que buscan los intercambios reglamentados, y en particular,<br />
los intercambios matrimoniales. Y si las estrategias matrimoniales ocupan un<br />
lugar tan importante en el sistema de estrategias de reproducción, es porque, sin<br />
estar necesariamente codificado de manera tan perfecta y rigurosa como lo hacen<br />
creer ciertas teorías del parentesco, el vínculo matrimonial aparece como uno de<br />
los instrumentos más seguros que se encuentran propuestos, en la mayoría de<br />
las sociedades (y todavía en las sociedades contemporáneas), para asegurar la<br />
reproducción del capital social y del capital simbólico, salvaguardando el capital<br />
económico.<br />
13 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
En las sociedades donde los agentes están de más en más duraderamente<br />
colocados (especialmente en posición dominada) por el efecto de mecanismos<br />
generales, como aquellos que regulan el mundo económico y el mundo cultural (y<br />
donde podríamos decir que, grosso modo, capital llama capital), el peso de las<br />
estrategias matrimoniales tiende globalmente a disminuir, aun cuando siga siendo<br />
todavía importante, mientras la familia posea el control entero de una empresa<br />
agrícola, industrial o comercial (en ese caso, las estrategias por las cuales la<br />
familia busca asegurar su propia reproducción –estrategias de fecundidad,<br />
estrategias educativas, estrategias testamentarias y sobre todo estrategias<br />
matrimoniales– tienden a subordinarse a las estrategias propiamente económicas).<br />
En la medida que un campo económico dotado de sus propias leyes de<br />
desarrollo se constituye, y que ahí se instauran los mecanismos que aseguran la<br />
reproducción durable de su estructura, y con el cual el Estado contribuye a garantizar<br />
la constancia (como aquellos que están ligados a la existencia de la moneda y que<br />
fundan la confianza necesaria para hacer posibles las inversiones<br />
transgeneracionales), el poder directo y personal sobre las personas tiende a ceder<br />
de más en más el lugar al poder sobre los mecanismos que aseguran el capital<br />
económico o el capital cultural (el título escolar).<br />
La emergencia del Estado, que organiza la concentración y la redistribución<br />
de las diferentes especies de capital –económico, cultural y simbólico–, conlleva<br />
una trasformación de las estrategias de reproducción, de las cuales podemos ver<br />
un ejemplo, para el capital simbólico, en el paso del honor feudal –fundado sobre el<br />
reconocimiento otorgado por los pares y por los plebeyos, obligados sin cesar a<br />
conquistarlo y a mantenerlo–, a los honores burocráticamente conferidos por el<br />
Estado. Un proceso análogo se observa en el caso del capital cultural. La historia<br />
de las sociedades europeas está profundamente marcada por el desarrollo<br />
progresivo, al seno del campo del poder, de un modo de reproducción con base en<br />
un componente escolar, del cual se observan en principio los efectos en el mismo<br />
campo del poder con el paso de la lógica dinástica de “la casa del rey”, fundada<br />
sobre un modo de reproducción familiar, a la lógica burocrática de la razón de<br />
Estado, fundada sobre un modo de reproducción escolar. Uno de los factores de<br />
esta evolución es el conjunto de contradicciones y de conflictos que nacen con la<br />
coexistencia, en el seno del Estado dinástico, de dos categorías de agentes, el<br />
14 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
rey y su parentela de una parte, y de la otra los funcionarios del rey; es decir, de<br />
dos modos de reproducción y de dos poderes, un poder heredado y transmisible<br />
hereditariamente por la sangre, y por lo tanto fundado sobre la naturaleza (con el<br />
título nobiliario), y un poder adquirido y vitalicio, fundado en el “don” y el mérito, y<br />
garantizado por el derecho (con el título escolar). El proceso de desfeudalización<br />
que conduce del Estado dinástico al Estado burocrático puede ser descrito como<br />
un proceso de desnaturalización, una ruptura progresiva de los vínculos naturales,<br />
de las lealtades primarias con base familiar. El estado moderno es en principio<br />
antiphysis y la lealtad hacia el Estado supone una ruptura con todas las fidelidades<br />
originarias.<br />
El Estado, heredero de un proceso de erradicación de todo vestigio de vínculos<br />
naturales –que sobreviven a pesar de todo en el nepotismo y el favoritismo–, favorece<br />
y garantiza el funcionamiento del modo de reproducción escolar en el seno del<br />
campo del poder de Estado, pero también en el seno del campo de poder<br />
económico, del cual podemos aprehender la lógica específica comparándola al<br />
modo de reproducción familiar que se perpetua a pesar de todo (en una oposición<br />
que no puede explicarse sin evocar aquella que se establecía entre la casa del rey<br />
y los funcionarios reales).<br />
En las grandes firmas burocráticas, el diploma deja de ser un simple atributo<br />
estatutario (como el diploma de derecho de un empresario privado) para volverse<br />
un verdadero derecho de entrada: la escuela (bajo la forma de una “grande école”)<br />
y el cuerpo, grupo social que la escuela produce en apariencia ex nihilo (pero de<br />
hecho producido a partir de propiedades ligadas a la familia), toman el lugar de la<br />
familia y la parentela; con la cooptación de los condiscípulos sobre la base de<br />
solidaridades de escuela o de cuerpo, se juega el rol que vuelve al nepotismo y a<br />
las solidaridades de clan en las empresas familiares.<br />
Toda estrategia de reproducción implica una forma de numerus clausus, en<br />
términos de las funciones de inclusión y exclusión que limitan sea el número de<br />
los productos biológicos del cuerpo (aunque sólo la familia puede hacerlo), sea el<br />
número de individuos habilitados a formar parte (lo que puede conducir a excluir<br />
una parte de los productos biológicos del cuerpo, mujeres, hijos menores, etc.).<br />
Lo más importante, es que en el modo de reproducción “familiar”, la responsabilidad<br />
de estos ajustes incumbe a la familia. Con el modo de reproducción de componente<br />
15 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
escolar, al cual los patrones tecnocráticos deben su posición, la familia pierde el<br />
control de las opciones testamentarias y el poder de designar ella misma a los<br />
herederos. Lo que caracteriza al modo de reproducción escolar, es la lógica<br />
propiamente estadística de su funcionamiento. La responsabilidad de la transmisión<br />
no incumbe más a una persona o a un grupo, obligados u orientados por la tradición<br />
(derecho del primogénito, etc), como en la transmisión familiar, sino a todo un<br />
conjunto de agentes, individuales o colectivos, cuyas acciones, aisladas y<br />
estadísticamente agregadas, tienden a asegurar a la clase en su conjunto los<br />
privilegios que ella rechaza hacia tal o cual de sus elementos tomado de modo<br />
separado: la Escuela no puede contribuir a la reproducción de la clase (en el<br />
sentido lógico del término) más que sacrificando ciertos miembros de la clase que<br />
se ahorraran un modo de reproducción dejando a la familia el pleno poder sobre la<br />
transmisión. La contradicción específica del modo de reproducción escolar reside<br />
en la oposición entre los intereses de la clase que la escuela sirve estadísticamente<br />
y los intereses de los miembros que ella sacrifica. Y también en el hecho de que la<br />
sobreproducción, con todas las contradicciones que ella implica, se vuelve una<br />
constante estructural cuando, con el modo de reproducción con componente escolar,<br />
las oportunidades teóricamente iguales son ofrecidas a todos los “herederos”<br />
–mujeres tanto como hombres, hijos menores tanto como primogénitos–, para<br />
obtener títulos escolares, al mismo tiempo que el acceso de los “no-herederos” a<br />
esos títulos se incrementa también (en números absolutos) y que la eliminación<br />
brutal, desde la entrada a la enseñanza secundaria, cede su lugar a una eliminación<br />
suave. La crisis de 1968 es sin duda, por una parte, el efecto de esta contradicción.<br />
Habríamos de cuidarnos siempre de reducir la oposición entre los dos modos<br />
de reproducción a la oposición entre recurrir a la familia y recurrir a la escuela. Se<br />
trata sobre todo, de hecho, de la diferencia entre una gestión puramente familiar de<br />
los problemas de reproducción y una gestión familiar que utiliza a la Escuela en<br />
las estrategias de reproducción. En efecto, además de la acción de reproducción<br />
que ejerce la escuela, ésta se apoya en la transmisión doméstica del capital cultural;<br />
la familia continúa introduciendo la lógica relativamente autónoma de su propia<br />
economía, lo cual le permite acumular el capital que detenta cada uno de sus<br />
miembros, al servicio de la acumulación y de la transmisión del patrimonio.<br />
16 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Otro error posible, es el que consistiría en concluir, según un esquema<br />
evolucionista simple, que los dos modos de reproducción corresponden a momentos<br />
de una evolución inseparable de aquella que conduce, según ciertos autores, de<br />
un modo de dominación fundado sobre la propiedad y los owners a otro, más<br />
racional y más democrático, fundado en la “competencia” y los managers. De<br />
hecho, la definición del modo de reproducción legítimo es una apuesta de luchas,<br />
especialmente en el seno del campo de poder económico, y hay que tener cuidado<br />
de considerar como el fin de la historia eso que no es más que un estado de<br />
fuerzas susceptible de ser transformado. Esas luchas toman frecuentemente la<br />
forma de una lucha por el poder del Estado y sobre el poder que está en medida<br />
de ejercer sobre el sistema de instrumentos de reproducción, económicos o<br />
escolares particularmente.<br />
Habría que analizar largamente los efectos de la transformación del modo de<br />
reproducción sobre el funcionamiento de la familia como instancia responsable de<br />
la reproducción e, inversamente, los efectos de la transformación en la familia (por<br />
ejemplo, con la elevación de las tasas de divorcio) sobre el funcionamiento del<br />
modo de reproducción con componente escolar. ¿La crisis de la familia está ligada<br />
a las transformaciones de las estrategias de reproducción tendientes a reducir la<br />
necesidad de la unidad doméstica? Pero muchos índices llevan a creer que la<br />
familia burguesa continúa cultivando su integración social, que es la condición<br />
mayor de su contribución a la perpetuación de su capital social y de su capital<br />
simbólico y, por ello, de su capital económico. Estamos lejos todavía del agente<br />
económico aislado, tal como lo describen los economistas.<br />
Lo anterior conduce a preguntarse quién es, en definitiva, el “sujeto” de las<br />
estrategias de reproducción. Es cierto que la familia y las estrategias de<br />
reproducción han surgido juntas: sin familia, no habría estrategias de reproducción;<br />
sin estrategias de reproducción, no habría familia (o cuerpo y de Stand como casi<br />
familia). Hace falta que la familia exista –lo que no se explica por sí mismo– para<br />
que las estrategias de reproducción sean posibles; y las estrategias de reproducción<br />
son la condición de la perpetuación de la familia, en su creación continua. La<br />
familia, en la forma particular que ella reviste en cada sociedad, es una ficción<br />
social (frecuentemente convertida en ficción jurídica) que se instituye en la realidad<br />
a precio de un trabajo que busca instituir duraderamente en cada uno de los<br />
17 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
miembros de la unidad instituida (especialmente por el matrimonio como rito de<br />
institución) los sentimientos apropiados para asegurar la integración de esta unidad<br />
y la creencia en el valor de esta unidad y de su integración. Puede observarse que<br />
las estrategias educativas tienen una función fundamental; como todo el trabajo<br />
simbólico, teórico (genealógico especialmente) y práctico (intercambio de dones,<br />
de servicios, fiestas y ceremonias, etc.), que incumbe particularmente a las mujeres<br />
y que transforma la obligación de amar en disposición amante y que tiende a dotar<br />
a cada uno de los miembros de la familia de un “espíritu de familia”: ese principio<br />
cognitivo de visión y de división es al mismo tiempo un principio práctico de cohesión,<br />
generador de adhesiones, de generosidades, de solidaridades y de una adhesión<br />
vital a la existencia de un grupo familiar y de sus intereses.<br />
Ese trabajo de integración es tanto más indispensable que la familia; si ella<br />
debe, para estar conforme, funcionar como un cuerpo, tiende siempre a funcionar<br />
como un campo, con sus propias relaciones de fuerzas físicas, económicas y<br />
sobre todo simbólicas (ligadas especialmente al volumen y a la estructura del<br />
capital poseído por los diferentes miembros), y sus luchas por la conservación o la<br />
transformación de esas relaciones de fuerza. Es solamente al precio de un trabajo<br />
constante que las fuerzas de fusión (afectivas especialmente) llegan a oponerse o<br />
a compensar las fuerzas de fisión.<br />
La unidad de la familia está hecha por y para la acumulación y la transmisión.<br />
El “sujeto” de la mayor parte de las estrategias de reproducción es la familia,<br />
actuando como una especie de sujeto colectivo y no como un simple agregado de<br />
individuos. Para comprender las estrategias colectivas de las familias (en el caso<br />
del matrimonio kabyle, por ejemplo, o en el caso de la compra de una casa en la<br />
Francia de hoy), hay que conocer primero la estructura y la historia de la relación<br />
de fuerzas entre los diferentes agentes y sus estrategias. Pero hace falta conocer<br />
también el volumen y la estructura del capital que las familias tienen para transmitir,<br />
y a partir de ello, la posición de cada uno en la estructura de la distribución de las<br />
diferentes especies de capital. Es, en efecto, esta posición la que orienta las<br />
estrategias (que es el verdadero sujeto) –lo que explica que, siguiendo su propio<br />
conatus, cada una de las familias contribuye a la reproducción del espacio de<br />
posiciones constitutivas de un orden social, por tanto, a la realización del conatus<br />
inscrito en este orden.21<br />
18 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Es posible ver mejor cómo responder a la pregunta, expuesta al principio, de<br />
las condiciones de permanencia del orden social. El mundo social no es ese<br />
universo radicalmente discontinuo que era para Hobbes, según Durkheim (“Para<br />
Hobbes, es un acto de voluntad el que da origen al orden social y su soporte es un<br />
acto de voluntad perpetuamente renovado”), y que proponen hoy todos aquellos<br />
que, preocupados por restituir su lugar al “sujeto”, conducen a reducir las relaciones<br />
sociales, incluyendo las relaciones de dominación, a los actos (de sumisión<br />
especialmente) que realizan los agentes en cada momento. Como el universo<br />
físico según Leibniz, tiene en sí mismo el principio de su dinamismo y de su<br />
lógica. Esta vis insita, que es también una lex insita, está inscrita a la vez en las<br />
estructuras objetivas (y los mecanismos que aseguran la reproducción, como<br />
aquellos que favorecen la reproducción de la distribución del capital cultural) y en<br />
las estructuras del habitus o, más precisamente, en la relación entre los unos y<br />
los otros; ella existe en las probabilidades objetivas que están inscritas en las<br />
tendencias inmanentes a los diferentes campos sociales (como tendencias a<br />
producir frecuencias estables y regularidades, frecuentemente reforzadas por reglas<br />
explícitas) y en las esperanzas subjetivas, groseramente ajustadas a esas<br />
tendencias, que están inscritas en las inclinaciones del habitus.<br />
Traducción de Miguel A. Casillas22<br />
Notas<br />
1 Este texto es la trascripción del curso del Colegio de Francia impartido en<br />
Göttingen, Alemania, el 23 de septiembre de 1993. Apareció publicado por<br />
primera vez en Actes de la Recherche en Sciences Sociales, 105, en<br />
diciembre de 1994.<br />
2 Cf. J. Yver. (1966). Égalité entre héritiers et Exclusion des enfants dotés.<br />
Essai de géographie coutumière. Paris: Sirey. E. Le Roy Ladurie. (1972),<br />
"Structures familiales et coutume d’héritage en France au XVIe siècle:<br />
système de la coutume", Annales ESC, 4-5, p.825-846, retomado en Le<br />
Territoire de l’historien. Paris: Gallimard, p. 222-251.<br />
3 Cf. P. Bourdieu. (1962) “Célibat et condition Paysanne”, Études rurales, 5-6,<br />
abril-septiembre, p. 32-136. Sobre este trabajo y sus prolongaciones y<br />
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Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
perfeccionamientos en la tradición etnológica, véase el número especial de<br />
la revista Études rurales: "La terre, secesión et héritage", 1988, p. 110-113.<br />
4 La noción de estrategia, tal como yo la utilicé, tenía como primera virtud la de<br />
tomar en cuenta las presiones estructurales que pesan sobre los agentes<br />
(contra ciertas formas del individualismo metodológico), al mismo tiempo<br />
que la posibilidad de respuestas activas a esas presiones (contra cierta<br />
visión mecanicista del estructuralismo). Como lo indica la metáfora del<br />
juego, esas presiones están inscritas, por lo esencial, en el capital disponible<br />
(bajo sus diferentes especies), es decir, en la posición ocupada por una<br />
unidad determinada en la estructura de la distribución de ese capital, en la<br />
relación de fuerzas con otras unidades. En ruptura con el uso dominante de<br />
la noción, que considera las estrategias como los objetivos concientes y a<br />
largo plazo de un agente individual, yo empleaba ese concepto para designar<br />
a los conjuntos de acciones ordenadas en busca de objetivos a más o<br />
menos largo plazo y no necesariamente admitidos como tales, que son<br />
producidos por los miembros de un colectivo como sería el caso de la familia<br />
(Cf. P. Bourdieu. “Les stratégies matrimoniales dans le système de<br />
reproduction”, Annales, 4-5, julio-octubre, 1972, pp. 1105-1127; Cl. Lévi-<br />
Strauss, “L’ethnologie et l’histoire”, Annales ESC, 6, noviembre-diciembre<br />
1983, pp. 1217-123; P. Bourdieu, «De la règle aux stratégies» en Choses<br />
dites. Paris: Minuit, 1987, pp. 75-93)<br />
5 P. Bourdieu, Esquisse d’une théorie de la pratique, Genève, Droz, 1966, pp.<br />
82-83, 133-137; Christiane Klapisch-Zuber, La Maison et le Nom, stratégies<br />
et rituels dans l’Italie de la Renaissance, Paris, École des hautes études en<br />
sciences sociales, 1990.<br />
6 Cf. P. Bourdieu, “Reproduction interdite. La dimension symbolique de la<br />
domination économique”, Études rurales, No 113-114, enero-junio, 1989,<br />
pp. 15-36; “Le patronat”, Actes de la recherche en sciences sociales, 21,<br />
marzo-abril, 1978, pp.3-82.<br />
7 Comillas de la traducción.<br />
8 En el sentido de una sociología natural, que buscaría entender las diferencias<br />
sociales como parte de la naturaleza de las cosas, sin comprender que se<br />
trata de un proceso de construcción social (N. del T.)<br />
9 El habitus tiende, en efecto, a perpetuarse según su determinación interna,<br />
afirmando su autonomía en relación a la situación (en lugar de someterse a<br />
20 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Pierre Bourdieu<br />
Estrategias de reproducción...<br />
la determinación directa del entorno, como la materia).<br />
10 Cf. P. Bourdieu, “Célibat…”, loc. cit., y “les strategies…”, loc. cit.<br />
11 Para otros ejemplos, cf. la bibliografía de Marie-Christine Zelem, en Études<br />
rurales, 110-112, 1988, pp. 325-357, y también Kojima Hiroshi, “A<br />
Demographic Evaluation of P. Bourdieu’s ‘Fertility Strategy”, The Journal of<br />
Population Problems, 45 (4), 1990, pp. 52-58.<br />
12 Cf. P. Bourdieu, Esquisse…, op. cit.<br />
13 Cf. P. Bourdieu, “Célibat…”loc. cit. pp.32-136, y Le sens pratique, op. cit.<br />
14 Cf. P. Bourdieu, “Espris d’État”, Actes de la recherche en sciences sociales,<br />
96-97, marzo, 1993, pp. 49-62.<br />
15 Lo que conduce a revocar también la distinción ordinaria entre métodos<br />
cuantitativos y métodos cualitativos: uno no puede realmente demostrar<br />
tales mecanismos más que a condición de conducir, simultáneamente, el<br />
análisis que podría decirse cualitativo de las disposiciones –por ejemplo<br />
los esquemas de percepción y de apreciación que los agentes individuales<br />
aplican en su selección de una disciplina– y el análisis estadístico de las<br />
estructuras –por ejemplo, las distribuciones según el sexo y el origen social<br />
entre las diferentes disciplinas.<br />
16 Cf. P. Bourdieu, Esquisse.., op. cit., pp.82-83, 133-137. Christiane Klapisch-<br />
Zuber, La Maison et le Nom..., op. cit.<br />
17 ¿Cómo, mientras que no se puede recurrir a la justicia o a la policía, podría<br />
uno cobrarle a un deudor? Como lo observa Renou, no hay otro recurso,<br />
frecuentemente, que la magia, o más precisamente, la maldición mágica<br />
(arma de los débiles, frecuente de las mujeres).<br />
18 K. Marx, “Principes d’une critique de l’économie politique”, en Oeuvres, I,<br />
Paris, Gallimard, Pléiade, p. 210.<br />
19 Se trata de la relación donde un terrateniente brinda parte de su tierra para<br />
que los campesinos la trabajen a cambio de una renta o parte de la cosecha.<br />
20 Se puede advertir la simplificación que Norbert Elias hace de la realidad<br />
histórica cuando reduce la historia de la evolución de la violencia a un<br />
modelo lineal de deterioro continuo: si tanto es que los grandes modelos<br />
de evolución tuvieran un interés y un sentido, habríamos al menos de tomar<br />
el hecho de que, en muchas de las sociedades arcaicas, la violencia física<br />
más brutal (especialmente las relaciones con el out group) coincide con<br />
formas eufemísticas y estilizadas de violencia simbólica (con el intercambio<br />
de dones, por ejemplo), que esas formas refinadas (de las cuales el<br />
21 Colección Pedagógica Universitaria 37-38, enero-junio/julio-diciembre 2002<br />
Estrategias de reproducción...<br />
Pierre Bourdieu<br />
paternalismo es un superviviente) han decaído a medida que se instauraba<br />
la violencia inerte de los mecanismos del mercado de trabajo y, en fin, que<br />
en las sociedades económicamente avanzadas, la violencia inerte encuentra<br />
un conectivo en la violencia suave del management ilustrado todas las veces<br />
que la relación de fuerzas lo impone.<br />
21 En el caso de sociedades con base en Estado, hace falta conocer también la<br />
historia del trabajo de institucionalización del cual la familia tal y como la<br />
conocemos es producto. Esta cosa tan privada es de hecho un asunto<br />
público, en la medida en que la familia depende de acciones públicas tales<br />
como las políticas de vivienda o, más directamente, la política de la familia<br />
y el derecho familiar; garantizada por el Estado, ratificada por el Estado,<br />
ella recibe del Estado los medios de existir y de subsistir.<br />
22 Doctor en sociología. Profesor investigador del Departamento de Sociología<br />
de la UAM-A; investigador invitado del IIE de la Universidad Veracruzana.Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-36840139492873140092022-07-08T20:32:00.000-07:002022-07-08T20:32:43.701-07:00Las afinidades electivas- Goethe<p> <a href="https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Las%20afinidades.pdf">https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Las%20afinidades.pdf</a></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO2TulNnkjBW78gVQVzpKfFPyTm-6W3N_PEn5tdADSUpBaym14niKBc_YUiojq8ODOupdx5pOHXjTePk5DArt8yfOU4KxrHem-CsvKkXdk_7IFsyj9j1aaa86a56Xc-VWLSJifx0Q3YdrAjw0nlSRYfMQSdRyFN12RzLiMHqbhIoQSiOPbB2CQ2nxyeQ/s720/54685472.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="540" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO2TulNnkjBW78gVQVzpKfFPyTm-6W3N_PEn5tdADSUpBaym14niKBc_YUiojq8ODOupdx5pOHXjTePk5DArt8yfOU4KxrHem-CsvKkXdk_7IFsyj9j1aaa86a56Xc-VWLSJifx0Q3YdrAjw0nlSRYfMQSdRyFN12RzLiMHqbhIoQSiOPbB2CQ2nxyeQ/s320/54685472.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="dropcap-content columnable-content entry-content single-component" style="box-sizing: border-box; font-family: Lora, serif; font-size: 18px; line-height: 1.7;"><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Las afinidades electivas de Goethe es, sin duda, una obra brillante que ejemplifica, como ninguna otra, la novela romántica y sus principales características. Escrita en 1809, inicia la fase de madurez del escritor alemán, poniendo énfasis en los conflictos morales de la época, en los problemas matrimoniales y, cómo no, en las pasiones que determinan nuestros actos. Todo ello, basándose en la ley de la química que afecta – según la cosmovisión de Goethe – a las personas como si fueran elementos.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;"><strong style="box-sizing: border-box;">Los personajes</strong></p><figure aria-describedby="caption-attachment-3340" class="wp-caption alignleft" id="attachment_3340" style="border: none; box-sizing: border-box; float: left; margin: 0.3em 3em 1.6em -60px; max-width: 100%; width: 167px;"><a href="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/goethekolbe.jpg" style="box-sizing: border-box; color: #950000; text-decoration-line: none;"><img alt="Goethe" class="size-medium wp-image-3340" height="192" loading="lazy" src="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/goethekolbe-263x300.jpg" style="border: 0px; box-sizing: border-box; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; padding: 0px; vertical-align: middle; width: auto;" title="goethekolbe" width="167" /></a><figcaption class="wp-caption-text" id="caption-attachment-3340" style="box-sizing: border-box; color: #797979; font-size: 14px; line-height: 1.45; margin: 10px auto 0px; max-width: 940px; width: 150.297px;">Goethe</figcaption></figure><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">La novela tiene dos personajes principales, la pareja formada por Eduard y Charlotte (elementos A y B) que se verán influidos y alterados por la llegada a primer plano de los personajes de El Capitán y Ottilie (elementos C y D).</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Charlotte es el ejemplo de la mujer razonable que, constantemente, induce a la reflexión y que mide todos sus comportamientos. Se trata de una mujer madura, serena y con gran instinto para predecir las relaciones humanas. Está casada con Eduard (su amor de juventud) en segundas nupcias. Ella se cuida a la perfección de la casa y de sus gastos, así como de vigilar que haya siempre armonía y paz en el hogar. Es el símbolo de la resignación al presente que le toca vivir. Es protectora y tolerante.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Eduard es un hombre infantil y egoísta. No tiene apenas fuerza de voluntad ni valor. Se obsesiona, en su juventud, con conseguir a Charlotte y, más tarde, se enamora apasionadamente de la joven Ottilie y no cesa hasta que se considera correspondido.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">El Capitán (que hace de elemento C) es un viejo amigo de Eduard que llega a la casa (donde transcurre la mayor parte de la novela) por la insistencia de éste. Como Charlotte, y al contrario de Eduard, es reflexivo y no se deja llevar por sus impulsos. Es equilibrado y, a la vez, resignado con las circunstancias que reinan en cada momento.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Ottilie es el elemento que desequilibra la novela (el D). Es la hija adoptiva de Charlotte, y estudia junto a la hija natural de ésta, Lucine, en un internado. Es frágil, servicial y comedida. Lenta en su aprendizaje, carece de talento y no expresa sus sentimientos casi nunca (por ello, Goethe recurrirá en la novela a los diálogos secretos de ella, para que el lector la conozca mejor). Llega a la casa al mismo tiempo que El Capitán, para ayudar a su tía en los trabajos del hogar. La pasión que surge entre ella y Eduard hace que los personajes comiencen un baile repleto de pasión y renuncia.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;"><strong style="box-sizing: border-box;"><a href="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/libro.jpg" style="box-sizing: border-box; color: #950000; text-underline-position: under; transition: all 0.15s ease 0s;"><img alt="libro" class="alignleft size-medium wp-image-3334" height="226" loading="lazy" sizes="(max-width: 147px) 100vw, 147px" src="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/libro-195x300.jpg" srcset="https://revistadeletras.net/wp-content/uploads/2009/07/libro-195x300.jpg 195w, https://revistadeletras.net/wp-content/uploads/2009/07/libro.jpg 220w" style="border: 0px; box-sizing: border-box; float: left; height: auto; margin: 0.3em 2.25em 1.8em -60px; max-width: 100%; vertical-align: middle;" title="libro" width="147" /></a>Los símbolos</strong></p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">La novela está inundada de símbolos y presagios que la hacen absolutamente moderna. Crisantemos que anuncian muerte, el niño que se está apunto de ahogar en el cumpleaños de Ottilie y es salvado por el Capitán… La copa de juventud de Eduard con las iniciales E-O que cae y no se rompe, y que le hace creer que el destino le tiene preparado una feliz historia de amor con Ottilie, la niña a la que Lucine obliga a bailar después de haber estado, voluntariamente, mucho tiempo sola y que sufre una especie de crisis de ansiedad al sentirse observada por todos… Ese retiro a la soledad y muchas otros sucesos que pasan a lo largo de la novela nos van avisando de la tragedia final, la que tiene preparado el destino para el que no hace caso de la moral de época, al que le ciega la pasión, al que no es capaz de renunciar. Al que, en definitiva, se convierte en desgraciado en el intento de dejar de serlo.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">El aspecto científico con el que Goethe impregna la novela también es importante para la necesidad de incorporar el Otro en el Yo. Los personajes se unen a la perfección, cada uno es parte de su complemento. Un buen ejemplo de ello se puede ver cuando los protagonistas tocan sus instrumentos musicales. Los complementarios fabrican una misma melodía:</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">“El Comandante acompañaba con su violín<br style="box-sizing: border-box;" />a Charlotte cuando ésta tocaba el piano, lo mismo que Eduard<br style="box-sizing: border-box;" />con su flauta lo hacía con Ottilie y su instrumento de cuerda.”</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;"><strong style="box-sizing: border-box;"><a href="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/cadaverottiliecapillagotica.jpg" style="box-sizing: border-box; color: #950000; text-underline-position: under; transition: all 0.15s ease 0s;"><img alt="cadaver Ottilie" class="alignright size-medium wp-image-3335" height="281" loading="lazy" src="http://www.revistadeletras.net/wp-content/uploads//2009/07/cadaverottiliecapillagotica-207x300.jpg" style="border: 0px; box-sizing: border-box; float: right; height: auto; margin: 0.3em -60px 2.25em 1.8em; max-width: 100%; vertical-align: middle;" title="cadaver Ottilie" width="193" /></a>El objeto de deseo como plenitud</strong></p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">El amor romántico anhela la totalidad. Es la búsqueda de plenitud del Yo, una búsqueda de la propia libertad en el Otro. Por eso, el romántico es siempre desdichado, porque esa totalidad quiere verse reflejada en una eternidad a la que el ser humano, por su naturaleza, no puede acceder. De aquí que entre los ideales románticos y sus obsesiones aparezca el suicidio. No es una idealización como muchas veces se ha dicho. Es el sentimiento trágico de la belleza (sólo hace falta imaginarse a la frágil Ottilie en su caja transparente). Si Werther se suicida, y hace que decenas de jóvenes de la época aspirantes a románticos acaben a haciendo lo mismo con su vida real, Ottilie se deja morir. También es una especie de suicidio, más lento, más doloroso, aún. Es un dejarse morir por no tener la totalidad de su amado, porque esa totalidad y plenitud se ha perdido con la muerte, en sus manos, del hijo de Charlotte.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Esa reivindicación del Yo a través del Otro está presente, constantemente, en la novela. La melancolía por no poseer al amado plenamente da a la obra un carácter trágico y angustioso al mismo tiempo. El dilema entre hacer lo debido y hacer lo deseado marca los pensamientos y acciones de los personajes. La pasión y la renuncia han comenzado la batalla.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">“-En todos los seres de la naturaleza notamos,<br style="box-sizing: border-box;" />en primer lugar, que están en cierta relación consigo mismos.<br style="box-sizing: border-box;" />Ciertamente, resulta extraño decir algo que se entiende por sí solo,<br style="box-sizing: border-box;" />Pero sólo justo después de haberse puesto plenamente de acuerdo sobre<br style="box-sizing: border-box;" />lo conocido se puede avanzar de forma conjunta hacia lo desconocido”</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">En esta cita, que corresponde a una explicación que hace el Capitán a Eduard, Goethe comienza a desplegar el concepto Verwandtschaften (“afinidades”), que servirá de base filosófica-científica a la novela y que dará título a la obra. En el discurso del Capitán, éste defiende que sólo se puede entender lo ajeno al haber entendido aquello con lo que eres afín.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Eduard sufre por el devenir en su relación con Ottilie. Quiere el divorcio amistoso con Charlotte, incluso quiere que el Capitán esté con la que aún es su esposa (a pesar de que ellos son capaces de resignarse).</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Pero para Eduard y Ottilie, sin el amor, no hay plenitud. La vida ya no tiene el mismo sentido. Ottilie lo ha descubierto y la ausencia de Eduard hace que vuelva a la mediocridad con la que se nos ha presentado al comienzo de la novela, cuando en el internado no destacaba en nada y era lenta aprendiendo. Con Eduard, se animaba a tocar su instrumento de cuerda, a escribir… Eduard se ha marchado a la guerra porque en la casa ya no puede estar. Necesita o todo o nada.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">“Una vida sin amor, sin la proximidad del amado,<br style="box-sizing: border-box;" />es sólo una comédie à troir, una mala pieza de cajones.<br style="box-sizing: border-box;" />Se saca uno tras otro y se vuelve a meter para pasa<br style="box-sizing: border-box;" />enseguida al siguiente.”</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px;">Pero la novela avanza. Otto, el niño que ha tenido Charlotte con Eduard, muere mientras éste estaba en la guerra por un despiste de Ottilie. Ahora ella está tan dolida que echa la culpa de todo a la pasión que ha sentido por Eduard. Es, de algún modo, un encuentro con la moralidad de la sociedad burguesa. El sentimiento de culpa gana a la inocencia que ha ido dejando atrás. Ottilie no puede soportarlo. Se refugia en una soledad que le llevará a la muerte. Eduard tampoco puede superar la tristeza, que le impide comer y beber, hasta que también muere.</p><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px;">La melancolía, por tanto, es la expresión trágica en que toda pasión concluye. El Yo se libera con su Otro, que lo complementa como parte de sí. Pero la eternidad que exigen a dicha pasión es imposible, por la intensidad de la misma y, sobre todo, por la naturaleza del ser humano.</p></div><div class="single-component single-component-share" style="box-sizing: border-box; margin-top: 40px;"><div class="fox-share share-style-custom color-custom background-custom hover-color-custom hover-background-custom share-icons-shape-circle size-small share-layout-stack" style="box-sizing: border-box;"><ul style="box-sizing: border-box; line-height: 0; list-style: none; margin: 5px 0px 0px; padding: 0px; text-align: center;"><li class="li-share-facebook" style="box-sizing: border-box; display: inline-block; line-height: 1.5;"><a class="share share-facebook tooltipstered" href="https://www.facebook.com/sharer/sharer.php?u=https%3A%2F%2Frevistadeletras.net%2Flas-afinidades-electivas-de-goethe%2F" style="background: rgb(221, 221, 221); border-radius: 50%; box-sizing: border-box; color: white; display: block; font-size: 15px; height: 0px; line-height: 20px; padding-bottom: 32px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s; width: 32px;"><span class="fab fa-facebook-f" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; height: 20px; left: 16px; line-height: 20px; margin: -10px 0px 0px -10px; position: absolute; text-rendering: auto; top: 16px; width: 20px;"></span></a></li> <li class="li-share-twitter" style="box-sizing: border-box; display: inline-block; line-height: 1.5; margin-left: 8px;"><a class="share share-twitter tooltipstered" href="https://twitter.com/intent/tweet?url=https%3A%2F%2Frevistadeletras.net%2Flas-afinidades-electivas-de-goethe%2F&text=Las+afinidades+electivas+de+Goethe" style="background: rgb(221, 221, 221); border-radius: 50%; box-sizing: border-box; color: white; display: block; font-size: 15px; height: 0px; line-height: 20px; padding-bottom: 32px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s; width: 32px;"><span class="fab fa-twitter" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; height: 20px; left: 16px; line-height: 20px; margin: -10px 0px 0px -10px; position: absolute; text-rendering: auto; top: 16px; width: 20px;"></span></a></li> <li class="li-share-whatsapp" style="box-sizing: border-box; display: inline-block; line-height: 1.5; margin-left: 8px;"><a class="share share-whatsapp tooltipstered" href="https://api.whatsapp.com/send?phone=&text=https%3A%2F%2Frevistadeletras.net%2Flas-afinidades-electivas-de-goethe%2F" style="background: rgb(221, 221, 221); border-radius: 50%; box-sizing: border-box; color: white; display: block; font-size: 15px; height: 0px; line-height: 20px; padding-bottom: 32px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s; width: 32px;"><span class="fab fa-whatsapp" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; height: 20px; left: 16px; line-height: 20px; margin: -10px 0px 0px -10px; position: absolute; text-rendering: auto; top: 16px; width: 20px;"></span></a></li> <li class="li-share-reddit" style="box-sizing: border-box; display: inline-block; line-height: 1.5; margin-left: 8px;"><a class="share share-reddit tooltipstered" href="https://www.reddit.com/submit?url=https%3A%2F%2Frevistadeletras.net%2Flas-afinidades-electivas-de-goethe%2F&title=Las+afinidades+electivas+de+Goethe" style="background: rgb(221, 221, 221); border-radius: 50%; box-sizing: border-box; color: white; display: block; font-size: 15px; height: 0px; line-height: 20px; padding-bottom: 32px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s; width: 32px;"><span class="fab fa-reddit-alien" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; height: 20px; left: 16px; line-height: 20px; margin: -10px 0px 0px -10px; position: absolute; text-rendering: auto; top: 16px; width: 20px;"></span></a></li> <li class="li-share-email" style="box-sizing: border-box; display: inline-block; line-height: 1.5; margin-left: 8px;"><a class="email-share tooltipstered" href="mailto:?subject=Las%20afinidades%20electivas%20de%20Goethe&body=https%3A%2F%2Frevistadeletras.net%2Flas-afinidades-electivas-de-goethe%2F" style="background: rgb(221, 221, 221); border-radius: 50%; box-sizing: border-box; color: white; display: block; font-size: 15px; height: 0px; line-height: 20px; padding-bottom: 32px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s; width: 32px;"><span class="feather-mail" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: feather !important; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; height: 20px; left: 16px; line-height: 20px; margin: -10px 0px 0px -10px; position: absolute; speak: none; top: 16px; width: 20px;"><br /></span></a></li></ul></div></div><div class="single-component single-component-authorbox" style="box-sizing: border-box; margin-top: 40px;"><div class="fox-authorbox authorbox-simple authorbox-narrow" style="border-color: rgb(224, 224, 225); border-image: initial; border-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px auto; padding-top: 40px;"><div class="authorbox-inner" style="box-sizing: border-box; display: flex; margin: 0px auto; max-width: 100%; overflow: hidden; width: 580px;"><div class="authorbox-text" style="box-sizing: border-box; width: 450px;"><div class="fox-user-item authorbox-tab active authorbox-content" data-tab="author" style="box-sizing: border-box;"><div class="user-item-body" style="box-sizing: border-box;"><h3 class="user-item-name" style="box-sizing: border-box; clear: both; font-family: Tinos, serif; font-size: 1.3em; line-height: 1.1; margin: 0px 0px 0.5em;"><a href="https://revistadeletras.net/author/albert/" style="box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;">Albert Lladó</a></h3><div class="user-item-description" style="box-sizing: border-box; line-height: 1.5;"><p style="box-sizing: border-box; margin: 0px;">Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros títulos, de 'Malpaís' y 'La travesía de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).</p><div><br /></div></div><div class="social-list user-item-social shape-circle style-plain" style="box-sizing: border-box; margin: 0.8em 0px 0px;"><ul style="-webkit-box-align: center; align-items: center; box-sizing: border-box; display: inline-flex; flex-flow: row wrap; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;"><li class="li-facebook" style="background-color: white; box-sizing: border-box; display: block; font-family: Lora, serif; font-size: 15px; line-height: 1.5;"><a class="tooltipstered" href="https://www.facebook.com/allado" rel="alternate" style="background: 0px 0px; border-radius: 100%; border: 0px solid; box-sizing: border-box; display: block; font-size: 18px; line-height: 24px; padding: 0px 5px; position: relative; text-align: center; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s;" target="_blank"><span class="fab fa-facebook-square" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: inherit; text-rendering: auto;"></span></a></li><li class="li-twitter" style="background-color: white; box-sizing: border-box; display: block; font-family: Lora, serif; font-size: 15px; line-height: 1.5; margin-left: 3px;"><a class="tooltipstered" href="https://twitter.com/a_llado" rel="alternate" style="background: 0px 0px; border-radius: 100%; border: 0px solid; box-sizing: border-box; display: block; font-size: 18px; line-height: 24px; padding: 0px 5px; position: relative; text-align: center; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s;" target="_blank"><span class="fab fa-twitter" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: inherit; text-rendering: auto;"></span></a></li><li class="li-instagram" style="background-color: white; box-sizing: border-box; display: block; font-family: Lora, serif; font-size: 15px; line-height: 1.5; margin-left: 3px;"><a class="tooltipstered" href="https://www.instagram.com/albertllado/" rel="alternate" style="background: 0px 0px; border-radius: 100%; border: 0px solid; box-sizing: border-box; display: block; font-size: 18px; line-height: 24px; padding: 0px 5px; position: relative; text-align: center; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s;" target="_blank"><span class="fab fa-instagram" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: block; font-family: "Font Awesome 5 Brands"; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: inherit; text-rendering: auto;"></span></a></li><li class="li-website" style="background-color: white; box-sizing: border-box; display: block; font-family: Lora, serif; font-size: 15px; line-height: 1.5; margin-left: 3px;"><a class="tooltipstered" href="http://albertllado.com/" style="background: 0px 0px; border-radius: 100%; border: 0px solid; box-sizing: border-box; display: block; font-size: 18px; line-height: 24px; padding: 0px 5px; position: relative; text-align: center; text-decoration-line: none; transition: all 0.15s ease-out 0s;" target="_blank"></a></li></ul></div></div></div></div></div></div></div>Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-68332898932622754252018-02-20T10:32:00.001-08:002018-02-20T10:32:02.347-08:00Karl Popper: La lógica de la investigación científica 1<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/k9NXlpnbFKE" width="480"></iframe>Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-25689696235418776902017-08-17T09:16:00.001-07:002017-08-17T09:24:46.240-07:00John Keats - When I Have Fears<blockquote class="tr_bq" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 33px; font-stretch: inherit; font-weight: normal; line-height: 37.8px; margin: 8px 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
John Keats</blockquote>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Verdana, Arial, sans-serif; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-size: x-small;">(Londres, 1795 - Roma, 1821) Poeta británico.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjniJmR2oag9uYg1uXGNX_pgGs3iRgjemieTlYrEUidXhDXQ0SZJhjRFi5omZoZAdZYhiAHTMEg499N9VsajCD3Ed2SGGcvg1kMw_v5g1_neHpuTI9w_qQsQapaSQ6HK8MHu4OzccM5UDkh/s1600/fears.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="670" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjniJmR2oag9uYg1uXGNX_pgGs3iRgjemieTlYrEUidXhDXQ0SZJhjRFi5omZoZAdZYhiAHTMEg499N9VsajCD3Ed2SGGcvg1kMw_v5g1_neHpuTI9w_qQsQapaSQ6HK8MHu4OzccM5UDkh/s320/fears.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b style="color: #333333; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 14px; text-align: justify;">Cuando siento el temor de dejar de existir</b></div>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"><br /></span><b><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> Cuando siento el temor de dejar de existir</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> antes de que mi pluma espigue mi fecundo cerebro,</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> antes de que pilas de libros en sus caracteres</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> guarden, como ricos graneros, el grano ya maduro;</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> cuando observo en el rostro estrellado de la noche</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> vastos símbolos nublados de un sublime romance,</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> y siento que quizá no viva para rastrear</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> sus sombras, con la mágica mano del destino;</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> y cuando siento, hermosa criatura de un momento,</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> que jamás volveré a posar la mirada sobre ti,</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> que jamás disfrutaré del idílico poder</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> del amor instintivo... entonces, a orillas</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> del ancho mundo quedo en solitario, y pienso</span><br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"> hasta que amor y gloria se hunden en la nada.</span></b><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;"><br /></span>Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-90966525310519666182017-08-16T21:25:00.001-07:002017-08-16T21:25:18.462-07:00Humboldt<div style="text-align: justify;">
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Alexander von Humboldt</div>
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(Alexander o Alejandro Humboldt; Berlín, 1769 - 1859) Naturalista y explorador alemán. Recibió una excelente educación en el castillo de Tegel y se formó intelectualmente en Berlín, Frankfurt del Oder y en la Universidad de Gotinga. </div>
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Alexander von Humboldt </div>
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Apasionado por la botánica, la geología y la mineralogía, tras estudiar en la Escuela de Minas de Freiberg y trabajar en un departamento minero del gobierno prusiano, en 1799 recibió permiso para embarcarse rumbo a las colonias españolas de América del Sur y Centroamérica. Acompañado por el botánico francés <a href="https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bonpland.htm">Aimé Bonpland</a>, con quien ya había realizado un viaje a España, recorrió casi diez mil kilómetros en tres grandes etapas continentales: las dos primeras en Sudamérica, desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la región andina, y la tercera por las colonias españolas en México. </div>
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Como resultado de su esfuerzo logró acopiar cantidades ingentes de datos sobre el clima, la flora y la fauna de la zona, así como determinar longitudes y latitudes, medidas del campo magnético terrestre y unas completas estadísticas de las condiciones sociales y económicas que se daban en las colonias mexicanas de España. Entre 1804 y 1827 se estableció en París, donde se dedicó a la recopilación, ordenación y publicación del material recogido en su expedición, contenido todo él en treinta volúmenes que llevan por título Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. </div>
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De entre los hallazgos científicos derivados de sus expediciones cabe citar el estudio de la corriente oceánica de la costa oeste de Sudamérica que durante mucho tiempo llevó su nombre, un novedoso sistema de representación climatológica en forma de isobaras e isotermas, los estudios comparativos entre condiciones climáticas y ecológicas y, sobre todo, sus conclusiones sobre el vulcanismo y su relación con la evolución de la corteza terrestre. </div>
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En 1827 regresó a Berlín, donde desempeñó un destacado papel en la recuperación de la comunidad académica y científica alemana, maltratada tras décadas de conflicto bélico. Fue nombrado chambelán del rey y se convirtió en uno de sus principales consejeros, por lo que realizó numerosas misiones diplomáticas. En 1829, por encargo del zar, efectuó un viaje por la Rusia asiática, en el curso del cual visitó Dzhungaria y el Altai. </div>
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lexander von Humboldt (1769-1859) </div>
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Federico Guillermo Enrique Alejandro de Humboldt nació en Berlín (Alemania) el 14 de septiembre de 1769 en el seno de una familia de la nobleza prusiana. </div>
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Alejandro, al igual que su también famoso hermano Guillermo, recibió una educación esmerada y dirigida por profesores privados muy notables. Durante su adolescencia recibe clases de Filosofía, Física, Idiomas, Grabado y Dibujo. Para complacer los deseos de su madre, estudió también Administración. Poco más tarde tiene como guía al naturalista Blumenbach y estudia Botánica con Willdenow. En esa misma época conoce a Jorge Foster, quien le transmite las ideas liberales de su tiempo. </div>
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En 1793, Humboldt es designado Superintendente de Minas, después de haber estudiado durante dos años en la Academia de Minería de Freiberg. En ese mismo año publica su primer trabajo sobre Flora subterránea. En 1795, colecciona plantas en los Alpes y un año más tarde se retira de la Administración prusiana, al heredar de su madre una fortuna. </div>
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Durante el año de 1797 estudia Astronomía con von Zach y Kohler y viaja hacia Francia, deseoso de emplear su herencia en viajes de investigación y publicaciones. En París, conoce a los notables científicos Cuvier, Laplace, Berthollet y Delambre. También hace amistad con un joven y talentoso botánico y cirujano francés: <a href="http://www.jmarcano.com/biografia/bonpland.html">Aimé Bonpland</a>, con quien se asocia en sus planes de viaje. </div>
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Humboldt y Bonpland, después de ver frustrados varios proyectos, deciden viajar a España en marzo de 1799, con el objeto de pedir permiso al Rey Carlos IV para viajar a las colonias españolas en América. La Corte de Aranjuez le concede a Humboldt un amplio pasaporte y, el 5 de junio de 1799, zarpa del puerto La Coruña (España) la corbeta "Pizarro", llevando a los posteriormente famosos naturalistas. </div>
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La travesía por el Atlántico se prolongó durante 40 días, incluyendo una escala en las Islas Canarias, que aprovecharon los viajeros para realizar una excursión al Pico del Teide y efectuar otros estudios locales. </div>
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Rumbo a Venezuela </div>
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La primera etapa del viaje tenía como destino la Isla de Cuba, pero una epidemia a bordo obliga al Capitán de la nave a dirigirse a Cumaná, puerto más cercano en la Tierra Firme, adonde llegan el 16 de julio de 1799. </div>
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Fascinados por las bellezas de las costas de Venezuela, deciden adentrarse en el país y casi dos meses después de permanecer en Cumaná y sus alrededores, el 4 de septiembre de 1799, se internan en el Valle de Cumanacoa y llegan a la antigua misión de San Fernando. Pernoctan allí y atraviesan luego las faldas del Turimiquire, hasta llegar al Valle de Caripe. </div>
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Tuvieron que luchar contra una naturaleza hostil e hicieron el viaje por el Macizo Oriental en mulas o a pie en condiciones laboriosas, si se toma en cuenta que tenían que colectar y estudiar plantas, animales, rocas y otras muestras, además de transportar pesados y delicados instrumentos de medición. </div>
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En Caripe (Estado Monagas), se hospedan en un convento de frailes aragoneses durante una semana y el 28 de septiembre de 1799, exploran la famosa Cueva del Guácharo en 472 metros de profundidad, convirtiéndose así Humboldt en el precurso de la Espeleología científica de América Latina. También para la Ornitología, Humboldt aporta allí una valiosa contribución, al descubrir un nuevo género y especie de ave: Steatornis caripensis, popularmente llamada "Guácharo". Humboldt hizo excelentes dibujos de este animal al salir de la gruta, utilizando dos guácharos que había matado Bonpland. </div>
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Siguieron por la ruta de Santa María hacia el Golfo de Cariaco. En Cariaco, se embarcaron de nuevo hacia Cumaná, ciudad que abandonaron el 18 de noviembre de 1799 con destino a Caracas, donde permanecieron alrededor de dos meses y el 2 de enero de 1800 efectuaron la primera excursión científica a la Silla de Caracas. En esa ocasión los acompañó un joven más tarde notable: Andrés Bello. </div>
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El 7 de febrero de 1800 se internan por los Valles de Aragua. Visitaron Valencia y Puerto Cabello, regresaron luego a Villa de Cura, para recorrer los Llanos de Calabozo. El 27 de marzo de 1800 llegan a San Fernando de Apure y el 1ro. de abril entran en la confluencia del Apure con el Orinoco. Humboldt realizó experimentos sobre las descargas eléctricas producidas por los peces tembladores de los ríos de los llanos venezolanos, los cuales fueron de gran utilidad para el conocimiento de la Electrofisiología. </div>
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La historia del Casiquiare se remonta al año de 1599, cuando Sir Walter Raleigh, famoso caballero y corsario al servicio de la Reina Isabel I de Inglaterra, hizo publicar por cartógrafos holandeses, un célebre mapa en donde se ilustraban sus hazañas en Guayana. En ese mapa no aparece el Casiquiare, sino una cadena de montañas y un gran lago llamado Parima, ubicado entre los ríos Orinoco y Amazonas. En 1744, el sacerdote jesuita Manuel Román hizo una incursión por el Río Negro y el Casiquiare, pero después otros negaron la existencia de ese brazo fluvial. </div>
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Uno de los objetivos más importantes del viaje de Humboldt, según él, era el tratar de verificar científicamente, si existía o no una comunicación natural entre las hoyas hidrográficas de los ríos Orinoco y Amazonas. La existencia del Casiquiare, ese gran brazo de agua de más de 300 kilómetros de curso, había sido afirmada o negada durante muchos años y Humboldt quería comprobar cuál era la verdad científica al respecto. </div>
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Los viajeros remontaron, durante todo el mes de abril de 1800, el curso medio del Orinoco y llegaron el 7 de mayo a San Carlos de Río Negro, el punto más austral del viaje por Venezuela. Durante tres días estuvieron en la aldea de San Carlos de Río Negro, región próxima al ecuador terrestre, y una de las más interesantes del Mundo desde el punto de vista climatológico, porque allí convergen los vientos alisios y se forman las llamadas "calmas ecuatoriales" o "zona de convergencia intertropical", que origina gran inestabilidad atmosférica y marcada nubosidad y pluviosidad. Humboldt, sin contar con los recursos modernos de la Climatología, hizo importantes observaciones sobre la masa de aire ecuatorial y aportó valiosos datos para el conocimiento de la misma. </div>
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De San Carlos de Río Negro siguieron hacia la desembocadura del Casiquiare el 10 de mayo de 1800 y navegaron por el mismo durante once días, hasta entrar nuevamente en el cauce del Orinoco, demostrando así la comunicación entre las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas. </div>
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Humboldt contribuyó al desarrollo de la Cartografía moderna al levantar mapas físicos de algunas de las regiones visitadas de América. En el mapa del Casiquare, por ejemplo, incluye las formaciones vegetales, las fechas de su itinerario y los puntos en donde hizo observaciones astronómicas. Fue el primero en trazar las "líneas isotermas" que actualmente se utilizan en los mapas climáticos y que indican las temperaturas en todos los lugares, en un momento dado. </div>
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Durante todo el viaje por el Nuevo Continente, Bonpland y Humboldt recolectaron numerosas plantas y estudiaron más de un millar de especies. Humboldt también se interesó mucho en la distribución geográfica y altitudinal de las plantas (Fitogeografía), levantando perfiles de mapas sobre la distribución de diversas asociaciones vegetales. En sus viajes descubrió un principio ecológico importante, qe es el de la relación que hay entre la latitud y la altitud, al describir que subir una montaña en el trópico es análogo a viajar desde el Ecuador hacia el norte o hacia el sur, en términos de clima y vegetación. </div>
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Ellos fueron menos afortunados en la recolección de especímenes zoológicos. Muchos de los ejemplares no pudieron ser colectados o preservados y algunos envíos que hicieron a Europa se extraviaron. Afortunadamente, sus amplias descripciones y excelentes dibujos de campo, permitieron publicar con validez algunas especies nueva, como el "Mono chucuto" (Cacajao melanocephala) del Casiquiare y el pájaro "Guácharo" (Steatornis caripensis) del Valle de Caripe. </div>
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De regreso por el Orinoco, llegan a Angostura (hoy Ciudad Bolivar) y se dirigen por tierra hacia Píritu y Barcelona. De allí se trasladan por tercera vez a Cumaná. </div>
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Las observaciones de Humboldt sobre la sismicidad de Cumaná y sus posibles relaciones con la actividad volcánica en algunas islas de las Antillas, son de escaso valor científico para la Seismología y Vulcanología actual. En cambio, sus estudios sobre un eclipse de sol en Cumaná y otras observaciones astronómicas son de gran importancia. </div>
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Estancia en Tenerife (19 junio 1799):</div>
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Llegó a Tenerife a bordo de la corbeta española Pizarro saltando el cerco de cuatro navíos ingleses que habían apresado a varios viajeros del navío Alcudia el día anterior. Había planeado un viaje a Egipto coincidiendo con la campaña de Napoleón, pero la protección que recibió en Madrid del ministro Urquijo le hizo cambiar sus planes por el más ambicioso viaje sudamericano. Se presentó al comandante general Perlasca, sucesor del célebre <a href="http://www.mgar.net/docs/gutierre.htm">general Gutiérrez</a>, y salió con Bonpland a herborizar por las cuestas cercanas al castillo de Paso Alto. Al amanecer inició su viaje a La Laguna. Visitó el Jardín de Aclimatación donde trabajaba el marqués de Villanueva del Prado. Pasó la noche en el Puerto de la Cruz e inició con sus instrumentos la subida al Teide en la que ya le habían precedido Feuillée (1724), Heberden (1752), Malouin (?), Borda (1776) y Macartney (1792)</div>
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"la cumbre del Pico de Tenerife, cuando una capa horizontal de nubes de una blancura deslumbrante separa el cono de las cenizas de la meseta inferior, y cuando, de repente, de resultas de una <a href="http://www.mgar.net/mar/viento.htm">corriente</a> que sube, la vista puede al fin penetrar desde el mismo borde del cráter, hasta las viñas de La Orotava, los jardines de naranjos y los grupos frondosos de <a href="http://www.mgar.net/platano.htm">plataneras</a> del litoral". (Humboldt. Kosmos) </div>
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Una carta del barco anunciando el retraso de la salida le permitió visitar los lugares cercanos y frecuentar la sociedad de La Orotava. De regreso en La Laguna, el cónsul de Francia y naturalista Broussonet ofreció encargarse del envío de las colecciones hechas en Tenerife. Escribió a su hermano "Me voy casi con lágrimas en los ojos. Quisiera venir a vivir aquí". Volvió a embarcarse en Santa Cruz de Tenerife.</div>
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"Los habitantes de Canarias ofrecen los rasgos característicos de la población montañesa e insular a la vez. Para apreciarlos debidamente, no basta con verlos en su misma patria, donde grandes dificultades entorpecen el desarrollo de la industria: hace falta verlos en las estepas de la provincia de Caracas, encima de los Andes, en las campiñas abrasadas de las islas <a href="http://www.mgar.net/var/filipina.htm">Filipinas</a>, por todas partes en donde, aislados en medio de regiones desiertas, han tenido la oportunidad de hacer muestra de esta energía y de esta actividad, que son la verdadera riqueza del colono".(Humboldt. Voyage) </div>
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En su libro Voyage dedica unas sesenta páginas a manifestaciones sísmicas, vegetación y geografía humana recogidas en su estancia en Tenerife. La insistencia de Humboldt determinó el posterior viaje de su amigo Leopold von Buch, autor de un moderno tratado de la geografía física de Canarias. La genial intuición de Humboldt le hizo desarrollar las bases de la fitogeografía observando las cinco capas de vegetación que había registrado Boissieu de La Martinière, botánico de la expedición de <a href="http://www.mgar.net/exp/perouse.htm">La Pérouse</a> en 1785.</div>
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Durante los cinco años de 1799 a 1804 viajó por Venezuela, Nueva España, Guayana, Cuba , Perú y México, explorando el curso del Orinoco hasta demostrar su conexión con el Amazonas, cuyas fuentes recorrió. Cruzó los Andes y ascendió al Pichincha y Cotopaxi. Durante este viaje pudo recoger gran cantidad de datos sobre geología, geografía, historia y costumbres de aquellos países.</div>
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Regreso a Europa (1804):</div>
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Una vez finalizados sus viajes se instaló en París para preparar la publicación en 30 volúmenes del material reunido en sus viajes. Para ordenar la información acumulada logró la colaboración de Cuvier y Gay-Lussac. Durante los veinte años en los que residió en París desempeñó varias misiones diplomáticas. Volvió a Prusia para ocupar el cargo de chambelán real (1827). En esta época ideó la serie de conferencias que compondrían su kosmos, un intento de descripción del mundo físico como unidad sostenida por la armonía de la naturaleza. En 1829,, invitado por el gobierno ruso, atravesó este imperio con Rose y Eherrenberg, desde el Neva hasta el Yenisey, descubriendo diamantes en las cuencas auríferas del Ural. A partir de 1830 repartió su tiempo entre la ciencia y la diplomacia, pero siguió siendo protector de científicos y artistas, sin perder su gran interés por la humanidad; constantemente se opuso a la <a href="http://www.mgar.net/var/trata3.htm">esclavitud</a> y a la opresión que pudo ver en Sudamérica y en otros lugares. Inventó el concepto de las isotermas, escribió tratados sobre geología, biogeografía, geografía política y el estudio del clima en relación con la geografía física. Poco después de finalizar el quinto volumen de su kosmos (iniciado en 1845) falleció y fue enterrado con gran solemnidad. Se le ha calificado como padre de la moderna geografía.</div>
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La corriente de Humboldt:</div>
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<a href="http://www.mgar.net/mar/corrient.htm">Corriente</a> fría oceánica de poca profundidad llamada también corriente del Perú, que ocupa el lugar más oriental de las corrientes superficiales que fluyen por el Pacífico sur en sentido opuesto a las agujas del reloj. Avanza hacia el norte siguiendo la costa occidental de Sudamérica hasta llegar a los 4º S, donde tuerce hacia el oeste para unirse a la corriente sudecuatorial. Impulsada por los <a href="http://www.mgar.net/mar/viento.htm">vientos</a> del oeste y alimentada por aguas emergentes frías muy ricas en <a href="http://www.mgar.net/mar/sal.htm">sales</a>, la corriente es seguida por ingentes masas de <a href="http://www.mgar.net/mar/plancton.htm">plancton</a>, peces y aves marinas. Los peces mueren a millones cuando la contracorriente estacional y cálida llamada El Niño, se desplaza hacia el sur entre la corriente de Humboldt y Perú. Aprovechando esta corriente Thor Heyerdhal consiguió llegar en una balsa, la <a href="http://www.mgar.net/exp/kontiki.htm">Kon-Tiki</a>, desde El Callao a una isla de la Polinesia (1947). Quería demostrar la posibilidad del origen americano de la colonización de las islas del Pacífico. </div>
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Huella de Humboldt por América </div>
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El 24 de noviembre de 1800, Humboldt y Bonpland abandonan definitivamente Venezuela con destino a Cuba. Después de estudiar esa isla durante dos meses, aproximadamente, siguen rumbo al puerto de Cartagena de Indias (Colombia). El recorrido por Colombia se prolongó durante un año, con valiosos resultados. En ese país conocieron a los sabios Mutis y Caldas. </div>
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El viaje por Suramérica llegó hasta Ecuador y Perú. En el Ecuador exploraron varios volcanes, entre ellos el famoso Chimborazo, que en esa época se creía que era el más alto del planeta. Los estudios de Humboldt en Perú sobre el desarrollo de las culturas indígenas y la influencia hispana son de gran valor para la Antropología Cultural. </div>
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La Oceanografía Física también se ha visto enriquecida con las observaciones y mediciones que hizo Humboldt sobre las aguas del Océano Pacífico, descubriendo la corriente marina que, posteriormente, fue bautizada con su nombre (Corriente de Humboldt). </div>
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El 15 de febrero de 1803, se dirigen por mar hacia Acapulco, México, país que visitaron hasta el 7 de marzo de 1804. En México, Humboldt desplegó una gran actividad y sus principales estudios allí se refieren a la Geopolítica, Antropología General, Cartografía, etc. </div>
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Al abandonar México, vuelven brevemente a Cuba y, en abril de 1804, viajan hacia los Estados Unidos donde pasan 3 semanas. Allí se encuentran con el Presidente Tomás Jefferson. Luego siguieron su viaje hacia Europa, llegando a Burdeos (Francia) el 3 de agosto de 1804. </div>
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Humboldt se residenció en París durante poco más de veinte años y allí conoció en 1804 al joven Simón Bolívar, con quien lo unió una gran amistad, que mantuvo hasta la muerte del Libertador. En 1805 comienza a escribir su obra dedicada a México. A partir de 1807 y hasta 1834 va apareciendo, en treinta volúmenes, su grandiosa obra relativa al viaje por América. Finalmente su fortuna desapareción a consecuencias de sus viajes y el financiamiento de sus publicaciones. </div>
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En 1827 regresa a Berlín donde el Rey de Prusia lo nombra su consejero. Dicta importantes conferencias, que agrupaban a un público de los más diversos estratos intelectuales, sociales y económicos. Estas conferencias llegaron a ser tan populares que, cada vez, había que buscar salones mayores debido a la cantidad de asistentes. </div>
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El Zar de Rusia lo invita a visitar su país y, en 1829, a los 60 años de edad, emprende un nuevo gran viaje, atravesando toda Rusia, por Siberia, hasta la frontera con China, durante casi un año. Este viaje le sirvió a Humboldt para cotejar los aspectos geográficos en dos continentes. Una de sus recomendaciones fue que se establecieran estaciones meteorológicas en todo el país, las cuales fueron establecidas en 1835. Los datos obtenidos en estas estaciones permitieron que Humboldt desarrollara el "principio de continentalidad", que las regiones interiores de los continentes tienen climas más extremos debido a la ausencia de la influencia moderadora del océano. </div>
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Gran divulgador de la Ciencia </div>
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A su regreso de Rusia cumple varias misiones diplomáticas por encargo del Rey de Prusia, y desde 1834 comienza a aparecer su gran obra final: "COSMOS", en cinco volúmenes, el último de los cuales fue publicado a partir de 1860, después de su muerte. "Cosmos" o la "Idea General de una descripción física del Universo" representa una síntesis filosófica de todos los conocimientos de su tiempo. </div>
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Humboldt era una fuente inagotable de sabiduría y adquiría sus conocimientos con extraordinaria rapide, todo ello facilitado por el dominio que tenía de varios idiomas, incluyendo algo de español. Trabajó arduamente por la Ciencia durante 70 años y empleó su fortuna personal en sus viajes, publicaciones, y en alyudar a otros científicos jóvenes y de escasos recursos. </div>
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El pensamiento de Alejandro de Humboldt también profundizó en los problemas sociales. Fue un abierto enemigo de la esclavitud y combatió toda forma de opresión y discriminación. Bolívar solía decir de Humboldt: "Descubridor científico del Nuevo Mundo cuyo estudio ha dado a América algo mejor que todos los Conquistadores juntos". </div>
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El 6 de mayo de 1859 se apagó esta vida extraordinaria y sus restos fueron sepultados en el panteón de Tegel, al fondo de un hermoso bosque.</div>
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Alejandro de Humboldt fue un personaje que logró conjugar la visión científica con una mirada estética. Al embarcarse hacia el Nuevo Mundo, el viajero escribió: "Mi verdadera y única finalidad es investigar cómo se entretejen todas las fuerzas naturales, la influencia de la naturaleza inanimada sobre el mundo vivo animal y vegetal."</div>
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Acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, Humboldt realizó un recorrido por el continente americano que tuvo rasgos evidentes de aventura, pues entabló relación con todo tipo de personajes, desde aristócratas, hasta gente del pueblo; bajó a las minas de los Andes y de La Nueva España, preguntó e investigó; le interesó la naturaleza, como el arte, la cartografía, la economía, la historia, la arqueología y las lenguas aborígenes.</div>
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Con Cristobal Colón, tres siglos antes de Humboldt, comenzó la época de los grandes viajes del descubrimiento y de la conquista española. Y el siglo XVIII dio inicio a las expediciones de investigación. El anhelo de conocimientos de la Ilustración y el aprovechamiento económico de las colonias fueron las fuerzas motrices para los viajes de Alessandro Malaspina, James Cook, George Vancouver, Charles-Marie de La Condamine, Louis Antoine de Bougainville y Thomas-Nicolas Baudin, financiadas por los gobiernos europeos.</div>
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Mostrando su interés personal, la primera expedición de investigación cuya ruta y objetivo fueron determinados y financiados por el propio viajero, sin influencias estatales, fue la del científico de origen prusiano. Le llevó seis años planearla, cinco más realizarla y casi treinta analizar y publicar los resultados, con el único propósito de que, los países que había explorado llegaran al conocimiento del resto del mundo. Como investigador quería coleccionar hechos para la ampliación de una ciencia apenas esbozada e indeterminada que a veces se llamaba física del mundo, teoría de la tierra y otras veces geografía física.</div>
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Por su independencia económica e ideológica, por su interés holístico de comprender el mundo y por el inmenso conocimiento que aportó, el viaje de Alejandro de Humboldt por América (de 1799 a 1804) planteó la importancia de la relación armónica entre los hombres y la naturaleza. A partir de sus estudios y la propagación de éstos, se constituyó una nueva relación entre el Viejo y el Nuevo Mundo. </div>
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Referencias</div>
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Les années romantiques. La pittura francese dal 1815 al 1850, Milán, Electa, 1996, pp. 356-359</div>
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<div style="text-align: justify;">
Beck, Hanno; Alexander von Humboldt, 2 vols., Weisbaden, Fr., Steiner-Verlag, 1959.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Bulletin, t. XI, núm. 62, febrero de 1839, p. 117.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Castrillón Aldana, Alberto; Alejandro de Humboldt, del catálogo al paisaje, Medellín, Clío-Editorial Universidad de Antioquia, 2000.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Chodowiecki, Daniel; “Influencia significativa de Humboldt sobre la representación artística latinoamericana en el siglo XIX”, en Alexander von Humboldt, inspirador de una nueva ilustración en América, Berlín, Instituto Ibero-Americano, 1988, p. 9.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Clair, Jean; “From Humboldt to Hubble”, en Cosmos. From Romanticism to Avant-garde, Munich-Londres-Nueva York, The Montreal Museum of Fine Arts-Prestel, 1999, pp. 20-27.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Cosmos, versión francesa, Milán, 1846, Charles Turati, impresor, t. I, p. 306.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Greppi, Claudio; en “Introducción”, L´invenzione del Nuovo Mondo, C. Greppi ed., Florencia, La Nuova Italia, 1992, p. XXXV.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Holl, Frank; “Introducción”, en Alejandro de Humboldt en México, México, Secretaría de Hacienda y Crédito Público/Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1997, p. 36.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Kügelgen, Helga von; “La alegoría de América en el frontispicio del Viaje de Humboldt y Bonpland”, en Alejandro de Humboldt en México, op. cit., pp. 165-182.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Löschner, Renate; “La presentación artística de Latinoamérica en el siglo 19 bajo la influencia de Alexander von Humboldt”, en Artistas alemanes en Latinoamérica, Berlín, 1978, p. 27.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Minguet, Charles; Alejandro de Humboldt: historiador y geógrafo de la América española, 2 vols., México, UNAM-Centro Coordinador de Estudios Latinoamericanos, 1985.</div>
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Moravia, Sergio; Il pensiero degli idéologues. Scienza e filosofia in Francia (1780-1815), Florencia, La Nuova Italia, 1974.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Ortega y Medina, Juan A.; “Estudio preliminar”, en Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España, México, Porrúa (Sepan cuantos, 39), 1991, pp. CXIII.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Rouillé, André; La photographie en France, París, Macula, 1989, pp. 36-43.</div>
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Sánchez, Ramón y Max Seeberg, “Humboldt y sus instrumentos científicos”, en Alejandro de Humboldt en México, op. cit., p. 64.</div>
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Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-76291091512576596092017-08-16T21:05:00.000-07:002017-08-16T21:07:43.584-07:00Hofmannsthal<div style="line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em;">
<div style="text-align: justify;">
Fue hijo único del Dr. Hugo von Hofmannsthal, doctor en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho">derecho</a>, y de Anna Fohleutner. Hofmannsthal, que había nacido en una familia aristocrática de banqueros, tuvo una excelente formación en Viena. Además de sus estudios jurídicos, hizo una tesis sobre <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Victor_Hugo">Victor Hugo</a>, 1900-1901. Construyó tempranamente su reputación con poemas líricos (el primero publicado cuando tenía 16 años) y piezas cortas en verso, como La muerte de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tiziano">Tiziano</a> (Der Tod des Tizian, 1892) y El loco y la muerte (Der Tor und der Tod, 1893). Apenas sobrepasados los 20 años, era amigo ya de escritores como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Schnitzler">Schnitzler</a>, trató a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hermann_Bahr">Hermann Bahr</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Stefan_George">Stefan George</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hauptmann">Hauptmann</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rainer_Maria_Rilke">Rilke</a>. Renunció a la poesía lírica, como suele enso escrito Una carta (Ein Brief), de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/1902">1902</a>.</div>
<div class="separator" style="background-color: white; clear: both; color: black; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/OXnoxs5WDTA/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/OXnoxs5WDTA?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Al iniciarse el siglo XX, ya casado, Hofmannsthal se inclina decididamente por el drama, mientras estudia sistemáticamente a los clásicos —<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Moli%C3%A8re" style="background: none; color: #0b0080;" title="Molière">Molière</a>, <a class="mw-disambig" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lessing" style="background: none; color: #0b0080;" title="Lessing">Lessing</a>, <a class="mw-redirect" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Goethe" style="background: none; color: #0b0080;" title="Goethe">Goethe</a>— para aprender el oficio; y hará adaptaciones de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Calder%C3%B3n_de_la_Barca" style="background: none; color: #0b0080;" title="Pedro Calderón de la Barca">Calderón</a> y de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%B3focles" style="background: none; color: #0b0080;" title="Sófocles">Sófocles</a>. Entre sus obras de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teatro" style="background: none; color: #0b0080;" title="Teatro">teatro</a> destacan <i>Christinas Heimreise</i> (1910), <i>Cada cual</i> (<i>Jedermann</i>, 1911), <i>El difícil</i> (<i>Der Schwierige</i>, 1921) y <i>La torre</i> (<i>Der Turm</i>, 1925). En <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/1920" style="background: none; color: #0b0080;" title="1920">1920</a> fundó el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Festival_de_Salzburgo" style="background: none; color: #0b0080;" title="Festival de Salzburgo">Festival de Salzburgo</a> junto a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Max_Reinhardt" style="background: none; color: #0b0080;" title="Max Reinhardt">Max Reinhardt</a>; su aportación escrita y personal a este empeño fue decisiva.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Por otro lado, desde <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/1906" style="background: none; color: #0b0080;" title="1906">1906</a>, va a colaborar con el compositor <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Strauss" style="background: none; color: #0b0080;" title="Richard Strauss">Richard Strauss</a>, pese a sus hondas diferencias personales. Su primera ópera notable, como libretista de lujo del músico, es <i><a class="mw-redirect" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Elektra_(%C3%B3pera)" style="background: none; color: #0b0080;" title="Elektra (ópera)">Elektra</a></i> (1908), fue seguida por <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_caballero_de_la_rosa" style="background: none; color: #0b0080;" title="El caballero de la rosa">El caballero de la rosa</a></i>(<i>Der Rosenkavalier</i>, 1910), <i><a class="mw-redirect" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ariadne_auf_Naxos" style="background: none; color: #0b0080;" title="Ariadne auf Naxos">Ariadne auf Naxos</a></i> (1912, corregida en 1916), <i><a class="mw-redirect" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Die_Frau_ohne_Schatten" style="background: none; color: #0b0080;" title="Die Frau ohne Schatten">Die Frau ohne Schatten</a></i> (1919), Die ägyptische Helena (1927) y <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arabella" style="background: none; color: #0b0080;" title="Arabella">Arabella</a></i>. Esos textos son incomparables, y son elementos fundamentales en esas óperas de Strauss, consideradas como cumbres de la lírica musical del siglo XX.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sus relatos y novelas son asimismo de alta calidad. Además Hofmannsthal es considerado uno de los más importantes ensayistas de Austria. Hasta el final de su vida, animó diversas revistas literarias y habló por varias ciudades europeas, al tiempo que mantuvo correspondencia continua con viejos y nuevos amigos, como el joven <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Walter_Benjamin" style="background: none; color: #0b0080;" title="Walter Benjamin">Walter Benjamin</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; color: black; line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; text-align: start;">
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">En 1901, se había casado con Gertrud (Gerty) Schlesinger, hija del secretario general de la banca anglo-austriaca, que había conocido hacía seis años. Tuvieron tres hijos.<sup class="reference separada" id="cite_ref-1" style="line-height: 1em; margin-right: 0.6ch; unicode-bidi: isolate; white-space: nowrap;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_von_Hofmannsthal#cite_note-1" style="background: none; color: #0b0080;">1</a></sup> En agosto de 1929, su hijo se suicidó y dos días después el escritor murió de un infarto.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf8QGgpchQILOICrjGwKOn3c2DDUegmpfDyI4SkQkP1hCAe18NbT0uf_GTNIWvbxicezJjH7UpzSFsAy0Pnh5UReus1LONpz7NtLYHcmm8QWlY3og0IEeFflyqwd0vaEALMTDJJUjenuNE/s1600/tumba.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="205" data-original-width="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf8QGgpchQILOICrjGwKOn3c2DDUegmpfDyI4SkQkP1hCAe18NbT0uf_GTNIWvbxicezJjH7UpzSFsAy0Pnh5UReus1LONpz7NtLYHcmm8QWlY3og0IEeFflyqwd0vaEALMTDJJUjenuNE/s1600/tumba.jpg" /></a>decirse, en su breve y d</span></div>
</div>
<div style="line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em;">
<span style="color: #222222; font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span>
<br />
<br />
PRINCIPALES OBRAS<br />
<br />
La muerte de Tiziano (Der Tod des Tizian) (1892), teatro.<br />
<br />
Carta de lord Chandos (Ein Brief) (1902), ensayo.<br />
<br />
Jedermann (1911), teatro.<br />
<br />
La torre (Der Turm) (1925), teatro.<br />
<br />
<br />
<br />
LIBRETOS PARA ÓPERA<br />
<br />
Elektra (1903),<br />
<br />
El caballero de la rosa (Der Rosenkavalier) (1910),<br />
<br />
Ariadna en Naxos (Ariadne auf Naxos) (1912)<br />
<br />
La mujer sin sombra (Die Frau ohne Schatten) (1919)<br />
<br />
<br />
<br />
Cartas a Rilke, 1902-1925</div>
<br /><br />Hofmannsthal's plays are all written in verse, and most are modernized adaptations from other dramatists. His masterpiece, Electra (1903), was set to music by Richard Strauss. Dramas such as Jedermann (1911) and The Tower (1925, o.p.) showed him to be a serious and responsible social critic: their "deep symbolism is pervaded by an uncanny insight into the demonic forces and potentialities of our century" (LJ). With Max Reinhardt, Hofmannsthal helped to found the Salzburg Festival of music and theater, which is still an annual event. He also collaborated successfully with Strauss, despite their divergent personalities and mutually preferred habit of working at a distance, through the mails. Hofmannsthal wrote the libretti for Strauss's Der Rosenkavalier, Ariadne auf NaxosDer Rosenkavalier, Ariadne auf Naxos, and Die Frau ohne Schatten. In his poetry, almost all written in his early twenties, Hofmannsthal proved himself to be the most socially sensitive of the Viennese poets of the 1890s. A traditionalist writing in an era of experimentation, he wrote meditations on the theme of transience, noted for their elevated diction and technical perfection.<br /> Hugo von Hofmannsthal (1874 - 1929): Two Poems<br /> <br /><br /><br />Vorfrühling (1892)<br /><br /><br /><br /><br />Es läuft der Frühlingswind<br />Durch kahle Alleen,<br />Seltsame Dinge sind<br />In seinem Wehn.<br /><br />Er hat sich gewiegt,<br />Wo Weinen war,<br />Und hat sich geschmiegt<br />In zerrüttetes Haar.<br /><br />Er schüttelte nieder<br />Akazienblüten<br />Und kühlte die Glieder,<br />Die atmend glühten.<br /><br />Lippen im Lachen<br />Hat er berührt,<br />Die weichen und wachen<br />Fluren durchspürt.<br /><br />Er glitt durch die Flöte<br />Als schluchzender Schrei,<br />An dämmernder Röte<br />Flog er vorbei.<br /><br />Er flog mit Schweigen<br />Durch flüsternde Zimmer<br />Und löschte im Neigen<br />Der Ampel Schimmer.<br /><br />Es läuft der Frühlingswind<br />Durch kahle Alleen,<br />Seltsame Dinge sind<br />In seinem Wehn.<br /><br />Durch die glatten<br />Kahlen Alleen<br />Treibt sein Wehn<br />Blasse Schatten.<br /><br />Und den Duft,<br />Den er gebracht,<br />Von wo er gekommen<br />Seit gestern Nacht. <br /><br />Early Spring<br /><br /><br /><br /><br />The spring wind runs<br /><br />Through leafless alleys,<br /><br />Strange things are<br /><br />In its blowing.<br /><br /><br /><br /><br />It rocked itself,<br /><br />Where there were tears,<br /><br />And nestled into<br /><br />Ruined hair.<br /><br /><br /><br /><br />It shook down<br /><br />Acacia blossoms<br /><br />And cooled limbs<br /><br />That breathed and burned.<br /><br /><br /><br /><br />It has touched<br /><br />Lips in laughter,<br /><br />Burrowed through soft<br /><br />And stirring fields.<br /><br /><br /><br /><br />It slid through the flute,<br /><br />A sobbing cry,<br /><br />Flew past<br /><br />Darkening dusk.<br /><br /><br /><br /><br />It flew in silence<br /><br />Through whispering rooms<br /><br />And, bending, extinguished<br /><br />The glow of the lamp.<br /><br /><br /><br /><br />The spring wind runs<br /><br />Through leafless alleys,<br /><br />Strange things are<br /><br />In its blowing.<br /><br /><br /><br /><br />Through smooth<br /><br />Leafless alleys<br /><br />Its blowing chases<br /><br />Pale shadows.<br /><br /><br /><br /><br />And the fragrance<br /><br />It has brought<br /><br />From where it has come<br /><br />Since last night! <br /><br /> <br /><br /><br />Reiselied (1898)<br /><br /><br /><br /><br />Wasser stürzt, uns zu verschlingen,<br />Rollt der Fels, uns zu erschlagen,<br />Kommen schon auf starken Schwingen<br />Vögel her, uns fortzutragen.<br /><br />Aber unten liegt ein Land,<br />Früchte spiegelnd ohne Ende<br />In den alterslosen Seen.<br /><br />Marmorstirn und Brunnenrand<br />Steigt aus blumigem Gelände,<br />Und die leichten Winde wehn. <br /><br />Travel Song<br /><br /><br /><br /><br />Water falls to devour us,<br /><br />The rock rolls to crush us,<br /><br />When on strong wings birds arrive<br /><br />To carry us away.<br /><br /><br /><br /><br />But below there lies a land,<br /><br />Reflecting without end<br /><br />Fruits in ageless lakes.<br /><br /><br /><br /><br />Marble head and fountain rim<br /><br />Rise from fields of flowers,<br /><br />And the light winds are blowing. <br /><br /> <br /><br /><br />A note: My prose translations are not always strictly literal. I'm willing to deviate from the original a little when this gives me a more "poetic" line, especially when it reproduces the meter of the original. The first line of the third stanza above is a case in point. A literal translation would be "marble forehead and fountain rim"—leaving the "fore" out produces, I believe, not only an easier-flowing line, but one that scans exactly like the original.<br /><br /><br />But I hesitate to go very far in this direction. For example, the following lines would scan like the first two lines of Reiselied:<br /><br /><br /><br /><br />Water falls to pull us under,<br /><br />Rocks are rolling down to crush us... <br /><br />They reproduce the forward-pulling rush of the original lines, but deviate more from the meaning of the lines because padding is needed to achieve the length of the German lines.<br /><br /><br /><br /><br />I would accept this, actually prefer it, when I could do it consistently for the entire piece. Indeed, the contrast between the rush of the first stanza and the calm of the second is an essential characteristic of the poem. However, I have not managed to come up with a reasonably close translation that would reproduce the rhythm of the original throughout—readers have to get a sense of it by looking at the original German, preferably by reading it aloud.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Wo ich nahe, wo ich lande<br /><br /><br />Wo ich nahe, wo ich lande,<br /><br /><br />Da im Schatten, dort im Sande<br /><br /><br />Werden sie sich zu mir setzen,<br /><br /><br />Und ich werde sie ergötzen,<br /><br /><br />Binden mit dem Schattenbande!<br /><br /><br />(1894)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Donde me acerco, donde aterrizo<br /><br /><br />¡Donde me acerco, donde aterrizo,<br /><br /><br />allí, en la sombra y en la arena<br /><br /><br />se me unirán<br /><br /><br />y me regocijaré,<br /><br /><br />atado con el lazo de la sombra!<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Dichter sprechen<br /><br /><br />Dichter sprechen:<br /><br /><br />Nicht zu der Sonnen frühen Reise,<br /><br /><br />nicht wenn die Abendwolken landen,<br /><br /><br />euch Kindern, weder laut noch leise,<br /><br /><br />ja, kaum uns selber seis gestanden,<br /><br /><br />auf welch geheimnisvolle Weise<br /><br /><br />dem Leben wir den Traum entwanden<br /><br /><br />und ihn mit Weingewinden leise<br /><br /><br />an unsres Gartens Brunnen banden.<br /><br /><br />(1897)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />El poeta habla<br /><br /><br />El poeta habla:<br /><br /><br />No hacia los soles del viaje prematuro,<br /><br /><br />no hacia las tierras de tardes nubladas,<br /><br /><br />vuestros niños, ni ruidosos ni callados,<br /><br /><br />sí, apenas nos es reconocido,<br /><br /><br />de qué misterioso modo<br /><br /><br />la vida al sueño arrebatamos<br /><br /><br />y a él con callada guirnalda-viña<br /><br /><br />del manantial de nuestro jardín nos liga.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Terzinen über Vergänglichkeit<br /><br /><br />Noch spür ich ihren Atem auf den Wangen:<br /><br /><br />wie kann das sein, dass diese nahen Tage<br /><br /><br />fort sind, für immer fort, und ganz vergangen?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Dies ist ein Ding, das keiner voll aussinnt,<br /><br /><br />und viel zu grauenvoll, als dass man klage:<br /><br /><br />dass alles gleitet und vorüberrinnt<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />und dass mein eignes Ich, durch nichts gehemmt,<br /><br /><br />herüberglitt aus einem kleinen Kind<br /><br /><br />mir wie ein Hund unheimlich stumm und fremd.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Dann: dass ich auch vor hundert Jahren war<br /><br /><br />und meine Ahnen, die im Totenhemd,<br /><br /><br />mit mir verwandt sind wie mein eignes Haar,<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />so eins mit mir als wie mein eignes Haar.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Tercetos acerca de la transitoriedad<br /><br /><br />Aún me percato de sus respiros en las mejillas:<br /><br /><br />¿cómo puede ser que estos días cercanos<br /><br /><br />se hayan ido, para siempre idos, totalmente?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Esto es algo que nadie del todo percibió<br /><br /><br />y a menudo es tan terrible como para quejarse:<br /><br /><br />que todo escurrió y huyó<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Y que mi propio yo, por nada obstaculizado,<br /><br /><br />se deslizó sobre un niño pequeño<br /><br /><br />como un perro inmensamente mudo y extraño.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Entonces: puesto que yo también fui hace cien años<br /><br /><br />y mis antepasados en la mortaja,<br /><br /><br />conmigo mis padres son como mi propio pelo,<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />tan uno conmigo como mi propio pelo.<br /><br /><br /><br /><br /> Dichtkunst<br /><br /><br />Fürchterlich ist diese Kunst! Ich spinn aus dem Leib mir den Faden,<br /><br /><br />und dieser Faden zugleich ist auch mein Weg durch die Luft.<br /><br /><br />(1898)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Poesía<br /><br /><br />¡Este arte es tremendo! Hilo desde mi cuerpo el hilo,<br /><br /><br />y este hilo es al mismo tiempo también mi camino a través del aire.<br /><br /><br /><br /><br /> Die Dichter und die Zeit<br /><br /><br />Wir sind dein Flügel, o Zeit, doch wir nicht die tragende Klaue!<br /><br /><br />oder verlangst du so viel: Flügel und Klaue zugleich?<br /><br /><br />(1898 ?)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Los poetas y el tiempo<br /><br /><br />¡Somos tu ala, oh tiempo, pero no somos la garra portadora!<br /><br /><br />O exiges tanto: ¿alas y garra al mismo tiempo?<br /><br /><br /><br /><br /> Erkenntnis<br /><br /><br />Wüßt ich genau, wie dies Blatt aus seinem Zweige herauskam,<br /><br /><br />schwieg ich auf ewige Zeit still: denn ich wüßte genug.<br /><br /><br />(1898)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Comprensión<br /><br /><br />Sé lo correcto, como la hoja de su rama florece,<br /><br /><br />callo ante la silente eternidad: entonces sabría bastante. <br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEBhCj59szSOEz3MxPvhSdNe27frXxWQ3YhOIbKi1lSaffDVkrW8rLSQPo0NJc-hBgwyoi7UH9Cp7tYLTmZyYMv_60g-j2GWBY-IrFb5JLpLECR_dKThlaUE-LC5hliGj1fxuDuuTUAZ5M/s1600/melusina.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEBhCj59szSOEz3MxPvhSdNe27frXxWQ3YhOIbKi1lSaffDVkrW8rLSQPo0NJc-hBgwyoi7UH9Cp7tYLTmZyYMv_60g-j2GWBY-IrFb5JLpLECR_dKThlaUE-LC5hliGj1fxuDuuTUAZ5M/s320/melusina.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br />“Melusina”<br /><br />Poema del escritor austríaco Hugo von Hofmannsthal<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Hugo von Hofmannsthal<br /><br />Escritor austríaco <br /><br />(Viena, 1 de febrero de 1874 - ídem, 15 de julio de 1929)<br /><br />Traducción del poema por Ana Leal<br /><br /><br /><br /><br /><br />En bosque nacida,<br /><br />en río casada,<br /><br />así yo mi vida<br /><br />la quiero,¡tan larga!<br /><br /><br /><br /><br />Había hoy soñado<br /><br />con las hondas aguas<br /><br />y yo allí en lo oscuro<br /><br />dormir no lograba.<br /><br /><br /><br /><br />Lo que en ese estanque<br /><br />por mirarse entró<br /><br />prendido en mis ojos<br /><br />sin sueño quedó.<br /><br /><br /><br /><br />Los árboles tristes<br /><br />por los que brillaba<br /><br />cuando la gran bola<br /><br />se puso encarnada;<br /><br /><br /><br /><br />las pálidas niñas<br /><br />que sin ruido van<br /><br />ven con ojos blancos<br /><br />en la oscuridad<br /><br /><br /><br /><br />de damas del bosque<br /><br />susurrante tropa,<br /><br />en el pelo suelto<br /><br />coronas y hojas...<br /><br /><br /><br /><br />¿Coronas de oro?<br /><br />¿De perlas las sartas?<br /><br />Ya se me ha olvidado.<br /><br />Yo no he de hallarlas.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />___________________<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /> <br /><br /><br /><br />“Melusine”<br />Hugo von Hofmannsthal<br /><br /><br /><br /><br />Im Grünen geboren<br /><br />Am Bache gefreit,<br /><br />Wie ist mir das Leben<br /><br />Das liebe, so weit!<br /><br /><br /><br /><br />Heut hab ich geträumt<br /><br />Von dem Wasser tief,<br /><br />Wo ich im Dunkel<br /><br />Nicht schlief, nicht schlief!<br /><br /><br /><br /><br />Was sich im Weiher<br /><br />Spiegeln ging,<br /><br />In meinen wachen<br /><br />Augen sich fing:<br /><br /><br /><br /><br />Die traurigen Bäum,<br /><br />Durch die es blinkt,<br /><br />Wenn der Ball, der große,<br /><br />Rot-atmend sinkt,<br /><br /><br /><br /><br />Die blassen Mädchen,<br /><br />Die lautlos gehn,<br /><br />Mit weißen Augen<br /><br />Ins Dunkel sehn,<br /><br /><br /><br /><br />Und der Waldfrauen<br /><br />Flüsternd Schar,<br /><br />Mit Laub und Kronen<br /><br />Im offnen Haar...<br /><br /><br /><br /><br />Rotgoldne Kronen?<br /><br />Und Perlschnüre schwer?<br /><br />Ich hab es vergessen,<br /><br />Ich finds nimmermehr.<div style="background-color: #222222; color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; line-height: inherit; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; text-align: justify;">
<br style="background-color: #222222; color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; text-align: start;" />
<br style="background-color: #222222; color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; text-align: start;" /></div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-76443135479776818672017-03-30T13:01:00.000-07:002017-03-30T13:03:17.928-07:00 La formación de la Identidad de Género Una mirada desde la filosofía.<h2 style="font-family: "trebuchet ms", "lucida grande", verdana, arial, sans-serif; font-size: 1.6em; margin: 30px 0px 0px;">
Ese sexo que no es uno (1977) – Luce Irigaray</h2>
<small class="single-by" style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: 0.9em; line-height: 1.5em; text-align: justify; text-transform: capitalize;"></small><span style="font-family: "lucida grande" , "verdana" , "arial" , sans-serif; font-size: 12px; text-align: justify;"></span><br />
<div class="entry" style="font-family: "lucida grande", verdana, arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.4em; text-align: justify;">
<div style="font-size: 1.05em;">
<a href="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg" style="text-decoration: none;"><span style="color: black;"><img alt="" class="aligncenter size-full wp-image-586" data-attachment-id="586" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":""}" data-image-title="luce" data-large-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=450&h=333?w=450" data-medium-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=450&h=333?w=300" data-orig-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=450&h=333" data-orig-size="770,570" data-permalink="https://hybridutterance.wordpress.com/2009/12/28/este-sexo-que-no-es-uno-1977-luce-irigaray/luce/" height="333" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=450&h=333" srcset="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=450&h=333 450w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=150&h=111 150w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=300&h=222 300w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg?w=768&h=569 768w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/luce.jpg 770w" style="border: none; display: block; margin-left: auto; margin-right: auto; max-width: 100%; padding: 0px;" title="luce" width="450" /></span></a></div>
<div style="font-size: 1.05em;">
La mujer “se toca” todo el tiempo, sin que además se le pueda prohibir hacerlo, porque su sexo está formado por dos labios que se besan constantemente.(…)</div>
<div class="wp-caption aligncenter" data-shortcode="caption" id="attachment_589" style="background-color: #f3f3f3; border-radius: 3px; border: 1px solid rgb(221, 221, 221); margin: 10px auto; max-width: 95%; padding-top: 4px; text-align: center; width: 460px;">
<a href="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg" style="text-decoration: none;"><span style="color: black;"><img alt="" class="size-full wp-image-589" data-attachment-id="589" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":""}" data-image-title="JamieMcCartney" data-large-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=450&h=279?w=450" data-medium-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=450&h=279?w=300" data-orig-file="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=450&h=279" data-orig-size="1138,706" data-permalink="https://hybridutterance.wordpress.com/2009/12/28/este-sexo-que-no-es-uno-1977-luce-irigaray/jamiemccartney_7/" height="279" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=450&h=279" srcset="https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=450&h=279 450w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=900&h=558 900w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=150&h=93 150w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=300&h=186 300w, https://hybridutterance.files.wordpress.com/2009/12/jamiemccartney_73.jpg?w=768&h=476 768w" style="border: 0px none; height: auto; margin: 0px; max-width: 98%; padding: 0px;" title="JamieMcCartney" width="450" /></span></a><br />
<div class="wp-caption-text" style="font-size: 11px; line-height: 17px; padding: 0px 4px 5px;">
The Great Wall of Vagina - Jamie McCartney</div>
</div>
<div style="font-size: 1.05em;">
La suspensión del autoerotismo se opera en la fractura violenta: la separación brutal de los dos labios por parte de un pene violador. (…)</div>
<div style="font-size: 1.05em;">
En efecto, el placer de la mujer no tiene por qué elegir entre la actividad clitoridina y la pasividad vaginal, por ejemplo. El placer de la caricia vaginal no tiene que sustituir a la caricia clitoridiana. Una y otra contribuyen, de manera irremplazable, al goce de la mujer. (…)</div>
<div style="font-size: 1.05em;">
Ahora bien, <em>la mujer tiene sexos prácticamente en todas partes</em>. Ella goza prácticamente con todo.</div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
</div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
(Trad. R. Sánchez C.</div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
<br /></div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
<br /></div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
<br /></div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
<br /></div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
<br /></div>
<div class="MsoTitle">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 14.0pt;">La
formación de la Identidad de Género<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoTitle">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 14.0pt;">Una
mirada desde la filosofía<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoTitle" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><i><span lang="ES" style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 11.0pt;">Artículo
publicado en Esteve Zarazaga, J.M. y Vera Vila, Julio. Educación Social e
Igualdad de Género. Págs. 21 a 59. Edita Ayuntamiento de Málaga. Málaga, 2006.
320 págs. ISBN: 84-689-9770-6.<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><i><span lang="ES" style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 11.0pt;">Purificación
Mayobre Rodríguez. <a href="http://www.uvigo.es/indice/index.gl.htm">Universidad
de Vigo</a>. Galicia. España. Correo: <a href="mailto:pmayobre@uvigo.es">pmayobre@uvigo.es</a><o:p></o:p></span></i></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14.0pt;"> </span><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> La
construcción de la identidad generizada<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La configuración de la identidad
personal es un fenómeno muy complejo en el que intervienen muy diversos
factores, desde predisposiciones individuales hasta la adquisición de diversas
capacidades suscitadas en el proceso de socialización y educación, pero sin duda
un factor clave en la constitución de la
subjetividad es la determinación de género, eje fundamental sobre el que se
organiza la identidad del sujeto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Tradicionalmente
se consideraba que el sexo era el factor determinante de las diferencias
observadas entre varones y mujeres y que era el causante de las diferencias
sociales existentes entre las personas sexuadas en masculino o femenino. Sin
embargo, desde hace unas décadas, se reconoce que en la configuración de la
identidad masculina o femenina intervienen no sólo factores genéticos sino
estrategias de poder, elementos simbólicos, psicológicos, sociales, culturales
etc., es decir, elementos que nada tienen que ver con la genética pero que son
condicionantes muy importantes a la hora de la configuración de la identidad personal.
En consecuencia hoy se afirma que en el sexo radican gran parte de las
diferencias anatómicas y fisiológicas entre los hombres y las mujeres, pero que
todas las demás pertenecen al dominio de lo simbólico, de lo sociológico, de lo
genérico y que, por lo tanto, los
individuos no nacen hechos psicológicamente como hombres o mujeres sino que la
constitución de la masculinidad o de la feminidad es el resultado de un largo
proceso, de una construcción, de una urdimbre que se va tejiendo en interacción
con el medio familiar y social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En
esta construcción desempeña un papel muy importante lo que la feminista Teresa
de Lauretis denomina “la tecnología del género”. Tecnología del género es un
concepto elaborado por dicha autora a partir de la tesis foucaultiana de
“tecnologías del sexo”. Foucault en el primer volumen de <i>La Historia de la Sexualidad, La Voluntad de Saber</i>, sostiene que la
sexualidad –frente a lo que en principio pudiera pensarse- no es un impulso
natural de los cuerpos sino que “el sexo, por el contrario es el elemento más
especulativo, más ideal y también más interior en un dispositivo de sexualidad
que el poder organiza en su apoderamiento de los cuerpos, su materialidad, sus
fuerzas y sus placeres”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Es decir, según Foucault, no se debe entender la sexualidad como un asunto
privado, íntimo y natural sino que es totalmente construida por la cultura
hegemónica, es el resultado de una “tecnología del sexo”, definida como un
conjunto “de nuevas técnicas para maximizar la vida”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
desarrollada y desplegada por la burguesía a partir del siglo XVIII con el
propósito de asegurar su supervivencia de clase y el mantenimiento en el poder.
Entre esas tecnologías del sexo incluye Foucault los sermones religiosos, las
disposiciones legales, el discurso científico o médico etc., es decir, una
serie de prácticas discursivas descriptivas, prescriptivas o prohibitivas, ya
que en el análisis foucaultiano tanto las prohibiciones como las prescripciones
o definiciones referentes a la conducta sexual lejos de inhibir o reprimir la
sexualidad, la han producido y la continúan produciendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Paralelamente a
esa “tecnología del sexo” Teresa de Lauretis habla de “la tecnología del
género”, entendiendo que el género –de la misma forma que la sexualidad- no es
una manifestación natural y espontánea del sexo o la expresión de unas
características intrínsecas y específicas de los cuerpos sexuados en masculino
o femenino, sino que los cuerpos son algo parecido a una superficie en la que
van esculpiendo –no sin ciertas resistencias por parte de los sujetos- los
modelos y representaciones de masculinidad y feminidad difundidos por las
formas culturales hegemónicas de cada sociedad según las épocas. Entre las
prácticas discursivas preponderantes que actúan de “tecnología del género” la
autora incluye el sistema educativo, discursos institucionales, prácticas de la vida cotidiana, el cine, los
medios de comunicación, los discursos literarios, históricos etc., es
decir, todas aquellas disciplinas o
prácticas que utilizan en cada momento la praxis y la cultura dominante para nombrar, definir, plasmar o
representar la feminidad (o la masculinidad), pero que al tiempo que la
nombran, definen, plasman o representan también la crean, así que “la
construcción del género es el producto y el proceso tanto de la representación
como de la autorrepresentación”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Asimismo Teresa
de Lauretis releyendo a Althusser cree que se puede afirmar que la
ideología funciona como tecnología del
género pues donde Althusser afirma: “toda ideología tiene la función (que la
define) de “constituir” individuos concretos en cuanto sujetos”, Teresa de
Lauretis afirma: “el género tiene la función (que lo define) de constituir
individuos concretos en cuanto hombres y mujeres”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
con lo que también se podría establecer una conexión entre género e ideología o
pensar el género como una forma de ideología y, por lo tanto, como una
tecnología del género<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
En definitiva lo que quiere afirmar la autora es que el proceso de constitución
del sujeto no se realiza sin la determinación del género, que devenimos sujetos
generizados y que, por lo tanto, la feminidad (o la masculinidad) es una
construcción, un procedimiento cuyo
resultado es hacer de un ser del sexo biológico femenino o masculino una mujer
o un hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El proceso y el procedimiento de la
construcción de la identidad generizada no se realiza de la misma manera en las
niñas que en los niños, ya que los géneros, o lo que es lo mismo, las normas
diferenciadas elaboradas por cada sociedad para cada sexo no tienen la misma
consideración social, existiendo una clara jerarquía entre ellas. Esa asimetría
se internaliza en el proceso de adquisición de la identidad de género, que se
inicia desde el nacimiento con una socialización diferencial, mediante la que
se logra que los individuos adapten su comportamiento y su identidad a los
modelos y a las expectativas creadas por la sociedad para los sujetos
masculinos o femeninos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
jerarquía o asimetría que exhiben los géneros es una manifestación de la
bipolaridad inherente a la estructura
lógica del pensamiento occidental, fundamentada en el dualismo ontológico de
Platón. La consecuencia del dualismo
platónico es la estructuración de nuestro sistema de pensamiento de una forma
dual de modo que cada componente de ese ordenamiento dimórfico tiene su opuesto con lo que se
constituye una organización bipolar tal y como se puede observar en las
siguientes bivalencias: espíritu/naturaleza, mente/cuerpo, alto/bajo,
blanco/negro, verdadero/falso u hombre/mujer. Los dos términos de la
bipolaridad, sin embargo, no tienen el mismo valor, pues uno siempre es
positivo y el otro negativo, produciéndose una jerarquización entre las partes,
una priorización del primer término sobre el segundo y una importante
dicotomización de la realidad debido al efecto de polaridad paralela que enlaza
polos positivos con otros positivos (por ejemplo el concepto “alto” lo
asociamos con ideas como “elevado” o “superior” y “blanco” con “níveo” o “angelical”)
y polos negativos con otros negativos (el vocablo “bajo” lo enlazamos con
nociones como “inferior” o “ínfimo” y “negro” con “oscuro” o “tenebroso”) lo
que confirma y refuerza la jerarquía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La lógica binaria
aplicada al par hombre/mujer justifica una concepción asimétrica de los sexos,
que el varón (identificado con la Cultura) haya sido considerado superior a la
mujer (asimilada a la Naturaleza) y que la mujer haya sido estimada como <b>lo otro</b>, pero lo otro en el sistema
dicotómico occidental no accede propiamente al estatuto humano, a la racionalidad,
ya que está íntimamente ligado al
cuerpo, a la naturaleza, a lo irracional. De hecho desde Platón se piensa que
la mujer está distanciada del <i>logos</i>,
que sólo participa fragmentariamente e inapropiadamente de la
racionalidad. Esto es lo que explica el carácter androcéntrico
de nuestra cultura, es decir, el hecho
de que el varón se establezca como medida y canon de todas las cosas y que las
mujeres hayan sido pensadas como un ser imperfecto, castrado respecto al
prototipo de la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<h2 style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La feminidad como formato normativo
de género</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En la civilización occidental las mujeres han sido objetualizadas,
cosificadas, reducidas a lo que en la jerga filosófica se denomina ser-en-sí,
no teniendo acceso a la autoconciencia, al ser-para-sí, a la autorrepresentación,
es decir, a la posibilidad de ser sujeto, de tener capacidad de nombrar y
significar el mundo. Esta infravaloración fue debida a que “el varón según
ratificaron grandes filósofos y pensadores como Schopenhauer, Nietzsche, Hegel
y Kierkegaard... fue considerado superior a la mujer, lo cual condujo a que
ésta fuese configurada como espejo de las necesidades del hombre, encarnando la
sumisión, la pasividad, la belleza y la capacidad nutricia. Este constructo
cultural vinculó a la mujer al cuidado de los hijos y de la familia y la
mantuvo alejada de las decisiones del Estado”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Este alejamiento de la mujer
del mundo de la cultura y de la política es lo que explica que la feminidad
haya sido objeto de una heterodesignación, que hayan sido los varones los que
tradicionalmente han definido lo femenino y que la construcción de la feminidad
haya sido una construcción en negativo de lo masculino, haya sido una
construcción especular, quedando la mujer reducida a un espejo “dotado del
mágico y delicioso poder de reflejar la silueta del hombre del tamaño doble del
natural”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> El icono de la mujer como
soporte en el que el varón puede reflejarse es muy utilizado en el orden
patriarcal y muy importante para la configuración de la identidad masculina,
pues verse en los ojos de un ser lo suficientemente próximo le permite
reafirmar su identidad viril. Esta posibilidad de reflejarse no se da para la
mujer porque ella queda reducida a objeto reflectante, cosificada. Para acabar con esa
objetualización, para alcanzar el estatuto de sujeto, para poder hablar y
significar el mundo por sí misma y para poder configurar su autorrepresentación
las mujeres tuvieron que recorrer un largo camino. El camino no sólo ha sido
largo sino lleno de escollos ya que en Occidente durante siglos los saberes
hegemónicos, es decir, la religión, la ciencia, la medicina, la filosofía etc.
han actuado como discursos legitimadores de la desigualdad en las relaciones de
poder entre los sexos. Particular importancia tuvo la filosofía ya que “la más
alta, difícil y abstracta reflexión de las humanidades, es uno de los vehículos
conceptuales de sexuación, quizá el principal”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y fue una de la prácticas discursivas
utilizadas por la elite dominante como discurso de legitimación de una ideología
patriarcal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Desde sus orígenes la filosofía, por lo menos la filosofía hegemónica,
definió a la mujer de una forma especular, subrayando la polaridad entre los
géneros, valiéndose para ello de la caracterización de la filosofía como un saber que va más allá de las
apariencias sensibles, que se preocupa
sólo por el ser (la esencia, la sustancia, la idea), por una realidad inmóvil,
imperecedera, siempre idéntica a sí misma, que no deviene y no cambia, y que se despreocupa del mundo de las cosas
reales, contingentes, perecederas . Esta dicotomización encuentra su
fundamentación metafísica en el dualismo ontológico de Platón, creador del
logocentrismo y de la metafísica de la identidad, en virtud del cual la
realidad se presenta dividida en dos mundos distintos y contrapuestos: por una
parte, el mundo superior, invisible, eterno e inmutable de las ideas y, por
otra, el universo físico, visible, material, sujeto a cambio y a mutación. A su
vez el dualismo ontológico platónico da pie a un dualismo antropológico que,
consecuentemente con los principios metafísicos en los que se basa, defiende la
idea de que es el alma, la mente o la razón la que permite trascender lo
meramente corporal, lo casi animalesco y alcanzar la dignidad humana. Dicho
estatuto humano según la filosofía platónica lo encarnarían sólo
los varones, ya que las mujeres tienen una capacidad racional disminuida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La filosofía de Platón es, pues, la causante de una importante
jerarquía entre espíritu y naturaleza, mente y cuerpo, hombre y mujer etc.,
pero hay que tener en cuenta que Platón admite todavía una cierta interconexión
entre ambos mundos, pues para nuestro autor la filosofía es amor a la sabiduría
y no solamente la posesión de la sabiduría por lo que “<i>eros</i>” (el amor) desempeña un papel muy importante de mediador, de
intermediario entre el mundo sensible y el inteligible, aunque ciertamente <i>eros</i> estará reservado sólo a los varones,
los únicos que son capaces de dar a luz a la filosofía, al orden simbólico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La separación, el desgajamiento,
la jerarquía entre el mundo sensible y el inteligible se agrava –contrariamente
a lo que en principio pudiera pensarse- en la modernidad. La modernidad acentúa
el dualismo platónico ya que con Descartes y el cartesianismo pasión y
racionalidad se consideran dos extremos irreconciliables. Es, entonces, en la
modernidad cuando el dualismo mente/cuerpo, espíritu/naturaleza, razón/pasión o
sentimiento se agudiza, ya que según Descartes “no soy, pues, hablando con
exactitud, sino una cosa que piensa, es decir, un espíritu, un entendimiento o
una razón” y –sigue afirmando Descartes- “sin el cuerpo puedo ser o existir”,
con lo que el sujeto queda reducido a pura sustancia pensante, siendo el cuerpo
totalmente inesencial. De este modo el concepto de individuo o de persona que
el cartesianismo crea es el de un sujeto autónomo que no depende de otros yoes
ni de ninguna cosa fuera de sí y que considera al cuerpo, y por lo tanto a las
emociones y a los sentimientos, como una parte insignificante y despreciable. Esta
concepción de la subjetividad totalmente racional, imperturbable,
autosuficiente, negadora del cuerpo y de la relación con los otros sujetos
favorece la clásica economía binaria entre el principio activo del logos
masculino y la pasividad de la corporeidad femenina, al tiempo que permite
utilizar la contraposición razón/emoción, cultura/naturaleza para justificar la discriminación de las
mujeres por su falta de control emocional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> El modelo de subjetividad cartesiano
fue defendido posteriormente por los más ilustres representantes de la
ilustración, como Kant o Rousseau. Kant insiste en un modelo de sujeto guiado
exclusivamente por la razón y totalmente alejado de las pasiones, de las
emociones, de los deseos. La moral kantiana forja el ideal de un sujeto moral
autosuficiente, un sujeto individualista, autónomo, que se aleja de los
sentimientos, de las emociones, de las relaciones personales y de la ayuda de
los demás, porque si no lo hace así se revela dependiente e incapaz de alcanzar
la plena madurez. Este ideal de sujeto autocontrolado, independiente,
desvinculado del cuerpo y de las relaciones personales excluye una vez más a
las mujeres, las que difícilmente se acoplan a ese modelo individualista,
negador del cuerpo, de los afectos y de los vínculos personales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Por su parte Rousseau define a la
mujer en relación al varón. Sofía está destinada a ser la esposa de Emilio, su
educación ha de estar orientada a satisfacer las necesidades físicas, afectivas
y sexuales del varón, por lo que el varón sigue siendo el prototipo, el canon,
la medida. En palabras del propio Rousseau: “Toda la educación de las mujeres
debe referirse a los hombres. Agradarles, serles útiles, hacerse amar y honrar
por ellos, educarlos de jóvenes, cuidarlos de adultos, aconsejarlos, consolarlos,
hacerles la vida agradable y dulce: he ahí los deberes de las mujeres en todo
tiempo, y lo que debe enseñárseles desde la infancia”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Este discurso discriminador difundido por importantes filósofos,
pedagogos e ideólogos modernos es consolidado por los dictámenes científicos de
la época. “Hacia mediados del siglo XVIII, Pierre Roussel inaugura la serie de
tratados sobre la mujer de la Medicina llamada <i>filosófica</i> por su combinación de principios metafísicos y
observación empírica... Estos médicos filósofos sostenían que la diferencia
biológica que existe entre los sexos es la causa de la diferencia de funciones
y espacios sociales... Los hombres debían ocuparse de la perfectibilidad de la
humanidad, asumiendo todas aquellas acciones ... necesarias para el progreso de
la humanidad (educación, organización democrática y racional de los aspectos
económicos, culturales, sanitarios etc. de la sociedad). Las mujeres, como
seres dominados por su biología, habían de dedicarse al perfeccionamiento de la
especie”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Es
decir, debían quedar confinadas al ámbito doméstico y reducidas al papel de
madre y esposa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En contra de esos dictámenes se propagaban otras filosofías que
defendían una concepción igualitaria de los sexos, destacando particularmente
Poullain de la Barre con su obra de <i>L´égalité
des deux sexes</i> (1673), Condorcet (1743-1794) en su <i>Ensayo sobre la admisión de las mujeres al derecho de ciudadanía</i>
(1790), Olympe de Gouges (1748-1793) con su <i>Declaración
de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana</i> (1791), Mary Wollstonecraft
(1757-1797) con <i>Vindicación de los
Derechos de la Mujer</i>. Todos ellos insisten en que es el prejuicio o la
costumbre lo que induce a pensar que los varones son superiores a las mujeres,
pero que si se atiende a los dictados de la razón se ha de concluir que todos
los seres humanos son iguales pues “el cerebro no tiene sexo”. Ahora bien, a
pesar de la exigencia de igualdad de estos pensadores/as, las relaciones del
feminismo con la modernidad y con el proyecto ilustrado no están exentas de
problemas, tensiones y paradojas, pues la Modernidad erigió una concepción del sujeto
y del ciudadano de espaldas a las mujeres, excluyéndolas del ámbito público,
negándoles el disfrute de los derechos civiles y políticos y deslegitimando
filosóficamente –por lo menos por parte de sus más eximios representantes- que
las mujeres pudieran ser alumbradas por las luces de la razón como muy
elocuentemente lo describe la filósofa Adriana Cavarero en el siguiente
fragmento:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">“En el desarrollo histórico que ve surgir el Estado Moderno y la
moderna democracia, un viejo orden político basado en la <i>desigualdad entre los hombres</i> es suplantado por un nuevo orden
político basado en la <i>igualdad entre los
hombres</i>. En sus orígenes, el principio de igualdad se aplica sólo a los
sujetos masculinos. La hipótesis teórica que funda el principio de igualdad en
que “todos los hombres son iguales por naturaleza” está pensada sólo para el
sexo masculino... Pensado sólo para los hombres, el principio de igualdad –en
principio- no es que excluya a las mujeres, es que no las toma en
consideración. Las mujeres están desterradas de la esfera pública –son por lo
tanto invisibles e impensables- en la que el modelo igualitario erige su lema
revolucionario. Se asocian <i>naturalmente </i>a
la esfera privada y sólo en ellas son visibles... La exclusión de las mujeres
no es un proceso accidental que se va regularizando con el tiempo como pasó con
algunos sectores de varones. Se trata de una exclusión primaria, inscripta en
el sostenimiento exclusivamente masculino del principio. Pensado por los
hombres y para los hombres, el principio de igualdad deja intocable y refuerza
aquella <i>natural</i> distinción, entre una
esfera pública masculina y una esfera doméstica femenina, que hace de las
mujeres unos sujetos políticamente impensables, o sea unos no-sujetos”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A pesar de todas las contradicciones, limitaciones y paradojas
subyacentes al pensamiento ilustrado, dicho sistema filosófico fue más propicio
que otros para las mujeres, ya que la proclamación de la razón, de una razón
descorporeizada permitió que se ubicara también a las mujeres en el ámbito de
la conciencia y que varias/os ilustradas/os postularan la misma capacidad de
autonomía y de racionalidad para los dos sexos. Estas tesis defendidas por las/los
teóricas/os ilustradas/os más radicales suponen un duro golpe para la misoginia
clásica, aunque como advierte Marta Azpeitia:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">“(El racionalismo ilustrado) tal vez no fuera el mejor compañero
posible, cargado como iba con su equipaje dualista, su olvido del cuerpo y su
concepción de un alma o mente supuestamente neutra, abstraída de toda
determinación corporal –no olvidemos que la división mente-cuerpo venía cargada
de paralelos tradicionales con la división hombre-mujer-, pero se convirtió en
un modelo muy influyente en los defensores de la igualdad entre hombres y
mujeres por su capacidad para proporcionar armas argumentativas”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">De la
heterodesignación a la autorrepresentación<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Epistemológicamente el acceso de las mujeres a la categoría de sujeto,
a la autorrepresentación ha sido posible después de que éstas emprendieran un
importante proceso de deconstrucción de su imagen especular. Esto no quiere
significar que no haya habido previamente mujeres que se negaran a ser el
objeto que refleja la imagen esperada por el sujeto masculino, mujeres que
mantuvieron una postura resistente o disidente con los modelos establecidos de
masculinidad y feminidad, que actuaron –en terminología del V. Woolf o I.
Zabala- como excéntricas o extrañas, que se rebelaron contra las definiciones
de género de su época, que se posicionaron como sujetos y buscaron sentido a su
ser mujer en posiciones críticas al sistema, en saberes alternativos o
marginales. Esta postura de disidencia se incrementa enormemente en los últimos
tiempos a partir de la labor de cuestionamiento sistemático del sistema
patriarcal llevada a cabo por el feminismo, o mejor los feminismos, en alianza
con diferentes corrientes hermenéuticas, críticas y con el
método deconstructivo derrideano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La lógica derrideana de reconocimiento de la alteridad ha sido
aprovechada por el feminismo para criticar la concepción hegemónica y
asimétrica de los sexos. No se trata de invertir la asimetría tradicional de
forma que ahora lo otro, lo femenino, ocupe el primer término, puesto que ello
significaría simplemente continuar hablando desde el mismo sistema que se
critica sino de hablar desde dentro y fuera del sistema, desde dentro y fuera
de la ideología patriarcal para señalar los puntos ciegos de su lógica, sus
contradicciones y paradojas. Se trata más bien de subvertir que de invertir la
lógica maniquea que privilegia siempre una parte sobre otra. Esta subversión se
viene realizando desde la década de los setenta del siglo XX mediante la
impugnación de un sistema legal y de una organización simbólica y política que excluye a las mujeres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En nuestros días, sin olvidar
la importante tarea de reivindicar la incorporación de las mujeres al ámbito
público y la desaparición de todos aquellos handicaps que las excluyen, marginan
o discriminan, muchas feministas consideran que es muy importante no sólo
conseguir determinadas condiciones materiales para las mujeres sino que es
preciso que éstas sean capaces de producir orden simbólico, es decir, que no se
queden sólo a nivel crítico, reactivo o deconstructivo sino que aboguen por la
creación de nuevas configuraciones de la identidad femenina. Para ello se
considera imprescindible un cambio de mentalidad, una revolución cultural, un
cambio de orden simbólico que permita la conceptualización de nociones de
subjetividad alternativas al modelo cartesiano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La tarea de reconstrucción de la identidad femenina es emprendida por
varias filósofas feministas, quienes plantean la necesidad de recodificar y
renombrar al sujeto femenino ya no como otro sujeto soberano, jerárquico y
excluyente, no como uno “sino más bien
como una entidad que se divide una y otra vez en un arco iris de posibilidades
aún no codificadas”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Proceden a construir una nueva subjetividad femenina, a resignificar el sujeto
femenino, teniendo en cuenta que el
término “mujer” no tiene un único significado, que las mujeres no son una
realidad monolítica sino que dependen de múltiples experiencias y de múltiples
variables que se superponen como la clase, la raza, la preferencia sexual, el
estilo de vida etc. Por este motivo a la hora de reinventarse a sí mismas y de
presentar nociones de subjetividad alternativas no recurren a conceptos como
ser, sustancia, sujeto etc. sino a categorías conceptuales como fluidez,
multiplicidad, intercorporalidad, nomadismo etc., es decir, conceptos que
parten de una visión comprensiva de los binomios espíritu/naturaleza,
mente/cuerpo, sujeto/objeto etc. y que favorecen una definición del sujeto como
múltiple, transfronterizo, relacional, interconectado y de final abierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En cualquier caso este proceso de reconstrucción de la subjetividad
femenina se plantea como una tarea incipiente y ardua, a la que se le presentan
numerosas resistencias. Para vencer esas resistencias y para difundir un concepto
de individuo que concilie las características que el género ha separado y
jerarquizado es muy importante la educación, pero una educación no
androcéntrica, una educación que resignifique los modelos y valores con los que
la cultura occidental ha construido lo femenino con el fin de que las mujeres
dejen de ser concebidas como jerárquicamente inferiores. Para ello es indispensable
que la educación, hoy denominada coeducación, no se limite a impartir y
difundir mediante el currículum explícito y el currículum oculto unos valores
aparentemente neutrales pero que siguen siendo androcéndricos, castrantes y
limitadores a la hora de configurar la identidad personal. Es necesario que la
educación fomente una cultura del mestizaje, integrada por valores y referentes
asociados a la masculinidad y a la feminidad, en la que los comportamientos,
conductas y formas de relacionarse femeninas se valoren como una manifestación
de la diferencia y no de la desigualdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A la hora de planificar una educación no androcéntrica surgen
numerosos debates dentro de la propia teoría feminista acerca de si la educación
debe fomentar la cancelación de los
géneros, provocar la potenciación de los dos géneros o activar la proliferación
de géneros. La apuesta por alguna de estas alternativas depende de la respuesta
que se dé a los siguientes interrogantes: Hombres y mujeres ¿somos iguales?
¿somos diferentes? ¿en qué, por qué, para qué somos diferentes? Las respuestas
a esas preguntas difieren epistemológicamente, filosóficamente y políticamente
por parte de los tres grandes paradigmas existentes actualmente en la teoría
feminista -el feminismo igualitarista, feminismo postmoderno y postestructuralista-
por lo que sus propuestas educativas son también diferentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">Género en disputa<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Género en
disputa</span></i><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> es
la traducción al castellano del libro de Judith Butler, <i>Gender Trouble</i>. Dicha traducción no parece la más exacta para el
título inglés, pero en este apartado utilizamos ese enunciado para presentar
los debates, disputas y contestaciones a que dio lugar la teoría del género,
teoría que acaba proclamando la abolición de los géneros y desembocando en la
homologación de las mujeres entre sí y en la asimilación de las mujeres al
paradigma masculino. Ante esta situación diversos grupos o colectivos de
mujeres denuncian la categoría de género como una ficción unitaria y excluyente
que bajo la pretensión de universalidad, imparcialidad e igualdad sólo
representa a las mujeres heterosexuales, blancas y de clase media de los países
occidentales. Las mujeres negras, lesbianas o las mujeres que reivindican el
valor de contextos culturales específicos comienzan a plantear que las mujeres
no son un grupo homogéneo, que son diversas entre sí y que esa diversidad marca
diferencias sustantivas tanto en la teoría como en la práctica. Por otra parte
el feminismo cultural, heredero del feminismo radical, enfatiza la identidad
específica de las mujeres frente a la de los varones y, por último, el
feminismo postmoderno o postestructuralista propone una concepción de la
persona no vinculada a unas características o propiedades universales sino más
ligada a un contexto, a una cultura, a una situación social concreta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El
punto de partida de estos debates es la teoría sexo/género por lo que
comenzaremos exponiendo sus presupuestos filosóficos y epistemológicos para
presentar, a continuación, las contestaciones o cuestionamientos de dicha
teoría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La teoría
sexo género<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Según
las teóricas feministas Donna Haraway<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
Teresa de Lauretis<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a>
o Rosi Braidotti<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> el concepto de género no
fue originariamente feminista sino que sus primeras conceptualizaciones, en el
sentido en que lo entendemos en la actualidad, proceden del campo de la
medicina, biología o lingüística. Ya en la década de los cincuenta Jhon Money y Patricia Tucken utilizaron el
concepto de identidad de género en su libro<i>
Asignaturas Sexuales</i>. En 1968 el término género aparece en el título del
libro de Robert Stoller <i>Sex and Gender</i>
y en 1972 en el trabajo de Ann Oakley titulado Sex, <i>Gender and Society</i>. En esos libros ya se presenta el término sexo
asociado a las características biológicas que diferencian a los machos de las
hembras o a los varones de las mujeres, y el concepto de género vinculado a la
cultura y a la definición de la masculinidad y de la feminidad realizada por
las diversas culturas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En
la teoría feminista los antecedentes del concepto de género se pueden encontrar en la obra de Simone de
Beauvoir, <i>El Segundo Sexo</i>, publicada
en 1949 y en la que se afirma: “No se nace mujer, llega una a serlo”, con lo
que se quiere significar que la feminidad no deriva de una supuesta naturaleza
biológica sino que es adquirida a partir de un complejo proceso cuyo resultado
es hacer de un ser del sexo biológico femenino (o masculino) una mujer (o un
hombre). De esta forma Simone de Beauvoir inicia la crítica a los argumentos
naturalistas y deterministas que justificaban la inferioridad del sexo femenino
al tiempo que enfatiza la importancia desempeñada por la cultura, las
tradiciones o la historia para que las mujeres se conviertan en el segundo
sexo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Posteriormente,
en la década de los setenta, el
feminismo anglosajón teoriza y sistematiza
las tesis de Simone de Beauvoir. La nueva teorización se presentó y concretizó
en el concepto de género, concepto que se manifestó en principio muy liberador
para las mujeres al permitir combatir las tesis biologicistas que condicionaban el estatus y rol de las
mujeres a su anatomía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La
primera sistematización del sistema sexo/género la presenta la antropóloga
Gayle Rubin en un artículo titulado “The Traffic in Womwen: Notes on the
Political Economy of Sex”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
publicado en 1975, en el que defiende que todas las relaciones sociales están generizadas y que son esas relaciones
sociales –y no la biología- lo que contribuye a la opresión de las mujeres. A
esta conclusión llega al tratar de dar respuesta a la siguiente pregunta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> “¿Qué
es una mujer domesticada? Una hembra de la especie. Una explicación es tan
buena como la otra. Una mujer es una mujer. Sólo se convierte en doméstica,
esposa, mercancía, conejito de <i>Playboy</i>,
prostituta o dictáfono humano <i>en
determinadas relaciones. Fuera de esas relaciones no es la ayudante del hombre</i>…
¿Cuáles son, entonces, esas relaciones en las que una hembra se convierte en
una mujer oprimida?” <a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Rubin
afirma que la domesticación de las hembras humanas, la opresión de las
mujeres no es un hecho natural, es un producto social que se lleva a cabo por medio de un sistema de parentesco
controlado por los varones, es lo que llama sistema sexo/género, entendido como
“un conjunto de disposiciones por el cual la materia biológica del sexo y la
procreación humana son conformadas por la intervención humana y social y
satisfechas en una forma convencional, por extrañas que sean algunas de esas
convenciones”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Basándose
en la obra de Levi Strauss, <i>Las
estructuras elementales de parentesco</i>, afirma que en las sociedades
primitivas la primaria organización social de la actividad económica, política,
ceremonial y sexual son las estructuras de parentesco. Uno de los elementos
claves de estas estructuras de parentesco es el “regalo” o “don”. En esas
sociedades circulan todo clase de cosas:
alimentos, hechizos, rituales, palabras, nombres, adornos, herramientas y
poderes. En esas transacciones ninguna
de las partes gana nada, existe reciprocidad. Existe, sin embargo, un
intercambio, el principal regalo que puede intercambiarse, la mujer, en el que
la relación que se establece no es sólo de reciprocidad sino de parentesco ya
que la mujer se intercambia para ser esposa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> A
partir de este análisis Gayle Rubin
acuña el concepto de sexo/género al descubrir que las propias relaciones de
parentesco están generizadas y jerarquizadas al existir un sujeto capaz de
convertir a alguien en objeto. Si los hombres dan a las mujeres es que éstas no
pueden darse a sí mismas. Y si la forma básica del intercambio es el
matrimonio, la heterosexualidad está implícita como opción permitida. Por lo
tato –afirma Rubin- en el intercambio de mujeres hay que situar el origen de la
opresión de las mujeres, en el sistema social, no en la biología.
Posteriormente en un trabajo titulado <i>Reflexionando
sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad</i> se corrige a sí misma por no
haber distinguido entre género y sexualidad y por haber podido transmitir la
idea de que el sexo es una realidad natural, constante, universal y ajena a la
historia, cuando es una realidad política y organizada en sistemas de poder que
alientan determinadas prácticas o individuos en tanto que castigan o reprimen a
otros.<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La promoción de la heterosexualidad por
parte de esos sistemas de poder será un hecho fundamental en la opresión de las
mujeres y en el entendimiento del género como sistema jerárquico<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
En cualquier caso estas matizaciones a las conclusiones del primer trabajo no
desdicen las principales conclusiones del mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La
teoría sexo-género de Gayle Rubin sufrió numerosas redefiniciones,
delimitaciones, aplicaciones a distintos ámbitos del saber pero casi todas
ellas coinciden en un ideal proclamado ya por la propia Gayle Rubin en el <i>Tráfico de las mujeres</i>:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> “El
sueño que me parece más atractivo es el de la sociedad andrógina y sin género
(aunque no sin sexo), en que la anatomía sexual no tenga ninguna importancia
para lo que uno es, lo que uno hace y con quién hace el amor” <a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> .<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> De
la misma opinión es Sheila Benhabib, representante de la teoría crítica del
género, quien también aspira al reconocimiento de la igualdad entre hombres y
mujeres merced a la configuración de la identidad de ambos sexos de acuerdo con
una metaidentidad común a hombres y mujeres en la que se aglutinen aspectos del
“otro generalizado” y del “otro concreto”, o lo que es lo mismo, elementos de
la función instrumental (asociada a los varones) y de la función expresiva
(vinculada a las mujeres) con el fin de construir individuos capaces de asumir
una identidad más global<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a>
. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Feminismos postmodernos y postestructuralistas <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El
sueño expresado por Gayle Rubin y por otras teóricas del género es más bien una
pesadilla para las teóricas de la diferencia sexual. Para la filósofa,
feminista y psicoanalista Luce Irigaray la neutralización del sexo significa el
fin de la especie humana. En sus propias palabras:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> “Querer
suprimir la diferencia sexual implica el genocidio más radical de cuantas
formas de destrucción ha conocido la historia. Lo realmente importante es
elaborar una cultura de lo sexual, desde el respeto a los dos géneros”<b> <a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[24]</span></b></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Pero
¿qué es<b> </b>una cultura de lo sexual
respetuosa de los dos géneros? ¿Qué es la diferencia sexual? A estas preguntas
responden Luce Irigaray y Rosi Braidotti, entre otras, tratando de desligar la idea de diferencia de
la lógica dualista en la que se ha inscrito tradicionalmente como marca de
peyorativización, a fin de que pueda expresar el valor positivo de ser
“distinto de” la norma masculina, blanca y de clase media. El punto de partida
de ambas es la filosofía postmoderna y postestructuralista, es decir, una
filosofía que postula una nueva cultura, la cultura de la fragmentación, de la multiplicidad,
de la diversidad, del reconocimiento de la diferencia, de la alteridad, del
otro/a. Esta nueva cultura está propiciada por la filosofía de la diferencia
francesa (sobre todo por la ontología de Deleuze y Guattari, conformada por
conceptos como devenires, flujos, rizomas, nómadas etc. que nada tiene que ver
con los conceptos de ser, sustancia, sujeto etc. de la filosofía clásica o de
la filosofía moderna), por el método deconstructivo derrideano (interesado en
la deconstrucción tanto del logocentrismo como de la metafísica de la identidad
y en la afirmación de la alteridad), por el psicoanálisis freudiano y lacaniano
y por el postestructuralismo de Foucault (sobre todo en su concepción
posthumanista del sujeto). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Basándose
en esos presupuestos las corrientes feministas postmodernas se proponen romper con las pautas de identificación
masculina y presentar nuevas conceptualizaciones de las identidades femeninas.
La primera ruptura importante que postulan es el reconocimiento de la
diferencia sexual y la afirmación de que las mujeres pensamos a través del
propio cuerpo por lo que resultan totalmente inaceptables aquellas teorías
(incluida la teoría sexo/género que sigue manteniendo el dualismo
naturaleza/sexo/cuerpo// cultura/género/mente) que escinden el cuerpo del
pensamiento. Si bien el cuerpo no se ha de entender como una cosa natural, como
una noción esencialista o meramente biológica
sino como una entidad social, codificada socialmente, “como una interfaz,
un umbral, un campo de fuerzas incesantes donde se inscriben numerosos códigos”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Una
de las primeras en proclamar la diferencia sexual fue Luce Irigaray para quien “la diferencia
sexual representa una de las cuestiones o la cuestión que hay que pensar en
nuestro tiempo”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Para esta autora todavía
hay que luchar por la igualdad de salarios, de derechos sociales, contra la
discriminación en el empleo o en los estudios, pero la mera equiparación con
los hombres no es suficiente, pues las mujeres “simplemente “iguales” a los
hombres serían “como ellos” y, por lo tanto, no serían mujeres… Una vez más la
diferencia de los sexos quedaría anulada, desconocida, recubierta”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.15pt; line-height: 150%;"> Para las teóricas de la diferencia
sexual la neutralización de la diferencia postulada por el feminismo
igualitarista no sirve para nada, excepto para favorecer un nuevo tipo de
colonización, de sometimiento de los sexos, las razas o las generaciones a un
modelo único de identidad humana, de cultura, de civilización. Hacer a la mujer
igual al hombre, o al negro igual al blanco, es partir de una actitud
paternalista, de sumisión a los modelos definidos por el hombre occidental que
no acepta cohabitar con otros. Si se quiere repudiar el sexismo, el racismo
etc., es preciso aceptar las diferencias no sólo en términos legales o formales
sino también en el reconocimiento más profundo de que únicamente la
multiplicidad, la complejidad y la diversidad pueden ayudarnos a enfrentar los
retos de nuestro tiempo. Para ello es preciso iniciar una nueva etapa civilizatoria capaz de
acabar con la cultura que durante milenios defendió un sujeto único,
solipsista y egocéntrico e instaurar una cultura que no sea de dominio sino más
democrática, más de intercambio vital, cultural, de palabras, de gestos. Se
trata de llegar a una nueva fase de la civilización, un período en el que los
intercambios de objetos y, en particular, de mujeres no sean la base de la
construcción del orden social. Esta nueva
etapa comienza con el reconocimiento de que “el universal es dos: es
masculino y femenino”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -0.15pt;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
es decir, “el sujeto no es uno ni único, es dos”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -0.15pt;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
de que hombres y mujeres son dos sujetos diferentes no sometidos el uno al
otro. Esta nueva etapa ha de estar presidida por una nueva cultura, una cultura
de lo sexual que respete a los dos géneros y ésta sólo es posible desde la
reinvención de nosotras mismas, de nuestra identidad, de una nueva
interpretación simbólica de nuestros cuerpos y de la creación de una genealogía
femenina.<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.15pt; line-height: 150%;"> La reinvención de nosotras mismas,
de la subjetividad femenina ha de ser una actividad colectiva, sometida a
resignificaciones continuas, puesto que el término mujer/feminidad/subjetividad
femenina no constituye una esencia monolítica sino el sitio de conjuntos
múltiples, complejos y potencialmente contradictorios de experiencias, definidas
por variables yuxtapuestas. La reelaboración de la subjetividad femenina pretende
ser un paso hacia delante y no hacia atrás, un acto de autolegitimación de las
propias mujeres; no se trata de glorificar la feminidad arcaica y
heterodesignada por el sistema patriarcal sino de registrar un modo de autorrepresentación,
de autoafirmación en el que el hecho de
ser mujer tenga una connotación positiva y cuyo punto de partida es la
afirmación de Adriana Cavarero de que “la mujer debe ser algo más que un
no-varon y diferente de un no-varón”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -0.15pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y cuya táctica epistemológica y política es la potenciación de lo femenino, la
implementación del devenir mujer y de hablar como mujer, si bien sin prescribir
cómo ha de ser ese devenir femenino o su habla. Lo único que se puede hacer es
comenzar a caracterizar esa subjetividad autónoma femenina entendiendo que esos
referentes son provisionales, fluidos, múltiples, sometidos a revisión continua.
Por eso Rosi Braidotti propone una subjetividad femenina nómade, es decir, una
identidad que se está configurando en un continuo devenir como una identidad
fluida, versátil, sin fronteras, abierta a nuevas posibilidades y con una gran
potencial para resignificar el mundo y las cosas. La autora la define en los
siguientes términos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.15pt; line-height: 150%;"> “La subjetividad nómade se refiere al devenir…
Necesitamos una identidad (sexual, racional, social) pero no una identidad
fijada, válida para todos los tiempos. Necesitamos puntos parciales de anclaje…
que actúen como puntos de referencia simbólicos Quiero una cultura del júbilo y quiero la
afirmación jubilosa de la positividad en lugar del peso de los dogmatismos y
moralismos”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -0.15pt;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.15pt; line-height: 150%;"> Esta cultura de la positividad, de
la autoafirmación de las diferencias, del reconocimiento del nomadismo
feminista, se propone favorecer la multiplicidad, la complejidad, y combatir el
esencialismo, el racismo, el sexismo, la violencia de género, desmantelando las
estructuras de poder que sustentan las oposiciones dialécticas de los sexos,
aunque respetando la diversidad de las mujeres y la multiplicidad dentro de
cada mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.15pt; line-height: 150%;"> Para favorecer la difusión de esa nueva
cultura se considera fundamental que la educación reconozca la diferencia
sexual, lo que supone un cambio radical en la educación tal y como se imparte
hoy. En la actualidad la llamada coeducación o educación mixta se define como
neutral, pero diversos estudios e investigaciones han evidenciado que está
claramente sesgada desde el punto de vista androcéntrico tanto por lo que se
refiere al currículo explícito como al currículo oculto. También está sesgada
–afirma Luce Irigaray- porque favorece el desarrollo de la subjetividad masculina,
ya que tanto la educación formal como la educación no formal prima aquellos
valores que intervienen en la configuración de la identidad de los varones,
entre los que podríamos señalar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="letter-spacing: -.15pt;"> </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">1/ La formación de un sujeto
a través de un saber adquirir y no de un devenir en función de la relación con
los otros sujetos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 2/
La adquisición de conocimientos, de instrumentos, de destrezas más que de
reglas de civilidad que fomenten la vida comunitaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 3/
Una actitud de enfrentamiento entre el sujeto y la naturaleza y un sentido de
dominio del sujeto sobre el mundo, en vez de un talante de respeto y de
conocimiento de la vida y del universo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 4/
El ingreso de cada sujeto en un universo atomizado y aislado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 5/
El sometimiento a una tradición más que la preocupación por el presente y la
planificación de un futuro más libre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 6/
La adquisición de ideas y nociones abstractas en menoscabo de la atención a la
realidad más contextual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Este
tipo de educación es más o menos ajustada a la subjetividad masculina,
interesada en la relación con los objetos y en adquirir saberes y capacidades
que le sirvan para conquistar el mundo, pero poco interesada en las relaciones
con los otros y menos aún con las otras. Sin embargo es poco apropiada para que
las niñas configuren su propia subjetividad, caracterizada por ser
fundamentalmente relacional, por estar más interesada en establecer vínculos
con los sujetos que con los objetos tal y como demuestran varias
investigaciones llevadas a cabo por la autora, cuyos análisis y resultados
presenta en varias de sus obras, entre
otras en “La questione dell´altro”, contenido en <i>La democrazia cominzia a due</i>. En estas investigaciones se confirma el importante carácter
intersubjetivo que se establece en la relación entre la hija y la madre. Si se
analizan los enunciados que le dirige la niña a la madre se puede observar cómo
la niña reconoce la existencia de dos sujetos, con derecho a la palabra los dos. También se interesa por
desempeñar una actividad conjunta entre los dos sujetos, como queda patente en
las siguientes expresiones que dirige la niña a la madre y que son prototípicas
en su relación: “Mamá, ¿quieres jugar conmigo? O “Mamá ¿puedo peinarte? En este
sentido la niña podría ser un modelo de respeto y de reconocimiento del otro,
del tú, incluida su madre, la que se
dirige a la hija dando órdenes, negando el tú de la niña. Los enunciados que
dirige la madre a la niña son del tipo:
“Ordena tu cuarto antes de ver la
televisión” o “Tráeme la leche al volver del colegio”. La madre da órdenes la
niña sin prever un derecho a la palabra por parte de los dos sujetos y no
atiende a la petición de la niña de
desempeñar actividades conjuntamente. Extrañamente la madre habla de otro modo
al niño, respetando en mucho mayor grado
su identidad. Los enunciados dirigidos al niño son más respetuosos de su subjetividad y de
reconocimiento de su derecho a la palabra. Son, más o menos, del siguiente
modo: “¿Quieres que vaya a darte un beso a la cama antes de dormirte?”. Por su
parte, el niño emplea una lengua más imperativa, al estilo de un pequeño jefe:
“Quiero jugar al balón”. La madre reconoce en el hijo un tú, el tú que le regala
a ella su hija.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Este
interés de la niña por el otro/a, por el tú, por el diálogo se verá mermado al
ingresar en la cultura masculina y quedar sometido el tú-ella en el él/ellos desde el punto de vista
lingüístico y como representante de la especie humana. No obstante, las chicas
no renuncian a la relación con el otro como pone de manifiesto la autora en
otras investigaciones, en las que se observa que las adolescentes y las mujeres
adultas priman las relaciones con otro sujeto, en tanto que los adolescentes y
los varones priman las relaciones con los objetos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Todo
esto demuestra que a las mujeres y a los
hombres corresponden configuraciones subjetivas diferentes y que las chicas
manifiestan una mayor tendencia relacional, pero esa tendencia debe educarse y
los programas educativos aún no atienden esa necesidad, pues están más orientados al
mundo del tener que del ser. Interesa, pues, un cambio educativo con el fin de
fomentar ciertos valores de comunicación y no sólo de transmisión de información, de forma que las
relaciones entre las personas sean prioritarias, en tanto que las relaciones
con los bienes y las cosas no sean más que una consecuencia de la anterior.
Entonces el objetivo fundamental de la educación no será formar a la juventud para convertirlos en ciudadanos
competitivos y eficaces, sino que su
finalidad será educarlos para hacer de la vida relacional un hecho cultural
importante. De esta forma, la comunidad no estaría formada por individuos
atomizados, unidos entre sí por unas leyes externas a sí mismos, sino que en la
nueva sociedad los vínculos entre la ciudadanía constituirían el tejido de la
comunidad. La base de ese entramado sería la relación entre mujer(es) y
hombre(s) en el respeto de sus diferencias a todos los niveles, desde el más
íntimo hasta el político y cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Para
que esto sea posible es necesario que todos estos valores se incluyan en los
programas escolares. Hace falta que la infancia aprenda a respetar la
diferencia sexual, pues quien aprende a respetar la diferencia entre mujer(es)
y hombre(s) no experimentará ninguna dificultad para respetar otras diferencias
porque los instintos de posesión, explotación, rechazo o menosprecio habrán
sido educados desde las pulsiones elementales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Una
alternativa concreta del nuevo tipo de educación que se debiera impartir la presenta la autora en el <i>Progetto do formazione alla cittadinanza per
ragazze e ragazzi, per done e uomini</i>, encargo efectuado por la Comisión
para la realización de la paridad entre hombres y mujeres de la región
Emilia-Romagna. En ese proyecto la autora se
propone cuatro objetivos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 1.-
Hacer ver a la infancia la diferencia existente entre los dos géneros a base de
programas y métodos escolares innovadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 2.-
Enseñar el respeto a sí mismo y al otro/a a partir del reconocimiento de la diferencia sexual, llave
para aprender a respetar otras alteridades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 3.-
Desarrollar actitudes relacionales con los sujetos y entre los sujetos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> 4.-
Equilibrar en la instrucción los valores ligados a la subjetividad masculina y
los ligados a la subjetividad femenina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Con
eses objetivos aspira a que la educación esté al servicio no sólo de la
liberación del hombre sino también de la mujer, al conjugar ideales de igualdad
y diferencia. Trata de impartir una educación sexuada con la que contribuir a
la formación de una comunidad más democrática al estar basada en el reconocimiento de la alteridad. Piensa,
además, que es la única forma de que se dé verdaderamente una paridad de
oportunidades entre chicas y chicos. Limitar la igualdad de oportunidades a que
la niña reciba la misma instrucción que los niños es limitarse a dejarlas
ingresar en un mundo adaptado a las cualidades y necesidades de los hombres.
Para dar las mismas oportunidades a las niñas que a los niños es preciso
dotar a la cultura y a la educación de
los valores que ella necesita para devenir sujeto femenino, esto es, la
práctica de la intersubjetividad, el
sentido de lo concreto, la preocupación por el futuro, el respeto por la
naturaleza etc. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Hay,
por último, otro aspecto importante que se debe tener en cuenta a la hora de
enseñar –que la autora toma del yoga- y es la necesidad de crear un vínculo
entre el/la maestro/a y el/la discípulo/a. La tradición occidental disocia
al/la profesor/a del/de la alumno/a. EL maestro se convierte en un vehículo aséptico de cultura,
limitándose a transmitir saberes codificados de autores muertos. Sin embargo
–afirma Luce Irigaray- enseñar es transmitir una experiencia masculina o
femenina, un saber concreto, útil, para una cultura de la vida y el/la propio/a
maestro/a constituye la garantía de verdad, de ética y también de estética.
Esta práctica de la enseñanza constituye una genealogía natural y cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Todos
esos puntos debieran ser incluidos en los programas escolares. Hace falta que
la infancia sean instruida en la toma de conciencia da su identidad concreta y,
por lo tanto, sexuada, y en respetar y establecer relaciones con la
identidad concreta del otro/a. Ésta es la condición de una cultura verdaderamente democrática, de una
cultura que permitirá salvar los importantes fallos de las democracias basadas
simplemente en el derecho al voto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES"> </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por su parte Judith Butler a partir
del postestructuralismo de Foucault, de Derrida y de las perspectivas lesbiana
y queer problematiza el género y la
correlación o coherencia entre el sexo mujer y el género femenino por un lado y
entre el sexo hombre y el género masculino por otro lado. No tiene por qué
haber dicha vinculación o paralelismo desde el momento que se admite que el
género es una construcción que no tiene nada que ver con la anatomía. Si
persiste esa asociación es porque –afirma Judth Butler- el sexo es ya género:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> “¿Y
qué es el sexo a fin de cuentas? ¿Es natural, anatómico, cromosómico u
hormonal?... ¿Tiene el sexo una historia? ¿Hay una historia de cómo se
estableció la dualidad del sexo, una genealogía que presente las opciones
binarias como una construcción variable? ¿Acaso los hechos supuestamente
neutrales del sexo se producen discursivamente por medio de discursos
científicos al servicio de otros intereses políticos y sociales? Si se impugna
el carácter inmutable del género, quizá esta construcción llamada “sexo” esté
tan culturalmente construida como el género, de hecho tal vez fue siempre
género, con la consecuencia de que la distinción entre sexo y género no existe
como tal<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Partiendo de una postura
postestructuralista afirma que el sujeto se hace, se construye social, cultural y lingüísticamente
como individuo generizado, diferente, pero dado que el sexo es ya género y que no
existe ninguna identidad previa al trabajo de lo cultural, Judith Butler
afirma el carácter performativo del
género, es decir, que “no hay una identidad de género detrás de las expresiones
de género”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La performatividad comienza
desde el momento que nacemos (e incluso antes) en el que se nos asigna con
cierta arbitrariedad un sexo. A partir de ese momento las tecnologías del
género actúan para que imitemos, repitamos o copiemos gestos, comportamientos,
deseos, sensaciones que se suponen son propios del sexo que se nos ha asignado.
De esta forma el sexo es desde el comienzo normativo, desde el momento en que
se afirma es una “niña” (“niño) se inicia el proceso por el cual se impone una
cierta feminización (o masculinización): la niña (niño) está obligada/o a
“citar” la norma para así convertirse en un sujeto normativo aceptable. La
feminidad (masculinidad) no es, en consecuencia, fruto de una elección sino la
cita o repetición forzosa de una norma cuya compleja historicidad es
inseparable de las relaciones de disciplina, regulación y castigo. No hay
“nadie” que escoja una norma de género, muy al contrario la cita de las normas
genéricas es necesaria para que tengamos derecho a ser “alguien”.<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Butler asegura que el carácter
performativo del género está muy clara en el fenómeno de la drag en la que se
hace patente que los dos géneros son una construcción cultural que obedece a
propósitos heterosexuales y obliga a quedar atrapada dentro dentro del
binarismo sexual imperante. La drag -afirma Butler- denuncia la falsa
naturalidad del género e insinúa la inclusión y legitimación de otras
posibilidades de género; sugiere que los actos repetitivos que modelan y
definen el género pueden, a su vez, revestirse y servir como prácticas subversivas
de la identidad sexual del cuerpo, pues:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> “el <i>drag</i>, con su cuerpo, desborda los límites del género y los supera.
Trae a lo cotidiano el carácter subversivo del carnaval, juega con las
categorías de ser y parecer y lo hace poniendo en relación tres factores: el
sexo biológico, la identidad sexual (<i>gender
identity</i>) y la imitación/parodia de la identidad sexual (<i>gender performance</i>). La falta de
correspondencia entre sexo biológico e identidad sexual en la persona del <i>drag</i> crea tensión en el espectador. Esta
tensión desnaturaliza la normal-normativa equivalencia entre sexo y género
(identidad sexual) y hace que este último pueda ser visto por lo que realmente
es: una <i>performance</i>, una forma de mimesis
con su multiplicidad, con su exhibición hiperbólica del artificio, el <i>drag</i> excede el sistema sexo-género y
demuestra que el género, como la identidad sexual, es una ilusión, una
construcción, una máscara, un travestismo, cuya única consistencia está en la
cantidad de repeticiones inconscientes que consigue producir”<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El/la drag al cuestionar
el binarismo de género y la coherencia sexo masculino género masculino o sexo
femenino género femenino da pie para pensar que el concepto de género es un
concepto más amplio y más plural, que no se refiere sólo a mujeres y hombres
sino también a individuos en un cruce de identidad: trasgénero, transexual,
intersexo, individuos que ponen en entredicho qué se entiende por humano, qué
cuerpo es concebible como humano y qué cuerpo no lo es y sobre los que Judith
Butler reflexiona particularmente en<i>
Cuerpos que importan<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[36]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>. Da pie también a
pensar que el quebrantamiento de las normas de género permite la posibilidad de
una vida más libre, menos violenta, en la que la incoherencia de género más o
menos presente en todas las personas se comprende y, consecuentemente, se aceptan nuevas formas de género.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La tarea de
resignificación de realidades innombrables, ininteligibles en el marco
conceptual actual y, por lo tanto, irreales es –afirma Judith Butler- un
proyecto político basado en un método de disidencia que puede ser subversivo si
se pone al servicio de una política radical y de una pedagogía transgresora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La pedagogía
transgresora es una pedagogía que parte de la propia práctica pedagógica, de la
teoría queer y de la teoría psicoanalítica. Desde esos presupuestos trata de
superar las oposiciones binarias como tolerante/tolerado, opresor/oprimido,
normal/raro, autóctono/emigrante etc. mediante el cuestionamiento de las
categorías identitatarias y de las dinámicas que respaldan la forma de
conceptualización de la diferencia. Se
plantea resistir las prácticas de
normalización y control de los cuerpos y afrontar el importante papel que la
educación y el conocimiento tienen en la formación de estructuras de inteligibilidad de nuevas
identidades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Según Deborah Britzman<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a>
pedagogía transgresora es algo muy diferente de un llamamiento a la inclusión o
de simplemente añadir voces marginales a un programa. El caso del tratamiento
que han recibido los estudios gays o lesbianos en una educación sentimental que
pretende ser antihomofóbica es un ejemplo de que las argumentaciones a favor de
la inclusión producen las exclusiones que presuntamente pretenden subsanar,
pues en definitiva son prácticas de producción de la uniformización que se
limitan a invitar a algunos individuos subalternos a formar parte del currículo,
pero no porque tengan algo nuevo que decir a los que ya están allí. Si estos
individuos “añadidos” empezaran a hablar entre sí “¿qué dirían? ¿Acaso se les
podría entender? El problema es que los efectos diarios de la “inclusión” son
una versión más obstinada de la uniformidad y una versión más afable de la
otredad… La pedagogía de la inclusión, y la de la tolerancia que supuestamente
le sigue, pueden de hecho producir la base de la normalización. Vividas como
necesidades conceptuales, estas esperanzas tan sólo pueden ofrecer posiciones
de sujeto precarias al sujeto normal que tolera y al subalterno que es
tolerado. Es decir las posiciones de sujeto de<i> nosotros</i> y de <i>ellos</i> se
reciclan en forma de empatía. En contraposición la pedagogía transgresora se
debe interesar por desestabilizar las redes de poder que por medio de las
prácticas educativas normativas se encargan de disciplinar los cuerpos y de
configurar identidades predecibles y controlables. Debe aspirar a trascender la
repetición de la identidad e ir más allá de las dos posiciones de sujetos
permitidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A modo de conclusión<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> A lo largo de estas
páginas hemos tratado de reflejar el amplio e intenso debate existente en la
actualidad en el seno de la teoría feminista acerca de lo que significa o debe
significar ser mujer o la feminidad. Las disputas son una manifestación del
importante <i>corpus</i> de conocimiento existente hoy en el
feminismo y de que la teoría feminista no ha perdido la capacidad crítica que
la ha caracterizado desde sus orígenes. La heterogeneidad de posiciones teóricas o de modelos propuestos
para interpretar los mecanismos de subordinación de las mujeres o para superar
la discriminación de las mismas, no debe hacernos olvidar que todas las corrientes
coinciden en el reconocimiento de que las mujeres por el simple hecho de ser
mujeres han sido tradicionalmente discriminadas y que por lo tanto sus
oportunidades cuantitativa y cualitativamente son menores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">BIBLIOGRAFÍA<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Amorós, Celia (ed.), <i>Feminismo y Filosofía</i> , Síntesis,
Madrid, 2000.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Azpeitia, Marta<b> </b>y otras (eds.), <i>Piel que
habla. Viaje a través de los cuerpos femeninos</i>. Icaria, Barcelona, 2001</span><span lang="ES">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="break-after: avoid;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Beltrán, Elena y otras (eds.), <i>Feminismos. Debates Teóricos Contemporáneos</i>.
Alianza, Madrid, 2001.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Boff, Leonardo y Muraro, Rosa M., <i>Femenino
y Masculino. Una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias</i>.
Trad. de Mª José Gavito Milano. Ed. Trotta, Madrid, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Braidotti, R., Sujetos nómades. Paidós, Barcelona,
2000.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Braidotti, R., <i>Feminismo,
diferencia sexual y subjetividad nómade</i>. Edición a cargo de Amalia Fischer
Pfeiffer. Ed. Gedisa, Barcelona - España, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Butler, Judith,<i> Lenguaje poder e
identidad</i>, Síntesis, Madrid, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Butler, Judith, <i>Cuerpos que
importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”</i>. Paidós,
Barcelona, 2002.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Butler J.,<i> Políticas del
performativo</i>. Ed. Síntesis, Madrid, 2004. Traducción e introducción de
Beatriz Preciado y Javier Sáez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Butler, Judith,<i> Deshacer el género</i>,
Paidós, Barcelona, 2006.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Concha, Ángeles de la y Osborne, Raquel (Coords.). <i>Las mujeres y los niños primero</i>.
(Discurso de la Maternidad), Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
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<div class="MsoFooter">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Hooks, Bell y otras autoras.<i> Otras inapropiables. Feminismos desde las
fronteras</i>. Ed. Traficantes de Sueños, Madrid, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter">
<span lang="FR" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: FR;">Irigaray, Luce,<i>
Éthique de la différence sexuelle</i>. Minuit, París, 1983.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Irigaray, Luce, <i>Yo, tú, nosotras</i>.
Cátedra, Valencia, 1992.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Irigaray, Luce, <i>La democracia
comincia a due</i>. Bollati Boninghieri, Torino, 1994.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Irigaray, Luce, Tra Oriente e Occidente:dalla singolaritá alla
comunità. Le Esche, Roma, 1997.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Irigaray, Luce, <i>Progetto di
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Iriagaray su incarico della Commissione per la realizzazione parita fra uomo e
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<div class="MsoFooter">
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<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="font-size: 1.05em; padding-left: 240px;">
</div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Foucault, M., <i>Historia de la
Sexualidad. La Voluntad de Saber</i>. Siglo Veintiuno, Madrid, 1992, p. 188.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB"> Foucault, M., <i>Opus Cit</i>., p. 149.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Lauretis, T., <i>Diferencias. Etapas
de un camino a través del feminismo</i>. Horas y Horas, Madrid, 2000, p. 43.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Lauretis, T., <i>Ibid</i>, p. 39.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Obviamente ni Foucault ni Althusser extrajeron ninguna de estas
conclusiones e incluso fueron bastante ciegos a todas estas cuestiones, pero
sus reflexiones fueron muy útiles a Teresa de Lauretis y a otras teóricas
feministas para extraer importantes conclusiones acerca de los géneros y del
sujeto femenino.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Carabí, A., “Construyendo nuevas masculinidades” en Segarra, M.,
Carabí, A., <i>Nuevas Masculinidades</i>.
Icaria, Barcelona, 2000, p. 16.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Woolf, V., <i>Una habitación propia</i>,
Seix Barral, Barcelona, 2001, p. 50.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valcárcel, A., <i>La Política de
las Mujeres</i>. Cátedra, Valencia, 1997, p. 74.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rousseau, J. J., <i>Emilio o de la
educación</i>. Alianza, Madrid, 1995, p. 494.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Puleo, A<i>., Filosofía, Género y
Pensamiento Crítico</i>. Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial.
Universidad de Valladolid. Valladolid, 2000, pp. 48-49.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Restaino, F., Cavarero, A., <i>Le
Filosofie Femministe</i>. Paravia, Torino, 1999, pp. 123-124. La traducción es
mía. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Azpeitia, M., “Viejas y nuevas metáforas: Feminismo y Filosofía a
vueltas con el cuerpo” en Azpeitia, M. y otras (eds.), <i>Piel que habla. Viaje a través de los cuerpos femeninos</i>. Icaria,
Barcelona, 2001, p. 251.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Braidotti, R., <i>Sujetos nómades</i>.
Paidós, Barcelona, 2000, p. 175.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB"> Haraway, Donna, “Gender for a
Marxist Dictionary: The Sexual Politics of a Word” en <i>Simians, Cyborgs and Women</i>, pp. 127- 148.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB"> Lauretis, Teresa de, “Eccentric
Subjects: Feminist Theory and Historical Consciousnes”, <i>Feminist Studies</i>, nº 1, 1990, pp. 115-150.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Braidotti, Rosi, <i>Sujetos Nómades</i>,
Paidós, Barcelona, 2000.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Traducido al castellano en Gortari, Ludka de (coord.), <i>Nueva Antropología. Estudios sobre la mujer:
problemas teóricos. </i>Conac y T/Uam. Iztapalapa, 1986.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rubin, Gayle, “El tráfico de las mujeres” en<i> Nueva antropología. Estudios sobre la mujer: problemas teóricos</i>, <i>opus cit</i>., p. 36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB">
Rubin, Gayle, <i>ibid</i>, p. 44.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rubin, Gayle, “Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría
radical de la sexualidad” en Vance; Carole (comp.) <i>Placer y peligro: explorando la sexualidad femenina</i>, Madrid,
Revolución, 1989.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> En la crítica de la heterosexualidad como elemento de presión de las
mujeres insistirán autoras como Adrienne Rich, Monique Wittig, Teresa de
Lauretis o Judith Butler.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rubin, Gayle, <i>ibid</i> , p. 83.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Benhabib, , Sheyla, “El otro
generalizado y el otro concreto: la controversia Kohlberg-Gilligan y la teoría
feminista” en Benhabib, Sheyla y Cornella, Drucila, <i>Teoría Feminista y Teoria Crítica</i>, edicions Alfons el Magnànim,,
Valencia, 1990, pp. 119-149.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Irigaray, Luce, <i>Yo, tú, nosotras</i>,
Cátedra, Madrid, 1992, p. 10.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Braidotti, Rosi, <i>Feminismo,
diferencia sexual y subjetividad nómade</i>. </span><span lang="FR">Gedisa, Barcelona, 2004, p. 16.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="FR"> Irigaray, Luce, <i>Éthique de la Différence Sexuelle</i>, Edition de Minuit, 1984, p.13.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Irigaray, Luce, <i>Ese sexo que no
es uno</i>, Edfitorial Saltés, Madrid, 1982, p. 155.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Irigaray, Luce, <i>La democracia
comincia a due</i>, Bollati Boringhieri, Torino, 1994, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Irigaray, Luce, <i>ibid</i>, p. 16.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Restaino, Franco, Cavarero, Adriana, <i>Le filosofie feminista</i>, Torino, Paravia, 1999.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Braidotti, Rosi, <i>Feminismo,
diferencia sexual y subjetividad nómade</i>. Gedisa, Barcelona, 2004, p.67.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Butler, Judith, <i>El género en
disputa. El feminismo y la subversión de la identidad</i>, Paidós, Barcelona,
2001, pp. 39-40.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Butler, Judtih, ibidem, p. 58<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Butler, Judith, “Críticamente subversiva” en Mérida, Rafael M. (ed.) <i>Sexualidades transgresoras. Una antología de estudios queer</i>.
Icaria, Barcelona, 2002, pp.55-80.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Mirizio, A., “Del carnaval al drag: La extraña relación entre
masculinidad y travestismo” en Segarra, M., Carabí, A. (eds.) <i>Nuevas masculinidades</i>, Icaria,
Barcelona, 2000, pp. 143-144.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Butler, Judith, Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y
discursivos del “sexo”. Paidós, Barcelona, 2002. Para más información ver:
Burgos, Elvira, “Haciendo y deshaciendo el género” en <i>Riff Raff. Revista de Pensamiento y Cultura</i>, nº 30, 2006; Burgos,
Elvira, “Sobre la transformación social. Butler frente a Braidotti” en <i>Riff Raff. Revista de Pensamiento y Cultura</i>,
nº 27 extra, 2ª época, 2005; Burgos, Elvira, “En qué, por qué y para qué somos
diferentes varones y mujeres?. Subversión de la diferencia sexual” en <i>Themata. Revista de Filosofía</i>, 2005.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Toshiba/Downloads/identidad.doc#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Britzman, Deborah, “La pedagogía transgresora y sus extrañas técnicas”
en Mérida, Rafael M., <i>Sexualidades transgresoras. Una antología
dee studios queer</i>, Icaria, Barcelona, 2002, pp. 197-228.<span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
</div>
</div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-90866926078064888582017-03-30T12:49:00.001-07:002017-03-30T12:49:55.002-07:00EL INTERcAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE: Baudrillard<ol class="j-transcripts transcripts no-bullet no-style" itemprop="text" style="background-color: #eeeeee; box-sizing: inherit; color: #3b3835; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.6; list-style: none; margin: 0px 0px 1.42857rem 1.4rem; padding: 0px;">
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">1. <b>EL INTERcAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE</b>:</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"> EL CUERPO O EL OSARIO DE SIGNOS: Baudrillard</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"> El cuerpo marcado </li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">Toda la historia actual del cuerpo es la de su demarcación, de la red de marcas y de signos que lo cuadriculan, lo parcelan, lo niegan en su diferencia y ambivalencia radical para organizarlo en un material estructural de intercambio/signo, y resolver su virtualidad de juego y de intercambio simbólico en una sexualidad tomada como instancia determinante, instancia fálica. En este sentido el cuerpo es, bajo es signo de su “liberación”, considerado dentro de un proceso cuyo funcionamiento y estrategia son los mismos de la economía política.Moda, publicidad, nude-look, teatro desnudo, striptease, es de una variedad y monotonía absolutas.Las pulseras, collares, anillos, cinturones, joyas, cadenas; en todo lugar el escenario es el mismo: una marca que toma fuerza de signo y función erótica perversa, una línea de demarcación q simboliza la castración, que parodia la castración como articulación simbólica de la carencia, bajo la forma estructural de una barra q articula dos términos plenos. La barra juega como termino respectivo, es una zona del cuerpo,zona erótica, erotizada, erigida en significante fálico de una sexualidad convertida en puro y simple concepto, puro y simple significado.En ese esquema la castración esta significada (pasa al estado de signo). El desnudo y el no desnudo juegan en oposición estructural y contribuyen a la designación del fetiche. Lo mismo con el borde de lamedia sobre el muslo: el poder erótico de esa imagen proviene , no de proximidad del sexo real sino de qu el temor del sexo queda allí detenido con una puesta en escena de la castración. El cuerpo desnudo y metonímicamente convertido por esta censura en efigie fálica, objeto fetiche de contemplación ymanipulación. La erotización consiste en la erectilidad de un fragmento del cuerpo sellado por la barra, en esafantasmatizacion fálica de todo lo q esta mas alla de la barra en posición de significante, y en reducción simultanea de la sexualidad al rango de significado (valor representado).Se lee hasta el menor detalle, la pulsera que ciñe el brazo o tobillo, el cinturón, collar, sortija, instauran al pie,la cintura o al dedo como eréctiles. No hay ninguna necesidad de rasgo o singo visible: despojado designos es una castración representada y des-representada, como actua la eroticidad del cuerpo entero e nla desnudez.Que el pie, el dedo, nariz o cualquier parte puedan jugar como metáfora del pene, no es en virtud de su forma emergente, no tiene valor fálico mas q sobre la base de ese corte fantasmatico q los erige, todo se vuelve en la equivalencia fálica.La boca pintada es fálica (pintura y maquillaje forman parte importante del arsenal de valoración estructural del cuerpo). Una boca maquillada ya no habla, no tiene como función hablar, ni comer, ni besar.Mas alla de esas funciones de intercambio se instala la función erotica y cultural perversa, la boca fascinante como signo artificial, trabajo cultural, juego y regla del juego. La boca maquillada, objetiva da como joya, cuyo valor erotico no proviene en absoluto de su subrayado como orificio erógeno, sino la pintura constituye en cierto modo el rasgo fálico, la marca q la instaura en valor de intercambio fálico.El deseo es cuando se funda en la perdida, en el abrirse del uno al otro, se vuelve negociable, en términosde signos y valores fálicos son intercambiados, catalogados en una equivalencia fálica general.</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-2-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="Lo mismo sucede con la mirada. Lo q realiza el mecho sobre ...">2. </a>Lo mismo sucede con la mirada. Lo que realiza el mecho sobre el ojo es la denegación de la mirada como dimensión perpetua de la castración, al mismo tiempo que ofrenda amorosa. Ojos metamorfoseados por el maquillaje, es la reducción estatica de esa amenaza, de la mirada del otro donde el sujeto puede verse en su propia carencia. Esos ojos sometidos al trabajo del signo, tienen la redundancia del signo: se exaltancion su propia fascinación y su seducción proviene de ese onanismo perverso.El objeto mas vello es el cuerpo de la mujer. El cuerpo desvelado de la mujer, en las mil variantes del erotismo es la emergencia del falo, del objeto fetiche, es un gigantesco trabajo de simulación fálica, a la vez que el espectáculo de la castración.El privilegio erótico del cuerpo femenino juega tanto para las mujeres como p hombres. Una misma estructura perversa juega para todos: centrada en la denegación de la castración juega con el cuerpo femenino como con la inminencia de la castración. La progresión lógica del sistema lleva a un recrudecimiento erótico del cuerpo femenino, porque este, privado de pene, es el que mejor se prensa a la equivalencia general fálica. Si el cuerpo masculino no permite el mismo rendimiento erótico es porque no permite ni el llamando fascinante de la castración, ni de superación continua. No puede realmente volverse jamás objeto liso, cerrado, perfecto. Es menos disponible para la demarcación,La erectilidad puede ser transferida bajo control a todo el abanico de objetos y del cuerpo femenino.Habria q ver como interviene, en este privilegio erótico de la mujer, la sujeción histórica y social, tratando de ver si interviene respecto a toda discriminación política, el mismo proceso de desconocimiento que respecto a la diferencia de los sexos en el fetichismo; lo cual resulta en una fetichizacion de la clase o delgrupo dominado. Todo el material significante del orden erotico no esta hecho mas q de la panoplia de los esclavos (cadenas, collares, látigos), de los salvajes (negritud, desnudez, tatuajes). Lo mismos con el cuerpo de la mujer, anexado a un orden fálico cuya expresión política la condena a la inexistencia.La desnudez segundaCualquier cuerpo o parte del cuerpo puede intervenir funcionalmente de la misma forma, siempre q sea sometido a la misma disciplina erótica: se necesita toda diferencia erógena habiendo sido conjurada por la barra estructural q designa a ese cuerpo, barra visible en el vestido, la joya, el maquillaje, invisible en la desnudez total, pero siempre presente, puesto q envuelve al cuerpo como una segunda piel.Es característica la omnipresencia en el discurso publicitario del “casi desnuda”, del “desnuda sin estarlo,como si usted lo estuviera”, los pantalones ceñidos en los que “usted esta mas desnuda que al natural”:todo esto para reconciliar el ideal naturalista de vivir su cuerpo “en directo”, con el imperativo comercial dela plus-valía.La verdadera desnudez encuentra aquí su definición como desnudez segunda: es la del vestido ceñido X oY, del velo transparente, esta desnudez esta resaltada por el espejo; es en la repetición como la mujer fija“el cuerpo con el q sueña: el suyo”. El mito publicitario tiene aquí razón: no hay otra desnudez que la que se repite en los signos, la q se envuelve en su verdad significada y q restituye la regla fundamental del cuerp oen materia erotica, la de volverse la sustancia diáfana, lisa, depilada, de un cuerpo glorioso y asexuado.Ej perfecto el film de Golgfinger (James Bond): Todos los orificios tapados, es el maquillaje radical, q hace de su cuerpo un falo impecable (q sea de oro subraya la homología con la economía política), y que desde luego equivale a la muerte. La play girl desnuda, morirá de haber encarnado, hasta el extremo, el fantasma de lo erotico. Pero lo mismo sucede con toda piel en la estética funcional, en la cultura de masas</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-3-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="del cuerpo. Prendas ceñidas, fajas, guantes, vestidos y rop...">3. </a>del cuerpo. Prendas ceñidas, fajas, guantes, vestidos y ropa “cerca del cuerpo “, sin contar el bronceado:es siempre el leitmovit de la “segunda piel”, es siempre la película transparente quevitrificara el cuerpo.La piel misma no se define como “desnudez”, sino como zona erógena: medio sensual de contacto y de intercambio. Esa piel porosa, agujereada, donde el cuerpo no se acaba y q solo la metafísica establece como línea de demarcación del cuerpo, es negada en provecho de una segunda piel no porosa, sin exudación ni excreción, ni caliente ni fría, sin granos ni asperezas, sin espesor, sin orificio. Todas esas cualidades (frescura, suavidad, transparencia), son de clausura; grado cero resultante de la denegación delos extremos ambivalentes.Esta vitrificación de la desnudez esta emparentada con la función obsesiva del revestimiento protector de esos objetos: impermeabilizados, plastificados, etc, y con el trabajo de cepillado, de limpieza que tiende avolverlo a poner permanentemente en estado de pulcritud, de abstracción impecable.Desnudez “diseñada”, no subentiende nada detrás de la red de signos q teje, sobre todo, no u cuerpo: niun cuerpo de trabajo, ni de placer, ni erógeno, ni desgarrado; sobrepasa todo eso en un simulacro decuerpo pacificado.Utopía de la desnudez, del cuerpo presente en su verdad: es todo lo mas la ideología del cuerpo la que puede ser representada. El indio decía: “El cuerpo desnudo es una mascara inexpresiva que oculta lav erdadera naturaleza de cada uno”, quería decir q el cuerpo no tiene sentido sino marcado, revestido de inscripciones.Su desnudez misma se vuelve entonces contra el y lo aureola de una censura aérea e ineluctable: la segunda piel. La piel, se repite en la significación: siempre es ya la segunda piel. no es la ultima, pero es siempre la única.En esta redundancia de la desnudez-signo, que trabaja para restituir el cuerpo como fantasma de totalización, reencontramos la especulación infinita del sujeto de la conciencia a través de su imagen en elespejo, captando y resolviendo formalmente en la duplicación la división irreductible del sujeto.Clausura del espejo, duplicación fálica de la marca: en ambos casos el sujeto se seduce a si mismo.Seduce a su propio deseo y lo conjura en su propio cuerpo duplicado por los signos. Detrás del intercambio de signos, detrás del trabajo del código, el sujeto puede esquivarse y recuperarse: esquivar el deseo del otro (su propia carencia) y verse sin ser visto.Es importante distinguir entre el trabajo de inscripción y de marca a nivel del cuerpo en las sociedades“primitivas” y en nuestro sistema contemporáneo. Fácilmente se lo confunde en la categoría general de expresión simbólica del cuerpo, como si existiera un mismo modo de significación desde la noche de los tiempos hasta la espera de la economía política.A la inversa de los nuestros, en los q los signos se intercambian bajo el régimen de un equivalente general, el marcado del cuerpo, tiene por función la actualización inmediata del intercambio simbólico, del intercambio con los dioses o dentro del grupo; intercambio q no es negociación por parte del sujeto de su identidad, tras la manipulación de los signos, sino en el q el consume su identidad, se pone en juego como sujeto en la posecion/desposecion; el cuerpo entero se convierte en material de intercambio simbólico.Cuando el indio dice: “en mi, todo rostro”, para responder a la interrogación del blanco sobre la desnudez de su cuerpo, dice con eso q todo el cuerpo esta en el entregado al intercambio simbólico, mientras que en nosotros tiende a reducirse únicamente al rostro y a la mirada. Para el indio, los cuerpos se miran y se</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-4-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="intercambian todos sus signos, q se consumen en una relació...">4. </a>intercambian todos sus signos, q se consumen en una relación incesante. Para nosotros, el cuerpo se encierra en sus signos, se valoriza mediante un calculo de signos q intercambia bajo la ley de la equivalencia y de la reproducción del sujeto. Es el y no el salvaje, el q esta en pleno fetichismo: a través del hacer valer su cuerpo, es el quien esta fetichizado por la ley del valor.El strip-teaseNo se strip ni se tease…, se hace parodia. Soy un mistificador: damos la impresión de mostrar la verdad desnuda, la mistificación no podría llegar mas lejos, Es lo contrario de la vida. Porque cuando ella esta desnuda, esta mucho mas ataviada q vestida.Strip-tease de sueño: La mujer del espacio cuanto mas lentamente se mueve una mujer, mas erotica resulta.La desnudez de las playas no tiene nada q ver con la desnudez de la escena. En escena, ellas son diosas,son intocables..La ola de desnudez, en el teatro y en otras partes, es superficial, se limita a un acto mental.En otras partes presenta la realidad: aquí sugiero sino lo imposible. La realidad del sexo q se despliega entodas partes disminuye la subjetividad del erotismo.El strip-tease es una danza: su secreto es la celebración auto-erotica por una mujer de su propio cuerpo, que se vuelve deseable en esa misma medida. Es esa lentitud la q indica q los gestos de q se rodea la mujerson los del otro. Sus gestos tejen alrededor de ella el fantasma del compañero sexual. Pero al mismo tiempo, ese otro queda excluido, puesto q ella lo sustituye y se apropia de sus gestos según un trabajo de condensación. Todo el secreto erotico del strip-tease esta en esta evocación y revocación del otro,mediante gestos cuya lentitud es poetica, Solo es bueno el strip q refleja el cuerpo en ese espejo de gestos; el gestual es el equivalente moviente de esa manopla de signos, de marcas q actúan asimismo en la puesta en escena eréctil del cuerpo a todos los niveles de la moda, del maquillaje y de la publicidad. El mal strip es el del desvestirse puro y simple, que no hace sino restituir la desnudez, omite esa hipnosis del cuerpo, para entregarlo a la con cupiscenciadiscreta del publico. No es q el mal strip no sepa captar el deseo de la sala; al contrario, sino q la mujer noha sabido recrear para si misma su cuerpo como objeto encantado.El mal strip es el q esta acechado por la desnudez, o por la inmovilidad ( o ausencia de ritmo, la brusquedad del gesto): no hay entonces en escena mas q una mujer y un cuerpo “obscenos”. La strip-teasera es una diosa y la prohibición lanzada sobre ella, la q ella traza a su alrededor, no significa q no sele puede tomar nada, sino q no se le puede dar nada, porque ella se da todo a si misma. Cada prenda q caeno acerca al desnudo, a la verdad desnuda del sexo, al caer designa como falo q desnuda; devela a otra, yel mismo juego se profundiza a medida q el cuerpo emerge cada vez mas como efigie fálica, al ritmo delstrip. No es un juego de despojar de signos hacia una profundidad sexual, es un juego ascendente deconstrucción de signos; cada marca adquiere fuera erotica por su trabajo de signo, es decir, por el vuelco qopera de lo q no ha sido jamás (la perdida y la castración) a lo q designa en su lugar: el falo. Es por esto qel strip-tease es lento: porq es discurso, construcción de signos, elaboración minuciosa de un sentido diferido.La fijeza de la mirada es un elemento esencial de la buena stripteasera. La mirada fija q solo sirviera para señalar la prohibición, situaría al strip en una especie de porno drama represivo. El buen strip no es eso,ese dominio de la mirada no es frialdad, es a condición de redefinir el cool como una cualidad muy</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-5-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="especial de toda la cultura actual de los media y del cuerp...">5. </a>especial de toda la cultura actual de los media y del cuerpo, y q no es del orden de lo calido y lo frio. Esa mirada es la mirada neutralizada de la fascinación auto-erotica, la de la mujer/objeto que se mira y cierra los ojos sobre si misma, es el colmo de la perfeccion y de la perversión.El cuerpo ideal q este estatuto dibuja es el de la maniquí, q ofrece el modelo de toda esta instrumentación fálica del cuerpo. Es su propio cuerpo lo que la mujer rodea de una manipulación sofisticada, hace de el el paradigma de la seducción. Aquí radica en ese proceso perverso q nace de ella y de su cuerpo sacralizado un falo viviente, la verdadera castración de la mujer.Estar castrado es estar cubierto de sustitutos fálicos. La mujer esta cubierta de ellos, esta intimada a hacerde su cuerpo un falo. Y si las mujeres no son fetichistas es porque realizan ese trabajo de fetichizacion continua sobre si mismas, se vuelven muñeca. Este juego de tapas y destapar es lo q constituye su valor simbolico para la infancia, y en este juego a la inversa es q regresa toda la relación objetual y simbólica,cuando la mujer se hace muñeca, se vuelve su propio fetiche y el fetiche del otro.La fascinación del strip-tease como espectáculo de la castración provendría de la inminencia de descubrir,de buscar por todos los medios no descubrir q no hay nada.El propio cuerpo de la mujer, fetichizado, intercepta ese punto de ausencia de donde resucita, intercepta ese vértigo con toda su presencia erotica; “signo de un triunfo sobre la amenaza de castración, y protección contra esta amenaza.En lugar de un reconocimiento de la castración, erigimos toda clase de coartadas fálicas, luego tratamos de descartar una a una para descubrir la verad q es siempre la castración, pero q resulta la castración negada.El narcisismo dirigido Todo esto conduce a replantear la cuestión del narcisismo en términos de control social. Freud evoca lo qhemos dicho: “se establece un estado en el que la mujer se bsta a si misma, lo q la resarce es la libertadde elección de objeto q le rehusa la sociedad. Tales mujeres no se aman, tan intensamente como elhombre las ama. Su necesidad las inclina a ser amadas y les gusta el hombre q cumple esas condiciones.Tales mujeres ejercen el mayor encanto sobre los hombres”.En el sistema erotico actual se trataría del desplazamiento de “ese narcicismos del cual gozaba en lainfancia el Ego real sobre el Ego ideal”, mas exactamente de la proyección de la perfeccion narcisista de lainfancia. Esta gratificación q la mujer se da de su cuerpo refleja efectivamente una disciplina feroz.Este narcisismo esta situado bajo el signo del valor. Es un narcisismo dirigido , una exaltación dirigida yfuncional de la belleza en cuento hacer- valer y en cuanto intercambio de signos.Toda la moda y publicidad trazan de este modo el mapa de lo tierno autoerotico y su exploración dirigida:ustedes son responsables de su cuerpo y deben valorizarlo, deben utilizarlo según el orden de signosmeditados y mediados por los modelos de masas. Una extraña estrategia tiene lugar aquí: hay desviacióny transferencia de la utilización del cuerpo y de las zonas erógenas a la puesta en escena del cuerpo y dela erogenidad. La seducción narcisista se asocia a partes del cuerpo objetivadas por una técnica, porobjetos, por gestos, por un juego de marcas y signos. Ese neo-narcisismo va unido a la manipulación delcuerpo como valor. Es una economía dirigida del cuerpo, fundada sobre un esquema de reapropiación delcuerpo según los modelos directivos y bajo control del sentido, de transferencia de la realización del deseo</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-6-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="al código. Todo esto instaura como un narcisismo de síntesi...">6. </a>al código. Todo esto instaura como un narcisismo de síntesis q habría q distinguir de las dos formasclásicas del narcisismo: 1. Primaria: fusional. 2. Secundaria: utilización del cuerpo como diferente, Ego-espejo, integración del Ego mediante el reconocimiento especular y mediante la mirada del otro. 3. Terciaria: “de síntesis”. Reescritura del cuerpo clasificado según los modelos colectivos funcionales. Es el cuerpo homogeneizado como lugar de producción industrial de signos y de diferencias, movilizado bajo el signo de la seducción programática.El cuerpo como adicion de objetos parciales cuyo objeto es el usted del consumo.El cuerpo convertido en sistema total de signos ordenado por los modelos, bajo el equivalente general delculto fálico, como el capital se convierte en sistema total del valor de cambio, bajo el equivalente generaldel dinero.La manipulación incestuosaEl cuerpo “liberado” es un cuerpo en el q la ley y la prohibición q antes censuraban el sexo y el cuerpodesde el exterior, se han interiorizado como variable narcisista.La fase actual de la sexualidad genital corresponde a una mutacion: - Ya no es violenta: es una represión pacificada. - Ya no apunta fundamentalmente a la sexualidad genital, en adelante oficializada en las costumbres. Lo que se tiene en mira en este estadio mas sutil y radical de represión y control, es el nivel de lo simbolico mismo.La represión, superando la sexuacion secundaria (genitalidad y modelo social bisexual), alcanza lasexuacion primaria (diferencia erógena y ambivalencia, relación del sujeto con su propia carencia), ya nose ejerce en nombre del Padre, sino en nombre de la Madre.Hemos visto q la erotización y manipulación fálica del cuerpo se caracterizan como fetichizacion: elperverso fetichista se define por el hecho de no haber salido nunca del deseo de la madre q ha hecho deel el sustituto de lo q le faltaba. Se ha creado una situación incestuosa: el sujeto ya no se divide (norenuncia a su identidad fálica), y ya no comparte. La identificación con el falo de la madre le defineplenamente.Asi sucede con el cuerpo hoy, por regla general: si la ley del Padre, la moral puritana queda desbaratada,es según una economía caracterizada por la destructuracion de lo simbolico y la supresión del incesto.Todos vivimos a todos los niveles esta forma sutil de represión y enajenación.Modelos del cuerpo 1. Para la medicina, el cuerpo de referencia es el cadáver. Es el limite ideal del cuerpo en su relación con el sistema de la medicina. 2. Para la religión, la referencia ideal del cuerpo es el animal. El cuerpo como osario, y el resucitado mas alla de la muerte como metáfora carnal. 3. Para el sistema de la economía política, el ideal tipo del cuerpo es el robot. Modelo logrado de la liberación funcional del cuerpo como fuerza de trabajo, es extrapolación de la productividad racional absoluta, asexuada.</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-7-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="4. Para el sistema de la economía política del signo, la re...">7. </a>4. Para el sistema de la economía política del signo, la referencia modelo del cuerpo es el maniquí. Contemporaneo del robot, representa un cuerpo totalmente funcionalizado bajo la ley del valor, pero esta vez como lugar de producción de valor/signo. Lo que se produce ya no es fuerza de trabajo, son modelos de significación; la sexualidad misma como modelo.Cada sistema revela, detrás de la idealidad de sus fines, el fantasma reductor en el q se articula la visióndelirante del cuerpo q establece su estrategia.Para el cuerpo en cuento material de intercambio simbolico, no hay modelo, ni código, ni ideal tipo, nifantasma director, puesto q en ella no podría haber sistema del cuerpo como anti-objeto.Phallus Exchange standardA partir de la revolución industrial, una misma gran mutacion cubre a los bienes materiales, el lenguaje y lasexualidad (el cuerpo), de acuerdo con un proceso q señala la generalización progresiva de la economíapolítica, o tb el ahondamiento de la ley del valor. 1. Los productos de vuelven mercancías: valor de uso y valor de cambio. 2. El lenguaje se vuelve medio de comunicación, campo de significación. El lenguaje como medio tiene como fin expresar: el orden de los significados, y en euna forma estructural q regula el intercambio de los significantes: el código de la lengua.El paso a la finalidad funcional, la asignación racional a un contenido objetivo (valor de uso osignificado/referente) sella la asignación a una forma estructural q es la forma misma de la economíapolítica. En el marco neo-capitalista, esta forma se sistematiza: significados y valores de uso desaparecenprogresivamente en beneficio exclusivo del funcionamiento del código y del valor de cambio. Al termino deeste proceso los dos sectores de la producción y la significación convergen. Productos y mercancías seproducen como signos y mensajes y se regulan sobre la configuración abstracta del lenguaje:transportando contenidos, valores, finalidades, sus significados.El cuerpo y la sexualidad se pueden analizar en todos los términos precedentes: valor de uso/valor decambio, significado/significante. 1. Podemos mostrar como la sexualidad desemboca, en su modo de liberación actual, en valor de uso y en valor de cambio. La sexualidad de independiza como función: de aquella, colectiva, de reproducción de la especia, pasa a aquellas individuales, de equilibrio fisiológico, de equilibrio mental, de expresión de la subjetividad, de emancipación del inconsciente, de ética del placer sexual. La sexualidad se vuelve un elemento de la economía del sujeto, se vuelve una finalidad objetiva del sujeto y obedece a un orden de finalidades. 2. La sexualidad toma forma estructural. Ingresa en las grandes oposiciones (masculino/femenino), cuya disyunción la cierne, cristalizando en el ejercicio de tal modelo sexual testimoniado por tal órgano sexual, y cerrando el juego de los significantes del cuerpo. 3. La estructura masculino/femenino se confunde con el privilegio otorgando ala función genital (reproductora o erotica). Este privilegio de genitalidad, repercute en la estructura de un orden social de dominación masculina. 4. La emergencia del falo como equivalente general de la sexualidad, la emergencia de la sexualidad como equivalente general de las virtualidades simbolicas de intercambio; todo ello define la</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-8-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="emergencia de una economía política del cuerpo q se instaur...">8. </a>emergencia de una economía política del cuerpo que se instaura sobre las ruinas de su economía simbolica.5. Promocion de la sexualidad como función, promoción de la sexualidad como discurso estructural. El sujeto se encuentra remitido a la norma fundamental de la economía política: se piensa y se conoce sexualmente en términos de equilibrio y de coherencia.Al igual que los objetos designados obedecen a un imperativo de despojo, reflejando una economía ascética de calculo de función. Al igual q el signo en general tiende a despejarse para traducir la adecuación del significante y del significado, q es su ley y su principio de realidad, así el cuerpo tomado por la economía política, tiende tb a la desnudez formal como a su imperativo absoluto. Esta desnudez,en la q se resume todo el trabajo de inscripción de marcas, de moda, de maquillaje, al mismo tiempo que toda perspectiva idealista de liberación, nada tiene de un descubrimiento o de redescubrimiento del cuerpo: traduce la metamorfosis lógica del cuerpo en el proceso histórico de nuestras sociedades.Al igual q el despojo de los objetos caracteriza su asignación a una función, es decir su neutralización por la función; asi la desnudez del cuerpo define su asignación la función/sexo, la neutralización reciproca del cuerpo y del sexo.Demagogia del cuerpoEl cuerpo y el sexo asumen todas esas esperanzas porque rechazados bajo cualquier orden q hayan revestido nuestras sociedades históricas, se han convertido en metáforas de la negatividad radical. Demetáfora, se los quiere hacer pasar al estado de hecho revolucionario.Al cuerpo como lugar de los procesos primarios , se opone en el sistema actual el cuerpo como proceso secundario: valor de eso y valor de cambio erotico, racionalización bajo el signo de valor. Al cuerpo impulsivo, obsesionado por el deseo, se opone el cuerpo demiurgizado, estructuralizado,teatralizado en la desnudez, funcionalizado por la sexualidad operacional.Este cuerpo secundario, el de la emancipación sexual y de la de sublimacion represiva, es el que estasituado bajo el signo de Eros solamente. Hay una confusión del sexo y del exclusivo principio de Eros;una neutralización del uno por el otro, con exinscripcion del impulso de muerte. El principio de placerse establece como razón de una subjetividad liberada, de una nueva economía política del sujeto. Eros redefine la razón en sus propios términos: es razonable lo q protege al orden de la satisfacción.El cuerpo colocado bajo el signo de Eros, representa una fase mas avanzada de la económica política.En vez de q la desnudez sea escindida por el deseo, juega como equivalencia y puesta en escena del deseo. En vez de q el cuerpo sea escindido por el sexo, juega como significante y equivalente del sexo. Asi, en todas partes, la desnudez, el cuerpo, el sexo, el inconsciente, etc, en lugar de abrir a ladiferencia profundizada, se encadenan como equivalentes representativos unos de otros, semetonimizan y constelan para definir una lógica discursiva de la sexualidad, un discurso del sexo como valor. Apólogo La sexuacion es la partición que atraviesa a cada sujeto. El sexo, es su acepción radical, no podría llegar al estadio de la cifra entera, ni al estatuto contable: es una diferencia, y los dos bordes de la diferencia,que no son términos, no podrían sumarse ni formar parte de una serie. No pueden ser considerados como unidades.</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><a href="https://image.slidesharecdn.com/baudillardelcuerpooelosariodesignos-130203201536-phpapp02/95/baudillard-el-cuerpo-o-el-osario-de-signos-9-638.jpg?cb=1359922945" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; color: #008ed2; line-height: inherit; text-decoration: none;" target="_blank" title="Este dialogo es lógico en el marco del modelo bisexual impu...">9. </a>Este dialogo es lógico en el marco del modelo bisexual impuesto (masculino/femenino), puesto q esteplantea el sexo, de entrada, como dos términos estructuralmente opuestos.La ambivalencia del sexo queda reducida por la bivalencia ( de los dos polos y roles sexuales).Actualmente en q esta bivalencia par por las metamorfosis de la revolución sexual, y se esfuman lasdiferencias entre masculino y femenino, la ambivalencia del sexo queda reducida por la ambigüedaddel unisexo.El carnicero de Chuang-Tsu(ej del carnicero: modulo pag 55)Ejemplo perfecto del análisis y de su prodigiosa operacionalidad cuando supera la visión plena,sustancial, opaca del objeto (“al principio solo veía la vaca”…), la visión anatomica del cuerpo comoedificio pleno, dispuesto para el corte, unificado por la representación exterior, y sobre la cual trabaja elcarnicero ordinario, q no hace sino partir por la fuerza, para llegar al reconocimiento de la articulacióndel vacio, de la estructura de vacio donde el cuerpo se articula (“ no me dedico sino a losintersticios”…). El cuchillo del carnicero no es lo pleno q traspasa lo pleno, el mismo es vacio. Elcuchillo q opera de este modo en el discurrir del espíritu analítico, no trabaja sobre el espacio q llena lavaca, sino de a cuerdo con la organización lógica interna del ritmo de los intervalos. Se funda unaeconomía simbólica q es la de una estructura de intercambio: el cuchillo y el cuerpo se intercambian, elcuchillo articula la carencia de ese cuerpo y por eso desconstruye según su ritmo.Este cuchillo es tb la letra de Leclaire, q divide orogénicamente tal lugar del cuerpo según la lógica del deseo.</li>
<li style="box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"><img alt="Resultado de imagen para el intercambio simbolico y la muerte sinopsis" src="https://image.slidesharecdn.com/baudrillard-elintercambiosimblicoylamuerte1976-140618102009-phpapp02/95/baudrillard-el-intercambio-simblico-y-la-muerte-1976-1-638.jpg?cb=1403087201" /></li>
</ol>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-79275544457052156022017-03-30T12:16:00.001-07:002017-03-30T12:16:55.516-07:00NATURALEZA Y NECESIDAD DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS Kuhn T.S.<div class="WordSection1">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4b54ti7bvUweNT_Nls5W28STl9CccsZy1tbV8xRyJL-XkwBF-ak5c57zCQosmqjLpgT4_5JxeRnE01uXOczGGr2pOSjatKDho-Isxfsy3Kr-CqpAXiDLjVm4JQppxc7PIwJo0UUj8EWWQ/s1600/kuhn3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4b54ti7bvUweNT_Nls5W28STl9CccsZy1tbV8xRyJL-XkwBF-ak5c57zCQosmqjLpgT4_5JxeRnE01uXOczGGr2pOSjatKDho-Isxfsy3Kr-CqpAXiDLjVm4JQppxc7PIwJo0UUj8EWWQ/s1600/kuhn3.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 38.9pt; text-indent: -28.55pt;">
<span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.35pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">IX. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">NATURALEZA
Y NECESIDAD DE LAS </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">REVOLUCIONES
CIENTÍFICAS</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 9.6pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-numeric: normal; letter-spacing: -0.15pt;">estas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">observaciones nos permiten finalmente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">considerar los problemas que dan título a este <span style="letter-spacing: .05pt;">ensayo. ¿Qué son las revoluciones científicas y </span><span style="letter-spacing: .2pt;">cuál es su función en el desarrollo científico? </span><span style="letter-spacing: .15pt;">Gran parte de la respuesta a esas preguntas ha </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">sido anticipada ya en secciones previas. En par</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">ticular, la discusión anterior ha indicado que
las </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">revoluciones científicas se
consideran aquí como </span><span style="letter-spacing: -.2pt;">aquellos
episodios de desarrollo no acumulativo en </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">que un antiguo paradigma es reemplazado, com</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">pletamente o en parte, por otro nuevo e incom</span><span style="letter-spacing: .1pt;">patible. Sin embargo, hay mucho más que decir </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">al respecto y podemos presentar una parte de ello </span>mediante
una pregunta más. ¿Por qué debe lla<span style="letter-spacing: .1pt;">marse
revolución a un cambio de paradigma? </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">Frente
a las diferencias tan grandes y esenciales </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">entre el desarrollo político y el científico, ¿qué paralelismo puede
justificar la metáfora que en</span><span style="letter-spacing: .1pt;">cuentra
revoluciones en ambos?</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Uno de los aspectos del
paralelismo debe ser </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ya
evidente. Las revoluciones políticas se inician por medio de un sentimiento,
cada vez mayor, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">restringido
frecuentemente a una fracción de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">comunidad
política, de que las instituciones exis</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tentes han cesado de satisfacer adecuadamente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">los problemas planteados por el medio
ambiente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que han contribuido en
parte a crear. De ma</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nera
muy similar, las revoluciones científicas se </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">inician con un sentimiento creciente, también a </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">menudo restringido a una estrecha subdivisión </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la comunidad científica, de que un
paradigma </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">existente ha dejado de funcionar
adecuadamente <span style="letter-spacing: .05pt;">en la exploración de un
aspecto de la naturaleza </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">hacia el cual, el mismo paradigma había previa</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">mente mostrado el camino. Tanto en el desarrollo
político como en el científico, el sentimiento </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">de mal funcionamiento que puede conducir a la crisis
es un requisito previo para la revolución. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">Además, aunque ello claramente fuerza la metáfo</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">ra, este paralelismo es no sólo válido para
los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">principales cambios de
paradigmas, como los atri-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">buibles
a Copérnico o </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">a Lavoisier, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">sino también para los mucho rnás pequeños,
asociados a la asimilación de un tipo nuevo de fenómeno, como </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.2pt;">el oxígeno o los rayos </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.2pt;">X. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.2pt;">Las
revoluciones cien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.2pt;">tíficas, como hicimos
notar al final de la Sec</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">ción </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt;">V, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">sólo necesitan parecerles revolucionarias <span style="letter-spacing: -.05pt;">a aquellos cuyos paradigmas sean afectados por
ellas. Para los observadores exteriores pueden </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">parecer, como las revoluciones balcánicas de comienzos del siglo xx,
partes normales del proceso </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">de
desarrollo. Los astrónomos, por ejemplo, po</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">dían aceptar los rayos </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">X
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">como una adición simple </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.25pt;">al conocimiento, debido a que sus paradigmas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">no fueron afectados por la existencia de la nueva
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">radiación. Pero, para hombres
como </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">Kelvin, Cro-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">okes y Roentgen, cuyas investigaciones trataban <span style="letter-spacing: .3pt;">de la teoría de la radiación o de los tubos de </span><span style="letter-spacing: .05pt;">rayos catódicos, la aparición de los rayos </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">X </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">violó,
necesariamente, un paradigma, creando otro. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">Es por eso por lo que dichos rayos pudieren ser
descubiertos sólo debido a que había algo que no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">iba
bien en la investigación normal.</span></div>
</div>
<div class="WordSection2">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: .25pt; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.6pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Este aspecto genético del
paralelo entre el desarrollo político y el científico no debería ya dejar </span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size: 11.5pt;">lugar a dudas. Sin embargo, dicho paralelo tiene un segundo aspecto,
más profundo, del que de</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">pende la
importancia del primero. Las revolucio</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">nes
políticas tienden a cambiar las instituciones </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.15pt;">políticas en modos que esas mismas institucio</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">nes prohiben. Por consiguiente, su éxito exige el</span> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">abandono parcial de un conjunto de
instituciones en favor de otro y, mientras tanto, la sociedad no es gobernada
completamente por ninguna insti</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">tución.
Inicialmente, es la crisis sola la que ate</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">núa el papel de las instituciones políticas, del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">mismo modo, como hemos visto ya, que atenúa </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">el papel desempeñado por los paradigmas. En </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">números crecientes, los individuos se alejan
cada </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">vez más de la vida política y
se comportan de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">manera cada vez más
excéntrica en su interior. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">Luego,
al hacerse más profunda la crisis, muchos de esos individuos se comprometen con
alguna </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.4pt;">proposición concreta para
la reconstrucción de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">la
sociedad en una nueva estructura institucio</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">nal. En este punto, la sociedad se divide en cam</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.45pt;">pos o partidos enfrentados, uno de los cuales </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">trata de defender el cuadro de instituciones
anti</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">guas, mientras que los otros se
esfuerzan en esta</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.4pt;">blecer otras nuevas. Y,
una vez que ha tenido </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">lugar esta polarización, <i>el recurso político fracasa. </i><span style="letter-spacing: .4pt;">Debido a que tienen diferencias con respecto a </span><span style="letter-spacing: .5pt;">la matriz institucional dentro de la que debe </span><span style="letter-spacing: .15pt;">tener lugar y evaluarse el cambio político, debido
</span><span style="letter-spacing: .1pt;">a que no reconocen ninguna estructura </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">sup</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">rains-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">titucional para dirimir las diferencias
revolucionarías, las partes de un conflicto revolucionario </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">deben recurrir, finalmente, a las técnicas de
persuasión de las masas, incluyendo frecuentemente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">el empleo de la fuerza. Aunque las revoluciones
tienen una función vital</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">en la evolución de las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">instituciones políticas, esa función depende
de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">que sean sucesos parcialmente
extrapolíticos o extrainstitucionales.</span></div>
</div>
<div class="WordSection3">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .95pt; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El resto de este ensayo está dedicado a demos</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">trar que el estudio histórico del cambio de
para</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">digma revela características muy
similares en la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">evolución de las
ciencias. Como la elección entre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">instituciones
políticas que compiten entre sí, la</span><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">elección entre paradigmas en competencia
resulta </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">una elección entre modos
incompatibles de vida </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.1pt;">de la
comunidad. Debido a que tiene ese carác</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">ter, la elección no está y no puede estar determi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">nada sólo por los procedimientos de
evaluación </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">característicos de la
ciencia normal, pues éstos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.3pt;">dependen
en parte de un paradigma particular, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">y dicho paradigma es discutido. Cuando los para</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.15pt;">digmas entran, como deben, en un debate sobre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">la elección de un paradigma, su función es
nece</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">sariamente circular. Para argüir en la defensa de <span style="letter-spacing: -.05pt;">ese paradigma cada grupo utiliza su propio pa</span><span style="letter-spacing: -.2pt;">radigma.</span></span></div>
</div>
<div class="WordSection4">
<div class="MsoNormal" style="margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por supuesto, la circularidad resultante no
hace que los argumentos sean erróneos, ni siquiera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">inefectivos.
El hombre que establece como pre<span style="letter-spacing: .15pt;">misa un
paradigma, mientras arguye en su de</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">fensa
puede, no obstante, proporcionar una mues</span>tra clara de lo que será la
práctica científica para <span style="letter-spacing: -.1pt;">quienes adopten la
nueva visión de la naturaleza. </span><span style="letter-spacing: .05pt;">Esa
muestra puede ser inmensamente persuasiva y, con frecuencia, incluso
apremiante. Sin em</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">bargo, sea cual
fuere su fuerza, el <i>status </i>del argu</span><span style="letter-spacing: .15pt;">mento circular es sólo el de la persuasión. No </span><span style="letter-spacing: .05pt;">puede hacerse apremiante, lógica ni probable</span>mente,
para quienes rehusan entrar en el círculo. <span style="letter-spacing: -.05pt;">Las
premisas y valores compartidos por las dos partes de un debate sobre paradigmas
no son </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">suficientemente amplios para
ello. Como en las </span><span style="letter-spacing: .2pt;">revoluciones
políticas sucede en la elección de </span><span style="letter-spacing: .1pt;">un
paradigma: no hay ninguna norma más elevada que la aceptación de la comunidad
perti</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">nente. Para descubrir cómo se
llevan a cabo las revoluciones científicas, tendremos, por consi</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">guiente, que examinar no sólo el efecto de la naturaleza
y la lógica, sino también las técnicas de </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">argumentación persuasiva, efectivas dentro de los </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">grupos muy especiales que constituyen la comu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">nidad de científicos.</span></div>
</div>
<div class="WordSection5">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: 0cm; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para descubrir por qué la cuestión de la elec</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ción de paradigma no puede resolverse nunca de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">manera inequívoca sólo mediante la lógica y la
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">experimentación, debemos
examinar brevemente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la
naturaleza de las diferencias que separan a los partidarios de un paradigma
tradicional de sus </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sucesores
revolucionarios. Este examen es el ob</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">jeto principal de esta sección y de la siguiente. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sin embargo, hemos señalado ya numerosos ejem</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">plos de tales diferencias, y nadie pondrá en
duda </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que la historia puede
proporcionar muchos otros. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">De lo
que hay mayores probabilidades de poner </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en duda que de su existencia —y que, por consi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">guiente, deberá tomarse primeramente en consi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">deración—, es de que tales ejemplos
proporcionan </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">información esencial
sobre la naturaleza de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciencia.
Dando por sentado que el rechazo del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">paradigma ha sido un hecho histórico, ¿ilumina </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">algo más que la credulidad y la confusión humanas?
¿Hay razones intrínsecas por las cuales la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">asimilación de un nuevo tipo de fenómeno o de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">una nueva teoría científica deba exigir el
rechazo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de un paradigma más
antiguo?</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .25pt; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Nótese, primeramente, que si existen esas ra</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">zones, no se derivan de la estructura lógica
del conocimiento científico. En principio, podría sur</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">gir un nuevo fenómeno sin reflejarse de manera
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">destructiva sobre parte alguna
de la práctica cien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tífica
pasada. Aunque el descubrimiento de vida </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en la Luna destruiría paradigmas hoy existentes </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(que nos indican cosas sobre la Luna que pare</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cen incompatibles con la existencia de vida en
el </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">satélite), el descubrimiento de
vida en algún lu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">gar menos conocido de la
galaxia no lo haría. Por </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la
misma razón, una teoría nueva no tiene por </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">qué entrar en conflictos con cualquiera de sus</span><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">predecesores. Puede tratar exclusivamente de fenómenos
no conocidos previamente, como es el </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">caso de la teoría cuántica que trata (de manera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">significativa, no exclusiva) de fenómenos
subató</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">micos desconocidos antes
del siglo xx. O también, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.45pt;">la
nueva teoría podría ser simplemente de un </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">nivel más elevado que las conocidas hasta ahora,
agrupando todo un grupo de teorías de nivel más bajo sin modificar
sustancialmente a ninguna de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.5pt;">ellas.
Hoy en día, la teoría de la conservación </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">de la energía proporciona exactamente ese enla</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">ce entre la dinámica, la química, la
electricidad, la óptica, la teoría térmica, etc. Pueden concebirse todavía
otras relaciones compatibles entre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">las
teorías antiguas y las nuevas. Todas y cada </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">una de ellas podrían ilustrarse por medio del proceso
histórico a través del que se ha desarrollado </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">la ciencia. Si lo fueran, el desarrollo científico </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">sería genuinamente acumulativo. Los nuevos
tipos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">de fenómenos mostrarían
sólo el orden en un </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">aspecto
de la naturaleza en donde no se hubiera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">observado antes. En la evolución de la ciencia, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">los conocimientos nuevos reemplazarían a la
igno</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">rancia, en lugar de reemplazar a
otros conoci</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.4pt;">mientos de tipo distinto
e incompatible.</span></div>
</div>
<div class="WordSection6">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 1.2pt; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por supuesto, la ciencia (o alguna otra empre</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sa, quizá menos efectiva) podría haberse
desarro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">llado en esa forma
totalmente acumulativa. Mu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cha
gente ha creído que eso es lo que ha sucedido y muchos parecen suponer todavía
que la acumu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">lación <i>es, </i>al menos, el ideal que mostraría el
desarrollo histórico si no hubiera sido distorsionado tan a menudo por la
idiosincrasia humana. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hay
razones importantes para esta creencia. En </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la Sección </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">X
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">descubriremos lo estrechamente
que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se confunde la visión de la
ciencia como acu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mulación con una
epistemología predominante que considera que el conocimiento es una </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cons</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">trucción hecha por la mente directamente
sobre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.25pt;">datos sensoriales no
elaborados. Y en la Sec</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">ción </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">XI </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">examinaremos
el fuerte apoyo proporcionado al mismo esquema historiográfico por las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.2pt;">técnicas de pedagogía efectiva de la ciencia.
Sin </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">embargo, a pesar de la enorme
plausibilidad de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">esta imagen ideal, hay
cada vez más razones para </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">preguntarse
si es posible que sea una imagen de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">la
<i>ciencia. </i>Después del período anterior
al pa</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">radigma, la asimilación de todas las nuevas
teo<span style="letter-spacing: -.15pt;">rías y de casi todos los tipos nuevos
de fenómenos ha exigido, en realidad, la destrucción de un para</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">digma anterior y un conflicto consiguiente entre
escuelas competitivas de pensamiento científico. </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">La adquisición acumulativa de novedades no pre</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">vistas resulta una excepción casi inexistente a la
</span><span style="letter-spacing: .15pt;">regla del desarrollo científico. El
hombre que </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">tome en serio los hechos
históricos deberá sospe</span><span style="letter-spacing: .25pt;">char que la
ciencia no tiende al ideal que ha </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">forjado
nuestra imagen de su acumulación. Quizá </span><span style="letter-spacing: .15pt;">sea otro tipo de empresa.</span></span></div>
</div>
<div class="WordSection7">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 2.15pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sin embargo, si los hechos que se oponen pue</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">den llevarnos tan lejos, una segunda mirada al <span style="letter-spacing: .25pt;">terreno que ya hemos recorrido puede sugerir </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">que la adquisición acumulativa de novedades no </span><span style="letter-spacing: .05pt;">sólo es en realidad rara, sino también en princi</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">pio, improbable. La investigación normal que <i>es </i>acumulativa, debe su éxito a la
habilidad de los </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">científicos para
seleccionar regularmente proble</span><span style="letter-spacing: -.15pt;">mas
que pueden resolverse con técnicas concep</span><span style="letter-spacing: .05pt;">tuales e instrumentales vecinas a las ya existen</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">tes. (Por eso una preocupación excesiva por los </span><span style="letter-spacing: .05pt;">problemas útiles sin tener en cuenta su relación </span><span style="letter-spacing: .15pt;">con el conocimiento y las técnicas existentes, </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">puede con tanta facilidad inhibir el desarrollo </span><span style="letter-spacing: .05pt;">científico). Sin embargo, el hombre que se es</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">fuerza en resolver un problema definido por los </span><span style="letter-spacing: .05pt;">conocimientos y las técnicas existentes, no se li</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">mita a mirar en torno suyo. Sabe qué es lo que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">desea lograr y diseña sus instrumentos y
dirige </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">sus pensamientos en
consecuencia. La novedad </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">inesperada,
el nuevo descubrimiento, pueden sur</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">gir
sólo en la medida en que sus anticipaciones sobre la naturaleza y sus
instrumentos resulten </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">erróneos.
Con frecuencia, la importancia del des</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">cubrimiento resultante será proporcional a la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.65pt;">amplitud y a la tenacidad de la anomalía que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">lo provocó. Así pues, es evidente que debe
haber </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">un conflicto entre el
paradigma que descubre una </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">anomalía
y el que, más tarde, hace que la ano</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.5pt;">malía resulte normal dentro de nuevas reglas. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.4pt;">Los ejemplos de descubrimientos por medio de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">la destrucción de un paradigma que mencionamos
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">en la Sección </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">VI </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">no
nos enfrentan a un simple </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">accidente
histórico. No existe ningún otro modo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">efectivo en que pudieran generarse los descubri</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">mientos.</span></div>
</div>
<div class="WordSection8">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 1.2pt; text-align: justify; text-indent: 9.6pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El mismo argumento se aplica,
de manera to</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">davía más clara, a la
invención de nuevas teorías. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En
principio, hay sólo tres tipos de fenómenos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sobre los que puede desarrollarse una nueva teo</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ría. El primero comprende los fenómenos que ya
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">han sido bien explicados por los
paradigmas exis</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tentes y que raramente
proporcionan un motivo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">o un
punto de partida para la construcción de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">una nueva teoría. Cuando lo hacen, como en el </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">caso de las tres famosas predicciones que
analizamos al final de la sección </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">VII,
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">las teorías resultan</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tes son raramente aceptadas, ya que la
naturaleza </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">no proporciona terreno
para la discriminación. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Una
segunda clase de fenómenos comprende aque</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">llos cuya naturaleza es indicada por paradigmas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">existentes, pero cuyos detalles sólo pueden com</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">prenderse a través de una articulación ulterior
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la teoría. Éstos son los
fenómenos a los que dirigen sus investigaciones los científicos, la ma</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">yor parte del tiempo; pero estas
investigaciones </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">están encaminadas a la
articulación de los para</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">digmas
existentes más que a la creación de otros </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">nuevos. Sólo cuando fallan esos esfuerzos de articulación
encuentran los científicos el tercer tipo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">de fenómenos, las anomalías reconocidas cuyo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">rasgo característico es su negativa tenaz a
ser </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">asimiladas en los paradigmas
existentes. Sólo este </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">tipo
produce nuevas teorías. Los paradigmas proporcionan a todos los fenómenos,
excepto las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.5pt;">anomalías, un lugar
determinado por la teoría </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">en el
campo de visión de los científicos.</span></div>
</div>
<div class="WordSection9">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero si se adelantan nuevas teorías para resol</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ver anomalías en la relación entre una teoría </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">existente y la naturaleza, la nueva teoría que
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tenga éxito deberá permitir
ciertas predicciones </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que
sean diferentes de las derivadas de su prede-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cesora. Esta diferencia podría no presentarse si </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">las dos teorías fueran lógicamente compatibles.
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En el proceso de su asimilación,
la segunda de</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">berá desplazar a la
primera. Incluso una teoría </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">como
la de la conservación de la energía, que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .55pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">hoy en día parece una superestructura lógica </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que se relaciona con la naturaleza sólo por
medio </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de teorías
independientemente establecidas, no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se
desarrolló históricamente sin destrucción de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">paradigma. En lugar de ello, surgió de una cri</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sis en la que un elemento esencial fue la
incom</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">patibilidad entre la
dinámica de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y cier</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tas consecuencias recientemente formuladas de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la teoría calórica. Sólo después del rechazo
de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">teoría calórica podía la
conservación de la energía llegar a ser parte de la ciencia.<sup>1</sup> Y
sólo des</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pués de ser parte de la
ciencia durante cierto </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tiempo,
podía llegar o parecer una teoría de un</span><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.1pt; text-indent: 10.8pt;">tipo lógicamente más elevado, que no estuviera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt; text-indent: 10.8pt;">en conflicto con sus predecesoras. Es difícil
ver </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt; text-indent: 10.8pt;">cómo pueden surgir nuevas
teorías sin esos cam</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; text-indent: 10.8pt;">bios destructores en las
creencias sobre la naturaleza. Aunque la inclusión lógica continúa sien<span style="letter-spacing: -.15pt;">do una visión admisible de la relación entre
teorías </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">científicas sucesivas, desde
el punto de vista his</span><span style="letter-spacing: .1pt;">tórico no es
plausible.</span></span></div>
</div>
<div class="WordSection10">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: 1.2pt; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Creo que hace un siglo hubiera
sido posible </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dejar en este punto el argumento en pro de la
<span style="letter-spacing: -.1pt;">necesidad de las revoluciones. Pero,
desgraciada</span><span style="letter-spacing: .15pt;">mente, hoy en día no
puede hacerse eso, debido a que la visión del tema antes desarrollado no </span>puede
mantenerse si se acepta la interpretación <span style="letter-spacing: .1pt;">contemporánea
predominante de la naturaleza y </span>la función de la teoría científica. Esta
interpre<span style="letter-spacing: -.1pt;">tación, asociada estrechamente con
el positivismo </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">lógico inicial y que
no ha sido rechazada categó</span><span style="letter-spacing: .1pt;">ricamente
por sus sucesores, restringiría el al</span><span style="letter-spacing: .05pt;">cance
y el significado de una teoría aceptada, de </span><span style="letter-spacing: .5pt;">tal modo que no pudiera entrar en conflicto </span><span style="letter-spacing: .1pt;">con ninguna teoría posterior que hiciera pre</span><span style="letter-spacing: -.15pt;">dicciones sobre algunos de los mismos fenómenos </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">naturales.</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.9pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El argumento mejor conocido y
más fuerte </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">a favor de esta
concepción restringida de una </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">teoría
científica surge en discusiones sobre la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">relación entre la dinámica contemporánea de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y las ecuaciones dinámicas, más anti</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">guas, que descienden de los <i>Principia </i>de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.2pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desde
el punto de vista de este ensayo, esas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dos teorías son fundamentalmente incompatibles </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en el sentido ilustrado por la relación de la astro<span style="letter-spacing: .2pt;">nomía de Copérnico con la de Tolomeo: sólo </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">puede aceptarse la teoría de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">reconocien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">do que la de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">estaba
equivocada. En la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">actualidad, esta opinión
continúa siendo minori</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">taria.<sup>2</sup> Por consiguiente, debemos
examinar las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">objeciones mas importantes
que se le hacen.</span></div>
</div>
<div class="WordSection11">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.45pt; margin-right: 0cm; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 10.55pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La sustancia de esas objeciones puede desarro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">llarse corno sigue. La dinámica relativista no
pue</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de haber demostrado que la de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">fuera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">errónea,
debido a que esta última es usada toda</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">vía, con muy buenos resultados, por la mayoría </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de los ingenieros y, en ciertas aplicaciones
selec</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cionados, por muchos
físicos. Además, lo apro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">piado
del empleo de la teoría más antigua puede </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">probarse a partir de la misma teoría moderna </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que, en otros aspectos, la ha reemplazado.
Puede </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">utilizarse la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">para demostrar </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que las predicciones de las ecuaciones de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">serán tan buenas como nuestros instrumentos de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">medición en todas las aplicaciones que satisfa</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">gan un pequeño número de condiciones restric</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tivas. Por ejemplo, para que la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">proporcione una buena solución aproximada, las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">velocidades relativas de los cuerpos
estudiados deberán ser pequeñas en comparación con la ve</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">locidad de la luz. Sujeta a esta condición y a </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">unas cuantas más, la teoría de Newton parece
ser </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">deducible de la de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la que, por consi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">guiente, es un caso especial.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .7pt; margin-right: 1.2pt; margin-top: .7pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero, añade la misma objeción, ninguna teoría
puede entrar en conflicto con uno de sus casos especiales. Si la ciencia de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">parece con</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">firmar que la dinámica newtoniana es errónea, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ello se debe solamente a que algunos newtonia-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .55pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nos fueron tan incautos como para pretender </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">daba
resultados absolutamente precisos o que era válida a velocidades relativas muy
elevadas. Puesto que no pudieron </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">disponer
de ninguna evidencia para confirmarlo,</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 14.4pt; text-align: justify; text-indent: 10.55pt;">
<sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">2</span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Véanse, por ejemplo, las observaciones de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">P. P. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Wie</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ner, en </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Philosophy </span></i><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">of</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> <i>Science,
</i></span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">XXV </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(1958), 298.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection12">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 1.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: 0cm; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">traicionaron las normas de la ciencia al hacerlo. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hasta donde la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ha sido una <span style="letter-spacing: -.05pt;">verdadera teoría
científica apoyada en pruebas </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">válidas,
todavía lo es. Sólo las pretensiones ex</span><span style="letter-spacing: .1pt;">travagantes sobre la teoría —que nunca forma</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">ron realmente parte de la ciencia— pudieron, de </span><span style="letter-spacing: .15pt;">acuerdo con la teoría de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mostrarse </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">erróneas. Eliminando esas extravagancias pura</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mente humanas, la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ha sido </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">puesta
en duda nunca y no puede serlo.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: .5pt; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Alguna variante de este argumento es amplia</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mente suficiente para hacer que cualquier teoría <span style="letter-spacing: -.15pt;">que haya sido empleada alguna vez por un grupo </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">significativo de científicos competentes, sea in</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">mune a los ataques. La tan calumniada teoría del
flogisto, por ejemplo, explicaba gran número de </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">fenómenos físicos y químicos. Explicaba por qué </span><span style="letter-spacing: .1pt;">ardían los cuerpos —eran ricos en flogisto— y </span>por
qué los metales tenían más propiedades en <span style="letter-spacing: -.1pt;">común
que sus minerales. Los metales estaban </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">compuestos
todos por diferentes tierras elemen</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">tales
combinadas con flogisto, y este último, común a todos los metales, producía
propiedades </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">comunes. Además, la
teoría del flogisto explicaba </span><span style="letter-spacing: .15pt;">numerosas
reacciones en las que se formaban </span><span style="letter-spacing: .05pt;">ácidos
mediante la combustión de sustancias ta</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">les como el carbono y el azufre. Explicaba asi</span><span style="letter-spacing: -.15pt;">mismo, la disminución de volumen cuando tiene </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">lugar la combustión en un volumen confinado de </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">aire —el flogisto liberado por la combustión
"es</span><span style="letter-spacing: .05pt;">tropeaba" la
elasticidad del aire que lo absorbía, </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">del
mismo modo como el fuego "estropea" la elasticidad de un resorte de
acero.<sup>3</sup> Si esos fenó</span><span style="letter-spacing: .15pt;">menos
hubieran sido los únicos que los teóricos</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 1.7pt; margin-top: 8.4pt; text-align: justify; text-indent: 10.55pt;">
<sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">3</span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> James B. Conant, </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Overthrow of the Phlogiston Theory
</span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(Cambridge, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">1950), </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pp. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">13-16;
y J. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">R. Partington, <i>A Short </i></span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">History of Chemistry </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(2?
ed.; "Londres, 1951), </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pp. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">85-88. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">informe
más completo y simpático sobre los logros de la</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection13">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 32.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 3.1pt; margin-right: .95pt; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">del flogisto hubieran pretendido explicar
median</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">te su teoría, no habría
sido posible atacarla nun</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ca.
Un argumento similar sería suficiente para </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cualquier teoría que alguna vez haya tenido éxi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">to en su aplicación a cualquier conjunto de fe</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nómenos.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 3.1pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero, para salvar en esta forma a las teorías,
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">deberá limitarse su gama de
aplicación a los fe</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nómenos
y a la precisión de observación de que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tratan las pruebas experimentales que ya se ten</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">gan a mano.<sup>4</sup> Si se lleva un paso
más adelante </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(y es difícil no dar ese
paso una vez dado el pri</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mero),
esa limitación prohibe a los científicos la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pretensión de hablar "científicamente"
sobre fenómenos que todavía no han sido observados. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Incluso en su forma actual, la restricción pro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">hibe al científico basarse en una teoría en
sus </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">propias investigaciones,
siempre que dichas inves</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tigaciones
entren a un terreno o traten de obtener </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un grado de precisión para los que la práctica </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">anterior a la citada teoría no ofrezca
precedentes. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lógicamente, esas
prohibiciones no tienen excep</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciones;
pero el resultado de aceptarlas sería el fin </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la investigación por medio de la que la ciencia
puede continuar desarrollándose.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 3.35pt; margin-right: .25pt; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">A esta altura, este punto
también es virtual-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mente
una tautología. Sin la aceptación de un </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">paradigma no habría ciencia normal. Además, esa </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">aceptación debe extenderse a campos y a grados
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de precisión para los que no
existe ningún pre</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cedente completo. De no
ser así, el paradigma </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">no
podrá proporcionar enigmas que no hayan sido</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .95pt; margin-top: 12.5pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">teoría del flogisto lo hace H. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Metzger, en <i>Newton,
</i></span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Stahl. </span></i><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Boerhaave et la doctrine
chimique </span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(Paris, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">1930), <i>2a
</i>Parte. </span><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">4</span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Compárense las conclusiones obtenidas por
medio de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un tipo muy diferente de
análisis, por R. B. Braithewaite, </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Scientific Explanation </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(Cambridge, 1953), </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pp. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">50-87,
sobre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">todo la p. 76.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection14">
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 1.45pt; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">todavía resueltos. Además, no sólo la ciencia </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">normal depende de la aceptación de un paradig</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ma. Si las teorías existentes sólo ligan a los
cien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tíficos con respecto a las
aplicaciones existentes, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">no
serán posibles las sorpresas, las anomalías o las crisis. Pero éstas son
precisamente las seña</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">les
que marcan el camino hacia la ciencia no-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ordinaria. Si se toman literalmente las restric</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciones positivistas sobre la gama de
aplicabilidad </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">legítima de una teoría,
el mecanismo que indica </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">a la
comunidad científica qué problemas pueden </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">conducir a un cambio fundamental dejará de fun</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cionar. Y cuando esto tenga lugar, la comunidad
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">inevitablemente regresará a
algo muy similar al estado anterior al paradigma, condición en la que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .55pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">todos los miembros practican la ciencia, pero </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en la cual sus productos en conjunto se
parecen </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">muy poco a la ciencia.
¿Es realmente sorpren</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dente
que el precio de un avance científico im</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">portante sea un compromiso que corre el riesgo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de ser erróneo?</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: 0cm; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lo que es más importante, hay en la argumentación
de los positivistas una reveladora laguna </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">lógica que vuelve inmediatamente a presentarnos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la naturaleza del cambio revolucionario. ¿Puede
realmente <i>derivarse </i>la dinámica de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dinámica
relativista? ¿Cómo sería esa deriva</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ción?
Imaginemos un conjunto de enunciados, E<sub>1 </sub></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: 1.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">E<sub>2</sub>,...,</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> E<sub>n</sub><span style="letter-spacing: .4pt;">, que, en conjunto, abarcaran las leyes </span><span style="letter-spacing: .15pt;">de la teoría de la relatividad. Estos enunciados </span><span style="letter-spacing: .3pt;">contienen variables y parámetros que represen</span><span style="letter-spacing: .25pt;">tan la posición espacial, el tiempo, la masa en </span><span style="letter-spacing: .15pt;">reposo, etc. A partir de ellos, con ayuda del apa</span><span style="letter-spacing: .35pt;">rato de la lógica y la matemática, puede dedu</span><span style="letter-spacing: .15pt;">cirse todo un conjunto de enunciados ulteriores, </span><span style="letter-spacing: .2pt;">incluyendo algunos que pueden verificarse por </span><span style="letter-spacing: .35pt;">medio de la observación. Para probar lo apro</span><span style="letter-spacing: .1pt;">piado de la dinámica newtoniana como caso espe-</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection15">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 29.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 1.2pt; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cial, debemos añadir a los <i>E<sub>i</sub> </i>enunciados adicio</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nales, como (v/c)<sup>2</sup></span><span style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> << </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">l,
que restringen el alcance </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de
los parámetros y las variables. Este conjunto incrementado de enunciados es
manipulado, a </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">continuación, para que
produzca un nuevo con</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">junto,
<i>N<sub>1</sub> N<sub>2</sub></i></span><i><sub><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> </span></sub></i><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">..., N<sub>m</sub>
</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que es idéntico, en la forma, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">a las leyes de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sobre
el movimiento, la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ley de gravedad, etc.
Aparentemente, la dinámica </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se deriva de la de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sometida
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">a unas cuantas condiciones que
la limitan.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: 0cm; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sin embargo, la derivación es ilegítima, al me</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nos hasta este</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">punto.
Aunque el conjunto <i>N<sub>i</sub> </i>es </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un caso especial de las leyes de la mecánica
rela</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tivista, no son las leyes de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">O, al menos, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">no lo son si dichas leyes no se reinterpretan de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un modo que hubiera sido imposible hasta des</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">pués de los trabajos de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Las variables y </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">parámetros que en la serie einsteiniana <i>E<sub>1</sub> </i>repre</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sentaban la posición espacial, el tiempo, la
masa, etc., se presentan todavía en <i>N<sub>i</sub>;
y </i>continúan representando allí espacio, tiempo y masa einstei-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nianos. Pero las referencias físicas de esos
con</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ceptos einsteinianos no son de
ninguna manera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">idénticos a las de los
conceptos newtonianos que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">llevan
el mismo nombre. (La masa newtoniana </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se conserva; la einsteiniana es transformable por </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">medio de la energía. Sólo a bajas velocidades
re</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">lativas pueden medirse ambas
del mismo modo </span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">e, </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">incluso
en ese caso, no deben ser consideradas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">idénticas). A menos que cambiemos las defini</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciones de las variables en <i>N<sub>i</sub> </i></span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">los enunciados deri</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">vados no serán newtonianos. Si las cambiamos, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">no podremos de manera apropiada decir que he</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mos <i>derivado
</i>las leyes de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">al menos no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en cualquiera de los sentidos que se le reconocen </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">actualmente al verbo "derivar". Por
supuesto, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nuestra argumentación ha
explicado por qué las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">leyes
de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">parecían ser aplicables. Al ha-</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection16">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: .5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: 0cm; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cerlo así ha justificado, por ejemplo, a un auto</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">movilista que actúe como si viviera en un
universo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">newtoniano. Una argumentación
del mismo tipo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se utiliza para
justificar la enseñanza por los agri</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mensores
de la astronomía centrada en la Tierra. <span style="letter-spacing: .05pt;">Pero
la argumentación no ha logrado todavía lo </span><span style="letter-spacing: .25pt;">que se proponía. O sea, no ha demostrado que </span>las leyes de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sean un caso limitado de las <span style="letter-spacing: .25pt;">de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ya
que al transponer el límite, no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sólo
han cambiado las formas de las leyes; simul</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">táneamente,
hemos tenido que modificar los ele<span style="letter-spacing: .05pt;">mentos
estructurales fundamentales de que se </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">compone
el Universo al cual se aplican.</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 10.3pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Esta necesidad de cambiar el significado de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">conceptos establecidos y familiares, es crucial en <span style="letter-spacing: -.05pt;">el efecto revolucionario de la teoría de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Aunque
más sutil que los cambios del geocen<span style="letter-spacing: .1pt;">trismo
al heliocentrismo, del flogisto al oxígeno </span><span style="letter-spacing: .05pt;">o de los corpúsculos a las ondas, la transforma</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">ción conceptual resultante no es menos decisiva</span><span style="letter-spacing: .05pt;">mente destructora de un paradigma previamente </span><span style="letter-spacing: .1pt;">establecido. Incluso podemos llegar a conside</span><span style="letter-spacing: .05pt;">rarla como un prototipo para las reorientaciones </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">revolucionarias en las ciencias. Precisamente por</span>que
no implica la introducción de objetos o con<span style="letter-spacing: .15pt;">ceptos
adicionales, la transición de la mecánica </span><span style="letter-spacing: .05pt;">de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton a </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ilustra
con una cla</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ridad particular la revolución científica
como un <span style="letter-spacing: .2pt;">desplazamiento de la red de conceptos
a través </span><span style="letter-spacing: .05pt;">de la que ven el mundo los
científicos.</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: .5pt; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Estas observaciones deberían bastar para de<span style="letter-spacing: -.05pt;">mostrar lo que, en otro clima filosófico, se hubie</span><span style="letter-spacing: .1pt;">ra dado por sentado. Al menos para los cientí</span><span style="letter-spacing: .25pt;">ficos, la mayoría de las diferencias aparentes </span>entre
una teoría científica descartada y su suce-<span style="letter-spacing: -.1pt;">sora,
son reales. Aun cuando una teoría anticuada </span><span style="letter-spacing: .2pt;">pueda verse siempre como un caso especial de su sucesora más moderna, es
preciso que sufra</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection17">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 29.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .95pt; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">antes una transformación. Y la transformación </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sólo puede llevarse a cabo con las ventajas de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la visión retrospectiva, la guía explícita de
la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">teoría más reciente. Además,
incluso en el caso </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de que esa transformación
fuera un dispositivo <span style="letter-spacing: .1pt;">legítimo que pudiera
emplearse para interpretar </span><span style="letter-spacing: .05pt;">la teoría
más antigua, el resultado de su aplica</span><span style="letter-spacing: .2pt;">ción
sería una teoría tan restringida que sólo </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">podría reenunciar lo ya conocido. A causa de su </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">economía, esa reenunciación, podría resultar útil,
</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">pero no sería suficiente para guiar
las investi</span><span style="letter-spacing: -.35pt;">gaciones.</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: 0cm; margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por consiguiente, demos ahora por sentado que
las diferencias entre paradigmas sucesivos son necesarias e irreconciliables.
¿Podremos decir, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">entonces, de manera más
explícita cuáles son </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">esos
tipos de diferencias? El tipo más evidente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ha sido ilustrado ya repetidamente. Los paradig</span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size: 11.5pt;">mas sucesivos nos indican diferentes cosas sobre </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">la población del Universo y sobre el comportamiento
de esa población. O sea, presentan dife</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.3pt;">rencias en problemas tales como la existencia </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">de partículas subatómicas, la materialidad de la
luz y la conservación del calor o de la energía. </span><span style="font-size: 11.5pt;">Éstas son las
diferencias principales entre para</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">digmas
sucesivos y no requieren una mayor ilus</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.15pt;">tración. Pero los paradigmas se diferencian en </span><span style="font-size: 11.5pt;">algo más que la
sustancia, ya que están dirigidos </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">no sólo
hacia la naturaleza, sino también hacia la </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.1pt;">ciencia que los produjo. Son la fuente de los </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">métodos, problemas y normas de resolución aceptados
por cualquier comunidad científica madura, </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">en cualquier momento dado. Como resultado de </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">ello, la recepción de un nuevo paradigma fre</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.1pt;">cuentemente hace necesaria una redefinición de </span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">la ciencia correspondiente. Algunos problemas an</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">tiguos pueden relegarse a otra ciencia o ser decla</span><span style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.15pt;">rados absolutamente "no científicos".
Otros que</span> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">anteriormente eran triviales o no existían
siquiera, pueden convertirse, con un nuevo paradigma, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">en los arquetipos mismos de la realización científica
de importancia. Y al cambiar los problemas también lo hacen, a menudo, las
normas que dis</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">tinguen una solución
científica real de una sim</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">ple
especulación metafísica, de un juego de pala</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">bras o de un juego matemático. La tradición </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">científica normal que surge de una revolución cien<span style="letter-spacing: .15pt;">tífica es no sólo incompatible sino también a me</span><span style="letter-spacing: .25pt;">nudo realmente incomparable con la que existía con
anterioridad.</span></span></div>
</div>
<div class="WordSection18">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El efecto del trabajo de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sobre la tra</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dición normal de práctica científica del siglo XVII </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">proporciona un ejemplo sorprendente de los
efectos más sutiles del desplazamiento de paradigma. Antes de que naciera </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la "nueva ciencia" del siglo había logrado
finalmente rechazar las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">explicaciones
aristotélicas y escolásticas, que se </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">expresaban en términos de las esencias de los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cuerpos materiales. El decir que una piedra
cae porque su "naturaleza" la impulsa hacia el centro </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">del Universo se había convertido en un simple </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">juego tautológico de palabras, algo que no
había </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sido antes. A partir de
entonces, todo el con</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">junto
de percepciones sensoriales, incluyendo el color, el gusto e incluso el peso,
debían explicarse </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en términos del tamaño,
la forma, la posición y </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">el
movimiento de los corpúsculos elementales </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la materia base. La atribución de otras cuali</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dades a los átomos elementales era recurrir a
lo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">oculto y, por consiguiente, se
encontraba fuera </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">del alcance de la
ciencia. Moliere recogió ese </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nuevo
espíritu con precisión, cuando ridiculizó al </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">doctor que explicaba la eficacia del opio como </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">soporífero atribuyéndole una potencia adormece</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dora. Durante la segunda mitad del siglo XVII,
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">muchos científicos preferían
decir que la forma</span><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">redondeada de las partículas de opio les permitía
suavizar los nervios en torno a los que se </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.4pt;">movían.<sup>5</sup></span></div>
</div>
<div class="WordSection19">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Durante un periodo anterior, las explicaciones
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en términos de cualidades
ocultas habían sido </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">una
parte integrante del trabajo científico fecun</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">do. Sin embargo, en el siglo XVII, el nuevo com</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">promiso con la explicación mecánico-corpuscular <span style="letter-spacing: .4pt;">resultó inmensamente fructífero para una serie </span><span style="letter-spacing: .35pt;">de ciencias, al eliminar los problemas que ha</span><span style="letter-spacing: .1pt;">bían desafiado todas las soluciones generalmente
aceptadas y sugerir otros nuevos para reemplazar</span><span style="letter-spacing: .35pt;">los. En la dinámica, por ejemplo, las tres leyes </span><span style="letter-spacing: .15pt;">del movimiento de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton son </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">menos
el produc</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">to de nuevos
experimentos que el de un intento </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de
volver a interpretar observaciones conocidas, en términos de movimientos y
acciones recípro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cas de los corpúsculos
neutrales primarios. Exa</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">minemos
sólo un ejemplo concreto. Puesto que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">los corpúsculos neutrales sólo podían actuar unos
sobre otros por contacto, la visión mecánico-corpuscular de la naturaleza
dirigió la atención cien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tífica
hacia un tema absolutamente nuevo de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">estudio, la alteración del movimiento de las par</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tículas por medio de colisiones. Descartes anun</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ció el problema y proporcionó su primera solu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ción supuesta. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Huyghens, Wren </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y Wallis fueron </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">todavía más allá, en parte mediante experimen</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tos con discos de péndulos que entraban en coli</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sión; pero, principalmente, mediante la aplica</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ción de características previamente conocidas
del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">movimiento al nuevo problema. Y </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">in</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cluyó
sus resultados en sus leyes del movimiento. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .55pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La "acción" y "reacción" iguales
de la tercera</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .5pt; margin-top: 9.1pt; text-align: justify; text-indent: 10.55pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">5 Sobre el corpuscularismo en general, véase </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">"The Es</span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tablishment of the Mechanical Philosophy", </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Marie
Boas. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Osiris, X </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(1952), 412-541. Sobre el efecto de la </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">forma </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">las partículas sobre el gusto,
véase </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">idem., </span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">p.
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">483.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection20">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: .25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 1.45pt; margin-top: 8.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ley son los cambios en la cantidad de
movimiento </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que experimentan las dos partes que entran en
<span style="letter-spacing: -.05pt;">colisión. El mismo cambio de movimiento pro</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">porciona la definición de la fuerza dinámica im</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">plícita en la segunda ley. En este caso, como en </span>muchos
otros durante el siglo XVII, el paradigma <span style="letter-spacing: -.05pt;">corpuscular
engendró un nuevo problema y una </span><span style="letter-spacing: .1pt;">parte
importante de su solución.<sup>6</sup></span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sin embargo, aunque gran parte
del trabajo de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">iba dirigido a problemas e incluía nor</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mas derivadas de la visión
mecánico-corpuscular </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">del
mundo, el efecto del paradigma que resultó </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de su trabajo fue un cambio ulterior y parcial</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mente destructor de los problemas y las normas <span style="letter-spacing: -.05pt;">legitimadas por la ciencia. La gravedad, interpre</span><span style="letter-spacing: .1pt;">tada como una atracción innata entre cualquier </span><span style="letter-spacing: .15pt;">par de partículas de materia, era una cualidad </span><span style="letter-spacing: .05pt;">oculta en el mismo sentido que lo había sido la </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">"tendencia a caer" de los escolásticos.
Por con</span><span style="letter-spacing: -.15pt;">siguiente, aunque
continuaban siendo efectivas las </span>normas del corpuscularismo, la búsqueda
de una <span style="letter-spacing: .05pt;">explicación mecánica de la gravedad
fue uno de </span>los problemas más difíciles para quienes acepta<span style="letter-spacing: .05pt;">ban los <i>Principia
</i>como paradigma. </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">le </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">dedicó
mucha atención, lo mismo que muchos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de
sus sucesores del siglo XVIII. La única opción </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">aparente
era la de rechazar la teoría de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">debido a que no lograba explicar la gravedad, y <span style="letter-spacing: .1pt;">también esta alternativa fue adoptada amplia</span><span style="letter-spacing: .05pt;">mente. Sin embargo, en última instancia, ningu</span>na
de esas opiniones triunfó. Incapaces de prac<span style="letter-spacing: .1pt;">ticar
la ciencia sin los <i>Principia </i>o de
hacer que ese trabajo se ajustara a las normas corpuscula</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">res del siglo XVII, los científicos aceptaron gra</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">dualmente la idea de que la gravedad, en realidad,
</span><span style="letter-spacing: .35pt;">era innata. Hacia mediados del siglo
XVIII esa</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: 0cm; margin-top: 4.8pt; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">6 Dugas, <i>La</i></span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;"> </span></i><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">mécanique au XVIIe</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;"> <i>si</i></span><i><span style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">è</span></i><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">cle </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">(Neuchatel,
1954), </span><span lang="EN-US" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: -.25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">pp. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.5pt; letter-spacing: -.25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 83%;">177-85, 284-98, 345-56.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<div class="WordSection21">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .7pt; margin-top: 8.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">interpretación había sido casi universalmente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">aceptada y el resultado fue una reversión ge-</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nuina (que no es lo mismo que retroceso) a una
norma escolástica. Las atracciones y repulsiones </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">innatas se unían al tamaño, a la forma, a la posi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ción y al movimiento como propiedades primarias, <span style="letter-spacing: .35pt;">físicamente irreductibles, de la materia.<sup>7</sup></span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: 0cm; margin-top: 1.2pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El cambio resultante en las normas y proble</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mas de la ciencia física fue una vez más de con<span style="letter-spacing: .35pt;">secuencias. Por ejemplo, hacia los años de la </span><span style="letter-spacing: .15pt;">década de 1740, los electricistas podían hablar de
</span><span style="letter-spacing: .2pt;">la "virtud" atractiva del
fluido eléctrico, sin in</span><span style="letter-spacing: .25pt;">currir en el
ridículo que había acogido al doctor </span><span style="letter-spacing: .15pt;">de
Moliere un siglo antes. Al hacerlo así, los </span><span style="letter-spacing: .3pt;">fenómenos eléctricos exhibieron, cada vez más, </span><span style="letter-spacing: .1pt;">un orden diferente del que habían mostrado cuando
se consideraban como los efectos de un efluvio </span><span style="letter-spacing: .5pt;">mecánico que sólo podía actuar por contacto. </span><span style="letter-spacing: .2pt;">En particular, cuando la acción eléctrica a dis</span><span style="letter-spacing: .4pt;">tancia se convirtió por derecho propio en tema </span><span style="letter-spacing: .2pt;">de estudio, pudo reconocerse como uno de sus </span><span style="letter-spacing: .05pt;">efectos el fenómeno que ahora conocemos como </span><span style="letter-spacing: .1pt;">carga por inducción. Previamente, cuando se ob</span><span style="letter-spacing: .15pt;">servaba, se lo atribuía a la acción directa de </span><span style="letter-spacing: .25pt;">"atmósferas" eléctricas o a las pérdidas
inevita</span><span style="letter-spacing: .1pt;">bles en cualquier laboratorio
eléctrico. La nueva </span><span style="letter-spacing: .3pt;">visión de los
efectos de inducción fue, a su vez, </span><span style="letter-spacing: .15pt;">la
clave para el análisis que hizo </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Franklin </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de
la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">botella de Leyden y, en esa
forma, para el surgi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">miento
de un paradigma nuevo y newtoniano para la electricidad. La dinámica y la
electricidad no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">fueron tampoco los
únicos campos científicos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">afectados
por la legitimación de la búsqueda de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .65pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">fuerzas innatas de la materia. El gran caudal</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .25pt; margin-top: 8.9pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">7</span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> I. B. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Cohen,
<i>Franklin and Newton: An Inquiry into </i></span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Speculative
Newtonian Experimental Science and Fran</span></i><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">klin's Work in Electricity as an
Example Thereof </span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(Filadel-</span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 92%;">fia, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 92%;">1956), </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 92%;">caps, VI-VII.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection22">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: .25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .5pt; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de literatura del siglo XVIII sobre afinidades quí<span style="letter-spacing: -.15pt;">micas y series de reemplazo, se deriva también de
</span><span style="letter-spacing: -.1pt;">este aspecto supramecánico del
newtonismo. Los químicos que creían en esas atracciones diferenciales entre
las diversas especies químicas, pre</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">pararon
experimentos que no hubieran podido </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">concebir
antes y buscaron nuevos tipos de reac</span><span style="letter-spacing: .15pt;">ciones.
Sin los datos y los conceptos químicos </span><span style="letter-spacing: .1pt;">que
se desarrollaron en el curso de este proceso, </span>el trabajo posterior de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lavoisier </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y, de manera <span style="letter-spacing: -.1pt;">especial, el de Dalton, hubieran sido incompren</span><span style="letter-spacing: -.2pt;">sibles.<sup>8</sup> Los cambios en las normas que
rigen los </span><span style="letter-spacing: -.15pt;">problemas, conceptos y
explicaciones admisibles, </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">pueden
transformar una ciencia. En la sección </span>siguiente sugeriré incluso un
sentido en el que <span style="letter-spacing: .15pt;">pueden transformar al
mundo.</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.85pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En la historia de cualquier ciencia, casi en
cual</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">quier periodo de su desarrollo,
pueden encontrarse otros ejemplos de esas diferencias no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sustantivas entre paradigmas sucesivos. Por
el </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">momento, contentémonos con otras dos ilustra<span style="letter-spacing: -.15pt;">ciones, mucho más breves. Antes de la revolución </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">química, una de las tareas reconocidas de la quí</span><span style="letter-spacing: .1pt;">mica era la de explicar las cualidades de las </span><span style="letter-spacing: .2pt;">sustancias químicas y los cambios que sufrían </span><span style="letter-spacing: -.05pt;">esas cualidades durante las reacciones químicas. </span><span style="letter-spacing: -.1pt;">Con la ayuda de un número reducido de "princi</span><span style="letter-spacing: -.05pt;">pios" elementales —uno de los cuales era el
flo-</span>gisto—, el químico debía explicar por qué algunas sustancias son
acidas, otras básicas, combustibles, y así sucesivamente. En este sentido, se <span style="letter-spacing: .05pt;">habían logrado ciertos éxitos. Ya hemos hecho </span><span style="letter-spacing: .1pt;">notar que el flogisto explicaba por qué los me</span>tales
eran tan similares y hubiéramos podido <span style="letter-spacing: .3pt;">desarrollar
una argumentación similar para los</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.2pt; margin-right: .5pt; margin-top: 14.65pt; text-align: justify; text-indent: 10.3pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">8 Sobre la electricidad, véase </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">idem, </span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">caps, VIII</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">-IX. Sobre </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la química, véase Metzger, <i>op. cit., </i>1a Parte.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="WordSection23">
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 30.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .95pt; margin-right: .5pt; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ácidos. Sin embargo, la reforma de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lavoisier, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">eli</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">minó
finalmente los "principios" químicos y, de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ese modo, le quito a la química algo del poder real
de explicación y gran parte del potencial. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para compensar esa pérdida, era necesario un </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cambio en las normas. Durante gran parte del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">siglo XIX, el no lograr explicar las
cualidades de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">los compuestos no era
acusación contra una teo</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: -.05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ría
química.<sup>9</sup></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .7pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">También </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Clerk </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Maxwell
compartía con otros <span style="letter-spacing: .15pt;">proponentes del siglo
XIX de la teoría ondulatoria de la luz, la convicción de que las ondas de luz </span><span style="letter-spacing: .4pt;">debían propagarse a través de un éter material. </span><span style="letter-spacing: .45pt;">El diseño de un medio mecánico para sostener </span><span style="letter-spacing: .25pt;">a esas ondas fue un problema normal para mu</span><span style="letter-spacing: .1pt;">chos de sus más capaces contemporáneos. Sin
embargo, su propia teoría electromagnética de la </span><span style="letter-spacing: .15pt;">luz, no dio ninguna explicación sobre un medio </span><span style="letter-spacing: .2pt;">capaz de soportar las ondas de luz y claramente </span><span style="letter-spacing: .05pt;">hizo que dar tal explicación resultara mucho más
difícil de lo que había parecido antes. Inicialmen-</span><span style="letter-spacing: .1pt;">te, la teoría de Maxwell fue ampliamente recha</span><span style="letter-spacing: .15pt;">zada por esas razones; pero, como la teoría de </span></span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la de Maxwell resultó difícil de excluir </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y cuando alcanzó el <i>status </i>de paradigma, cambió </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la actitud de la comunidad hacia ella. Durante las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">primeras décadas del siglo xx, la insistencia
de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Maxwell en la existencia de un éter mecánico pa<span style="letter-spacing: .1pt;">reció ser cada vez más algo así como un mero
reconocimiento verbal y se abandonaron los in</span><span style="letter-spacing: .25pt;">tentos para diseñar un medio etéreo de ese tipo. </span><span style="letter-spacing: .05pt;">Los científicos no consideraron ya como no cien</span><span style="letter-spacing: .15pt;">tífico el hablar de un "desplazamiento"
eléctrico, </span><span style="letter-spacing: .1pt;">sin especificar qué estaba
siendo desplazado. El </span><span style="letter-spacing: .45pt;">resultado,
nuevamente, fue un nuevo conjunto</span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: .25pt; margin-top: 14.65pt; text-align: justify; text-indent: 10.3pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">9 E. Meyerson, </span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Identity and Reality </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(Nueva York, 1930). </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt; letter-spacing: -.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cap. x.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<div class="WordSection24">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: 2.9pt; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de problemas y normas que, en realidad, tuvo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mucho que ver con la aparición de la teoría de
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: -.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la relatividad.<sup>10</sup></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .5pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 9.35pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Esos cambios característicos en la concepción </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de la comunidad científica sobre sus problemas
y </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sus normas legítimos tendrían
menos importan</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cia para la tesis de
este ensayo si fuera posible suponer que siempre tuvieron lugar de un tipo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">metodológico más bajo a otro más elevado. En </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">este caso, asimismo, sus efectos parecerían
ser acumulativos. No es extraño que algunos histo</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">riadores hayan argumentado que la historia de </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la ciencia registra un aumento continuo de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">madurez y el refinamiento de la concepción del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">hombre sobre la naturaleza de la ciencia.<sup>11</sup>
Sin embargo, el argumento en pro del desarrollo acu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mulativo de los problemas y las normas de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciencia es todavía más difícil de establecer
que el de la acumulación de las teorías. El intento </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">para explicar la gravedad, aunque abandonado </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">convenientemente por la mayoría de los científi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cos del siglo XVIII, no iba dirigido a un
problema </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">intrínsecamente
ilegítimo; las objeciones a las fuerzas innatas no eran inherentemente no cien</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tíficas ni metafísicas en sentido peyorativo.
No </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">existen normas externas que
permitan ese juicio. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lo
que ocurrió no fue ni un trastorno ni una </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">elevación de las normas, sino simplemente un </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">cambio exigido por la adopción de un nuevo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">paradigma. Además, desde entonces, ese cambio </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">fue invertido, y puede volver a serlo. En el
si</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">glo xx, </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Einstein </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">logró
explicar las atracciones</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 2.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.5pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 24.0pt; text-indent: 10.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: -.35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 81%;">10<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">E. T. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">Whittaker, <i>A History of the Theories of Aether<br />
</i></span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">and Electricity, </span></i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">II </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">(Londres, 1953), 28-30.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: -.35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 81%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 24.0pt; text-indent: 10.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: -1.75pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">11<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">Sobre
una tentativa brillante y
absolutamente al<br />
<span style="letter-spacing: .4pt;">día de encajar el desarrollo científico en
este lecho de<br />
</span><span style="letter-spacing: .2pt;">Procusto, véase </span></span><i><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">The Edge of Objectivity: An Essay in the<br />
History of Scientific Ideas, </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">de C. </span><span lang="EN-US" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">C. Gillispie (Princeton,<br />
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: -.85pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;">1960).</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; letter-spacing: -1.75pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-font-width: 105%;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<div class="WordSection25">
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 8.65pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">gravitacionales y esta explicación hizo que la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ciencia regresara a un conjunto de cánones y </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .55pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">problemas, a este respecto, que se parece más </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">a los de los predecesores de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que a los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de sus sucesores. Asimismo, el desarrollo de la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mecánica cuántica ha invertido la prohibición
me</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">todológica que tuvo su origen en
la revolución </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">química. Los químicos
actualmente intentan, y </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">con
gran éxito, explicar el color, el estado de agregación y otras cualidades de
las sustancias </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">utilizadas y producidas
en sus laboratorios. Es </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">posible
que esté teniendo lugar también una in</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">versión similar en la teoría electromagnética. El
espacio, en la física contemporánea, no es el sus</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">trato inerte y homogéneo empleado tanto en la teoría
de </span><span lang="EN-US" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Newton </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">como en la de Maxwell; algu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">nas de sus nuevas propiedades no son muy dife</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">rentes de las atribuidas antiguamente al éter;
es </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">posible que lleguemos a saber,
algún día, qué es </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un desplazamiento
eléctrico.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: .25pt; text-align: justify; text-indent: 9.6pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Cambiando el acento de las funciones cognosci</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tivas a las normativas de los paradigmas, los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ejemplos anteriores aumentan nuestra compren</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">sión de los modos en que dan forma los para</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .05pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">digmas a la vida científica. Previamente,
hemos examinado, sobre todo, el papel desempeñado por </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">un paradigma como vehículo para la teoría cien</span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size: 11pt;">tífica. En este papel, su función es la de decir a los </span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">científicos qué entidades contiene y no contiene
la naturaleza y cómo se comportan esas entidades. Esta información proporciona
un mapa cu</span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">yos detalles son elucidados
por medio de las </span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">investigaciones
científicas avanzadas. Y puesto que la naturaleza es demasiado compleja y va</span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">riada como para poder estudiarla al azar, este </span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.05pt;">mapa es tan esencial como la observación y la </span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.35pt;">experimentación para el desarrollo continuo de </span><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">la ciencia. A través de las teorías que engloban,</span> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">los paradigmas resultan esenciales para las
acti</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">vidades de investigación. Sin
embargo, son tam</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.3pt;">bién esenciales para la
ciencia en otros aspectos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.4pt;">y esto
es lo que nos interesa en este momento. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">En particular, nuestros ejemplos más recientes
muestran que los paradigmas no sólo proporcionan a los científicos mapas sino
también algunas </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.15pt;">de las indicaciones
principales para el establecimiento de mapas. Al aprender un paradigma, el
científico adquiere al mismo tiempo teoría, métodos y normas, casi siempre en
una mezcla inseparable. Por consiguiente, cuando cambian los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">paradigmas, hay normalmente transformaciones </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.25pt;">importantes de los criterios que determinan la
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.2pt;">legitimidad tanto de los
problemas como de las soluciones propuestas.</span></div>
</div>
<div class="WordSection26">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Esta observación nos hace regresar al punto </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en que se inició esta sección, pues nos
proporcio</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .45pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">na nuestra primera
indicación explícita de por </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">qué
la elección entre paradigmas en competencia </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">plantea regularmente preguntas que no pueden </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">ser contestadas por los criterios de la
ciencia </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">normal. Hasta el punto,
tan importante como </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">incompleto,
en el que dos escuelas científicas que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">se encuentren en desacuerdo sobre qué es un pro</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">blema y qué es una solución, inevitablemente
ten</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">drán que chocar al debatir los
méritos relativos </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">de sus respectivos
paradigmas. En los argumen</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">tos
parcialmente circulares que resultan regular</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">mente, se demostrará que cada paradigma satis</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">face más o menos los criterios que dicta para
sí mismo y que sé queda atrás en algunos de los dictados por su oponente. Hay
también otras ra</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">zones para lo incompleto
del contacto lógico que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .15pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">caracteriza
siempre a los debates paradigmáticos. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .25pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por ejemplo, puesto que ningún paradigma resuelve
todos los problemas que define y puesto </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; letter-spacing: .35pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">que no hay dos paradigmas que dejen sin resol</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">ver los mismos problemas, los debates paradig</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.15pt;">máticos involucran siempre la pregunta: ¿Qué </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.2pt;">problema es más significativo resolver? Como
la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">cuestión de la competencia de
normas, esta cues</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.05pt;">tión de valores sólo
puede contestarse en térmi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.05pt;">nos
de criterios que se encuentran absolutamente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: -0.1pt;">fuera de la ciencia normal y es ese recurso a criterios
externos lo que de manera más obvia hace revolucionarios los debates
paradigmáticos. Sin </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt; letter-spacing: 0.25pt;">embargo,
se encuentra también en juego algo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;">más fundamental que
las normas y los valores. <span style="letter-spacing: -.05pt;">Hasta ahora, sólo
he argüido que los paradigmas son parte constitutiva de la ciencia. A continua</span><span style="letter-spacing: .05pt;">ción, deseo mostrar un sentido en que son tam</span><span style="letter-spacing: .15pt;">bién parte constitutiva de la naturaleza.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: .25pt; margin-right: 0cm; margin-top: .5pt; text-align: justify; text-indent: 10.1pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.5pt;"><img alt="Resultado de imagen para thomas kuhn naturaleza y necesidad de las revoluciones cientificas word" src="https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRKkD7TH1_FfDazoGgvBVM1RfEOG--KbhEfG4jQnO8pPrHILUFQ" /></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" /></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><img alt="Resultado de imagen para thomas kuhn naturaleza y necesidad de las revoluciones cientificas word" src="https://image.slidesharecdn.com/revolucioncientifica-120620185546-phpapp02/95/revolucion-cientifica-1-728.jpg?cb=1340218623" /></span>Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-58335113501861154312017-03-29T13:12:00.001-07:002017-03-29T13:12:59.695-07:00Manifiesto Comunista. <div style="text-align: justify;">
<img alt="Resultado de imagen para burgueses y proletarios marx y engels" 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<div style="text-align: justify;">
EL MANIFIESTO COMUNISTA </div>
<div style="text-align: justify;">
1. Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo, contra este fantasma se
han coaligado en santa jauría todos los poderes de la vieja Europa, el Papa y el Zar,
Metternich y Guizot, los radicales franceses y los policías alemanes.
¿Dónde hay hoy un partido de la oposición a quien sus adversarios en el gobierno no
le lancen la infamante acusación de comunista?
Y ¿dónde hay un partido de oposición que no fulmine con este reproche oprobioso
tanto a los oponentes más avanzados como a sus adversarios de la reacción? De este
hecho se desprenden dos consecuencias:
Que el comunismo es ya reconocido como un poder por todos los poderes europeos.
Que ya ha llegado el momento de que los comunistas expongan públicamente y ante
el mundo entero sus concepciones, objetivos y tendencias y salgan al paso de las
fábulas en torno al fantasma del comunismo con un manifiesto de su propio partido.
Con este propósito se han reunido en Londres comunistas de las más diversas
nacionalidades y han redactado este manifiesto que se publicará en las lenguas
inglesa, francesa, alemana, italiana, flamenca y danesa.
BURGUESES Y PROLETARIOS</div>
<div style="text-align: justify;">
1. La historia de todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia
de la lucha de clases. Hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo, barón y siervo de la
gleba, maestro y oficial del gremio, en una palabra, opresores y oprimidos se
enfrentaron en perpetuo antagonismo, librando una lucha incesante, a veces
encubierta y a veces franca, lucha que se saldó en cada caso con una transformación
revolucionaria de toda la sociedad o bien con el hundimiento conjunto de las clases
enfrentadas.
En épocas anteriores de la historia hallamos en casi todas partes una completa
articulación orgánica de la sociedad en diversos estamentos, una variada gradación
jerárquica de las posiciones sociales. En la antigua Roma hallamos a los patricios, los
caballeros, los plebeyos y los esclavos. En la Edad Media a los señores feudales, a los
vasallos, a los maestros y oficiales gremiales y a los siervos de la gleba, aparte de que
casi todas estas clases tienen su propia jerarquía interna.
La moderna sociedad burguesa, surgida de las ruinas de la sociedad feudal, no ha
suprimido los antagonismos de clase. Lo único que ha hecho es establecer nuevas
clases, nuevas condiciones de opresión y nuevas formas de lucha en substitución de
las anteriores.
Nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza, sin embargo, por el hecho de
haber simplificado estos antagonismos de clase. Paso a paso, el conjunto de la
sociedad se va escindiendo en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases
directamente enfrentadas: la burguesía y el proletariado.
De los siervos de la gleba medievales fueron surgiendo los pecheros de las primeras
villas. A partir de éstos, fueron desarrollándose los primeros elementos de la burguesía
.
El descubrimiento de América y la circunnavegación de África abrieron nuevos caminos
a la burguesía en ascenso. El mercado de las Indias Orientales y de la China, la
colonización de América, el intercambio con las colonias, el aumento de los medios de
cambio y de las mercancías en general dieron al comercio, a la navegación y a la
industria un auge nunca visto y, con ello, un rápido desarrollo al elemento
revolucionario de la sociedad feudal en descomposición.
La hasta entonces imperante explotación feudal o gremial de la industria no podía ya
satisfacer las necesidades que crecían con los nuevos mercados y hubo de ceder el
puesto a la manufactura. Los maestros gremiales fueron desplazados por la clase
media industrial. La división del trabajo entre las diferentes comporaciones
desapareció dando paso a la división del trabajo dentro mismo de cada taller. Pero los
mercados continuaron expandiéndose y las necesidades creciendo. La misma
manufactura resultó ya insuficiente, El vapor y la maquinaria vinieron entonces a
revolucionar la producción industrial y la manufactura tuvo que ceder el puesto a la
gran industria moderna. El lugar de la clase media industrial lo ocuparon los
millonarios de la industria, jefes de auténticos ejércitos fabriles, los burgueses
modernos.
La gran industria ha creado el mercado mundial previamente preparado por el
descubrimiento de América. El mercado mundial ha permitido un ingente desarrollo del
comercio, la navegación y las comunicaciones por tierra. Este desarrollo ha
repercutido, a su vez, en la ampliación de la industria. Y en la misma medida en que
se ampliaban la industria y el comercio, la navegación y los ferrocarriles, se
desarrollaba también la burguesía, aumentando sus capitales y desplazando a un
segundo plano a todas las clases originarias de la Edad Media.
Vemos, pues, cómo también la burguesía moderna es el producto de un largo proceso
de desarrollo, de una serie de transformaciones radicales de los modos de producción
e intercambio. Cada una de estas fases de desarrollo de la burguesía iba de la mano
del correspondiente progreso político. Estamento oprimido bajo la dominación de los
señores feudales, asociada después en comunas armadas y con administración
autónoma, república ciudadana independiente en unos sitios, tercer estado tributario
de la monarquía en otros, fue más tarde, en la época de la manufactura, contrapeso
frente a la nobleza en el seno de la monarquía estamentaria o absoluta; en todo caso,
fundamento social de las grandes monarquías hasta que, finalmente, consiguió con su
lucha establecer su dominación política exclusiva en el moderno estado representativo
sobre las dos premisas de la gran industria y del mercado mundial.
El poder estatal moderno equivale al Consejo de Administración de los intereses
generales del conjunto de la burguesía.
La burguesía ha desempeñado en la historia un papel eminentemente revolucionario.
Donde quiera que haya llegado al poder, la burguesía ha destruido todas las
relaciones feudales, patriarcales, idílicas. Desgarró inexorablemente los abigarrados
vínculos feudales que ataban al hombre a sus superiores naturales sin dejar entre los
hombres otro vinculo que el del desnudo interés, el del implacable «pago en dinero
contante». Ahogó en el agua helada de su cálculo egoísta los piadosos
estremecimientos de la exaltación religiosa, el entusiasmo caballeresco y el
sentimentalismo del burgués filisteo. Ha disuelto la dignidad personal en el valor de
cambio y en el lugar de todas las innumerables libertades, bien adquiridas y
escrituradas, ha establecido como única libertad la del libre comercio sin escrúpulo. En
una palabra, la burguesía ha substituido la explotación envuelta en ilusiones religiosas
y políticas por la explotación franca, descarada, directa y adusta.
La burguesía despojó de su halo de santidad a todas las actividades contempladas
hasta entonces con piadoso temor como venerables, convirtiendo en sus sirvientes a
sueldo al medico, al jurista, al cura, al poeta y al hombre de ciencia.
La burguesía arrancó el velo patético-sentimental que encubría las relaciones
familiares reduciéndolas a una mera relación de dinero. La burguesía puso al
descubierto que los alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad
Media, hallaban su adecuado complemento en la más indolente haraganería.
Ella ha sido la primera en demostrar lo que la actividad humana es capaz de realizar,
consumando obras prodigiosas totalmente distintas a las de las pirámides de Egipto,
los acueductos romanos o las catedrales Góticas y llevando a cabo expediciones muy
distintas a la Invasión de los Bárbaros o las Cruzadas.
La burguesía no puede existir si no es revolucionando de continuo los instrumentos de
producción, las relaciones de producción y, consiguientemente, la totalidad de
relaciones sociales. Las clases productivas anteriores tenían, por el contrario, como
primera condición de su existencia el mantenimiento, sin variaciones, del viejo sistema
de producción. La incesante transformación a fondo de la producción, la ininterrumpida
conmoción de todo el sistema social, la inseguridad y el movimiento perpetuos son
precisamente los rasgos característicos de la época de la burguesía respecto a las
demás. Todas las relaciones rígidas y enmohecidas, con su acompañamiento de ideas
y concepciones de venerable tradición, quedaron disueltas y las recién constituidas
envejecen antes de adquirir consistencia. Todo cuanto era estamental y estable se
esfuma; todo lo santo es profanado y los hombres se ven finalmente forzados a
contemplar con prosaica frialdad su posición en la vida y sus relaciones
interpersonales.
La necesidad de colocar sus productos en mercados cada vez más amplios empuja a
la burguesía a los más apartados rincones del planeta. En todas partes tiene que
afincarse; echar raíces y establecer relaciones.
Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha imprimido un carácter
cosmopolita a la producción y al consume de todos los países. Muy a pesar de los
reaccionarios, ha privado a la industria de su base nacional. Antiquísimas industrias
nacionales han sido ya arrasadas y otras lo son diariamente al verse desplazadas por
otras nuevas cuya instalación resulta vital para todas las naciones civilizadas.
Industrias éstas que no elaboran materias primas del país, sino originarias de las más
lejanas zonas planetarias y cuyos productos no se consumen tan sólo en el propio
país, sino en todos los continentes al mismo tiempo. En lugar de las viejas necesidades
para cuya satisfacción bastaban los productos del país, surgen otras nuevas que
exigen para su satisfacción los productos de los países y climas más exóticos. La vieja
autarquía local y nacional y el aislamiento económico dejan paso a un comercio
universal y a una universal interdependencia de las naciones. Y cuanto acontece en
el plano de la producción material, resulta también aplicable a la cultural. Los productos
culturales de las diferentes naciones se convierten en bien común. La estrechez y
cortedad de miras nacionales se van haciendo imposibles con el tiempo y, a partir de
las diferentes literaturas nacionales y locales, se va configurando una literatura
universal.
Con el rápido perfeccionamiento de todo el utillaje productivo y la ilimitada mejora de
las comunicaciones, la burguesía arrastra a la civilización a todas las naciones,
incluidas las más bárbaras. La baratura de sus mercancías constituye la artillería
pesada con la que arrasa todas las murallas chinas e impone la capitulación a los
bárbaros de más obstinada xenofobia. Fuerza a todas las naciones a hacer suyo el
sistema de producción burgués, salvo que prefieran su propia ruina. Las obliga a
adoptar para sí mismas la llamada civilización, es decir, a convertirse en burguesas.
En una palabra, la burguesía se crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.
La burguesía ha sometido al campo a la dominación de la ciudad. Ha creado ciudades
enormes aumentando la población urbana en una proporción muy elevada respecto a
la rural y con ello ha arrancado a una parte considerable de la población al idiotismo
de la vida del campo. Del mismo modo que ha hecho al campo dependiente de la
ciudad, también ha hecho a las naciones bárbaras o semibárbaras dependientes de las
civilizadas, a los pueblos de agricultores dependientes de los pueblos de predominio
urbano y al Oriente dependiente del Occidente.
La burguesía supera progresivamente la dispersión de los medios de producción, de
la propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios
de producción y concentrado la propiedad en pocas manos. La consecuencia
necesaria de todo ello fue la centralización política. Regiones independientes, apenas
aliadas entre sí, con intereses diversos y leyes, gobiernos y aduanas distintos, fueron
integrados en una única nación, en un único gobierno, bajo una única ley y con una
única frontera aduanera.
En su dominación de apenas un siglo de duración, la burguesía ha creado fuerzas de
dimensiones más colosales que las creadas por todas las generaciones anteriores
conjuntamente. ¿Qué siglo del pasado podía ni siquiera soñar que en el seno del
trabajo social dormitasen energías productivas tales como para sojuzgar a las fuerzas
de la naturaleza, producir la maquinaria, poner la química al servicio de la industria y
los cultivos, crear la navegación a vapor, los ferrocarriles, el telégrafo eléctrico, roturar
continentes enteros, hacer navegables los ríos y hacer que ciudades enteras brotasen
del suelo como por encanto?
Hemos visto, pues, que los medios de producción y transporte que sirvieron de base
para la constitución de la burguesía se generaron en la sociedad feudal. Alcanzada
una cierta fase de desarrollo de estos medios de producción y transporte, las
relaciones según las cuales producía e intercambiaba la sociedad feudal, la
organización feudal de la agricultura y la manufactura, en una palabra, el régimen
feudal de la propiedad, dejó de corresponder ya al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas. En lugar de propiciarla, frenaban la producción. Se convirtieron así en
otras tantas trabas para la misma. Había que hacerlas saltar y saltaron. Vino en su
lugar la libre concurrencia con la constitución social y política a ella adecuada, es
decir, con la dominación económica y política de la burguesía.
Ante nuestros ojos se desarrolla ahora un proceso similar. Las relaciones burguesas
de producción e intercambio, el régimen burgués de propiedad, la moderna sociedad
burguesa que ha sido capaz de crear como por encanto tan colosales medios de
producción y transporte, se asemeja al encantador incapaz de dominar los poderes
infernales por él conjurados. Ya desde hace decenios, la historia de la industria y del
comercio no es sino la historia de la rebelión de las modernas fuerzas productivas
contra las modernas relaciones de producción, contra el régimen de propiedad,
condición de vida de la burguesía y de su dominación. Basta mencionar las crisis
comerciales cuya periódica repetición cuestiona con peligros cada vez más
amenazadores la existencia misma de toda la sociedad-burguesa. Las crisis
económicas se saldan con la destrucción de una buena parte no ya de los productos
elaborados, sino de las mismas fuerzas productivas ya creadas. En las crisis se desata
una epidemia social que, a los ojos de las épocas anteriores, habría aparecido como
un contrasentido, la epidemia de la superproducción. La sociedad se ve súbitamente
retrotraída a una situación de barbarie momentánea. Podría pensarse que una plaga
de hambre o una guerra de destrucción total la hubiese privado de todos sus recursos
alimenticios. La industria y el comercio parecen arrasados. Y todo ello ¿por qué?
Porque la sociedad posee un exceso de civilización, de víveres, de comercio. Las
fuerzas productivas con que cuenta no parecen servir ya para propiciar el régimen
social de propiedad burgués. Son ya, por el contrario, excesivamente poderosas
respecto a ese régimen y frenadas por él. Apenas superan ese freno, siembran el
desorden en el conjunto de la sociedad burguesa y ponen en peligro la existencia de
la propiedad privada. El marco de relaciones burguesas se ha hecho demasiado
estrecho para abarcar la riqueza que en él se genera. ¿Por qué medio supera las crisis
la burguesía? Por una parte, mediante la destrucción forzosa de una masa de fuerzas
productivas. Por otra, mediante la conquista de nuevos mercados y la explotación más
a fondo de los existentes. Bien mirados, estos medios equivalen a la preparación de
crisis más amplias y violentas y a la reducción de los medios para prevenirlas. Las
armas con que la burguesía abatió al feudalismo se vuelven ahora contra ella misma.
Pero la burguesía no sólo ha forjado las armas que le acarrearán la muerte, sino
también a los hombres que han de manejarlas, los obreros modernos, los proletarios.
En la misma medida en que se desarrollaba la burguesía, es decir, el capital, se
desarrollaba asimismo el proletariado, la clase de los obreros modernos, que tan sólo
puede vivir a condición de hallar trabajo y tan sólo pueden hallar trabajo a condición
de que éste acreciente el capital. Estos obreros, obligados a venderse uno a uno como
piezas, son una mercancía como cualquier otro artículo de comercio y, como tal,
expuestos a los altibajos de la competencia, a las oscilaciones del mercado.
La expansión de la maquinaria y la división del trabajo han hecho que la faena de los
proletarios pierda toda autonomía y cualquier clase de estímulo. Se convierten en
meros apéndices de la máquina y tan sólo se exige de ellos las manipulaciones más
simples monótonas y fáciles de aprender. Los costos que el proletario origina se
reducen a poco más del monto de los víveres necesarios para su subsistencia y la
reproducción de su especie. El precio de una mercancía, por tanto, también el del
trabajo mismo, es igual a los costos de su producción. En la misma medida en que
aumenta el carácter odioso del trabajo, disminuye, consecuentemente, el salario. Más
aún: en la misma medida en que van aumentando las máquinas y progresando la
división del trabajo, aumenta también la masa de trabajo o bien mediante el aumento
del número de horas de trabajo o bien mediante el aumento del trabajo exigido en cada
unidad de tiempo determinado por el funcionamiento más rápido de las máquinas, etc.
La industria moderna ha transformado el pequeño taller del maestro patriarcal en la
gran fábrica del capitalista industrial. Las masas obreras aglomeradas en la fábrica son
organizadas a manera de un ejército. En cuanto que simples soldados rasos de la
industria, los obreros se ven sometidos al mando de toda una jerarquía de suboficiales
y oficiales. No tan sólo son los siervos de la clase burguesa, del estado burgués, sino
que diariamente y hora tras hora se ven sujetos a la servidumbre respecto a la
máquina, al capataz y, sobre todo, respecto al correspondiente burgués. Este
despotismo resulta tanto más mezquino, odioso y exacerbado cuanto mayor es la
franqueza con que proclama que su único interés es el lucro. A medida que el trabajo
manual exige una habilidad y una fuerza cada vez menores, es decir, a medida que se
va desarrollando la industria moderna, el trabajo de los hombres se va viendo
desplazado por el de las mujeres y los niños. Las diferencias de edad y sexo carecen
ya de cualquier reconocimiento en lo que respecta a la clase obrera. Se trata de meros
instrumentos de trabajo que originan diversos costos según su edad y sexo.
Apenas acababa la explotación del obrero por el capitalista, de modo que aquél pueda
percibir su salario en mano, los otros representantes de la burguesía caen
inmediatamente sobre él en forma de propietario de la vivienda, de tendero, de
prestamista, etc.
Las capas sociales medias hasta ahora existentes, pequeños industriales,
comerciantes y rentistas, los artesanos y los campesinos, descienden socialmente
hasta integrarse en el proletariado. Ello sucede en parte por el hecho de que su
pequeño capital resulta insuficiente para la explotación de la gran industria y cae, así,
víctima de la competencia con los capitalistas más poderosos; en parte, porque su
habilidad productiva queda desvalorizada por los modernos procesos de producción.
De esta forma, el proletariado se recluta a partir de todas las clases de la población.
El proletariado recorre varias etapas de desarrollo. Su lucha contra la burguesía se
inicia con su propia existencia. Al principio lucha el obrero aislado. Después, los
obreros de una fábrica. Seguidamente, los obreros de todo un ramo productivo local
contra el burgués individual que los explota directamente. Lanzan sus ataques no sólo
contra las condiciones burguesas de producción, sino contra los mismos instrumentos
de trabajo. Destruyendo las mercancías de la competencia, destrozando las máquinas
e incendiando las fábricas, tratan de recuperar la situación, definitivamente
desaparecida, del obrero medieval.
Durante esta fase de desarrollo, los obreros constituyen una masa extendida ya por
todo el país y desunida por la competencia. La cohesión de las masas obreras no
resulta todavía de su propia unión, sino que es consecuencia de la unión de la
burguesía, la cual, para conquistar sus propios objetivos políticos, se ve obligada a
movilizar el conjunto del proletariado, cosa que consigue de momento. En esta fase
pues, los proletarios no compiten contra sus enemigos, sino contra los enemigos de
sus enemigos, los restos de la monarquía absoluta, los latifundistas, la burguesía no
industrial, la pequeña burguesía. De esta forma, toda la iniciativa histórica se concentra
en manos de la burguesía; toda victoria así obtenida es una victoria para la burguesía.
Con el desarrollo de la industria, sin embargo, no solamente aumenta el número de
proletarios, sino que se aglomeran en masas mayores, creciendo su fuerza y la
conciencia de la misma. Los intereses y las condiciones de vida se igualan
paulatinamente en el seno de la clase proletaria a medida que la maquinaria va
borrando las diferencias entre un trabajo y otro y rebajando el salario al mismo nivel
en casi todas partes. La creciente competencia de los burgueses entre si y las crisis
comerciales que de ello resultan someten el salario del obrero a fluctuaciones cada
vez mayores. La incontenible y progresiva mejora de la maquinaria hace cada vez más
inseguras sus condiciones de vida, de modo que los enfrentamientos entre cada
obrero y cada capitalista por separado van adoptando cada vez más el carácter de
colisión entre dos clases. Los obreros comienzan a formar coaliciones contra los
capitalistas agrupándose en defensa del salario de su trabajo llegan incluso a crear
asociaciones de carácter permanente al objeto de acumular reservas en prevención de
futuras rebeliones. En algunos sitios, la lucha desemboca en auténticos motines.
De vez en cuando, los obreros consiguen la victoria, pero tan sólo transitoriamente. El
resultado más genuino de su lucha no estriba en el éxito inmediato sino en la
ampliación, siempre creciente, de la unión entre los obreros. Esa unión se ve
propiciada por los crecientes medios de comunicación producidos por la gran industria,
que permiten establecer contacto entre los obreros de las diversas poblaciones. Basta
precisamente este contacto para que las diversas luchas locales, que en todas partes
poseen la misma naturaleza, se puedan centralizar en una lucha nacional, de clase.
Toda lucha de clase es, sin embargo, una lucha política. Gracias al ferrocarril, los
modernos proletarios están en situación de conseguir su unión en unos cuantos anos,
mientras que los burgueses de la Edad Media, con sus caminos vecinales, requerían
siglos para llegar a ella.
La organización de los proletarios como clase y, por tanto, como partido político, salta
a cada momento en pedazos a causa de la competencia existente entre los obreros
mismos. Pero resurge una y otra vez con más fuerza, más firme y poderosa, obligando
al reconocimiento en forma de ley de algunos de sus intereses aprovechando las
escisiones en el seno de la burguesía. Un ejemplo de ello es la ley de la jornada de
diez horas en Inglaterra.
Las colisiones que se dan en la vieja sociedad favorecen por distintos caminos el
desarrollo del proletariado. La burguesía se halla empeñada en una lucha constante:
al principio, contra la aristocracia; más tarde, contra otros sectores de la misma
burguesía cuyos intereses están en contradicción con el progreso de la industria.
Lucha de modo permanente contra la burguesía de los demás países. En todas estas
luchas se ve obligada a recurrir al proletariado, exigiendo su ayuda y
comprometiéndolo consecuentemente en el movimiento político. De este modo,
proporciona al proletariado los elementos de su propia cultura y, con ello, las armas
que se volverán contra ella.
Además, como ya hemos visto, el progreso de la industria arroja al seno del
proletariado a sectores enteros de la clase dominante o, cuando menos, pone en
peligro sus condiciones de vida. También estos sectores aportan al proletariado todo
un acervo de elementos culturales.
Finalmente, en aquellos periodos en que la lucha de clases se aproxima al momento
decisivo, el proceso de descomposición de la clase dominante, de toda la vieja
sociedad, se hace tan acusado y tan estridente que una pequeña parte de esta misma
clase dominante se escinde de ella y se incorpora a la clase revolucionaria, en cuyas
manos está el porvenir. Así como en el pasado una parte de la nobleza se pasó al
campo de la burguesía, también en la actualidad, una parte de la burguesía se pasa
al proletariado y, de modo especial, una parte de los ideólogos burgueses que han
sido capaces de elevar su esfuerzo intelectual hasta la comprensión teórica de la
totalidad del movimiento de la historia.
De todas las clases que hoy se enfrentan a la burguesía, tan sólo el proletariado
constituye una clase auténticamente revolucionaria. Las otras clases se atrofian y
desaparecen con la gran industria mientras que el proletariado es precisamente el
producto más genuino de la misma. Las capas medias, el pequeño industrial, el
pequeño comerciante y el campesino combaten, todos ellos, a la burguesía para
asegurar su existencia como tales capas medias y salvarse de su hundimiento. No son,
pues, revolucionarias sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias en cuanto
que tratan de hacer girar hacia atrás la rueda de la historia. Y cuando son
revolucionarias, lo son con vistas a su inminente transición hacia el proletariado, de
modo que no defienden sus intereses actuales sino los de su futuro. De esta manera,
abandonan sus propios puntos de vista y adoptan los del proletariado.
El proletariado «lumpen» producto de la putrefacción pasiva de las capas más bajas de
la vieja sociedad, se verá arrastrado al movimiento acá y allá, si bien -en consonancia
con el conjunto de condiciones de su vida-, estará predispuesto a dejarse comprar en
apoyó de maquinaciones reaccionarias .
Las condiciones de vida del proletariado equivalen ya hoy a la destrucción de las
condiciones de vida de la vieja sociedad. El proletariado carece de propiedad. Su
relación respecto a la mujer y los niños nada tiene ya en común con la situación familiar
burguesa. El trabajo en la moderna servidumbre bajo el capital, que viene a ser la
misma tanto en Inglaterra como en Francia, en América como en Alemania, le ha
privado de todo carácter nacional. Las leyes, la moral y la religión significan para él
otros tantos prejuicios burgueses, tras los cuales se ocultan los correspondientes
intereses de la burguesía.
Todas las clases anteriores que conquistaron el poder trataron de asegurar la posición
social así adquirida sometiendo a toda la sociedad a las condiciones que les
permitieran a ellas la obtención de su ganancia. Los proletarios sólo pueden conquistar
las fuerzas productivas sociales a cambio de abolir su propio modo de apropiación
anterior y, con ello, cualquier modo de apropiación existente hasta hoy. Los proletarios
no tienen nada propio que asegurar; sino que destruirán, antes bien, todo género de
garantías y seguridades privadas precedentes. Todos los movimientos anteriores han
sido movimientos de minorías en interés de minorías. El movimiento proletario es el
movimiento autónomo de la inmensa mayoría en interés de la inmensa mayoría. El
proletariado, la capa más baja de la actual sociedad, no puede levantarse ni sacudir
su yugo sin hacer saltar en pedazos toda la superestructura de las capas que
componen la sociedad oficial.
La lucha del proletariado contra la burguesía es, por de pronto, una lucha nacional,
aunque lo sea por su forma y no por su contenido. El proletariado de cada país tiene
que ajustarle las cuentas, lógicamente, a su propia burguesía.
Al describir con trazos muy generales las fases de desarrollo del proletariado, hemos
seguido las huellas de la guerra civil más o menos encubierta que se da en la sociedad
vigente hasta el momento mismo en que desemboca en revolución abierta y el
proletariado fundamenta su poder mediante el derrocamiento violento de la burguesía.
Todos los tipos de sociedad anteriores se basaban, como hemos visto, en el
antagonismo entre clases opresoras y oprimidas. Pero para poder oprimir a una clase
es preciso asegurarle las condiciones mínimas que le permitan arrastrar su vida de
servidumbre. El siervo de la gleba fue capaz, merced al trabajo de su servidumbre, de
elevarse a miembro de la comuna y el pequeño burgués, por su parte, se elevó a
burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. El obrero moderno, por el contrario, en
vez de elevarse socialmente a medida que progresa la industria, se hunde más y más
por debajo de la condición de su propia clase. El obrero se depaupera y el pauperismo
se extiende con mas rapidez aún que la población y la riqueza. Se hace así patente
que la burguesía es incapaz de permanecer por más tiempo como clase dominante de
la sociedad y seguir imponiendo como tal clase sus condiciones de vida como ley
reguladora para toda la sociedad. Es incapaz de dominar puesto que es incapaz de
asegurar a sus esclavos la existencia, aunque sea dentro de su esclavitud, y los
arrastra a una situación de tal indigencia que le resulta forzoso alimentarlos en vez de
hacerse alimentar por ellos. La sociedad no puede vivir ya bajo su dominio o, lo que
es igual, su existencia como clase se ha hecho incompatible con la de la sociedad.
La condición esencial para la existencia y la dominación de la burguesía es la
acumulación de riqueza en manos privadas, la formación y ampliación de capital. La
condición básica del capital es el trabajo asalariado. El trabajo asalariado se basa
exclusivamente en la concurrencia de los obreros entre si. El progreso de la industria
cuyo agente involuntario y pasivo es la burguesía, substituye el aislamiento de los
obreros, resultado de la concurrencia, por su unión revolucionaria mediante la
asociación. Con el desarrollo de la industria, pues, la burguesía ve desaparecer bajo
sus pies la base misma que le permite producir y apropiarse la producción. Antes que
nada, produce sus propios sepultureros. Su hundimiento y el triunfo del proletariado
son igualmente inevitables.
PROLETARIOS Y COMUNISTAS
1. ¿Qué relación guardan los comunistas con los proletarios en general?
Los comunistas no son un partido especial frente a los otros partidos obreros. No
tienen intereses propios, separados de los intereses del conjunto del proletariado. No
establecen principios especiales a los que pretendan amoldar el movimiento proletario.
Los comunistas se diferencian de los restantes partidos proletarios por el hecho de
que, por una parte, en las diversas luchas nacionales de los proletarios, resaltan y
hacen valer de modo especial los intereses comunes a todo el proletariado,
independientes de su nacionalidad y, por la otra, porque en cada una de las fases de
desarrollo que recorre la lucha entre proletariado y burguesía, defienden siempre los
intereses del movimiento en su conjunto.
Los comunistas son, pues, prácticamente entre todos los partidos obreros del mundo
el sector que con mayor denuedo y mayor dinamismo empuja hacia adelante el
movimiento. Aventajan a la restante masa del proletariado por su comprensión teórica
de las condiciones, del derrotero y los resultados generales del movimiento proletario.
El objetivo inmediato de los comunistas es el mismo que el de los restantes partidos
proletarios: constitución del proletariado como clase, derrocamiento de la dominación
burguesa, conquista del poder político por parte del proletariado.
Los postulados teóricos de los comunistas no se basan, en modo alguno, en principios
descubiertos o ideados por cualquier redentor visionario. Son formulaciones generales
de situaciones reales que se dan en una lucha de clases real, en el movimiento
histórico que se desarrolla a la vista de todos. La supresión del régimen de propiedad
preexistente no es la característica específica del comunismo. Todos los sistemas de
propiedad históricos estuvieron sujetos a continuos cambios, a la continua modificación
de la historia. La Revolución francesa, por ejemplo, abolió la propiedad feudal en favor
de la propiedad burguesa. Lo que caracteriza específicamente al comunismo no es la
supresión de la propiedad en general, sino la supresión de la propiedad burguesa. Sólo
que la moderna propiedad privada burguesa es la expresión última y más acabada de
la producción y apropiación de productos basadas en los antagonismos de clase, en
la explotación de unos hombres por otros. En este sentido, los comunistas si que
podrían resumir sus teorías en esta sola fórmula: supresión de la propiedad privada.
Se nos ha reprochado a los comunistas que pretendemos suprimir la propiedad
personal adquirida mediante el trabajo propio; la propiedad que constituye el
fundamento de toda libertad, la actividad y la autonomía personales. ¡La propiedad
bien adquirida como fruto del trabajo y del esfuerzo propios! ¿Os referís a la propiedad
del pequeño burgués, del pequeño campesino que precedieron a la propiedad
burguesa? No necesitamos suprimirla. El desarrollo de la industria la ha suprimido y
la sigue suprimiendo día tras día. ¿O bien os referís a la propiedad burguesa moderna?
¿Acaso el trabajo asalariado, el trabajo del proletario, le procura propiedad? En modo
alguno. Lo que hace es crear capital, es decir, la propiedad que explota el trabajo
asalariado y que sólo puede acrecentarse a condición de generar nuevo trabajo
asalariado al que explotar de nuevo. La propiedad en su actual configuración se mueve
en la antítesis entre capital y trabajo asalariado. Vamos a examinar los dos términos
de esta antítesis.
Ser capitalista significa ocupar una posición no meramente personal sino social en la
producción. El capital es un producto social y únicamente puede ponerse en
movimiento mediante la actividad común de muchos o, en última instancia, de todos
los miembros de la sociedad. El capital no es, pues, un poder personal, sino social.
Así pues, el que el capital pase en su día a ser propiedad colectiva, perteneciente a
todos los miembros de la sociedad, no significa que la propiedad personal se
transforme en colectiva: sólo queda transformado el carácter social de la propiedad al
perder el carácter de clase.
Centrémonos ahora en el trabajo asalariado.
El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario; es decir, la suma de los
bienes de subsistencia que resultan necesarios para mantener en vida al obrero como
tal obrero. Lo que el obrero asalariado se apropia mediante su actividad es el mínimo
imprescindible para mantener escuetamente su vida. En modo alguno queremos
suprimir esta apropiación personal de productos, necesaria para la continua
reproducción de la vida, una apropiación que no deja ningún rédito neto que pudiera
dar poder sobre el trabajo ajeno. Lo que queremos es destruir el carácter miserable de
esta apropiación en que el obrero vive únicamente para acrecentar el capital y ello
mientras los intereses de la clase dominante así lo exijan.
En la sociedad burguesa, el trabajo vivo del hombre es meramente un medio para
acrecentar el trabajo acumulado. En la sociedad comunista, el trabajo acumulado es
tan sólo un medio para ensanchar, enriquecer y fomentar el régimen de vida de los
obreros. En la sociedad burguesa, el pasado domina sobre el presente. En la
comunista, el presente sobre el pasado. En la sociedad burguesa, el capital goza de
autonomía la personalidad mientras que el individuo active vive en coerción y la
impersonalidad.
¡Y la supresión de esta situación es calificada por la burguesía de supresión de la
personalidad y la libertad! Y con toda razón. Se trata, eso sí, de la supresión de la
personalidad, la autonomía y la libertad burguesas.
Por libertad se entiende, en el marco de las relaciones de producción burguesas, el
libre comercio, la libertad de comprar y vender. Pero, desaparecido el tráfico logrero,
desaparece asimismo la libertad de traficar. La fraseología acerca de la libertad de
tráfico, así como las restantes loas retóricas de nuestra burguesía, tan sólo tienen
sentido respecto al tráfico sujeto a trabas y al burgués sojuzgado, propios de la Edad
Media, pero no respecto a la supresión comunista de este tráfico logrero, de las
relaciones de producción burguesas y de la burguesía misma.
Os aterráis de que queramos suprimir la propiedad privada como si no fuese una
realidad que en la sociedad actual, la vuestra, se ha suprimido la propiedad privada
para el noventa por ciento de sus miembros. La propiedad que existe se basa
precisamente en su no existencia para ese noventa por ciento. Lo que nos reprocháis,
pues, es querer suprimir una propiedad que tiene como condición necesaria la
carencia de propiedad de la aplastante mayoría de la sociedad. Nos reprocháis, en una
palabra, el querer suprimir vuestra propiedad. Ciertamente, es eso lo que
pretendemos.
Desde el momento en que el trabajo no pueda ya convertirse en capital, dinero y renta
del suelo, resumiendo, en poder social monopolizable o, para decirlo de otro modo,
desde el momento en que la propiedad personal no puede transformarse en propiedad
burguesa, vosotros proclamáis que con ello queda abolida la persona como tal. De este
modo, reconocéis que vosotros únicamente entendéis por persona al burgués, al
propietario de la burguesía. Y es cierto que esta persona como tal debe ser abolida.
El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales. El único
poder que suprime es el de hacer de esta apropiación el yugo que permita sojuzgar el
trabajo ajeno
Se ha objetado que con la supresión de la propiedad privada se paralizaría toda
actividad y reinaría la indolencia general. Según esto, la sociedad burguesa se habría
hundido ya víctima de la haraganería, pues los que en ella trabajan nada adquieren y
los que en ella adquieren no trabajan, Esta objeción se reduce íntegramente a la
tautología de que, una vez desaparecido el capital, desaparece, por consiguiente, el
trabajo asalariado.
Todas las objeciones lanzadas contra la forma comunista de apropiación y producción
de bienes materiales se han hecho extensivas a la apropiación y producción de bienes
culturales. Del mismo modo que el burgués piensa que el cese de la propiedad clasista
equivale al cese de la misma producción, piensa asimismo que la supresión de la
educación clasista equivale prácticamente a la supresión de la educación sin más.
La educación, cuya pérdida lamenta el burgués, no es otra cosa, para la aplastante
mayoría de la población, que el adiestramiento para el manejo de la máquina.
Pero ¿por qué discutís con nosotros acerca de la supresión de la propiedad burguesa
aplicando criterios basados en vuestras ideas burguesas acerca de la libertad, la
educación, el derecho, etc.? Vuestras mismas ideas son producto de las relaciones
burguesas de producción y propiedad del mismo modo que vuestro derecho no es otra
cosa que la voluntad de vuestra clase elevada a ley, una voluntad cuyo contenido se
deduce de las condiciones materiales de vida de vuestra clase.
Esa idea interesada que os hace convertir vuestro régimen social de producción y
propiedad -régimen transitorio en cuanto que resultado de la historia- en una ley eterna
de la naturaleza y la razón, la tenéis en común con todas las clases dominantes ya
periclitadas. Lo que os parece comprensible respecto a la propiedad en la Antigüedad
y os parece asimismo comprensible respecto a la propiedad feudal, no sois capaces
de comprenderlo en el caso de la propiedad burguesa.
¡Supresión de la familia! Hasta los más radicales se exaltan escandalizados ante este
propósito execrable de los comunistas. Pero ¿en qué se basa la familia actual, la
burguesa? Se basa en el capital, en el lucro privado. Sólo para la burguesía se da una
familia en sentido pleno, cuya contrapartida está en la forzosa carencia de familia de
los proletarios y en la prostitución pública. Este tipo de familia burguesa desaparecerá,
naturalmente, con la desaparición de su contrapartida y ambas desaparecerán con la
desaparición del capital.
¿Nos reprocháis el querer suprimir la explotación: de los niños por parte de sus padres?
Sí, nos declaramos reos de ese crimen. Pero afirmáis que al substituir la educación
doméstica por la social eliminamos la más pura intimidad familiar. Pero ¿acaso vuestra
educación no está determinada por la sociedad, por las relaciones sociales que sirven
de marco a la educación, por ingerencia más o menos directa de la sociedad a través
de la escuela? Los comunistas no han inventado la influencia de la sociedad en la
escuela. Lo único que pretenden es modificar su carácter sustrayéndola al influjo de la
clase dominante.
La retórica burguesa acerca de la familia y la educación, acerca de la intimidad familiar
entre padres e hijos, resulta tanto más repugnante cuanto que con la extensión de la
gran industria se van desgarrando todos los lazos de las familias proletarias y los niños
se van transformando en meros artículos de comercio e instrumentos de trabajo.
¡Pero vosotros los comunistas, nos grita a coro toda la burguesía, queréis implantar la
comunidad de mujeres! El burgués ve en su mujer un simple instrumento de producción
y como ha oído que los instrumentos de trabajo beben ser explotados en común, no
puede menos de pensar que también a las mujeres les aguarda el destino de la
colectivización. No puede ni imaginarse que de lo que se trata precisamente es de
suprimir la situación de la mujer como mero instrumento de producción. Por lo demás,
¿hay algo más ridículo que ese espanto de nuestros burgueses, con estridencias de
alta moral, ante la pretendida colectivización oficial de las mujeres por parte de los
comunistas? Los comunistas no necesitan implantar la comunidad de mujeres ya que
ésta se ha dado casi siempre. Nuestros burgueses no se contentan con el hecho de
tener a su disposición las mujeres e hijas de sus proletarios -dejando aparte la
prostitución oficial- sino que hallan el mayor de los placeres en la recíproca seducción
de sus propias mujeres.
En realidad, el matrimonio burgués equivale ya a la comunidad de las esposas. A 1o
sumo, se podría reprochar a los comunistas el querer implantar una comunidad de
mujeres oficial y sin tapujos en lugar de la que ahora se da con velada hipocresía. Ni
que decir tiene, por lo demás, que con la supresión de las relaciones de producción
ahora vigentes, ha de desaparecer también la comunidad de mujeres que de ella
deriva, es decir, tanto la prostitución oficial como la inoficial.
También se ha reprochado a los comunistas el querer suprimir la patria, la
nacionalidad. Los obreros no tienen patria. No es posible quitarles lo que no tienen.
En cuanto que el proletariado tiene por objetivo inmediato la conquista del poder
político para constituirse en clase nacional, en nación, el proletariado es nacional,
aunque en un sentido muy diferente al de la burguesía.
Ya el desarrollo de la burguesía, con la libertad de comercio, el mercado mundial y la
uniformización de la producción industrial y de las correspondientes formas de vida,
va haciendo que se esfumen paulatinamente los aislamientos y antagonismos
nacionales. El dominio del proletariado acelerará esa extinción. Su acción conjunta, por
lo menos la del proletariado de las naciones más civilizadas, es una de las primeras
condiciones de su liberación.
A medida que se vaya eliminando la explotación de unos individuos por otros, se irá
eliminando paralelamente la explotación de unas naciones por otras. Desaparecido el
antagonismo de clases en el interior de una nación, desaparecerá la actitud hostil de
unas naciones para con otras.
Las acusaciones lanzadas contra el comunismo desde el plano religioso, filosófico, o
ideológico en general, no merecen mayores comentarios. No hace falta una agudeza
especial para comprender que, al cambiar las condiciones de vida de los hombres, sus
relaciones sociales y su existencia social, se modificarán y asimismo sus ideas, sus
concepciones, en una palabra, su misma conciencia. ¿Qué otra cosa demuestra la
historia de las ideas sino que las producciones del espíritu se transforman con la
producción material? Las ideas dominantes en cada época fueron las ideas de la clase
dominante. Cuando se habla de ideas capaces de revolucionar toda una sociedad, se
está expresando únicamente el hecho de que, en el seno de la vieja sociedad, se han
constituido los elementos de la nueva y que la extinción de las nuevas ideas va de la
mano de la descomposición de las viejas condiciones de vida.
Cuando el mundo estaba al borde de su desaparición, las religiones de la Antigüedad
fueron vencidas por la religión cristiana. Cuando en el siglo XVIII, las concepciones
cristianas cayeron abatidas por las ideas de la Ilustración, la sociedad feudal estaba
librando una lucha a vida o muerte con la entonces revolucionaria burguesía. Las ideas
de libertad de pensamiento y confesión eran la expresión de la libre concurrencia en
el campo del saber.
Se nos dirá, sin embargo, que las ideas religiosas, morales, filosóficas y jurídicas se
modificaron, ciertamente, en el curso del desarrollo histórico pero la religión, la moral,
la filosofía, la política y el derecho siempre prevalecieron en este cambio. Se añadirá,
incluso, que hay verdades eternas tales como la de libertad y justicia y otras muchas,
comunes a todos los sistemas sociales y que, a pesar de ello el comunismo suprime
esas verdades eternas, la religión y la moral, en lugar de transformarlas situándose así
en contradicción con todo desarrollo social anterior.
¿A qué se reduce esta acusación? La historia de todas las sociedades anteriores se
movía en el marco de los antagonismos sociales que en cada época adoptaban distinta
naturaleza. Cualquiera que sea la forma adoptada en cada caso, el hecho de la
explotación de una parte de la sociedad por la otra es algo común a todas las épocas
pasadas. Nada tiene de admirable, por consiguiente, que la conciencia social, producto
de muchos siglos, a despecho de su diversidad y multiformidad en el tiempo, se mueva
dentro de ciertos esquemas comunes, en formas de conciencia que tan sólo se
extinguirán plenamente con la completa desaparición del antagonismo de clases.
La revolución comunista significa la ruptura más radical con las relaciones de
Producción tradicionales y no nos ha de sorprender, por lo tanto, que rompa en el
curso de su desarrollo del modo más radical con todas las ideas tradicionales.
Pero dejemos ahora de lado las objeciones burguesas contra el comunismo. Ya vimos
más arriba que el primer paso de la revolución proletaria consiste en la elevación del
proletariado a clase dominante en la conquista de la democracia.
El proletariado usará de su poder político para arrancar paso a paso a la burguesía
todo su capital, centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado,
es decir, del proletariado organizado como clase dominante, y acrecentar con la mayor
rapidez posible el cúmulo de fuerzas productivas. En un principio, todo ello sólo es
posible, naturalmente, mediante intervenciones despóticas en el derecho de propiedad
y en las relaciones burguesas de producción, es decir; mediante medidas que pueden
parecer económicamente insuficientes e insostenibles en si mismas pero que, en el
transcurso de todo este movimiento, van, en su alcance, más allá de si mismas y
resultan imprescindibles para la transformación radical de todo el sistema de
producción.
Estas medidas habrán de ser, como es natural, diversas de conformidad con la
diversidad de los países. En el caso de los países más avanzados, las siguientes
medidas tendrán, sin embargo, una aplicación más o menos general:
1. Expropiación de la propiedad territorial y dedicación para gastos del Estado de la
renta del suelo.
2. Impuesto fuertemente progresivo.
3. Supresión del derecho de herencia.
4. Confiscación de la propiedad de todos los emigrados políticos y rebeldes.
5. Centralización del crédito en manos del Estado.
6. Centralización de la red de transportes en manos del Estado.
7. Ampliación del número de fábricas nacionales, instrumentos de producción,
roturación y mejora de terrenos de acuerdo con un plan general.
8. Imposición a todos de la obligación de trabajar; organización de ejércitos
industriales, especialmente para la agricultura.
9. Explotación combinada de la agricultura y la industria. Intervención encaminada a
la eliminación gradual de diferencias entre la ciudad y el campo.
10. Educación pública y gratuita de todos los niños. Eliminación del trabajo fabril de los
niños en su forma actual. Interacción coordinada entre la educación y la producción
material.
Cuando, en el transcurso de este proceso, vayan desapareciendo las diferencias de
clase y la totalidad de la producción se halle en manos de los individuos asociados, el
poder público perderá su carácter político. El poder político en su sentido más genuino
no es sino el poder organizado de una clase para la opresión de las otras. Cuando el
proletariado se una forzosamente como clase en su lucha contra la burguesía, se
constituya en clase dominante mediante la revolución y como tal clase dominante
suprima por la fuerza las viejas relaciones
de producción, suprimirá con ellas la condición misma de los antagonismos de clase,
las clases como tales y su propia dominación de clase.
En lugar de la vieja sociedad burguesa, con sus clases y antagonismos de clases,
surgirá una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno será la condición para
el libre desarrollo de los demás.
1. EL SOCIALISMO REACCIONARIO
1. a) El socialismo feudal
Las aristocracias inglesa y francesa estaban llamadas, por su posición social, a escribir
panfletos contra la moderna sociedad burguesa. En la Revolución francesa de julio de
1830 y en el movimiento reformista inglés, hubo de sucumbir una vez más ante el
odiado advenedizo. A partir de ahí, toda lucha política seria quedaba muy fuera de sus
posibilidades. No le quedaba otro recurso que el de la lucha con la pluma. Pero la vieja
retórica de la época de la restauración había perdido toda vigencia, incluso en el
campo de la literatura. Para despertar simpatías tuvo que olvidar, al menos en
apariencia, sus intereses y formular su acta de acusación contra la burguesía
únicamente en interés de la clase obrera explotada. De este modo, se daba la
satisfacción de entonar coplas libeláticas contra su nuevo dominador y susurrarle al
oído profecías más o menos funestas. Así surgió el socialismo feudal, mitad lamento
fúnebre, mitad pasquín; mitad resonancia del pasado y mitad amenaza del futuro,
capaz a veces de herir en lo más vivo a la burguesía con juicios cáusticos y cortantes
por su agudeza, pero dando siempre una imagen ridícula por su incapacidad total para
comprender la marcha de la historia moderna. Para atraer al pueblo y ponerse a su
cabeza, agitaba como bandera el saco de mendigo del proletariado; pero cada vez que
el pueblo le seguía acababa por ver en su trasero los viejos blasones feudales y se
dispersaba entre carcajadas tan sonoras como irreverentes. Una parte de los
legitimistas franceses y la Joven Inglaterra han desempeñado este papel como autores
consumados. En su afán de demostrar que su modo de explotación era de otra
naturaleza que el de la burguesa, estos señores feudales olvidan que ellos explotaban
en circunstancias y bajo condiciones totalmente diferentes, hoy ya caducadas. Y, al
poner de manifiesto que bajo su dominación no existía el proletariado moderno, olvidan
que la burguesía moderna es precisamente el vástago que su régimen feudal había de
engendrar necesariamente. Por lo demás, la ocultación de su carácter reaccionario es
mínima ya que su acusación fundamental contra la burguesía consiste en reprocharle
que, bajo su régimen, se desarrolla una clase que hará saltar en pedazos toda la vieja
sociedad. Lo que le reprochan no es tanto el engendrar un proletariado como el
engendrar un proletariado revolucionario. De aquí que en su praxis política compartan
todas las medidas de fuerza contra la clase obrera y en la vida cotidiana, pese a toda
su ampulosa retórica, se avengan a recolectar las manzanas de oro y a trocar la
fidelidad, el amor y el honor por el sucio tráfico en lana de oveja, remolacha y
aguardiente.
Al igual que el cura de misa y olla iba siempre del bracete del señor feudal, el
socialismo clerical va también de la mano del socialismo feudal. Nada resulta más fácil
que dar un barniz socialista al ascetismo cristiano. ¿No lanzó el cristianismo sus
invectivas airadas contra la propiedad privada, el matrimonio y el Estado? ¿Acaso no
predicó en substitución de todo ello la caridad, la limosna, el celibato y la mortificación
de la carne, el monacato y la iglesia. El socialismo cristiano no es otra cosa que el
agua bendita con que la clerigalla bendice el enojo de la aristocracia.
b) El socialismo pequeño burgués
La aristocracia feudal no es la única clase derrocada por la burguesía ni la única que
hubo de ver cómo sus condiciones de vida se consumían y extinguían en la moderna
sociedad burguesa.
Los villanos medievales y la clase de los pequeños campesinos fueron los precursores
de la moderna burguesía. En aquellos países de menor desarrollo industrial y
comercial, estas clases siguen vegetando al lado de la ascendente burguesía. En los
países con una civilización moderna desarrollada, se ha ido constituyendo una nueva
capa pequeño-burguesa que flota entre la burguesía y el proletariado y que se
recompone una y otra vez como grupo complementario de la sociedad burguesa, pero
cuyos miembros se ven arrojados continuamente a las filas del proletariado por la
competencia económica. Esta pequeña burguesía ve incluso cómo, con el desarrollo
de la gran industria, se aproxima el momento en que desaparecerá como sector
independiente de la sociedad moderna al ser substituida en el comercio, la producción
manufacturera y la agricultura por capataces y domésticos.
En países como Francia, en los que la clase campesina constituye más de la mitad de
la población, nada tiene de extraño que algunos escritores, al sostener la causa del
proletariado contra la burguesía, tomasen como base de su crítica del régimen burgués
criterios pequeño-burgueses o propios del pequeño campesinado. Tomaron partido en
favor del proletariado, pero con un enfoque pequeño-burgués. Fue así como surgió el
socialismo pequeño-burgués. El representante más relevante de su literatura es
Sismondi y ello tanto para Francia como para Inglaterra. Este socialismo analiza con
extrema agudeza las contradicciones de las modernas relaciones de producción
quitándoles la máscara de retoques cosméticos con que los economistas las
disimulaban. Puso al descubierto de forma irrefutable la acción destructora de la
maquinaria y la división del trabajo, la concentración de capitales y tierras, la
superproducción y las crisis, el forzoso hundimiento de la pequeña burguesía y el
campesinado, la miseria del proletariado, las clamorosas desigualdades en la
distribución de la riqueza, la aniquiladora guerra industrial entre las diferentes
naciones, la disolución de las viejas costumbres, de las viejas relaciones familiares y
de las viejas nacionalidades.
Pero en cuanto a su contenido concreto, lo que este socialismo propone es volver a
reconstruir los medios de producción y cambio anteriores y, con ello, las viejas
relaciones de propiedad y la vieja sociedad o bien ensamblar de nuevo, por la fuerza,
los modernos medios de producción y cambio en el marco de las viejas relaciones de
producción, marco-que aquéllos habían hecho saltar como forzosamente debía ocurrir.
Tanto en un caso como en otro, su carácter es reaccionario y utópico al mismo tiempo.
Organización gremial de las manufacturas y economía patriarcal en la agricultura. Eso
es lo que proclaman en última instancia. En su desarrollo ulterior, esta tendencia se
ha refugiado cobardemente en un estado de modorra quejumbrosa.
c) El socialismo alemán o «verdadero»
La literatura socialista y comunista francesa, surgida bajo la presión de la burguesía
dominante y expresión literaria de la lucha contra esa dominación, penetró en Alemania
en una época en que la burguesía acababa de iniciar su lucha contra el absolutismo
feudal. Filósofos, semifilósofos y espíritus estetizantes de Alemania se lanzaron con
avidez sobre esta literatura olvidándose tan sólo de que, si bien aquellos escritos
cruzaban las fronteras alemanas provenientes de Francia, ello no significaba que
también las cruzasen simultáneamente las condiciones de vida de este país. Frente a
las condiciones dadas en Alemania, esta literatura perdía toda significación práctica
inmediata, adoptando un aspecto enteramente literario. Tenía que aparecer
forzosamente como especulaciones ociosas acerca de la realización de la esencia
humana. El sentido que las exigencias de la primera revolución francesa podían tener
para los filósofos alemanes del siglo XVIII era el de ser exigencias de la «Razón
Práctica» en general, y las decisiones revolucionarias de la burguesía francesa
representaban a sus ojos las leyes de la voluntad pura, de la voluntad ideal, de la
voluntad auténticamente humana. El trabajo de los escritores alemanes se redujo
exclusivamente a armonizar las nuevas ideas francesas con su anticuada conciencia
filosófica o, mejor dicho, a asimilar esas ideas francesas desde el punto de vista
filosófico. Esa asimilación se efectuó del misma modo como se efectúa el aprendizaje
de una lengua extranjera, mediante la traducción. Es bien sabido que los monjes
recubrieron muchos manuscritos, plasmación de las obras clásicas del paganismo, con
insípidas vidas de santos de la Iglesia Católica. Los literatos alemanes procedieron a
la inversa respecto a la literatura profana francesa. Lo que hicieron fue escribir, tras
el texto original francés, sus absurdos filosóficos. Así por ejemplo, tras la critica
francesa a las relaciones dinerarias, ellos escribieron: «Alienación de la esencia del
ser humano». Tras la crítica francesa al Estado burgués escribieron: «Supresión de la
dominación de la universalidad abstracta», etc. A la intromisión chapucera de esa
retórica filosófica tras las evoluciones del pensamiento francés se la bautizó con el
nombre de «Filosofía de la acción», «Socialismo verdadero», «Ciencia alemana del
Socialismo» o «Fundamentación filosófica del Socialismo». La literatura socialcomunista
francesa quedó así literalmente castrada. Y como quiera que en las manos
de los alemanes dejó de ser la expresión de la lucha de una clase contra las otras, el
alemán adquirió conciencia de haber superado la «unilateralidad francesa» y de
defender, en lugar de necesidades reales, la necesidad de la verdad y, en lugar de las
intereses del proletariado, los intereses del ser humano, del hombre en sí, del hombre
que no pertenece a una clase ni pertenece en absoluto a la realidad, sino tan sólo al
cielo nebuloso de la fantasía filosófica. Este socialismo alemán, que tan en serio y con
tal solemnidad tomaba sus torpes ejercicios escolares hasta el punto de propalarlos
a los cuatro vientos al toque de trompetas, fue perdiendo, no obstante, su ingenua
pedantería. La lucha de la burguesía alemana, en concreto de la burguesía prusiana,
contra los feudales y la monarquía absoluta, es decir, el movimiento liberal, tomo un
cariz más serio. Al socialismo «verdadero» se le presentó así la deseada ocasión para
contraponer a este movimiento político sus exigencias socialistas, fulminar los
consabidos anatemas contra el liberalismo, contra el Estado representativo, contra la
libre competencia burguesa, contra la libertad de prensa burguesa y contra el derecho,
la libertad y la igualdad burguesas, predicando a las masas populares que con este
movimiento burgués nada podía ganar y sí, más bien, perderlo todo. El socialismo
alemán olvidaba oportunamente que la critica francesa, de la que él no era más que un
eco sin vida, presuponía la sociedad burguesa moderna con sus correspondientes
condiciones materiales de vida y la constitución política a ellas adecuada,
presupuestos que en Alemania estaban aún por conquistar.
A los gobiernos absolutistas alemanes con todo su cortejo de curas, maestros de
escuela, aristócratas del terruño y burócratas, les sirvió como el espantapájaros que
necesitaban para atemorizar a una burguesía que avanzaba amenazadora. Constituía
el trago reconfortante que esos mismos gobiernos daban a los obreros después de la
implacable ración de latigazos y descargas de fusil como pago por sus revueltas.
Si bien el socialismo verdadero constituía, bajo este aspecto, un arma en manos de los
gobiernos contra la burguesía alemana, al mismo tiempo representaba de modo
inmediato intereses reaccionarios, los intereses de la baja burguesía. Proveniente del
siglo XVI y resurgida una y otra vez bajo formas muy diversas, esta pequeña burguesía
constituye la autentica base social del orden vigente. Mantenerla equivale a mantener
el estado de cosas actual en Alemania. La dominación industrial y política de la
burguesía le inspira el temor de su segura desaparición, debida por una parte a la
concentración del capital y, por otra, al surgimiento de un proletariado revolucionario.
El socialismo verdadero le pareció el modo de matar los dos pájaros de un tiro y se
extendió entre ella como una epidemia. El ropaje tejido con las telarañas de la
especulación, bordado con exquisitas flores retóricas y empapado del sentimentalismo
de la embriaguez amorosa, ropaje ampuloso en que los socialistas alemanes envolvían
sus escuálidas verdades eternas, contribuyó a aumentar entre ese público la venta de
su mercancía. El socialismo alemán, por su parte, se identificó crecientemente con este
papel de fatuo representante de esta burguesía filistea. Proclamó que la nación
alemana era la nación modélica y el pequeño burgués filisteo alemán, el hombre
ejemplar. Detrás de cada una de las bajezas de este tipo humano venia a descubrir un
sentido socialista oculto y sublime que le hacía significar lo contrario. Consecuente
hasta el final, se alzó para enfrentarse a la tendencia «burdamente destructiva» del
comunismo y anunció su egregia imparcialidad por encima de toda lucha de clases.
Salvo muy raras excepciones, todo cuanto en Alemania circula en calidad de
publicaciones pretendidamente socialistas o comunistas pertenece a este tipo de
literatura vil y enervante.
2. EL SOCIALISMO BURGUÉS O CONSERVADOR
1. Una parte de la burguesía desea mitigar los males sociales al objeto de asegurar la
permanencia de la sociedad burguesa. Cabe contar aquí a los economistas, a los
filántropos, a los humanitarios, a los promotores de la mejora de la situación de las
clases trabajadoras, a los organizadores de la beneficencia, a los miembros de la
sociedad protectora de animales, fundadores de asociaciones en pro de la frugalidad
y a los más pintorescos reformadores de vía estrecha. También este socialismo burgués
ha sido objeto de grandes elaboraciones sistemáticas. Vamos a aducir como ejemplo
la «Filosofía de la Miseria», de Prudhon.
Los socialistas burgueses quisieran tener las condiciones de vida de la sociedad
moderna sin las luchas ni peligros que necesariamente conllevan. Quisieran la
sociedad vigente, previa supresión de todos los elementos que la revolucionan y
descomponen. Quisieran la burguesía sin el proletariado. La burguesía concibe,
naturalmente, el. mundo en que ella domina como el mejor de los mundos. El
socialismo burgués elabora un sistema parcial o total partiendo de esa concepción
consoladora. Cuando exhorta al proletariado a hacer realidad sus sistemas y entrar en
la nueva Jerusalén, lo único que está exigiendo, en último término es que permanezca
en el actual sistema social, pero alejando de su mente las odiosas ideas que se ha
formado de él.
Una segunda modalidad menos sistemática, pero tanto más práctica de socialismo,
trata de enfriar cualquier iniciativa revolucionaria de la clase obrera haciéndole ver que
no es tal o cual reforma política lo que le reportará ventajas, sino tan sólo la
modificación de sus condiciones materiales de vida, de su situación económica. Por
modificación de las condiciones materiales de vida no entiende ese socialismo, en
modo alguno, la abolición de las relaciones de producción burguesas -cosa que sólo
se puede obtener por el camino de la revolución-, sino las mejoras administrativas que
se efectúan en el marco de esas relaciones de producción y que en nada modifican,
por tanto, la relación entre el capital y el trabajo asalariado. En el mejor de los casos,
esas mejoras reducen los costos de la dominación burguesa y simplifican el
presupuesto de su Estado. Este socialismo burgués encuentra su expresión más
acabada allí donde se convierte en mera figura retórica. ¡Librecambio! En interés de
la clase trabajadora. ¡Protección aduanera! En interés de la clase trabajadores.
¡Prisiones celulares! En interés de la clase trabajadora. Ésta es la consigna definitiva,
la única que el socialismo burgués toma realmente en serio. El socialismo de la
burguesía consiste precisamente en la afirmación de que el burgués es burgués en
interés de la clase trabajadora.
3. EL SOCIALISMO Y COMUNISMO CRÍTICOUTÓPICOS
1. No hablamos aquí de la literatura que en todas las grandes revoluciones sirvió de
expresión a las exigencias del proletariado (escritos de Baboeuf, etc.). Los primeros
intentos del proletariado en una época de agitación general, el periodo de
derrocamiento de la sociedad feudal de hacer valer directamente su propio interés de
clase, tenían que fracasar forzosamente debido al desarrollo, todavía insuficiente, de
su propia constitución así como a la ausencia de las condiciones materiales de su
emancipación. Éstas resultan precisamente de la una duración de la época burguesa.
La literatura revolucionaria surgida de estos primeros movimientos del proletariado
tiene necesariamente, por lo que respecta a su contenido, un carácter reaccionario.
Preconiza un ascetismo universal y un burdo igualitarismo.
Los sistemas auténticamente socialistas y comunistas, los de Saint Simon, Fourier,
Owen, etc., emergen en la primera fase, poco desarrollada, de la lucha entre el
proletariado y la burguesía tal y como ya expusimos más arriba (véase el capítulo
«Burgueses y Proletarios»).
Los creadores de estos sistemas se apercibieron ciertamente del antagonismo entre
clases y de la eficacia de los elementos de disolución actuantes en el seno de la
misma sociedad vigente. Lo que sin embargo no alcanzaron a ver es la actividad
histórica autónoma del proletariado ni el movimiento político que le es propio. Como
quiera que el desarrollo de los antagonismos de clase discurre paralelamente al
desarrollo de la industria, se mostraron asimismo incapaces de descubrir las
condiciones materiales de la emancipación del proletariado y fueron en busca de la
ciencia social, de las leyes sociales que las creasen. En lugar de la actividad social
había de intervenir su actividad inventiva personal; en lugar de las condiciones
históricas de la emancipación, condiciones fantásticas; en lugar de la organización
paulatina del proletariado como clase, la organización de la sociedad que sus propias
mentes urdían. La historia universal venidera se reduce, para ellos, a la propaganda
y puesta en práctica de sus proyectos sociales. Abrigan, de seguro, la conciencia de
que con sus proyectos defienden los intereses de la clase obrera como clase más
mortificada, pues el proletariado existe para ellos, tan sólo bajo ese aspecto de clase
más mortificada.
La forma todavía poco desarrollada de la lucha de clases y la posición social propia les
hacen creerse muy por encima de los antagonismos de clase. Pretenden mejorar las
condiciones de vida de todos los hombres de la sociedad, incluidos los más
acomodadas. Por lo tanto, apelan a toda la sociedad sin hacer distinciones e incluso
con preferencia a la clase dominante. Pues basta conocer su sistema, piensan, para
reconocer en él el mejor plan para la mejor de las sociedades posibles. Por ello
repudian toda acción política y de modo explícito la revolucionaria y quieren alcanzar
su meta por la vía pacífica, intentando abrir camino al nuevo evangelio social con el
poder del ejemplo, mediante pequeños experimentos que acaban, como es natural, en
el fracaso.
Sus descripciones fantásticas de la sociedad del futuro nacen en una época en que el
proletariado está aún en desarrollo incipiente y en consecuencia apenas tiene, él
mismo, una idea fantástica de su propia situación y responden a su impulso primario,
intuitivo, de transformación general de la sociedad.
Pero estos escritos socialistas y comunistas constan también de elementos críticos.
Atacan todos los fundamentos de la sociedad vigente y han suministrado por ello
materiales valiosísimos para la ilustración de las obreros.
Sus tesis positivas sobre la sociedad futura, por ejemplo la supresión de la oposición
entre la ciudad y el campo, de la familia, de la ganancia privada, del trabajo asalariado,
la proclamación de la armonía social, la conversión del Estado en mera administración
de la producción, todas esas tesis expresan únicamente el escamoteo del antagonismo
de clases, antagonismo que tan sólo conocen en su primera indeterminación amorfa,
precisamente porque apenas ha iniciado su desarrollo. Por ello, esas tesis, en si
mismas, tienen todavía un sentido puramente utópico.
La importancia del socialismo y comunismo críticoutópicos está en proporción inversa
al desarrollo histórico. En la misma medida en que la lucha de clases se desarrolla. y
se vertebra, esta ilusión de flotar por encima de la misma o de combatirla con quimeras
pierde todo valor práctico, toda justificación teórica. Por ello, aun cuando los autores
de estos sistemas fuesen revolucionarios en más de un aspecto, sus discípulos fundan
en todos los casos sectas reaccionarias. Frente al avance histórico del proletariado,
ellos se mantienen aferrados a las viejas concepciones de sus maestros.
Consecuentemente tratan de quitar virulencia a la lucha de clases y conciliar los
antagonismos. Sueñan todavía con la realización experimental de sus utopías sociales,
con la fundación de falansterios aislados, la creación de Home-Colonies (colonias de
metrópoli) y la instauración de una pequeña Icaria -edición en miniatura de la Nueva
Jerusalén-. Y para la construcción de todos estos castillos en el aire se ven obligados
a apelar a la filantropía cordial y a la bolsa del burgués. Poco a poco se van integrando
en la categoría de los socialistas conservadores o reaccionarios y lo único que los
distingue de ellos es su pedantería más sistemática la fanática superstición con que
confían en los milagrosos efectos de su ciencia social.
Se oponen por ello encarnizadamente a todo movimiento político de los obreros que,
a su Juicio, sólo puede provenir de la ciega incredulidad en el nuevo evangelio. Los
owenistas ingleses y los fourieristas franceses reaccionan respectivamente contra
cartistas y reformistas.
4.POSICIÓN DE LOS COMUNISTAS RESPECTO A LOS
DIFERENTES PARTIDOS DE LA OPOSICIÓN
1. Después de lo dicho en el capítulo II, resulta obvia la relación que los comunistas
guardan respecto a los partidos obreros ya constituidos, es decir, respecto a los
cartistas y los reformadores agrarios en Norteamérica.
Los comunistas luchan por la consecución de los objetivos e intereses inmediatos, pero
en el movimiento actual representan al mismo tiempo el futuro de ese movimiento. En
Francia, los comunistas se unen al partido social-democrático en su lucha contra la
burguesía radical y conservadora, sin renunciar por ello al derecho de mantener una
actitud crítica frente a la fraseología hueca y las ilusiones provenientes de la tradición
revolucionaria.
En Suiza, dan soporte a los radicales sin perder de vista que este partido se compone
de elementos contradictorios, de demócratas socialistas en sentido francés, por una
parte, y de burgueses radicales por otra.
En Polonia, los comunistas apoyan al partido que hace de la revolución agraria la
condición para la liberación nacional, el mismo partido que dio vida a la insurrección
de Cracovia de 1846. En Alemania, mientras la burguesía desempeñe un papel
revolucionario, el partido comunista luchará junto a ella contra la monarquía
absolutista, la propiedad feudal de la tierra y la pequeña burguesía. Pero no
desaprovechará ningún momento para ir forjando entre los obreros una conciencia lo
más clara posible acerca de la oposición hostil entre burguesía y proletariado, al objeto
de que los obreros alemanes hagan de las condiciones sociales y políticas que la
burguesía implantará con su dominación otras tantas armas que dirigirán de inmediato
contra esa misma burguesía. Tras el derrocamiento de las clases reaccionarias, dará
así comienzo en Alemania la lucha contra la burguesía misma. Los comunistas
concentran especialmente su interés en Alemania por estar ésta en vísperas de una
revolución burguesa y porque esta convulsión social se da en una situación mas
avanzada de la civilización europea y con un proletariado bastante más desarrollado
que el existente en la situación de Inglaterra en el siglo XVII o en Francia en el siglo
XVIII. De este modo, la revolución burguesa alemana no puede ser sino el preludio
inmediato de una revolución proletaria. En una palabra, los comunistas apoyan en
todas partes cualquier movimiento revolucionario que vaya contra el orden social y
político vigente. En todos los movimientos destacan la cuestión de la propiedad,
cualesquiera que sea la forma más o menos desarrollada que haya revestido ésta,
como la cuestión fundamental de los mismos. Finalmente, los comunistas se esfuerzan
por doquier en favor de la unión y el entendimiento entre los partidos democráticos de
todos los países.
Los comunistas consideran despreciable el ocultar sus opiniones e intenciones.
Proclaman abiertamente que sus objetivos tan sólo se pueden alcanzar mediante el
derrocamiento violento de todo el orden social preexistente. Que las clases dominantes
tiemblen ante una revolución comunista. Los proletarios nada tienen que perder en
ella, salvo sus cadenas. Y tienen un mundo que ganar.
¡Proletarios de todos los países, uníos!</div>
<div style="text-align: justify;">
<img alt="Resultado de imagen para burgueses y proletarios marx y engels" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTbRnurZoue67MoedmmUyzO9p8Nt8uO3pInHTwP1Dz-_wIAI_m72A" /></div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-5378454945637026132017-03-29T13:03:00.000-07:002017-03-29T13:03:14.774-07:00 El progreso milenario por Gabriel Zaid.<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
En los años del Terror<span style="box-sizing: border-box; font-size: 12px;"> (1792-1794) de la Revolución francesa, la Asamblea ordenó el arresto de uno de sus miembros más ilustres, precursor de la matemática electoral y promotor del voto femenino y la educación para todos. Temiendo lo peor (miles de revolucionarios murieron en la guillotina, acusados de esto o aquello por sus correligionarios), se escondió. En los meses que tardaron en encontrarlo, escribió su célebre </span><em style="box-sizing: border-box; font-size: 12px;">Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano</em><span style="box-sizing: border-box; font-size: 12px;">. Asombrosamente, el marqués de Condorcet (1743-1794) murió lleno de fe en la Revolución.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
El libro distingue diez épocas cada vez mejores de la humanidad, desde la vida nómada hasta la aurora revolucionaria, pasando por la agricultura, la escritura y la imprenta. Seguramente fue inspirado por el “Cuadro filosófico de los progresos sucesivos del espíritu humano” (1750) del abad Turgot, prior de la Sorbona, cuya tesis central es que la humanidad progresa por la acumulación de conocimientos, a diferencia de la naturaleza, que no cambia. Los astros se mueven, pero sujetos a leyes fijas; los vegetales y los animales se reproducen, pero no mejoran.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Los sabios antiguos y también los modernos (hasta Newton, 1643-1727) creyeron en la estabilidad del cosmos. Aunque Plinio (23-79) escribió una monumental <em style="box-sizing: border-box;">Naturalis historia</em>, resumen de todo lo que entonces se sabía, el título no quería decir <em style="box-sizing: border-box;">Historia de la naturaleza</em>, sino algo así como <em style="box-sizing: border-box;">Enciclopedia temática de la naturaleza.</em> (De Plinio viene el nombre de los museos de historia natural.) Fue Laplace (1749-1827) el primero en postular que los planetas no son eternos, sino desprendimientos del Sol en rotación. Una idea tan extraña que Napoleón lo invitó a que se la explicara. Se cuenta que, al terminar, Napoleón todavía le preguntó: “¿Y Dios?” A lo cual respondió coquetamente: “Es una hipótesis innecesaria.”</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
La naturaleza tiene “historia”. Muchos de sus cambios son cíclicos (el amanecer, las fases de la luna, las estaciones); pero otros son irreversibles, como la formación del sistema solar, que puede considerarse un “hecho histórico” (aunque suele llamarse histórico a lo que deja testimonios escritos). La Tierra no es eterna. Y, en consecuencia, tampoco la vida en el planeta. Darwin (1809-1882) propuso una teoría sobre el origen y evolución de las especies, con cierta inquietud por las creencias religiosas de su mujer y de muchos que se harían la pregunta de Napoleón: “¿Y Dios?” Sin embargo, pocos años después de publicado <em style="box-sizing: border-box;">El origen de las especies</em> (1859), el sacerdote (luego cardenal) Newman (1801-1890) declaró tranquilamente que “la teoría de Darwin (cierta o no) no es necesariamente atea; puede sugerir simplemente una idea más amplia de la providencia divina” (carta al canónigo Walker del 22 de mayo de 1868).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Con mentalidad progresista, la evolución de las especies puede ser vista como progreso, desde las primeras moléculas orgánicas hasta la especie humana. Así también la expansión del universo, desde el “átomo primitivo” postulado por el astrofísico y sacerdote Georges Lemaître (1894-1966); hipótesis rechazada por el astrofísico y novelista Fred Hoyle (1915-2001), que suponía lo contrario: un estado estable del cosmos. Lo del “átomo primitivo” le sonaba a relato mítico de la Creación: un “big bang” de la nada que da origen a todo. Curiosamente, la idea de Lemaître se impuso y lleva como nombre el apodo de Hoyle. Hoy la astrofísica supone que el Big Bang fue el origen del universo hace 13.8 millones de milenios.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Pero, ¿cabe hablar de un progreso involuntario (aleatorio, físico, químico, biológico), anterior al logrado por la creatividad humana? De muchas cosas se ha dicho que son un progreso, y también que no lo son. La noción de progreso implica cuando menos otras tres: cambio, tiempo, mejor; de las cuales también se ha dicho que son ilusorias. Grandes inteligencias afirmaron que el cambio no existe (Parménides), que el tiempo no existe (Einstein), que lo mejor no existe (Nietzsche). También se ha dicho que hablar de progreso en la evolución de las especies es una retrolectura sin fundamento (Stephen Jay Gould, <em style="box-sizing: border-box;">Full house:</em> <em style="box-sizing: border-box;">The spread of excellence from Plato to Darwin</em>).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Hasta se pudiera pensar que las variaciones a lo largo del tiempo son algo así como la diversidad en el espacio. Cuvier (1769-1832) catalogó las especies animales en un cuadro comparativo de sus diferencias, como luego Mendeléyev (1834-1907) catalogó los elementos químicos en una tabla periódica. Pero ni Cuvier ni Mendeléyev vieron las diferencias como cambios evolutivos en el tiempo, menos aún como progreso.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
La diversidad de la naturaleza fue catalogada por Aristóteles con criterios jerárquicos. Sus investigaciones (<em style="box-sizing: border-box;">istoría</em>) sobre los animales (llamadas en latín <em style="box-sizing: border-box;">Historia</em> <em style="box-sizing: border-box;">animalium</em>) suponen la noción de mejor. Las piedras son inferiores a la plantas, que son inferiores a los animales, que son inferiores a los seres humanos. Incluso “puede observarse en las plantas un ascenso continuo hacia lo animal” (<span style="box-sizing: border-box;">viii</span> 588b). Pero esto implica jerarquía, no cambio, tiempo, evolución ni progreso. Aristóteles, como Newton, creyó que el universo era estable.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
La noción de progreso implica otras dos: gradualidad y rumbo. Los cambios pueden concebirse como saltos bruscos o procesos graduales, solos o combinados: cambios graduales acumulados hasta que se produce un salto brusco (Hegel) o cambios bruscos con ajustes graduales (Gould). También pueden concebirse como orientados a una plenitud cada vez mayor (Hegel) o sin rumbo alguno (Gould).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Diversos mitos sobre el origen último de todo narran episodios sucesivos que suenan a progreso. El Génesis relata la Creación como una serie progresiva: primero la nada, luego la luz (hoy diríamos “Hágase el estallido”, aunque todavía en 1789 Lavoisier, guillotinado en 1794, clasificaba la luz entre los elementos, junto al oxígeno y el hidrógeno); después los cielos, la tierra, las especies vegetales y animales, el hombre y la mujer. Pero una vez que la Creación culmina en la vida humana, el progreso concluye y Dios se complace en su obra. Desde el séptimo día, tanto los cambios como el tiempo son circulares, no lineales: “No hay nada nuevo bajo el sol” (Eclesiastés 1:9). El progreso ulterior es inconcebible.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
La ruptura del tiempo circular aparece en las tradiciones mesiánicas, que esperan la salvación y un fin glorioso de los tiempos. Así aparecen el tiempo lineal, la historia sagrada, el futuro absoluto (no relativo) y el progreso prospectivo (aunque no gradual). La plenitud anunciada por los profetas bíblicos será un acto de Dios que vuelve a crear el Paraíso (perdido por el pecado original): “Pues voy a crear unos cielos nuevos junto con una tierra nueva” (Isaías 65:17). El fin de los tiempos se vuelve el polo opuesto del origen de los tiempos.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
En los primeros años del cristianismo, muchos esperaban el pronto advenimiento del futuro absoluto, que repentinamente haría pasar el mundo a una vida mejor. San Pablo, sin negar el acontecimiento cósmico que pondría fin al mundo viejo, lo individualiza en el salto de un acontecimiento personal: la conversión (<em style="box-sizing: border-box;">metanoia</em>) que deja atrás al hombre viejo y hace surgir un hombre nuevo, con Cristo resucitado, desde ahora.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
En las antiguas concepciones del tiempo, había el eterno retorno de lo mismo; o un hoy venido a menos, menesteroso frente al pasado mítico; o una esperanza de salvación en un tiempo nuevo que era un salto absoluto, no un progreso gradual.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
La idea de un perfeccionamiento personal gradual (una especie de salto interminable) aparece en la cultura cristiana del siglo <span style="box-sizing: border-box;">iv</span>. Los ideales monásticos integran el mandamiento radical de ser perfectos (Mateo 5:48), el modelo ascético del atletismo griego (ejercitarse y superarse), la primacía del éxtasis (superior a la acción) de los filósofos neoplatónicos y la invención budista de la vida conventual.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
El monasterio es un centro de entrenamiento y progreso espiritual, un anticipo de la vida futura: el glorioso más allá que simbólicamente ya está aquí; la utopía en marcha de un cielo nuevo y una tierra nueva. Así, la polaridad temporal entre el origen y el fin de los tiempos se vuelve una polaridad espacial. Frente a la ciudad de los cristianos normales (integrados al Imperio romano), aparece la ciudad nueva de los cristianos radicales: ermitaños, cenobitas y monjes.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
El progreso moderno (gradual, histórico y social, no solo personal) es un mito cristiano tardío. Aparece en el siglo <span style="box-sizing: border-box;">XII </span>y transforma los ideales monásticos en un proyecto para toda la sociedad. No está en <em style="box-sizing: border-box;">La ciudad de Dios</em> de San Agustín (354-430), concebida como polo eterno de la ciudad humana. Tampoco en <em style="box-sizing: border-box;">La crónica de las dos ciudades</em> de Otón de Frisinga (1114-1158), inspirada en la dicotomía agustiniana.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Agustín tiene a la vista el inconcebible hundimiento del Imperio romano (cuando ya había adoptado la religión cristiana) ante los vándalos germánicos. Otón tiene a la vista el asedio musulmán al Sacro Imperio romano germánico y las guerras internas por la hegemonía cristiana. Ambos tienen los ojos puestos en un más allá esperanzador, situado en el futuro absoluto de toda la humanidad, no solo del pueblo cristiano. Transforman la historia sagrada en filosofía de la historia universal.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Pero ya en los tiempos de Otón aparecen rasgos del progreso moderno. Contra la tradición de que todo tiempo pasado fue mejor, nace la idea de que el cristianismo supera a los profetas bíblicos y a los filósofos griegos. Bernardo de Chartres tiene conciencia del progreso intelectual. Modestamente afirma que “somos como enanos montados en los hombros de gigantes”; pero también, nada modestamente: por eso “podemos ver más cosas y más lejos”. A su vez, Abelardo (el de Eloísa) afirma que hoy “sería fácil escribir un libro” igual o mejor que los antiguos. Estas opiniones, recogidas en 1159 por Juan de Salisbury (<em style="box-sizing: border-box;">Metalogicon</em> <span style="box-sizing: border-box;">iii</span> 4), anticipan la jactancia de la Ilustración: Hay que reconocer “la prodigiosa superioridad de nuestro siglo sobre los antiguos” (Voltaire, <em style="box-sizing: border-box;">El siglo de Luis XIV</em>, capítulo 34).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Pero el ideólogo del progreso fue Joaquín (c. 1130-1201), abad del monasterio de San Juan de la Flor (Fiore), en el sur de Italia. Fue elogiado por Dante, Marx y muchos otros, del siglo <span style="box-sizing: border-box;">XIII</span> al <span style="box-sizing: border-box;">XX</span> (como lo reseña minuciosamente Henri de Lubac en un millar de páginas: <em style="box-sizing: border-box;">La posteridad espiritual de Joaquín de Fiore</em>). Según Norman Cohn (<em style="box-sizing: border-box;">The pursuit of the millennium</em>), Joaquín de Fiore “inventó el sistema profético de mayor influencia en Europa, hasta la aparición del marxismo”. Fue una especie de Marx del siglo <span style="box-sizing: border-box;">XII.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
En su teología, la historia se divide en tres etapas de revelación progresiva: la del Padre (bíblica), superada por la del Hijo (evangélica), superada por la del Espíritu Santo (que viene). La Creación pasa de la dependencia servil en los tiempos del Padre, a la dependencia filial en los tiempos del Hijo, a la libertad del Espíritu Santo en los tiempos nuevos. Para Joaquín, aunque era monje, el mundo rebasará a los monasterios. Toda la humanidad tomará el camino de la perfección, no solo los cristianos apartados del mundo. Así, la Ciudad de Dios se vuelve un proyecto de transformación del planeta: restaurar el Paraíso en la tierra. Los temores milenaristas (de que el mundo iba a acabar en el año 1000) se vuelven esperanzas milenaristas (en un mundo nuevo que deja atrás el viejo).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Los nuevos tiempos se revelan en la santidad de Francisco de Asís (siglo <span style="box-sizing: border-box;">XIII</span>), que alaba a Dios en la fraternidad del sol, la tierra, el agua, las flores y los frutos, como si ya estuviera en el segundo Paraíso. Y en la ciencia ficción del franciscano Roger Bacon (también del siglo <span style="box-sizing: border-box;">XIII</span>): “Es posible construir vehículos que se muevan con velocidad increíble y sin ayuda de bestias. Es posible construir máquinas voladoras” (<em style="box-sizing: border-box;">Roger Bacon’s letter concerning the marvelous power of art and of nature</em>).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
Para Leibniz, “hay un progreso perpetuo y libre del universo entero”, “que siempre está avanzando hacia más”, sin alcanzar la perfección de Dios (<em style="box-sizing: border-box;">The ultimate origin of things</em>, 1697, www.earlymoderntexts.com). Para el paleontólogo jesuita Teilhard de Chardin, todo converge hacia más: el cosmos, la evolución de las especies, la vida humana y la noósfera que recubre el planeta desde que aparece la cultura (<em style="box-sizing: border-box;">El fenómeno humano</em>, 1955).</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
El mito arcaico de la Creación desembocó en el mito moderno del Progreso. Con todos sus fetichismos, ha resultado fecundo. Cabe asumirlo todavía, con sentido crítico y sentido del humor. Es razonable suponer que el progreso existe. Que es un hecho anterior a la conciencia del progreso y a los ideales progresistas. Que el cambio, el tiempo y lo mejor existen. Que hay progreso gradual y también saltos de progreso. Que el paso de la nada a la energía, la materia, la vida, la inteligencia y el lenguaje son grandes saltos cualitativos de una realidad que mejora. Que el progreso milenario (con titubeos, altibajos y hasta retrocesos) ha tenido rumbo (visto retrospectivamente), y debería tenerlo (prospectivamente), aunque es difícil definir un rumbo deseable, y más aún lograrlo.</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #403f49; font-family: freight-text-pro, sans-serif; font-size: 20px; line-height: 29px; text-align: justify;">
No es verdad que todo tiempo pasado fue mejor. Ni que todo lo más reciente es mejor. Ni que el futuro será siempre mejor. Pero cabe desearlo, y trabajar porque así sea, con optimismo razonable. ~</div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-7427483290672486252017-03-29T12:53:00.000-07:002017-03-29T12:53:42.871-07:00“Reflexiones sobre la Revolución Francesa y otros escritos”, de Edmund Burke<h1 class="blogtitle entry-title" itemprop="itemReviewed" itemscope="" itemtype="http://schema.org/Thing" style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Bitter, arial, sans-serif; font-size: 30px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-weight: normal; line-height: 30px; margin: 8px 0px 12px; outline: 0px; padding: 0px; transition: all 0.3s ease 0s; vertical-align: baseline;">
<span itemprop="name" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">“Reflexiones sobre la Revolución Francesa y otros escritos”, de Edmund Burke</span></h1>
<div>
<span itemprop="name" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br /></span></div>
<div class="clear" style="background-color: white; border: 0px; clear: both; color: #555555; font-family: Arial, arial, sans-serif; font-size: 12px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; height: 0px; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px; vertical-align: baseline; visibility: hidden; width: 0px;">
</div>
<div class="blogcontent" style="background-color: white; border: 0px; color: #555555; font-family: Arial, arial, sans-serif; font-size: 12px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="leftblogcontent" style="border: 0px; float: left; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px 30px 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 310px;">
</div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: 18px !important; margin-bottom: 6px !important; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<em style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">El contenido de este libro son las reflexiones que hace Edmund Burke sobre la Revolución Francesa, a raíz de que un joven francés le pidiera su opinión sobre ella. Por eso, no se trata de una obra de ciencia política, ni está organizada bajo un sistema preestablecido para la exposición de los distintos temas en ella desarrollados, sino que, de una manera muy espontánea –ya que se trata de cartas–, expone su opinión sobre las medidas que se tomaron con motivo de la Revolución, haciendo un repaso de la situación política, económica y social francesa anterior a ella.</em><span id="more-7284" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"></span></div>
<table style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><tbody style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<tr style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><td style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><div align="justify" style="border: 0px; font-size: 14px; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: 18px !important; margin-bottom: 6px !important; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
En todo el desarrollo de <strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">“Reflexiones sobre la Revolución Francesa y otros escritos”</strong> (Ediciones Dictio, Buenos Aires, 1980), se ve la preocupación de <strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Burke</strong> por conciliar la existencia de la libertad con la necesaria autoridad, sin la cual ningún Estado puede subsistir. Por ello es que funda una de sus críticas a la Revolución Francesa en que en muchos aspectos hubo más “licencia” o descontrol, que una auténtica libertad. Cree que, por un excesivo espíritu de innovación se tomaron medidas poco evaluadas en sus posibles consecuencias. <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />Al hacer el repaso a la anterior situación de Francia, piensa que ésta no era tan mala dado el desarrollo que había alcanzado este país en los distintos aspectos de su vida cultural, económica, etc. Se pregunta, aun reconociendo los errores del régimen depuesto, si éste no podría haber sido corregido en vez de echar abajo toda su estructura e implantar un sistema absolutamente nuevo y experimental. Nos explica que es tan perniciosa una monarquía absoluta como una democracia absoluta, porque en esta última las minorías puede ser objeto de la más cruel opresión por parte de la mayoría. Cree que la virtud y el saber son las cualidades que se deben buscar en los gobernantes y que el sólo hecho de que éstos sean elegidos por el pueblo no significa necesariamente que poseerán tales atributos. <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />Hacer una síntesis de todo el pensamiento de Burke expuesto en esta obra es una tarea demasiado difícil, ya que es tan vasto que siempre quedaría algo por destacar. Pero para terminar este apenas bosquejo de sus ideas, debemos resaltar el absoluto repudio que expresa sobre el clima de violencia, odio y resentimiento en el que se desarrolló la Revolución, porque ninguna libertad puede ser edificada sobre la injusticia, ninguna justicia ni igualdad sobre el robo, y ningún orden sobre el caos. <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />Reproducimos a continuación algunos fragmentos del libro de Burke: <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La nueva libertad </strong><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“En consecuencia yo debería suspender mis congratulaciones por la nueva libertad de Francia hasta que esté bien informado de cómo se combinó con el gobierno, con la fuerza pública, con la disciplina y obediencia del ejército, con la percepción de una renta efectiva y bien distribuida, con la moralidad y la religión, con la seguridad de la propiedad, con la paz y el orden, con las costumbres cívicas y sociales. Todas éstas a su modo son también cosas buenas, y sin ellas la libertad no es un beneficio mientras dura, y no tiene probabilidad de durar mucho tiempo.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Las cualidades para ser gobernantes</strong> <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“No imaginéis que deseo confinar el poder, la autoridad y la distinción de la sangre, los nombres y los títulos. No, señor. No hay para el gobierno más calificaciones que la virtud y el saber, reales o presuntos. Dondequiera que se hallen efectivamente, tienen, en cualquier estado, condición, profesión o negocio, el pasaporte del Cielo para los puestos y los honores humanos. ¡Pobre el país que impía y locamente rechaza los servicios del talento y la virtud, civil, militar o religioso, otorgados para adornarlo y servirlo; y condenará a la oscuridad todo lo que está formado para rodear al Estado de lustre y gloria! ¡Pobre asimismo del Estado que, pasando al otro extremo, considera que una baja educación, una estrecha concepción de las cosas y una sórdida ocupación mercenaria son títulos preferibles para el mando! Todos los cargos deben estar abiertos, pero no indiferentes a todos. Ninguna rotación, ningún nombramiento por sorteo, ningún método de elección que siga el espíritu de la rotación o el azar, puede en general ser bueno para un gobierno que deba ocuparse en objetivos muy vastos. Porque no hay en ellos tendencia, directa o indirecta, al elegir al hombre con miras a la función, o para acomodar el uno a la otra. No vacilo en decir que el camino hacia la eminencia y el poder, a partir de una posición oscura, no debe volverse demasiado fácil, ni como algo de cajón. Si el mérito raro es la más cara de las cosas, debe someterse a cierta especia de prueba. El templo del honor debe estar ubicado en una elevación. Si debe abrirse a la virtud, recuerdes también que la virtud nunca se prueba sino a través de alguna dificultad o lucha.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La composición de la Asamblea Nacional</strong> <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Se dice que veinticuatro millones deben prevalecer sobre doscientos mil. Cierto; si la constitución de un reino fuera un problema de aritmética. Esta especie de discurso sirve si cuenta con el farol como auxiliar: para hombres que pueden razonar con serenidad, es ridículo. La voluntad de los más y su interés pueden diferir a menudo; Y la diferencia será grande cuando hagan una mala elección. Un gobierno de quinientos abogaduchos de campaña y oscuros curas de parroquia no es bueno para veinticuatro millones de hombres, aunque fueran elegidos por cuarenta y ocho millones, ni será mejor por el hecho de estar dirigido por una docena de personas de abolengo que traicionaron su mandato para lograr dicho poder. Actualmente, parecéis haberos extraviado en todo fuera del camino real de la naturaleza. La propiedad de Francia no la gobierna. Por supuesto, la propiedad quedó destruida y la libertad nacional no tiene existencia.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Las confiscaciones </strong><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Pero este acto de secuestro de la propiedad parece ser un juicio legal y no una confiscación. Parece que en las academias del Palais Royal y de los Jacobinos han descubierto que ciertos hombres no tenían derecho a las propiedades de que estaban en posesión por la ley, el uso y las decisiones judiciales, y la acumulada prescripción de mil años. Dicen que los eclesiásticos son personas ficticias, criaturas del Estado a quienes pueden destruir a su placer, y por supuesto limitad y modificar en cualquier punto particular; que los bienes que poseen no son propiamente suyos, sino que pertenecen al Estado creador de la ficción; y que por lo tanto no debemos preocuparnos con lo que puedan sufrir en sus sentimientos naturales y en sus personas físicas, con motivo de lo que se les hace en ese carácter ficticio.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Los escritores, y especialmente cuando operan en corporación y en una sola dirección, ejercen gran influencia en el espíritu público; por lo tanto, la alianza de estos escritores con los grupos financieros contribuyó no poco a hacer desaparecer la animosidad y la envidia populares que rodeaban aquella especie de riquezas. Estos escritores, como los propagandistas de todas las novedades, fingían gran celo a favor de los pobres y de las clases bajas, mientras en sus sátiras volvían odiosos, con todos los medios de la exageración, los defectos de las cortes, de la nobleza y del clero. Se transformaron en una especie de demagogos. Sirvieron como un eslabón para unir, en pos de un solo objetivo, la odiosa riqueza con la pobreza impaciente y decidida a todo.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Cuando producen su efecto natural todos los fraudes, impuestura, violencias, rapiñas, incendios, asesinatos, confiscaciones, emisiones de papel de curso forzoso, y todas las especies de tiranía y crueldad empleadas para procurar y sostener esta revolución, a saber, el efecto de chocar los sentimientos morales de los espíritus virtuosos y sobrios, los defensores de este sistema filosófico inmediatamente esfuerzan su garganta con declamaciones contra el antiguo sistema monárquico de Francia. Una vez que han ennegrecido lo suficiente aquel poder depuesto, prosiguen su argumentación como si todos quienes desaprueban sus nuevos abusos, debieran ser necesariamente partidarios de los antiguos; como si quienes reprueban sus crudos y violentos planes de libertad, debieran ser tratados como abogados de la servidumbre.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La democracia absoluta</strong> <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“No sé bajo qué denominación clasificar la autoridad que actualmente rige Francia. Pretende ser una democracia pura, aunque creo que va en camino directo a transformase a corto plazo en una innoble y perversa oligarquía.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Si recuerdo correctamente, Aristóteles señala que una democracia tiene muchos notables puntos de semejanza con una tiranía. Estoy seguro, en cualquier caso, de que una democracia la mayoría de los ciudadanos es capaz de ejercer sobre la minoría más cruel opresión, cuando quiera que existan profundas divisiones en una política de esa especie, domo debe de ocurrir a menudo; y dicha opresión de la minoría se extenderá a un número mucho mayor, y será llevada adelante con mucha mayor furia de la que casi siempre se puede temer del cetro de una sola persona. Bajo semejante persecución popular, los individuos que sufren están en una situación mucho más deplorable que bajo cualquier otra.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La destrucción del antiguo régimen </strong><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“… ¿Será entonces verdad que el gobierno francés era tal que no merecía o no era susceptible de reforma, de modo que era absolutamente necesario echar abajo de una vez toda su estructura, y limpiar el terreno para levantar un edificio teórico experimental en su lugar? Las instrucciones para los diputados a la reunión de los Estados Generales, de cada distrito del reino, estaban llenas de proyectos para la reforma de aquel gobierno, sin la más remota insinuación de un propósito de destruirlo. Si semejante propósito se hubiera siquiera insinuado, creo que no habría más que una voz para rechazarlo con desdén y horror. Los hombres fueron llevados, a veces gradualmente, a veces precipitadamente a cosas que, si las hubiesen visto en bloque, jamás habrían permitido que se los acercar a ellas en lo más mínimo.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La política es inseparable de la justicia</strong> <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Pero, se argüirá, las confiscaciones en Francia no deben alarmar a las demás naciones. Dicen que no se llevaron a cabo por gratuita rapacidad; que es una gran medida de política nacional, adoptada para suprimir un mal extenso, inveterado y supersticioso. Sólo con la mayor dificultad puedo separar la política de la justicia. La justicia es en sí misma la gran política permanente de la sociedad civil; y cualquier notable desviación de ella, bajo cualesquiera circunstancias, queda bajo la sospecha de no ser de ninguna manera política.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La libertad que todo lo excusa </strong><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Los efectos de la incapacidad puesta en evidencia por los dirigentes populares en todos los terrenos fundamentales del Estado van a ser cubiertos en nombre de la libertad ‘que todo lo excusa’. Para alguna gente veo que hay gran libertad, en efecto. Para muchos, si no para los más, una opresiva y degradante servidumbre. ¿Pero qué es la libertad sin sabiduría y sin virtud? Es el mayor de todos los males posibles; porque es insensatez, vicio y locura, sin tutela ni restricción. Quienes saben lo que es la libertad virtuosa no pueden soportar verla deshonrada por cabezas incapaces, para tener palabras altisonantes en sus bocas.” <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">No se justifica semejante Revolución</strong> <br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" />“Pero, ¿soy tan poco razonable como para no ver nada en absoluto que merezca alabanza en los infatigables trabajos de esta Asamblea? No niego que entre infinito número de actos de violencia y de la locura, puede haberse hecho algo bien. Quienes todo los destruyen, indudablemente suprimirán algunas injusticias. Quienes todo lo hacen de nuevo, tienen una probabilidad de poder establecer algo benéfico. Para darles crédito por lo que han hecho en virtud de la autoridad que han usurpado, y poder excusarlos de los crímenes con que adquirieron dicha autoridad, debe probarse que las mismas cosas no podían haberse llevado a cabo sin producir semejante revolución. Es más seguro que sí podían porque casi cada una de las medidas tomadas por ellos que no fueran equívocas, estaba prevista en las concesiones del rey, hechas voluntariamente al reunirse los Estados Generales, o en las instrucciones coincidentes dadas a los estamentos. Algunos usos fueron abolidos por motivos justos; pero eran de tal especie que, si se hubieran conservado como estaban para toda la eternidad, habrían restado muy poco a la felicidad y la prosperidad de cualquier Estado. Las mejoras de la Asamblea Nacional son superficiales; sus errores, fundamentales.”</div>
<div align="justify" style="border: 0px; font-size: 14px; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: 18px !important; margin-bottom: 6px !important; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<img alt="Resultado de imagen para reflexiones sobre la revolucion francesa burke resumen" src="https://books.google.com/books/content?id=SsmsbHhh74wC&printsec=frontcover&img=1&zoom=5" /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
</div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-50789988781544195162017-03-29T12:45:00.000-07:002017-03-29T12:45:09.819-07:00DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES Jean-Jacques Rousseau<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-nOnFzoO1of21g2UEDepcIuNAvId9cjS5YFv4v3xgD5csx_a4V-wlEryZLW9rZJietiSMby00jmRgshhrO5DroTgqY6vAClEaEvkVASTxSb0jL_6KMx9hmZEr2rn_IgamEGMlXRUifEwp/s1600/rousseau.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-nOnFzoO1of21g2UEDepcIuNAvId9cjS5YFv4v3xgD5csx_a4V-wlEryZLW9rZJietiSMby00jmRgshhrO5DroTgqY6vAClEaEvkVASTxSb0jL_6KMx9hmZEr2rn_IgamEGMlXRUifEwp/s1600/rousseau.jpg" /></a></div>
DISCURSO SOBRE
LAS CIENCIAS Y
LAS ARTES
Jean-Jacques Rousseau
Obra reproducida sin responsabilidad editorial
Advertencia de Luarna Ediciones
Este es un libro de dominio público en tanto
que los derechos de autor, según la legislación
española han caducado.
Luarna lo presenta aquí como un obsequio a
sus clientes, dejando claro que:
La edición no está supervisada por nuestro
departamento editorial, de forma que no
nos responsabilizamos de la fidelidad del
contenido.<br />
<br />
PARTE PRIMERA
Grande y bello espectáculo es ver al hombre
salir de alguna manera de la nada por sus propios
recursos; con las luces de su razón disipar
las tinieblas en las que la naturaleza le había
envuelto; elevarse por encima de sí mismo;
gracias a su espíritu lanzarse hacia las regiones
celestes; tal como hace el sol, recorrer con pasos
de gigante la vasta extensión del universo; y, lo
que es aún más grande y más difícil, concentrarse
en sí mismo para estudiar al hombre y
conocer su naturaleza, sus deberes y su razón
de ser. Todas estas maravillas se han vuelto a
producir en las últimas generaciones.
Europa había recaído en la barbarie de los
primeros tiempos. Los pueblos de esta parte del
mundo, hoy tan ilustrada, vivían hace algunos
siglos en un estado peor que la ignorancia. No
sé muy bien qué clase de jerga científica, más
despreciable aún que la ignorancia, había usur-
pado el nombre a la sabiduría y para impedir
su vuelta le ponía obstáculos casi insalvables.
Se necesitaba una revolución para volver a encauzar
al hombre hacia el sentido común; finalmente
vino por donde menos se la esperaba.
Fue el estúpido Musulmán, fue el eterno azote
de las letras el que las hizo renacer entre nosotros.
La caída del trono de Constantino llevó a
Italia los escombros de la antigua Grecia. Francia
se enriqueció a su vez con estos preciados
despojos. Pronto las ciencias sucedieron a las
letras; al arte de escribir se unió el arte de pensar;
gradación que parece rara y que quizá es
demasiado natural; y se empezó a comprender
la principal ventaja del comercio con las Musas,
a saber, que hace a los hombres más sociables al
inspirarles el deseo de complacerse mutuamente
con obras dignas de su aprobación.
Al igual que el cuerpo, el espíritu tiene necesidades.
Las de aquél constituyen los fundamentos
de la sociedad, las de éste son su recreo.
Mientras el gobierno y las leyes subvienen a la
seguridad y al bienestar de los hombres sociales,
las letras y las artes, menos déspotas y
quizá más poderosas, extienden guirnaldas de
flores sobre las cadenas de hierro que los agobian,
ahogan en ellos el sentimiento de la libertad
original para la cual parecían haber nacido,
los hacen amar su esclavitud y los transforman
en lo que se ha dado en llamar pueblos civilizados.
La necesidad alzó tronos que las ciencias
y las artes han consolidado. Potencias de la
tierra, amad los talentos y proteged a aquellos
que los cultivan. Pueblos civilizados, cultivadlos:
dichosos esclavos, les debéis el gusto delicado
y fino del que presumís; la dulzura del
carácter y la urbanidad en las costumbres que
hacen entre vosotros el comercio tan sociable y
tan fácil; en una palabra, la apariencia de todas
las virtudes sin tener ninguna.
Por esta especie de buena educación, tanto
más amable cuanto menos digna presentarse,
se distinguieron antiguamente Atenas y Roma
en los días tan ponderados de su magnificencia
y de su brillo: sin duda, por ella tendrán la supremacía,
sobre todos los tiempos y sobre todos
los pueblos, nuestro siglo y nuestra nación. Un
tono filosófico sin pedantería, maneras naturales
y, sin embargo, solícitas, alejadas tanto de la
rusticidad tudesca como de la pantomima ultramontana:
he aquí los frutos del gusto adquirido
merced a estudios con calidad y perfeccionado
gracias al comercio mundano.
¡Qué dulce sería vivir en nuestra sociedad si
la continencia externa fuera siempre imagen de
las disposiciones del alma; si la decencia fuera
la virtud; si nuestras máximas fueran reglas; si
la verdadera filosofía no se pudiera separar de
la dignidad de filósofo! Pero tantas cualidades
rara vez van juntas y la virtud no se manifiesta
con tanta pompa. La riqueza en la vestimenta
puede anunciar a un hombre opulento y su
elegancia a un hombre con gusto; el hombre
sano y robusto es reconocible por otros síntomas:
bajo el vestido rústico de un labrador y no
bajo los arreos de un cortesano encontramos la
fuerza y el vigor corporal. Las galas no tienen
nada que ver con la virtud, que es la fuerza y el
vigor del alma. El hombre de bien es un atleta
que se complace en combatir desnudo: desprecia
todos los viles ornatos que estorbarían la
utilización de sus fuerzas y que no han sido
inventados en su mayoría sino para esconder
alguna deformidad.
Antes de que el arte hubiera modelado nuestras
maneras y enseñado un lenguaje afecto a
nuestras pasiones, nuestras costumbres eran
rústicas pero naturales; y la diferencia de procedimiento
anunciaba a primera vista la diferencia
de caracteres. La naturaleza humana, en
el fondo, no era mejor; pero los hombres encontraban
seguridad en la facilidad de conocerse
recíprocamente y esta ventaja, de cuyo precio
ya no nos damos cuenta, les ahorraba bastantes
vicios.
Hoy en día, cuando investigaciones más sutiles
y un gusto más refinado han reducido a
principios el arte de gustar, en nuestras cos-
tumbres reina una vil y engañosa uniformidad
y todos los espíritus parecen haber sido fabricados
con un mismo molde: la buena educación
exige continuamente, el decoro ordena: continuamente
nos adherimos al uso, nunca a nuestro
propio genio. Nadie se atreve ya a parecer
lo que es; y en esta coacción perpetua, los hombres
que conforman el rebaño llamado sociedad,
situados en las mismas circunstancias,
harán todos lo mismo si no se lo impiden motivos
de fuerza mayor. Por lo tanto, nunca sabremos
muy bien con quién nos enfrentamos;
para conocer a un amigo será necesario esperar
las grandes ocasiones, es decir, esperar el momento
en que ya sea tarde, puesto que para
esas mismas ocasiones habría sido esencial conocerlo.
¿Qué comitiva de vicios no acompañará a esta
incertidumbre? No más amistades sinceras; no
más estima real; no más confianza fundada. Las
sospechas, las sombras, los temores, la frialdad,
la reserva, el odio, la traición se ocultarán
siempre tras el velo uniforme y pérfido de la
buena educación, esta urbanidad tan elogiada
que debemos a las luces de nuestro siglo. Ya no
se profanará con juramentos el nombre del amo
del universo, pero se le insultará con blasfemias
y nuestros oídos escrupulosos no se ofenderán.
Ya no elogiaremos nuestro mérito propio, pero
rebajaremos el de los demás. No ultrajaremos
burdamente a nuestro enemigo, pero le calumniaremos
con habilidad. Los odios nacionales
se apagarán, pero será conjuntamente con el
amor a la patria. Se sustituirá la ignorancia
despreciada por un peligroso pirronismo.
Habrá excesos proscritos y vicios deshonrosos,
pero otros serán condecorados con el nombre
de virtud; será menester tenerlos o fingirlos.
Quien quiera que alabe la sobriedad de los sabios;
por mi parte, no veo en ellos más que un
refinamiento de la intemperancia, tan indigno
de mi elogio como su artificiosa sencillez.
Tal es la pureza que han adquirido nuestras
costumbres. De esta manera hemos llegado a
ser hombres de bien. Corresponde a las letras, a
las ciencias y a las artes el reivindicar lo que les
pertenece de tan saludable obra. Solamente
añadiré una reflexión; un habitante de una comarca
alejada que buscara formarse una idea
de las costumbres europeas sobre el estado de
las ciencias entre nosotros, sobre la perfección
de nuestras artes, sobre el decoro de nuestros
espectáculos, sobre la urbanidad de nuestras
maneras, sobre la afabilidad de nuestros discursos,
sobre nuestras perpetuas demostraciones
de buena voluntad y sobre el concurso tumultuoso
de hombres de todas las edades y de
todo estado que parecen tener prisa, desde que
sale la aurora hasta la puesta de sol, por servirse
mutuamente; este extranjero, digo, atribuiría
exactamente a nuestras costumbres lo contrario
de lo que son.
Allí donde no hay efecto no se puede buscar
una causa: pero aquí el efecto es evidente, la
depravación real; y se han corrompido nuestras
almas a medida que nuestras ciencias y nues-
tras artes han avanzado hacia la perfección.
¿Alguien dice que es una desgracia particular
de nuestra época? No, señores; los males provocados
por nuestra vana curiosidad son tan
viejos como el mundo. La subida y la bajada
cotidianas de las aguas del océano no están tan
regularmente sometidas a la trayectoria del
astro que nos ilumina durante la noche como el
destino de las costumbres y de la probidad al
progreso de las ciencias y de las artes. Se ha
visto huir a la virtud a medida que la luz de
éstas se alzaba sobre nuestro horizonte y el
mismo fenómeno se ha observado en todo
tiempo y lugar.
Ahí tenéis a Egipto, la primera escuela del
universo, con ese clima tan fértil bajo un cielo
de bronce, comarca célebre de donde partió
antiguamente Sesostris para conquistar el
mundo. Llega a ser la madre de la filosofía y de
las bellas artes y poco después la conquista de
Cambises, luego la de los Griegos, la de los
Romanos, la de los Arabes y finalmente la de
los Turcos.
Ahí tenéis a Grecia, en otro tiempo poblada
de héroes que vencieron dos veces a Asia, una
ante Troya y otra en su propio hogar. Las letras
recién nacidas todavía no habían llevado la
corrupción a los corazones de sus habitantes;
pero el progreso de las artes, la disolución de
las costumbres y el yugo del Macedonio se sucedieron
con poco intervalo; y Grecia, siempre
sabia, siempre voluptuosa y siempre esclava,
nunca volvió a experimentar en sus revoluciones
más que cambios de dueño. Toda la elocuencia
de Demóstenes no pudo ya reanimar
un cuerpo que el lujo y las artes habían enervado.
En el tiempo de los Ennio y de los Terencio,
Roma, fundada por un pastor e ilustrada por
labradores, empieza a degenerar. Pero después
de los Ovidio, Catulo, Marcial y toda esa masa
de autores obscenos, cuyos nombres solos
alarman el pudor, Roma, en otro tiempo templo
de la virtud, se transforma en el teatro del crimen,
en el oprobio de las naciones y el juguete
de los bárbaros. Esa capital del mundo cae finalmente
en el yugo que había impuesto a tantos
pueblos y el día de su caída fue la víspera
de aquél en que se otorgó a uno de sus ciudadanos
el título de árbitro del buen gusto.
Qué diré de la metrópolis del imperio de
Oriente, que, por su posición, parecía digna de
ser la del mundo entero; de este asilo de las
ciencias y de las artes proscritas en el resto de
Europa, quizá más por sabiduría que por barbarie.
Todo lo más vergonzoso del desenfreno y
la corrupción; lo más negro de las traiciones, los
asesinatos y los venenos; lo más atroz del concurso
de todos los crímenes; he aquí la fuente
pura de donde hemos visto emanar las luces de
las que se vanagloria nuestro siglo.
Pero por qué buscar en tiempos remotos las
pruebas de una verdad de la que tenemos testimonios
aún vivos bajo los ojos. Existe en Asia
una comarca en donde las letras honradas
hacen alcanzar las principales dignidades del
Estado. Si las ciencias depurasen las costumbres,
sí enseñaran a los hombres a derramar su
sangre por la patria, si animaran el valor, los
pueblos de China serían sabios, libres e invencibles.
Pero, si no existe vicio que no los domine,
crimen que no les sea familiar; si las luces
de los ministros, ni la pretendida sabiduría de
las leyes ni la multitud de habitantes de este
vasto imperio no le han podido garantizar contra
el yugo del Tártaro ignorante y burdo, ¿de
qué le han servido todos sus sabios? ¿Qué fruto
ha recogido de los honores que les colman? ¿El
de estar poblado por esclavos y malas personas?
Contrastemos estos cuadros con el de las costumbres
de ese pequeño número de pueblos
que, a salvo del contagio de los conocimientos
vanos, han hecho su propia felicidad a través
de sus virtudes para ejemplo de las demás naciones.
Tales fueron los primeros Persas, singular
nación en la que se aprendía la virtud como
en la nuestra se aprende la ciencia; que subyugó
a Asia con tanta facilidad; ella sola ha
tenido la gloria de que la historia de sus instituciones
sea como una novela filosófica. Tales
fueron los Escitas, de los que nos quedan
magníficos elogios. Tales los Germanos, una de
cuyas plumas, cansada de trazar los crímenes y
las negruras de un pueblo instruido, opulento y
voluptuoso, se consolaba pintando la sencillez,
la inocencia y las virtudes. Tal había sido Roma
incluso en los tiempos de su pobreza y de su
ignorancia. Finalmente, así se ha mostrado hasta
nuestros días esa nación rústica tan elogiada
por su valor, que no ha podido abatir la adversidad,
y por su fidelidad, que no ha podido
corromper el mal ejemplo..
No es por estupidez por lo que éstos han preferido
otros ejercicios a los ejercicios del espíritu.
No ignoraban que en otras comarcas algunos
hombres ociosos se pasaban la vida discutiendo
sobre el bien soberano, sobre el vicio y
sobre la virtud y que razonadores orgullosos,
otorgándose a ellos mismos los más grandes
elogios, confundían a los demás pueblos bajo el
nombre despreciativo de bárbaros; pero han
examinado sus costumbres y aprendido a desdeñar
su doctrina.
¿Acaso podría olvidar que fue en el mismo
seno de Grecia donde se vio elevarse aquella
ciudad tan célebre por su feliz ignorancia como
por la sabiduría de sus leyes, aquella República
de semidioses, que no de hombres (tan superiores
parecían sus virtudes a los ojos de la
Humanidad)? ¡Esparta! ¡Oprobio eterno de una
doctrina vana! Mientras los vicios, conducidos
por las bellas artes, se introducían juntos en
Atenas, mientras un tirano reunía con tanto
cuidado las obras del príncipe de los poetas, tú
expulsabas de tus muros las artes y a los artistas,
las ciencias y a los sabios.
Este acontecimiento marcó la diferencia. Atenas
se convirtió en la morada de la buena educación
y del buen gusto, el país de los oradores
y de los filósofos. La elegancia de sus edificios
respondía a la de su lenguaje. Por todas partes
se veían mármoles y telas animados por las
manos de los más hábiles maestros. De Atenas
han salido esas obras sorprendentes que servirán
de modelo en los tiempos de la corrupción.
El retrato de Lacedemonia es menos brillante.
Ahí, decían los demás pueblos, los hombres
nacen virtuosos y el mismo aire parece
inspirar la virtud De sus habitantes no nos
queda más que la memoria de sus heroicas acciones.
¿Tales monumentos deben valernos
menos que los mármoles sorprendentes que
nos ha dejado Atenas?
Es cierto que algunos sabios se han resistido
al torrente general y se han guardado del vicio
en la residencia de las Musas. Pero escuchemos
el juicio que acerca de los sabios y de los artistas
de su tiempo efectuaba el primero y más
desgraciado de todos ellos.
"He examinado -dice- a los poetas y los miro
como personas cuyo talento impone a las demás
y a ellas mismas, que se las dan de sabias,
a las que se tiene por tales, cuando tienen menos
de eso que de ninguna otra cosa.
De los poetas -continúa Sócrates- he pasado a
los artistas. Nadie ignoraba las artes más que
yo; nadie estaba más convencido que yo de que
los artistas poseían secretos bellísimos. Sin embargo,
me he dado cuenta de que su condición
no es mejor que la de los poetas y que los unos
y los otros se encuentran con el mismo prejuicio.
Porque los más hábiles de todos ellos destacan
en su patria, se miran ya como los más
sabios entre los hombres. Tal presunción ha
debilitado completamente a mis ojos su saber.
De manera que, poniéndome en el lugar del
oráculo y preguntándome qué es lo que preferiría
ser, lo que soy yo o lo que son ellos, saber
lo que ellos han aprendido o saber que no sé
nada, me he respondido a mí mismo y al Dios:
Quiero seguir siendo lo que soy.
Ni los sofistas, ni los poetas, ni los oradores,
ni los artistas, ni yo mismo sabemos qué es lo
verdadero, ni lo bueno ni lo bello. Pero entre
nosotros existe una diferencia: aunque estas
personas no sepan nada, todas creen saber algo.
Mientras que yo, si no sé nada, al menos no
tengo esa duda. De manera que toda esta superioridad
de sabiduría que me otorga el oráculo
se reduce únicamente a estar convencido completamente
de que ignoro todo lo que no sé."
¡He aquí por lo tanto al más sabio de los
hombres según el parecer de los dioses y el más
sabio de todos los Atenienses según la opinión
de Grecia entera, Sócrates, elogiando la ignorancia!
¿Es posible creer que si resucitara en
nuestra sociedad nuestros sabios y nuestros
artistas le harían cambiar de opinión? No, señores,
este hombre justo continuaría despreciando
nuestras vanas ciencias; no ayudaría a enriquecer
los ríos de libros que nos inundan por todas
partes y no dejaría a sus discípulos y a nuestros
sobrinos, como hizo antes, más que el ejemplo
y la memoria de su virtud por todo precepto.
¡Así es bello distinguir a los hombres!
Sócrates había empezado en Atenas; el viejo
Catón continuó en Roma, desencadenándose
contra los Griegos artificiosos y sutiles que seducían
la virtud y debilitaban el valor de sus
conciudadanos. Pero las ciencias, las artes y la
dialéctica prevalecieron todavía: Roma se llenó
de filósofos y de oradores; se abandonó la disciplina
militar, se despreció la agricultura, se
acogieron sectas y se olvidó la patria. A los
nombres sagrados de libertad, de desinterés, de
obediencia a las leyes sucedieron los nombres
de Epicuro, de Zenón, de Arcésilas. Desde que
han empezado a aparecer los sabios entre nosotros
-decían sus propios filósofos- las personas
de bien se han eclipsado. Hasta entonces los
Romanos se habían contentado con practicar la
virtud; todo se perdió cuando empezaron a
estudiarla.
¡Fabricio! ¿Qué habría pensado vuestra gran
alma si, por desgracia vuelto a la vida, hubierais
visto la cara pomposa de esa Roma que
vuestro brazo salvó y que vuestro nombre res-
petable había ilustrado más que todas sus conquistas?
"¡Dioses! -habríais dicho- ¿Qué ha sido
de esos tejados de paja y de los hogares rústicos
que en otro tiempo habitaban la moderación y
la virtud? ¿Qué funesto esplendor ha sucedido
a la sencillez romana? ¿Qué es este extraño lenguaje?
¿Qué son estas costumbres afeminadas?
¿Qué significan estas estatuas, estos cuadros,
estos edificios? Insensatos, ¿qué habéis hecho?
¿Vosotros, amos de las naciones, os habéis
transformado en esclavos de los hombres frívolos
que habéis vencido? ¿Os gobiernan los rétores?
¿Para enriquecer a los arquitectos, a los
pintores, a los escultores, a los histriones, hab-
éis regado con vuestra sangre Grecia y Asia?
¿Los despojos de Cartago son ahora la presa de
un flautista? Romanos, apresuraos a echar por
tierra los anfiteatros; quebrad los mármoles;
quemad los cuadros; expulsad a los esclavos
que os subyugan, cuyas funestas artes os corrompen.
Que otras manos se iluminen con
vanos talentos; el único talento digno de Roma
es el de conquistar el mundo y hacer reinar la
virtud en él. Cuando Cineas tomó nuestro Senado
por una asamblea de reyes no se deslumbró
por una pompa vana ni por una elegancia
rebuscada. No escuchó en él la elocuencia
frívola, el estudio y el encanto de los hombres
futiles. ¿Qué vio entonces Cineas que lo
hizo a sus ojos tan majestuoso? ¡Oh, ciudadanos!
Vio un espectáculo que no ofrecerán nunca
vuestras riquezas ni vuestras artes; el más bello
espectáculo que haya aparecido jamás bajo el
cielo, la asamblea de doscientos hombres virtuosos,
dignos de gobernar Roma y la tierra
entera."
Pero salvemos la distancia de los lugares y los
tiempos y veamos lo que ha ocurrido en nuestras
comarcas y bajo nuestros propios ojos; o
mejor, apartemos cuadros odiosos que herirían
nuestra sensibilidad y ahorrémonos el esfuerzo
de repetir lo mismo con otro nombre. No en
vano invocaba yo los manes de Fabricio; ¿Y qué
he hecho decir a aquel gran hombre que no
hubiera podido poner en boca de Luis XII o de
Enrique IV? Es cierto que entre nosotros Sócrates
no habría bebido la cicuta; pero habría bebido
en una copa más amarga, la burla insultante
y el desprecio, cien veces peor que la muerte.
He aquí cómo el lujo, la disolución y la esclavitud
han sido en todo tiempo el castigo a los
esfuerzos orgullosos que hemos hecho para
salir de la feliz ignorancia donde nos había situado
la sabiduría eterna. El tupido velo con el
que ha cubierto todas sus operaciones parecía
avisarnos suficientemente que no nos ha destinado
a búsquedas vanas. ¿Pero existe alguna
lección suya que hayamos sabido aprovechar o
que hayamos abandonado impunemente? Pueblos,
sabed de una vez por todas que la naturaleza
ha querido preservarnos de la ciencia, como
una madre arrebata un arma peligrosa de
las manos de su hijo; que todos los secretos que
os oculta constituyen tantos males contra los
que os guarda y que el esfuerzo que invertís
para instruirás es el mayor de sus beneficios.
Los hombres son perversos; serían peores aún
si hubieran tenido la desgracia de nacer sabiendo.
¡Qué humillantes son estas reflexiones para la
Humanidad! ¡Cómo debe mortificarse nuestro
orgullo! ¿Qué es lo que ocurre? ¿La probidad es
acaso hija de la ignorancia? ¿La ciencia y la virtud
son entonces incompatibles? ¿Qué consecuencias
se podrían sacar de estos prejuicios?
Pero para conciliar estas contradicciones aparentes
es necesario examinar de cerca la vanidad
y el vacío de los títulos orgullosos que nos
deslumbran y que atribuimos gratuitamente a
los conocimientos humanos. Consideremos,
pues, las ciencias y las artes en sí mismas. Veamos
lo que debe resultar de su progreso; y no
vacilemos en convenir en todos aquellos puntos
en los que nuestros razonamientos se encuentren
de acuerdo con las inducciones históricas<br />
<br />
.
PARTE SEGUNDA<br />
<br />
Una antigua tradición de Egipto importada
de Grecia consideraba que el inventor de las
ciencias era un dios enemigo de la tranquilidad
de los hombres. ¿Qué opinión debían de tener
acerca de ellas los mismos Egipcios, en cuya
nación habían nacido éstas? Ocurre que veían
de cerca las fuentes que las habían producido.
En efecto, aun que hojeemos los anales del
mundo, aunque suplamos las crónicas inciertas
por investigaciones filosóficas, no encontraremos
para los conocimientos humanos un origen
que responda a la idea que nos gusta tener sobre
él. La astronomía nació de la superstición;
la elocuencia, de la ambición, del odio, de la
adulación, de la mentira; la geometría, de la
avaricia; de la física, de una vana curiosidad;
todas, incluso la moral, del orgullo humano.
Por lo tanto, las ciencias y las artes deben su
nacimiento a nuestros vicios: dudaríamos menos
de sus ventajas si lo debieran a nuestras
virtudes.
El defecto de su origen queda bien patente en
sus objetos. ¿Qué haríamos con las artes sin el
lujo que las alimenta? Sin las injusticias de los
hombres, ¿qué utilidad tendría la jurisprudencia?
¿En qué se transformaría la historia si no
hubiera tiranos, ni guerras ni conspiradores?
En una palabra, ¿quién querría gastar su vida
con estériles contemplaciones, si, al no consultar
cada uno más que los deberes del hombre y
las necesidades de la naturaleza, no se tuviera
tiempo para nada que no fuera la patria, los
infelices y los amigos? ¿ Es que estamos hechos
entonces para morir atados al borde del pozo
donde se ha escondido la verdad? Esta reflexión
tendría ya que hacer retroceder, desde
los primeros pasos, a todo hombre que buscara
instruirse con seriedad a través del estudio filosófico.
¡ Cuántos peligros! ¡ Cuántos caminos falsos
en la investigación de las ciencias! ¿Por cuántos
errores, mil veces más peligrosos que útil es la
verdad, no habrá que pasar para llegar a ella?
La desventaja es evidente; porque lo falso es
susceptible de tener una infinidad de combinaciones;
pero la verdad sólo tiene una manera de
ser. Por otra parte, ¿existe alguien que la busque
sinceramente? Incluso con la mejor voluntad
del mundo, ¿por qué indicios la reconoceremos
con seguridad? Entre tal cantidad de
sentimientos diferentes, ¿ cuál será nuestro criterium
para juzgarla acertadamente? Y lo que
es más difícil aún, si por fortuna la encontramos
finalmente, ¿quién de nosotros sabrá utilizarla
bien?
Si nuestras ciencias son vanas en cuanto al
objeto que se proponen, son más peligrosas aún
por los efectos que producen. Nacidas de la
ociosidad, la alimentan a su vez; y la pérdida
irreparable de tiempo es el primer perjuicio que
provocan necesariamente a la sociedad. En
política, como en moral, constituye un gran mal
el hecho de no hacer el bien; y todo ciudadano
inútil puede ser considerado como un hombre
pernicioso. Respondedme, pues, ilustres filóso-
fos; vosotros, gracias a los cuales sabemos en
qué condiciones los cuerpos se atraen en el vac-
ío; cuáles son, en las revoluciones de los planetas,
las relaciones de las áreas recorridas en
tiempos iguales; qué curvas tienen puntos conjugados,
puntos de inflexión y de rebotadura;
de qué manera el hombre ve todo en Dios; de
qué manera el alma y el cuerpo tienen correspondencia
sin comunicación, de igual forma
que dos relojes; qué astros pueden habitarse;
qué insectos se reproducen de forma extraordinaria;
respondedme, os digo; vosotros, de
quienes hemos recibido tantos conocimientos
sublimes; ¿aunque nunca nos hubierais ense-
ñado estas cosas, seríamos por ello menos numerosos,
estaríamos peor gobernados, seríamos
menos temibles, menos florecientes o más perversos?
Volved entonces a la importancia de
vuestros productos; y, silos trabajos de los sabios
más ilustres y de nuestros mejores ciudadanos
nos proporcionan tan escasa utilidad,
decidnos lo que debemos pensar de esa multi-
tud de escritores oscuros y de hombres de letras
ociosos que devoran la substancia del Estado
sin provecho alguno.
¿Qué digo, ociosos? ¡Plugiera a Dios que lo
fueran en efecto! Sus costumbres serían más
sanas y la sociedad estaría más tranquila. Pero
estos vanos y futiles declamadores van por todos
lados armados con sus funestas paradojas,
socavando los fundamentos de la fe y destruyendo
la virtud. Sonríen desdeñosamente
cuando oyen las viejas palabras patria y religión
y consagran sus talentos y su filosofía a
destruir y envilecer todo lo sagrado que pertenece
a los hombres. No es que odien en el fondo
la virtud ni nuestros dogmas; son enemigos
de la opinión pública; y para hacerlos volver al
pie del altar bastaría con relegarlos entre el
común de los ateos. ¡Oh, furor por distinguirse!
¿Qué hay que no puedas hacer?
El abuso del tiempo es un gran mal. Otros
males peores todavía siguen a las letras y a las
artes. Así ocurre con el lujo, nacido como ellas
de la ociosidad y de la vanidad de los hombres.
El lujo se presenta rara vez sin las ciencias o las
artes y éstas nunca van sin él. Ya sé que nuestra
filosofía, siempre fecunda en máximas singulares,
pretende, en contra de la experiencia multisecular,
que el lujo hace el esplendor de los
Estados; pero después de haber olvidado la
necesidad de leyes suntuarias, ¿ todavía osará
negar que las buenas costumbres son esenciales
para la permanencia de los imperios y que el
lujo es lo diametralmente opuesto a las buenas
costumbres? Si se quiere, que el lujo sea un signo
evidente de riqueza; que sirva incluso para
multiplicarla: ¿qué habrá que concluir acerca de
esta paradoja tan digna de haber nacido en
nuestros días? ¿Y qué será de la virtud cuando
sea necesario enriquecerse a cualquier precio?
Los antiguos políticos hablaban continuamente
de buenas costumbres y de virtud; los nuestros
no hablan sino de comercio y de dinero. Uno os
dirá que un hombre de cierta comarca vale la
suma por la que se le vendería en Argel; otro,
siguiendo este mismo cálculo, encontrará paí-
ses donde un hombre no vale nada y países
donde un hombre vale menos que nada. Eval-
úan a los hombres como manadas de reses.
Según ellos, un hombre sirve al Estado en función
de lo que consume en él. Así, un Sibarita
valía perfectamente por treinta
Lacedemonios. Intentemos adivinar, pues,
cuál de estas dos Repúblicas, Esparta y Sibaris,
se vio subyugada por un puñado de campesinos
y cuál de ellas hizo temblar a Asia.
La monarquía de Ciro fue conquistada con
treinta mil hombres por un príncipe más pobre
que el más pobre de los sátrapas de Persia; y los
Escitas, el pueblo más miserable que haya existido,
resistió a los monarcas más poderosos del
universo. Dos grandes repúblicas se disputaron
el imperio del mundo; una de ellas era muy
rica, la otra no tenía nada, y fue esta última la
que destruyó a la otra. A su vez, el imperio romano,
después de haber engullido todas las
riquezas del universo, fue presa de unas gentes
que ni siquiera sabían qué era la riqueza. Los
Francos conquistaron las Galias; los Sajones,
Inglaterra, sin más tesoros que su bravura, y su
pobreza. Una tropa de pobres montañeses cuya
avidez se limitaba a algunas pieles de cordero,
después de haber sometido a la fiera austríaca,
aplastó a la opulenta Casa de Borgoña, que
hacía temblar a los potentados de Europa. Finalmente,
toda la potencia y toda la sabiduría
del heredero de Carlos V, sostenidas por todos
los tesoros de las Indias, vinieron a estrellarse
contra un puñado de pescadores de arenques.
Que nuestros políticos se dignen suspender sus
cálculos para reflexionar acerca de estos ejemplos
y que aprendan de una vez por todas que
con el dinero se obtiene todo salvo buenas costumbres
y ciudadanos.
¿De qué se trata, pues, en todo este asunto del
lujo? ¿De saber si es más importante para los
imperios el hecho de ser brillantes y efímeros o
virtuosos y duraderos? Digo brillantes, ¿pero
con qué brillo? El gusto por el fasto no se asocia
con el de la honradez en una misma alma. No,
no es posible que los espíritus degradados por
abundancia de cuidados futiles se eleven nunca
hacia algo grande; y aun si tuvieran fuerzas
para ello, les faltaría el valor.
Todo artista quiere ser aplaudido. Los elogios
de sus contemporáneos son la parte más preciada
de su recompensa. ¿Qué hará, pues, para
obtenerlos sí tiene la desgracia de haber nacido
en un pueblo y en unos tiempos en que los sabios
de moda han puesto a la juventud frívola
en estado de dar el tono; donde los hombres
han sacrificado su gusto en favor de los tiranos
de su libertad; donde uno de los dos sexos no
se ha atrevido a aprobar lo que está proporcionado
a la pusilanimidad del otro y se han desaprovechado
obras de arte de poesía dramática
y rechazado prodigios de armonía? Señores,
¿qué hará? Rebajará su genio al nivel de su siglo
y preferirá componer obras comunes, ésas
que se admiran en vida del autor, a maravillas
que no se admirarían sino después de su muer-
te. Decidnos, célebre Arouet, cuántas bellezas
viriles y fuertes habéis sacrificado en aras de
nuestra falsa delicadeza y cuántas cosas grandes
os ha costado el espíritu de la galantería,
tan fértil en cosas pequeñas.
De esta manera, la disolución de las costumbres,
consecuencia necesaria del lujo, arrastra a
su vez la corrupción del gusto. Si entre los
hombres extraordinarios por sus talentos se
encuentra por casualidad alguno que tenga
firmeza en el alma y que se niegue a prestarse
al genio de su siglo y a envilecerse con producciones
pueriles, ¡ay de él! Morirá en la indigencia
y en el olvido. ¡Ojalá esto fuera un pronóstico
que hago y no una experiencia que transmito!
Carlo, Pedro, ha llegado el momento en que
el pincel que estaba destinado a aumentar la
majestuosidad de nuestros templos con imágenes
sublimes y santas debe caer de vuestras
manos o se verá prostituido para adornar con
pinturas lascivas las almohadillas de un sofá. Y
tú, rival de los Praxíteles y de los Fidias; tú,
cuyo cincel habrían empleado los antiguos en
fabricarse dioses capaces de excusar su idolatr-
ía ante nuestros ojos; inimitable Pigalle, tu mano
tendrá que resolverse a rebajar la barriga de
un monigote o deberá permanecer ociosa.
No se puede reflexionar sobre las costumbres
sin complacerse en recordar la imagen de la
sencillez de los primeros tiempos. Se trata de
una bella ribera, adornada únicamente por las
manos de la naturaleza, hacia la cual dirigimos
continuamente los ojos y de la cual nos alejamos
con pesar. Cuando los hombres inocentes
y virtuosos gustaban de tener a los dioses por
testigos de sus actos, vivían juntos en las mismas
cabañas; pero en seguida se volvieron
malvados, se hastiaron de esos incómodos espectadores
y los relegaron dentro de templos
magníficos. Finalmente los expulsaron de ellos
para establecerse ellos mismos; o, al menos, los
templos de los dioses no se distinguieron ya de
las casas de los ciudadanos. Fue entonces el
colmo de la depravación; y los vicios nunca
llegaron tan lejos como el día en que se los vio,
por así decirlo, sostenidos a la entrada de los
palacios de los Grandes sobre columnas de
mármol y grabados sobre capiteles corintios.
Mientras las comodidades de la vida se multiplican,
se perfeccionan las artes y se extiende
el lujo; el verdadero valor se enerva, las virtudes
militares se desvanecen y se trata también
de la obra de las ciencias y de las artes que se
ejercen en las sombras de un gabinete. Cuando
los Godos arrasaron Grecia, sólo se salvaron del
fuego las bibliotecas gracias a la opinión que
alguien sembró, según la cual era necesario
dejar a los enemigos bienes capaces de desviarlos
del ejercicio militar y de divertirlos con
ocupaciones ociosas y sedentarias. Carlos VIII
se vio dueño de la Toscana y del reino de
Nápoles sin casi sacar la espada; y toda su corte
atribuyó esta facilidad inesperada al hecho de
que los príncipes y la nobleza de Italia se divertían
intentando ser ingeniosos y sabios mejor
que ejercitarse para llegar a ser vigorosos y
guerreros. En efecto, dice el hombre sensato
que narra estas dos anécdotas, todos los ejemplos
nos enseñan que dentro de esta marcial
civilización, y en todas aquellas que se le parecen,
el estudio de las ciencias se adecua más a
debilitar y a afeminar el valor que a reforzarlo y
fomentarlo.
Los romanos han confesado que la virtud militar
se había apagado entre ellos a medida que
empezaron a reconocerse en cuadros, en grabados,
en jarrones de orfebrería y a cultivar las
bellas artes; y como si esta comarca célebre estuviera
destinada siempre a servir de ejemplo a
los demás pueblos, la elevación de los Médicis
y el restablecimiento de las letras han hecho
sucumbir de nuevo y quizá para siempre aquella
reputación guerrera que parecía haber recuperado
Italia desde hacía algunos siglos.
Las antiguas repúblicas de Grecia, con la sabiduría
que reinaba en la mayoría de sus instituciones,
habían prohibido a sus ciudadanos
todos los oficios tranquilos y sedentarios que, al
apoltronar y corromper el cuerpo, enervan en
seguida el vigor del alma. En efecto, pensemos
con qué cara pueden afrontar el hambre, la sed,
las fatigas, los peligros y la muerte hombres
que el menor esfuerzo hace retroceder. ¿Con
qué valor soportarán los soldados los trabajos
excesivos a los que no están acostumbrados?
¿Con qué ardor efectuarán marchas forzadas
bajo el mando de oficiales que ni siquiera tienen
fuerzas para viajar a caballo? Que no se me
objete el valor renombrado de todos los guerreros
modernos tan sabiamente disciplinados. Me
elogian su bravura en un día de batalla, pero no
se me dice cómo soportan el exceso de trabajo,
cómo resisten el rigor de las estaciones y las
intemperies del aire. Basta un poco de sol o de
nieve, basta la privación de algunas superfluidades
para fundir y destruir en pocos días el
mejor ejército. Guerreros intrépidos, soportad
de una vez por todas la verdad que os es tan
extraña; sois bravos, lo sé; habríais triunfado
con Aníbal en Cannes y en Trasímeno; con vo-
sotros, César habría pasado el Rubicón y esclavizado
el país; pero con vosotros el primero no
habría atravesado los Alpes y el segundo no
habría vencido a vuestros antepasados.
Los combates no son siempre el éxito de una
guerra y existe para los generales un arte superior
al de ganar batallas. Uno puede correr
hacia el fuego con intrepidez sin dejar de ser
por ello un malísimo oficial: incluso en el soldado
un poco más de fuerza y de vigor sería
quizá más necesario que tanta bravura que no
le guarda de la muerte; ¿y qué le importa al
Estado que sus tropas perezcan a causa de la
fiebre y el frío o a causa de la espada enemiga?
Si la cultura de las ciencias es perjudicial para
las cualidades guerreras, todavía lo es más para
las cualidades morales. Desde los primeros
años, una educación insensata adorna nuestro
espíritu y corrompe nuestro juicio. Por todas
partes veo establecimientos inmensos donde se
educa a los jóvenes costosamente para enseñarles
toda clase de cosas, salvo sus deberes. Vues-
tros hijos ignorarán su propia lengua, pero
hablarán otras que no se usan en ninguna parte;
sabrán componer versos que comprenderán a
duras penas; sin saber distinguir el error de la
verdad, poseerán el arte de volverlos irreconocibles
a los demás gracias a argumentos especiosos;
pero las palabras magnanimidad, templanza,
humanidad, valor, jamás sabrán lo que
significan; el dulce nombre de patria nunca
llegará a sus oídos; y si oyen hablar de Dios,
será menos para temerle que para tener miedo
de él. Decía un sabio: preferiría que mi alumno
hubiera pasado el tiempo en un frontón; al menos
tendría el cuerpo más ágil. Sé que hay que
ocupar a los niños en algo y que la ociosidad es
para ellos el peligro más temible. ¿ Qué es necesario
que aprendan, pues? ¡He aquí, desde
luego, una bonita pregunta! Que aprendan lo
que deben hacer al ser hombres y no lo que
deben olvidar.
Nuestros jardines están decorados con estatuas
y nuestras galerías con cuadros. ¿Qué
pensáis que representan estas obras de arte
expuestas a la admiración pública? ¿A los defensores
de la patria? ¿O a esos hombres más
grandes aún que la han enriquecido con sus
virtudes? No. Son imágenes de todos los extravíos
del corazón y de la razón, sacados con
mucho cuidado de la mitología antigua y presentados
precozmente ante la curiosidad de
nuestros hijos; sin duda para que tengan a la
vista modelos de malas acciones antes incluso
de saber leer.
¿De dónde nacen todos estos abusos, sino de
la desigualdad funesta introducida entre los
hombres por la distinción de los talentos y por
el envilecimiento de las virtudes? He aquí el
efecto más evidente de todos nuestros estudios
y su consecuencia más peligrosa. Acerca de un
hombre ya no se pregunta si es honrado, sino si
tiene talento; ni acerca de un libro si es útil, sino
si está bien escrito. Las recompensas se prodigan
a los espíritus brillantes y la virtud queda
sin honores. Hay mil premios para los discur-
sos bonitos, ninguno para las grandes acciones.
Que alguien me diga, sin embargo, si se puede
comparar la gloria atribuida al mejor discurso
de todos los que serán galardonados en esta
Academia con el mérito del que instituyó el
premio.
El sabio no corre detrás de la fortuna; pero no
es insensible a la gloria; y cuando la ve tan mal
distribuida, su virtud, que habría fomentado y
hecho ventajosa para la sociedad un poco de
emulación, languidece y se apaga en la miseria
y el olvido. He aquí lo que, a la larga, debe
producir en todas partes la preferencia por los
talentos agradables sobre los talentos útiles y lo
que ha confirmado completamente la experiencia
desde la renovación de las ciencias y de las
artes. Tenemos físicos, geómetras, químicos,
astrónomos, poetas, músicos, pintores; ya no
tenemos ciudadanos; y si todavía nos quedan
algunos, dispersos en nuestros campos abandonados,
donde mueren, indigentes y despreciados.
Este es el estado al que han quedado
reducidos, éstos son los sentimientos que obtienen
de nosotros los, que nos proporcionan el
pan y dan leche a nuestros hijos.
Sin embargo, debo confesar algo: el daño no
es tan grande como habría podido llegar a ser.
La previsión eterna, al colocar al lado de ciertas
plantas perjudiciales otras sencillamente saludables
y en la substancia de varios animales
dañinos el remedio para sus heridas, ha ense-
ñado a los soberanos, que son sus ministros, a
imitar su sabiduría. Gracias a su ejemplo, del
seno mismo de las ciencias y de las artes, fuentes
de mil irregularidades, ese gran monarca,
cuya gloria no hará sino adquirir de año en año
nuevo esplendor, sacó las célebres sociedades
encargadas a la vez del peligroso depósito de
los conocimientos humanos y del depósito sagrado
de las costumbres, por la atención que
prestan a mantener en ellas toda su pureza y
exigirla a los miembros que reciben.
Estas sabias instituciones reforzadas por su
augusto sucesor e imitadas por todos los reyes
de Europa servirán al menos de freno a las personas
de letras que, al aspirar todas al honor de
ser admitidas en las Academias, se vigilarán e
intentarán hacerse dignas con obras útiles y
costumbres irreprochables. De todas estas
compañías, aquellas que, para los premios con
los que honran el mérito literario, escojan temas
capaces de reanimar el amor a la virtud en los
corazones de los ciudadanos demostrarán que
este amor reina en ellas y proporcionarán a los
pueblos ese placer tan raro y tan dulce que es
ver cómo se vuelcan las sociedades sabias para
derramar sobre el género humano no sólo luces
agradables, sino también instrucciones saludables.
Por lo tanto, que no se me plantee una objeción
que no es para mí sino una nueva prueba.
Tantos cuidados muestran perfectamente la
necesidad de adoptarlos y no se buscan remedios
a males que no existen. ¿Por qué es necesario
que éstos contraigan por su insuficiencia
misma el carácter de remedios ordinarios? Tan-
tos establecimientos hechos para beneficio de
los sabios están capacitados para imponerse
sobre los objetos de las ciencias y para dirigir
los espíritus hacia su cultura. Si consideramos
las precauciones que se adoptan, parece como
si hubiera demasiados labradores y que se temiera
carecer de filósofos. No quiero aventurar
aquí una comparación entre la agricultura y la
filosofía: sería insoportable. Unicamente preguntaré:
¿qué es la filosofía? ¿De qué tratan los
escritos filosóficos más conocidos? ¿Qué lecciones
nos dan los amigos de la sabiduría? Cuando
los escuchamos, ¿no se les tomaría por una
tropa de charlatanes que gritan, cada cual por
su lado, en una plaza pública: Venid a mí, sólo
yo no engaño a nadie? Uno pretende que no
hay cuerpo y que todo es representación. Otro,
que no hay más substancia que la materia ni
otro dios que no sea el mundo. Este nos adelanta
que no existen las virtudes ni los vicios y que
el bien y el mal moral son quimeras. Aquél, que
los hombres son lobos y pueden devorarse con
la conciencia tranquila. ¡Grandes filósofos!
Ojalá reservarais estas lecciones provechosas
para vuestros amigos y para vuestros hijos;
recibiríais pronto su precio y no temeríamos
encontrar entre los nuestros uno de vuestros
sectarios.
¡Aquí tenéis a los hombres maravillosos a los
que se ha prodigado en vida la estima de sus
contemporáneos y reservado la inmortalidad
después de muertos! He aquí las sabias máximas
que hemos recibido de ellos y que transmitiremos
a nuestra descendencia de generación
en generación. ¿Acaso el paganismo, librado a
todos los extravíos de la razón humana, ha dejado
a la posteridad algo comparable con los
monumentos vergonzosos que le ha preparado
la imprenta bajo el reinado del Evangelio? Los
escritos impíos de los Leucipes y de los Diágoras
han muerto con ellos. Todavía no se había
inventado el arte de eternizar las extravagancias
del espíritu humano. Pero, gracias a los
caracteres típográficos6 y al uso que hacemos
de ellos quedarán para siempre las peligrosas
divagaciones de los Hobbes y Spinoza. Vamos,
escritos célebres de los que no habrían sido
capaces la ignorancia y la rusticidad de nuestros
padres; acompañad hacia nuestros descendientes
las obras todavía más peligrosas de las
que se desprende la corrupción de las costumbres
de nuestro siglo y llevad conjuntamente a
los siglos venideros la historia fiel del progreso
y de las ventajas de nuestras ciencias y nuestras
artes. Si os leen, no les dejaréis ninguna perplejidad
acerca de la cuestión que debatimos hoy:
y, a menos que sean más insensatos que nosotros,
alzarán las manos al cielo y dirán con el
corazón lleno de amargura: "Dios todopoderoso,
tú que tienes a los espíritus en tus manos,
líbranos de las luces y de las artes funestas de
nuestros padres y devuélvenos a la ignorancia,
a la inocencia y a la pobreza, únicos bienes que
pueden hacer nuestra felicidad y que tú consideras
preciosos."
Pero si el progreso de las ciencias y de las artes
no ha añadido nada a nuestra verdadera
felicidad; si ha corrompido nuestras costumbres
y si la corrupción de las costumbres ha
atentado contra la pureza del gusto, ¿qué vamos
a pensar de la multitud de autores elementales
que han apartado del templo de las Musas
las dificultades que impedían su acceso y que
había sembrado la naturaleza como prueba
para las fuerzas de aquellos que se vieran tentados
de saber? Qué debemos pensar de los
compiladores de obras que han roto indiscretamente
la puerta de las ciencias e introducido
en su santuario a un populacho indigno incluso
de acercarse a él; mientras que habría sido preferible
que todos aquellos que no hubieran podido
llegar lejos en la carrera de las letras se
hubieran echado atrás en el umbral mismo y se
hubieran lanzado al ejercicio de las artes útiles
para la sociedad. Aquel que va a ser durante
toda su vida un mal versificador, un geómetra
subalterno, habría llegado a ser quizá un gran
fabricante de tejidos. Los que la naturaleza destinó
a tener discípulos no han necesitado maestros.
Los Veru1am, Descartes y Newton, preceptores
del género humano, no los han tenido;
¿y qué guías los habrían conducido hasta donde
les ha llevado su vasto ingenio? Maestros
ordinarios no habrían hecho sino menguar su
entendimiento al encerrarlo en la estrecha capacidad
del suyo propio. Gracias a los primeros
obstáculos han aprendido a esforzarse y se han
ejercitado salvando el espacio inmenso que han
recorrido. Si hay que permitir a ciertos hombres
el librarse al estudio de las ciencias y de las
artes, es a aquellos que tengan fuerzas para
andar solos en su busca y para adelantarlas. A
esta minoría corresponde levantar monumentos
a la gloria del espíritu humano. Pero si se
quiere que nada se encuentre por encima de su
genio es necesario que nada se encuentre por
debajo de sus esperanzas. He aquí el único
estímulo que necesitan. El alma se adapta insensiblemente
a los objetos que la ocupan y
sólo las grandes ocasiones hacen a los grandes
hombres. El príncipe de la elocuencia fue
cónsul de Roma y quizá el más grande de todos
los filósofos, canciller de Inglaterra. ¿Es creíble
que si uno de ellos hubiera ocupado únicamente
una cátedra de cualquier universidad y el
otro no hubiera obtenido más que una módica
pensión académica, es creíble, digo, que sus
obras no se habrían resentido por ello? Que los
reyes no desdeñen admitir en sus consejos a las
personas más capacitadas para aconsejarles
acertadamente: que renuncien al viejo prejuicio
inventado por el orgullo de los Grandes según
el cual el arte de conducir pueblos es más difícil
que el de ilustrarlos: como si fuera más fácil
inducir a los hombres a hacer el bien por las
buenas que coaccionarlos a ello. Que los sabios
de primer orden encuentren asilos honrosos en
sus cortes. Que obtengan de ellas la única recompensa
digna; la de contribuir con su crédito
a la felicidad de los pueblos a los que habrán
enseñado la sabiduría. Solamente entonces se
verá lo que pueden la virtud, la ciencia y la
autoridad fomentadas por una doble emulación
y trabajando unánimemente para la felicidad
del género humano. Pero en tanto se encuentre
el poder solo de un lado y las luces y la sabiduría
solas del otro, pocas veces pensarán los
sabios grandes cosas, pocas veces los príncipes
harán cosas bellas y los pueblos seguirán siendo
viles, corruptos y desgraciados.
En cuanto a nosotros, hombres vulgares a
quienes el cielo no ha deparado tan grandes
talentos y a los que no destina a tanta gloria,
permanezcamos en nuestra oscuridad. No persigamos
una reputación que se nos escaparía y
que, en el estado de cosas actual, nunca nos
devolvería lo que nos hubiera costado, aun
cuando tuviéramos todos los derechos para
obtenerlo. ¿Para qué buscar la felicidad en la
opinión del prójimo si podemos encontrarlo en
nosotros mismos? Dejemos a nosotros el cuidado
de instruir a los pueblos en sus deberes y
limitémonos a cumplir los nuestros, no necesitamos
saber más.
¡Oh, virtud! Ciencia sublime de las almas sencillas,
¿hacen falta tantos esfuerzos y tanto aparato
para conocerte? ¿Acaso tus principios no se
encuentran grabados en todos los corazones y
no basta, para aprender tus leyes, con mirarse a
sí mismo y escuchar la voz de la consciencia en
el silencio de las pasiones? He aquí la verdadera
filosofía, sepamos contentarnos con ella; y,
sin envidiar la gloria de los hombres célebres
que se inmortalizan en la república de las letras,
intentemos poner entre ellos y nosotros la
distinción gloriosa que se apreciaba antiguamente
entre dos grandes naciones; una de ellas
sabía hablar bien, la otra, hacer bien.<br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw32YiU0bXDqABr0X4f6L9TAZczEU9U_G6jV1hAZeWo_ue1T96PN4LqPnCyyivINMXw6edRotMY1pz_AH3ks_jHYLlN3NAXRFwyU3U-77ImOFR66APFYGxXycMbVmcZ07SpJg0tbFQqSzu/s1600/rousseau2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw32YiU0bXDqABr0X4f6L9TAZczEU9U_G6jV1hAZeWo_ue1T96PN4LqPnCyyivINMXw6edRotMY1pz_AH3ks_jHYLlN3NAXRFwyU3U-77ImOFR66APFYGxXycMbVmcZ07SpJg0tbFQqSzu/s1600/rousseau2.jpg" /></a></div>
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<img alt="Resultado de imagen para rousseau discurso sobre las ciencias y las artes imagenes" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/06/DOI_Rousseau.jpg/300px-DOI_Rousseau.jpg" /></div>
<br />Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-6380810218663013882016-12-17T02:51:00.000-08:002016-12-17T02:51:02.549-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK2PUkbWEH9KzZLgRtLfsTArjmYDA_bMoki2TRkC2Ba1V_yo6myXRotcawA_QfHZYECq_BU31O77wq1go6z_WjSPxguSMFTOrgUEIKphZ4uEsZplRq3EucCyrjPnQ-yW8gbhthNLgeCn5w/s1600/poema.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK2PUkbWEH9KzZLgRtLfsTArjmYDA_bMoki2TRkC2Ba1V_yo6myXRotcawA_QfHZYECq_BU31O77wq1go6z_WjSPxguSMFTOrgUEIKphZ4uEsZplRq3EucCyrjPnQ-yW8gbhthNLgeCn5w/s640/poema.jpg" width="640" /></a></div>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-27432097441202236892016-12-06T00:18:00.000-08:002016-12-06T00:18:12.613-08:00John Keats<div align="center">
<span style="background-color: #a64d79;"><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;"><b>P</b></span><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">oeta inglés, uno los más sugerentes y de mayor talento del siglo XIX y figura carismática del romanticismo. Nació en Londres el 31 de octubre de 1795, hijo del propietario de una caballeriza. Estudió en el centro escolar de Clarke, en Enfield, y a los 15 años fue aprendiz de cirujano. Estudió medicina en hospitales londinenses de 1814 a 1816, año en que se hizo farmacéutico aunque nunca llegaría a ejercer esa profesión al decidir dedicarse a la poesía. </span><br style="font-family: "Courier New"; text-align: start;" /><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">Ya había escrito una traducción de la Eneida y de algunos poemas de Virgilio cuando en 1816 publicó sus primeros sonetos, 'Oh, soledad si pudiera morar contigo' y 'Al examinar por primera vez la traducción de Homero hecha por Chapman', inspirado en la lectura de la Iliada y la Odisea traducidas por George Chapman en el siglo XVII. Ambos poemas aparecieron en la revista Examiner, editada por el ensayista y poeta Leigh Hunt, uno de los defensores del romanticismo en la literatura inglesa. Hunt presentó a Keats a un círculo de figuras literarias entre las que se encontraba el poeta Percy Bysshe Shelley, cuya influencia le permitió publicar su primer libro, </span><b style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">Poemas de John Keats</b><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;"> (1817). Los poemas principales del libro son los sonetos sobre el Homero de Chapman, 'A quien ha estado mucho tiempo en la ciudad de Pent', 'Me puse de puntillas en la cima de una colina' y 'Sueño y poesía', que defendían los principios del romanticismo tal y como los promulgó Hunt, atacando los practicados por Lord Byron. En su segundo libro, </span><b style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">Endimión</b><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">, que se publicó en 1818, adaptó el mito griego de Endimión y la diosa luna, para expresar la búsqueda en el mundo real de un amor ideal visto en los sueños. Dos de las revistas de crítica más importantes del momento, Quaterly Review y Blackwood's Magazine, criticaron el libro y llamaron a los poetas románticos del círculo de Hunt, "Escuela de poesía de Cockney". Blackwood's declaró que Endimión era un poema sin sentido y recomendaba a Keats que dejara la poesía. </span><br style="font-family: "Courier New"; text-align: start;" /><br style="font-family: "Courier New"; text-align: start;" /><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">En 1820 Keats enfermó de tuberculosis, enfermedad que pudo agravarse debido a la tensión emocional que le produjo su relación con Fanny Brawne, una joven de quien se enamoró apasionadamente y con quien se había comprometido en 1819. El periodo comprendido entre 1818 y 1820 fue de una gran creatividad. En julio de 1820 se publicó el tercero y mejor de sus libros de poesía, </span><b style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">Lamia, Isabella, la víspera de santa Inés y otros poemas</b><span style="font-family: "Courier New"; text-align: start;">. Los tres poemas del título, espléndidos en su dicción y sus imágenes, abordan temas míticos y legendarios de la época antigua, medieval y renacentista. En el libro también aparece el poema inacabado 'Hiperión', una de sus mejores obras, que comprende la obra maestra lírica 'Al otoño' y tres odas consideradas entre las mejores de la lengua inglesa: 'Oda a una urna griega', 'Oda a la melancolía' y 'Oda a un ruiseñor', en las que se compara la naturaleza eterna y transcendental de los ideales con la fugacidad del mundo físico. En el otoño de 1820, por orden de su médico, se trasladó a Roma en busca de un clima más cálido durante el invierno. Allí murió el 23 de febrero de 1821 y fue enterrado en el cementerio protestante. Después de su muerte se publicaron algunos de sus mejores poemas, entre ellos 'Víspera de san Marcos' (1848) y 'La Belle Dame sans merci' (1888). Sus cartas, consideradas por muchos críticos entre las mejores cartas literarias escritas en inglés, se publicaron en su edición más completa en 1931. En 1960 apareció una última edición. Aunque su carrera fue corta y su producción exigua, los críticos están de acuerdo en que ocupa un lugar perdurable en la historia de la literatura inglesa y mundial. Caracterizada por su acabada construcción, sus descripciones sensuales y la fuerza de su imaginación, su poesía otorga un valor transcendente a la belleza física del mundo.</span></span></div>
<table border="0" style="background-color: white;"><tbody>
<tr><td bgcolor="#37519F"><span new="" roman="" style="color: white; font-family: Palatino,;" times=""><b>Background and awakening to literature (1795-1817)</b></span></td></tr>
<tr><td valign="TOP" width="60%">John Keats was born in Finsbury Pavement near London on October 31st, 1795. The first son of a stable-keeper, he had a sister and three brothers, one of whom died in infancy. When John was eight years old, his father was killed in an accident. In the same year his mother married again, but little later separated from her husband and took her family to live with her mother. John attended a good school where he became well acquainted with ancient and contemporary literature. In 1810 his mother died of consumption, leaving the children to their grandmother. The old lady put them under the care of two guardians, to whom she made over a respectable amount of money for the benifit of the orphans. Under the authority of the guardians, he was taken from school to an be apprentice to a surgeon. In 1814, before completion of his apprenticeship, John left his master after a quarrel, becoming a hospital student in London. Under the guidance of his friend Cowden Clarke he devoted himself increasingly to literature. In 1814 Keats finally sacrificed his medical ambitions to a literary life.<br />He soon got acquainted with celebrated artists of his time, like Leigh Hunt, Percy B. Shelley and Benjamin Robert Haydon. In May 1816, Hunt helped him publish his first poem in a magazine. A year later Keats published about thirty poems and sonnets printed in the volume "Poems".<br /><br /><span style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 18pt; line-height: 18pt; margin: 0px;">Obra <br style="margin: 0px;" /><br style="margin: 0px;" />Sobre la primera vez que vi el Homero de Chapman (1816) <br style="margin: 0px;" />Sueño y poesía (1816) <br style="margin: 0px;" />Endymion: un romance poético (1817) <br style="margin: 0px;" />Hyperion (1818) <br style="margin: 0px;" />La víspera de Sta. Agnes (1819) <br style="margin: 0px;" />La estrella brillante (1819) <br style="margin: 0px;" />La mujer hermosa sin gracia: una balada (1819) <br style="margin: 0px;" />Oda a Psyche (1819) <br style="margin: 0px;" />Oda a un ruiseñor (1819) <br style="margin: 0px;" />Oda sobre una urna griega (1819) <br style="margin: 0px;" />Oda a la melancolía (1819) <br style="margin: 0px;" />Oda a la indolencia (1819) <br style="margin: 0px;" />Lamia y otros poemas (1819) <br style="margin: 0px;" />Al otoño (1819) <br style="margin: 0px;" />La caída de Hyperion: un sueño (1819) </span><span style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px;"></span><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><img alt="romanticismo" border="0" class="imagen" src="http://www.theosociety.org/pasadena/sunrise/50-00-1/s1fmmc1.jpg" style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; max-width: 100%;" title="romanticismo" /><span style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px;"> </span><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><span style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px;">Aquí algunos de su poemas: </span><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><br style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px;" /><span style="color: #494d50; font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 12pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana; margin: 0px;">:A quien en la ciudad estuvo largo tiempo...: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />A quien en la ciudad estuvo largo tiempo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />confinado, le es dulce contemplar la serena <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y abierta faz del cielo, exhalar su plegaria <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />hacia la gran sonrisa del azul. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Quién más feliz, entonces, si, con el alma alegre, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se hunde, fatigado, en la blanda yacija <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de la hierba ondulante y lee una acabada, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />una gentil historia de amor y languidez? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Si, atardecido, vuelve al hogar, ya en su oído <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la voz de Filomela, y acechando sus ojos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la fúlgida carrera de una pequeña nube, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />lamenta el deslizarse del presuroso día, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />desvanecido como la lágrima de un ángel <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que cae por el éter claro, calladamente. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:A Reynolds: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿DÓNDE hallar al poeta? Nueve Musas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mostrádmelo, que Pueda conocerlo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Es aquel hombre que ante cualquier hombre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como un igual se siente, aunque fuere el monarca <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o el más pobre de toda la tropa de mendigos; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o es tal vez una cosa de maravilla: un hombre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />entre el simio y Platón; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />es quien, a una con el pájaro, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />reyezuelo o bien águila, el camino descubre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que a todos sus instintos conduce; el que ha escuchado <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el rugir del león, y nos diría <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />lo que expresa aquella áspera garganta; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y el bramido del tigre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />le llega articulado y se le adentra, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como lengua materna, en el oído. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:A Reynolds 2: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />«Me inspiró estos pensamientos, mi Querido Reynolds, la belleza matinal, Que incitaba al ocio. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />No había leido ningún libro, y la mañana me daba razón. En nada pensaba sino en la mafiana, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y el Tordo afirmaba mi acierto, pareciendo decir...» (Carta a Reynolds, febrero 1818) <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Tú, a cuyo rostro el viento de invierno se ha acercado <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y que has visto las nubes de nieve entre la bruma <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y entre heladas estrellas, olmos de negras cimas! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Para ti, primavera será tiempo de mieses. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tú, que por libro único has tenido la luz <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de supremas tinieblas con que te alimentaste, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />noche tras noche, cuando lejano estaba Febo: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />te será primavera una triple mañana. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tengo yo y mis canciones con el calor me brotan. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tengo yo, mas la tarde me escucha. Quien se apene <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pensando en la indolencia, nunca será un ocioso, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y muy despierto está quien se crea dormido. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:A una urna griega: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tú, todavía virgen esposa de la calma, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />criatura nutrida de silencio y de tiempo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />narradora del bosque que nos cuentas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />una florida historia más suave que estos versos. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />En el foliado friso ¿qué leyenda te ronda <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de dioses o mortales, o de ambos quizá, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que en el Tempe se ven o en los valles de Arcadia? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué deidades son ésas, o qué hombres? ¿Qué doncellas rebeldes? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué rapto delirante? ¿Y esa loca carrera? ¿Quién lucha por huir? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué son esas zampoñas, qué esos tamboriles, ese salvaje frenesí? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Si oídas melodías son dulces, más lo son las no oídas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sonad por eso, tiernas zampoñas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no para los sentidos, sino más exquisitas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tocad para el espíritu canciones silenciosas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Bello doncel, debajo de los árboles tu canto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ya no puedes cesar, como no pueden ellos deshojarse. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Osado amante, nunca, nunca podrás besarla <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />aunque casi la alcances, mas no te desesperes: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />marchitarse no puede aunque no calmes tu ansia, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡serás su amante siempre, y ella por siempre bella! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que no despedirán jamás la primavera! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Y tú, dichoso músico, que infatigable <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />modulas incesantes tus cantos siempre nuevos. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Dichoso amor! ¡Dichoso amor, aun más dichoso! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Por siempre ardiente y jamás saciado, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />anhelante por siempre y para siempre joven; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cuán superior a la pasión del hombre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que en pena deja el corazón hastiado, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la garganta y la frente abrasadas de ardores. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Éstos, quiénes serán que al sacrificio acuden? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Hasta qué verde altar, misterioso oficiante, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />llevas esa ternera que hacia los cielos muge, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los suaves flancos cubiertos de guirnaldas? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué pequeña ciudad a la vera del río o de la mar, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />alzada en la montaña su clama ciudadela <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />vacía está de gentes esta sacra mañana? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Oh diminuto pueblo, por siempre silenciosas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tus calles quedarán, y ni un alma que sepa <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por qué estás desolado podrá nunca volver. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Ática imagen! ¡Bella actitud, marmórea estirpe <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de hombres y de doncellas cincelada, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con ramas de floresta y pisoteadas hierbas! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Tú, silenciosa forma, tu enigma nuestro pensar excede <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como la Eternidad! ¡Oh fría Pastoral! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Cuando a nuestra generación destruya el tiempo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tú permanecerás, entre penas distintas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de las nuestras, amiga de los hombres, diciendo: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />«La belleza es verdad y la verdad belleza»... Nada más <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se sabe en esta tierra y no más hace falta. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Al ver los mármoles de Elgin: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como un sueño inconcluso, la espera de la muerte <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y cada circunstancia u objeto es una suerte <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de decreto divino que anuncia que soy presa <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de mi fin, como un águila herida mira al cielo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pero es un delicado murmullo este lamento <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por no tener conmigo una nube, acaso un viento <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que hasta abrir su ojo el alba me dé tibio consuelo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Estas borrosas glorias que imagina la mente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />prestan al corazón un territorio escondido <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y un extraño dolor cuyo prodigio silente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mezcla la helénica grandeza con el sonido <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />del Tiempo ya pasado o de un mar inclemente, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con el solo la sombra de un ser desconocido. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Bien venida alegría, bienvenido pesar: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Bien venida alegría, bien venido pesar, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la hierba del Leteo y de Hermes la pluma: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />vengan hoy y mañana, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que los quiero lo mismo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Me gusta ver semblantes tristes en tiempo claro <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y alguna alegre risa oír entre los truenos; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />bello y feo me gustan: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />dulces prados, con llamas ocultas en su verde, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y un reírse zumbón ante una maravilla; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ante una pantomima, un rostro grave; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />doblar a muerto y alegre repique; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el juego de algún niño con una calavera; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mañana pura y barco naufragado; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />las sombras de la noche besando a madreselvas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sierpes silbando entre encarnadas rosas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Cleopatra con regios atavíos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y el áspid en el seno; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la música de danza y la música triste, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />juntas las dos, prudente y loca; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />musas resplandecientes, musas pálidas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el sombrío Saturno y el saludable Momo: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />risa y suspiro y nueva risa... <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh, qué dulzura, el sufrimiento! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Musas resplandecientes, musas pálidas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de vuestro rostro alzad el velo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que pueda veros y que escriba <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sobre el día y la noche <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />a un tiempo; que se apague <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mi sed de dulces penas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ramas de tejo sean mi refugio, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />entrelazadas con el mirto nuevo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y pinos y limeros florecidos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y mi lecho la hierba de una fosa. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Canción de Folly: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh! Me asaltan los más terribles pensamientos. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Cual la de un ruiseñor su voz no sea, acaso, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y no sean sus dientes la perla más preciosa; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sus pestañas, tal vez, que yo sepa, no sean <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />más largas que la antena menuda de una mosca <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de mayo, y en sus manos no tenga ni un hoyuelo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pero sí muchas pecas. ¡Ah! Una nodriza loca, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />porque anduviera pronto la pequeñuela, puede <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />haber curvado un par de piernas de Diana <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y torcido el marfil de una nuca de Juno. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Canción de la margarita: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Con su gran ojo, el sol <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no ve lo que yo veo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />La luna, toda plata, orgullosa, pudiera <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ocultarse igualmente en una nube. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Y al llegar primavera -¡oh, primavera!- <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />es la de un rey mi vida. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Echada entre los brotes de la hierba, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />acecho a las muchachas bonitas en su paso. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Miro por los lugares donde no osara nadie <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y se fijan mis ojos donde nadie los fija, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y si la noche viene, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />me cantan los corderos una canción de cuna. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />De puntillas anduve por un pequeño monte... <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />(fragmento) <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />De puntillas anduve por un pequeño monte. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />daba frescor el aire y corría tan leve, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que los dulces capullos, con orgullo modesto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y languidez, doblando, en una breve curva, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sus tallos, con las hojas escasas y abusados, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no perdieron aún la estrellada diadema <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />recogida del día en su primer sollozo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Puras eran y blancas las nubes, como ovejas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />trasquiladas, saliendo del arroyo. Dormían, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />dulces, en los bancales del azul; deslizábase <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />un estremecimiento silencioso en las hojas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />nacido del suspiro que exhalaba el silencio, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pues no se hubiera visto ni un moverse menudo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />entre todas las sombras de la hierba, inclinadas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Al ojo más voraz, largo vagabundeo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ofrecíase en torno, entre las cosas varias: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />reseguir el cristal del lejano horizonte <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y descubrir las líneas de su borde, indecisas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />imaginarse raros, caprichosos meandros <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />del sendero del bosque, interminable y fresco; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en los fondos umbríos y en salientes hojosos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />adivinar por dónde frescores busca el río. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como si, abanicándome, las alas de Mercurio <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />hubiesen en mis pies retozado: era leve <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mi corazón, y muchas delicias de mis ojos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />me estremecían. Púseme a hacer un ramillete <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de esplendores brillantes y suaves: leche y rosa. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Una mata de flores de mayo, con abejas: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡ah! no faltará, cierto, en los recodos dulces; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que el lozano laburno sobre ellas se vierta, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y, junto a sus raíces, altas hierbas las guarden <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />frescas, húmedas, verdes; y den sombra a violetas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />para que al musgo prendan en la red de sus hojas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Un seto de avellanos, que ciñen zarzarrosas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y espesa madreselva, recogiendo la brisa <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en sus tronos de estío; y también se vería <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el ajedrez frecuente de algún árbol muy tierno, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que, con hermanos leves y verdes, ha brotado <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en caprichosos musgos, de las viejas raíces(...) <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Escrito antes de releer «El Rey Lear»: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Romance de dorada lengua y laúd suave! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh sirena de bellas plumas, lejana Reina! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tus melodías deja en este día crudo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cierra tu libro añoso y quédate callada. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Adiós! Pues que, de nuevo, ya la enconada pugna <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />entre dolor de Infierno y apasionado limo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ha de abrasarme todo; y probaré de nuevo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />esa dulzura amarga del fruto shakespiriano. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Poeta Rey! Y nubes, vosotras, las de Albión, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />creadores de nuestro profundo, eterno tema: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cuando cruzado hubiere el robledal antiguo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no dejéis que divague por algún sueño inútil, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y, consumido ya del Fuego, dadme nuevas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />alas de Fénix para mi vuelo deseado. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />: Feliz es Inglaterra! Ya me contentaría...: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Feliz es Inglaterra! Ya me contentaría <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no viendo más verdores que los suyos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no sintiendo más brisas que las que soplan entre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sus frondas confundidas con las leyendas grandes; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pero nostalgia siento, a veces; languidezco <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por los cielos de Italia; íntimamente gimo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por no hallarme en el trono de los Alpes sentado, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />para olvidar un poco lo mundano y el mundo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Feliz es Ingtaterra y dulces son sus hijas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sin artificio: bástame su encanto tan sencillo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sus blanquísimos brazos, que ciñen en silencio; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pero en deseos ardo, a menudo, de ver <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />bellezas de mirada más honda, y de sus cantos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y de vagar con ellas por aguas del estío. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Historia en versos: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Lo hermoso es alegría para siempre: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />su encanto se acrecienta y nunca vuelve <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />a la nada, nos guarda un silencioso <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />refugio inexpugnable y un reposo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />lleno de alientos, sueños, apetitos. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Por eso cada día nos ceñimos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />guirnaldas que nos unan a la tierra, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pese a nuestro desánimo y la ausencia <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de almas nobles, al día oscurecido, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />a todos los impávidos caminos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que recorremos; cierto, pese a esto, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />alguna forma hermosa quita el velo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de nuestro temple oscuro: talla luna, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el sol, los árboles que dan penumbra <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />al ganado, o tales los narcisos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con su universo húmedo o los ríos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que construyen su fresco entablamento <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />contra el ardiente estío; o el helecho <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />rociado con aroma de las rosas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Y tales son también las pavorosas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />formas que atribuimos a los muertos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />historias que escuchamos o leemos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como una fuente eterna cuyas aguas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />del borde de los cielos nos llegaran. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Y no sentimos a estos seres sólo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por breve lapso; no, sino que como <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los árboles de un templo pronto aúnan <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />su ser al templo mismo, así la luna, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la poesía y sus glorias infinitas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cual una luz alegre nos hechizan <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el alma y nos seducen con tal fuerza <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que, haya sombra o luz sobre la tierra, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />si no nos acompañan somos muertos. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Así, con alegría, yo refiero <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la historia de Endimión (...) <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:La caída de Hiperión (Sueño): <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tienen los locos sueños donde traman <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />elíseos de una secta. Y el salvaje <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />vislumbra desde el sueño más profundo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />lo celestial. Es lástima que no hayan <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />transcrito en una hoja o en vitela <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />las sombras de esa lengua melodiosa <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y sin laurel transcurran, sueñen, mueran. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pues sólo la Poesía dice el sueño, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con hermosas palabras salvar puede <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />a la Imaginación del negro encanto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y el mudo sortilegio. ¿Quién que vive <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />dirá: "no eres poeta si no escribes <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tus sueños"? Pues todo aquel que tenga alma <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tendrá también visiones y hablará <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de ellas si en su lengua es bien criado. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Si el sueño que propongo lo es de un loco <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o un poeta tan sólo se sabrá <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cuando mi mano repose en la tumba. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Soñé que en un lugar estaba donde <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />palmera, haya, mirto, sicomoro <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y plátano y laurel formaban bóvedas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cerca de manantiales cuya voz <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />refrescaba mi oído y donde el tacto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de un perfume me hablaba de las rosas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Vi un árbol de boscaje recubierto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por parras, campanillas, grandes flores (...) <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:La paloma: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Una paloma tuve muy dulce, pero un día <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se murió. Y he pensado que murió de tristeza. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Oh! ¿Qué le apenaría? Sus pies ataba un hilo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de seda, y con mis dedos lo entrelacé yo mismo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Por qué morías, tú, de pies lindos y rojos? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Por qué dejarme, pájaro tan dulce? ¿Por qué? Dime. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Muy solito vivías en el árbol del bosque: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Por qué, gracioso pájaro, no viviste conmigo? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Te besaba a menudo, te di guisantes dulces: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Por qué no vivirías como en el árbol verde? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Meg Merrilies: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />La vieja Meg era gitana <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y vivía en el monte: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />era el brezo rojizo su lecho <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y al aire libre tuvo su morada. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Negras moras de zarza por manzanas tenía, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por grosellas, simiente de retama; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />su vino era el rocío de blancas zarzarrosas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tumbas del camposanto eran sus libros. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Las ásperas quebradas por hermanas tenía <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y por hermanos los alerces: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y sólo en compañía de su familia vasta, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />vivió cómo le plugo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pasó sin desayuno más de alguna mañana <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y sin almuerzo más de un mediodía, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y en vez de cenar, fijamente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />contemplaba la luna. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Mas todas las mañanas, con tierna madreselva <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sus guirnaldas tejía, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y cada noche, el tejo de la hondonada oscura, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cantando, entrelazaba. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y con sus dedos viejos y morenos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tejía esteras de junco, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que daba a los labriegos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />al pasar por el monte. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Fué Meg bizarra como la reina Margarita, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y como de amazona era su talla: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />llevó por capa el trozo de alguna manta roja, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tocóse con un mísero sombrero. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Que a sus huesos de vieja conceda Dios descanso, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pues murió ya hace tiempo. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Oda a la melancolía: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />1 <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />No vayas al Leteo ni exprimas el morado <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />acónito buscando su vino embriagador; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no dejes que tu pálida frente sea besada <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por la noche, violácea uva de Proserpina. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />No hagas tu rosario con los frutos del tejo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ni dejes que polilla o escarabajo sean <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tu alma plañidera, ni que el búho nocturno <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />contemple los misterios de tu honda tristeza. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pues la sombra a la sombra regresa, somnolienta, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y ahoga la vigilia angustiosa del espíritu. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />2 <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pero cuando el acceso de atroz melancolía <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se cierna repentino, cual nube desde el cielo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que cuida de las flores combadas por el sol <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y que la verde colina desdibuja en su lluvia, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />enjuga tu tristeza en una rosa temprana <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o en el salino arco iris de la ola marina <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o en la hermosura esférica de las peonías; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o, si tu amada expresa el motivo de su enfado, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />toma firme su mano, deja que en tanto truene <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y contempla, constante, sus ojos sin igual. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />3 <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Con la Belleza habita, Belleza que es mortal. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />También con la alegría, cuya mano en sus labios <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />siempre esboza un adiós; y con el placer doliente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que en tanto la abeja liba se torna veneno. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pues en el mismo templo del Placer, con su velo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tiene su soberano numen Melancolía, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />aunque lo pueda ver sólo aquel cuya ansiosa <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />boca muerde la uva fatal de la alegría. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Esa alma probará su tristísimo poder <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y entre sus neblinosos trofeos será expuesta. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Oda al otoño: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Estación de las nieblas y fecundas sazones, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />colaboradora íntima de un sol que ya madura, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />conspirando con él cómo llenar de fruto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y bendecir las viñas que corren por las bardas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />encorvar con manzanas los árboles del huerto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y colmar todo fruto de madurez profunda; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la calabaza hinchas y engordas avellanas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con un dulce interior; haces brotar tardías <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y numerosas flores hasta que las abejas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los días calurosos creen interminables <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pues rebosa el estío de sus celdas viscosas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Quién no te ha visto en medio de tus bienes? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Quienquiera que te busque ha de encontrarte <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sentada con descuido en un granero <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />aventado el cabello dulcemente, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o en surco no segado sumida en hondo sueño <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />aspirando amapolas, mientras tu hoz respeta <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la próxima gavilla de entrelazadas flores; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o te mantienes firme como una espigadora <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cargada la cabeza al cruzar un arroyo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o al lado de un lagar con paciente mirada <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ves rezumar la última sidra hora tras hora. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿En dónde con sus cantos está la primavera? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />No pienses más en ellos sino en tu propia música. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Cuando el día entre nubes desmaya floreciendo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y tiñe los rastrojos de un matiz rosado, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cual lastimero coro los mosquitos se quejan <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en los sauces del río, alzados, descendiendo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />conforme el leve viento se reaviva o muere; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y los corderos balan allá por las colinas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los grillos en el seto cantan, y el petirrojo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con dulce voz de tiple silba en alguna huerta <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y trinan por los cielos bandos de golondrinas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Sobre el mar: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />No cesan sus eternos murmullos, rodeando <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />las desoladas playas, Y el brío de sus olas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />diez mil cavernas llena dos veces, y el hechizo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de liécate les deja su antiguo son oscuro. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Pero a menudo tiene tan dulce continente, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que apenas se moviera la concha más menuda <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />durante muchos días, de donde cayó Cuando <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los vientos celestiales Pasaron, sin cadenas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Los que tenéis los ojos dolientes o cansados, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />brindadles esa anchura del Janar, como una fiesta ; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y los ensordecidos por clamoreo rudo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o los que estáis ahítos de notas fatigosas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />sentaos junto a Una antigua caverna, meditando, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />hasta sobresaltaros, como al cantar las ninfas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Sobre la cigarra y el grillo: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Jamás la poesía de la tierra se extingue: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cuando a todos los pájaros abate el sol ardiente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y ocúltanse en fresdores de umbría, una voz corre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de seto en seto, por prados recién segados. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />En la de la cigarra. El concierto dirige <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de la pompa estival y no se sacia nunca <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de sus delicias, pues si le cansan sus juegos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se tumba a reposar bajo algún junco amable. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />En la tierra jamás la poesía cesa: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y parece, al sumido en somnolencia dulce, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />la voz de la cigarra, entre colinas verdes. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Sobre una urna griega (otra versión): <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tú, novia intacta aún de la quietud, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />prohijada del silencio y de las lentas horas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />selvático rapsoda, que refieres un cuento <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />florido, con dulzura mayor que en nuestra rima: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿qué leyenda, ceñida de verdor, en tu forma <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tiembla? ¿Será de dioses o mortales, o de ambos, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en el Tempé o en valles de Arcadia? ¿Quiénes son <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />esos hombres o dioses? ¿Qué doncellas resisten <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />al loco perseguir? ¿Qué pugna es ésa, huyendo? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué flautas y tambores? ¿Qué extasis salvaje? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Las músicas oídas son dulces, pero más <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />dulces son las no oídas. Seguid sonando, pues, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡oh, caramillos blandos!, no al sentido: más tiernas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />suenen en el espíritu las canciones sin notas. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Doncel, bajo los árboles, abandonar no puedes <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />tu canto y no podrían desnudarse esas ramas; <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />enamorado audaz, no podrás besar nunca, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />aunque tan cerca estás ; mas no te apenes: ella <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no puede marchitarse; tu ventura no alcanzas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pero siempre amarás y será siempre hermosa. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Ah! ¡Felices, felices ramas, que vuestras hojas <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no podéis esparcir, ni de abril despediros! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Y músico feliz, que no te cansas nunca <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />de modular canciones siempre nuevas. Empero, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />más feliz, más feliz ese amor venturoso, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />cálido siempre y no gozado todavía, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y jadeante siempre y para siempre joven: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />todos alientan lejos de la pasión humana, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que deja el corazón tan saciado y tan triste <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />y una frente de fuego y la lengua abrasada. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Quiénes son esas gentes que al sacrificio acuden? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿ A qué altar de verdores, ¡oh, extraño sacerdote!, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />esa ternera guías, que hacia los cielos muge, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con los fiancos sedeños cubiertos de guirnaldas? <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¿Qué pequeña ciudad, de la playa o de un río, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o alzada en la montaña, con una ciudadela <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />pacífica, quedóse sin gente esa devota <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />mañana? Y a tus calles, ¡oh, villa! , para siempre <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />se verán silenciosas, y ni un alma a decirnos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />por qué estás tan desierta, podrá ya volver nunca. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Forma ática, hermosa actitud! Guarnecida <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con progenie de hombres y doncellas de mármol, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />con ramas de los bosques y con hollada hierba. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Tu empeño, ¡oh, silenciosa forma!, nuestros pensares <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />vence, como lo eterno: ¡oh tú, pastoral fría! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Cuando a los hoy lozanos ya la vejez consuma, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />te quedarás aún, en medio de otras cuitas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />como amiga del hombre, diciendo: «La belleza <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />es verdad; la verdad, belleza» : y eso es cuanto <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />en la tierra sabéis, y ya más no precisa. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />:Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad!...: <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" /><br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Piadoso amor que no nos hace sufrir sin fin, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />amor de un solo pensamiento, que no divagas, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />que eres puro, sin máscaras, sin una mancha. <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Permíteme tenerte entero... ¡Sé todo, todo mío! <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />del amor que es tu beso... esas manos, esos ojos divinos <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />incluso tú misma, tu alma por piedad dámelo todo, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />no retengas un átomo de un átomo o me muero, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />o si sigo viviendo, sólo tu esclavo despreciable, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />¡olvida, en la niebla de la aflicción inútil, <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />los propósitos de la vida, el gusto de mi mente <br style="font-family: Lato, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Lucida Grande", sans-serif; margin: 0px;" />perdiéndose en la insensibilidad, y mi ambición ciega! </span></span></td></tr>
</tbody></table>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;">Poemas de John Keats:</span><span style="font-family: Georgia;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="A QUIEN EN LA CIUDAD"></a></span><span style="font-family: Georgia;">A quien en la ciudad estuvo largo tiempo...</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />A quien en la ciudad estuvo largo tiempo<br />confinado, le es dulce contemplar la serena<br />y abierta faz del cielo, exhalar su plegaria<br />hacia la gran sonrisa del azul.<br />¿Quién más feliz, entonces, si, con el alma alegre,<br />se hunde, fatigado, en la blanda yacija<br />de la hierba ondulante y lee una acabada,<br />una gentil historia de amor y languidez?<br />Si, atardecido, vuelve al hogar, ya en su oído<br />la voz de Filomela, y acechando sus ojos<br />la fúlgida carrera de una pequeña nube,<br />lamenta el deslizarse del presuroso día,<br />desvanecido como la lágrima de un ángel<br />que cae por el éter claro, calladamente.</span></span><br />
<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand</em></span><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="A REYNOLDS"></a></span><span style="font-family: Georgia;">A Reynolds</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />¿DÓNDE hallar al poeta? Nueve Musas,<br />mostrádmelo, que Pueda conocerlo.<br />Es aquel hombre que ante cualquier hombre<br />como un igual se siente, aunque fuere el monarca<br />o el más pobre de toda la tropa de mendigos;<br />o es tal vez una cosa de maravilla: un hombre<br />entre el simio y Platón;<br />es quien, a una con el pájaro,<br />reyezuelo o bien águila, el camino descubre<br />que a todos sus instintos conduce; el que ha escuchado<br />el rugir del león, y nos diría<br />lo que expresa aquella áspera garganta;<br />y el bramido del tigre<br />le llega articulado y se le adentra,<br />como lengua materna, en el oído.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand</em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="A REYNOLDS 2"></a>A</span><span style="font-family: Georgia;"> Reynolds 2</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br /><em>«Me inspiró estos pensamientos, mi Querido Reynolds, la belleza matinal, Que incitaba al ocio.<br />No había leido ningún libro, y la mañana me daba razón. En nada pensaba sino en la mafiana,<br />y el Tordo afirmaba mi acierto, pareciendo decir...» (Carta a Reynolds, febrero 1818)</em><br /><br />¡Tú, a cuyo rostro el viento de invierno se ha acercado<br />y que has visto las nubes de nieve entre la bruma<br />y entre heladas estrellas, olmos de negras cimas!<br />Para ti, primavera será tiempo de mieses.<br />Tú, que por libro único has tenido la luz<br />de supremas tinieblas con que te alimentaste,<br />noche tras noche, cuando lejano estaba Febo:<br />te será primavera una triple mañana.<br />¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno<br />tengo yo y mis canciones con el calor me brotan.<br />¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno<br />tengo yo, mas la tarde me escucha. Quien se apene<br />pensando en la indolencia, nunca será un ocioso,<br />y muy despierto está quien se crea dormido.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand</em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="A un amigo que me envió unas rosas"></a>A un amigo que me envió unas rosas</span><span style="font-family: Georgia;"><br />Cuando ya tarde paseaba por los campos felices,<br /> A la hora en que la alondra sacude el trémulo rocío<br /> De su exuberante escondite de trébol; -cuando de nuevo<br />Los bravos caballeros cogen sus abollados escudos:<br />Vi la flor más linda que haya ofrecido la naturaleza silvestre,<br /> Una rosa almizcleña recién mecida por el viento; la primera en desprender<br /> Su fragancia al verano: crecía encantadora,<br />Como si fuera el cetro que empuñara la reina Titania.<br />Y mientras me regalaba con su aroma,<br /> Pensé en la rosa de jardín, con mucho superada:<br />Pero cuando, ¡Oh Wells!, tus rosas llegaron a mí,<br /> Mi sentido con su exquisitez quedó presagiado:<br />Dulces voces tenían, que con tierna súplica,<br /> Me susurraban sobre paz, verdad e invencible cordialidad.</span><span style="font-family: Georgia;"><em><br /><br /> </em></span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /><span style="font-family: Georgia;"><br /> </span></span></div>
<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="A UNA URNA GRIEGA"></a></span><span style="font-family: Georgia;">A una urna griega</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Tú, todavía virgen esposa de la calma,<br />criatura nutrida de silencio y de tiempo,<br />narradora del bosque que nos cuentas<br />una florida historia más suave que estos versos.<br />En el foliado friso ¿qué leyenda te ronda<br />de dioses o mortales, o de ambos quizá,<br />que en el Tempe se ven o en los valles de Arcadia?<br />¿Qué deidades son ésas, o qué hombres? ¿Qué doncellas rebeldes?<br />¿Qué rapto delirante? ¿Y esa loca carrera? ¿Quién lucha por huir?<br />¿Qué son esas zampoñas, qué esos tamboriles, ese salvaje frenesí?<br /><br />Si oídas melodías son dulces, más lo son las no oídas;<br />sonad por eso, tiernas zampoñas,<br />no para los sentidos, sino más exquisitas,<br />tocad para el espíritu canciones silenciosas.<br />Bello doncel, debajo de los árboles tu canto<br />ya no puedes cesar, como no pueden ellos deshojarse.<br />Osado amante, nunca, nunca podrás besarla<br />aunque casi la alcances, mas no te desesperes:<br />marchitarse no puede aunque no calmes tu ansia,<br />¡serás su amante siempre, y ella por siempre bella!<br /><br />¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes<br />que no despedirán jamás la primavera!<br />Y tú, dichoso músico, que infatigable<br />modulas incesantes tus cantos siempre nuevos.<br />¡Dichoso amor! ¡Dichoso amor, aun más dichoso!<br />Por siempre ardiente y jamás saciado,<br />anhelante por siempre y para siempre joven;<br />cuán superior a la pasión del hombre<br />que en pena deja el corazón hastiado,<br />la garganta y la frente abrasadas de ardores.<br /><br />¿Éstos, quiénes serán que al sacrificio acuden?<br />¿Hasta qué verde altar, misterioso oficiante,<br />llevas esa ternera que hacia los cielos muge,<br />los suaves flancos cubiertos de guirnaldas?<br />¿Qué pequeña ciudad a la vera del río o de la mar,<br />alzada en la montaña su clama ciudadela<br />vacía está de gentes esta sacra mañana?<br />Oh diminuto pueblo, por siempre silenciosas<br />tus calles quedarán, y ni un alma que sepa<br />por qué estás desolado podrá nunca volver.<br /><br />¡Ática imagen! ¡Bella actitud, marmórea estirpe<br />de hombres y de doncellas cincelada,<br />con ramas de floresta y pisoteadas hierbas!<br />¡Tú, silenciosa forma, tu enigma nuestro pensar excede<br />como la Eternidad! ¡Oh fría Pastoral!<br />Cuando a nuestra generación destruya el tiempo<br />tú permanecerás, entre penas distintas<br />de las nuestras, amiga de los hombres, diciendo:<br />«La belleza es verdad y la verdad belleza»... Nada más<br />se sabe en esta tierra y no más hace falta.</span></span><br />
<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Julio Cortázar</em></span><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="AL VER LOS MÁRMOLES DE ELGIN"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Al ver los mármoles de Elgin</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa,<br />como un sueño inconcluso, la espera de la muerte<br />y cada circunstancia u objeto es una suerte<br />de decreto divino que anuncia que soy presa<br /><br />de mi fin, como un águila herida mira al cielo.<br />Pero es un delicado murmullo este lamento<br />por no tener conmigo una nube, acaso un viento<br />que hasta abrir su ojo el alba me dé tibio consuelo.<br /><br />Estas borrosas glorias que imagina la mente<br />prestan al corazón un territorio escondido<br />y un extraño dolor cuyo prodigio silente<br /><br />mezcla la helénica grandeza con el sonido<br />del Tiempo ya pasado o de un mar inclemente,<br />con el solo la sombra de un ser desconocido.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /><span style="font-family: Georgia;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="BIEN VENIDA ALEGRÍA, BIEN VENIDO PESAR"></a>Bien venida alegría, bienvenido pesar</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Bien venida alegría, bien venido pesar,<br />la hierba del Leteo y de Hermes la pluma:<br />vengan hoy y mañana,<br />que los quiero lo mismo.<br />Me gusta ver semblantes tristes en tiempo claro<br />y alguna alegre risa oír entre los truenos;<br />bello y feo me gustan:<br />dulces prados, con llamas ocultas en su verde,<br />y un reírse zumbón ante una maravilla;<br />ante una pantomima, un rostro grave;<br />doblar a muerto y alegre repique;<br />el juego de algún niño con una calavera;<br />mañana pura y barco naufragado;<br />las sombras de la noche besando a madreselvas;<br />sierpes silbando entre encarnadas rosas;<br />Cleopatra con regios atavíos<br />y el áspid en el seno;<br />la música de danza y la música triste,<br />juntas las dos, prudente y loca;<br />musas resplandecientes, musas pálidas;<br />el sombrío Saturno y el saludable Momo:<br />risa y suspiro y nueva risa...<br />¡Oh, qué dulzura, el sufrimiento!<br />Musas resplandecientes, musas pálidas,<br />de vuestro rostro alzad el velo,<br />que pueda veros y que escriba<br />sobre el día y la noche<br />a un tiempo; que se apague<br />mi sed de dulces penas;<br />ramas de tejo sean mi refugio,<br />entrelazadas con el mirto nuevo,<br />y pinos y limeros florecidos,<br />y mi lecho la hierba de una fosa.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand</em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="CANCIÓN DE FOLLY"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Canción de Folly</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />¡Oh! Me asaltan los más terribles pensamientos.<br />Cual la de un ruiseñor su voz no sea, acaso,<br />y no sean sus dientes la perla más preciosa;<br />sus pestañas, tal vez, que yo sepa, no sean<br />más largas que la antena menuda de una mosca<br />de mayo, y en sus manos no tenga ni un hoyuelo,<br />pero sí muchas pecas. ¡Ah! Una nodriza loca,<br />porque anduviera pronto la pequeñuela, puede<br />haber curvado un par de piernas de Diana<br />y torcido el marfil de una nuca de Juno.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /><br /> </em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="CANCIÓN DE LA MARGARITA"></a>Canción de la margarita</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Con su gran ojo, el sol<br />no ve lo que yo veo.<br />La luna, toda plata, orgullosa, pudiera<br />ocultarse igualmente en una nube.<br /><br />Y al llegar primavera -¡oh, primavera!-<br />es la de un rey mi vida.<br />Echada entre los brotes de la hierba,<br />acecho a las muchachas bonitas en su paso.<br /><br />Miro por los lugares donde no osara nadie<br />y se fijan mis ojos donde nadie los fija,<br />y si la noche viene,<br />me cantan los corderos una canción de cuna.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand</em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="DE PUNTILLAS ANDUVE"></a></span><span style="font-family: Georgia;">De puntillas anduve por un pequeño monte...</span></span><br />
<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>(fragmento)</em></span><br />
<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">De puntillas anduve por un pequeño monte.<br />daba frescor el aire y corría tan leve,<br />que los dulces capullos, con orgullo modesto<br />y languidez, doblando, en una breve curva,<br />sus tallos, con las hojas escasas y abusados,<br />no perdieron aún la estrellada diadema<br />recogida del día en su primer sollozo.<br />Puras eran y blancas las nubes, como ovejas<br />trasquiladas, saliendo del arroyo. Dormían,<br />dulces, en los bancales del azul; deslizábase<br />un estremecimiento silencioso en las hojas,<br />nacido del suspiro que exhalaba el silencio,<br />pues no se hubiera visto ni un moverse menudo<br />entre todas las sombras de la hierba, inclinadas.<br />Al ojo más voraz, largo vagabundeo<br />ofrecíase en torno, entre las cosas varias:<br />reseguir el cristal del lejano horizonte<br />y descubrir las líneas de su borde, indecisas;<br />imaginarse raros, caprichosos meandros<br />del sendero del bosque, interminable y fresco;<br />en los fondos umbríos y en salientes hojosos,<br />adivinar por dónde frescores busca el río.<br />Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía<br />como si, abanicándome, las alas de Mercurio<br />hubiesen en mis pies retozado: era leve<br />mi corazón, y muchas delicias de mis ojos<br />me estremecían. Púseme a hacer un ramillete<br />de esplendores brillantes y suaves: leche y rosa.<br />Una mata de flores de mayo, con abejas:<br />¡ah! no faltará, cierto, en los recodos dulces;<br />que el lozano laburno sobre ellas se vierta,<br />y, junto a sus raíces, altas hierbas las guarden<br />frescas, húmedas, verdes; y den sombra a violetas<br />para que al musgo prendan en la red de sus hojas.<br />Un seto de avellanos, que ciñen zarzarrosas<br />y espesa madreselva, recogiendo la brisa<br />en sus tronos de estío; y también se vería<br />el ajedrez frecuente de algún árbol muy tierno,<br />que, con hermanos leves y verdes, ha brotado<br />en caprichosos musgos, de las viejas raíces(...)<br /><em><br />Versión de Màrie Montand</em></span><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="ESCRITO ANTES DE RELEER «EL REY LEAR»"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Escrito antes de releer «El Rey Lear»</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />¡Romance de dorada lengua y laúd suave!<br />¡Oh sirena de bellas plumas, lejana Reina!<br />Tus melodías deja en este día crudo,<br />cierra tu libro añoso y quédate callada.<br />¡Adiós! Pues que, de nuevo, ya la enconada pugna<br />entre dolor de Infierno y apasionado limo,<br />ha de abrasarme todo; y probaré de nuevo<br />esa dulzura amarga del fruto shakespiriano.<br />¡Poeta Rey! Y nubes, vosotras, las de Albión,<br />creadores de nuestro profundo, eterno tema:<br />cuando cruzado hubiere el robledal antiguo,<br />no dejéis que divague por algún sueño inútil,<br />y, consumido ya del Fuego, dadme nuevas<br />alas de Fénix para mi vuelo deseado.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /><br /> </em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="FELIZ ES INGLATERRA"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Feliz es Inglaterra! Ya me contentaría...</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />¡Feliz es Inglaterra! Ya me contentaría<br />no viendo más verdores que los suyos,<br />no sintiendo más brisas que las que soplan entre<br />sus frondas confundidas con las leyendas grandes;<br />pero nostalgia siento, a veces; languidezco<br />por los cielos de Italia; íntimamente gimo<br />por no hallarme en el trono de los Alpes sentado,<br />para olvidar un poco lo mundano y el mundo.<br />Feliz es Ingtaterra y dulces son sus hijas,<br />sin artificio: bástame su encanto tan sencillo,<br />sus blanquísimos brazos, que ciñen en silencio;<br />pero en deseos ardo, a menudo, de ver<br />bellezas de mirada más honda, y de sus cantos,<br />y de vagar con ellas por aguas del estío.</span></span><br />
<em><span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">Versión de Màrie Montand</span></em><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="HISTORIA EN VERSOS"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Historia en versos</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Lo hermoso es alegría para siempre:<br />su encanto se acrecienta y nunca vuelve<br />a la nada, nos guarda un silencioso<br />refugio inexpugnable y un reposo<br />lleno de alientos, sueños, apetitos.<br />Por eso cada día nos ceñimos<br />guirnaldas que nos unan a la tierra,<br />pese a nuestro desánimo y la ausencia<br />de almas nobles, al día oscurecido,<br />a todos los impávidos caminos<br />que recorremos; cierto, pese a esto,<br />alguna forma hermosa quita el velo<br />de nuestro temple oscuro: talla luna,<br />el sol, los árboles que dan penumbra<br />al ganado, o tales los narcisos<br />con su universo húmedo o los ríos<br />que construyen su fresco entablamento<br />contra el ardiente estío; o el helecho<br />rociado con aroma de las rosas.<br />Y tales son también las pavorosas<br />formas que atribuimos a los muertos,<br />historias que escuchamos o leemos<br />como una fuente eterna cuyas aguas<br />del borde de los cielos nos llegaran.<br /><br />Y no sentimos a estos seres sólo<br />por breve lapso; no, sino que como<br />los árboles de un templo pronto aúnan<br />su ser al templo mismo, así la luna,<br />la poesía y sus glorias infinitas<br />cual una luz alegre nos hechizan<br />el alma y nos seducen con tal fuerza<br />que, haya sombra o luz sobre la tierra,<br />si no nos acompañan somos muertos.<br />Así, con alegría, yo refiero<br />la historia de Endimión (...)</span></span></div>
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<i><span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">Versión de Gabriel Insuasti</span></i></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="LA CAÍDA DE HIPERIÓN (SUEÑO)"></a>La caída de Hiperión (Sueño)</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Tienen los locos sueños donde traman<br />elíseos de una secta. Y el salvaje<br />vislumbra desde el sueño más profundo<br />lo celestial. Es lástima que no hayan<br />transcrito en una hoja o en vitela<br />las sombras de esa lengua melodiosa<br />y sin laurel transcurran, sueñen, mueran.<br />Pues sólo la Poesía dice el sueño,<br />con hermosas palabras salvar puede<br />a la Imaginación del negro encanto<br />y el mudo sortilegio. ¿Quién que vive<br />dirá: "no eres poeta si no escribes<br />tus sueños"? Pues todo aquel que tenga alma<br />tendrá también visiones y hablará<br />de ellas si en su lengua es bien criado.<br />Si el sueño que propongo lo es de un loco<br />o un poeta tan sólo se sabrá<br />cuando mi mano repose en la tumba.<br /><br />Soñé que en un lugar estaba donde<br />palmera, haya, mirto, sicomoro<br />y plátano y laurel formaban bóvedas<br />cerca de manantiales cuya voz<br />refrescaba mi oído y donde el tacto<br />de un perfume me hablaba de las rosas.<br />Vi un árbol de boscaje recubierto<br />por parras, campanillas, grandes flores (...) </span></span></div>
<i><span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">Versión de Gabriel Insuasti<br /><br /> </span></i><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><br /><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="LA PALOMA"></a></span><span style="font-family: Georgia;">La paloma</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Una paloma tuve muy dulce, pero un día<br />se murió. Y he pensado que murió de tristeza.<br />¡Oh! ¿Qué le apenaría? Sus pies ataba un hilo<br />de seda, y con mis dedos lo entrelacé yo mismo.<br />¿Por qué morías, tú, de pies lindos y rojos?<br />¿Por qué dejarme, pájaro tan dulce? ¿Por qué? Dime.<br />Muy solito vivías en el árbol del bosque:<br />¿Por qué, gracioso pájaro, no viviste conmigo?<br />Te besaba a menudo, te di guisantes dulces:<br />¿Por qué no vivirías como en el árbol verde?</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /></em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="MEG MERRILIES"></a>Meg Merrilies</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />La vieja Meg era gitana<br />y vivía en el monte:<br />era el brezo rojizo su lecho<br />y al aire libre tuvo su morada.<br />Negras moras de zarza por manzanas tenía,<br />por grosellas, simiente de retama;<br />su vino era el rocío de blancas zarzarrosas,<br />tumbas del camposanto eran sus libros.<br /><br />Las ásperas quebradas por hermanas tenía<br />y por hermanos los alerces:<br />y sólo en compañía de su familia vasta,<br />vivió cómo le plugo.<br />Pasó sin desayuno más de alguna mañana<br />y sin almuerzo más de un mediodía,<br />y en vez de cenar, fijamente<br />contemplaba la luna.<br /><br />Mas todas las mañanas, con tierna madreselva<br />sus guirnaldas tejía,<br />y cada noche, el tejo de la hondonada oscura,<br />cantando, entrelazaba.<br />y con sus dedos viejos y morenos<br />tejía esteras de junco,<br />que daba a los labriegos<br />al pasar por el monte.<br /><br />Fué Meg bizarra como la reina Margarita,<br />y como de amazona era su talla:<br />llevó por capa el trozo de alguna manta roja,<br />tocóse con un mísero sombrero.<br />Que a sus huesos de vieja conceda Dios descanso,<br />pues murió ya hace tiempo.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /><br /> </em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="ODA A LA MELANCOLÍA"></a>Oda a la melancolía</span><span style="font-family: Georgia;"><br />1<br />No vayas al Leteo ni exprimas el morado<br />acónito buscando su vino embriagador;<br />no dejes que tu pálida frente sea besada<br />por la noche, violácea uva de Proserpina.<br />No hagas tu rosario con los frutos del tejo<br />ni dejes que polilla o escarabajo sean<br />tu alma plañidera, ni que el búho nocturno<br />contemple los misterios de tu honda tristeza.<br />Pues la sombra a la sombra regresa, somnolienta,<br />y ahoga la vigilia angustiosa del espíritu.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><br />2<br />Pero cuando el acceso de atroz melancolía<br />se cierna repentino, cual nube desde el cielo<br />que cuida de las flores combadas por el sol<br />y que la verde colina desdibuja en su lluvia,<br />enjuga tu tristeza en una rosa temprana<br />o en el salino arco iris de la ola marina<br />o en la hermosura esférica de las peonías;<br />o, si tu amada expresa el motivo de su enfado,<br />toma firme su mano, deja que en tanto truene<br />y contempla, constante, sus ojos sin igual.<br /><br /><br />3<br />Con la Belleza habita, Belleza que es mortal.<br />También con la alegría, cuya mano en sus labios<br />siempre esboza un adiós; y con el placer doliente<br />que en tanto la abeja liba se torna veneno.<br />Pues en el mismo templo del Placer, con su velo<br />tiene su soberano numen Melancolía,<br />aunque lo pueda ver sólo aquel cuya ansiosa<br />boca muerde la uva fatal de la alegría.<br />Esa alma probará su tristísimo poder<br />y entre sus neblinosos trofeos será expuesta.</span></div>
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<i><span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">Versión de Gabriel Insuasti</span></i></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="Oda a un ruiseñor"></a>Oda a un ruiseñor</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Me duele el corazón y aqueja un soñoliento<br />torpor a mis sentidos, cual si hubiera bebido<br />cicuta o apurado algún fuerte narcótico<br />ahora mismo, y me hundiese en el Leteo:<br />no porque sienta envidia de tu sino feliz,<br />sino por excesiva ventura en tu ventura,<br />tú que, Dríada alada de los árboles,<br />en alguna maraña melodiosa<br />de los verdes hayales y las sombras sin cuento,<br />a plena voz le cantas al estío.<br /><br />¡Oh! ¡Quién me diera un sorbo de vino, largo tiempo<br />refrescado en la tierra profunda,<br />sabiendo a Flora y a los campos verdes,<br />a danza y canción provenzal y a soleada alegría!<br />¡Quién un vaso me diera del Sur cálido,<br />colmado de hipocrás rosado y verdadero,<br />con bullir en su borde de enlazadas burbujas<br />y mi boca de púrpura teñida;<br />beber y, sin ser visto, abandonar el mundo<br />y perderme contigo en las sombras del bosque!<br /><br />A lo lejos perderme, disiparme, olvidar<br />lo que entre ramas no supiste nunca:<br />la fatiga, la fiebre y el enojo de donde,<br />uno a otro, los hombres, en su gemir, se escuchan,<br />y sacude el temblor postreras canas tristes;<br />donde la juventud, flaca y pálida, muere;<br />donde, sólo al pensar, nos llenan la tristeza<br />y esas desesperanzas con párpados de plomo;<br />donde sus ojos claros no guarda la hermosura<br />sin que, ya al otro día, los nuble un amor nuevo.<br /><br />¡Perderme lejos, lejos! Pues volaré contigo,<br />no en el carro de Baco y con sus leopardos,<br />sino en las invisibles alas de la Poesía,<br />aunque la mente obtusa vacile y se detenga.<br />¡Contigo ya! Tierna es la noche<br />y tal vez en su trono esté la Luna Reina<br />y, en torno, aquel enjambre de estrellas, de sus Hadas;<br />pero aquí no hay más luces<br />que las que exhala el cielo con sus brisas, por ramas<br />sombrías y senderos serpenteantes, musgosos.<br /><br />Entre sombras escucho; y si yo tantas veces<br />casi me enamoré de la apacible Muerte<br />y le di dulces nombres en versos pensativos,<br />para que se llevara por los aires mi aliento<br />tranquilo; más que nunca morir parece amable,<br />extinguirse sin pena, a medianoche,<br />en tanto tú derramas toda el alma<br />en ese arrobamiento.<br />Cantarías aún, mas ya no te oiría:<br />para tu canto fúnebre sería tierra y hierba.<br /><br />Pero tú no naciste para la muerte, ¡oh, pájaro inmortal!<br />No habrá gentes hambrientas que te humillen;<br />la voz que oigo esta noche pasajera, fue oída<br />por el emperador, antaño, y por el rústico;<br />tal vez el mismo canto llegó al corazón triste<br />de Ruth, cuando, sintiendo nostalgia de su tierra,<br />por las extrañas mieses se detuvo, llorando;<br />el mismo que hechizara a menudo los mágicos<br />ventanales, abiertos sobre espumas de mares<br />azarosos, en tierras de hadas y de olvido.<br /><br />¡De olvido! Esa palabra, como campana, dobla<br />y me aleja de ti, hacia mis soledades.<br />¡Adiós! La fantasía no alucina tan bien<br />como la fama reza, elfo de engaño.<br />¡Adiós, adiós! Doliente, ya tu himno se apaga<br />más allá de esos prados, sobre el callado arroyo,<br />por encima del monte, y luego se sepulta<br />entre avenidas del vecino valle.<br />¿Era visión o sueño?<br />Se fue ya aquella música. ¿Despierto? ¿Estoy dormido?<br /><br /><i>Versión de Juan González-Blanco de Luaces</i></span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="Oda a una urna griega"></a>Oda a una urna griega</span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">1<br />Tú todavía inviolada novia del sosiego,<br />criatura nutrida de silencio y tiempo despacioso,<br />silvestre narradora que así puedes contar<br />una historia florida con dulzura mayor que nuestro canto.<br />¿Qué leyenda orlada de hojas evoca tu figura<br />con dioses o mortales o con ambos,<br />en Tempe o en los valles de Arcadia?<br />¿Qué hombres o qué dioses aparecen? ¿Qué rebeldes doncellas?<br />¿Qué loca persecución? ¿Quién lucha por huir?<br />¿Qué caramillos y panderos? ¿Qué éxtasis salvaje?<br /><br />2<br />Dulces son las oídas melodías, pero las inoídas<br />son más dulces aún; sonad entonces suaves caramillos<br />no al oído carnal, sino, más seductores,<br />dejad que oiga el espíritu tonadas sin sonido.<br />Hermoso adolescente, bajo los árboles, no puedes<br />suspender tu canción ni nunca quedarán los árboles desnudos;<br />amante audaz, no alcanzarás el beso<br />tan cercano, mas no penes;<br />ella no puede marchitarse, aunque no se consume tu deseo,<br />para siempre amarás y ella será hermosa.</span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;">3<br />Ah ramas felicísimas que no podréis nunca<br />esparcir vuestras hojas ni abandonar jamás la primavera;<br />y tú, oh músico feliz, infatigable,<br />que modulas sin término canciones siempre nuevas;<br />y más feliz amor y más y más feliz amor,<br />entre el deseo para siempre y la inminencia de la posesión,<br />entre el aliento jadeante y la perpetua juventud.<br />Todo respira mucho más arriba que la pasión del hombre<br />que deja el corazón hastiado y dolorido,<br />y una frente febril y una boca abrasada.<br /><br />4<br />¿Quiénes avanzan hacia el sacrificio?<br />¿Hasta qué verde altar, misterioso oficiante,<br />llevas esa ternera que muge hacia los cielos<br />y cuyos sedosos flancos se visten de guirnaldas?<br />¿Qué pequeña ciudad en las orillas de un río o de la mar<br />o en una montaña coronada de quieta ciudadela<br />dejan sus gentes sola en la pía mañana?<br />Ciudad pequeña, tus calles para siempre<br />quedarán en silencio y nadie nunca<br />para dar la razón de tu abandono ha de volver.<br /><br />5<br />¡Ática forma! ¡Figura sin reproche! En mármol,<br />de hombres y doncellas guarnecida<br />y de silvestres ramos y de hierbas holladas.<br />Oh forma silenciosa que desafía nuestro pensamiento<br />como la eternidad. Oh fría pastoral.<br />Cuando a esta generación consuma el tiempo<br />tú quedarás entre otros dolores<br />distintos de los nuestros, tú, amiga del hombre, al que repites:<br />La belleza es verdad y la verdad belleza. Tal es cuanto<br />sobre la tierra conocéis, cuanto necesitáis conocer.</span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><i>Versión de José Ángel Valente </i><br /><br /><br /> </span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="ODA AL OTOÑO"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Oda al otoño</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Estación de las nieblas y fecundas sazones,<br />colaboradora íntima de un sol que ya madura,<br />conspirando con él cómo llenar de fruto<br />y bendecir las viñas que corren por las bardas,<br />encorvar con manzanas los árboles del huerto<br />y colmar todo fruto de madurez profunda;<br />la calabaza hinchas y engordas avellanas<br />con un dulce interior; haces brotar tardías<br />y numerosas flores hasta que las abejas<br />los días calurosos creen interminables<br />pues rebosa el estío de sus celdas viscosas.<br /><br />¿Quién no te ha visto en medio de tus bienes?<br />Quienquiera que te busque ha de encontrarte<br />sentada con descuido en un granero<br />aventado el cabello dulcemente,<br />o en surco no segado sumida en hondo sueño<br />aspirando amapolas, mientras tu hoz respeta<br />la próxima gavilla de entrelazadas flores;<br />o te mantienes firme como una espigadora<br />cargada la cabeza al cruzar un arroyo,<br />o al lado de un lagar con paciente mirada<br />ves rezumar la última sidra hora tras hora.<br /><br />¿En dónde con sus cantos está la primavera?<br />No pienses más en ellos sino en tu propia música.<br />Cuando el día entre nubes desmaya floreciendo<br />y tiñe los rastrojos de un matiz rosado,<br />cual lastimero coro los mosquitos se quejan<br />en los sauces del río, alzados, descendiendo<br />conforme el leve viento se reaviva o muere;<br />y los corderos balan allá por las colinas,<br />los grillos en el seto cantan, y el petirrojo<br />con dulce voz de tiple silba en alguna huerta<br />y trinan por los cielos bandos de golondrinas.<br /><em><br />Versión de Màrie Montand</em></span></span><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="SOBRE EL MAR"></a>Sobre el mar</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />No cesan sus eternos murmullos, rodeando<br />las desoladas playas, Y el brío de sus olas<br />diez mil cavernas llena dos veces, y el hechizo<br />de liécate les deja su antiguo son oscuro.<br />Pero a menudo tiene tan dulce continente,<br />que apenas se moviera la concha más menuda<br />durante muchos días, de donde cayó Cuando<br />los vientos celestiales Pasaron, sin cadenas.<br />Los que tenéis los ojos dolientes o cansados,<br />brindadles esa anchura del Janar, como una fiesta ;<br />y los ensordecidos por clamoreo rudo<br />o los que estáis ahítos de notas fatigosas,<br />sentaos junto a Una antigua caverna, meditando,<br />hasta sobresaltaros, como al cantar las ninfas.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /> </em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="SOBRE LA CIGARRA Y EL GRILLO"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Sobre la cigarra y el grillo</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Jamás la poesía de la tierra se extingue:<br />cuando a todos los pájaros abate el sol ardiente<br />y ocúltanse en fresdores de umbría, una voz corre<br />de seto en seto, por prados recién segados.<br />En la de la cigarra. El concierto dirige<br />de la pompa estival y no se sacia nunca<br />de sus delicias, pues si le cansan sus juegos,<br />se tumba a reposar bajo algún junco amable.<br />En la tierra jamás la poesía cesa:<br />cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo<br />ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra<br />el cántico del grillo, que aumenta sus ardores,<br />y parece, al sumido en somnolencia dulce,<br />la voz de la cigarra, entre colinas verdes.<br /><br /><em>Versión de Màrie Montand<br /> </em></span></span><br />
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /><br /> </span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><br /><a href="https://www.blogger.com/null" name="SOBRE UNA URNA GRIEGA"></a></span><span style="font-family: Georgia;">Sobre una urna griega (otra versión)</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />Tú, novia intacta aún de la quietud,<br />prohijada del silencio y de las lentas horas,<br />selvático rapsoda, que refieres un cuento<br />florido, con dulzura mayor que en nuestra rima:<br />¿qué leyenda, ceñida de verdor, en tu forma<br />tiembla? ¿Será de dioses o mortales, o de ambos,<br />en el Tempé o en valles de Arcadia? ¿Quiénes son<br />esos hombres o dioses? ¿Qué doncellas resisten<br />al loco perseguir? ¿Qué pugna es ésa, huyendo?<br />¿Qué flautas y tambores? ¿Qué extasis salvaje?<br /><br />Las músicas oídas son dulces, pero más<br />dulces son las no oídas. Seguid sonando, pues,<br />¡oh, caramillos blandos!, no al sentido: más tiernas<br />suenen en el espíritu las canciones sin notas.<br />Doncel, bajo los árboles, abandonar no puedes<br />tu canto y no podrían desnudarse esas ramas;<br />enamorado audaz, no podrás besar nunca,<br />aunque tan cerca estás ; mas no te apenes: ella<br />no puede marchitarse; tu ventura no alcanzas,<br />pero siempre amarás y será siempre hermosa.<br /><br />¡Ah! ¡Felices, felices ramas, que vuestras hojas<br />no podéis esparcir, ni de abril despediros!<br />Y músico feliz, que no te cansas nunca<br />de modular canciones siempre nuevas. Empero,<br />más feliz, más feliz ese amor venturoso,<br />cálido siempre y no gozado todavía,<br />y jadeante siempre y para siempre joven:<br />todos alientan lejos de la pasión humana,<br />que deja el corazón tan saciado y tan triste<br />y una frente de fuego y la lengua abrasada.<br /><br />¿Quiénes son esas gentes que al sacrificio acuden?<br />¿ A qué altar de verdores, ¡oh, extraño sacerdote!,<br />esa ternera guías, que hacia los cielos muge,<br />con los fiancos sedeños cubiertos de guirnaldas?<br />¿Qué pequeña ciudad, de la playa o de un río,<br />o alzada en la montaña, con una ciudadela<br />pacífica, quedóse sin gente esa devota<br />mañana? Y a tus calles, ¡oh, villa! , para siempre<br />se verán silenciosas, y ni un alma a decirnos<br />por qué estás tan desierta, podrá ya volver nunca.<br /><br />¡Forma ática, hermosa actitud! Guarnecida<br />con progenie de hombres y doncellas de mármol,<br />con ramas de los bosques y con hollada hierba.<br />Tu empeño, ¡oh, silenciosa forma!, nuestros pensares<br />vence, como lo eterno: ¡oh tú, pastoral fría!<br />Cuando a los hoy lozanos ya la vejez consuma,<br />te quedarás aún, en medio de otras cuitas,<br />como amiga del hombre, diciendo: «La belleza<br />es verdad; la verdad, belleza» : y eso es cuanto<br />en la tierra sabéis, y ya más no precisa.</span></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-family: Georgia; font-size: large;"><em>Versión de Màrie Montand<br /><br /> </em></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><img border="0" height="7" src="http://amediavoz.com/TRADUCBARRA.jpg" width="73" /></span></div>
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<span style="color: #274e13; font-size: large;"><span style="font-family: Georgia;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="TEN COMPASIÓN, AMOR, PIEDAD..."></a></span><span style="font-family: Georgia;">Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad!...</span><span style="font-family: Georgia;"><br /><br />¡Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad!<br />Piadoso amor que no nos hace sufrir sin fin,<br />amor de un solo pensamiento, que no divagas,<br />que eres puro, sin máscaras, sin una mancha.<br />Permíteme tenerte entero... ¡Sé todo, todo mío!<br />Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer<br />del amor que es tu beso... esas manos, esos ojos divinos<br />ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero,<br />incluso tú misma, tu alma por piedad dámelo todo,<br />no retengas un átomo de un átomo o me muero,<br />o si sigo viviendo, sólo tu esclavo despreciable,<br />¡olvida, en la niebla de la aflicción inútil,<br />los propósitos de la vida, el gusto de mi mente<br />perdiéndose en la insensibilidad, y mi ambición ciega!</span></span></div>
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<img alt="Resultado de imagen para john keats poemas" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSvmAGcli-_mTCyjbKulLky9JT5uTlaCBbdblnNzO_eohblem8iVg" /><img alt="Resultado de imagen para john keats poemas" src="https://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcS9ID-wgvfzg1YwegYX-uCn2WC3fbJtIAVz-3bwJujmlM4SInEwig" /><img alt="Resultado de imagen para john keats poemas" src="https://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSH1k0HnkWaYP2onmH-lq7NXRcWiFlmcnJMZvI5hObj7zG1pSx0HA" /><img alt="Resultado de imagen para john keats poemas" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQ7fa60UyqUMIeyCI17yJ1lJw30PjlPOt3axi-0WVJ1PKm8LM7g" /><img alt="Resultado de imagen para john keats poemas" src="https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRvvGBw_4nalaYJ7GnT6f-a-oqZXwK4s8vTvuqg0rc4wXXpscOY" /><br />
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Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-89927474229584853962016-12-06T00:02:00.000-08:002016-12-06T00:02:39.135-08:00Paul Verlaine<h1 style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 33px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-weight: normal; line-height: 37.8px; margin: 20px 0px 16px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Paul Verlaine</h1>
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<img alt="Resultado de imagen para verlaine poemario" src="http://www.poesias.cl/paul_verlaine_000.jpg" /></div>
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<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PAUL VERLAINE</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(1844-1896)</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Paul-Marie Verlaine nació el 30 de marzo de 1844 en Metz (Francia). Era hijo de Elisa Dehée y de un capitán del ejército francés llamado Nicolas-Auguste Verlaine.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estudió en el Liceo Bonaparte parisino. En sus tiempos de adolescente se enamoró de Elisa Moncomble, prima huérfana de Paul que creció al cuidado de su familia y que falleció a edad temprana.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En París trabajó brevemente como agente de seguros antes de dar inicio a la carrera de Derecho, que abandonó para vivir una existencia bohemia y compartir ansias literarias con poetas parnasianos como Leconte de Lisle y Louis Xavier de Ricard.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<img alt="Resultado de imagen para verlaine" src="https://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQTX9ZMzp8VXbNPurMd-HrHeovFb_e0TpnhHHdvdpDP22oA396ZTQ" /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> Considerado el maestro del </span>decadentismo<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> y principal precursor del simbolismo, es, en realidad, el único poeta francés que merece el epíteto de «impresionista» y, junto con </span>Victor<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span>Hugo<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">, el mayor poeta lírico francés del s. </span>XIX<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">. En 1851 su familia se instaló en París, donde </span>Verlaine<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> trabajó como escribiente en el </span>ayuntamiento<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> (1864). En 1866 publicó su primer libro,</span><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span><i style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">Poemas saturnianos</i><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">, que revela la influencia de </span>Baudelaire<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">, al que siguieron</span><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span><i style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">Fiestas galantes</i><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">(1869), en el que describe un universo irreal a lo </span>Watteau<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">, y</span><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span><i style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">La buena canción</i><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;"> </span><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: justify;">(1870).</span></div>
</div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después de una crisis producida por el amor no correspondido que le inspiró su prima Élise Moncomble, halló una efímera estabilidad en su matrimonio con Mathilde Mauté (1870), disuelto a raíz de sus relaciones, a partir de 1871, con Arthur Rimbaud, con quien viajó a Bélgica y a Gran Bretaña (1872-1873). El 10 de julio de 1873, en Bruselas, hirió de bala a Rimbaud, quien le había amenazado con abandonarle. Condenado a dos años de prisión, salió de la cárcel después de recobrar la fe.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En 1870 contrajo matrimonio con Matilde Mauté de Fleurville, enlace roto tras su enamoramiento del joven poeta <a href="http://www.alohacriticon.com/literatura/escritores/arthur-rimbaud" style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: inherit !important;">Arthur Rimbaud</span></a>, quien le había remitido el poema “El Barco Ebrio”.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ambos escritores se fugaron a Londres, capital inglesa en la que compartieron una pasional historia de amor con continuos encuentros y desencuentros.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta tormentosa relación junto a su vida bohemia, afición a la absenta y desequilibrio nervioso, terminó por mermar la salud de Verlaine.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En 1873 fue condenado a dos años de prisión tras disparar contra Rimbaud y herirle en una mano. En la cárcel escribió “Romanzas Sin Palabras” (1874).</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<img alt="Resultado de imagen para verlaine" src="https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR1AzqcJYmm5fg3cY2tRPyyM7hHYjOmK6ps77R7Yrjte_VBfk2e" /><img alt="Resultado de imagen para verlaine poemario" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/28/Forain_Rimbaud.jpg/220px-Forain_Rimbaud.jpg" style="background-color: transparent;" /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: 21px; outline: 0px; padding: 0.6em 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su etapa de madurez se inicia con la publicación de <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Romanzas sin palabras</i> (1874), que revela una poética nueva, basada en la música del verso, y expresa su desgarramiento, dividido entre Rimbaud y Mathilde. Tras una última riña con Rimbaud en Stuttgart, regresó a Gran Bretaña (1875), donde se dedicó a la enseñanza hasta que regresó a Francia (1877). Después de una recaída en el alcoholismo, volvió a Gran Bretaña con su alumno favorito, Lucien Létinois (1879-1880).</span></div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<img alt="Resultado de imagen para verlaine romanzas sin palabras" 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<ins class="adsbygoogle adaptable-centro" data-ad-client="ca-pub-3172851258350010" data-ad-slot="1744822333" data-adsbygoogle-status="done" style="border: 0px; box-sizing: border-box; display: block; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; height: 280px; line-height: inherit; margin: 0px auto; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline; width: 336px;"><ins id="aswift_0_expand" style="background-color: transparent; border: none; box-sizing: border-box; display: inline-table; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 280px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; visibility: visible; width: 336px;"><ins id="aswift_0_anchor" style="background-color: transparent; border: none; box-sizing: border-box; display: block; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 280px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; visibility: visible; width: 336px;"><span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><iframe allowfullscreen="true" allowtransparency="true" frameborder="0" height="280" hspace="0" id="aswift_0" marginheight="0" marginwidth="0" name="aswift_0" scrolling="no" style="border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; left: 0px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: absolute; top: 0px; vertical-align: baseline;" vspace="0" width="336"></iframe></span></ins></ins></ins></div>
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<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En 1881 publicó <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Cordura</i>, poemario de inspiración religiosa, y en 1883, tras la muerte de Létinois, llevó en Coulommes una vida escandalosa. De este período data la publicación de <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Los poetas malditos</i> (1884), en que dio a conocer a Rimbaud, Tristan Corbière y Stéphane Mallarmé, y <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Antaño y ahora</i> (1884). Tras una nueva estancia en la cárcel por haber intentado estrangular a su madre hallándose bajo los efectos del alcohol, pasó a residir definitivamente en París (1885), donde fue a menudo hospitalizado.</span></div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #674ea7; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aparte de obras en prosa, como <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mis hospitales</i> (1892), de su producción de esta última etapa destacan algunas obras poéticas de tema religioso (<i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Amor,</i> 1888; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Liturgias íntimas,</i> 1892) y de tema erótico (<i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Paralelamente,</i> 1889; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mujeres,</i> 1890; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Canciones para ella,</i> 1891; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Odas en su honor,</i> 1893; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Elegías,</i> 1893; <i style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">En los limbos,</i>1894). En sus últimos años gozó de gran prestigio literario (dio conferencias en Bélgica y Gran Bretaña, fue elegido «Príncipe de los poetas» en 1894), lo que contrasta con la miseria y el estado de degradación en que vivía.</span></div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="text-align: start;"><span style="color: #674ea7;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Murió en París el 8 de enero de 1896. Ten</span><span style="font-family: Open Sans; font-size: 14px;">ía 41 años.</span></span></span></div>
<div class="biog" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="text-align: start;"><span style="color: #674ea7;"><span style="font-family: Open Sans; font-size: 14px;"><br /></span></span></span></div>
<header style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
A una mujer</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="background-color: white; border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
A usted, estos versos, por la consoladora gracia<br style="box-sizing: border-box;" />De sus ojos grandes donde se ríe y llora un dulce sueño;<br style="box-sizing: border-box;" />A su alma pura y buena, a usted<br style="box-sizing: border-box;" />Estos versos desde el fondo de mi violenta miseria.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y es que, ¡ay!, la horrible pesadilla que me visita<br style="box-sizing: border-box;" />No me da tregua y, va, furiosa, loca, celosa,<br style="box-sizing: border-box;" />Multiplicándose como un cortejo de lobos<br style="box-sizing: border-box;" />Y se cuelga tras mi sino, que ensangrienta.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Oh, sufro, sufro espantosamente, de tal modo<br style="box-sizing: border-box;" />Que el primer gemido del hombre<br style="box-sizing: border-box;" />Arrojado del Edén es una égloga al lado del mío.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y las penas que usted pueda tener son como<br style="box-sizing: border-box;" />Las golondrinas que un cielo al mediodía,<br style="box-sizing: border-box;" />Querida, en un bello día de septiembre tibio.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<header style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Canción de otoño</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Los sollozos más hondos<br style="box-sizing: border-box;" />del violín del otoño<br style="box-sizing: border-box;" />son igual<br style="box-sizing: border-box;" />que una herida en el alma<br style="box-sizing: border-box;" />de congojas extrañas<br style="box-sizing: border-box;" />sin final.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Tembloroso recuerdo<br style="box-sizing: border-box;" />esta huida del tiempo<br style="box-sizing: border-box;" />que se fue.<br style="box-sizing: border-box;" />Evocando el pasado<br style="box-sizing: border-box;" />y los días lejanos<br style="box-sizing: border-box;" />lloraré.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Este viento se lleva<br style="box-sizing: border-box;" />el ayer de tiniebla<br style="box-sizing: border-box;" />que pasó,<br style="box-sizing: border-box;" />una mala borrasca<br style="box-sizing: border-box;" />que levanta hojarasca<br style="box-sizing: border-box;" />como yo.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<header style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
El hogar y la lámpara…</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
El hogar y la lámpara de resplandor pequeño;<br style="box-sizing: border-box;" />la frente entre las manos en busca del ensueño;<br style="box-sizing: border-box;" />y los ojos perdidos en los ojos amados;<br style="box-sizing: border-box;" />la hora del té humeante y los libros cerrados;<br style="box-sizing: border-box;" />el dulzor de sentir fenecer la velada,<br style="box-sizing: border-box;" />la adorable fatiga y la espera adorada<br style="box-sizing: border-box;" />de la sombra nupcial y el ensueño amoroso.<br style="box-sizing: border-box;" />¡Oh! ¡Todo esto, mi ensueño lo ha perseguido ansioso,<br style="box-sizing: border-box;" />sin descanso, a través de mil demoras vanas,<br style="box-sizing: border-box;" />impaciente de meses, furioso de semanas!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<article class="post-8400 texto type-texto status-publish hentry category-poemas" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><header style="box-sizing: border-box;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Green</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Te ofrezco entre racimos, verdes gajos y rosas,<br style="box-sizing: border-box;" />mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla;<br style="box-sizing: border-box;" />no quieran destrozarlo tus manos cariñosas,<br style="box-sizing: border-box;" />tus ojos regocije mi dádiva sencilla.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
en el jardín umbroso mi cuerpo fatigado<br style="box-sizing: border-box;" />las auras matinales cubrieron de rocío;<br style="box-sizing: border-box;" />como en la paz de un sueño se deslice a tu lado<br style="box-sizing: border-box;" />el fugitivo instante que reposar ansío.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Cuando en mis sienes calme la divina tormenta,<br style="box-sizing: border-box;" />reclinaré, jugando con tus bucles espesos,<br style="box-sizing: border-box;" />sobre tu núbil seno mi frente soñolienta,<br style="box-sizing: border-box;" />sonora con el ritmo de tus últimos besos.</div>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</article><hr class="space" style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; visibility: hidden;" />
<hr class="space" style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; visibility: hidden;" />
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<div class="hidden-print" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
</div>
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
</td></tr>
</tbody></table>
<header style="box-sizing: border-box; text-align: start;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Grotesco</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; text-align: start;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Sus piernas por toda montura,<br style="box-sizing: border-box;" />Por todo bien el oro de sus miradas,<br style="box-sizing: border-box;" />Por el camino de las aventuras<br style="box-sizing: border-box;" />Marchan harapientos y huraños.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
El prudente, indignado, los arenga;<br style="box-sizing: border-box;" />El tonto compadece a esos locos aventurados;<br style="box-sizing: border-box;" />Los niños les sacan la lengua<br style="box-sizing: border-box;" />Y las chicas se burlan de ellos.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Sin más que odiosos y ridículos,<br style="box-sizing: border-box;" />Y maléficos, en efecto,<br style="box-sizing: border-box;" />Y tienen el aire, en el crepúsculo,<br style="box-sizing: border-box;" />De un mal sueño.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y con sus agrias guitarras,<br style="box-sizing: border-box;" />Crispando la mano de los liberados,<br style="box-sizing: border-box;" />Canturrean unos aires extraños,<br style="box-sizing: border-box;" />Nostálgicos y rebeldes</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y es, en fin, que sus pupilas<br style="box-sizing: border-box;" />Ríe y llora – fastidioso-<br style="box-sizing: border-box;" />El amor de las cosas eternas,<br style="box-sizing: border-box;" />¡Viejos muertos y antiguos dioses!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Id, pues, vagabundos sin tregua,<br style="box-sizing: border-box;" />Errad, funestos y malditos,<br style="box-sizing: border-box;" />A lo largo de los abismos y de las playas<br style="box-sizing: border-box;" />Bajo el ojo cerrado de los paraísos.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
La naturaleza del mundo se aísla<br style="box-sizing: border-box;" />Para castigar como es preciso<br style="box-sizing: border-box;" />La orgullosa melancolía<br style="box-sizing: border-box;" />Que te hace marchar con la frente alta,</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y, vengando en ti la blasfemia<br style="box-sizing: border-box;" />De inmensas esperanzas vehementes,<br style="box-sizing: border-box;" />Hiere tu frente de anatema.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<header style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Las conchas</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Cada concha incrustada<br style="box-sizing: border-box;" />En la gruta donde nos amamos,<br style="box-sizing: border-box;" />Tiene su particularidad.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Una tiene la púrpura de nuestras almas,<br style="box-sizing: border-box;" />Hurtada a la sangre de nuestros corazones,<br style="box-sizing: border-box;" />Cuando yo ardo y tú te inflamas;</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Esa otra simula tus languideces<br style="box-sizing: border-box;" />Y tu palidez cuando, cansada,<br style="box-sizing: border-box;" />Me reprochas mis ojos burlones;</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Esa de ahí imita la gracia<br style="box-sizing: border-box;" />De tu oreja, y aquella otra<br style="box-sizing: border-box;" />Tu rosada nuca, corta y gruesa;</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Pero una, entre todas, es la que me turba.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<header style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Lasitud</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Encantadora mía, ten dulzura, dulzura…<br style="box-sizing: border-box;" />calma un poco, oh fogosa, tu fiebre pasional;<br style="box-sizing: border-box;" />la amante, a veces, debe tener una hora pura<br style="box-sizing: border-box;" />y amarnos con un suave cariño fraternal.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Sé lánguida, acaricia con tu mano mimosa;<br style="box-sizing: border-box;" />yo prefiero al espasmo de la hora violenta<br style="box-sizing: border-box;" />el suspiro y la ingenua mirada luminosa<br style="box-sizing: border-box;" />y una boca que me sepa besar aunque me mienta.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Dices que se desborda tu loco corazón<br style="box-sizing: border-box;" />y que grita en tu sangre la más loca pasión;<br style="box-sizing: border-box;" />deja que clarinee la fiera voluptuosa.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
En mi pecho reclina tu cabeza galana;<br style="box-sizing: border-box;" />júrame dulces cosas que olvidarás mañana<br style="box-sizing: border-box;" />Y hasta el alba lloremos, mi pequeña fogosa.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<article class="post-9143 texto type-texto status-publish hentry category-poemas" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><header style="box-sizing: border-box;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Mi sueño</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante<br style="box-sizing: border-box;" />de una mujer ignota que adoro y que me adora,<br style="box-sizing: border-box;" />que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora<br style="box-sizing: border-box;" />y que las huellas sigue de mi existencia errante.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Se vuelve transparente mi corazón sangrante<br style="box-sizing: border-box;" />para ella, que comprende lo que mi mente añora;<br style="box-sizing: border-box;" />ella me enjuga el llanto del alma cuando llora<br style="box-sizing: border-box;" />y lo perdona todo con su sonrisa amante.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.<br style="box-sizing: border-box;" />¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,<br style="box-sizing: border-box;" />el de virgen de aquellas que adorando murieron.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Como el de las estatuas es su mirar de suave<br style="box-sizing: border-box;" />y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,<br style="box-sizing: border-box;" />un eco de las voces queridas que se fueron…</div>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</article><hr class="space" style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; visibility: hidden;" />
<hr class="space" style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; visibility: hidden;" />
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<div class="hidden-print" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
</div>
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
</td></tr>
</tbody></table>
<header style="box-sizing: border-box; text-align: start;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Mujer y gata</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; text-align: start;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
La sorprendí jugando con su gata,<br style="box-sizing: border-box;" />y contemplar causóme maravilla<br style="box-sizing: border-box;" />la mano blanca con la blanca pata,<br style="box-sizing: border-box;" />de la tarde a la luz que apenas brilla.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
¡Como supo esconder la mojigata,<br style="box-sizing: border-box;" />del mitón tras la negra redecilla,<br style="box-sizing: border-box;" />la punta de marfil que juega y mata,<br style="box-sizing: border-box;" />con acerados tintes de cuchilla!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Melindrosa a la par por su compañera<br style="box-sizing: border-box;" />ocultaba también la garra fiera;<br style="box-sizing: border-box;" />y al rodar (abrazadas) por la alfombra,</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
un sonoro reír cruzó el ambiente<br style="box-sizing: border-box;" />del salón… y brillaron de repente<br style="box-sizing: border-box;" />¡cuatro puntos de fósforo en la sombra!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<article class="post-9813 texto type-texto status-publish hentry category-poemas" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><header style="box-sizing: border-box;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Serenata</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Como la voz de un muerto que cantara<br style="box-sizing: border-box;" />desde el fondo de su fosa,<br style="box-sizing: border-box;" />amante, escucha subir hasta tu retiro<br style="box-sizing: border-box;" />mi voz agria y falsa.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Abre tu alma y tu oído al son<br style="box-sizing: border-box;" />de mi mandolina:<br style="box-sizing: border-box;" />para ti he hecho, para ti, esta canción<br style="box-sizing: border-box;" />cruel y zalamera.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Cantaré tus ojos de oro y de onix<br style="box-sizing: border-box;" />puros de toda sombra,<br style="box-sizing: border-box;" />cantaré el Leteo de tu seno, luego el<br style="box-sizing: border-box;" />de tus cabellos oscuros.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Como la voz de un muerto que cantara<br style="box-sizing: border-box;" />desde el fondo de su fosa,<br style="box-sizing: border-box;" />amante, escucha subir hasta tu retiro<br style="box-sizing: border-box;" />mi voz agria y falsa.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Después loare mucho, como conviene,<br style="box-sizing: border-box;" />A esta carne bendita<br style="box-sizing: border-box;" />Cuyo perfume opulento evoco<br style="box-sizing: border-box;" />Las noches de insomnio.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y para acabar cantaré el beso<br style="box-sizing: border-box;" />de tu labio rojo<br style="box-sizing: border-box;" />y tu dulzura al martirizarme,<br style="box-sizing: border-box;" />¡Mi ángel, mi gubia!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Abre tu alma y tu oído al son<br style="box-sizing: border-box;" />de mi mandolina:<br style="box-sizing: border-box;" />para ti he hecho, para ti, esta canción<br style="box-sizing: border-box;" />cruel y zalamo.</div>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</article><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<div class="hidden-print" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
</div>
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<hr class="space" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-bottom-color: initial; border-bottom-style: initial; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px 0px; box-sizing: content-box; color: #333333; font-family: "PT Serif", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; height: 0px; letter-spacing: normal; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; orphans: 2; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; visibility: hidden; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
</td></tr>
</tbody></table>
<header style="box-sizing: border-box; text-align: start;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Soñé contigo esta noche…</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px; text-align: start;" />
<center style="box-sizing: border-box;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Soñé contigo esta noche:<br style="box-sizing: border-box;" />Te desfallecías de mil maneras<br style="box-sizing: border-box;" />Y murmurabas tantas cosas…</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y yo, así como se saborea una fruta<br style="box-sizing: border-box;" />Te besaba con toda la boca<br style="box-sizing: border-box;" />Un poco por todas partes, monte, valle, llanura.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Era de una elasticidad,<br style="box-sizing: border-box;" />De un resorte verdaderamente admirable:<br style="box-sizing: border-box;" />Dios… ¡Qué aliento y qué cintura!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y tú, querida, por tu parte,<br style="box-sizing: border-box;" />Qué cintura, qué aliento y<br style="box-sizing: border-box;" />Qué elasticidad de gacela…</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Al despertar fue, en tus brazos,<br style="box-sizing: border-box;" />Pero más aguda y más perfecta,<br style="box-sizing: border-box;" />¡Exactamente la misma fiesta!</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
<header style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;"><div class="text-center" style="box-sizing: border-box; text-align: center;">
<h1 style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: inherit; font-size: 1.6em; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 22px 0px 11px;">
Tú crees en el ron del café…</h1>
<div class="text-smaller" style="box-sizing: border-box; font-size: 0.8em; margin-bottom: 11px;">
[Poema - Texto completo.]</div>
Paul Verlaine</div>
</header><hr style="border-bottom: 0px; border-image: initial; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top-color: rgb(238, 238, 238); border-top-style: solid; box-sizing: content-box; color: #333333; font-size: 16px; height: 0px; margin-bottom: 22px; margin-top: 22px;" />
<center style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px;">
<table border="0" bordercolor="#111111" cellpadding="0" cellspacing="0" class="table-center" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; box-sizing: border-box; table-layout: fixed !important;"><tbody style="box-sizing: border-box;">
<tr style="box-sizing: border-box;"><td style="box-sizing: border-box; padding: 0px;"><div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Tú crees en el ron del café, en los presagios,<br style="box-sizing: border-box;" />y crees en el juego;<br style="box-sizing: border-box;" />yo no creo más que en tus ojos azulados.<br style="box-sizing: border-box;" />Tú crees en los cuentos de hadas, en los días<br style="box-sizing: border-box;" />nefastos y en los sueños;<br style="box-sizing: border-box;" />yo creo solamente en tus bellas mentiras.<br style="box-sizing: border-box;" />Tú crees en un vago y quimérico Dios,<br style="box-sizing: border-box;" />o en un santo especial,<br style="box-sizing: border-box;" />y, para curar males, en alguna oración.<br style="box-sizing: border-box;" />Mas yo creo en las horas azules y rosadas<br style="box-sizing: border-box;" />que tú a mí me procuras<br style="box-sizing: border-box;" />y en voluptuosidades de hermosas noches blancas.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
Y tan profunda es mi fe<br style="box-sizing: border-box;" />y tanto eres para mí,<br style="box-sizing: border-box;" />que en todo lo que yo creo<br style="box-sizing: border-box;" />sólo vivo para ti.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
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<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
En el bosque.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Muchos —ingenuos o acaso flemáticos—,</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">solo hallan en el bosque lánguidos encantos,</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">soplos fresco y perfumes tibios. ¡Son dichosos!</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Otros —soñadores— se sienten atrapados por temores místicos.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"></span><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">¡Son dichosos! Pero yo, inquieto, y sin descanso turbado</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">por un espantoso y vago remordimiento,</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">por el bosque tiemblo como un cobarde</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">que teme una emboscada o que ve un muerto.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"></span><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Esos grandes ramajes nunca apaciguados, como la onda,</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">de los que cae un negro silencio como una sombra</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">aún más negra, todo ese decorado lúgubre y siniestro</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">me llena de horror vil y profundo.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"></span><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Sobre todo en las noches de verano: las llamas del ocaso</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">se diluyen en el azul grisáceo de las brumas que tiñe</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">de incendio y de sangre; y el ángelus que tañe</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">a lo lejos parece un grito plañidero que se acerca.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"></span><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">El viento se levanta caliente y pesado, un susurro pasa</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">y vuelve a pasar, cada vez más fuerte, en el espesor</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">cada vez más sombrío de los altos robles, ofuscador,</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">y se esparce, así como un miasma, en el espacio.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"></span><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Se acerca la noche. El búho alza el vuelo. Es el instante</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">en el que se piensa en los relatos de las ingenuas abuelas...</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Bajo la maleza, allá, vivos manantiales</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">con rumor de asesinos escondidos esperando.</span><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /></div>
<div class="separator" style="clear: both; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKRhldjDShBwKMhZ_vHhhjBeBPDTvLi2_sH3VLmXbnLZ_p4Mg7SH6fnJSezMjuBmYYqud9cRZ5ZAmTDFhdzMPVFP1OMGskSze6iAHJXSz7z_RpRN8geE_SKgmR0JYILcDe85eaTSnrSs0/s1600/Paul+Verlaine_Poemas_Louis+Joos_Nordica+Libros.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #f2984c; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKRhldjDShBwKMhZ_vHhhjBeBPDTvLi2_sH3VLmXbnLZ_p4Mg7SH6fnJSezMjuBmYYqud9cRZ5ZAmTDFhdzMPVFP1OMGskSze6iAHJXSz7z_RpRN8geE_SKgmR0JYILcDe85eaTSnrSs0/s200/Paul+Verlaine_Poemas_Louis+Joos_Nordica+Libros.jpg" style="border: 1px solid rgb(255, 255, 255); padding: 4px;" width="140" /></a></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><br style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;" /><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Poema extraído de </span><b style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">"Poemas",</b><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"> </span><i style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;">Paul Verlaine.</i><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"> Nórdica Libros: 2008</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12.61px;"><br /></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<br /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</center>
</center>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</center>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-3963810029473486992016-03-09T11:04:00.001-08:002016-03-09T11:04:50.810-08:00 Bertolt Brecht Alemania: 1898-1956 Poemas y Canciones.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQV3A2arbwGIqh6FbTzKknpCtMTcyTWHMjtHhSeIzSXsro5F4VHlbjVrGO_Hl9Ucu391Qr31YnhuDSr1lYX-f-tj-4ay0l0LvgJKgig_Gr1TCuagtquOtlCfDtn97I5tuEDQ1bGzOJOsew/s1600/brecht2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQV3A2arbwGIqh6FbTzKknpCtMTcyTWHMjtHhSeIzSXsro5F4VHlbjVrGO_Hl9Ucu391Qr31YnhuDSr1lYX-f-tj-4ay0l0LvgJKgig_Gr1TCuagtquOtlCfDtn97I5tuEDQ1bGzOJOsew/s1600/brecht2.jpg" /></a></div>
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: large;"><b> P</b></span>oeta,
director teatral y dramaturgo alemán, cuyo tratamiento original y
distanciado de los temas sociales y de los experimentos revolucionarios
ha influido enormemente en la creación y en la producción teatrales
modernas.
Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo (Baviera), y se formó
en las universidades de Munich y Berlín. En 1924, aparece como autor
teatral en el Berlín Deutsches Theater, bajo la dirección de Max
Reinhardt. Sus primeras obras muestran la influencia del expresionismo,
el principal movimiento dramático de la época. En 1928, escribió un
drama musical, <b>La ópera de los dos centavos</b> (conocida en algunos
países como tres peniques o tres centavos), con el compositor alemán
Kurt Weill. Este musical, basado en The Beggar's Opera (1728) del
dramaturgo inglés John Gay, era una cáustica sátira del capitalismo y se
convirtió en el éxito teatral más importante de Brecht. Se estrenó en
1928 en Berlín.
En 1924, había empezado Brecht a estudiar el marxismo, y, desde 1928
hasta la llegada de Hitler al poder, escribió y estrenó varios dramas
didácticos musicales. La ópera <b>Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny</b>
(1927-1929), también con música de Weill, volvía a criticar severamente
el capitalismo. La preocupación por la justicia fue un tema fundamental
en su obra.
Durante este periodo inicial de su carrera, Brecht dirigía a los actores
y empezó a desarrollar una teoría de técnica dramática conocida como
teatro épico. Rechazando los métodos del teatro realista tradicional,
prefería una forma narrativa más libre en la que usaba mecanismos de
distanciamiento tales como los apartes y las máscaras para evitar que el
espectador se identificara con los personajes de la escena. Brecht
consideraba esta técnica de alienación, la -distanciación-, como
esencial para el proceso de aprendizaje del público, dado que eso
reducía su respuesta emocional y, por el contrario, le obligaba a
pensar. Ejemplos, que incluía las obras <b>La toma de medidas</b>, <b>La excepción y la regla</b>, <b>El que dice sí y el que dice no</b>, es la expresión más radical del propósito socialista de Brecht.
<br /><br />A causa de su oposición al gobierno de Hitler, Brecht se vio
forzado a huir de Alemania en 1933, viviendo primero en Escandinavia y
estableciéndose finalmente en California en 1941. Fue durante esos años
de exilio cuando produjo algunas de sus mejores obras, como <b>La vida de Galileo Galilei</b> (1938-1939), <b>Madre Coraje y sus hijos</b> (1941), que consolidaron su reputación como importante dramaturgo, y <b>El círculo de tiza caucasiano</b>
(1944-1945).
Brecht se consideraba a sí mismo un hombre de teatro que se había
liberado de las tendencias del teatro expresionista para experimentar
con nuevas formas. Quería mostrar que ese cambio no sólo era posible
sino que era necesario. Su versátil empleo de la lengua y de las formas
poéticas -lenguaje clásico mezclado con el habla del hombre de la calle,
versos libres e irregulares- lo dirigió a sacudir la conciencia del
público y a llevarlo de una pasividad acrítica a la reflexión y,
esperanzadamente, a la acción.
En 1948, Brecht volvió a Alemania, se estableció en Berlín Este y fundó
su propia compañía teatral, el Berliner Ensemble. Fue una figura
controvertida en la Europa del Este, ya que su pesimismo moral chocaba
con el ideal soviético del socialismo realista. A lo largo de su vida
escribió también varias colecciones de poemas, que, con sus obras de
teatro, lo sitúan entre los más grandes autores alemanes. Murió el 14 de
agosto de 1956 en Berlín.</span></span><br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;">estos son algunos textos: </span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">A los hombre futuros, de Poesías escritas durante el exilio</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Antígona (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Coral del gran Baal</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Hablar en tiempos oscuros (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Historias del señor Keuner (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">La Excepción y la Regla (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">La ópera de dos centavos (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Los siete pecados capitales del pequeño burgués (fragmento)</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Salmo 5, de Desde el Acuario</span></a><br /><a class="NavLink1" href="https://www.blogger.com/null"><span style="font-size: x-small;">Satisfacciones</span></a><br />
</span></span></span><br />
<center>
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></span></center>
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"> </span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #666666;">Bertolt Brecht</span></span>
<br /><br />
<span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>A los hombre futuros, de Poesías escritas durante el exilio</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>I <br />
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos. <br />
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa <br />
revela insensibilidad. El que ríe <br />
es que no ha oído aún la noticia terrible, <br />
aún no le ha llegado. <br />
<br />
¡Qué tiempos éstos en que <br />
hablar sobre árboles es casi un crimen <br />
porque supone callar sobre tantas alevosías! <br />
Ese hombre que va tranquilamente por la calle <br />
¿lo encontrarán sus amigos <br />
cuando lo necesiten? <br />
<br />
Es cierto que aún me gano la vida <br />
Pero, creedme. es pura casualidad. Nada <br />
de lo que hago me da derecho a hartarme. <br />
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara, <br />
[estaría perdido). <br />
Me dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!» <br />
Pero ¿cómo puedo comer y beber <br />
si al hambriento le quito lo que como <br />
y mi vaso de agua le hace falta al sediento? <br />
Y, sin embargo, como y bebo. <br />
<br />
Me gustaría ser sabio también. <br />
Los viejos libros explican la sabiduría: <br />
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir <br />
sin inquietudes nuestro breve tiempo. <br />
Librarse de la violencia. <br />
dar bien por mal, <br />
no satisfacer los deseos y hasta <br />
olvidarlos: tal es la sabiduría. <br />
Pero yo no puedo hacer nada de esto: <br />
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos. <br />
<br /> II <br />
<br />
Llegué a las ciudades en tiempos del desorden, <br />
cuando el hambre reinaba. <br />
Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía <br />
y me rebelé con ellos. <br />
Así pasé el tiempo <br />
que me fue concedido en la tierra. <br />
Mi pan lo comí entre batalla y batalla. <br />
Entre los asesinos dormí. <br />
Hice el amor sin prestarle atención <br />
y contemplé la naturaleza con impaciencia. <br />
Así pasé el tiempo <br />
que me fue concedido en la tierra. <br />
<br />
En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos. <br />
La palabra me traicionaba al verdugo. <br />
Poco podía yo. Y los poderosos <br />
se sentían más tranquilos, sin mí. Lo sabía. <br />
Así pasé el tiempo <br />
que me fue concedido en la tierra. <br />
<br />
Escasas eran las fuerzas. La meta <br />
estaba muy lejos aún. <br />
Ya se podía ver claramente, aunque para mí <br />
fuera casi inalcanzable. <br />
Así pasé el tiempo <br />
que me fue concedido en la tierra. <br />
<br /> III <br />
<br />
Vosotros, que surgiréis del marasmo <br />
en el que nosotros nos hemos hundido, <br />
cuando habléis de nuestras debilidades, <br />
pensad también en los tiempos sombríos <br />
de los que os habéis escapado. <br />
<br />
Cambiábamos de país como de zapatos <br />
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos <br />
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. <br />
Y, sin embargo, sabíamos <br />
que también el odio contra la bajeza <br />
desfigura la cara. <br />
También la ira contra la injusticia <br />
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, <br />
que queríamos preparar el camino para la amabilidad <br />
no pudimos ser amables. <br />
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos <br />
en que el hombre sea amigo del hombre, <br />
pensad en nosotros <br />
con indulgencia. </i></span>"</span></span></span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Antígona (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>CREONTE: <br />
¡Ella no desea que el pueblo <br />
de Tebas ocupe los palacios de Argos! <br />
Preferiría ver a Tebas en ruinas. <br />
ANTÍGONA: <br />
Sería mejor para nosotros estar en medio <br />
de las ruinas de nuestra ciudad, sería más seguro <br />
que ocupar contigo las casas del enemigo. <br />
CREONTE: <br />
Por fin lo ha dicho, y vosotros lo habéis oído. <br />
No respeta ley alguna, como el huésped que, <br />
a punto de partir y sabiendo que nadie quiere <br />
volver a verlo, destruye con saña <br />
el lecho hospitalario. <br />
ANTÍGONA: <br />
Sólo tomé lo que es mío, <br />
y tuve que ocultarme para hacerlo. <br />
CREONTE: <br />
Sólo ves lo que te concierne, <br />
pero el orden divino del Estado, <br />
eso no lo ves. <br />
ANTÍGONA: <br />
Tal vez sea divino, pero preferiría <br />
que fuera humano <br />
Creonte, hijo de Meneceo. <br />
CREONTE: <br />
¡Vete ya! Te has convertido en nuestra enemiga <br />
y también serás la enemiga de los que moran abajo, <br />
como ese cobarde que fue despedazado <br />
es el enemigo de, ellos. <br />
ANTÍGONA: <br />
¡Quién sabe! Tal vez allí rijan otras leyes. <br />
CREONTE: <br />
Aún muerto, el enemigo jamás será un amigo. <br />
ANTÍGONA: <br />
Es verdad. Pero yo no nací para odiar, sino para amar. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Coral del gran Baal</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>Cuando Baal crecía en el albo seno de su madre, <br />
ya era el cielo tan lívido, tan sereno y tan grande, <br />
tan joven y desnudo, tan raro y singular <br />
como lo amó Baal cuando nació Baal. <br />
<br />
Y el cielo seguía siendo alegría y tristeza <br />
aunque Baal durmiera feliz y no lo viera, <br />
aunque ebrio Baal, violeta era de noche, <br />
y aunque piadoso al alba, era de albaricoque. <br />
<br />
Entre el bullir de pecadores vergonzosos, <br />
desnudo, Baal se revolcaba en paz, <br />
y sólo y siempre el cielo poderoso <br />
la desnudez cubría de Baal. <br />
<br />
Es bueno todo vicio para algo <br />
y también, dice Baal, quien lo practica. <br />
Vicios son, ya se sabe, lo que se quiere. <br />
Elegíos dos vicios, porque uno es demasiado. <br />
<br />
No seáis vagos e indolentes <br />
pues, por Dios, que no es fácil el gozar. <br />
Hace falta experiencia y miembros fuertes: <br />
la tripa puede a veces molestar. <br />
<br />
Parpadea Baal a los orondos buitres <br />
que en el cielo estrellado su cadáver esperan. <br />
A veces se hace el muerto Baal. Desciende un buitre, <br />
y en silencio Baal un buitre cena. <br />
<br />
En el valle de lágrimas, bajo lúgubres astros, <br />
chasqueando la lengua, pace campos Baal. <br />
Canta y trota Baal, cuando los ha agotado, <br />
por los bosques eternos yendo el sueño a buscar. <br />
<br />
Cuando a Baal le atrae el oscuro seno, <br />
¿qué es ya para Baal el mundo? Está saturado. <br />
Y guarda tanto cielo Baal bajo los párpados <br />
que incluso muerto tiene suficiente cielo. <br />
<br />
Cuando Baal se pudría de la tierra en el oscuro seno, <br />
ya era el cielo tan grande, tan lívido y sereno, <br />
tan joven y desnudo, tan raro y singular <br />
como lo amó Baal cuando vivía Baal. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Hablar en tiempos oscuros (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>En enero de 1945, cuando la guerra de Hitler se
acercaba ya a su fin, una campesina de Turingia soñó que su hijo la
llamaba desde el campo y, al salir al patio ebria de sueño, creyó verlo
junto a la bomba de agua bebiendo. Pero al dirigirle la palabra se dio
cuenta de que era uno de los jóvenes prisioneros de guerra rusos que
realizaban trabajos forzados en la granja. Unos días más tarde tuvo una
experiencia muy extraña. Acababa de llevarles la comida a los
prisioneros hasta un bosquecillo cercano, donde tenían que desenterrar
tocones, cuando, ya de regreso, miró por sobre el hombro y vio al mismo
joven prisionero -un ser de aspecto enfermizo- con la cara vuelta hacia
la escudilla de sopa que alguien le alcanzaba en aquel momento, y ese
rostro desilusionado se transformó de pronto en el de su propio hijo. <br />
Durante los días siguientes se repitieron con más frecuencia esas
visiones, en las que el rostro de aquel joven se convertía, repentina y
fugazmente, en el de su hijo. Un día cayó enfermo el prisionero, que
quedó tendido en el granero sin que nadie cuidara de él. Un impulso cada
vez mayor de llevarle algo nutritivo se fue apoderando de la campesina,
pero se lo impedía su hermano, un inválido de guerra que estaba a cargo
de la granja y trataba rudamente a los prisioneros, especialmente en
aquel momento en que todo empezaba a desmoronarse y la aldea comenzaba a
sentir miedo de los prisioneros. La misma campesina no podía desoír los
argumentos de su hermano, no consideraba en absoluto justo ayudar a
esos seres infrahumanos, sobre los que había oído decir cosas
escalofriantes. Vivía angustiada por lo que el enemigo pudiera hacerle a
su hijo, que se hallaba en el frente oriental. De modo que aún no había
realizado su medio propósito de ayudar a aquel desamparado, cuando una
noche sorprendió en el huertecillo nevado a un grupo de prisioneros
discutiendo acaloradamente pese al intenso frío, pues sin duda habían
elegido ese sitio para evitar que los descubrieran. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Historias del señor Keuner (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>El señor K. contemplaba un día una pintura que representaba ciertos objetos bastante caprichosamente. <br />
-A algunos pintores -dijo- les ocurre lo mismo que a muchos filósofos
cuando contemplan el mundo. Tanto se preocupan por la forma que se
olvidan de la sustancia. En cierta ocasión, un jardinero con el que
trabajaba me dió una podadora con el encargo de que recortase un arbusto
de laurel. El arbusto estaba plantado en un macetón y se empleaba en
las fiestas como elemento decorativo. Había que darle forma esférica.
Comencé por podar las ramas más largas, mas por mucho que me esforzaba
en darle la forma apetecida, no conseguía ni siquiera aproximarme. Una
vez me excedía en los cortes por un lado; otra vez, por el lado opuesto.
Cuando por fin obtuve una esfera, resultó demasiado pequeña. El
jardinero me comentó decepcionado: "Muy bien, la esfera ya la veo, pero
¿dónde está el laurel?". <br />(...)<br />El señor K. no consideraba necesario vivir en un país determinado. Decía:<br />
-En cualquier parte puedo morirme de hambre.<br />
Pero un día en que pasaba por una ciudad ocupada por el enemigo del país
en que vivía, se topó con un oficial del enemigo, que le obligó a bajar
de la acera. Tras hacer lo que se le ordenaba, el señor K. se dio
cuenta de que estaba furioso con aquel hombre, y no sólo con aquel
hombre, sino que lo estaba mucho más con el país al que pertenecía aquel
hombre, hasta el punto que deseaba que un terremoto lo borrase de las
superficie de la tierra. "¿Por qué razón -se preguntó el señor K.- me
convertí por un instante en un nacionalista? Porque me topé con un
nacionalista. Por eso es preciso extirpar la estupidez, pues vuelve
estúpidos a quienes se cruzan con ella. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>La Excepción y la Regla (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>Vamos a contarles la historia de un viaje. El de un
explotador y dos explotados, observen con atención la conducta de esta
gente. La encontraran rara pero admisible, inexplicable aunque común,
incomprensible más dentro de las reglas. Desconfíen del acto más trivial
y en apariencia sencillo y examinen sobre todo lo que parezca habitual.
Les suplicamos expresamente no acepten lo habitual como una cosa
natural. Porque en tiempos de desorden sangriento, de confusión
organizada, de arbitrariedad consciente de humanidad deshumanizada nada
debe parecer natural, nada debe parecer imposible de cambiar. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>La ópera de dos centavos (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>MACHEATH. — Aunque la vida con sus oleadas
tempestuosas nos haya empujado —a nosotros, viejos amigos de juventud—
en direcciones totalmente opuestas; aunque nuestros intereses
profesionales sean del todo distintos, y hasta podría decirse que están
perfectamente contrastados, nuestra amistad ha sobrevivido a todo.
¡Miren y aprendan! Castor y Pólux, Héctor y Andrómaca, etcétera,
etcétera. Muy rara vez ha sucedido que yo, humilde bandido (ya saben lo
que quiero decir), haya dado un golpecito sin hacerle llegar a él, a mi
amigo, una parte de las ganancias —¡una parte considerable, Brown!—en
calidad de ofrenda y testimonio de mi inmutable fidelidad. Y muy rara
vez ha sucedido —sácate el cuchillo de la boca, Jacobo— que él, el
omnipotente jefe de policía, haya dispuesto una batida sin antes hacerme
llegar a mí, a su amigo de juventud, un disimulado aviso. Esto y cosas
parecidas siempre han sido recíprocas. ¡Miren y aprendan! (Toma a Brown
del brazo.) Bueno, viejo Jackie, estoy encantado de que hayas venido: ha
sido una gran prueba de amistad. <br />
Pausa. Brown observa con aire apenado un tapiz colgado en el fondo. <br />
MACHEATH. — Un Shira legítimo. <br />
BROWN. — De la Compañía Oriental de Tapices. <br />
MACHEATH. — Sí, allí nos servimos siempre. Sabes, Jackie, tenía
verdadera necesidad de que hoy vinieses; espero que no te haya resultado
demasiado violento, considerando tu situación. <br />
BROWN. — Mac, sabes perfectamente que a ti nada puedo negarte... Pero
ahora debo irme, estoy preocupadísimo: si durante la coronación de la
reina ocurriese el más mínimo incidente... <br />
MACHEATH. — Escucha, Jackie: mi suegro es un viejo asqueroso. Si tratase
de meterme en líos, ¿hay algo contra mí en Scotland Yard? <br />
BROWN. — En Scotland Yard no hay absolutamente nada contra ti. <br />
MACHEATH. — Naturalmente. <br />
BROWN. — Ya lo he arreglado todo. Buenas noches. <br />
MACHEATH. (Dirigiéndose a los componentes de su banda). ¿Quieren levantarse o no? <br />
BROWN (a Polly). — ¡Muchas felicidades! (Sale acompañado por Mac.) <br />
JACOBO (que, entretanto, junto con Matías y Walter, ha conversado con
Polly).— Debo confesar que, cuando oí que llegaba Brown, el Tigre, no
pude reprimir ciertos temores. <br />
MATÍAS. — Es una suerte, señora, que estemos en buenas relaciones con las altas autoridades. <br />
WALTER. — Sí, Mac siempre tiene una carta en reserva que nosotros ni
siquiera suponemos que existe. Pero también nosotros tenemos algo en
reserva. Señores, son las nueve y media. <br />
MATÍAS. — Y ahora viene lo más hermoso. <br />
Todos se dirigen hacia el fondo, a la izquierda, y se ubican detrás del tapiz. Entra Mac. <br />
MACHEATH.— Bueno, ¿qué hay? <br />
MATÍAS. — Una última sorpresa, capitán. Detrás de la cortina los
bandidos vuelven a cantar la canción de Bill Lawgen, pero esta vez en
voz baja y con expresión sentimental. A las palabras de "el nombre
preguntó", Matías arranca el tapiz y todos prosiguen cantando, rugiendo y
dando palmadas sobre una cama que estaba allí oculta. <br />
MACHEATH. — Gracias, camaradas; les agradezco de todo corazón. <br />
WALTER. — Y ahora nos esfumamos sin hacer ruido. <br />
Todos los componentes de la banda hacen mutis. <br />
MACHEATH. — Y ahora los sentimientos deben tener su parte. De lo
contrario, el hombre se convierte en un esclavo de su profesión.
¡Siéntate, Polly! (Música.) ¿Ves la luna sobre Soho? <br />
POLLY. — La veo, amor. ¿Sientes latir mi corazón, querido? <br />
MACHEATH. — Lo siento, amada. <br />
POLLY. — Donde tú vayas, también yo iré. <br />
MACHEATH. — Y donde tú te quedes, también yo me quedaré. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Los siete pecados capitales del pequeño burgués (fragmento)</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>Un sórdido cabaretucho; Ana II entra en escena,
acogida por el aplauso de cuatro o cinco clientes: todos con cara
siniestra; la empavorecen. Su traje es común y corriente, pero baila con
gran aplicación y esmero: da lo mejor de sí misma sin lograr éxito. Los
clientes mueren de aburrimiento, bostezan como cocodrilos (de sus
máscaras asoman enormes hocicos con dientes horrorosos); arrojan sobre
la escena diversos objetos y hasta apagan de un balazo la única lámpara.
Ana II sigue bailando, poseída de su arte, hasta que el patrón llega a
buscarla, la hace bajar de la escena y manda a otra bailarina; una vieja
prostituta gorda, que enseña a Ana cómo deben ganarse los aplausos en
este lugar. La prostituta baila en forma grosera e indecente, con éxito
notable. Ana rehúsa hacer lo mismo. Pero Ana I, a un lado de la escena,
la única en aplaudirla, llora en vista del poco éxito obtenido; esto la
compele a bailar como piden. Le arranca la falda demasiado larga que
avienta a la escena, donde la prostituta le enseña el arte de la danza,
mostrando cada vez más al subirse la enagua, con aplauso del público. Al
final, Ana I acompaña a su hermana, deprimida, hasta el tablerito y la
consuela. <br />
Las dos hermanas: En cuanto quedamos provistas con lencería, vestidos,
medias y sombreros, hallamos un empleo como bailarina de cabaret en
Menfis, segunda ciudad del viaje. Ah, bien duro para Ana. Los vestidos y
sombreros envanecen a las muchachas, cuando la tigresa se mira en el
agua al beber, se vuelve peligrosa de inmediato. Quiso ser artista,
hacer arte en el cabaret de Menfis, segunda ciudad del viaje. Pero eso
no quería tal gente, lo que quiere tal gente no es eso. Tal gente paga y
pretende que le exhiban por su dinero y quien, púdica, vela su nalga y
sonroja, no debe contar con su aplauso. A mi hermana dije: «El orgullo
sienta bien a los ricos, haz cuanto te pidan, no lo que quieres que
pidan.» Muchas veces por la noche, a duras penas aplacaba su orgullo, la
metía en su lecho, la consolaba y le decía: «Sueña con nuestra casa de
Luisiana.» <br />
La familia: Dios ilumine a nuestros hijos para que hallen la ruta que al
bienestar conduce. Triunfar sobre sí mismo implica recompensa. No, esto
no marcha bien. Con el dinero que envían no es posible construir
ninguna casa. ¡Se comen cuánto ganan! Habrá que reprenderlas, si no,
esto no marchará. <br />
Con el dinero que envían no es posible construir ninguna casa. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Salmo 5, de Desde el Acuario</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>He apurado la copia hasta el fondo. Es decir, he sido seducido. <br />
Era un niño, y me amaron. <br />
El mundo se desesperaba, pues yo me mantenía puro. Ella <br />
se revolcó por el suelo ante mí, con miembros tiernos <br />
y atrayente trasero. Me mantuve firme. <br />
Para calmarla, cuando se excitó demasiado, yací con ella <br />
y me volví impuro. <br />
El pecado me satisfizo. La filosofía me ayudaba al amanecer, <br />
cuando velaba. Me convertí en lo que querían. <br />
Miré largo tiempo hacia arriba y pensé que el cielo estaba <br />
triste sobre mí. Pero veía que le era indiferente. <br />
Él se amaba a sí mismo. <br />
Ahora hace tiempo que me ahogué. Yazgo hinchado sobre <br />
el fondo. <br />
Los peces viven dentro de mí. El mar se está agotando. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<br /><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="color: #d98719;"><b>Satisfacciones</b></span><br />
<br />
" <span style="font-size: x-small;"><i>La primera mirada por la ventana al despertarse <br />
el viejo libro vuelto a encontrar <br />
los rostros entusiasmados <br />
nieve, el cambio de las estaciones <br />
el periódico, un perro, la dialéctica <br />
bañarse, nadar, música antigua <br />
zapatos cómodos, comprender, música nueva <br />
Escribir, plantar, viajar, cantar y ser amable. </i></span>"</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPOSdTGQ9hj2LqgGGSn5PptMD5i9KPq4DdZ-jXdRRgkuU9SSyowBAWdeIPK7y3GFersZ54DweOeFHffXhZYW8RqwvZGAgabLuz8MmKp1ibT0Tq-_eZFpeo4a7e2HSQqBlISgqtS7HnhfpO/s1600/brecht1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPOSdTGQ9hj2LqgGGSn5PptMD5i9KPq4DdZ-jXdRRgkuU9SSyowBAWdeIPK7y3GFersZ54DweOeFHffXhZYW8RqwvZGAgabLuz8MmKp1ibT0Tq-_eZFpeo4a7e2HSQqBlISgqtS7HnhfpO/s320/brecht1.jpg" width="233" /></a></div>
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Courier New;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span> </span></span></span></span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Primera
edición en «El libro de bolsillo»: 1968 Primera reimpresión: 1997</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Primera
edición en «Área de conocimiento Literatura»: 1998 Primera reimpresión: 1999</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Diseño
de cubierta: Alianza Editorial</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Reservados
todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que
establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes
indemnizaciopes por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren,
distríbuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria,
artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución
artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de
cualquier medio, sin la preceptiva autorización.</span><br />
<span lang="EN-GB" style="font-family: Book Antiqua;">© Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main, 1960, 1961,
1964, 1965. </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Todos
los derechos reservados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">© De la
traducción: Jesús López Pacheco y Vicente Romano</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">© Ed.
cast.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1968, 1969, 1970, 1972, 1973, 1975,
1976, 1978, 1979, 1980, 1982, 1984, 1986, 1989, 1993, 1995,1996,1997,1998,1999</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Calle
Juan Ignacio Luca de Tena,15; 28027 Madrid; teléfono 91393 88 88 ISBN:
84-206-3441-7</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Depósito
</span><span lang="ES-AR" style="color: windowtext; font-family: Book Antiqua;">legal:
<span>M. 26.278/1999</span> Impreso</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;"> en Fernández Ciudad, S. L. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua;">Printed
in Spain</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 10.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">NOTA SOBRE LA VERSIÓN</span></b><br />
<br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La presente versión de
estos poemas y canciones de Bertolt Brecht es, en realidad, el resultado de
una labor colectiva.</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tres fases pueden
distinguirse en ella: la primera, realizada por Vicente Romano, fue la
traducción literal, con variantes; sobre ella trabajamos Romano y yo para
buscar interpretaciones y equivalencias castellanas a pasajes oscuros y
expresiones especiales.</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vino entonces la segunda
fase: la versión poética. Al meterme con ella, pronto comprendí que, para
verter al castellano la poesía de Brecht, lo más conveniente -al menos, así me
lo pareció- era adoptar un criterio ecléctico: en efecto, se trata de un poeta
con una gran variedad formal y cuya comunicación se realiza a muy diversos
niveles estéticos. El poeta Brecht, como el autor dramático de su canción (sin
duda, él mismo) hizo respecto al teatro, estudió las tradiciones poéticas de
su propio país y las de otros pueblos y épocas. Formas populares y cultas,
alemanas y extranjeras, modernas y antiguas..., le sirven, según las ocasiones,
al crear poemas o canciones para ser leídos, recitados, canta-</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dos, coreados... En unos,
pues, era imprescindible intentar dar una forma métrica y hasta rimada lo más
cercana posible a la original; en otros, que originariamente no la tenían ya,
lo imprescindible era esforzarse por crear un lenguaje poético de eficacia
equivalente; en otros, aún, me pareció preferible sacrificar en la versión el
metro y la rima a cambio de no sacrificar, dentro de lo posible para mí, el más
leve matiz de significado poético o lingüístico... Por poner un ejemplo: el
lector seguramente apreciará las diferencias de tono poético que hay entre esa
especie de romance europeo moderno que es «La cruzada de los niños» o las
canciones infantiles sobre «El sastre de Ulm» y «El ciruelo», de un lado, y de
otro, las «loas» (de la dialéctica, de la duda...) o «Recuerdo de María A.», o
«Demolición del barco "Óskawa"por su tripulación» o esa especie de
«haikai» que es «El humo»... Desde el punto de vista del contenido y de los
motivos, Brecht no es menos variado y dialéctico: una parábola de Buda le vale
para desenmascarar una determinada mentalidad contemporánea; al final de las
palabras de un campesino egipcio a su buey, inesperadamente, surge la clave
que revela, tras las primitivas invocaciones idealistas, las verdaderas
relaciones del hombre y el animal, acaso aludiendo además a otras relaciones
más modernas de hombre a hombre; el relato del marinero del «Oskawa»,
prodigioso en su sarcasmo, está tan bien dosificado que, en efecto, «hasta un
niño podría comprender» lo que el «marinero» Brecht cuenta de la sociedad en
que navega... El campo de la poesía de Brecht lo constituyen la historia y el
mundo enteros; hablan en ella campesinos y obreros de todo el mundo y de todas
las épocas, y criadas, bandidos, soldados, perseguidos, exiliados,
comerciantes, escritores... y Buda, Empédocles, Lao-tse, etc. He procurado que
la forma y el lenguaje de las versiones se correspon</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dan, como en el original,
con esta variedad de puntos de vista y presupuestos poéticos.</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Esta segunda fase ha tenido
otra tercera complementaria, en la que la intervención de José María Carandell
ha sido fundamental. Llamado Vicente Romano como profesor de una universidad
norteamericana, fue una fortuna para mí lograr la colaboración del poeta José
María Carandell, quien, aparte de su conocimiento profundo de la cultura y del
idioma alemanes, es, precisamente, un atento estudioso de la obra brechtiana.
Consistió esta tercera fase en la revisión final de las versiones, verso a
verso y texto en mano, y de tal revisión surgieron modificaciones esenciales
que, en algún caso, me obligaron a rehacer por completo o en parte ciertas
versiones. Más aún: la intervención de Carandell ha sido decisiva incluso en la
versión poética de algunos poemas como, por ejemplo, en las «Coplas de Mackie
Cuchillo».</span></i><br />
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me parecía importante y
justo aclarar todos estos puntos y explicar el método de trabajo seguido. Pero
quiero dejar bien claro que, si lo he hecho, no ha sido en absoluto por librarme
parcialmente de alguna responsabilidad, sino por dejar constancia objetiva de
la génesis de esta versión, así como por respeto a la obra de Brecht.</span></i><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">JESÚS LOPEZ PACHECO</span></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mayo 1965</span></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">De
«Hauspostille» («Devocionario del hogar»,1927)</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Poesías
escritas desde 1918 y recogidas en volumen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bajo
el título de Hauspostille, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">editadas
por Propyláen Verlag, Berlín, 1927.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Coral
del Gran Baal</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
Baal crecía en el albo seno de su madre, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
era el cielo tan lívido, tan sereno y tan grande, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tan
joven y desnudo, tan raro y singular</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
lo amó Baal cuando nació Baal.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el cielo seguía siendo alegría y tristeza </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aunque
Baal durmiera feliz y no lo viera, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aunque
ebrio Baal, violeta era de noche,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
aunque piadoso al alba, era de albaricoque.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
el bullir de pecadores vergonzosos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desnudo,
Baal se revolcaba en paz,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sólo y siempre el cielo poderoso </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
desnudez cubría de Baal.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
bueno todo vicio para algo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
también, dice Baal, quien lo practica.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vicios
son, ya se sabe, lo que se quiere. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Elegíos
dos vicios, porque uno es demasiado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
seáis vagos e indolentes</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pues,
por Dios, que no es fácil el gozar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hace
falta experiencia y miembros fuertes: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
tripa puede a veces molestar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Parpadea
Baal a los orondos buitres</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
en el cielo estrellado su cadáver esperan.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
veces se hace el muerto Baal. Desciende un buitre, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
en silencio Baal un buitre cena.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
el valle de lágrimas, bajo lúgubres astros, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">chasqueando
la lengua, pace campos Baal. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canta
y trota Baal, cuando los ha agotado, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
los bosques eternos yendo el sueño a buscar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
a Baal le atrae el oscuro seno,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿qué
es ya para Baal el mundo? Está saturado.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
guarda tanto cielo Baal bajo los párpados </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
incluso muerto tiene suficiente cielo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
Baal se pudría de la tierra en el oscuro seno, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
era el cielo tan grande, tan lívido y sereno,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tan
joven y desnudo, tan raro y singular </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
lo amó Baal cuando vivía Baal.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Contra
la seducción</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
os dejéis seducir: no hay retorno alguno. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
día está a las puertas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
ya viento nocturno: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
vendrá otra mañana.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
os dejéis engañar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
que la vida es poco. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Bebedla
a grandes tragos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
no os bastará </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
hayáis de perderla.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
os dejéis consolar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vuestro
tiempo no es mucho. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
lodo, a los podridos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
vida es lo más grande: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">perderla
es perder todo.</span><br />
<br />
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gran coral de alabanza</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Alabad
la noche, las tinieblas que os rodean! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Venid
todos juntos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">levantad
al cielo los ojos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ahora
que, el día ha acabado.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Alabad
la hierba, los animales que con vosotros viven y mueren!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pensad
que el animal y la hierba </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">viven
también</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
han de morir también con vosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Alabad
el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alabad
la carroña,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alabad
el árbol que se la come, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
alabad también el cielo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">5</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Alabad
el frío, las tinieblas, la descomposición! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mirad
hacia lo alto.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
vosotros no depende </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
podéis morir tranquilos.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
la amabilidad del mundo<span> </span></span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
la tierra llena de viento frío </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todos
llegasteis desnudos.<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sin
temer cosa alguna, tiritabais<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
una mujer os dio un pañal.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
os llamó nadie ni erais deseados. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
os fueron a buscar en carroza.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Erais
desconocidos en la tierra</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
un hombre os tomó de la mano.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
vosotros el mundo nada os debe:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: windowtext; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><a href="http://fin.si/" rel="nofollow"><span style="color: windowtext; text-decoration: none;">fin. si</span></a></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"> queréis
marcharos, nadie os retiene.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quizá
erais indiferentes para muchos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
a otros muchos, niños, les hicisteis llorar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
la tierra llena de viento frío</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
costras y con tiña al fin os vais.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
casi todos habéis amado el mundo<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
llegasteis a tener un palmo de esta tierra.</span><br />
<br />
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span></b>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Balada del pobre Bertolt Brecha</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo,
Bertolt Brecht, vengo de la Selva negra.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
madre me llevó a las ciudades</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estando
aún en su vientre. El frío de los bosques</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
mí lo llevaré hasta que muera.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
siento como en casa en la ciudad de asfalto. Desde el </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>principio </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
han provisto de todos los sacramentos de muerte:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">periódicos,
tabaco, aguardiente.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
resumen, soy desconfiado y perezoso, y satisfecho al fin</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
la gente soy amable. Me pongo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
sombrero según su costumbre.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
me digo: son bichos de olor especial.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
pienso: no importa, también yo lo soy. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
la mañana, a veces, en mis mecedoras vacías,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
siento entre un par de mujeres.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
miro indiferentes y les digo: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
éste no tenéis nada que hacer.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
atardecer reúno en torno mío hombres </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
nos tratamos de gentleman mutuamente. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Apoyan
sus pies en mis mesas.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Dicen:
«Nos irá mejor». Y yo no pregunto: «¿Cuándo?»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
alba los abetos mean en el gris del amanecer </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sus parásitos, los pájaros, empiezan a chillar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
esa hora en la ciudad, me bebo mi vaso, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiro
la colilla del puro, y me duermo tranquilo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Generación
sin peso, nos han establecido </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
casas que se creía indestructibles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(así
construimos los largos edificios de la isla de Manhattan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
las finas antenas que al Atlántico entretienen).</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
las ciudades quedará sólo el viento que pasaba por ellas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
casa hace feliz al que come, y él es quien la vacía. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sabemos
que estamos de paso</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
que nada importante vendrá después de nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
los terremotos del futuro, confío</span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no dejar que se apague mi
puro «Virginia» por exceso de amargura,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">yo,
Bertolt Brecht, arrojado a las ciudades de asfalto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
la Selva negra, dentro de mi madre, hace tiempo.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Sobre
una muchacha ahogada</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sin
hundirse, la ahogada descendía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
los arroyos y los grandes ríos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el cielo de ópalo resplandecía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
si acariciara su cadáver.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
algas se enredaban en el cuerpo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
aumentaba su peso lentamente. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Le
rozaban las piernas fríos peces. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todo
frenaba su último viaje.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
cielo, anocheciendo, era de humo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a la noche hubo estrellas vacilantes. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
el alba fue clara para que aún </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tuviera
la muchacha un nuevo día.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
pudrirse en el agua el cuerpo pálido, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
fue olvidando Dios: primero el rostro, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">luego
las manos y, por fin, el pelo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
no era sino un nuevo cadáver de los ríos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Recuerdo
de María A.</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Fue
un día del azul septiembre cuando, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bajo
la sombra de un ciruelo joven, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tuve
a mi pálido amor entre los brazos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
se tiene a un sueño calmo y dulce. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
en el hermoso cielo de verano,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
nosotros, contemplé una nube. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Era
una nube altísima, muy blanca. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
volví a mirarla, ya no estaba.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pasaron,
desde entonces, muchas lunas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">navegando
despacio por el cielo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
los ciruelos les llegó la tala.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
preguntas: «¿Qué fue de aquel amor?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Debo
decirte que ya no lo recuerdo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y,
sin embargo, entiendo lo que dices. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ya no me acuerdo de su cara</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sólo sé que, un día, la besé.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
hasta el beso lo habría ya olvidado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
no haber sido por aquella nube. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
la he olvidado. No la olvidaré: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">era
muy blanca y alta, y descendía.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Acaso
aún florezcan los ciruelos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
mi amor tenga ahora siete hijos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
la nube sólo floreció un instante: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
volví a mirar, ya se había hecho viento.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Trepar
a los árboles</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
salgáis de vuestra agua, ya a la tarde </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-porque
debéis estar desnudos, con la piel suave-, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">subid
también a vuestros grandes árboles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">junto
a la brisa. El cielo debe estar mortecino. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Buscad
árboles grandes, que a la noche </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mezan
sus copas negra y blandamente.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
entre sus hojas aguardad la noche,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">rodeada
de fantasmas y murciélagos la frente.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
ásperas hojitas de la broza</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">os
arañan la espalda, que debéis, con firmeza, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">apoyar
en las ramas; trepad aún,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
poco jadeantes, más arriba, entre la fronda. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
hermoso mecerse subido en el árbol.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
no os mezáis jamás arrodillados. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Debéis
ser al árbol lo mismo que su copa, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mecida
desde siglos por él al atardecer.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 16.0pt;">2. De 1926 a 1933</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;"><br />
<b>Las muletas</b></span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Durante
siete años no pude dar un paso. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
fui al gran médico,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
preguntó: «¿Por qué llevas muletas?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
yo le dije: «Porque estoy tullido».</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«No
es extráño», me dijo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Prueba
a caminar. Son esos trastos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que te impiden andar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Anda,
atrévete, arrástrate a cuatro patas!»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Riendo
como un monstruo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
quitó mis hermosas muletas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
rompió en mis espaldas y, sin dejar de reír, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
arrojó al fuego.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ahora
estoy curado. Ando. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
curó una carcajada.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tan
sólo a veces, cuando veo palos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">camino
algo peor por unas horas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Carbón
para Mike</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
han contado que en Ohio, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
comienzos del siglo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vivía
en Bidwell una mujer,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mary
McCoy, viuda de un guardavía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llamado
Mike McCoy, en plena miseria.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
cada noche, desde los trenes ensordecedores de la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Wheeling Railroad,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
guardafrenos arrojaban un trozo de carbón </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
encima de la tapia del huerto de patatas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">gritando
al pasar con voz ronca:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¡Para
Mike!»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
cada noche, cuando el trozo de carbón para Mike </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">golpeaba
en la pared posterior de la chabola,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
vieja se levantaba, se ponía,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">soñolienta,
la falda, y guardaba el trozo de carbón, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">regalo
de los guardafrenos a Mike, muerto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no olvidado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
levantaba tan temprano y ocultaba </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sus
regalos a los ojos de la gente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
que los guardafrenos no tuvieran dificultades </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
la Wheeling Railroad.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Este
poema está dedicado a los compañeros </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del guardafrenos McCoy</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(muerto
por tener los pulmones demasiado débiles </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
los trenes carboneros de Ohio)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
señal de solidaridad.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="color: windowtext; font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Demolición del barco «Oskawa» </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="color: windowtext; font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">por su tripulación</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
comienzos de 1922</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
embarqué en el «Oskawa», </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
vapor de seis mil toneladas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">construido
cuatro años antes con un costo de </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dos millones de dólares</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ponla
United States Shipping Board. En Hamburgo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tomamos
un flete de champán y licores con destino a Río. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Como
la paga era escasa,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sentimos
la necesidad de ahogar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
alcohol nuestras penas. Así, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">varias
cajas de champán tomaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
camino del sollado de la tripulación. Pero también en la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cámara de oficiales,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
hasta en el puente y en el cuarto de derrota, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
oía<span> </span>a los cuatro días de dejar Hamburgo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tintineo
de vasos y canciones</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
gente despreocupada. Varias veces</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
barco se desvió de su ruta. No obstante,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">gracias
a que tuvimos mucha suerte, llegamos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
Río de Janeiro. Nuestro capitán,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
contarlas durante la descarga, comprobó que faltaban </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cien
cajas de champán. Pero, no encontrando</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mejor
tripulación en el Brasil,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tuvo
que seguir con nosotros. Cargamos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">más
de mil toneladas de carne congelada con destino a </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hamburgo.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
los pocos días de mar, se apoderó de nosotros la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">preocupación</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
la paga pequeña, la insegura vejez. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Uno
de nosotros, en plena desesperación, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">echó
demasiado combustible a la caldera, y el fuego </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pasó
de la chimenea a la cubierta, de modo que </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">botes,
puente y cuarto de derrota ardieron. Para no </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hundirnos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">colaboramos
en la extinción, pero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cavilando
sobre la mala paga (¡incierto futuro!), no nos </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esforzamos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mucho
por salvar la cubierta. Fácilmente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
algunos gastos, podrían reconstruirla: ya habían </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ahorrado</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">suficiente
dinero con la paga que nos daban.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
además, los esfuerzos excesivos al llegar a una cierta edad </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hacen
envejecer en seguida a los hombres inutilizándolos </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para la lucha por la vida.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
lo tanto, y puesto que teníamos que reservar nuestras </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fuerzas,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
buen día ardieron las dínamos, necesitadas de cuidados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
no podían prestarles gente descontenta. Nos quedamos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
luz. Al principio usamos lámparas de aceite</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
evitar colisiones con otros barcos, pero</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
marinero cansado, abatido por los pensamientos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
su sombría vejez, para ahorrarse trabajo, arrojó los </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fanales</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
la borda. Faltaba poco para llegar a Madera </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
la carne empezó a oler mal en las cámaras </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">frigoríficas</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">debido
al fallo de las dínamos. Desgraciadamente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
marinero distraído, en vez del agua de las sentinas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bombeó
casi todo el agua fresca. Quedaba aún para beber, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
ya no había suficiente para las calderas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
lo tanto, tuvimos que emplear agua salada para las máquinas, </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y de esta forma</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
nos volvieron a taponar los tubos con la sal. Limpiarlos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llevó
mucho tiempo. Siete veces hubo que hacerlo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Luego
se produjo una avería en la sala de máquinas. </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">También</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
reparamos, riéndonos por dentro. El «Oskawa» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
arrastró lentamente hasta Madera. Allí</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
había modo de hacer reparaciones de tanta envergadura </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
las que necesitábamos. Sólo tomamos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
poco de agua, algunos fanales y aceite para ellos. </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las dínamos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">eran,
al parecer, inservibles y por consiguiente</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
funcionaba el sistema de refrigeración y el hedor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
la carne congelada ya en descomposición llegó a ser </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">insoportable para nuestros</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nervios
alterados. El capitán,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
se paseaba a bordo siempre llevaba una pistola, </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo que constituía</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
ofensiva muestra de desconfianza. Uno de nosotros, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fuera
de sí por trato tan indigno,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">soltó
un chorro de vapor por los tubos refrigeradores </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
que aquella maldita carne</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
menos se cociera. Y aquella tarde</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
tripulación entera permaneció sentada, calculando, </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">diligente,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que le costaría la carga a la United States. Antes de que </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">acabara el viaje</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">logramos
incluso mejorar nuestra marca: ante la costa de </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Holanda,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
nos acabó pronto el combustible y,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
grandes gastos, tuvimos que ser remolcados hasta </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hamburgo. </span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquella
carne maloliente aún causó a nuestro capitán </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">muchas
preocupaciones. El barco</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fue
desguazado. Nosotros pensábamos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
hasta un niño podría comprender </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
nuestra paga era realmente demasiado pequeña.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Esto
me enseñaron</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sepárate
de tus compañeros en la estación.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vete
de mañana a la ciudad con la chaqueta abrochada, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">búscate
un alojamiento, y cuando llame a él tu compañero, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
le abras. ¡ Oh, no le abras la puerta!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
contrario,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">borra
todas las huellas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
encuentras a tus padres en la ciudad de Hamburgo, </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">o donde sea,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pasa
a su lado como un extraño, dobla la esquina, no los </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">reconozcas.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Baja
el ala del sombrero que te regalaron.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
muestres tu cara. ¡Oh, no muestres tu cara! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
contrario,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">borra
todas las huellas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Come
toda la carne que puedas. No ahorres.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entra
en todas las casas, cuando llueva, y siéntate </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en cualquier silla,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no te quedes sentado. Y no te olvides el sombrero. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hazme
caso:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">borra
todas las huellas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
que digas, no lo digas dos veces. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
otro dice tu pensamiento, niégalo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quien
no dio su firma, quien no dejó foto alguna, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quien
no estuvo presente, quien no dijo nada, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿cómo
puede ser cogido?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Borra
todas las huellas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
creas que vas a morir, cuídate</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que no te pongan losa sepulcral que traicione donde estás, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
su escritura clara, que te denuncia,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
el año de tu muerte, que te entrega. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Otra
vez lo digo:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">borra
todas las huellas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Esto
me enseñaron.)</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(<i>1926, del Libro de lectura </i></span></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
los habitantes de las ciudades)</span></i></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuatro invitaciones a un
hombre </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llegadas desde distintos
sitios </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en tiempos distintos</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ésta
es tu casa.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Puedes
poner aquí tus cosas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Coloca
los muebles a tu gusto. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pide
lo que necesites.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ahí
está la llave. Quédate aquí.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2
</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Éste
es el aposento para todos nosotros. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
ti hay un cuarto con una cama. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Puedes
echarnos una mano en los campos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tendrás
tu propio plato.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quédate
con nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquí
puedes dormir.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
cama aún está fresca, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sólo
la ocupó un hombre. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
eres delicado,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">enjuaga
la cuchara de estaño en ese cubo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
quedará como nueva.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quédate
confiado con nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">4</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Éste
es el cuarto.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Date
prisa; si quieres, puedes quedarte </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">toda
la noche, pero se paga aparte.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo
no te molestaré</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y,
además, no estoy enferma.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquí
estás tan a salvo como en cualquier otro sitio. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Puedes
quedarte aquí, por lo tanto.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>(1926, del Libro de lectura para los </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">habitantes
de las ciudades)</span></i></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Coplas
de «Mackie Cuchillo»</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el tiburón tiene dientes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a la cara los enseña,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
Mackie tiene un cuchillo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no hay quien se lo vea.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
tiburón, cuando ataca, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tinta
en sangre sus aletas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mackie
en cambio lleva guantes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
ocultar sus faenas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
luminoso domingo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
muerto en la playa encuentran, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el que ha doblado la esquina</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
ese instante, ¿quién era?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Schmul
Meier, como otros ricos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
ha esfumado de la tierra.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuchillo
tiene su pasta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
nadie lo demuestra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
ha encontrado a Jenny Towler </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
una cuchillada muerta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuchillo,
que está en el puerto, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">parece
que ni se entera.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
el incendio, un anciano </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
siete niños se queman. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mackie
está entre los mirones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
nadie le molesta.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
viuda, menor de edad, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuyo
nombre mucho suena, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">amanece
violada.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mackie,
¿quién paga la cuenta?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
peces desaparecen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
los fiscales, con pena, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
tiburón por fin llaman </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
que ajuicio comparezca.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el tiburón nada sabe,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
al tiburón, ¿quién se acerca? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
tiburón no es culpable </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mientras
nadie lo demuestra.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1929,
de La ópera de cuatro cuartos)</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de Jenny la de los piratas</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Señores:
hoy me ven fregar vasos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
soy yo quien les hace la cama. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gracias
les doy si me dan propina, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">andrajosa
dé hotel andrajoso.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ustedes no saben con quién hablan. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
tarde en el puerto habrá gritos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
se dirán: «¿Qué gritos son ésos?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
verán sonreír mientras friego </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
se dirán: «¿Por qué se sonríe?»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
un barco con ocho velas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
con cincuenta cañones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">habrá
atracado en el muelle.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ellos
me dicen: « ¡Vete a fregar! » </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
me dan la propina y la tomo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
camas les haré, qué remedio. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Pero
esa noche no dormirán.) </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pues
por la tarde oirán en el puerto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
estruendo y dirán: «¿Qué estruendo es ése?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
verán asomarme a la ventana</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
dirán: «¡Qué sonrisa tan rara!»</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y el barco con ocho velas </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y con cincuenta cañones </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bombardeará la ciudad.</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Señores:
se acabó ya la risa. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Porque
todos los muros caerán, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">será
arrasada vuestra ciudad, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">menos
un pobre hotel andrajoso. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Preguntarán:
«¿Quién vive en ese hotel?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
me verán salir por la mañana,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
dirán: «¡Era ella quien vivía!»</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y el barco con ocho velas </span></div>
<div style="margin-left: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y con cincuenta cañones </span></div>
<div style="margin-left: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">empavesará sus mástiles.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
a mediodía desembarcarán</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cien
hombres. Y vendrán, ocultándose, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
puerta a puerta, agarrando a todos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ante
mí los traerán con cadenas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
me preguntarán: «¿A quién matamos?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
habrá un silencio grande en el puerto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
preguntarme quién debe morir.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
oirá entonces mi voz diciendo: «¡Todos!», </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
« ¡Hurra! », a cada cabeza que caiga.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y el barco con ocho velas </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y con cincuenta cañones </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">conmigo zarpará.</span></div>
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1929, de La ópera de
cuatro cuartos)</span></div>
<br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Balada
del no y del sí</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pensaba,
una vez, cuando era inocente –</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
lo he sido lo mismo que tú-:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Acaso
un hombre me venga a buscar.»</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuidado
con perder el juicio entonces! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
si tiene dinero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
es bien educado,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a diario lleva camisa limpia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
sabe a una señora tratar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
diré entonces: «No.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
la cabeza alta</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sentido común.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Brillará
la luna en la noche, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">zarpará
la barca de la orilla, sí, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no hay que dejarle pasar de la raya. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
no puede dejarse llevar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
que ser frías, hay que ser duras de corazón.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántas
cosas podrían pasar! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
sólo se puede decir «no».</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
primero que vino fue un hombre de Kent </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
era como un hombre debe ser.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
segundo tenía en el puerto tres barcos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
estaba el tercero loco por mí.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
como tenían dinero </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
eran bien educados, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
llevaban a diario camisa limpia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sabían a una señora tratar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">les
dije a los tres «no». </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
la cabeza alta</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
sentido común.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
la luna en la noche brilló, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
alejó la barca de la orilla, sí, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no les dejé pasar de la raya. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
no puede dejarse llevar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
que ser frías, hay que ser duras de corazón. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántas
cosas podrían pasar!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
sólo se puede decir «no».</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
un día, un hermoso día azul, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vino
uno que no me rogó.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Colgó
su sombrero en el clavo de mi habitación </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ya no supe lo que hacía.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
como no tenía dinero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ni
era bien educado,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no llevaba camisa limpia ni el domingo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ni
sabía a una señora tratar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
él no le dije «no». </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
tuve la cabeza alta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ni
sentido común.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ah,
brilló la luna en la noche,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
la barca atada a la orilla quedó, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
fue inevitable pasar de la raya. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sí,
hay que dejarse llevar simplemente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
hay que ser frías, no hay que ser duras de corazón. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Tantas
cosas tenían que pasar!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
se podía ya decir «no».</span><br />
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1929, «Canción de Polly
Peachum», </span></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de La ópera de cuatro
cuartos)</span></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Romance
final</span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">de
La ópera de cuatro cuartos</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
aquí, para acabar bien, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todo
junto está en el saco. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
hay dinero, no hay problema: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
final no es nunca malo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Que
pesca en río revuelto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dice
Fulano a Zutano.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero,
al fin, los dos se comen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
pan del pobre, abrazados.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pues
unos están en sombra, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
otros bien iluminados. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
ve a los que da la luz, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
a los otros, ni caso.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1929)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción de los poetas
líricos</span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">(Cuando, en el primer
tercio del siglo xx, </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">no se pagaba ya nada por
las poesías.)</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Esto
que vais a leer está en verso. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
digo porque acaso no sabéis ya lo que es un verso ni un poeta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
verdad, no os portasteis muy bien con nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿No
habéis notado nada? ¿Nada tenéis que preguntar? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿No
observasteis que nadie publicaba ya versos?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Y
sabéis la razón? Os la voy a decir: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Antes,
los versos se leían y pagaban.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nadie
paga ya nada por la poesía.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
eso hoy no se escribe. Los poetas preguntan: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¿Quién
la lee?» Mas también se preguntan: </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¿Quién la paga?»</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
no pagan, no escriben. A tal situación los habéis reducido.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
¿por qué?, se pregunta el poeta. ¿Qué falta he cometido? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿No
hice siempre lo que me exigían los que me pagaban? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Acaso
no he cumplido mis promesas?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
oigo decir a los que pintan cuadros</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
ya no se compra ninguno. Y los cuadros también </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fueron
siempre aduladores; hoy yacen en el desván... </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
tenéis contra nosotros? ¿Por qué no queréis pagar? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Leemos
que os hacéis cada día más ricos...</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Acaso
no os cantamos, cuando teníamos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
estómago lleno, todo lo que disfrutabais en la tierra? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así
lo disfrutabais otra vez: la carne de vuestras mujeres, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
melancolía del otoño, el arroyo, sus aguas bajo la luna...</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el dulzor de vuestras frutas. El rumor de la hoja al caer. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
de nuevo la carne de vuestras mujeres. Y lo invisible </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
vosotros. Y hasta el recuerdo del polvo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
que os habéis de transformar al final.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
no es sólo esto lo que pagabais gustosos. Lo que </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escribíamos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
aquellos que no se sientan como vosotros en sillas de oro, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">también
nos lo pagabais siempre. ¡Cuántas lágrimas </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">enjugamos!</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántas
veces consolamos a quienes vosotros heríais!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mucho
hemos trabajado para vosotros. jamás nos negamos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Siempre
nos sometimos. Lo más que decíamos era « ¡Pagadlo! » </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántos
crímenes hemos cometido así por vosotros! </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántos crímenes!</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Y
siempre nos conformábamos con las sobras de </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vuestra comida!</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ay,
ante vuestros carros hundidos en sangre y porquería </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nosotros
siempre uncimos nuestras grandes palabras. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
vuestro corral de matanzas le llamamos «campo </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del honor»,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
«hermanos de labios largos» a vuestros cañones.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
los papeles que pedían impuestos para vosotros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hemos
pintado los cuadros más maravillosos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
declamando nuestros cantos ardientes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">siempre
os volvieron a pagar los impuestos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hemos
estudiado y mezclado las palabras como drogas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aplicando
tan sólo las mejores, las más fuertes. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quienes
las tomaron de nosotros, se las tragaron,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
se entregaron a vuestras manos como corderos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
vosotros os hemos comparado sólo con aquello que </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">os placía.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
general, con los que fueron también celebrados </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">injustamente</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
quienes les calificaban de mecenas sin tener nada </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">caliente en el estómago.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
furiosamente perseguimos a vuestros enemigos con </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">poesías como puñales.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué, de pronto, dejáis de visitar nuestros mercados? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡No
tardéis tanto en comer! ¡Se nos enfrían las sobras! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué no nos hacéis más encargos? ¿Ni un cuadro? </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Ni una loa siquiera?</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Es
que os creéis agradables tal como sois?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Tened
cuidado! ¡No podéis prescindir de nosotros! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ojalá
supiéramos cómo atraer</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vuestra
mirada hacia nosotros!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Creednos,
señores: hoy seríamos más baratos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
no podemos regalarles nuestros cuadros y versos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
empecé a escribir esto que leéis -¿lo estáis </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">leyendo?</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
propuse que todos los versos rimaran.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
el trabajo me parecía excesivo, lo confieso a disgusto, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
pensé: ¿Quién me lo pagará? Decidí dejarlo.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1931)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
del autor dramático </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">(Fragmento)</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Soy
un autor dramático. Muestro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que he visto. Y he visto mercados de hombres </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">donde
se comercia con el hombre. Esto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
lo que yo, autor dramático, muestro.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cómo
se reúnen en habitaciones para hacer planes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
base de porras de goma o de dinero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
están en la calle y esperan,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
unos a otros se preparan trampas llenos de esperanza,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
se citan,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
se ahorcan mutuamente, cómo se aman,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
defienden su presa,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
devoran...</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Esto
es lo que muestro.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Refiero
las palabras que se dicen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
que la madre le dice al hijo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que el empresario le ordena al obrero, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que la mujer le responde al marido. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Palabras
implorantes, de mando,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
súplica, de confusión, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
mentira, de ignorancia... </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todas
las refiero.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Veo
precipitarse nevadas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">terremotos
que se aproximan. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Veo
surgir montañas en medio del camino, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ríos
que se desbordan.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
las nevadas llevan sombrero en la cabeza, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
montañas se han bajado de automóviles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
los ríos enfurecidos mandan escuadrones de policías.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
poder mostrar lo que veo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estudié
las representaciones de otros pueblos y otras </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">épocas.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">He
adaptado un par de obras, examinando</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">minuciosamente
su técnica y asimilando de ellas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que a mí me servía.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estudié
las representaciones de los grandes señores feudales </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">entre
los ingleses, con sus ricas figuras</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
las que el mundo sirve para desplegar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
grandeza. Estudié a los españoles moralizantes,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
los indios, maestros en las bellas sensaciones, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a los chinos, que representan a las familias</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
los variados destinos en las ciudades.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de los bateleros del arroz</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Río
arriba, en la ciudad,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nos
espera un puñado de arroz, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
pesa la barca que debe subir </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el agua corre río abajo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nunca
llegaremos arriba.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
noche viene pronto. En nuestro cuarto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ni
la sombra de un perro podría dormir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
cuesta un puñado de arroz.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Como
la orilla es resbaladiza </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
nos movemos del sitio.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
soga que en los hombros se nos hunde </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiene
más resistencia que nosotros.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
látigo de nuestro vigilante </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuatro
generaciones lo conocen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
seremos la última nosotros.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
barca nuestros padres arrastraron</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
poco más arriba de donde muere el río. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alcanzarán
la fuente nuestros hijos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nosotros
somos los de en medio.</span><br />
<br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
la barca hay arroz. El campesino </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
lo cosechó ha recibido</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sólo
un puñado de monedas, pero nosotros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">recibimos
aún menos. Un buey</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">les
saldría más caro. Somos demasiados.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
llega el arroz a la ciudad </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
los niños preguntan que quién </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">arrastró
la pesada barca, se les dice: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ha
sido arrastrada.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tirad más aprisa, las bocas
</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperan ya la comida. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos a una. No tropieces </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con tu compañero.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
comida de abajo les viene</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
los que arriba la comen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquellos
que la arrastraron</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
han comido.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
llega el arroz a la ciudad y los niños preguntan que quién arrastró la pesada
barca, se les dice: ha sido arrastrada.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
del comerciante</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Río
abajo hay arroz,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">río
arriba la gente necesita el arroz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
lo guardamos en los silos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">más
caro les saldrá luego el arroz.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
que arrastran las barcas recibirán aún menos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
tanto más barato será para mí.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
¿qué es el arroz realmente?</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé lo que es el
arroz! </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé quién lo sabrá! </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo no sé lo que es el
arroz. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No sé más que su precio.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
acerca el invierno, la gente necesita ropa. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
preciso, pues, comprar algodón</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no darle salida.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
el frío llegue, encarecerán los vestidos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
hilanderías pagan jornales excesivos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
fin, que hay demasiado algodón. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
¿qué es realmente el algodón?</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé lo que es el
algodón! </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé quién lo sabrá!</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo no sé lo que es el
algodón. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No sé más que su precio.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
hombre necesita abundante comida </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ello hace que el hombre salga más caro. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
hacer alimentos se necesitan hombres. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
cocineros abaratan la comida,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
la ponen cara los mismos que la comen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
fin, son demasiado escasos los hombres. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
¿qué es realmente un hombre?</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé lo que es un
hombre! </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Yo qué sé quién lo sabrá!</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo no sé lo que es un
hombre. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No sé más que su precio.</span></div>
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1930)</span></div>
<br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Refugio
nocturno</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
han contado que en Nueva York,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
la esquina de la calle veintiséis con Broadway,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
los meses de invierno, hay un hombre todas las </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">noches</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que,
rogando a los transeúntes,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">procura
un refugio a los desamparados que allí se reúnen.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
mundo así no se le cambia,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
relaciones entre los hombres no se hacen mejores. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
es ésta la forma de hacer más corta la era de la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">explotación.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
algunos hombres tienen cama por una noche, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">durante
toda una noche están resguardados del viento </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
la nieve a ellos destinada cae en la calle.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Algunos
hombres tienen cama por una noche, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">durante
toda una noche están resguardados del viento </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
la nieve a ellos destinada cae en la calle.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
al mundo así no se le cambia,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
relaciones entre los hombres no se hacen mejores. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
es ésta la forma de hacer más corta la era de la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">explotación.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1931)</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">De
todos los objetos</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
todos los objetos, los que más amo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son
los usados.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
vasijas de cobre con abolladuras y bordes aplastados, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
cuchillos y tenedores cuyos mangos de madera</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">han
sido cogidos por-muchas manos. Éstas son las formas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
me parecen más nobles. Esas losas en torno a viejas casas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desgastadas
de haber sido pisadas tantas veces,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esas
losas entre las que crece la hierba, me parecen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">objetos
felices.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Impregnados
del uso de muchos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
menudo transformados, han ido perfeccionando sus </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">formas y se han hecho
preciosos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
han sido apreciados muchas veces.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
gustan incluso los fragmentos de esculturas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
los brazos cortados. Vivieron</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">también
para mí. Cayeron porque fueron trasladadas;</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
las derribaron, fue porque no estaban muy altas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
construcciones casi en ruinas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">parecen
todavía proyectos sin acabar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">grandiosos;
sus bellas medidas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pueden
ya imaginarse, pero aún necesitan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
nuestra comprensión. Y, además,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
sirvieron, ya fueron superadas incluso. Todas estas cosas me hacen feliz.</span><br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>(1932)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Loa
de la dialéctica</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
paso firme se pasea hoy la injusticia.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
opresores se disponen a dominar otros diez mil años </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">más.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
violencia garantiza: «Todo seguirá igual.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
se oye otra voz que la de los dominadores, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
en el mercado grita la explotación: «Ahora es cuando </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">empiezo.»</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
entre los oprimidos, muchos dicen ahora: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Jamás
se logrará lo que queremos».</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quien
aún esté vivo no diga «jamás». </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
firme no es firme.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todo
no seguirá igual.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
hayan hablado los que dominan, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hablarán
los dominados.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
puede atreverse a decir «jamás»?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿De
quién depende que siga la opresión? De nosotros.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿De
quién que se acabe? De nosotros también. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Que
se levante aquel que está abatido! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Aquel
que está perdido, que combata!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
podrá contener al que conoce su condición? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pues
los vencidos de hoy son los vencedores de mañana </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el jamás se convierte en hoy mismo.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>(1932)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Loa
de la duda</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Loada
sea la duda! Os aconsejo que saludéis </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">serenamente
y con respeto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quisiera
que fueseis avisados y no dierais</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vuestra
palabra demasiado confiadamente.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Leed
la historia. Ved</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
ejércitos invencibles en fuga enloquecida. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
todas partes</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
derrumban fortalezas indestructibles,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
de aquella Armada innumerable al zarpar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">podían
contarse</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
naves que volvieron.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así
fue como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
un barco logró llegar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
confín del mar infinito.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
hermoso gesto de sacudir la cabeza </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ante
la indiscutible verdad!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
valeroso médico que cura </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
enfermo ya desahuciado!</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
la más hermosa de todas las dudas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
dejan de creer</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
la fuerza de sus opresores.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuánto
esfuerzo hasta alcanzar el principio! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cuántas
víctimas costó!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Qué
difícil fue ver</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
aquello era así y no de otra forma!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Suspirando
de alivio, un hombre lo escribió un día en el </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">libro del saber.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quizá
siga escrito en él mucho tiempo y generación tras </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">generación</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
él se alimenten juzgándolo eterna verdad. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quizá
los sabios desprecien a quien no lo conozca. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
puede ocurrir que surja una sospecha, que nuevas </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">experiencias</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hagan
conmoverse al principio. Que la duda se despierte.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
que, otro día, un hombre, gravemente, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tache
el principio del libro del saber.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Instruido</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
impacientes maestros, el pobre oye</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
es éste el mejor de los mundos, y que la gotera</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
techo de su cuarto fue prevista por Dios en persona. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Verdaderamente,
le es difícil</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dudar
de este mundo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Bañado
en sudor, se curva el hombre construyendo la casa </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en que no ha de vivir.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
también suda a mares el hombre que construye su </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">propia casa.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Son
los irreflexivos los que nunca dudan.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su
digestión es espléndida, su juicio infalible.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
creen en los hechos, sólo creen en sí mismos. Si llega el </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">caso,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son
los hechos los que tienen que creer en ellos. Tienen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ilimitada
paciencia consigo mismos. Los argumentos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
escuchan con oídos de espía.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Frente
a los irreflexivos, que nunca dudan, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
los reflexivos, que nunca actúan. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
dudan para llegar a la decisión, sino </span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
eludir la decisión. Las cabezas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sólo
las utilizan para sacudirlas. Con aire grave </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">advierten
contra el agua a los pasajeros de naves </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hundiéndose.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Bajo
el hacha del asesino,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
preguntan si acaso el asesino no es un hombre también. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tras
observar, refunfuñando,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
el asunto no está del todo claro, se van a la cama. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su
actividad consiste en vacilar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su
frase favorita es: «No está listo para sentencia.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
eso, si alabáis la duda,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
alabéis, naturalmente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
duda que es desesperación.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿De
qué le sirve poder dudar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
quien no puede decidirse? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Puede
actuar equivocadamente </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quien
se contente con razones demasiado escasas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
quedará inactivo ante el peligro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quien
necesite demasiadas.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tú,
que eres un dirigente, no olvides</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
lo eres porque has dudado de los dirigentes. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Permite,
por lo tanto, a los dirigidos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dudar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Loa
del estudio</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia
lo elemental! Para aquellos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuya
hora ha llegado</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
es nunca demasiado tarde. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia
el «abc»! No basta, pero </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estúdialo,
¡ No te canses!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Empieza!
¡Tú tienes que saberlo todo! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estás
llamado a ser un dirigente.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia,
hombre en el asilo! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia,
hombre en la cárcel! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia,
mujer en la cocina! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Estudia,
sexagenario!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estás
llamado a ser un dirigente.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Asiste
a la escuela, desamparado! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Persigue
el saber, muerto de frío!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">empuña
el libro, hambriento! ¡Es un arma!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estás
llamado a ser un dirigente.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
temas preguntar, compañero! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
te dejes convencer!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Compruébalo
tú mismo! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
no sabes por ti,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
lo sabes</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Repasa
la cuenta,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tu
tienes que pagarla.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Apunta
con tu dedo a cada cosa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
pregunta: «Y esto, ¿de qué?»</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estás
llamado a ser un dirigente.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1933)</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de la rueda hidráulica</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
poemas épicos nos dan noticia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los grandes de este mundo: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">suben
como astros,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
astros caen.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Resulta
consolador y conviene saberlo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
para nosotros, los que tenemos que alimentarlos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">siempre
ha sido, ay, más' o menos igual.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Suben
y bajan, pero ¿a costa de quién?</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sigue la rueda girando.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo que hoy está arriba no
seguirá siempre arriba. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas para el agua de abajo,
ay, esto sólo significa </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que hay que seguir
empujando la rueda.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tuvimos
muchos señores, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tuvimos
hienas y tigres, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tuvimos
águilas y cerdos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
a todos los alimentamos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mejores
o peores, era lo mismo:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
bota que nos pisa es siempre una bota. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
comprendéis lo que quiero decir:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
cambiar de señores, sino no tener ninguno.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sigue la rueda girando.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo que hoy está arriba no
seguirá siempre arriba. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas para el agua de abajo,
ay, esto sólo significa </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que hay que seguir
empujando la rueda.</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
embisten brutalmente, pelean por el botín.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
demás, para ellos, son tipos avariciosos y a sí mismos se consideran buena
gente.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sin
cesar los vemos enfurecerse<span> </span>z y
combatirse entre sí. Tan sólo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
ya no queremos seguir alimentándolos se ponen de pronto todos de acuerdo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
no sigue la rueda girando, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
se acaba la farsa divertida </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
el agua, por fin, libre su fuerza, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
entrega a trabajar para ella sola.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Alemania</span></b><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hablen
otros de su vergüenza. </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Yo
hablo de la mía.</span></i></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
Alemania, pálida madre! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
los pueblos te sientas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cubierta
de lodo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
los pueblos marcados por la infamia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tú
sobresales.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
más pobre de tus hijos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">yace
muerto.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
mayor era su hambre </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tus
otros hijos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alzaron
la mano contra él. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos
lo saben.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
sus manos alzadas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alzadas
contra el hermano, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ante
ti desfilan altivos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">riéndose
en tu cara. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos
lo saben.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
tu casa</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
mentira se grita.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
a la verdad la tienes amordazada. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Acaso
no es así?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué te ensalzan los opresores? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué te acusan los oprimidos? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
explotados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">te
señalan con el dedo, pero</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
explotadores alaban el sistema </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">inventado
en tu casa.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
sin embargo, todos te ven</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esconder
el borde de tu vestido, ensangrentado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
la sangre del mejor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
tus hijos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
discursos que salen de tu casa producen risa.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
aquel que se encuentra contigo, echa mano del cuchillo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
si hubiera encontrado a un bandido.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
Alemania, pálida madre! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
han hecho tus hijos de ti </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
que, entre todos los pueblos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">provoques
la risa o el espanto?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1933)</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">O
todos o ninguno</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Esclavo,
¿quién te liberará?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
que están en la sima más honda </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">te
verán, compañero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tus
gritos oirán.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
esclavos te liberarán.</span><br />
<br />
<div style="margin-left: 36.0pt; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o
ninguno. O todo o nada. </span></div>
<div style="margin-left: 36.0pt; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Uno sólo no
puede salvarse.</span></div>
<div style="margin-left: 36.0pt; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O los fusiles o
las cadenas.</span></div>
<div style="margin-left: 36.0pt; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o
ninguno. O todo o nada.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hambriento,
¿quién te alimentará? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
tú quieres pan, ven con nosotros, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que no lo tenemos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Déjanos
enseñarte el camino. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
hambrientos te alimentarán.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Uno sólo no puede salvarse.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O los fusiles o las
cadenas.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vencido,
¿quién te puede vengar? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tú
que padeces heridas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">únete
a los heridos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nosotros,
compañero, aunque débiles, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nosotros
te podemos vengar.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Uno sólo no puede salvarse.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O los fusiles o las
cadenas.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hombre
perdido, ¿quién se arriesgará? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquel
que ya no pueda soportar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
miseria, que se una a los que luchan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
su día sea el de hoy</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no algún día que ha de llegar.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Uno sólo no puede salvarse.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O los fusiles o las
cadenas.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O todos o ninguno. O todo o
nada.</span></div>
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 16.0pt;">3.
Poesías escritas durante el exilio </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 16.0pt;">(1933-1947)</span></b><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
los tiempos sombríos </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿se
cantará también? </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">También
se cantará</span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
los tiempos sombríos.</span></i></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
sastre de Ulm (1592)</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-¡Obispo,
puedo volar!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-le
dijo el sastre al obispo-. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Fíjate,
voy a probar!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-Y
con algo como alas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
sastre subió al lugar más alto de la catedral. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
el obispo no quiso mirar-.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-Como el hombre no es un
ave, </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">eso es pura falsedad</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-dijo el obispo del
sastre-. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nadie volará jamás.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-El
sastre ha muerto –</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
gente al obispo fue a informar-. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Fue
una locura. Sus alas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
tenían que desarmar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
ahora yace destrozado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sobre
la plaza de la catedral.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-¡Que
repiquen las campanas! '<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Era
pura falsedad.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Como
el hombre no es un ave </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-dijo
el obispo a la gente-, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nunca
el hombre volará!</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1934,
del libro Historias de </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">almanaque,
1939)</span></i></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
ciruelo</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hay
en el patio un ciruelo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
no se encuentra menor. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
que nadie le pise </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiene
reja alrededor.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aunque
no puede crecer, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">él
sueña con ser mayor. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
nunca podrá serlo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">teniendo
tan poco sol.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Duda
si será un ciruelo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
ciruelas no da. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
se conoce en la hoja </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
es ciruelo de verdad.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Parábola
de Buda sobre la casa en llamas</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gautama,
el Buda, enseñaba</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
doctrina de la Rueda de los Deseos, a la que estamos </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sujetos, y nos aconsejaba</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">liberarnos
de todos los deseos para así,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
sin pasiones, hundirnos en la Nada, a la que llamaba </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nirvana.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
día sus discípulos le preguntaron:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¿Cómo
es esa Nada, Maestro? Todos quisiéramos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">liberarnos
de nuestros apetitos, según aconsejas, pero </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">explícanos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
esa Nada en la que entraremos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
algo semejante a esa fusión con todo lo creado</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
se siente cuando, al mediodía, yace el cuerpo en el </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">agua,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">casi
sin pensamientos, indolentemente; o si es como cuando, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">apenas
ya sin conciencia para cubrirnos con la manta,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nos
hundimos de pronto en el sueño; dinos, pues, si se trata</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
una Nada buena y alegre o si esa Nada tuya </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
es sino una Nada fría, vacía, sin sentido.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Buda
calló largo rato. Luego dijo con indiferencia: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Ninguna
respuesta hay para vuestra pregunta.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
a la noche, cuando se hubieron ido,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Buda,
sentado todavía bajo el árbol del pan, a los que no le </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">habían preguntado</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">les
narró la siguiente parábola:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«No
hace mucho vi una casa que ardía. Su techo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">era
ya pasto de las llamas. Al acercarme advertí </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
aún había gente en su interior. Fui a la puerta y les grité </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
el techo estaba ardiendo, incitándoles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
que salieran rápidamente. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
aquella gente no parecía tener prisa. Uno me preguntó, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mientras
el fuego le chamuscaba las cejas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">qué
tiempo hacía fuera, si llovía,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
no hacía viento, si existía otra casa, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
otras cosas parecidas. Sin responder, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">volví
a salir. Esta gente, pensé,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiene
que arder antes que acabe con sus preguntas. </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Verdaderamente, amigos,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
quien el suelo no le queme en los pies hasta el punto de </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desear gustosamente</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cambiarse
de sitio, nada tengo que decirle.» Así hablaba </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gautama, el Buda.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
también nosotros, que ya no cultivamos el arte de la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">paciencia</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sino,
más bien, el arte de la impaciencia;</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nosotros,
que con consejos de carácter bien terreno</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">incitamos
al hombre a sacudirse sus tormentos; nosotros</span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pensamos, asimismo, que a
quienes,<span> </span></span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">viendo acercarse ya las
escuadrillas de bombarderos del</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">capitalismo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aún
siguen preguntando cómo solucionaremos tal o cual </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cosa</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
qué será de sus huchas y de sus pantalones domingueros </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">después de una revolución,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
ésos poco tenemos que decirles.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Del
libro Historias de </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>almanaque, 1939)</span></i></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">La
sandalia de Empédocles </span></b><br />
<br />
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">1</span></b><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
Empédocles de Agrigento</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hubo
logrado los honores de sus conciudadanos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-y
los achaques de la vejez-,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">decidió
morir. Pero como</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">amaba
a algunos y era correspondido por ellos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
quiso anularse en su presencia, sino que prefirió </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">entrar
en la Nada.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
invitó a una excursión. Pero no a todos: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
olvidó de algunos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
que la iniciativa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pareciera
casual. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Subieron
al Etna.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
esfuerzo de la ascensión</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">les
imponía el silencio. Nadie dijo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">palabras
sabias. Ya arriba,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">respiraron
profundamente para recuperar el pulso normal, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">gozando
del panorama, alegres de haber llegado a la meta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sin
que lo advirtieran, el maestro los dejó.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
empezar a hablar de nuevo, no notaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nada
todavía; pero, a poco,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">echaron
de menos, aquí y allá, una palabra, y le buscaron </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por los alrededores.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Él
caminaba ya por la cumbre sin apresurarse. Sólo una vez </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
detuvo: oyó</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
lo lejos, al otro lado de la cima,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
la conversación se reanudaba. Ya no entendía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
palabras aisladas: había empezado la muerte. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
estuvo ante el cráter</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">volvió
la cabeza, no queriendo saber lo que iba a seguir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pues
ya no le atañía a él; lentamente, el anciano se inclinó, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
quitó con cuidado una sandalia y, sonriendo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
arrojó unos pasos atrás, de modo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
no la encontraran demasiado pronto, sino en el </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">momento justo,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
decir, antes de que se pudriera. Entonces </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">avanzó
hacia el cráter. Cuando sus amigos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">regresaron
sin él, tras haberle buscado,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
lo largo de semanas y meses, poco a poco, fue creándose </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
desaparición, tal como él había deseado. Algunos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
esperaban todavía, otros</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">buscaban
ya explicaciones. Lentamente, como se alejan</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
el cielo las nubes, inmutables, cada vez más pequeñas, sin </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">embargo,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
dejar de moverse cuando no se las mira y ya lejanas al mirarlas de nuevo, acaso
confundidas con otras, así fue él alejándose suavemente de la costumbre.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
fue naciendo el rumor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que no había muerto, puesto que, se decía, no era mortal. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Le
envolvía el misterio. Se llegó a creer</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
existía algo fuera de lo terrenal, que el curso de las cosas </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">humanas</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">puede
alterarse para un hombre. Tales eran las habladurías </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que surgían.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
se encontró por entonces su sandalia, su sandalia de </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuero,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">palpable,
usada, terrena. Había sido legada a aquellos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
cuando no ven, en seguida empiezan a creer.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
fin de su vida</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">volvió
a ser natural. Había muerto como todos los hombres.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Describen
otros lo ocurrido</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
forma diferente. Según ellos, Empédocles </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quiso
realmente asegurarse honores divinos; </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
una misteriosa desaparición, arrojándose </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
modo astuto y sin testigos en el Etna, intentó crear la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">leyenda</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que él no era de especie humana, de que no estaba </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sometido</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
las leyes de la destrucción; pero, entonces,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
sandalia le gastó la broma de caer en manos de sus </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">semejantes.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Algunos
afirman, incluso, que el mismo cráter, enojado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ante
semejante propósito, escupió sencillamente la sandalia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
aquel degenerado bastardo.) Pero nosotros preferimos </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">creer</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
si realmente no se quitó la sandalia, lo que debió ocurrir </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
se olvidaría de nuestra estupidez, sin pensar que </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nosotros</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
seguida nos apresuramos a oscurecer aún más lo oscuro </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
antes que buscar una razón suficiente, creemos en lo </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">absurdo. Y la montaña,
entonces</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-aunque
no indignada por aquel olvido ni creyendo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
Empédocles hubiera querido engañarnos para alcanzar </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">honores divinos</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(pues
la montaña ni tiene creencias ni se ocupa de nosotros), </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
sí escupiendo fuego como siempre-, nos arrojó</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
sandalia, y de esta forma sus discípulos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-que
ya estarían muy ocupados husmeando algún gran </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">misterio,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desarrollando
alguna profunda metafísica</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
encontraron, de repente, consternados, con la sandalia del </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">maestro entre las manos;</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
sandalia de cuero, palpable, usada, terrena.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Preguntas
de un obrero ante un libro</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tebas,
la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
los libros figuran los nombres de los reyes. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Arrastraron
los reyes los grandes bloques de piedra? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
Babilonia, destruida tantas veces,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿quién
la volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
noche en que fue terminada la Muralla china, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿adónde
fueron los albañiles? Roma la Grande</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">está
llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Sobre
quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cantada,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿tenía
sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Atlántida,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pidiendo
ayuda a sus esclavos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
joven Alejandro conquistó la India. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Él
solo?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">César
venció a los galos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿No
llevaba consigo ni siquiera un cocinero? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Felipe
II lloró al hundirse</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
flota. ¿No lloró nadie más?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Federico
II venció la Guerra de los Siete Años. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
la venció, además?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
victoria en cada página.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
cocinaba los banquetes de la victoria? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
gran hombre cada diez años.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
pagaba sus gastos?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
pregunta para cada historia.</span><br />
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1934,
del libro Historias de </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">almanaque,
1939)</span></i></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Leyenda
sobre el origen del libro </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">«Tao-Te-King»,
dictado por Lao-tse </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">en
el camino de la emigración</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
los setenta años, ya achacoso,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sintió
el maestro un gran ansia de paz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Moría
la bondad en el país</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
se iba haciendo fuerte la maldad. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
abrochó los zapatos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Empaquetó
las cosas necesarias. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pocas.
Pero algo había de llevar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
pipa en que fumaba cada noche. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
libro que leía a todas horas. Algo de blanco pan.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gozó
mirando el valle, y lo olvidó </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
la senda comenzó a ascender. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Rumiaba
el buey, alegre, hierba fresca </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mientras
llevaba al viejo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pues
iba muy de prisa para él.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Caminó
cuatro días entre peñas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
que un aduanero lo paró. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¿Alguna
cosa de valor?» «Ninguna.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Es
un maestro», dijo el joven guía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
buey. Y el aduanero comprendió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el hombre, en un impulso afectuoso, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aún
preguntó: «¿Qué ha llegado a saber?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
el muchacho explicó: «Que el agua blanda </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
a la piedra acaba por vencer.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
duro pierde.»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aprovechando
aquel atardecer,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiró
el guía del buey, siguiendo viaje. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
se perdían tras de un pino negro </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
los alcanzó el buen aduanero. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Les
gritaba: «¡Esperadme!»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Dime
otra vez eso del agua, anciano.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
detuvo el maestro: «¿Te interesa?» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Soy
sólo un aduanero», dijo el hombre, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«pero
quiero saber quién vencerá.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
tú lo sabes, dímelo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Escríbemelo!
¡Díctalo a este niño! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
lo reserves sólo para ti.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
casa te daré tinta y papel.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
también de cenar. Yo vivo allí. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Aceptas
mi propuesta?»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Examinó
el anciano al aduanero: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">chaqueta
remendada, sin zapatos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">viejo
antes de llegar a la vejez.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
era precisamente un triunfador. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Murmuró:
«¿Tú también?»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Había
vivido demasiado para</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
aceptar tan amable invitación. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Quien
pregunta, merece una respuesta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Parémonos
aquí», dijo en voz alta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Hace
ya frío», el guía le apoyó.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Echó
pie a tierra el sabio de su buey. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Escribieron
durante siete días </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alimentados
por el aduanero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quien
maldecía ahora en voz muy baja </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
los contrabandistas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
mañana, al fin, ochenta y una </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sentencias
dio el muchacho al aduanero. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
agradeciéndole un pequeño don,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
perdieron detrás del pino negro. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
es fácil encontrar tanta atención.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
celebremos, pues, tan sólo al sabio </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuyo
nombre en el libro resplandece. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
sabio hay que arrancarle su saber. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
aduanero que se lo pidió</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">demos
gracias también.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1937,
del libro Historias de </span></i></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">almanaque,
1939)</span></i></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Palabras de un campesino a
su buey</span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Según una canción
campesina de Egipto, </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del año 1400 antes de
nuestra era)</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
gran buey! ¡Oh divino tiro del arado! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Descansa
para volver a arar! ¡No revuelvas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">jovialmente
los surcos! Tú</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
vas delante, conductor, ¡arre!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Curvados
trabajamos para cortar tu pienso; </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">descansa
ahora y cómelo, tú que nos alimentas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Olvídate,
comiendo, de los surcos. ¡Come! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
tu establo, oh protector de la familia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">jadeantes,
las vigas arrastramos. Nosotros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dormimos
en lo húmedo, tú en seco. Ayer </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tosiste,
oh guía querido.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estábamos
desesperados. ¿No irás</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
diñarla antes de la sementera, perro maldito?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">A
los hombres futuros</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Verdaderamente,
vivo en tiempos sombríos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
insensata la palabra ingenua. Una frente lisa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">revela
insensibilidad. El que ríe</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
que no ha oído aún la noticia terrible, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aún
no le ha llegado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Qué
tiempos estos en que</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hablar
sobre árboles es casi un crimen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
supone callar sobre tantas alevosías! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ese
hombre que va tranquilamente por la calle, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿lo
encontrarán sus amigos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
lo necesiten?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
cierto que aún me gano la vida.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero,
creedme, es pura casualidad. Nada </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
lo que hago me da derecho a hartarme.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara, estaría </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">perdido.)</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
¿cómo puedo comer y beber</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
al hambriento le quito lo que como</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
mi vaso de agua le hace falta al sediento? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
sin embargo, como y bebo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
gustaría ser sabio también.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
viejos libros explican la sabiduría: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">apartarse
de las luchas del mundo y transcurrir </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
inquietudes nuestro breve tiempo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Librarse
de la violencia,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dar
bien por mal,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
satisfacer los deseos y hasta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">olvidarlos:
tal es la sabiduría. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
yo no puedo hacer nada de esto: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">verdaderamente,
vivo en tiempos sombríos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Llegué
a las ciudades en tiempos del desorden, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
el hambre reinaba.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
me rebelé con ellos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así
pasé el tiempo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
me fue concedido en la tierra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
pan lo comí entre batalla y batalla. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
los asesinos dormí.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hice
el amor sin prestarle atención</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
contemplé la naturaleza con impaciencia. Así pasé el tiempo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
me fue concedido en la tierra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
palabra me traicionaba al verdugo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Poco
podía yo. Y los poderosos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
sentían más tranquilos sin mí. Lo sabía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así
pasé el tiempo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
me fue concedido en la tierra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Escasas
eran las fuerzas. La meta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estaba
muy lejos aún.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
se podía ver claramente, aunque para mí </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fuera
casi inalcanzable.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así
pasé el tiempo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
me fue concedido en la tierra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vosotros,
que surgiréis del marasmo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
el que nosotros nos hemos hundido, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
habléis de nuestras debilidades, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pensad
también en los tiempos sombríos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los que os habéis escapado.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cambiábamos
de país como de zapatos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
través de las guerras de clases, y nos desesperábamos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">donde
sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
sin embargo, sabíamos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
también el odio contra la bajeza desfigura la cara.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">También
la ira contra la injusticia</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pone
ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
queríamos preparar el camino para la amabilidad </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
pudimos ser amables.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
vosotros, cuando lleguen los tiempos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
que el hombre sea amigo del hombre, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pensad
en nosotros</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
indulgencia.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1938)</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
alemana</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Otra
vez se oye hablar de tiempos de grandeza. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Ana,
no llores.)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
tendero nos fiará.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Otra
vez se oye hablar del honor. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Ana,
no llores.)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
nos queda ya nada en la despensa.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Otra
vez se oye hablar de victorias. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Ana,
no llores.)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
mí no me tendrán.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
desfila el ejército que ha de partir. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Ana,
no llores.)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
vuelva</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Volveré
bajo otras banderas</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de una madre alemana</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Camisa
parda y botas altas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hijo
mío, te regalé.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mejor
habría sido ahorcarme </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
haber sabido lo que sé.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
verte levantar la mano, hijo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a Hitler saludar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿sabía
yo que aquellas manos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todas
se habrían de secar?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
de una estirpe de héroes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hijo
mío, te oía hablar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
tú serías su verdugo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
lo podía imaginar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
detrás de aquel mismo Hitler, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hijo
mío, te vi marchar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
saber que quien le siguiera </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
regresaría jamás.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alemania,
tú me decías, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hijo,
no se conocerá. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ceniza
y piedra ensangrentada, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿quién
conoce a Alemania ya?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
la camisa parda un día </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">te
fuiste y yo no me negué. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
ella puesta morirías: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">yo
no sabía lo que hoy sé.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Catón
de guerra alemán</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">PARA
LOS DE ARRIBA</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hablar
de comida es bajo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
se comprende porque </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
han comido.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
de abajo tienen que irse del mundo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
saber lo que es</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">comer
buena carne.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
pensar de dónde vienen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a dónde van,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
las noches hermosas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
demasiado cansados.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todavía
no han visto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
vasto mar y la montaña </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
ya su tiempo ha pasado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
los que viven abajo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
piensan en la vida de abajo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">jamás
subirán.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EL
PAN DE LOS HAMBRIENTOS HA SIDO COMIDO</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
carne ya ni se huele. En vano</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
ha derramado el sudor del pueblo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
laureles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">han
sido talados.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
las chimeneas de las fábricas de municiones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sale
humo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EL
PINTOR DE BROCHA GORDA HABLA DE GRANDES</span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">TIEMPOS VENIDEROS</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
bosques crecen todavía. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
campos son fértiles todavía. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
ciudades están en pie todavía. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
hombres respiran todavía.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EN
EL CALENDARIO AÚN NO HA SIDO SEÑALADO EL DÍA</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todos
los meses, todos los días </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
libres aún. A uno de los días </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
harán una cruz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
TRABAJADORES GRITAN POR EL PAN</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
comerciantes gritan por los mercados. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Padecía
hambre el parado. Ahora</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">padece
hambre quien trabaja.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
manos que colgaban inútiles vuelven a moverse: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tornean
granadas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
QUE ROBAN LA CARNE DE LA MESA</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">predican
resignación.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquellos
a los que están destinados los dones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">exigen
espíritu de sacrificio.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
hartos hablan a los hambrientos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los grandes tiempos que vendrán. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
que llevan la nación al abismo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">afirman
que gobernar es demasiado dificil </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
el hombre sencillo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
DE ARRIBA DICEN: LA PAZ Y LA GUERRA</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son
de naturaleza distinta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
su paz y su guerra</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son
como viento y tormenta. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
guerra nace de su paz </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
el hijo de la madre. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tiene</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sus
mismos rasgos terribles.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su
guerra mata </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que sobrevive </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
su paz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">CUANDO
EL PINTOR DE BROCHA GORDA HABLA DE PAZ POR</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
ALTAVOCES,</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
trabajadores miran el grueso firme </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
las autopistas que están haciendo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ven</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
es para tanques pesados.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
pintor de brocha gorda habla de paz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Irguiendo
sus espaldas doloridas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
grandes manos apoyadas en cañones, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
escuchan los fundidores.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
pilotos de los bombarderos aminoran la marcha de los </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">motores</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
oyen</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hablar
de paz al pintor de brocha gorda.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
leñadores están a la escucha en los bosques silenciosos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
campesinos dejan los arados y se llevan la mano a la oreja, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
detienen las mujeres que les llevan la comida:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
un coche con altavoces en el campo de labor. Por ellos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
oye al pintor de brocha gorda exigir la paz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">CUANDO
LOS DE ARRIBA HABLAN DE PAZ</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
pueblo llano sabe </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
habrá guerra.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
los de arriba maldicen la guerra,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
están escritas las hojas de movilización.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
DE ARRIBA</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
han reunido en una sala. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hombre
de la calle: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">abandona
toda esperanza.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
gobiernos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">firman
pactos de no agresión. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hombre
pequeño:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escribe
tu testamento.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">HOMBRE
DE CHAQUETA RAÍDA:</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
las fábricas textiles</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
tejiendo para ti un capote </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
nunca romperás.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hombre
que vas al trabajo caminando durante horas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
tus zapatos destrozados: el coche</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
te están fabricando</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llevará
una coraza de hierro.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
tu hogar hace falta un envase de leche</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
estás fundiendo una gran botella, fundidor, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
no será para leche. ¿Quién</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">beberá
en ella?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ES
DE NOCHE </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
parejas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">van
a la cama. Las mujeres jóvenes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">parirán
huérfanos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EN
EL MURO HABÍAN ESCRITO CON TIZA:</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quieren
la guerra. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quien
lo escribió </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
ha caído.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
DE ARRIBA DICEN:</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">éste
es el camino de la gloria. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
de abajo dicen:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">éste
es el camino de la tumba.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LA
GUERRA QUE VENDRÁ</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
es la primera. Hubo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">otras
guerras.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
final de la última</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hubo
vencedores y vencidos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
los vencidos, el pueblo llano </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pasaba
hambre. Entre los vencedores </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
pueblo llano la pasaba también.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
DE ARRIBA DICEN: EN EL EJÉRCITO</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todos
somos iguales. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
la cocina sabréis </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
es verdad.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
los corazones</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">debe
haber el mismo valor. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
en los platos hay</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dos
clases de rancho.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">LOS
TÉCNICOS ESTÁN</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">inclinados
sobre las mesas de dibujo:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
cifra equivocada, y las ciudades del enemigo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
salvarán de la destrucción.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">DE
LAS BIBLIOTECAS</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">salen
los asesinos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estrechando
contra sí a los niños, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
madres vigilan el cielo con terror </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
que aparezcan en él los descubrimientos de los sabios.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EN
EL MOMENTO DE MARCHAR, MUCHOS NO SABEN</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
su enemigo marcha al frente de ellos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
voz que les manda</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
la voz de su enemigo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quien
habla del enemigo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">él
mismo es enemigo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">GENERAL,
TU TANQUE ES MÁS FUERTE QUE UN COCHE</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Arrasa
un bosque y aplasta a cien hombres. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
tiene un defecto:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">necesita
un conductor.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">General,
tu bombardero es poderoso.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vuela
más rápido que la tormenta y carga más que un elefante.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
tiene un defecto: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">necesita
un piloto.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">General,
el hombre es muy útil. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Puede
volar y puede matar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
tiene un defecto:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">puede
pensar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">CUANDO
EMPIECE LA GUERRA,</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quizá
vuestros hermanos se transformen </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
que no se reconozcan ya sus rostros. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
vosotros debéis seguir siendo los mismos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Irán
a la guerra, no</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
a una matanza, sino</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
a un trabajo serio. Todo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
habrán olvidado.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
vosotros no debéis olvidar nada.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Os
echarán aguardiente en la garganta, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
a los demás.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
vosotros debéis manteneros serenos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">EL
FÜHRER OS DIRÁ: LA GUERRA</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dura
cuatro semanas. Cuando llegue el otoño </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estaréis
de vuelta. Pero</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vendrá
el otoño y pasará,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vendrá
de nuevo y pasará muchas veces, y vosotros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
estaréis de vuelta.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
pintor de brocha gorda os dirá: las máquinas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
harán todo por vosotros. Sólo unos pocos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tendrán
que morir. Pero</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">moriréis
a cientos de miles, nunca</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
habrá visto morir a tantos hombres. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
me digan que estáis en el Cabo Norte, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
en Italia, y en el Transvaal, sabré</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dónde
encontrar un día vuestras tumbas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">CUANDO
EL TAMBOR EMPIECE SU GUERRA,</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vosotros
debéis continuar la vuestra. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Verá
ante sí enemigos, pero,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
volverse, deberá ver también </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">enemigos
detrás;</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
empiece su guerra</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
debe ver sino enemigos en torno. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todo
aquel que avance</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">empujado
por los agentes de las S. S., </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">debe
avanzar contra él.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
botas serán malas, pero aunque fueran </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
mejor cuero, son sus enemigos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quienes
deben marchar dentro de ellas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vuestro
rancho será poco, pero aunque fuera abundante, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
os debe gustar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Que
los agentes de las S. S. no puedan dormir. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Que
tengan que controlar arma a arma</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
ver si están cargadas. Y que tengan que controlar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
controlan sus controladores.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todo
lo que vaya hacia él debe ser destruido, y todo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que venga de él, contra él hay que volverlo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Valeroso
será quien combata contra él. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sabio
será quien frustre sus planes. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sólo
quien le venza salvará a Alemania.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1937-38)</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Epígrafe
para las «Poesías de Svendborg» 1</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Huido
bajo el techo de paja danés, amigos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sigo
vuestra lucha. Os envío desde aquí, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
otras veces, mis versos, perseguidos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
una historia sangrienta de más allá del Sund y de los </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bosques.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
que os llegue de ellos, utilizadlo con prudencia. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
escritorio son libros amarillentos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">informes
arrugados. Si volvemos a vernos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quiero
ir otra vez a la escuela.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1939)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1.
Svendborg: localidad danesa, junto al Sund, donde Brecht encontró su primer
refugio al abandonar la Alemania nazi.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">En
tiempos de la extrema persecución</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
sois abatidos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿qué
quedará? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hambre
y lucha, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nieve
y viento.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿De
quién aprenderéis? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
aquel que no caiga. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Del
hambre y del frío </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aprenderéis.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
valdrá decir:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿No
ha pasado ya todo? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
que soportan la carga </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">reanudarán
sus quejas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quién
les informará</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
aquellos que mueren? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sus
cicatrices y muñones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">les
informarán.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Meditaciones
sobre la duración del exilio</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
pongas ningún clavo en la pared, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tira
sobre una silla tu chaqueta.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Vale
la pena preocuparse para cuatro días? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mañana
volverás.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
te molestes en regar el arbolillo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Para
qué vas a plantar otro árbol? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Antes
de que llegue a la altura de un escalón </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alegre
partirás de aquí.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cálate
el gorro si te cruzas con gente.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Para
qué hojear una gramática extranjera? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
noticia que te llame a tu casa</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vendrá
escrita en idioma conocido.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Del
mismo modo que la cal cae de las vigas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(no
te esfuerces por impedirlo),</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">caerá
también la alambrada de la violencia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">erigida
en la frontera</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">contra
la justicia.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mira
ese clavo que pusiste en la pared. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Cuándo
crees que volverás?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Tú
quieres saber lo que crees tú en el fondo? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Día
a día</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">trabajas
por la liberación, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escribes
sentado en tu cuarto. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Quieres
saber lo que piensas de tu trabajo? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mira
el pequeño castaño en el rincón del patio </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
que un día llevaste una jarra de agua.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Perseguido
por buenas razones</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">He
crecido hijo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
gente acomodada. Mis padres</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
pusieron un cuello almidonado, me educaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
la costumbre de ser servido</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
me instruyeron en el arte de dar órdenes. Pero </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
llegar a mayor y ver lo que me rodeaba,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
me gustó la gente de mi clase, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ni
dar órdenes ni ser servido. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Abandoné
mi clase y me uní</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
pueblo llano.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Así,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">criaron
a un traidor, le educaron en sus artes, y ahora</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">él
los delata al enemigo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sí,
divulgo secretos. Entre el pueblo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">estoy,
y explico</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
engañan, y predigo lo que ha de venir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pues
he sido iniciado en sus planes.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Descuelgo
la balanza de su justicia y muestro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sus
pesas falsas.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
sus espías les informan</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que yo estoy con los robados cuando </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">preparan
la rebelión.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Me
han advertido y me han quitado</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que gané con mi trabajo. Como no me corregí </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
han perseguido,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
aún había en mi casa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escritos
en los que descubría </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sus
planes contra el pueblo. Por eso </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dictaron
contra mí una orden de detención </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
la que se me acusa de pensar de un modo bajo, es decir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
modo de pensar de los de abajo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Marcado
estoy a fuego, vaya a donde vaya,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
todos los propietarios, mas los no propietarios leen la orden de detención</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
me conceden refugio. A ti te persiguen, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
dicen,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
buenas razones.</span><br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1939)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Sobre
la denominación de emigrantes</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Siempre
me pareció falso el nombre que nos han dado: </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">emigrantes.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
emigración significa éxodo. Y nosotros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
hemos salido voluntariamente</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">eligiendo
otro país. No inmigramos a otro país </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
en él establecernos, mejor si es para siempre. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nosotros
hemos huido. Expulsados somos, desterrados. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
no es hogar, es exilio el país que nos acoge.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Inquietos
estamos, si podemos junto alas fronteras, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">esperando
el día de la vuelta, a cada recién llegado, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">febriles,
preguntando, no olvidando nada, a nada </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">renunciando,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
perdonando nada de lo que ocurrió, no perdonando. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Ah,
no nos engaña la quietud del Sund! Llegan gritos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
nuestros refugios. Nosotros mismos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">casi
somos como rumores de crímenes que pasaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
frontera. Cada uno</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los que vamos con los zapatos rotos entre la multitud </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
ignominia mostramos que hoy mancha a nuestra tierra. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ninguno de nosotros</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
quedará aquí. La última palabra aún no ha sido dicha.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Malos
tiempos para la lírica</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ya
sé que sólo agrada </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quien
es feliz. Su voz </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
escucha con gusto. Es hermoso su rostro.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
árbol deforme del patio </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">denuncia
el terreno malo, pero </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
gente que pasa le llama deforme </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
razón.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
barcas verdes y las velas alegres del Sund </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
las veo. De todas las cosas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sólo
veo la gigantesca red del pescador.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué sólo hablo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que la campesina de cuarenta años anda encorvada? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Los
pechos de las muchachas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son
cálidos como antes.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
mi canción, una rima</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
parecería casi una insolencia.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
mí combaten</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
entusiasmo por el manzano en flor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el horror por los discursos del pintor de brocha gorda. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
sólo esto último</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
impulsa a escribir.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Primavera
de 1938</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hoy,
domingo de Resurrección, muy de mañana </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
nevasca azotó de repente la isla.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Había
nieve entre los setos verdes. Mi hijo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
llevó hasta un albaricoquero pegado a la tapia de la casa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">apartándome
de una poesía en la que denunciaba</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
quienes preparaban una guerra que</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
continente, a la isla, a mi pueblo, a mi familia y a mí </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
nos puede tragar. En silencio,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cubrimos
con un saco</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
árbol a punto de helarse.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Visita
a los poetas desterrados</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando,
en sueños, entró en la cabaña de los poetas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desterrados,
situada junto a la que habitan</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
maestros desterrados -de ella le llegaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">risas
y discusiones-, apareció en la puerta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ovidio
y le dijo bajando la voz:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Mejor
que no te sientes todavía. No has muerto aún. Quién </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sabe</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
todavía volverás a casa. Y sin que cambie nada </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sino
tú mismo.» Mas, con una mirada consoladora, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Po
Chu-i se acercó y, sonriendo, dijo: «El rigor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
lo ha ganado todo el que citó una sola vez la injusticia.»</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
su amigo Tu-fu dijo, tranquilo: «¿Comprendes? El destierro </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
es el lugar donde se olvida la soberbia.» Pero, más </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">terrenal,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
acercó el andrajoso Villon y preguntó: «¿Cuántas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">puertas
tiene la casa donde vives?» Y Dante, cogiéndole del </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">brazo,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
llevó aparte, murmurándole: «Esos versos tuyos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
llenos de imperfecciones, amigo: piensa</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
todo está contra ti.» Y Voltaire le gritó desde lejos: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¡Preocúpate
del dinero o te matan de hambre!»</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«¡Y
mezcla alguna que otra broma!», gritó Heine. «Es </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">inútil»,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">gruñó
Shakespeare. «Cuando llegó el rey jacobo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tampoco
yo pude escribir más.» «Si llegas al proceso, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">búscate
un sinvergüenza de abogado», clamó Eurípides, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«porque
él conocerá los agujeros de la red de las leyes». La </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">carcajada</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">duraba
todavía, cuando de un oscuro rincón </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llegó
un grito: «Eh, tú, ¿también se saben</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
memoria tus versos?» «¿Y se salvarán de la persecución </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que se los saben?» «Ésos», dijo Dante en voz baja, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«son
los olvidados. No sólo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
cuerpos, sino también las obras les destruyen.» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cesaron
las risas. Nadie se atrevía a mirar. El recién llegado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
había puesto pálido.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">La
literatura será sometida a investigación</span></b><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A Martin Andersen Nexö</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquellos
que se sentaron en sillas de oro para escribir </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">serán
interrogados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
quienes les tejieron sus vestidos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
por sus pensamientos sublimes </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">serán
analizados sus libros, sino</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
cualquier frase casual que trasluzca</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">alguna
característica de quienes tejían los vestidos;</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
esta frase será leída con interés porque pudiera contener </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
rasgos de antepasados famosos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Literaturas
enteras,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escritas
en selectas expresiones,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">serán
investigadas para encontrar indicios</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que también vivieron rebeldes donde había opresión. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Invocaciones
de súplica a seres ultraterrenales</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">probarán
que seres terrenales se alzaban sobre seres </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">terrenales.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
música exquisita de las palabras dará sólo noticia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
que no había comida para muchos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
a la vez serán ensalzados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que en el suelo se sentaban para escribir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que se unieron a los de abajo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que se unieron a los combatientes.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
los que informaron de los sufrimientos de los de abajo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que informaron de los hechos de los combatientes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
arte, en el noble lenguaje</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">antes
reservado</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
la glorificación de los reyes.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sus
descripciones de situaciones dolientes, sus </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llamamientos,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llevarán
todavía la huella digital </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los de abajo. Porque a éstos fueron transmitidos, y ellos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bajo
la camisa sudada, los pasaron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
través de los cordones policíacos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
sus hermanos.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sí,
un tiempo vendrá</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
que estos sabios y amables, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llenos
de ira y de esperanza,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
se sentaron en el suelo para escribir</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
estaban rodeados de pueblo y combatientes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">públicamente
serán ensalzados.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">1940</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">matemáticas?</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Para
qué?, quisiera contestarle. De que dos pedazos de pan </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">son más que uno</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
te darás cuenta.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender francés? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Para
qué?, quisiera contestarle. Esa nación se hunde. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Señálate
la boca y la tripa con la mano,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
ya te entenderán.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">historia?</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Para
qué?, quisiera contestarle. Aprende a esconder la </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cabeza en la tierra</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
acaso te salves.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Sí,
aprende matemáticas, le digo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aprende
francés, aprende historia!</span><br />
<br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">1941</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Huyendo
de mis compatriotas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">he
llegado a Finlandia. Amigos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
ayer no conocía disponen camas para mí </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
un cuarto limpio. Por la radio</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">oigo
las noticias sobre el triunfo de la escoria humana. Con </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">curiosidad</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">considero
el mapa de la tierra. Arriba, por Laponia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hacia
el mar Ártico,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todavía
veo una pequeña puerta.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Hollywood'</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
ganarme el pan, cada mañana</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">voy
al mercado donde se compran mentiras. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lleno
de esperanza,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
pongo a la cola de los vendedores.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1942)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1.
Brecht vivió en Hollywood, trabajando como guionista cinematográfico.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">La
máscara del mal</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Colgada
en mi pared tengo una talla japonesa, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">máscara
de un demonio maligno, pintada de oro. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Compasivamente
miro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
abultadas venas de la frente, que revelan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
esfuerzo que cuesta ser malo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>(1942)</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">La
cruzada de los niños</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
Polonia, en el año treinta y nueve, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
libró una batalla muy sangrienta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
convirtió en ruinas y desiertos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
ciudades y aldeas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Allí
perdió la hermana al hermano </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
la mujer al marido soldado.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
entre fuego y escombros, a sus padres </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
hijos no encontraron.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
llegaba ya nada de Polonia. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ni
noticias ni cartas.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
una extraña historia, en los países </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
Este circulaba.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
contaban en una gran ciudad, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
al contarlo nevaba.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hablaba
de unos niños que, en Polonia </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">partieron
en cruzada.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
los caminos, en rebaño hambriento, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
niños avanzaban.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
les iban uniendo muchos otros </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
cruzar las aldeas bombardeadas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
batallas y negras pesadillas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">querían
escapar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
llegar, al fin,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
algún país en el que hubiera paz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Había,
entre ellos, un pequeño jefe </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
los organizó.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ignoraba cuál era el camino, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ésta era su gran preocupación.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
niña de once años era</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
un niño de cuatro la mamá: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
daba todo lo que da una madre, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mas
no tierra de paz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
pequeno judío iba en el grupo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eran
de terciopelo sus solapas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
al pan más blanco estaba acostumbrado. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
sin embargo, todo lo aguantaba.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Más
tarde se sumaron dos hermanos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ambos eran muy buenos estrategas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
ocupar las chozas que en el campo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
campesinos cuando llueve dejan.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">También
había un niño muy delgado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
pálido que siempre estaba aparte. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tenía
una gran culpa sobre sí:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
de venir de una embajada nazi.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
un músico, además, que en una tienda </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">volada
había encontrado un buen tambor. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Tocarlo
les hubiera delatado,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el niño músico se resignó.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
hasta un perro llevaban que, al cogerle, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
disponían a sacrificar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ninguno se atrevía a hacerlo, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
ahora tenían una boca más.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">También
había una escuela</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
en ella un maestrito elemental.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
pizarra era un tanque destrozado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">donde
aprendían la palabra «paz».</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
al fin, hubo un concierto entre el estruendo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
un arroyo invernal.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pudo
tocar el niño su tambor </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
no le pudieron escuchar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
faltó ni siquiera un gran amor: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">quince
años el galán, doce la amada. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
una vieja choza destruida,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
niña el pelo de su amor peinaba.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
el amor no pudo resistir </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
fríos que vinieron:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿cómo
pueden crecer los arbolillos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bajo
toda la nieve del invierno?</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hubo
incluso una guerra</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
con otro grupo se encontraron. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
viendo en seguida que era absurda, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
guerra terminaron.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
era más reñida la contienda </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
en tornó á una garita sostenían, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
de las dos partes</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
quedó sin comida.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
saberlo la otra, decidieron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
saco de patatas enviar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
enemigo, porque sin comer </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nadie
puede luchar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
la luz de dos velas </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
juicio celebraron. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
tras audiencia larga y complicada, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
juez fue condenado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hubo
un entierro, en fin: el de aquel niño </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
tenía en el cuello terciopelo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Dos
alemanes junto a dos polacos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">enterraron
su cuerpo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
faltaban la fe ni la esperanza, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
sí les faltaba carne y pan. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Quien
les negó su amparo y fue robado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">después,
nada les puede reprochar. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
nadie acuse al pobre que a su mesa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
los hizo sentar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Para
cincuenta niños hace falta </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mucha
harina: no basta la bondad. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
se presentan dos, o incluso tres, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
fácil que cualquiera los atienda. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
cuando llegan niños en tropel </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
puertas se les cierran.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
una hacienda destruida, harina </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hallaron
en pequeña cantidad. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
niña en mandil, de once años, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">durante
siete horas coció pan. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Amasaron
la masa largamente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
leña, bien cortada, ardía bien, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
el pan no subió</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">porque
ninguno lo sabía cocer.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Decidieron
marchar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">buscando
sol, al Sur. El Sur </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">es
donde a mediodía todo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">está
lleno de luz.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
un soldado encontraron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">herido
en un pinar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Siete
días cuidándole, y pensaban: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Él
nos podrá orientar.»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
el soldado dijo: «¡A Bilgoray!» </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Debía
de tener</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mucha
fiebre: murió al día siguiente. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Le
enterraron también.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
los indicadores que encontraban </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
nieve apenas los dejaba ver. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
ya no indicaban el camino, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">todos
estaban puestos al revés. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aunque
no se trataba de una broma: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sólo
era una medida militar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Buscaron
y buscaron Bilgoray,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mas
nunca la pudieron encontrar. </span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
reunieron todos con el jefe, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">confiados
en él.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Miró
el blanco horizonte y señaló: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">«Por
allí debe ser.»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Vieron
fuego una noche: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">decidieron
seguir sin acercarse. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pasaron
tanques, otra vez, muy cerca, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pero
iban hombres dentro de los tanques.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
fin, un día, a una ciudad llegaron, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
dieron un rodeo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Caminaron
tan sólo por la noche </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
que la perdieron.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
lo que fue el sureste de Polonia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bajo
una gran tormenta, entre la nieve, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
los cincuenta niños</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
noticias se pierden.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
los ojos cerrados,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dentro
de mí los veo cómo vagan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
una casa en ruinas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
otra bombardeada.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
encima de ellos, entre nubes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">caravanas
inmensas</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">penosamente
avanzan contra el viento, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y,
sin patria ni meta,</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">van
buscando un país donde haya paz, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
incendios ni truenos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tan
diferente a aquel de donde vienen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
unidas, forman un cortejo inmenso.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y,
al caer el ocaso, ya sus caras </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
parecen iguales.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ahora
veo caras de otros niños: </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">españoles,
franceses, orientales...</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
en aquel mes de enero, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
Polonia encontraron </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
pobre perro flaco </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
llevaba un cartel de cartón al cuello atado.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Decía:
«Socorrednos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Perdimos
el camino. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Este
perro os traerá. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Somos
cincuenta y cinco.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
no podéis venir, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dejadle
continuar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
le matéis. Sólo el </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">conoce
este lugar.»</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Era
letra de niño</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
campesinos quienes la leyeron.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ha
pasado año y medio desde entonces.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Desde
que hallaron, muerto de hambre, un perro.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(Del libro Historias de
almanaque, 1939)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de San jamás</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Todo
aquel que nació en cuna pobre,<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sabe
que el pobre se ha de sentar,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
buen día, en un trono dorado:<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡ése
es el día de San Jamás!</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En este día de San Jamás </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en trono de oro se sentará.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
bondad tendrá un precio ese día, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
cuello costará la maldad,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
mérito y ganancia, en ese día, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
cambiarán el pan y la sal.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En ese día de San jamás</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se cambiarán el pan y la
sal.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Crecerán
sobre el cielo las hierbas, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
piedra el río remontará,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
el hombre será bueno. Un edén </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">será
el mundo sin que sufra más.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En ese día de San Jamás </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un paraíso el mundo será.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ese
día seré yo aviador, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tú
ese día serás general, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tendrá
trabajo el hombre parado, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
mujer pobre descansará.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En ese día de San jamás</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mujer pobre, tú
descansarás. </span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
es muy larga ya nuestra espera.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
lo tanto, todo esto será</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
mañana por la mañana, sino </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">antes
que el gallo empiece a cantar.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En este día de San Jamás</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">antes que el gallo empiece
a cantar.</span></div>
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De El alma buena de
Sezuán)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
ladrón de cerezas</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
mañana temprano, mucho antes del primer canto del </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">gallo,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">despertado
por un silbido, me asomé a la ventana. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Subido
a un cerezo -el alba inundaba mi jardín-, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">había
sentado un joven con el pantalón remendado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
cogía alegremente mis cerezas. Al verme</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
saludó con la cabeza, mientras con ambas manos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pasaba
las cerezas de las ramas a sus bolsillos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Largo
rato, de vuelta ya en mi cama,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
estuve oyendo silbar su alegre cancioncilla.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Lectura
del periódico mientras hierve el té</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Muy
de mañana leo en el periódico los planes sensacionales </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
Papa y de los reyes, de los banqueros y de los reyes del </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">petróleo.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Con
el otro ojo miro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
puchero con el agua del té,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cómo
se enturbia y empieza a hervir y de nuevo se aclara, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hasta
que, rebosando del puchero, apaga el fuego.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Generaciones
marcadas<span> </span></span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mucho
antes de que aparecieran sobre nosotros los</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">bombarderos<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
eran nuestras ciudades</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">inhabitables.
La inmundicia</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">no
se la llevaban</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">las
cloacas.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mucho
antes de que cayéramos en batallas sin objeto </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tras
cruzar las ciudades que aún quedaban en pie, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">eran
ya nuestras mujeres</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">viudas,
y huérfanos nuestros hijos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mucho
antes de que nos arrojaran a las fosas los que ya se </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">habían marcado,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ya
carecíamos de amigos. Lo que la cal </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nos
comió no eran ya rostros.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Al
refugio danés</span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">de
los primeros años del exilio'</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Dime,
casa que estás entre el Sund y el peral:</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
viejo lema «La verdad es concreta»</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
el fugitivo, en tiempos, encerró entre tus muros,<span> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿sobrevive
a los bombardeos? </span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1. Brecht había grabado en
la pared el lema Die Wahrheit ist Konkret</span></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Elregreso</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
regreso</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
ciudad natal, ¿cómo la encontré? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Siguiendo
los enjambres de bombarderos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">he
vuelto a casa.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Y
dónde está mi casa? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Allí
donde se ven las inmensas montañas de humo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquella
que está ardiendo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aquélla
es.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mi
ciudad natal, ¿cómo me recibió?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Van
ante mí los bombarderos. Mortales enjambres </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">os
anuncian mi regreso. Al hijo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">le
preceden incendios.</span><br />
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1943)</span></div>
<br />
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;"><br />
</span></b>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado?</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
Praga, la vieja capital?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
Praga recibió un par de zapatos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
saludo y zapatos de tacón. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Praga recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
Varsovia, cruzada por el Vístula? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Recibió
de Varsovia una camisa </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
lino con un hermoso color.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Varsovia recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
Oslo, bañada por el Sund? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
Oslo recibió un cuello de piel, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">un
buen regalo de Oslo recibió. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Oslo recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
la rica ciudad de Rotterdam? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
hermoso sombrero recibió</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡y
qué bien sienta un sombrero holandés! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Holanda recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
Bruselas, la bella ciudad? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
Bruselas, preciosos encajes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
que toda mujer siempre soñó. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Bruselas recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
París, la ciudad de la luz? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Un
vestido de seda recibió</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-¡qué
envidia sus amigas!- de París. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de París recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
Trípoli, en la Libia lejana? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
Libia, una cadena y amuletos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
cadena de cobre recibió.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Libia recibió.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">desde
Rusia, el país interminable? </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
velo de viuda recibió</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
Rusia para ir al funeral. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Eso
de Rusia recibió. </span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De Schweyk en la Segunda
Guerra</span></div>
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mundial, 1942)</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Doctrina
y opinión de Galileo</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
el Todopoderoso lanzó su gran «hágase», </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">al
sol le dijo que, por orden suya,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">portara
una lámpara alrededor de la tierra </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">como
una criadita en órbita regular.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pues
era su deseo que cada criatura</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">girara
en torno a quien fuera mejor que ella.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
empezaron a girar los ligeros en torno a los pesados,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
de detrás en torno a los de delante, así en la tierra como </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en el cielo,</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
alrededor del papa giran los cardenales. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los cardenales giran los obispos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los obispos giran los secretarios. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los secretarios giran los regidores. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los regidores giran los artesanos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los artesanos giran los servidores. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alrededor
de los servidores giran los perros, las gallinas y</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><span> </span>los mendigos.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De Vida de Galileo, 1938)</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Pregón
de Madre Coraje</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Eh,
capitanes! ¡Callen los tambores! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Dejad
a los infantes descansar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Madre
Coraje trae muchos zapatos. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mejor
con ellos puestos andarán </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">llevando
sus liendres y sus piojos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
pertrecho, su tiro y sus cañones. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Si
a la batalla tienen que marchar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">buenos
zapatos deben de calzar!</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cristiano,
arriba, que es ya primavera!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
nieve se deshace. Los muertos tienen paz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
los que aún no han muerto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
nuevo se alzan para caminar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Eh,
capitanes, vuestra gente </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sin
salchichas a la muerte no irá! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Males
del alma y del cuerpo, con vino</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
Madre Coraje sabe curar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Que
a las tripas vacías, capitanes, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">siempre
han sentado los cañones mal. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
si ya están hartos, yo os bendigo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a los infiernos los podéis mandar.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cristiano, arriba, que es
ya primavera!</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La nieve se deshace. Los
muertos tienen paz. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas los que aún no han
muerto</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de nuevo se alzan para
caminar.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡De
Ulm a Metz, de Metz hasta Moravia, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">siempre
con ellos la Coraje va!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
guerra se mantiene de sí misma, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
pólvora y de plomo, y nada más. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
además de pólvora y de plomo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vive
del hombre que al combate va.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cristiano,
arriba, que es ya primavera!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
nieve se deshace. Los muertos tienen paz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
los que aún no han muerto</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
nuevo se alzan para caminar.</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De Madre Coraje y sus
hijos, 1939)</span></div>
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de un soldado</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Tabernero,
aguardiente, y date prisa!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
hay tiempo que perder para un soldado. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
su emperador tiene que luchar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡A
mis brazos, mujer, y date prisa!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
hay tiempo que perder para un soldado. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hasta
Moravia debe cabalgar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Saca
ya el triunfo, amigo, y date prisa!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
hay tiempo que perder para un soldado. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
la primer llamada ha de acudir.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Cura,
échame tu amén, y date prisa!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
hay tiempo que perder para un soldado. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
su emperador tiene que morir.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De
Madre Coraje y sus hijos, 1939)</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Una
voz</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entre
todo el jardín, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">una
rosa nos gustó.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Qué
hermosa había florecido! </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
marzo la plantaron,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no fue en vano, no.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Dichosos
los que tienen un jardín!</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
cuando soplan los vientos de nieve </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
a través de los pinos se les oye silbar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿qué
nos puede pasar?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hicimos
nuestro techo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
musgo y paja lo cubrimos además. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Dichosos
los que pueden tener techo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
se oye a los vientos de nieve silbar!</span><br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(De Madre Coraje y sus
hijos, 1939)</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canto
de la fraternización</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Diecisiete
años tenía. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
enemigo llegó. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Envainó
el sable a un costado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
su mano me tendió.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ay, mes de la pureza y de
las flores,</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿por qué has de ser también
de los amores? </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estaba el regimiento en la
explanada. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sonaba, como siempre, su
tambor. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Después, el enemigo nos
llevó tras las matas </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y allí fraternizó.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
todos los enemigos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
ha tocado el cocinero. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Durante
el día le odio</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
por la noche le quiero.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Ay, mes de la pureza y de
las flores,</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿por qué has de ser también
de los amores? </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Está ya el regimiento en la
explanada.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su tambor, como siempre,
sonará.</span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Después, el enemigo nos
llevará tras las matas </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y allí fraternizará.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
amor que yo sentía </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">fue
una fuerza celestial. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
comprenden que le ame </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no le quiera entregar.</span><br />
<br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En una mañana gris </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mi dolor, ay, comenzó. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estaba el regimiento en la
explanada. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Como siempre, sonó luego el
tambor. </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y el enemigo, entonces, con
mi amado, </span></div>
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la ciudad abandonó.</span></div>
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Del
maestro que amaba la guerra</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
Huber, el maestro,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
guerra le gustaba a rabiar.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
hablar de Federico el Grande, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">sus
ojos comenzaban a brillar, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mas
Wilhelm Pieck no le lograba entusiasmar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Entonces
vino Schmitten, lavandera, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
la porquería no podía soportar. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cogió
al maestro Huber,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
lo metió en la tina</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">para
la porquería eliminar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Regar
el jardín</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Oh
regar el jardín, vivificar lo verde!</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¡Regarlos
árboles sedientos! Se generoso con el agua </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
no olvides los arbustos, ni siquiera</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">los
que no tienen fruto, los agotados </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
avaros. Y no me olvides</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
mala hierba entre las flores, que también </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tiene
sed. Riega</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
césped fresco o seco.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
refresca hasta el suelo desnudo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Antes</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Antes
me parecía hermoso vivir el frío </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
una viva caricia para mí era el frescor, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">me
gustaba lo amargo, y era como</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
pudiese seguir con mis caprichos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">incluso
en un banquete de tinieblas.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alegría
sacaba de frío manantial, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
aquella vastedad la dio la nada. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
la tiniebla natural, maravillosamente,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
destacó una extraña claridad. ¿Por mucho tiempo? </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Apenas.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
yo, amigo mío, salí adelante.</span><br />
<br />
<br />
<div align="right" style="text-align: right;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">(1945)</span></div>
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Canción
de la buena gente</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
la buena gente se la conoce </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
que resulta mejor</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
se la conoce. La buena gente </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">invita
a mejorarla, porque</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿qué
es lo que a uno le hace sensato? Escuchar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
que le digan algo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero,
al mismo tiempo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">mejoran
al que los mira y a quien </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">miran.
No sólo porque nos ayudan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">a
buscar comida y claridad, sino, más aún, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nos
son útiles porque sabemos</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
viven y transforman el mundo.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cuando
se acude a ellos, siempre se les encuentra. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
acuerdan de la cara que tenían</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cuando
les vimos por última vez.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
mucho que hayan cambiado </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">-pues
ellos son los que más cambian </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">aún
resultan más reconocibles.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Son
como una casa que ayudamos a construir. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
nos obligan a vivir en ella,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
en ocasiones no nos lo permiten.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Por
poco que seamos, siempre podemos ir a ellos, pero </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">tenemos
que elegir lo que llevemos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Saben
explicar el porqué de sus regalos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">y
si después los ven arrinconados, se ríen. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
responden hasta en esto: en que,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">si
nos abandonamos, les abandonamos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cometen
errores y reímos,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">pues
si ponen una piedra en lugar equivocado, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">vemos,
al mirarla,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
lugar verdadero.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nuestro
interés se ganan cada día, lo mismo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
se ganan su pan de cada día.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Se
interesan por algo </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
está fuera de ellos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
buena gente nos preocupa.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Parece
que no pueden realizar nada solos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">proponen
soluciones que exigen aún tareas. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
momentos difíciles de barcos naufragando</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
pronto descubrimos fija en nosotros su mirada </span><br />
<div style="text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">inmensa.</span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aunque
tal como somos no les gustamos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">están
de acuerdo, sin embargo, con nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 16.0pt;">4.
Último periodo </span></b><br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 16.0pt;">(1947-1956)</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
chopo de la Karlplatz</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
Berlín, entre ruinas,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
un chopo en la Karlplatz. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Su
bello verdor la gente</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">se
detiene a contemplar.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pasó
frío la gente y no había leña </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
el invierno del cuarentaiséis. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cayeron
muchos árboles cortados </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">en
el invierno del cuarentaiséis.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
chopo de la Karlplatz, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">verdecido,
sigue en pie. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
los vecinos de la plaza </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">lo
tenéis que agradecer.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
humo</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
casita entre árboles junto al lago, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">del
tejado un hilo de humo.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Si
faltase</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">qué
desolación </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">casa,
árboles y lago.</span><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Remar,
conversaciones</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Es
el atardecer. Deslizándose pasan </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dos
piraguas, dentro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">dos
jóvenes desnudos. Remando juntos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hablan.
Hablando</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">reman
el uno junto al otro.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">La
lista de lo necesario</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Conozco
muchos que andan por ahí con la lista </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
lo que necesitan.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Aquel
a quien la lista es presentada, dice: es mucho. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Mas
aquel que la ha escrito dice: esto es lo mínimo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pero
hay quien orgullosamente muestra</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">su
breve lista.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
jardín</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Cerca
del lago, entre álamos y abetos, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">hay
un jardín cercado en la espesura, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">por
mano tan experta cultivado</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
está florido desde marzo a octubre.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
alba allí me siento algunas veces, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">que
yo también quisiera,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
tiempo bueno o malo,</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">poder
siempre ofrecer algo agradable.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">A
una raíz de té china en forma de león</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Temen
tu garra los malvados.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Y
se alegran los buenos con tu gracia. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lo
mismo</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">oír
quisiera </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">de
mis versos.</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">El
cambio de rueda</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Estoy
sentado al borde de la carretera, </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
conductor cambia la rueda.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
me gusta el lugar de donde vengo. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">No
me gusta el lugar adonde voy. </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué miro el cambio de rueda </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">con
impaciencia?</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<br />
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">Satisfacciones</span></b><br />
<br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
primera mirada por la ventana al despertarse </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
viejo libro vuelto a encontrar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">rostros
entusiasmados</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">nieve,
el cambio de las estaciones </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
periódico</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">el
perro</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">la
dialéctica </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ducharse,
nadar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">música
antigua </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">zapatos
cómodos </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">comprender
</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">música
nueva </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">escribir,
plantar </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">viajar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">cantar</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">ser
amable</span><br />
<span lang="ES-AR" style="color: black; font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;"><br />
</span>
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 14.0pt;">INDICE</span></b><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Nota
sobre la versión ........................................................<span> </span>7</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1.
DE «HAUSPOSTILLE» («DEVOCIONARIO DEL HOGAR»,<span>
</span>1927)<span> </span>11</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Coral
del Gran Baal .....................................................<span> </span>13</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Contra
la seducción .....................................................<span> </span>15</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Gran
coral de alabanza ................................................<span> </span>16</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
la amabilidad del mundo .......................................<span> </span>18</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Balada
del pobre Bertolt Brecht ..................................<span> </span>19</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sobre
una muchacha ahogada ....................................<span> </span>21</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Recuerdo
de María A. ..................................................<span> </span>22</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Trepar
a los árboles ......................................................<span> </span>24</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">2.
DE 1926 A 1933 ............................................................<span> </span>25</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Las
muletas ..................................................................<span> </span>27</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Carbón
para Mike .......................................................<span> </span>28</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Demolición
del barco «Oskawa» por su tripulación .....<span> </span>30</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Esto
me enseñaron ......................................................<span> </span>34 </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 11.0pt;">Cuatro invitaciones a un hombre llegadas
desde distintos sitios en tiempos <span> </span>distintos
36</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Coplas
de «Mackie Cuchillo» ......................................<span> </span>38</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de Jenny la de los piratas ...............................<span> </span>40</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Balada
del no y del sí ....................................................<span> </span>43</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Romance
final de La ópera de cuatro cuartos ..............<span> </span>46</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de los poetas líricos .......................................<span> </span>47</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
del autor dramático (Fragmento) ................<span> </span>51 </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de los bateleros del arroz ...............................<span> </span>54 </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
del comerciante ............................</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Refugio
nocturno ........................................................<span> </span>59</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">De
todos los objetos<span> </span>....................................................<span> </span>61</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Loa
de la dialéctica ......................................................<span> </span>63</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Loa
de la duda ..............................................................<span> </span>65</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Loa
del estudio<span> </span>...................................................<span> </span>69</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de la rueda hidráulica ...................................<span> </span>71</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Alemania
.....................................................................<span> </span>74</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">O
todos o ninguno .......................................................<span> </span>76</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">3.
POESÍAS ESCRITAS DURANTE EL EXILIO (1933-1947) <span> </span>79</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
sastre de Ulm (1592)<span> </span>...............................................<span> </span>81</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
ciruelo ......................................................................<span> </span>83</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Parábola
de Buda sobre la casa en llamas ....................<span> </span>84</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
sandalia de Empédocles .........................................<span> </span>87 </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Preguntas
de un obrero ante un libro ..........................<span> </span>91 </span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Leyenda
sobre el origen del libro «Tao-Te-King» dictado por Lao-tse en el camino de la
emigración<span> </span>93</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Palabras
de un campesino a su buey ...........................<span> </span>96</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
los hombres futuros .................................................<span> </span>97</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
alemana .........................................................<span> </span>101</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de una madre alemana ..................................<span> </span>102</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Catón
de guerra alemán ..............................................<span> </span>104</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Epígrafe
para las «Poesías de Svendborg» ...................<span> </span>114</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">En
tiempos de la extrema persecución ........................<span> </span>115</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Meditaciones
sobre la duración del exilio ...................<span> </span>116</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Perseguido
por buenas razones ..................................<span> </span>118</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Sobre
la denominación de emigrantes ........................<span> </span>120</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Malos
tiempos para la lírica ........................................<span> </span>122</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Primavera
de 1938 .......................................................<span> </span>124</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Visita
a los poetas desterrados ....................................<span> </span>125</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
literatura será sometida a investigación .................<span> </span>127</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1940
.............................................................................<span> </span>130</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">1941
.............................................................................<span> </span>131</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Hollywood
...................................................................<span> </span>132</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
máscara del mal ......................................................<span> </span>133</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
cruzada de los niños ...............................................<span> </span>134</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de San Jamás .................................................<span> </span>142</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
ladrón de cerezas .....................................................<span> </span>144</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Lectura
del periódico mientras hierve el té .................<span> </span>145</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Generaciones
marcadas ..........................................„„<span> </span>146</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Al
refugio danés de los primeros años del exilio .........<span> </span>147</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
regreso .....:................................................................<span> </span>148</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">¿Qué
recibió la mujer del soldado? ..............................<span> </span>149</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Doctrina
y opinión de Galileo .....................................<span> </span>151</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Pregón
de Madre Coraje ..............................................<span> </span>152</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de un soldado ................................................<span> </span>154</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Una
voz ........................................................................<span> </span>155</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canto
de la fraternización ...........................................<span> </span>156</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Del
maestro que amaba la guerra ................................<span> </span>158</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Regar
el jardín .............................................................<span> </span>159</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Antes
............................................................................<span> </span>160</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Canción
de la buena gente ...........................................<span> </span>161</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">4.
ULTIMO PERIODO (1947-1956) ...................................<span> </span>165</span><br />
<br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
chopo de la Karlplatz ...............................................<span> </span>167</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
humo<span> </span>.......................................................................<span> </span>168</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Remar,
conversaciones ................................................<span> </span>169</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">La
lista de lo necesario .................................................<span> </span>170</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
jardín<span> </span>.......................................................................<span> </span>171</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">A
una raíz de té china en forma de león .......................<span> </span>172</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">El
cambio de rueda ......................................................<span> </span>173</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Book Antiqua; font-size: 12.0pt;">Satisfacciones
..............................................................<span> </span>174</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2A_x0xxwZDAHnUCbNCQVxMTq3PW5fL_IdlVjXIv69P5FclpW7jfdXRSd_dFFdaNXGvm3GVEs1-_lAF0VyLsVIsHRUJnhiVkLgIrwVONvj-ZfLpFd0gayvqp2kc-aL4cOz81r_VTbfFq55/s1600/brecht4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2A_x0xxwZDAHnUCbNCQVxMTq3PW5fL_IdlVjXIv69P5FclpW7jfdXRSd_dFFdaNXGvm3GVEs1-_lAF0VyLsVIsHRUJnhiVkLgIrwVONvj-ZfLpFd0gayvqp2kc-aL4cOz81r_VTbfFq55/s320/brecht4.jpg" width="195" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwlqXhBovj1FZ6LTNDtWnmso_7-smyO2E861YuQOP6X85XD2KAZOKyqxLWIJmIHCr2MQk2zJAq9Ya1EedlWrybl4Laiuc7Fs7TVktUpe9ZBaXOG1OSQPpmN-FLc1zpnv1gsfugZMSaErAL/s1600/brecht5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwlqXhBovj1FZ6LTNDtWnmso_7-smyO2E861YuQOP6X85XD2KAZOKyqxLWIJmIHCr2MQk2zJAq9Ya1EedlWrybl4Laiuc7Fs7TVktUpe9ZBaXOG1OSQPpmN-FLc1zpnv1gsfugZMSaErAL/s1600/brecht5.jpg" /></a></div>
<br />
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-17450700379220421732016-03-07T18:17:00.002-08:002016-03-07T18:17:49.501-08:00M.C. Escher.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIJ5Vh3WLGv68BU8fbNFTLw3CAtgO-Mb16cUDLOTeUEDikTWQEuwZP16Y2xMlY1WywcbfKFyjR3783yYkwG9WpSOttl0GG4KIvW4DNROaqqYMRj0YKz9nUpZdj6F9zbs4bNlTq2DEUpzjk/s1600/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+11%252B12.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIJ5Vh3WLGv68BU8fbNFTLw3CAtgO-Mb16cUDLOTeUEDikTWQEuwZP16Y2xMlY1WywcbfKFyjR3783yYkwG9WpSOttl0GG4KIvW4DNROaqqYMRj0YKz9nUpZdj6F9zbs4bNlTq2DEUpzjk/s320/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+11%252B12.bmp" width="236" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1rsx8n1UlUDrCKNiZpAZas00s4sOgQkSQUbFctvcuvZdt4KGzlg0KfkcdGHRiUN6tMXfdFIBU3nClLKpbaC4uJhvePtk3uBEuYnVKRhdg4KSUNU8dekCpenuCiWp876jUPfjlLCiZRKlp/s1600/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+13.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1rsx8n1UlUDrCKNiZpAZas00s4sOgQkSQUbFctvcuvZdt4KGzlg0KfkcdGHRiUN6tMXfdFIBU3nClLKpbaC4uJhvePtk3uBEuYnVKRhdg4KSUNU8dekCpenuCiWp876jUPfjlLCiZRKlp/s320/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+13.bmp" width="243" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLLNtCU2KZbREg6IZFVF__Ak6AfISVU_fl2oQwNF0RQLxM_12X0wlkrD32UfzpO80unZk1zyxRsOk2cKvdALStVLD9NUFoaq69gk9Pv8WdqAscR-jJqSYrYeKl6TN6h1bk0cylVCOnlNJ1/s1600/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+1%252B2%252B3.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLLNtCU2KZbREg6IZFVF__Ak6AfISVU_fl2oQwNF0RQLxM_12X0wlkrD32UfzpO80unZk1zyxRsOk2cKvdALStVLD9NUFoaq69gk9Pv8WdqAscR-jJqSYrYeKl6TN6h1bk0cylVCOnlNJ1/s320/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+1%252B2%252B3.bmp" width="242" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghGVGo1L5Vsz84ip8jen94oua_wPCAxWH2BC4JchHNhHHMavYhoEM_q7RqGB_TQrjvB4uo5CWZPetFqdyJoXUoQdG_8gS0eZmfyM6rS9xxMrsC0lAlgBNNGFE3qwn2tHN4XnJIbAvbu8r5/s1600/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+10.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghGVGo1L5Vsz84ip8jen94oua_wPCAxWH2BC4JchHNhHHMavYhoEM_q7RqGB_TQrjvB4uo5CWZPetFqdyJoXUoQdG_8gS0eZmfyM6rS9xxMrsC0lAlgBNNGFE3qwn2tHN4XnJIbAvbu8r5/s320/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+10.bmp" width="242" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
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<section class="post">
<div class="left">
Maurits Cornelis Escher (1898-1972) is one of the world's most
famous graphic artists. His art is enjoyed by millions of people all
over the world, as can be seen on the many web sites on the internet.<br />
He is most famous for his so-called <a href="http://www.mcescher.com/gallery/impossible-constructions/">impossible constructions</a>, such as <a href="http://www.mcescher.com/gallery/impossible-constructions/ascending-and-descending/">Ascending and Descending</a>, <a href="http://www.mcescher.com/gallery/impossible-constructions/relativity/">Relativity</a>, his <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/">Transformation Prints</a>, such as <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/metamorphosis-i/">Metamorphosis I</a>, <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/metamorphosis-ii/">Metamorphosis II</a> and <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/metamorphosis-iii/">Metamorphosis III</a>, <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/sky-and-water-i/">Sky & Water I</a> or <a href="http://www.mcescher.com/gallery/transformation-prints/reptiles/">Reptiles</a>.<br />
But he also made some wonderful, more realistic work during the time he lived and traveled in Italy.<br />
<a href="http://www.mcescher.com/gallery/italian-period/castrovalva/">Castrovalva</a> for example, where one already can see Escher's fascination for high and low, close by and far away. The lithograph <a href="http://www.mcescher.com/gallery/italian-period/atrani-coast-of-amalfi/">Atrani</a>, a small town on the Amalfi Coast was made in 1931, but comes back for example, in his masterpiece <a href="http://www.mcescher.com/gallery/most-popular/metamorphosis-i/">Metamorphosis I</a> and <a href="http://www.mcescher.com/gallery/most-popular/metamorphosis-ii/">II</a>.<br />
M.C. Escher, during his lifetime, made 448 lithographs, woodcuts
and wood engravings and over 2000 drawings and sketches. Like some of
his famous predecessors, - Michelangelo, Leonardo da Vinci, Dürer and
Holbein-, M.C. Escher was left-handed.<br />
Apart from being a graphic artist, M.C. Escher illustrated books,
designed tapestries, postage stamps and murals. He was born in
Leeuwarden, the Netherlands, as the fourth and youngest son of a civil
engineer. After 5 years the family moved to Arnhem where Escher spent
most of his youth. After failing his high school exams, Maurits
ultimately was enrolled in the School for Architecture and Decorative
Arts in Haarlem.<br />
</div>
<div class="right">
<figure>
<img alt="Escher in Rome, Italy - 1930." class="border" height="491" src="http://www.mcescher.com/wp-content/uploads/2013/09/escher-in-rome.jpg" width="290" />
<figcaption>Escher in Rome, Italy - 1930.</figcaption>
</figure>
</div>
</section>
</div>
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<section class="post">
<div class="left">
<figure>
<img alt="Escher with wife, Jetta on beach in Italy - 1924." class="border" height="193" src="http://www.mcescher.com/wp-content/uploads/2013/09/escher-with-jetta-on-beach.jpg" width="290" />
<figcaption>Escher with wife, Jetta on beach in Italy - 1924.</figcaption>
</figure>
<figure>
<img alt="Escher in Ravello, Italy - 1925." class="border" height="510" src="http://www.mcescher.com/wp-content/uploads/2013/09/escher-in-ravello-1925.jpg" width="290" />
<figcaption>Escher in Ravello, Italy - 1925.</figcaption>
</figure>
</div>
<div class="right">
After only one week, he informed his father that he would rather
study graphic art instead of architecture, as he had shown his drawings
and linoleum cuts to his graphic teacher Samuel Jessurun de Mesquita,
who encouraged him to continue with graphic arts.<br />
After finishing school, he traveled extensively through Italy,
where he met his wife Jetta Umiker, whom he married in 1924. They
settled in Rome, where they stayed until 1935. During these 11 years,
Escher would travel each year throughout Italy, drawing and sketching
for the various prints he would make when he returned home.<br />
Many of these sketches he would later use for various other
lithographs and/or woodcuts and wood engravings, for example the
background in the lithograph <a href="http://www.mcescher.com/gallery/recognition-success/waterfall/">Waterfall</a> stems from his <a href="http://www.mcescher.com/gallery/italian-period/">Italian period</a>, or the trees reflecting in the woodcut <a href="http://www.mcescher.com/gallery/back-in-holland/puddle/">Puddle</a>, which are the same trees Escher used in his woodcut "<a href="http://www.mcescher.com/gallery/italian-period/pineta-of-calvi-corsica/">Pineta of Calvi</a>", which he made in 1932.<br />
M.C. Escher became fascinated by the regular Division of the
Plane, when he first visited the Alhambra, a fourteen century Moorish
castle in Granada, Spain in 1922.<br />
During the years in Switzerland and throughout the Second World
War, he vigorously pursued his hobby, by drawing 62 of the total of 137
Regular Division Drawings he would make in his lifetime.<br />
He would extend his passion for the Regular Division of the Plane,
by using some of his drawings as the basis for yet another hobby,
carving beech wood spheres.<br />
He played with architecture, perspective and impossible spaces.
His art continues to amaze and wonder millions of people all over the
world. In his work we recognize his keen observation of the world around
us and the expressions of his own fantasies. M.C. Escher shows us that
reality is wondrous, comprehensible and fascinating.<br />
<br />
<br />
Maurits Cornelis<strong> </strong>Escher nació en Leeuwarden, al
norte de los Países Bajos, en 1898. Pasó la mayor parte de su juventud
en Arnhem, donde desarrolló el gusto por el dibujo. Entre 1919 y 1922
estudió en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, y
se centró en las artes gráficas y decorativas. Una vez acabados los
estudios, se dedicó a viajar. Estuvo en Italia y luego se dirigió a
España. En 1922 llegó a Granada, y quedó deslumbrado al visitar la
Alhambra. En 1936 realizó su último viaje de trabajo, y regresaría a la
ciudadela nazarí. Tras vivir unos años en Italia, Suiza y Bélgica, se
estableció en Baarn, donde falleció en 1972, dejando más de 400
litografías y grabados en madera, y también unos 2.000 dibujos y
borradores, composiciones que lo convirtieron en uno de los más grandes
artistas gráficos del siglo XX.<br />
Persona solitaria e introvertida, su desarrollo profesional se inició
en la arquitectura, pero pronto abandonó esta disciplina para dedicarse
a las artes gráficas, medio a través del cual materializaría sus ideas.
Asimismo, obsesionado por representar espacios y mundos imaginarios,
relativos e inquietantes, por plasmar sus fantasías e ilusiones ópticas
sobre el papel o la plancha, acudió a las matemáticas. Ilusiones
espaciales, edificios imposibles, figuras que se repiten… Lo lúdico y lo
científico –el juego y la exploración de las reglas de la naturaleza–
se combinan magistralmente en sus obras, provocando la perplejidad de
quien las observa. Sus grabados y dibujos han sido admirados durante
años por artistas, pero también por científicos de todo el mundo. Y es
que Escher fue un artista puramente científico, que representó en su
obra conceptos abstractos relacionados con el orden invisible del
universo, obsesionado por representar mundos con unas reglas diferentes.<br />
<h2>
CRONOGRAFÍA</h2>
<strong>1898 – </strong>Nace el 17 de junio en Leeuwarden, Holanda.
Hijo de George Arnold Escher y de su segunda esposa, Sarah Gleichman,
hija del ministro de Finanzas.<br />
<strong>1912-1918</strong> – Asiste a la escuela secundaria en
Arnhem, donde vive con su familia desde 1903. Es un estudiante discreto
en todas las asignaturas excepto las de dibujo.<br />
<strong>1916 </strong>– Escher se interesa por las distintas técnicas
de grabado y este año realiza su primera obra gráfica, un retrato de su
padre. Primer trabajo gráfico (grabado en linóleo).<br />
<strong>1917 – </strong>La familia se traslada a Oosterbeek, a Villa
Rosande. Junto con sus amigos, se introduce en la literatura rusa y en
la escritura de poesía y ensayo. Primer aguafuerte.<br />
<strong>1919-1922 – </strong>Estudia en la Escuela de Arquitectura y
Artes Decorativas de Haarlem. Inicia su trabajo con el profesor de artes
gráficas Samuel Jessurun de Mesquita.<br />
<strong>1921 – </strong>En vacaciones viaja con su familia a la Riviera francesa y a Italia. En noviembre se publica <em>Flor de Pascua</em> (<em>Aad van Stolk</em>), un catálogo con grabados de Escher.<br />
<strong>1922 – </strong>Entre abril y junio, Escher recorre de nuevo
el norte de Italia. En septiembre se embarca en un carguero hacia
España, donde visitará entre otros lugares Granada y la Alhambra.<br />
<strong>1923 – </strong>Se instala en Ravello, donde conoce a su
futura esposa, Jetta Umiker, y poco después se traladará a Siena, donde
presentará su primera exposición individual. A finales de año, en
noviembre, se traslada a Roma.<br />
<strong>1924 – </strong>Primera exposición en Holanda, en la galería De Zonnebloem de La Haya. Se casa con Jetta el 12 de junio en Viareggio.<br />
<strong>1926 – </strong>Expone en Roma en mayo. El 23 de julio nace su hijo George.<br />
<strong>1928 – </strong>Nace su hijo Arthur el 8 de diciembre.<br />
<strong>1929 – </strong>Escher empieza a ser conocido. Organiza cinco
exposiciones casi simultáneas: en Rotterdam, en Utrecht, en Leeuwarden
(en la casa donde nació) en Arnhem y en La Haya. A partir de entonces,
aumenta sustancialmente la cantidad y la frecuencia de las exposiciones
de su obra gráfica. Se dedica a profundizar en la técnica de la
litografía.<br />
<strong>1934 – </strong>Obtiene el tercer premio en Estados Unidos por la obra <em>Nonza</em>, presentada en la Exposición de Artes Gráficas Contemporáneas, en el Art Institute de Chicago.<br />
<strong>1935 – </strong>La familia Escher, preocupada por el clima
político en Italia, se traslada a vivir a Suiza durante el mes de julio.
En septiembre se instalan en Châteaux-d’Oex.<br />
<strong>1936 – </strong>Realiza su segundo viaje a España durante la
primavera, y vuelve a visitar la Alhambra. Este viaje marca un cambio de
rumbo en su carrera artística. Abandona España en junio, un mes antes
de que el ejército rebelde se alce en armas contra la Segunda República.<br />
<strong>1937 – </strong>Se traslada con su familia a Bruselas, a una casa en el barrio de Ukkel, al sur de la ciudad.<br />
<strong>1938 – </strong>Nace su hijo Jan el 6 de marzo.<br />
<strong>1939 –</strong> Muere su padre el 14 de junio. Escher, aquel mismo día, lo dibuja en su lecho de muerte.<br />
<strong>1940 – </strong>El ejército alemán invade los Países Bajos. Fallece su madre el 27 de mayo.<br />
<strong>1941 – </strong>En febrero la familia Escher se instala en Baar (Holanda).<br />
<strong>1946</strong> – Primeros grabados al aguafuerte.<br />
<strong>1951 – </strong>Algunas revistas internacionales influyentes, como <em>The Studio, Time </em>y <em>Life </em>publican
artículos sobre su obra, despertando el interés internacional por sus
trabajos y obteniendo una rápida difusión de su obra en el mundo
anglosajón. Es también el inicio generalizado del interés de los
científicos por sus trabajos.<br />
<strong>1954 – </strong>En septiembre expone en el Stedelijk Museum
de Ámsterdam, con ocasión del Congreso Internacional de Matemáticas. En
octubre y noviembre presenta en la Whyte Gallery de Washington D. C. una
extensa exposición de su obra gráfica que es acogida con gran éxito y
supone el inicio de su relación con el mercado del coleccionismo de
grabados de Escher en Estados Unidos.<br />
<strong>1955 – </strong>En febrero, la familia se muda a una nueva
casa en Baarn. El gobierno holandés le condecora en el mes de abril
(Caballero de la Orden de Oranje Nassau).<br />
<strong>1958 – </strong>Publica el libro <em>Regelmatige vlakverdeling (La división regular del plano), </em>que
había comenzado dos años antes y en el que explica, con ejemplos
geométricos extraídos de su propia obra, sus diversos procedimientos
técnicos para la partición geométrica del espacio.<br />
<strong>1960 – </strong>En agosto, exposición y conferencia en
Cambridge con motivo de un congreso internacional de cristalógrafos.
Viaja a Canadá. Conferencia en el Massachussets Institute of Technology
de Cambridge. (Massachussets).<br />
<strong>1961 – </strong>El historiador de arte E.H.Gombrich publica un artículo sobre Escher en <em>The Sunday Evening Post.</em><br />
<strong>1966 – </strong>La revista <em>Scientific American </em>publica un largo artículo sobre la obra de Escher.<br />
<strong>1968 – </strong>Expone en Washington y en la Haya. Realiza su
último grabado, una xilografía. Al final del año, Jetta se traslada a
Suiza para vivir con Jan. Se crea la Fundación Escher.<br />
<b>Los límites de la perspectiva</b>
<br />
<div align="left">
A Escher siempre le obsesionó el conflicto entre la realidad y
la forma de plasmarla en el plano. Jugó con la representación en tres
dimensiones para generar obras que saltaban por encima de las normas,
produciendo efectos tan imposibles como llamativos o llevando al límite las
posibilidades que le permitía dicha representación.</div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="height: 425px; width: 90%px;">
<tbody>
<tr>
<td height="345" width="45%">
<div align="center">
<img border="0" height="230" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/grid.jpg" width="160" /></div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 -
Cordon Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
<td height="345" width="6%">
</td>
<td height="345" width="100%">
<div align="center">
<img border="0" height="267" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/3_worlds.jpg" width="184" />
</div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 -
Cordon Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
</tr>
<tr>
<td height="76" width="45%"><b>"Depth" (1955)</b> Escher divide el espacio
en cubos de forma que cada pez es la intersección de tres filas de
peces, filas que se cortan en ángulo recto en tres ejes diferentes.</td>
<td height="76" width="6%"><br /></td>
<td height="76" width="100%"><b>"Three worlds" (1955)</b>. Escher llamó a
esta obra "Tres mundos" porque en la imagen logra hacer
coincidir la superficie del agua (con las hojas), la profundidad del
agua (con el pez) y el exterior (con el reflejo de los árboles)</td>
</tr>
</tbody>
</table>
</center>
</div>
<div align="center">
<br /></div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="width: 90%px;">
<tbody>
<tr>
<td width="50%">
<div align="center">
<img border="0" height="275" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/HallCitybis.jpg" width="275" /></div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 -
Cordon Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
<td width="50%"><b>"Print gallery" (1956)</b>. En esta obra
Escher utiliza una serie de ampliaciones progresivas de forma que el
visitante que aparece a la izquierda de la obra está ampliado cuatro
veces en relación a los cuadros y a la persona que aparecen abajo a la
derecha. Pero el cuadro que aparece arriba a la izquierda está a su
vez ampliado cuatro veces en relación al visitante (que sufre en el
tamaño de su cabeza la transición hacia esa ampliación...). Y así
sucesivamente de forma que la cornisa que aparece bajo la mujer
asomada a la ventana estaría ampliada 256 veces en relación a las
columnas que (en lo que da grandeza a esta obra) además la sustentan.</td>
</tr>
</tbody></table>
</center>
</div>
<div align="center">
<br /></div>
<table border="1" style="width: 100%px;">
<tbody>
<tr>
<td bgcolor="#C8C898" width="42%"><br /></td>
<td bgcolor="#C8C898" width="60%"><br /></td>
</tr>
</tbody></table>
<div align="center">
<br /></div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="width: 95%px;">
<tbody>
<tr>
<td rowspan="2" width="39%">
<div align="center">
<img border="0" height="384" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/BELVEDERE.jpg" width="240" /></div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 -
Cordon Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
<td width="61%"><a href="https://www.blogger.com/null" name="belvedere"></a>"<b>Belvedere" (1958)</b>:
esta es sin duda una de las obras más clásicas de Escher. En el
aparecen dos elementos dignos de mención: por un lado, como se puede
comprobar en el detalle que hemos ampliado, aparece un plano con el
dibujo de un cubo cuyas aristas "críticas" (¿están en
primer o en segundo plano?) aparecen marcadas. El hombre sentado en el
banco muestra un ejemplo de un cubo imposible (cuyas aristas están
"a la vez delante y detrás"). Y como dice Escher, el hombre
"contempla reflexivo el objeto imposible sin darse cuenta de que
el belvedere a sus espaldas es un ejemplo más de tal objeto
imposible". Ciertamente si uno observa las columnas se da cuenta
que sufren el mismo problema que las aristas del cubo (y si no, ¿como
podría la escalera apoyarse en el interior para acceder a la
fachada?)</td>
</tr>
<tr>
<td width="61%">
<div align="center">
<img border="0" height="137" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/BELVEDERE%20detalle.jpg" vspace="5" width="140" /></div>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
</center>
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="width: 90%px;">
<tbody>
<tr>
<td width="50%"><b>"Waterfall" (1961)</b>: es uno de sus
dibujos más conocido, si no el que más. Según Escher es una múltiple
aplicación del triángulo imposible de Penrose. Efectivamente si uno
observa la parte superior de la cascada, los dos primeros tramos del
recorrido del agua en zig-zag forman con las columnas que separan los
dos "niveles" un triángulo imposible. Más claro: el agua
sufre una considerable caída a causa de la cascada pero, entre el
inicio y el final de esta, hace un recorrido que las leyes de la
perspectiva nos muestran como claramente horizontal, lo cuál por
supuesto es incompatible con la caída antes mencionada.</td>
<td width="50%">
<div align="center">
<img border="0" height="418" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/cascada.jpg" width="297" /></div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon
Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
</center>
</div>
<br />
<hr />
<div align="left">
<b><a href="https://www.blogger.com/null" name="entrel"></a>Mundos entrelazados</b></div>
<div align="left">
Reunimos bajo este título de "mundos entrelazados"
obras en las que se superponen diferentes realidades, bien en dos dimensiones,
como las particiones del plano, bien en tres dimensiones.</div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="height: 350px; width: 80%px;">
<tbody>
<tr>
<td height="268" width="100%">
<div align="center">
<img border="0" height="201" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/daynight.jpg" vspace="5" width="350" />
</div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon
Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
</tr>
<tr>
<td height="78" width="100%"><b>"Día y noche" (1939)</b>. Se convirtió en
seguida en una de las obras más populares de Escher. En ella se
producen progresivas transformaciones tanto en horizontal (durante la
cuál el día se transforma en una noche que además es su espejo) como
en vertical, en la que los terrenos de la superficie se transforman en
aves que surcan (y llenan) el cielo.</td>
</tr>
</tbody></table>
</center>
</div>
<br />
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="width: 100%px;">
<tbody>
<tr>
<td width="50%">
<div align="center">
<b><a href="https://www.blogger.com/null" name="mano_esfera"></a></b>
<img border="0" height="390" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/escher_esfera.jpg" width="292" />
</div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon
Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
<td width="4%">
</td>
<td width="96%">
<div align="center">
<img border="0" height="341" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/heaven_and_hell.jpg" width="263" />
</div>
<div align="center">
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon
Art - Baarn - Holland. All rights reserved. Used by permission</span></div>
</td>
</tr>
<tr>
<td width="50%"><b>"Mano con esfera reflectante" (1935)</b>.
Esta obra, de aspecto algo inquietante, en la que el pintor se retrata
así mismo, es además un ejemplo de como en una pequeña porción de
esfera se refleja gran cantidad del espacio que la rodea.</td>
<td width="4%"><br /></td>
<td width="96%"><b>"Esfera con ángeles y diablos" (1942)</b>.
Forma parte de un proyecto para recubrir la esfera. Los motivos fueron
diseñados por Escher por encargo de un amigo si bien la esfera fue
tallada por Japón a partir de los bocetos del artista. Las particiones
para recubrir la esfera requieren modificaciones respecto a las que
teselan el plano.</td>
</tr>
</tbody></table>
</center>
</div>
<br />
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="width: 90%px;">
<tbody>
<tr>
<td width="63%"><b>"Manos dibujando" (1948)</b> Este es uno de
los trabajos con el que Escher quería mostrar los engaños del dibujo
ya que, en este trabajo, cada mano pinta la otra, estando ambas además
en un papel clavado con chinchetas que a su vez forma parte de la
superficie plana que contiene el conjunto de la obra.
<span style="font-size: xx-small;">All M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon Art - Baarn -
Holland. All rights reserved. Used by permission</span><br />
</td>
<td width="37%"><img border="0" height="198" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/MUNDOS1.jpg" width="220" /></td>
</tr>
</tbody></table>
</center>
</div>
<div align="center">
<center>
<table border="0" cellpadding="0" style="height: 299px; width: 90%px;">
<tbody>
<tr>
<td height="297" width="47%">
<div align="center">
<img border="0" height="265" src="http://www.ilusionario.es/CLASICOS/path_of_life_1.jpg" width="261" /></div>
</td>
<td height="295" width="53%"><div align="left">
<b>"Trayectoria vital
I" (1958)</b>. En este tipo de figura, Escher no sólo realiza un
recubrimiento del espacio sino que, mediante la combinación de
círculos y espirales, se crea una secuencia de imágenes que se van
reproduciendo, cada vez con menor tamaño, hacia el centro de la figura.</div>
<div align="left">
<span style="font-size: xx-small;">All
M.C. Escher works (c) 2003 - Cordon Art - Baarn - Holland. All rights
reserved. Used </span></div>
<div align="left">
<br /></div>
<div align="left">
<br /></div>
<div align="left">
<br /></div>
<div align="left">
<br /></div>
<div align="left">
<br /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
</center>
</div>
</div>
<div class="right">
</div>
<div class="right">
.</div>
<div class="right">
obras favoritas de Escher
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726994/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Metamorfosis II, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-metamorfosis-ii.jpg" title="Metamorfosis II, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>1.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726994/in/set-72157594166636900/"><strong>Metamorfosis II</strong></a>
(grabado en madera, 1940). Es mi gran favorita de todos los tiempos. El
original es un gigantesco mural de unos cuatro metros de largo por 20
cm. de alto, compuesto de 20 bloques de tres hojas cada uno, un formato
realmente atípico y desproporcionado, pero que pudo reproducirse como un
gran mural en la oficina de correos de La Haya. La obra muestra la
metamorfosis o transformación gradual de unas formas en otra, un tema
recurrente de Escher, con insectos, pájaros y peces, llevado aquí al
límite con total maestría. La imagen reproduce también diversos efectos
de partición regular del plano. Los cubos se transforman en un pueblo (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Atrani%2C_Coast_of_Amalfi">Atrani</a>,
en Italia, una de sus primeras obras, de hecho) y posteriormente en
piezas de ajedrez sobre un tablero. Hasta la posición de la partida
permite realizar cierto análisis: a pesar de que el rey negro está
amenazado de muerte a la izquierda del tablero, la dama negra acaba de
dar jaque a al rey blanco, por tanto es turno de las blancas. La
continuación es sencilla: torre blanca captura a dama (forzada), caballo
negro a f2, jaque mate. Finalmente, el cuadro se completa con una nueva
metamorfosis que completa el ciclo hasta regresar a la imagen original.
Existe una versión animada en <a href="http://www.3quarks.com/Applets/Metamorphose/">3Quarks: Metamorphose</a>.
<ul>
<li><a href="http://static.flickr.com/46/167726994_8e11a27128_o.jpg">Alta resolución, <strong>Metamorphosis II</strong></a> (700 KB; 5150 × 241 píxeles)</li>
<li><a href="http://www.microsiervos.com/images/metamorfosis-ii.jpg">Alta resolución, <strong>Metamorphosis II</strong></a> (700 KB; 5150 × 241 píxeles) (mirror)</li>
<dl>(Hacer <i>zoom</i> y desplazar con el ratón para disfrutarla al completo.)</dl>
</ul>
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726974/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Arriba y Abajo, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-arriba-y-abajo.jpg" title="Arriba y Abajo, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>2.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726974/in/set-72157594166636900/"><strong>Arriba y Abajo</strong></a>
(litografía, 1947). En esta obra Escher utiliza haces de líneas curvas
para demostrar la relatividad de los puntos de fuga de la perspectiva,
otro de sus clásicos. Si se divide la imagen en dos, horizontalmente, se
descubre al cabo de un rato que se trata de la misma escena dibujada
desde dos puntos de vista, perfectamente normales. Pero al hacer que el
suelo de la primera escena sea a la vez el techo de la segunda, la
contradicción visual surge como de la nada. El dibujo está tan bien
realizado que puede dejar al espectador absorto durante un buen rato
buscando dónde está el «error», o preguntándose qué sucedería si alguien
más se asomara por alguna de las ventanas… ¿estaría arriba o abajo?
Como en tantas otras de sus obras, las transformaciones son tan sutiles y
están matemáticamente tan bien realizadas que el cerebro finalmente
aceptar la escena simplemente como lo que se ve.
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726946/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Galería de Grabados, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-galeria-de-grabados.jpg" title="Galería de Grabados, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>3.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726946/in/set-72157594166636900/"><strong>Galería de Grabados</strong></a>
(litografía, 1956). Esta era una de las obras de las que Escher estaba
más orgulloso, aunque no es de las más conocidas. Es un juego a modo de
ciclo con las perspectivas y las ampliaciones. Un hombre está mirando un
cuadro. La imagen comienza a ampliarse y deformarse, pero manteniendo
cierta coherencia visual que permite seguirla paso a paso sin
interrupción aparente. El cuadro se transforma en… los edificios del
puerto de una ciudad costera (el puerto de Senglea, en Malta)… uno de
los cuales resulta ser una galería de cuadros… donde vuelve a aparecer
el protagonista. Se puede calcular que la imagen original queda ampliada
256 veces. En los detalles de la galería aparecen otros cuadros,
pequeñas reproducciones de obras del propio Escher. Es interesante ver
el efecto en movimiento: <a href="http://escherdroste.math.leidenuniv.nl/">Escher and the Droste effect</a>.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726889/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Casa de Escaleras, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-casa-escaleras.jpg" title="Casa de Escaleras, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>4.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726889/in/set-72157594166636900/"><strong>Casa de Escaleras</strong></a>
(litografía, 1951). Es uno de sus mejores juegos con la perspectiva,
una partición cúbica del espacio en el que tres zonas distintas se
combinan de manera increíble para producir un cubo/casa con escaleras
imposibles. Dividida la imagen en tres franjas horizontales, cada una es
completamente consistente por sí misma. El dibujo entero puede
reproducirse mediante una complicada reflexión curva a modo de cilindro,
e incluso llegar a ser cíclico e interminable. Todo esto está combinado
formando una escena irreal donde la gravedad parece haberse vuelto
loca. Un detalle curioso es el bicho-insecto que deambula por el
edificio. Escher lo llamó <i>Pedalternorotandomovens Centroculatus Articulosus</i>, que podría traducirse como <a href="http://kchivaches.blogspot.com/2003/07/los-bichos-cachivache.html">bicho cachivache</a>.
Son una especie surgida para cubrir el hueco evolutivo debido a la
inexistencia de animales que se muevan rodando sobre sí mismos. Estos
bichos tienen tres pares de patas, extrañamente humanas, ojos saltones y
se enrollan formando una suerte de rueda. Escher les dedicó otra
pequeña obra donde explicaba algo más sobre ellos.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726851/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Ascendiendo y Descendiendo, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-ascendiendo.jpg" title="Ascendiendo y Descendiendo, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>5.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726851/in/set-72157594166636900/"><strong>Ascendiendo y Descendiendo</strong></a>
(litografía, 1960). «Escaleras arriba y escaleras abajo» unos monjes
suben y bajan a la vez por la misma estructura del edificio, sin que
ninguno de los dos grupos parezca estar haciendo algo distinto a lo que
realmente se ve. Sin embargo, ese ascenso o descenso <i>infinito</i> es
claramente imposible, aunque el espectador no puede encontrar la
inconsistencia por mucho que mire la imagen. ¿Qué sucedería de lanzar
una pelota escaleras abajo? Esta idea está basada en el <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Penrose_stairs">modelo de escalera imposible</a> creado por <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Roger_Penrose">Roger Penrose</a>
junto con su padre. Penrose es un físico y matemático británico que
también exploró el mundo de los objetos imposibles y la partición
regular e irregular del plano.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726805/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Límite Circular IV, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-limite-circular.jpg" title="Límite Circular IV, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>6.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726805/in/set-72157594166636900/"><strong>Límite Circular IV, Ángeles y Diablos</strong></a>
(grabado en madera, 1960). En esta obra Escher combina dos técnicas:
por un lado, la partición regular del plano con un bello patrón
combinado de ángeles y demonios, blancos y negros, que rellenan la
escena sin huecos; por otro, el «límite infinito» de un <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Hyperbolic_tiling_omnitruncated_3-7.png">modelo de disco de Poincaré</a>. Este disco permite abarcar el infinito en un círculo de tamaño limitado, gracias a la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Hyperbolic_geometry">geometría hiperbólica</a>, en la que a medida que un punto se aleja del centro, es cada vez más pequeño.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726766/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Día y Noche, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-dia-y-noche.jpg" title="Día y Noche, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>7.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726766/in/set-72157594166636900/"><strong>Día y Noche</strong></a>
(grabado en madera, 1939). Se considera uno de los dibujos más
admirados y reproducidos del artista, y es ciertamente bello por su
sencillez y elegancia. Incluye varios detalles interesantes, como son la
combinación en forma de patrón de pájaros blancos y negros que vuelan
en direcciones opuestas y rellenan el plano sin huecos, la metamorfosis
delicada pero rápida de las aves a sembrados en la escena general y el
hecho de que las dos zonas, izquierda y derecha, una de día y la otra de
noche, correspondan exactamente al mismo lugar. Un montón de
dualidades, genialmente resueltas, en la misma escena.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726739/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Tres Esferas, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/tres-esferas.jpg" title="Tres Esferas, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>8.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726739/in/set-72157594166636900/"><strong>Tres Esferas</strong></a>
(grabado en madera, 1945). Este pequeño juego muestra cómo a partir de
una idea realmente sencilla se puede conseguir un efecto realmente
llamativo y con múltiples lecturas. Escher dibuja tres esferas
reticuladas, pero en realidad son la misma. Lo que parece una esfera es
en realidad un círculo plano con un dibujo curvo, que <i>aparenta</i>
ser una esfera. Para descubrir el engaño al espectador, Escher dibuja el
mismo círculo de pie arriba, tumbado abajo y «claramente» doblado en el
centro. Al entender esto, resulta obvio comprender la imagen y la
ausencia de esferas. ¿Verdad? Sin embargo, y no sin cierta ironía, el
espectador olvida que está viendo una imagen en dos dimensiones, un
dibujo plano, y que como tal no existen esos círculos tumbados y
dobladas en 3-D, sino sólo su representación en 2-D.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726693/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Reptiles, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-reptiles.jpg" title="Reptiles, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>9.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726693/in/set-72157594166636900/"><strong>Reptiles</strong></a>
(litografía, 1943). Esta es una de las diversas obras en las que Escher
hace un salto de «metanivel» para introducir en el dibujo al propio
autor como parte de la obra, todo ello delante de los ojos atónitos del
espectador. Del cuaderno de Escher en el que ha estado dibujando
patrones regulares hexagonales con forma de reptil surge una figura en
tres dimensiones. El reptil sube por un libro, llega hasta un dodecaedro
platónico, finalmente lanza un soplido y completa el ciclo retornando
al papel del que nunca debió haber salido.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726634/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Serpientes, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-serpientes.jpg" title="Serpientes, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>10.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726634/in/set-72157594166636900/"><strong>Serpientes</strong></a>
(grabado en madera, 1969). Esta fue la última obra original de Escher,
aprovechando sus últimas fuerzas entre operación y operación quirúrgica.
Empleando nuevamente un modelo matemático de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/H.S.M._Coxeter">Coxeter</a>
abarca el infinito tanto hacia el centro como hacia el borde de la
imagen. Los anillos metálicos quedan imbricados de formas fantásticas, y
de ellos surgen serpientes tridimensionales. La imagen tiene una
simetría rotacional y puede girarse 120 grados para encajar
perfectamente en sí misma. En algunas obras de esta serie Escher cuidó
los detalles al máximo, especialmente las líneas más pequeñas (hasta de
medio milímetro), grabándolas con una lupa especial.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726587/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Manos Dibujando, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-manos-dibujando.jpg" title="Manos Dibujando, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>11.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726587/in/set-72157594166636900/"><strong>Manos Dibujando</strong></a>
(litografía, 1948). Este dibujo de Escher fue de los primeros que
llamaron mi atención sobre Escher y me dejaron totalmente asombrado,
recuerdo haberlo imitado una y otra vez hasta la saciedad: al fin y al
cabo sólo necesitaba papel, un lápiz y mi propia mano. Es tan sencillo
como lo que se vé a simple vista: dos manos que surgen de la
bidimensionalidad del papel a las tres dimensiones de la «realidad».
Pero cada mano está está dibujando a la otra, de modo que el efecto
causa confusión en el observador. Irónicamente, ambas ni están en tres
dimensoines, ni existen por sí mismas, sino que habitan en un dibujo
plano y fueron creadas por una única mano, mucho más experta, desde el
exterior de la escena. La de M.C. Escher.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726525/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Belvedere, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-belvedere.jpg" title="Belvedere, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>12.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726525/in/set-72157594166636900/"><strong>Belvedere</strong></a>
(litografía, 1958). Es una de las más populares obras arquitectónicas
imposibles de Escher, un extraño edificio por el que suben y bajan
varios personajes, en una escena un tanto surrealista, que en bocetos
anteriores era incluso más «fantástica». Uno de los protagonistas
sostiene un <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Impossible_cube">cubo imposible</a>
mientras el esquema de construcción está en el suelo. Dos de ellos
suben por una escalera que está dentro y fuera a la vez. Resulta
interesante que este tipo de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Impossible_object">figuras imposibles</a> pueden construirse y «fotografiarse» en tres dimensiones para conseguir los mismos efectos. La web <a href="http://www.cs.technion.ac.il/%7Egershon/EscherForReal/">Escher for Real</a> muestra muchas de estas construcciones, incluyendo un <a href="http://www.cs.technion.ac.il/%7Egershon/EscherForReal/Belvedere.avi">vídeo de Belvedere</a> [AVI; 2 MB] que muestra cómo podría ser en realidad el edificio, visto desde varios ángulos.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726473/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Cascada, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-cascada.jpg" title="Cascada, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>13.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726473/in/set-72157594166636900/"><strong>Cascada</strong></a> (litografía, 1961). La cascada de Escher es tal vez la más popular representación de un <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%B3vil_perpetuo">móvil perpétuo</a>
o «máquina de movimiento perpétuo». Ni la ley de la gravedad ni la
segunda ley de la termodinámica parecen aplicarse a esta construcción
por la que el agua baja continuamente, moviendo el molino. El dibujo
está excelentente realizado y adornado con un par de formas matemáticas
en lo alto de las torres y un jardín imaginario procedente de bocetos
anteriores. Gracias a un <a href="http://irtc.org/anims/2000-07-15.html">concurso de modelado 3-D</a>, una <a href="http://www.cs.technion.ac.il/%7Egershon/EscherForReal/">versión 3-D animada de Cascada</a>
[MPEG; 5 MB] ayuda a entender la imposibilidad de la escena. Según el
propio Escher, para que funcionara realmente sólo haría falta «añadir un
poco de agua de vez en cuando, para compensar la evaporación». El vídeo
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=VLKdrHRFApc">Impossible Waterfall Illusion</a> [YouTube] muestra otra técnica que también engaña a la vista.<br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726409/in/set-72157594166636900/"><img align="right" alt="Mano con Esfera, detalle" border="0" height="120" hspace="5" src="http://www.microsiervos.com/images/mini-mano-esfera.jpg" title="Mano con Esfera, detalle" vspace="5" width="120" /></a><strong>14.</strong> <a href="http://www.flickr.com/photos/alvy/167726409/in/set-72157594166636900/"><strong>Mano con Esfera Reflectante</strong></a>
(litografía, 1935). El autoretrato de Escher sobre una esfera
reflectante siempre me pareció precioso a la vez un intrigante. En esta
obra vuelve a combinar el mundo imaginado del dibujo con el mundo real.
Se dibuja a sí mismo sosteniendo una esfera, pero ese dibujo
tridimensional que incluye su mano y la esfera-espejo es únicamente
tinta sobre un papel plano en realidad. Al menos eso es lo que vemos
nosotros. Aunque la esfera parece reflejar a Escher y a la habitación
que le rodea con todo lujo de detalles, en realidad <i>no</i> muestra a
Escher dibujando, porque su mano izquierda está apartada. Tal vez Escher
está sugiriendo sutilmente que la realidad no es tal y como parece
percibirse, y que el mundo que nos rodea está a veces entre lo imaginado
y lo real. Esto que puede sonar un poco a <a href="http://www.microsiervos.com/archivo/peliculas-tv/matrix.html">Matrix</a>
pudo ser precisamente homenajeado en la famosa escena de la «pastilla
roja, pastilla azul»: mientras uno de los reflejos de las gafas de
Morfeo muestra a Neo levantando la mano, en el otro tiene la mano
apartada. Como Escher en su autoretrato.<br />
<h3>
<strong>El espacio en el papel</strong></h3>
Un tema más, presente en muchas de las obras de Escher es la relación entre lo plano y lo espacial.
Cuando dibujamos, lo hacemos sobre un medio plano, bidimensional, como es el papel. En cambio lo utilizamos para
representar imagenes que son espaciales, tridimensionales. Escher utiliza esta dualidad para crear algunas imagenes
paradójicas absolutamente desconcertantes.<br />
Por ejemplo, esta litografía de Escher de 1948 es tan sencilla como lo que se ve a simple vista: dos manos
que surgen de la bidimensionalidad del papel a las tres dimensiones de la «realidad». Pero cada mano
está está dibujando a la otra, de modo que el efecto causa confusión en el observador.
Irónicamente, ambas ni están en tres dimensiones, ni existen por sí mismas, sino que habitan en
un dibujo plano y fueron creadas por una única mano, mucho más experta, desde el exterior de la escena.
La de M.C. Escher.<br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external370.jpg" /><br />
<a href="http://usuarios.lycos.es/eschermania/"><strong>Ver "Eschermanía, galería de
imágenes"</strong></a><br />
<h3>
<strong>Obsesiones a la Escher</strong></h3>
Entre algunas de las otras obsesiones de Escher podemos citar el orden y el caos, lo infinito, las esferas
reflectantes y otros temas que podemos encontrar en muchas de sus obras.<br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external371.jpg" /><br />
<strong><a href="http://www.youtube.com/watch?v=F6U5Smc5pis">Video Serpientes inspirado en la obra de
Escher</a></strong><br />
<br />
<h3>
<strong>Lo cóncavo y lo convexo</strong></h3>
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external205.jpg" /><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=EugnXm6ep3M"><strong>Animación inspirada en los dibujos y
diseños de Escher</strong></a><br />
<h3>
<strong>Coincidencias ocultas</strong></h3>
Luego de ver y recorrer los paisajes escherianos sugerimos leer algunos textos breves de <a href="http://www.interlap.com.ar/libreria/index.php?buscar2=1&autor=10"><strong>Jorge Luis Borges</strong></a> en los
que pueden hallarse y sondearse temas y conceptos que Escher ha plasmado en el papel: los laberintos, la
circularidad, los mundos paralelos, etc.<br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external449.jpg" /><br />
<strong>A propósito de los laberintos de Borges y Escher...</strong><br />
<strong>Mirar este link a un fragmento del film "Laberinto" basado en los dibujos y conceptos de
Escher:</strong><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=rX917y1Ly8o&feature=related"><strong>http://www.youtube.com/watch?v=rX917y1Ly8o&feature=related</strong></a><br />
<h3>
El impactante "Efecto Droste"</h3>
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external412.jpg" /><br />
Esta litografía de 1956 era una de las obras de las que Escher estaba más orgulloso, aunque no es de
las más conocidas. Es un juego a modo de ciclo con las perspectivas y las ampliaciones. Un hombre está
mirando un cuadro. La imagen comienza a ampliarse y deformarse, pero manteniendo cierta coherencia visual que permite
seguirla paso a paso sin interrupción aparente. El cuadro se transforma en los edificios del puerto de una
ciudad costera -el puerto de Senglea, en Malta- uno de los cuales resulta ser una galería de cuadros donde
vuelve a aparecer el protagonista. Se puede calcular que la imagen original queda ampliada 256 veces. En los detalles
de la galería aparecen otros cuadros, pequeñas reproducciones de obras del propio Escher.<br />
<strong>Explicación detallada del efecto Droste con dibujos y notas</strong><br />
<a href="http://juegosdeingenio.org/archivo/718"><strong>http://juegosdeingenio.org/archivo/718</strong></a><br />
<strong>Galería de fotos con efecto Droste de Escher</strong><br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/joshsommers/sets/72157594405604955/"><strong>http://www.flickr.com/photos/joshsommers/sets/72157594405<br />
604955/</strong></a><br />
<strong>Efecto Droste en video</strong><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?feature=related&v=fQd-wVjWXNc"><strong>http://www.youtube.com/watch?v=fQd-wVjWXNc&feature=related</strong></a><br />
<h3>
<strong>Los primeros pasos en un mundo increíble</strong></h3>
Un dibujo, una litografía, una pintura no reflejan solo una imagen sino que abren los mundos que llevan en
su interior. Adentrarnos en la obra de M.C. Escher puede brindarnos las herramientas necesarias para abrir esos
mundos y disfrutarlos. Las emociones despertadas por las imágenes pueden iluminar la vida real, arrojando
cierta claridad sobre la propia vida del que los contempla.<br />
En esta litografía de 1943, Escher hace un salto de «metanivel» para introducir en el dibujo al
propio autor como parte de la obra, todo ello delante de los ojos atónitos del espectador. Del cuaderno de
Escher en el que ha estado dibujando patrones regulares hexagonales con forma de reptil surge una figura en tres
dimensiones. El reptil sube por un libro, llega hasta un dodecaedro platónico, finalmente lanza un soplido y
completa el ciclo retornando al papel del que nunca debió haber salido.<br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external451.jpg" /><br />
Les propongo explorar algunas de las geniales creaciones de Escher y arriesgar -como en un juego- posibles
lecturas e interpretaciones de las mismas.<br />
<div>
<h3>
<strong>Otros links con materiales sobre la obra de Escher</strong></h3>
</div>
<strong>El mural de Escheresque en Flickr - Fotografías alucinantes-</strong><br />
<a href="http://www.flickr.com/groups/escher/pool/"><strong>http://www.flickr.com/groups/escher/pool/</strong></a><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external414.jpg" /><br />
<br />
<strong>Museo Virtual Escher</strong><br />
<a href="http://nucleogestion.8m.com/HALL.HTM"><strong>http://nucleogestion.8m.com/HALL.HTM</strong></a><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external413.jpg" /><br />
<strong>Escher recreado con ladrillos Lego</strong><br />
<a href="http://www.microsiervos.com/archivo/arte-y-diseno/escher-en-lego.html"><strong>http://www.microsiervos.com/archivo/arte-y-diseno/escher-en-lego.html</strong></a><br />
<a href="http://www.neatorama.com/2006/06/01/mc-escher-in-lego/"><strong>http://www.neatorama.com/2006/06/01/mc-escher-in-lego/</strong></a><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external415.jpg" /><br />
<strong>Escher y geometría</strong><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=mnFeiWlSKog&feature=related"><strong>http://www.youtube.com/watch?v=mnFeiWlSKog&feature=related</strong></a><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external452.jpg" /><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external416.jpg" /><br />
<strong>Cómo construir figuras geométricas de inspiración escheriana</strong><br />
<a href="http://www.oni.escuelas.edu.ar/2002/buenos_aires/infinito/calidoci.htm"><strong>Ver
Calidociclos</strong></a><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external206.jpg" /><br />
<strong>Galería con obras de Escher (Sitio oficial del artista)</strong><br />
<a href="http://www.mcescher.com/Gallery/gallery.htm"><strong>http://www.mcescher.com/Gallery/gallery.htm</strong></a><br />
<strong>La simetría en Escher</strong><br />
<div class="MsoNormal">
<a href="http://www.mcescher.com/Gallery/gallery-symmetry.htm"><strong>http://www.mcescher.com/Gallery/gallery-symmetry.htm</strong></a></div>
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external207.gif" /><br />
<strong>La publicidad del Audi A6 y M.C. Escher</strong><br />
Este es un enlace a una antigua pero interesante publicidad, el anuncio del auto Audi A6 basado en imágenes
M.C. Escher, figuras imposibles y algunas variaciones de sus obras y otras escenas sorprendentes. Una bonita
combinación artística y de efectos especiales.<br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=KZPorSd246k"><strong>http://www.youtube.com/watch?v=KZPorSd246k</strong></a><br />
<strong>Publicidad de café inspirada en Escher</strong><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=wC9wd-q8x38&feature=related"><strong>http://www.youtube.com/watch?v=wC9wd-q8x38&feature=related</strong></a><br />
<strong>Galería de imágenes del concurso "M.C. Escher Remix".</strong><br />
<a href="http://www.worth1000.com/contest.asp?contest_id=11478&display=photoshop&page=5000#entries"><strong>http://www.worth1000.com/contest.asp?contest_id=11478&display=photoshop&page=5000#entries</strong></a><br />
La gente que ha participado del concurso "M.C. Escher Remix" combinó las ilustraciones originales
del genial artista de las formas más diversas: dándoles color, mezclando unas con otras,
ubicándolas en situaciones más imposibles todavía o modernizándolas un poco, como esta
<strong>"Mano con Ipod"</strong> que es una variante de <strong>"Mano con esfera
reflectante".</strong><br />
<strong>Mano con Ipod</strong><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external180.jpg" /><br />
<strong>Mano con esfera reflectante</strong><br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external181.jpg" /><br />
El autorretrato de Escher sobre una esfera reflectante es precioso y a la vez intrigante. En esta obra vuelve a
combinar el mundo imaginado del dibujo con el mundo real. Se dibuja a sí mismo sosteniendo una esfera, pero
ese dibujo tridimensional que incluye su mano y la esfera-espejo es únicamente tinta sobre un papel plano en
realidad. Al menos eso es lo que vemos nosotros. Aunque la esfera parece reflejar a Escher y a la habitación
que lo rodea con todo lujo de detalles, en realidad no muestra a Escher dibujando, porque su mano izquierda
está apartada. Tal vez Escher está sugiriendo sutilmente que la realidad no es tal y como parece
percibirse, y que el mundo que nos rodea está a veces entre lo imaginado y lo real. Esto que puede sonar un
poco a <a href="http://www.microsiervos.com/archivo/peliculas-tv/matrix.html"><em>Matrix</em></a> pudo ser
precisamente homenajeado en la famosa escena de la «pastilla roja, pastilla azul»: mientras uno de los
reflejos de las gafas de Morfeo muestra a Neo levantando la mano, en el otro tiene la mano apartada. Como Escher en
su autorretrato.<br />
<div>
<h3>
<strong>Actividades sugeridas</strong></h3>
</div>
Luego de ver todos los links con materiales de Escher, elegir algunos dibujos. Cada estudiante observará
detenidamente los dibujos y luego comentará su visión de las imágenes. Desde ya, esta actividad
demostrará la pluralidad de puntos de vista porque cada individuo no responde de forma igual a otro.
Así surgirán discusiones muy interesantes sobre las variaciones. Suele haber una base de acuerdo
general y distintas opiniones, comentarios e ideas sobre los componentes de la imagen y aparecen rudimentos de
argumentaciones sobre cuáles componentes de la imagen, el dibujo o la obra llaman más la
atención y las posibles razones de por qué capturan la mirada. Hay determinados puntos coincidentes
entre las personas, puntos que atraen o subyugan más que otros.<br />
<img src="http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__d77f8acf-7a06-11e1-831b-ed15e3c494af/external419.jpg" /><br />
En <em>Escaleras arriba y escaleras abajo</em> unos monjes suben y bajan a la vez por la misma estructura del
edificio, sin que ninguno de los dos grupos parezca estar haciendo algo distinto a lo que realmente se ve. Sin
embargo, ese ascenso o descenso infinito es claramente imposible, aunque el espectador no puede encontrar la
inconsistencia por mucho que mire la imagen. ¿Qué sucedería de lanzar una pelota escaleras
abajo? Esta idea está basada en el <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Penrose_stairs">modelo de escalera
imposible</a> creado por <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Roger_Penrose">Roger Penrose</a> junto con su padre.
Penrose es un físico y matemático británico que también exploró el mundo de los
objetos imposibles y la partición regular e irregular del plano.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieJ9ppzce76u2BYB6mcNRmDqEtEFB_cIug4FQ6C1jJXrcsKQgOwWp1o-CMaOf2fG3pVletJnEa4aXaR_DSLqccvBSKJMcIYjOX0FWsGcYdSfm4P6u97MRE36cqKz5fc1fCOfSjiUaTLgcB/s1600/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+19%252B20.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieJ9ppzce76u2BYB6mcNRmDqEtEFB_cIug4FQ6C1jJXrcsKQgOwWp1o-CMaOf2fG3pVletJnEa4aXaR_DSLqccvBSKJMcIYjOX0FWsGcYdSfm4P6u97MRE36cqKz5fc1fCOfSjiUaTLgcB/s320/M.C.+Escher+-+Book+of+Boxes+-+Box+19%252B20.bmp" width="239" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRSKyyTwsJQxOUu1dKtOVLOJs6Avmv2YHaF3SDUu4RHEtFuA501I7faSVIwcitvBdFCwm3TKqeTUg-D_Xn7Q0bKqKiyswLbWjxosy2STmzcJ3rtk7IM0i6IY4383Ki_62uebIUvaCw7zj0/s1600/LW1-MC-Escher-Eschers-Father-1916.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRSKyyTwsJQxOUu1dKtOVLOJs6Avmv2YHaF3SDUu4RHEtFuA501I7faSVIwcitvBdFCwm3TKqeTUg-D_Xn7Q0bKqKiyswLbWjxosy2STmzcJ3rtk7IM0i6IY4383Ki_62uebIUvaCw7zj0/s320/LW1-MC-Escher-Eschers-Father-1916.jpg" width="230" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQNZgmUlmnGIcdhnJnbPg7c-m_cXfQeavwnEyOUsZfOZe94aRl1MfPmybM0rgOhthrLI9FxbN0gdbmZzqbV9-3laBSLj9TxbI6_ScfkcM6u7aQKWfK_-mkmPPFZlCX63rX28WAZLxWM2yi/s1600/LW2-MC-Escher-Bookplate-Bastiaan-Kist-1916.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQNZgmUlmnGIcdhnJnbPg7c-m_cXfQeavwnEyOUsZfOZe94aRl1MfPmybM0rgOhthrLI9FxbN0gdbmZzqbV9-3laBSLj9TxbI6_ScfkcM6u7aQKWfK_-mkmPPFZlCX63rX28WAZLxWM2yi/s320/LW2-MC-Escher-Bookplate-Bastiaan-Kist-1916.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii8ixxV1yQEXh7VVWgaNdqrr0VYSAbRd8agM2C3LekFDKUTAhc51VIWTBqrEiPg4HGxv4wz8bvIzd7qR-j8rS9QdSO8p04_Fo7e2EFXb4tyepenIF1vudxz0wlRz1o6IYEmv0p3wLX6QJK/s1600/LW49-MC-Escher-The-Fall-of-Men-1920-176x180.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii8ixxV1yQEXh7VVWgaNdqrr0VYSAbRd8agM2C3LekFDKUTAhc51VIWTBqrEiPg4HGxv4wz8bvIzd7qR-j8rS9QdSO8p04_Fo7e2EFXb4tyepenIF1vudxz0wlRz1o6IYEmv0p3wLX6QJK/s1600/LW49-MC-Escher-The-Fall-of-Men-1920-176x180.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYw9H6YRy5jdhBdQ9Tf3kANj8eUSu-bXbU5gRNlhdGUry3Mpyh1KUf-C1dQc50XfzUwAjRI3guLZiOmD46d8j_BMW_-L3HdvtTfOFCyUUDoaXb4N2MRc86bxRNIQpS0UVKjVbaz6nV0Oje/s1600/LW28-MC-Escher-White-Cat-1919-180x178.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYw9H6YRy5jdhBdQ9Tf3kANj8eUSu-bXbU5gRNlhdGUry3Mpyh1KUf-C1dQc50XfzUwAjRI3guLZiOmD46d8j_BMW_-L3HdvtTfOFCyUUDoaXb4N2MRc86bxRNIQpS0UVKjVbaz6nV0Oje/s1600/LW28-MC-Escher-White-Cat-1919-180x178.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7ZGsons0QMjM5CqYzrHNmsq23FDR6-oR2lrZepUHHL4LHW1WX9yD6qWodnMNA7H7N-mXZOLu-Nz6wSNFm25_e9Qx_YvksMw1_lmXvB6ie0dDuT3j23miwbk6g89WSrzhOaIwWZGCAUOdd/s1600/LW223-MC-Escher-Palm-1933.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7ZGsons0QMjM5CqYzrHNmsq23FDR6-oR2lrZepUHHL4LHW1WX9yD6qWodnMNA7H7N-mXZOLu-Nz6wSNFm25_e9Qx_YvksMw1_lmXvB6ie0dDuT3j23miwbk6g89WSrzhOaIwWZGCAUOdd/s320/LW223-MC-Escher-Palm-1933.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBJgbhl5AiYKHBg3z8XW-DkOvwdp93YfFVUzi4d54r_ano9gEzPfA2JwEm96HrsZdhlpwx_oUfn63i_Mxt9MJuEDehFeIHlp50bKT23ER7WCttY-E0T2UQRL6cSeB4mQB7fpIWeU8eY0JL/s1600/LW214-MC-Escher-Lion-of-the-Fountain-in-the-Piazza-at-Ravello-1932.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBJgbhl5AiYKHBg3z8XW-DkOvwdp93YfFVUzi4d54r_ano9gEzPfA2JwEm96HrsZdhlpwx_oUfn63i_Mxt9MJuEDehFeIHlp50bKT23ER7WCttY-E0T2UQRL6cSeB4mQB7fpIWeU8eY0JL/s320/LW214-MC-Escher-Lion-of-the-Fountain-in-the-Piazza-at-Ravello-1932.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgshQQZ8tqyHLy2u7om4TkM9_lncn2JGkaP2-dWJDblV7ffPWQPT8jkMcLL6TEe1nB_KV9HtRSSrDIk5HQ4CfhbBirmEKVDjqZK6LB6g3__jSD_-liVGatAAPmEr7neJeidyaMcLV9NWfAg/s1600/LW51-MC-Escher-Portrait-of-a-Man-1920-180x173.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgshQQZ8tqyHLy2u7om4TkM9_lncn2JGkaP2-dWJDblV7ffPWQPT8jkMcLL6TEe1nB_KV9HtRSSrDIk5HQ4CfhbBirmEKVDjqZK6LB6g3__jSD_-liVGatAAPmEr7neJeidyaMcLV9NWfAg/s1600/LW51-MC-Escher-Portrait-of-a-Man-1920-180x173.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMyvMz6df9ZK4ofHvzpteS8qBIfN_1rnXwBDIUIKUc99ONd9KtuGiYDUK0lCc1ZmNvQFtaOGeKGtEm-lsjmSt3cpAGoIb8Bz7qaz4y0XY4rk759QujGDbqYMssxrAnKrZi96dMKqT4mA13/s1600/LW145-MC-Escher-Cloister-near-Rocca-Imperiale-Calabria-1931.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMyvMz6df9ZK4ofHvzpteS8qBIfN_1rnXwBDIUIKUc99ONd9KtuGiYDUK0lCc1ZmNvQFtaOGeKGtEm-lsjmSt3cpAGoIb8Bz7qaz4y0XY4rk759QujGDbqYMssxrAnKrZi96dMKqT4mA13/s320/LW145-MC-Escher-Cloister-near-Rocca-Imperiale-Calabria-1931.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSHrrU2pQAdwJ1qH7U4ciUfxCHpCMQHgu7PzUSdyF2oPOb2pkNEZwPGqHT7A0pFQ_EQvxTUL3exHpM6U8nYWJjEkJo9y4pqBajSVuNiZTP3bx_3A5zhIszkLQ9s6sTV94fCDDelhCc9GPp/s1600/LW259-MC-Escher-Nocturnal-Rome-Castel-Sant-Angelo-1934.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSHrrU2pQAdwJ1qH7U4ciUfxCHpCMQHgu7PzUSdyF2oPOb2pkNEZwPGqHT7A0pFQ_EQvxTUL3exHpM6U8nYWJjEkJo9y4pqBajSVuNiZTP3bx_3A5zhIszkLQ9s6sTV94fCDDelhCc9GPp/s320/LW259-MC-Escher-Nocturnal-Rome-Castel-Sant-Angelo-1934.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsqjIwdSlPqO1DhprxSqHbpTeU7eZqCQzEkIsVgErfJOl4wtwdb_B76flr-SLwMaUfk2G-l6erFgyoDIaJmaT44xh1k4Glcu-6uWFa3k7CbUMbwXj3SOE3x2BESnfVnR9CuPoUOny2pbvg/s1600/LW53-MC-Escher-Seated-Old-Woman-1920-132x180.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsqjIwdSlPqO1DhprxSqHbpTeU7eZqCQzEkIsVgErfJOl4wtwdb_B76flr-SLwMaUfk2G-l6erFgyoDIaJmaT44xh1k4Glcu-6uWFa3k7CbUMbwXj3SOE3x2BESnfVnR9CuPoUOny2pbvg/s1600/LW53-MC-Escher-Seated-Old-Woman-1920-132x180.jpg" /></a></div>
</div>
</section>
</div>
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Jose Antonio Bertrand / "LA MELANCOLIA" DE ALBERTO DURERO: UN PEQUEÑO TRATADO DE ALQUIMIA</h2>
<div class="ccuerpo">
<span class="inline center" style="width: 364px;"><img alt="" class="image _original" height="475" src="http://adamar.org/ivepoca/files/images/ARTE-4_1.jpg" title="" width="364" /></span></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
En el grabado "La Melancolía" se encuentran representados todos los símbolos de
la gran obra. Este grabado es el primero de una serie dedicada a los cuatro
humores del cuerpo humano: melancólico, flemático, colérico y sanguíneo. La
melancolía, oscilante entre la tristeza mórbida, la depresión y el sueño, es un
estado típicamente alquímico. Este estado psicológico corresponde al color negro
de la putrefacción. La palabra melancolía deriva etimológicamente del griego
<em>melas</em> (negra) y <em>chole</em> (bilis), y corresponde a la fase de la
<em>nigredo</em> en la cual
la materia de la obra toma el color de la muerte. <br />
<br />
Analicemos los símbolos del grabado de Durero. Observamos en primer lugar el
reloj de arena y la balanza. Estos dos símbolos son atributos de Saturno, y le
sirven para medir y pesar la vida. Saturno se nos aparece ya desde la antigüedad
como la encarnación del tiempo. La energía saturnal es una energía melancólica y
consciente del pasar del tiempo, y Saturno corresponde al plomo y al color
negro. Estos mismos atributos, el reloj de arena y la balanza, los encontramos a
menudo en los tratados alquímicos.<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn1" name="_ftnref1" title="">[1]</a> <br />
<br />
La rueda de molino que encontramos en un segundo término del cuadro es también
un símbolo hermético; simboliza la "vía seca" que conduce a la perfección de la
obra magna. Lo mismo puede decirse de la llamada "vía húmeda". Estas dos vías, o
caminos, aluden a los dos métodos de realización hermética, siendo la primera de
ellas solar y la segunda lunar, sin que por ello la una sea superior a la otra,
sino que más bien se complementan en el proceso de ascesis o transmutación. La
rueda de molino simboliza también la putrefacción que desintegra la semilla y
los metales que se encuentran en el seno de la tierra. Señalemos que las
comparaciones agrarias se encuentran a menudo en los tratados alquímicos. Por
ejemplo, Nicolás Flamel escribía: <br />
"El campesino prepara la tierra para multiplicar la semilla: la hace crecer,
madurar, recoge el fruto y fabrica la harina con la cual hace el pan. Si se mira
bien, este procedimiento es también el de nuestra piedra". <br />
<br />
Podemos resumir admitiendo que en Saturno se encuentra la putrefacción, la
<em>nigredo</em>, y en consecuencia la enseñanza de una resurrección que está en el
interior de toda muerte. Pero a estas alturas nos podemos preguntar qué es la
tan celebrada putrefacción. Quizá se pueda explicar como una desintegración del
"yo", un descuartizamiento o una disolución, lo que recuerda las técnicas
rituales de las iniciaciones chamánicas. El plomo de Saturno contiene en sí el
oro de los filósofos, lo que hizo decir a Jacobo Boehme: <br />
"El paraíso está todavía en este mundo, pero el hombre está lejos de él hasta
que no se regenere". <br />
<br />
Según Isaac el Holandés: <br />
"De Saturno nace y se hace la piedra filosofal, no hay más secreto que éste: El
secreto está en Saturno, porque en el Sol no hallamos la perfección que hay en
Saturno", <br />
tal es el valor asignado al principio de inmanencia del cual surgirá el mundo
mágico de los filósofos herméticos. <br />
<br />
La piedra de Saturno puede ser asimilada al poliedro que se encuentra en el
grabado de Durero. Este poliedro y la esfera que se encuentra a los pies de la
figura humana nos recuerdan que la alquimia tiene la geometría en la base de su
enseñanza. El <em>Rosarium Philosophorum</em> nos habla de la perfección de la esfera:
<br />
"Lo que tiene el menor número de ángulos es lo que está más cerca de la belleza
y la simplicidad". <br />
<br />
La esfera de "La Melancolía" es análoga al perro que está enroscado sobre sí
mismo; los dos expresan la idea filosófica del Uno-Todo que corresponde al
ideograma alquímico del círculo, línea que termina en sí misma. El Uno-Todo se
asimila también al huevo que encierra toda generación en estado potencial;
también se identifica con la serpiente <em>uroboros</em> (que se muerde la cola). Según
Panofsky y Saxl, la esfera y el poliedro están en relación con el hecho de que
Saturno era ya desde la antigüedad un dios de la agricultura. <br />
<br />
La medida de los campos habría hecho nacer en consecuencia la geometría; <em>ge</em>,
tierra,<em> metrein</em>, medir: por tanto "medida de la tierra". La esfera y el poliedro
como formas geométricas, ligadas a la energía saturnal, están por tanto en la
base de la doctrina hermética. <br />
<br />
Hallamos detrás del poliedro un vaso que contiene fuego sobre el que aparece un
pequeño recipiente en forma de corazón. Este pequeño artefacto lo encontramos a
menudo en los laboratorios alquímicos. Vemos sobre el mar un arco iris que
simboliza el total de los colores de la gran obra y la unión del cielo y la
tierra. Estos símbolos, fuego y agua, no son gratuitos. Para los filósofos
herméticos Saturno es "nuestro plomo", esto es la tierra; mientras que Mercurio,
el ente acuoso, son todas las formas sutiles y sensitivas del alma. Plomo
(tierra) y Mercurio (agua) se completan con el ente ígneo. En el grabado de
Durero, tierra, agua y fuego están indicados por el poliedro (tierra), el mar
del fondo (agua) y por el pequeño artefacto entre el poliedro y el mar (fuego).
<br />
<br />
Cerca del poliedro se alza una escalera de mano. Podemos apreciar los siete
peldaños por los cuales el iniciado tendrá que subir para recoger los frutos del
árbol hermético; así nos viene mostrado en una escena del <em>Splendor Solis</em>,
tratado alquímico, obra de Salomón Trismosin. Esta escalera ilustra la
iniciación progresiva que guía a la iluminación, es decir, señala las
dificultades que hace falta superar antes de obtener la piedra filosofal.<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn2" name="_ftnref2" title="">[2]</a> <br />
<br />
El perro que aparece detrás de la esfera, enroscado y melancólico, es otro
símbolo alquímico. El perro es un símbolo mercurial, pero también es el animal
del melancólico o hipocondríaco, esto es, de personas tristes cuyo humor depende
del estado de su bajo vientre. Esta región es la cámara de Saturno,<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn3" name="_ftnref3" title="">[3]</a> la cámara
de la melancolía. El perro es también considerado por los alquimistas como el
símbolo del azufre, y algunas veces simboliza el oro por su relación con
Saturno, pues sabemos que el oro se encuentra ya en Saturno en estado potencial.
<br />
<br />
Finalmente tenemos sobre la cabeza de la figura humana un cuadrado con 16 cifras
cuya suma da 34 en cualquier sentido. Es el "cuadrado mágico" de Júpiter.
Sabemos que el dios de los dioses corresponde a la piedra filosofal. Quizá es
este talismán el que da origen a toda la composición: la melancolía sueña con el
trofeo del<em> Ars magna</em>, el gran misterio evocado por el talismán. Es significativo
que el talismán cobra su fuerza cuando es favorable la constelación del planeta,
en este caso cuando la Luna entra en el primer grado del signo de Libra, y
Júpiter está en conjunción con el Sol. Esta es la fórmula tal y como la reveló
Paracelso y fue recogida por el Petit Albert.<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn4" name="_ftnref4" title="">[4]</a> Obsérvese que 34 suma 7; siete
son los peldaños que tiene que remontar el iniciado para su iluminación; siete
son los planetas; siete los metales y siete los días de la semana en los cuales
Dios creó el universo. Obsérvese igualmente que siete son los pasos que ha de
realizar el iniciado en el interior del palacio hermético: Saturno, Júpiter y la
Luna para la obra al blanco, o <em>albedo</em>. Marte, Venus y el Sol para la obra al
rojo o <em>rubedo</em>, o piedra. Todo ello presidido por Mercurio; ¿no es esto
coincidente y revelador? <br />
<br />
El niño que aparece junto a la figura corresponde al <em>Ludus puerorum</em> hermético.
Recordemos que también Lucas Cranach, en 1472, hizo diversas pinturas con la
imagen de la Melancolía en las que se ven diversos niños jugando en torno a
ella.<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn5" name="_ftnref5" title="">[5]</a> Pudiera parecer que el niño opone su tierna juventud a la vejez de
Saturno, expresando de este modo la esperanza en la nueva era que está en el
interior del mito de este dios primordial, y por lo tanto en la transmutación
del estado melancólico. ¿Corresponden estos niños a la coagulación que anuncia
la renovación vital de los metales-energías después de su putrefacción?
Ciertamente que sí, pero a pesar de las apariencias en la relación niño-viejo
hemos de ver sobre todo una coincidencia más que una oposición pura y simple, y
a este respecto conviene recordar la expresión <em>puer-senex</em>, que era una de las
fórmulas más alabadas por los maestros herméticos del Renacimiento. Con dicha
fórmula se estaba indicando que la verdadera madurez espiritual se consigue
combinando por igual la energía renovadora de la juventud (simbolizada por el
joven dios Mercurio, el alado mensajero de los dioses) y la serena y madura
sabiduría propia de la vejez (simbolizada por Saturno, el antiguo dios de la
edad de oro). Mercurio libera a Saturno de su excesiva tendencia a la melancolía
y a la lentitud, y a su vez Saturno atempera la fogosidad impetuosa -que puede
tornarse irreflexión- de Mercurio, con lo que se consigue la coincidencia de los
opuestos. Alexander Sethon formuló: <br />
"No quieras estar afectado porque cosas contradictorias se presenten a ti en mis
tratados; comprenderás que la rosa no se encuentra sin espinas".<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn6" name="_ftnref6" title="">[6]</a><br />
<br />
Lo cierto es que los autores alquímicos compararon a menudo la gran obra a los
ejercicios caseros de las mujeres y a las distracciones infantiles. Es así que
utilizaron, según la fase del proceso experimental, la actividad de las
lavanderas, la de las cocineras y la de las hilanderas de rueca. En un catálogo
de fecha reciente encontramos una nota reveladora sobre "La Melancolía": <br />
"Obra notable y estilísticamente elevada entre las de Durero, firmada y fechada
en 1514, es también la más conseguida síntesis figurativa de su pensamiento
artístico y filosófico. La actividad de la figura, la presencia casi imperativa
de los objetos en torno a ella, como signos a descifrar, y sobre todo el título,
han ofrecido un vasto campo a las interpretaciones". <br />
<br />
Fundamental es la interpretación de Panofsky<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn7" name="_ftnref7" title="">[7]</a> que ve aquí la representación del
humor melancólico y en consecuencia (de acuerdo con el neoplatonismo de Cornelio
Agrippa de Nettesheim) la expresión del furor divino, del genio. Melancolía en
consecuencia, no como temperamento, sino como primer estado psicológico del
proceso alquímico, equivalente al fin que se propone el procedimiento artístico:
descifrar la realidad desde el interior con la imaginación creadora; situación
de angustia y trabajo creativo, astrológicamente presidida por Saturno, preludio
de la alegría del rescate de las tinieblas por el influjo benéfico de Júpiter.
<br />
<br />
Finalmente es de notar la interpretación que nos da H. Knackfuss<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftn8" name="_ftnref8" title="">[8]</a> de este mismo
cuadro: <br />
"Aquí está sentada una figura que encarna el poder del intelecto humano,
coronada por el laurel de la fama, rodeada por símbolos del conocimiento humano
y su poder, utensilios y figuras geométricas. Esta potente figura cae finalmente
cansada, consciente de sus imperfecciones. Se asemeja al niño que está sentado
sobre la rueda haciendo sumas y ejercicios en una tablilla. La figura envidia al
perro, el cual no tiene apetito por el conocimiento. Los números, símbolos de la
limitación del espíritu humano. La escalera, burla de la pequeña altura a la
cual puede alzarse el hombre. El reloj de arena, la campana, la balanza, el
cuadro con los números, todos ellos nos hablan de la ingenuidad sin finalidad
alguna de la mente humana; espacio y tiempo limitan el intelecto humano.
Consciente de su limitación en relación con el universo, el genio mira sin
esperanza, su mano reposa sobre el libro en el cual el misterio no es revelado,
y sobre compases con los cuales no puede medir el misterio. Todo ello nos dice y
sugiere un pensamiento: podemos saber muy poco o nada. Durero mismo escribía
esta confesión: 'El error está en la percepción, la oscuridad es tan grande en
nuestro interior que sólo nuestro probar es ya un fracaso'". <br />
<br />
Esta interpretación es cierta, pero debemos aclarar que ella se limita sólo al
plano psicológico. Evidentemente el mensaje (o al menos parte de él) que Durero
quiso dar con este grabado era el de mostrarnos las limitaciones del espíritu
humano ante la grandiosidad de la obra de la creación, pero no por ello los
símbolos que aparecen rodeando la figura de la Melancolía tienen exclusivamente
un sentido psicológico, sobre todo aquellos que, como los números y las figuras
geométricas, son susceptibles también de una transposición cosmogónica, y más
aún metafísica. Y esta transposición es la que precisamente la tradición
hermética toma en cuenta ante todo.<br />
<br />
<br />
<strong>La vida de Durero en relación con su pensamiento filosófico</strong> <br />
<br />
Recientes investigaciones, entre las que destacan las de Ananda K. Coomaraswamy
y Frances A. Yates, han señalado, y sin duda con razón, que Durero estuvo
influido poderosamente por el esoterismo y la filosofía oculta del Renacimiento,
es decir por el corpus doctrinal que reunía en una sola tradición la llamada
cábala cristiana y las ciencias herméticas como la alquimia y la astrología.
Ciertamente se observan algunas tendencias en su arte y filosofía que indican
una íntima ligazón con la ciencia de Hermes comprendida como un todo. <br />
<br />
Hacia el 1500 aparece un autorretrato de Durero caracterizado como <em>Ecce Homo</em>,
que quiere ser una alusión simbólica al concepto que Durero estaba madurando,
esto es, que el genio del artista viene de Dios. Es este el límite extremo,
sagrado, de la sublimación de la figura del artista a la que Durero se inclinaba
junto a la mayoría de sus contemporáneos. El genio del artista proviene de la
Deidad y el artista tiende hacia ella. En esto está la correspondencia entre el
artista y el alquimista iniciado, el cual practica el arte por excelencia.
También el hecho de retratarse como Cristo acerca a Durero a la esencia de la
doctrina. Ya hemos visto en el capítulo sobre el Bosco el paralelismo entre
Cristo y el iniciado. Este último a través de la pasión, muerte y resurrección,
consigue la iluminación, del mismo modo que Cristo. También Adán, que contiene
en sí a Eva -el mercurio, el elemento femenino-, es un modelo del alquimista,
símbolo vivo, persistente en el hombre, de la piedra filosofal, el andrógino
hermético, la unión perfecta del azufre y el mercurio. Sin embargo, la intención
de Durero cuando pintó el "Adán" (1507) era también la de dar el valor de un
canon de perfectas proporciones del cuerpo humano. Podemos afirmar en
consecuencia una relación entre la alquimia y este Adán. De cualquier modo la
forma de individualización de este personaje revela en Durero una religiosidad
profunda y un respeto absoluto por el misterio del alma humana. <br />
<br />
De 1513 y 1514 son los tres grabados maestros de Durero: "El caballero, la
muerte y el diablo", "San Jerónimo en su celda", y "La Melancolía". Constituyen
un tríptico alegórico-simbólico de tres tipos de virtud, respectivamente: la
decisión y la actividad, la teología y la meditación, la vida del genio secular
en el mundo racional e imaginativo de la ciencia y del arte. Este contenido
ideológico de difícil comprensión para los no iniciados, está armónicamente
asimilado en un destilado sentido formal donde se funden en perfecto equilibrio
el valor del espacio y del volumen por el efecto de la luz que da seráfica
brillantez a las superficies. A través de la meditación sobre Dios (San
Jerónimo), la decisión y la vida activa (El caballero, la muerte y el diablo) y
la ya mencionada "Melancolía" de signo saturnino, Durero parece decirnos alguna
cosa sobre la esencia de la doctrina hermética. <br />
<br />
Una severidad moral, que toca momentos de dramatismo, caracteriza los últimos
años de la vida de Durero, profundamente partícipe del clima religioso suscitado
en Alemania por la Reforma. Esto lo testimonia su última obra pictórica "Los
cuatro apóstoles", pintada en el 1526, dos años antes de su muerte. Durero
añadió a las dos pinturas citas y advertencias contra los falsos profetas; una
actitud típica de los iniciados de la época consistía en advertir del peligro de
los "sopladores de carbón", falsos alquimistas suspendidos en la superficie de
las manipulaciones alquímicas, espíritus viles engañados por la materia vulgar y
sus transmutaciones, incapaces de comprender el verdadero sentido del mensaje
alquímico.<br />
<br />
<br />
<br />
<span class="inline center" style="width: 47px;"><img alt="" class="image _original" height="48" src="http://adamar.org/ivepoca/files/images/spiral2_1.articulo.gif" style="border: 0;" title="" width="47" /></span>
<br />
<br />
<br />
<span class="nota"><strong>NOTAS</strong> <br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref1" name="_ftn1" title="">
1</a>
Por ejemplo en el <em>Ordinal of Alchemy</em> de Thomas Norton, en los <em>Symbola Aurea</em> de
Maier y Geber, así como en el <em>De alchimia</em> de Sto. Tomás de Aquino.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref2" name="_ftn2" title="">
2</a>
Así es testimoniado por algunos tratados alquímicos, como el de Guido de
Montanor <em>Scala Philosophorum</em>, o el de <em>Etteilla Les Sept nuances de l'oeuvre
philosophique hermétique</em>.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref3" name="_ftn3" title="">
3</a>
Es interesante advertir que la "cámara de Saturno" es la parte del cuerpo que
corresponde al aparato intestinal, que por la forma que reviste se ha asimilado
tradicionalmente al laberinto iniciático. Al igual que el laberinto protege y
oculta el centro espiritual, los pliegues de los intestinos rodean el centro
vital del hombre (que es también el centro del cuerpo), que el taoísmo denomina
"<em>Tan tien</em> inferior", centro o <em>chakra</em> donde se manifiesta el
<em>chi</em> o hálito en un
"mar de cinabrio", que puede equipararse a las aguas mercuriales o "caos"
alquímico.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref4" name="_ftn4" title="">
4</a> <em>Secrets merveilleux de la magie naturelle et cabalistique du Petit Albert</em>, Lyon,
1729. La palabra talismán deriva de <em>telesma</em> (maravilla), término que indica la
fuerza creadora del universo, tal cual puede leerse en la <em>Tabla de esmeralda</em> de
Hermes Trismegisto: "Telesma, el Padre de todas las cosas, está aquí". Esta
fuerza creadora del arquetipo celeste es la que queda plasmada en el talismán,
que deviene así un pantáculo o "pequeño todo" gracias a las correspondencias
entre el macro y el microcosmo. El misterio, por su misma naturaleza, tiene el
poder de la ubicuidad, es decir que se encuentra en todas las cosas y seres, que
gracias a él pueden existir. "El mundo no subsiste sino por el secreto
(misterio)" se lee en el <em>Zohar</em>.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref5" name="_ftn5" title="">
5</a>
Salomón Trismosin: <em>Splendor Solis</em>, Arnaldo de Vilanova: <em>Ludus puerorum</em>, Eck de
Sulzbach: <em>Clavis philosophorum, ludus puerorum et labor mulierum</em>.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref6" name="_ftn6" title="">
6</a>
"La nueva luz química", en Eugène Canseliet: <em>La Alquimia explicada sobre sus
textos clásicos</em>, Madrid, 1981.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref7" name="_ftn7" title="">
7</a> <em>Vida y Arte de Alberto Durero</em>, Madrid 1982. nota 1.<br />
<a href="http://adamar.org/ivepoca/node/1191#_ftnref8" name="_ftn8" title="">
8</a>
H. Knackfuss: <em>Dürer</em>, Bielefeld y Leipzig, 1900.<br />
<br />
<br />
<em>Durero y otros pintores del Renacimiento</em> (Ed. Symbolos, colección Arte y
Literatura, Barcelona 1989)</span><br />
<br />
Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-17275754140829251072015-02-04T23:05:00.001-08:002015-02-04T23:05:53.079-08:00Documental Completo: Mentes brillantes "los secretos del cosmos"<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/VXs4dpBwVHA" width="480"></iframe>Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-43928654953148390232015-02-02T11:02:00.000-08:002015-02-02T11:02:47.330-08:00Ciudad en el Tiempo: Azcapotzalco<span class="interior_cabeza">Ciudad en el Tiempo: Azcapotzalco.</span><br />
<span class="interior_cabeza"><img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_1.jpg" id="211987" title="La entrada principal de la antigua Hacienda de San Antonio Clavería, estrechamente ligada a la historia de esta demarcación. Este histórico recinto, ubicado en la avenida Azcapotzalco, pertenece actualmente al IPADE FOTO: Colección Villasana-Torres" />
La entrada principal de la antigua Hacienda de
San Antonio Clavería, estrechamente ligada a la historia de esta
demarcación. Este histórico recinto, ubicado en la avenida Azcapotzalco,
pertenece actualmente al IPADE FOTO: Colección Villasana-Torre.</span><br />
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_2.jpg" id="211988" title="En una imagen de 1930, el Jardín Hidalgo con su vistoso kiosco elevado, en el centro de Azcapotzalco. El Paseo de los Ahuehuetes iniciaba frente al atrio de la iglesia de Felipe y Santiago, dividía en dos el jardín y continuaba hasta el pueblo de San Juan Tlilhuaca. En los cuarenta este tramo fue cerrado, pero el resto del paseo aún existe; hoy son las calles de Miguel Hidalgo y Miguel Lerdo de Tejada FOTO: Colección Villasana-Torres" />
<br />
<div class="static-caption">
En una imagen de 1930, el Jardín Hidalgo con
su vistoso kiosco elevado, en el centro de Azcapotzalco. El Paseo de los
Ahuehuetes iniciaba frente al atrio de la iglesia de Felipe y Santiago,
dividía en dos el jardín y continuaba hasta el pueblo de San Juan
Tlilhuaca. En los cuarenta este tramo fue cerrado, pero el resto del
paseo aún existe; hoy son las calles de Miguel Hidalgo y Miguel Lerdo de
Tejada FOTO: Colección Villasana-Torres</div>
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_3.jpg" id="211989" title="Apacible vista de los alrededores de la Iglesia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, en el corazón de Azcapotzalco, a finales de los años veinte FOTO: Colección Villasana-Torres" />
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<div class="static-caption">
Apacible vista de los alrededores de la
Iglesia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, en el corazón de
Azcapotzalco, a finales de los años veinte FOTO: Colección
Villasana-Torres</div>
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_4.jpg" id="211990" title="Tarjeta postal en la que figuran las impresionantes residencias de la colonia " />
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Tarjeta postal en la que figuran las
impresionantes residencias de la colonia "El Imparcial", actualmente
Clavería, a inicios del siglo XX. La vista corresponde a la avenida
Azcapotzalco cerca del cruce con Estío FOTO: Colección Villasana-Torres</div>
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_5.jpg" id="211991" title="La avenida Azcapotzalco en una postal cercana a 1925. Destaca el antiguo palacio municipal, construido en el espacio que había ocupado una antigua capilla; el edificio fue inaugurado en 1891 y en el remate tiene un reloj traído desde Francia. Actualmente es la casa de cultura de la delegación FOTO: Colección Villasana-Torres" />
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La avenida Azcapotzalco en una postal cercana a
1925. Destaca el antiguo palacio municipal, construido en el espacio
que había ocupado una antigua capilla; el edificio fue inaugurado en
1891 y en el remate tiene un reloj traído desde Francia. Actualmente es
la casa de cultura de la delegación FOTO: Colección Villasana-Torres</div>
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<img id="211994" src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_8.jpg" title="Los alrededores del teatro popular " />
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Los alrededores del teatro popular "Virginia
Fábregas", en la esquina de la avenida Cuitláhuac y la calle de Pino,
colonia Liberación, en 1950. Por un tiempo después fue cine y ahora es
el Foro Cultural Azcapotzalco FOTO: Colección Villasana-Torres</div>
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<img id="211996" src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_10.jpg" title="Vista del antiguo Paseo de los Ahuehuetes en Azcapotzalco. La vista corresponde a la calle de Francisco Sarabia viendo hacia la Glorieta de los Ahuehuetes FOTO: Colección Villasana-Torres" />
<div class="static-caption">
Vista del antiguo Paseo de los Ahuehuetes en
Azcapotzalco. La vista corresponde a la calle de Francisco Sarabia
viendo hacia la Glorieta de los Ahuehuetes FOTO: Colección
Villasana-Torres</div>
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<img id="211997" src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_11.jpg" title="El mural de José Hernández Delgadillo en el CCH de Azcapotzalco, en una imagen de finales de los años setenta FOTO: Colección Villasana-Torres" />
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El mural de José Hernández Delgadillo en el
CCH de Azcapotzalco, en una imagen de finales de los años setenta FOTO:
Colección Villasana-Torres</div>
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<div class="static-caption">
Fotografía de mediados de los años ochenta del
edificio delegacional de Azcapotzalco con sus llamativas jardineras
FOTO: Colección Villasana-Torres</div>
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<a href="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_9.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" id="211995" src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_9.jpg" title="Fotografía de mediados de los años ochenta del edificio delegacional de Azcapotzalco con sus llamativas jardineras FOTO: Colección Villasana-Torres" /></a><br />
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_6.jpg" id="211992" title="Una vista aérea de 1957 donde aparecen en primer plano el Parque Deportivo " />
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<div class="static-caption">
Una vista aérea de 1957 donde aparecen en
primer plano el Parque Deportivo "Plan Sexenal" y el antiguo Internado
del IPN, hoy la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. La diagonal que
los divide es Ferrocarril de Cuernavaca; hacia el ángulo superior
derecho se ven las calles de la Nueva Santa María y cruzando la Calzada
Camarones, las colonias San Salvador Xochimanca y Obrero Popular FOTO:
Imagen: ICA/Aerofoto</div>
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<div class="showcase-content-container" style="height: 545px; overflow: hidden; position: relative;">
<div class="showcase-content" id="showcase-content-6" style="height: 545px; left: 0px; overflow: hidden; position: absolute; width: 700px;">
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<img src="http://fotos.eluniversal.com.mx/web_img/fotogaleria/ciudad_azcapotzalco_7.jpg" id="211993" title="Vista aérea de 1946 donde se distingue en la parte superior derecha el trazo de la colonia Nueva Santa María y el parque Revolución. La diagonal del lado izquierdo es la avenida Cuitláhuac, y la que se abre hacia la derecha es la Calzada Camarones. La toma es hacia el oriente FOTO: Imagen: ICA/Aerofoto" />
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<div class="static-caption">
Vista aérea de 1946 donde se distingue en la
parte superior derecha el trazo de la colonia Nueva Santa María y el
parque Revolución. La diagonal del lado izquierdo es la avenida
Cuitláhuac, y la que se abre hacia la derecha es la Calzada Camarones.
La toma es hacia el oriente FOTO: Imagen: ICA/Aerofoto<br />
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Andréshttp://www.blogger.com/profile/06490302141874218068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8754331082833542823.post-20745138360669846402015-01-19T13:36:00.001-08:002023-05-17T15:29:28.720-07:00Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h1 class="post-title" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<br /><a href="http://25.media.tumblr.com/c2907cc5aafd486aa0a941a65be3eaa6/tumblr_mnxi7lj8Ah1ssmo61o1_1280.jpg" imageanchor="1"><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/c2907cc5aafd486aa0a941a65be3eaa6/tumblr_mnxi7lj8Ah1ssmo61o1_1280.jpg" height="320" title="fabulas" width="236" /></a>
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/e6d0b8e2b612cc56abcd17a51877d042/tumblr_mnxkwwmlYZ1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/c00d4f25cb9bfe04926baeab73094def/tumblr_mnxi1maomL1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/366ec8981ced6ac994906bdd40cd4540/tumblr_mnxgnzPDNH1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/56580b9da08cb4588599439300edaa3e/tumblr_mnxf5xz4Hq1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/95588712409af0844f1c08ba124453b6/tumblr_mnxez5D3Tm1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/662d67052a63a3469d81379bd40059b4/tumblr_mnxeth2a9I1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/269808bb79f7a5e4988dab2d8040565d/tumblr_mnxelmZ1r61ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/261810143a6d1b388b453f9554f4201e/tumblr_mnxeapjgps1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/675978fd244b81ca68c799ff9e99ba07/tumblr_mnxe60r4uj1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/9c3c59aae749c9145d6b803d7edcadbf/tumblr_mnxe1htw5I1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/4c1ea2d7bde26ed863c154c00cdca8de/tumblr_mnxbs6Uttu1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
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<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/b4862c913ad6c219d84c9890605ea78d/tumblr_mnxb7lbDo21ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/50d81c744a7dd7c6fef488bb92b20f6c/tumblr_mnxats5PnH1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/124c055a883110701b5a7d6a3ef469f3/tumblr_mnwgo7WxBi1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/bfe688c0ec5693f8f4803d851f160830/tumblr_mnwgg4iRdr1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/d37bfa6a665b26bd2f0130e206228251/tumblr_mnwg7yeMKb1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/e4f410319e1f797aaf296ebdcd17c451/tumblr_mnwg32i2Aq1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/aaf59f0e2a84aaf7d1ad9560fb90a475/tumblr_mnwfvpSOKF1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/7af6801693a4be8fb4cbe75af485dd61/tumblr_mnwfptaNx41ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/9b74ed70c76e93b5388a90065cc5bc46/tumblr_mnwfjaDTj31ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/50e056fe4b4712860f9e766fdf4e2fcd/tumblr_mnwfdjXqmE1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/8f77453fdb648fb373aab0a5239ebf77/tumblr_mnwf4drKuV1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/9b6dd4ec5c5d7641e1e084790d9c960c/tumblr_mnwebrkzA11ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/0bc6e87004682e8c11c359e9a832518d/tumblr_mnwe3y6XOL1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/6928ea9e5c88731926d8c2cc800722e6/tumblr_mnwcymAAlJ1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/782134d8fb1297537379c369a4ba392b/tumblr_mnwcspwI9S1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/73d84a4b97dcd4bbc588658509986ed6/tumblr_mnwckxGZvU1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/3a0f2a83a2a8ecca37bbf019d39c3ab6/tumblr_mnwcf7jPzV1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/f258ad499c39fa8b0469b7d3bc00b770/tumblr_mnwcao8p8U1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/d0e912d08ad6ab440ecabaa5da73694d/tumblr_mnwc2eL5TJ1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/c7d899a4ddb786c4c6da40cbb6f5e4b5/tumblr_mnwbplUn2D1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/86ac87ed18592ec3b6c1249de056185f/tumblr_mnwbksgau91ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/05465ae2a369ae3265ca3f0e704843f1/tumblr_mnwbe2LQUH1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/e3789c582eebbca95a29d8eef28af332/tumblr_mnw6lbRtM81ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/2df3ae5342dee45a45421934266ec032/tumblr_mnw6fvayBn1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/8e2cb8b91e3e3d764ead6f98fa496f70/tumblr_mnw6beOfZd1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/643b5e9ceb299c50e88f479d43de1c1c/tumblr_mnw67hTCMk1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/2650dfa15c099f71db83fb77f264e513/tumblr_mnw62aPKFY1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/f16b0296f1929a78e691573327c4bde5/tumblr_mnw5wscUwE1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/0ba46ced22ba11b822947156acb875c7/tumblr_mnw5t39uah1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/82bd522f8a6e6e8063a757c3a6fadf6f/tumblr_mnw52fwewI1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/f6175b1961c25d23cff0ed9a65bcbca4/tumblr_mnw4xzmA5n1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/63dba6719985568568fa06e8d36ca47b/tumblr_mnw4og46r51ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/f2b365e827fc9795e3789046b91bf631/tumblr_mnw4itFql61ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/4f810d3b992b8b22c4a7e6b5fcb8f804/tumblr_mnw4dll3oI1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
<br /><img alt="panicas" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/407e6cfb00a0308b6190c5d506634f26/tumblr_mnw46sizEd1ssmo61o1_1280.jpg" title="panicas" />
<br /><img alt="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/65c50bba19713babf6c85bc7a0a87f6d/tumblr_mnw3z1uihZ1ssmo61o1_1280.jpg" title="Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky" />
<br /><img alt="alejandro" border="0" class="imagen" src="http://31.media.tumblr.com/cf33970e48bb476a6a5491559a84b71d/tumblr_mnw3sjb84g1ssmo61o1_1280.jpg" title="alejandro" />
<br /><img alt="fabulas" border="0" class="imagen" src="http://24.media.tumblr.com/bace357392b7492d41db292242aaf2e0/tumblr_mnw3lkZUHM1ssmo61o1_1280.jpg" title="fabulas" />
<br /><img alt="Jodorowsky" border="0" class="imagen" src="http://25.media.tumblr.com/bac2e484058515c03bdd326a7ac9875e/tumblr_mnw3fxn4bl1ssmo61o1_1280.jpg" title="Jodorowsky" />
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Fábulas Pánicas - Alejandro Jodorowsky</h1>
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